PRIMERA PARTE

De la destrucción por los medios naturales.

PRIMERPI PARTE

De la destruooión por loa medios natnrales.

La destrucción de loa plag•as, v©nciéndolas eit la luclya que todos los sores

vivientes continuarneute han de sostenor nnos con otros, indopendioutemente

do su racionalidad, ha sido en su roalización przictica ttua idea ingenioaíeima

que etnergió de los Lstados [Juidos do ^mérica.

EI fundamento era sencillo: los iusectos que, al intt•oducirse y ac^imat,arae

en América, se dosarrollaban en progresionos atcrradoraa, constituyendo pla-

gas que destruian especios vegetttles deterrniuadas, cuando en su pais natal

convivian con las plantas de su alimentacicin sin clestruirlas, forzoso era que

alguna eauaa impiciiera su desarrollo, y cle ello, á pensar que esta eausa fuera

un ser viviente anitnat ó veg•etal, uo hahia más qne uu paso.

La observación por clistinguidos naturalistas dc; los serea quo destruian ea-

tos insectos vitto á; detertninar que utias veces erxn ú su vez otroa insectos de

distinto orden los quo ao alimentaban de l^s perjudiciales y cle sus huovos;

otrns vecea se trat.aba de un paraeitismo por insectos que so inetnmorfcseaban

eu el interior del cuerpo rlel perjudicial; eu ocasiones, en vez de inaoctos, mi-

núsculos ac^ridos devorabau sus huevos, ^• iG veces también algítu hongo mi-

croscópico vegetaba sobre eatoa dimiuutos iusectos, producioudo euformedades

contagiosas que loa destruían, como ocurre cou el hombre y en los animalea

sttperiorea.

IĴ l primer ejemplo, y quiztis el más uotable, se dió con la ^Icerya Purchaai^

(illask.), cochiuilia temible, portenecionte tambic^u ti la g•ran familia do las Cóc-

cidos, rlue tantos enomigoa proporcioua á la agricultura; á la subfatnilia Mo-

nophla:bin.e, y, por ta,uto, desprovista do coraza, pero cuyo cuerpo esttí re-

cubierto do tuia cerosidad de cólor gris blancuzco, que habria de defendor bien

al inaecto de gran número de insecticidas.

-40-

EI «Tcerya Purchasi» tiene trea generacionea al aCin en los climae templa-

doa, ^- poni©ndo la hembra de 400 á 600 huevos, pronto noa damoa cuenta del

poco t.iempo que neceaita para infeatar una comarca.

Vive aobre varias plantae, aiendo el naranjo la de au predilocci^in.

En Auetralia, au pais natal, apenas produce dafios, porque alli tiene ene-

migog naturales tan terribles como ella lo ea para las plantas que ataca. Des-

de Auetralia ae importó involuntaria y deagraciadamente á California, exten-

diéndoae deapués al Sud do Africa, Egiptq, Siria, Asia Menor, Italia, y últi-

mamente á Portugal, amenazando la zona naranjera de Eapaiia, que, por for-

tnna, haeta hoy se encuentra libre de aus ataquea. Yo he tenido ocasión de ver

este inaecto y au principal enemigo en Italia, on donde me los moatró el Doctor

Silveatri, aabio entomólogo de la Eacuela de Agricultura de Portici, el cual

aree que en Italia au reproducción aeria partenogenéaica, fundada en la eaca-

sez de los machoa, que haeta Ins nueve añoa de au difuaión por Italia, y en 1909,

no pudieron encontrarse on Portici, ,y por Martelli, en número reducidisimo.

Cuaudo el «Icerya Purchaai» ae introdnjo en Calitornia, rápidamente pla-

gó aua inmonaos naranjalea, produciendo da Ĵos incalculables en el arbolado,

seĴalándoae una criais hondiaima en el comercio americano de uaranjaa, limo-

nea y nrandarinas; pero el entomólogo Koebele paaó á Australia, deacubriendo

el coccinólido «Vedalia Cardinaliam, el cua[ vív© casí excluaívamente del «Icer-

yam, comenzando por depositar aus huevoa en ol aaco que coutiene los huevos

de aquólla, para que al nacer aua laraas loe devoren. Laa larvas, como loa adul-

tos del «Vedalia», ae nutren principalnrente de loa huevos do la «Icerya» , y rara

vez do loa inaectoa; pero au labor es tan complota y au evolución tan rápida

(treinta y cinco dias), que puede realizar aeia g•eneraciones on el aCro, por lo que,

una vez aclimatado en una rogión, por si aolo basta para librarla de la plaga,

eiu que haya aido necoaario recurrir á la introducción do otros insectoa que,

parásitos también en Auatralia del «Icerya^, coadyuvan, con el «Vedalia», á au

deatrucción, ni que el hombro intervenga con el concurao de aus inaecticidaa.

Se dirá, y no con falta absoluta de fundamentos, que ojomplos como los del

eVedalia» sobre el aIcerya» no ae encuentran corr frecuencia; pero son num©-

roaos loa casoe que ae citan de la obra benéflca de los inaectos útiles, consi-

guiendo poner á raya el desarrotlo de inaectoa perjudiciales, ovitando que, por

su eaceaiva multiplicación, formen plagaa nefastas á la agricultura.

Loa americanoa del Norte, que van á la vanguardia de eatos eatudios, parece

que últimamente han librado laa plautacionea de caira de azúcar de lae Ialaa Ha-

waT de cierta plAga, por la aclimatación de un parl^aito eapecial, y tambión en lae

mismas ialas han combatido con éxito el odioso «Paeudococcua^ del naranjo, con

7a aclimatación do au particular onemigo, cl coccinélido austxaliano «Crypto-

I:^emus J'lontrouzieri», •y couveucidos como están de lle.nar, á fuerza de tiempo y

perseverancia, á la solucióu de cada problema por tal procedimie^nto, no cejan

para bnscar, aclimatar, reproducir y prop^gar t.odos los inaectos útiles que inte-

resan á su agricultura.

Después de los Estadoa Untdos de Amóricn viene Italia, con los más modes-

tos recursos que le permite au presupuesto, á prestar trn conting•ente importan-

te á estas investigaciones, merced á la iuteligencia y á la labor infatigable de

^dos do sus máa eminentes entomólogos, los Sres. Berlease y Silveatri. La obra

del Dr. Silvestri me es mejor sabida, por haber tenído la fortuna de estrechar

.su mano y conocer sus trabajos.

Con procedimientos sencillos y poco costos^s se eafuerza en multiplicar en

au país inaectos útiles importados de todos los rincones de la Tierra, co»siguien-

do de sus esfuerzos ejemplos tan notables como la multiplicación del «Rhizobiua

lophant^e», enomigo especial del «Diaspis pentag•ona» (por fortuna, todavia des-

couocido eu Espai'^a), y que, aegiui el citado 1'rofesor Silvestri, ataca,ría tam-

bién á diáspidos tan perjudicial©s en EspaCia como sou el «Aspidiotus hedorue»

(Poll-blatic) y el «Chrysomphallus dictyospermi» (Poll•roig).

En Espaiia mismo, á pesar de que á estos trabajos no se ha dado la ateneión

que merecen, existen dístribuídos por el campo, ya insectos beneficioans que.

dovoran los perjudicialcs, ya parásitos de éatos, y á la acción combinada de los

unos y de los otros ae deb©, en multitud de casos, la desaparición ó disniinución

do una plaga dotorminada, pasando la causa desapercibida para la mayor par-

te de los agricultores, mientras alguuos anel©n atribuirla caprichosamente á

fenómenos metoorológicos.

El mismo «Poll-roig•» ,y- «Poll-blanc» tienen en España enemigos que encier-

tas huertas han roducido la importancia de la plaga constituída por los mismos,

y cuando on Agosto de 1910 el sabio entornólogo Mr. Woglum recorria los naran-

jales de la provincia de Málag•a, ya hizo prever el hecho de quo eu la reg•ión

abundaban, además de los «Ehilocorus bipustulatus» ya observados, minúscu-

los himeuópteros del género «Aphelinus» á juzgar por los pequeúos orificios que

taladraban las corazas del «Poll-roig», ateatiguaudo la aalida del parásito en

su estado perfecto, lo que despuéa ha coufirmado ei Sr. Garcia Mr,rcet, en un

interesante articulo publicado en Mayo de 1911 en el Boletín de la Sociedad do

Historia Natural, v también eu Septiembre del mismo aiio se encontraron y ais-

laron en el término do Alhaurin dé la Torre, do• esta provincia de Málaga, por

al distinguido Ingeniero D. Antonio de (^uintanilla.

Basta lo referido para dejar definida la importancia,que tienen los insectos

útiles en la destri^cci^in de lna plagas que de una manera ^•eneral afiígen á la:

sgricultura, debiendo fiijar9e la atcnci^n en lar^ espeeíes qne constituven la ftna-

lidad de eata obra.

Enemigos del «ahrysomphallus dictyospermiu (Poll-roig).

l,° Destructores del insecto, pero (Chilocorus btpustulatus.

na arásito^ . . . . . . . , . .F.xochomz^s pzcstulatua.

• p ' ' ' ' ' ^ Rhizobizae lophantcr.

^.° PBrizsitos del «Poll-roig° que lo ^Aphelinus, varias especies (diaspidis

des^,rganizan y matan. ,,...fuscipennis, etc.).

Aph,ycus, varias especies (signi foraoccidentalis, etc. ). '

I

Los insectos del primer grupo perteneceu, ontre loa cole<ipteros, á la familia

de los coccinélidos, y, on general, sus larvas y adultos ae alimeutan de los hue-

vos é iusectos de los cóccidos, atacando entre ellos al «Poll-roigp.

T.os del aegundo grupo viven parásitoe soUre el «Poll-roiáA.

C^énero aChilocorusu.

Ei géuero «ChilocoruaD lo conatituyen varias especies, siendo uua de lae máa

importautes la «bipustnlatus», que z^e Cncueutra abundante en la zona naran-

jera de España.

i Q 3

Figura lb.-Chilncori^a bipacatul^^t^es: 1, lai•va; 2, pupa; 9, adulto. (Aumeutado por Martelli.l

El adulto oa de forrna oblonga, con antenas vellosas de ocho artejos, cabez^

ros^cea, cnerpo de 3 rí 4 milímotros de largo, negruzco, pero cou tr©e man-

chas rosticeas caracteristicas sobro cada uno de los élitros. Estas manchae.

sou circrtlares, ta•ansversales, simétricas, y mayores las prciximas al centro del

cu©rpo que las próximas al borcle externo. Las dos primeras manchae aparecen

unidas y formandn tnra sola, de forma alargada, en sentido transversal, tibins

como todae las especies de est© ^,rénero, emi unas e^pansiones on la base y en

el lado esterno en forma de dieutes.

La pupa aparece, por lo general, pegada al envés de las hojas, de color gris

oscuro arnarillent.o, ^• preseutando la forma de. dos triángulos, unidos por sus

bases, con una longitud t.otal de 3 1/2 á 4 millmotros, ^^ con abundantes pelos

en el dorso, de designal lon};itud.

La larva, de forma oval y muy alargada, mide de 5 á 5 1/2 milimetros de

longitud; es de color grisáceo, con numorosas espinas y seis patas negras.

El «Chilocorus bipustulattts» adttlto, al llegar la primavera, comienza á en-

trar eu actividad, dirigiéndose á las ramas de los árboles en busca de los pará-

eitos que lo sirven de alimento. Acto ae^,ruido so verifica la cópula, y al dia si-

guiente, ó á los dos dias después, la hembra comieuza á depositar, poco á poco,

hasta 200 huevos, aprosimadamento, debajo del cuerpo de los lecánidos, ya más

ó menos dea©cados, y de las corazas de los diáspidos, y á los cuatro ó cineo dias

eale una larva muy vorar, que, en los veinticinco ^ treinta dias qne dura su

oetado, consume varios miles de huevecillos. Después de tres rnudas, se trans-

forma en pupa, y ocho ^ dioz dias después, en ius©cto perfecto, para dar lugar

on ol acto á una subsiguiento generacitin, hasta tres, que suelen tener en

Espafta.

Esto insecto seria utilísimo ai á su vez no fuera victima de varios parásitos

que, al destruirlo, impiden qu©, por su fenomenal desarrollo, produzcan ma,yor

beneHcio. Estos parásitos, por desgraĴia, existen eu España, puesto que, á ve-

ces, se ven cadáveres de «Chilocorus» con wi pequeitísimo orificio, que denuncia

la salida de los mismos en su estado perfecto, y que probablemente coincidir^i

cpn el «Hemalotylus flaminius», himonóptero encontrado eu Italia por ©1 Yrofe-

sor Silvestri, b con el «Tetrastichus epilachnae», otro minitsculo him©n^ptoro,

señalado como parásito del «Chilocorus bipustulatus».

Á pesar de Itt litnitación del desarrollo del «Chilocorus» de que se trata, su

labor Uenéfica en EspaC^a ^s conocida de tiempo: primero, sobro el «Saissetia

oleae» del olivo ,y del naranjo, y después, sobre el «Poll-roig» de eate último, dis-

minuyondo considerablemente la plaga en alg•unos lugares, en donde su obra

benéfica ha podido dejarse sentir al concurrir con la producida por otros insec-

tos útiles ó parásitos del «Poll-roig».

Muy conveniettte es divulgar pnr todos loa medios, entre las clases labrie-

gas, la mayor atencióu sobre estos insectos útiles, pues en más de una ocasión

he podido ver que la ignorancia los ha conducido á destruirlos entre los dedos,

por ereerlos generadores de las cochinillas, entre las cuales viven y destruyen.

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Además producen una acción bonófica sobre la fumagina, que vegeta ©u los

jugos azucarados de las cochinillas, puea el «Chilocorus^ se nutre, en ocasiones,

do los referidos jugos.

Género «Eaochomus^^.

Las especies perteuecientes nl género «Esochomusp, muy próximo al «Chi-

locorusp, so distinguen de éste por tener el adulto sus antenas con nueve artejos,.

Figura 16,-E^ochomua tetra^iuatuLata^e: Adulto. ^Amplia,do por Martelli.)

la baso dol protórax on línea unida y continua con la bas© de loe élitros, y ca-

recer en las tibias d© las expansiones dentiformes que caracterizan á aquélloa.

La especie «E. tetrapustulatus^ es la más iuteresanto, siendo aus princi-

pales caractores los apuntados á continuación:

F.l adulto tieno el cuerpo algo globoso y ovalado, con la cabeza negra ,y el

dorso de igual color; cuatro manchas anaranjadas en los élitros: las auteriores,

arqueadas hacia el margen interno y próximas al mismo, y las posteriores,

cltadrang•ulares, cerca de la sutura de los élitros, con los dos vértices más

próximos á esta sutura redond©ados. I.a parto vantral d©1 cuerpo es negra, ex-

cepto los tres últimos anillos abdominales; patas negras, y su cuerpo mide al-

rededor de 5 milimetros de largo por 3 1/2 á 4 de ancho.

I,a pu,pa, mu,y parecida á la del «Chilocorus», algo más graud©, 4,4 mm. de•

largo y 2 1/2 á 3 de ancho, carece de pelos, es amarilla y está pigmentada en

varios sogmentos.

T.a lczrua, de color a Ĵn:^rillo de lim^in, tiene !a cabeza nchra; el primer seg-

monto torácico, con cuatro porciones pigmentadas, de las c•uales las laterales,

provistas de tubérculus l^elusos, Ilenatin ht^sta el marben; el segundo, c•.on dos es-

pintts ramosas negras eu cada lado, cou otras dos porciones uegras lateraluien-

to ^• blancas en el centro, ^, el ter^•crn, crn^ dc^s espinas ramosas laterales y- doa

t 2

Figura 17.-E^r.ocHo>n:ra tetrrel^ualulati^a: 1, lar^•n vivta^ por e1 dorFO; 2, pupa.

(Ampliadae por Martolli.)

porciones pigmentadae triangulares con dos manchitas amarillas. Los seg'mon-

tos del abdomen, excepto el iiltimo, lle^•an cada tnio seis espinas ramosas negras,

con eztremo amarillo, y el cuerpo mide f, 1/2 milimétrns de largo y 21/2 de ancho.

EL «F.xochomue tetrapnatulatus» está repartido por toda Europa; su cida ^

costumbrea son análol;•as ^i las del «Chilocorus».

Género nR,hizobius^.

Los insectos del género «ItliizoUius» , cuya apariencia general en su estado

perfecto es de toner el cuerpo de torma ovalada, la extremidad de las mandi-

bulas Uifidas y las patas muclio máa larbas, cou re,lación á su cuerpo, que las

dos especies anteriores, contiene especies muy interesautes, siendo en este.lu-

g•ar digno do mención el «It. Lophauta:».

-47-

ttRhizobius lophanteeu.

El adulto tieue la cabeza salientc, los t^lit.ros color uxarr Ĵu lnciente, el cuer-

po recubierto de vello, y u^xide 2 1/`? á 3 milimetros de largo por 1,4 ^i 1,G miliwe-

tros de aucho.

La^upa, de color rosa, cou la parte dorsal del tóras rosa ferruginoso, y

cuyas dimeusiones son de 2,4 ri 2,9 mm. de largo por 1,4 á 1,6 mm, de ancho•

1 2 ^

Figxirn lb.-Rlaizobiue iopJaaxatus: l,^larvn aitultn; 2, pupa; 8, aduLto.

•I,a larva, en estado adulto, tiene el dorao g•ris oacuro, cabeza uegra; y pre-

aenta nna mancha rectangular más clara, que se e^tiende desde la seguuda

mitad del priin©r aeg•ment,o abdominal hasta todo el tercero, y mide 5,5 ix 6 mtn,

de largo por 1,8 mm. de aucho.

Este inaecto, orig•inario de Australia, es actualmcnte descouocido en Espa-

ña. Lo he viato importado y reproducido por el Profesor Silveatri en la Escnela

do Agricultura de Portici, en donde larvas •y adultos devoraban el «lliaspis

pentagona», que infestaba talloa de morera; pero, según las indicaciones de

oste eminente entomólogo, el coleciptero de que se trat.a atacaria y doatruiría

ig•ualxnente el «Chrysomphallus dictyospermi», el «Aspidiotus hedera;A y, en

g•eneral, á todos los diáspidos. Esta es la razón por la cual ae le incluye en esto

lugar, por ser cl «C. dictyospermi» la plaga que máa pre,ocupa en la actualidad.

EI «ZLhizobius lophantfr,» pone de 200 á 250 huevoa, y tiene aeis generacio-

nes durante el aixo; y por ello,.y por el número de huevos, larvas y adultos

que couaumo durante au vida, lleg•a el Doctor Silvestri á la fabulosa cifra do

-48-

9.459.333.379.875.7^ de insectos nuo cada «Ithizobius^ podria destruir durante•

sus seis *eueraciones anuales.

Con el deseo de introducir en España este insecto, hube de pedir algunos

ojempiares al Doctor Silvestri en su Laboratorio de Portici, eu ocasión que ha-

bian devorado eu su mayor parte la alimentación disponible, y no pudiendo en

el momento preparar la cantidad necesaria, se pusieron en un tubo, con el te-

mor de insuficiencia, al^•utios «R. lophanta;^, que durante el camino, despuéa:

de consumir la poca alimentacíón de «Díaspis» que fué poeible poner, se dió el:

caso que Eos insectos perfectos devorahan á sus larvas.

Pocos e,jemplares liegaron vivos h F.epaña, y ninguno á Málaga, en donde•

yo imaginaba esperimentarles co^atra el ^Yo11-roig», y, como el «Diaspis penta-

gonan, sobre ol que so cultiva en Portici, no es, afortunadamente, conocido en.

España, el Profeeor Silvestri me tiene ofrecido, cuando disponga de baatante nu-

trición de «Aspidictus Heder^e^, enviarme unos cuantos ejemplares para inten-

tar de nuevo su reproducción.

II

Diversas especies del gbnero ^Aphelinus^.

Son los «Aphelinus• peqneños himenópteros, caracterizados por tener eeis

^ Artejos en sus antenas, ojos desnudos ,y tareos con cincos artejos.

Fignra 19.--AphaLinaa diaxpidia. Ciclo de deearrollo: 1, hEmbra del .Diaepia> eobre la aua!ee eneuentrw depoeitado un huevo (A) de . Aphelinue>; 8, hembra del . Diaepie> con lalarva del .Aphelinue. (B); 8, hembra del .Diaspi®> con el euorpo reduaido de tamaí^opor Laber aida ohupado por la larva del htmenóptero (C); 4, eeaudo del •Disepis. adhe-rido al cual ee enauentra la prepapa del .Aphelinixa>, mientrae que bajo el nxYm. 5 ee re-preeenta el anerpo (E) del .Diaepie>. reducido á una maaa informe; 8, eeondo moetrandola pupa del .Aphelinne>, mientrae qne en el 7, el mirmo eeoudo vaelto mueetra ol ouer-po(F) del •Diaapie>, ohupado y deBformado; 8, esaudo del .Diaepie• con el orifleio;(i), porJonde hn dalido el •Aphelino adnlto• qne ae ve eobre el miemo eacudo; 9, eaoudo qnecobija una hembra de .Diaepie•, eobre la onal ee ve un sAphelinus• en el acto de depo-hitar un óueva; 10, .Aphelinne adulto>. (Anmentado ceraa de 1? vecoa por 9ilvestri.}

Entro laa especies m^s importantes merece citaree el «Aphelinus díaspidis^,

conocido en América del Norte y en el Japcin, desde donde ha eido fntroducido

4

_ ^ u _.

en Ilalia ^• en la laacuc•la de <1r;'ricttlinra ^ic Portici, ^^{tte l^^ wnltiplica c;n su L^t-

boratorio, i^ajo la ciircccirm del ^•a citad^ Profeanr Sil^^estri, cou el «Diaspis

pentaronae, por ser el iusecto yue cnil n^ícs facilidad dispcnie; pero el Sr. Silvcs-

tri asegw•a que i^nnlinente atac^tria a todos los dirispidos aAonidiella Attran-

tiin, ^Chr^-somphallas dict^-ospermi», etc., por cu^•a raz^^n convendria introdu-

cirlo en Espaica ^- eusa^•artn contra tales insecMs.

Es de coior amaritlo. ^- tieue en las ains nnteriores uiia li^•era mancha so-

bre su estióma, ^• su lon^itud, tan peytreicA, cotuo 0,78 milímeh•os.

);e un insecto ectófago, os decir, que ^^ive a^l exterior del cuerpo de su vtc-

tima, ^•, al efecto, la. hembra deposita un Iruevo sobre el de una hembra de los

diáspidos yue ataca, del cual nace una larva, yue permanece durante su vida

entro el escudo ^- el cuerpo do 1a cochinilla atacada, chnpando los hrunores de

la misma y reduci Ĵ^ndola en pocos dias á una masa informe. Sohre su misma

víctima se transforma eu ninfa ^ insecto perfecto, el cual perfora el escudo ^•

sale al oxterior.

F.n i•spaira se hau observado especies similares del mísmo nc+nern aApheli-

nus» atacar af uPotl-roi^;n, ^ el Sr. Garcia Mercet cita ai e[e,cto el «Aphelinus

m,ytilaspidiF», el KAplrelinus fuacipenuisu ^- ot^rae no clasificadas 1{tcc. También

en el Servicio Agronócccico de la provincia de il^fála^•a oxisten pmparaciones de

varias especies de aAphel3nus^, procnrtydas de +írboles atacados dol «Poll-roigp

en Alhanrin de la Torre.

C1txo heminóptero, del p•énero «Aphicur», os citado, ir su vez, pnr ei iuismo

entorn^logo como parriait.o dcl «Pnll-roi^^ en Rspetica, ^^ cu^'a ospecie correspou-

deria al «A. fla^•us» (1}.

binemigos del ccAspidio£us hederee» (Piojo blanco).

C/cilocow^s Lipuytulatus.1.° ..... ...... ^ L'xochomecs telrapustulaire^.

, Rhizobius loplcanla.

Aph,eLiraus m,ylilaspidis.( Idem dia^pidis.

2.° .. . . . . , . .. Idem longir.lac^^.^ Aphz^cus hecleraceus.

,4sp2daotiplaa,qus citrínu^.

(l) Tamhién se señala por Silrestri un honho, la «Dlicrocera cocophila», co-

nocido en ArnArica, y que atacaria tt la «Aonidiella aurantii» y«Poll-roig•»; pero

por el pront.o, su importancia no es tal que rnere2ca un estudio espociai.

- 59 -

I

Lo9 insectos útiles dei primer grupn han sido estttdiado^ anteriormeute.

II

Los insectoe paráeitos del segundo grupo Lan sido encontrados en Eapaña

^oUre eI aAapidiotus heder^e». ^• et último, aunque todavia ningirn entoin8logo

re8ere haUerlo encontrado en rspa+ra más que sobre el «A. heder^z.», el eminen-

to entomólogo Dr. Ho^t^ard cree yue et «Aapidiotiphag•ns citriutts» atacaria

también ai «Poll-roig».

Fignra :dC1.-Atrpidiotipleo,y^i^^ r.itri^^rr.A: HomLea. (Anmc^ntada.)

En todo casn, se trata de un i Ĵrgect^ endófago, y, por t.anto, su larva destr.u-

^e las hombras del «Aspidiotus» al vivir en el interior de su cuerpo. Es una es-

pecie coemopotita, que se ha encontrado en ol Brttsil ^^ on el Stte de Africa, y ha-

bita tambíen en todo el iitorat mediterráneo.

Enemigos del «Parlatoria zi^yphi^^ (Poll-aegre) (Piojo negra).

Los coccinélidos carntvoros, anteriormente descritos, podrian atacarla oca-

sionalmonte; pero aólo existe on una pequeiia zona do Valencia, en donde

eachtaivamente habita on España haata ol dla, nu conociéndose niugúu ineecto•

pardsito de i[nportancia sobro e! «p,>I!-negro».

En su pata do origeu, quc parece ser la China. so han obaervado algunoa.

par^sitos end^fal,Ĵos, que ea }^osíbie tnvieran detertninado vator.

Faemigos del «>![qtilaspia citricola^^ (Serpeta).

I.os «Chiiocorus^ y«Esochomus= deatruyen uua gran cantídad de huevoci-

lloa, larvas é inaectoe perfectns de la serpeta.

Yaráeitoe ectófagos y endófagoe debe de haberlos en España que, con los•

anteriores, completen !a obra destructora de la plaga, á juzgar por la dlRminu-

ción que ha tenido en al^;unos ingares; pero anu uo se han oucontrado para po-

der claaificarloe. ^o obatante elto, eu el Laboratorio del 5ervicio Agrondmico

provincial, con mi compaiĴero y colaborador D. Antonia de ^uintanilla, he obser-^

vado en repetidas ocaaionea la larva de un acárido debajo de loa escudos de las.

eerpetas, que probablemente correeponderá al «Hemisarcoptes cocciauguay,.

que Silvestri cita como deetructor de los hnevos de aquéllas.

Enem3gos del uPseudococous oitriu (Cotoaet).

l.os «Chiloc,orua» y«Exochornuep, ya citados, atacun también al «Pseudococ-^^

cus citri»; pe;c•o no er^ crotble que estos inaectoa carnícoros fueson bastantea para.

deetruír la plaga, por conocer un arbolado de limoneroa en donde el «Coton©tp

exiatia con ci©rta abundancia, y tambibu aclimatado el «Chilocnrua bipustula-

tuaA, y, sin embargo, ]a plaga no dísminu}-^ eenaiblomente. Es cierto que taloa.

drboles estaban atacados de «Serpeta», #poll-roigv y«Poli-blancb, que podian.

constituir alimonto do predilección.

En este orden dr, ideas, el célebre entorrrólogo anroricauo Dr. L. 0. Ho-

ward me hubo da recomendar como el mejor ineecto útil para deatruir ol «Pseu-

docoecue• al cole^ptero cocciuélido llsmado «Cryptolxmus Montrouzierin, y por

iniciativa del miarno entomblo^o recibt varias expediciouea de Calitornia; pero

eiempre el número recíbído vivo fué relativamente pequeño, ain que esiata se-

guridad completa de su aclimatacíón y multiplicaci^n en la provincia de Mála-

ga. Na obstante, hay que peraistir en esta idoa, puesto que se citan ejemplos.

portentosos, obtenidos en California y en las ialas HawaY, de uaranjoa ínfeata-

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dos de «Paeudococcua», los que, en au ma}^or parto, han desaparecido, por ^•irtttd

de los estragos causadoe sobro los mismoa por su gran enemigo el «Cryptol>3e-

mus», cuya reproducci^in á su vea es estraordinnria.

EI Profesor Silvestri, de la Fscuela de I'ortici (Nápoles), ha importado tam-

bién el «Cryptola;mus», que no conservn vivo en au Laboratorio, pues todoa loa

que poaeia los envió recientemente á la isla de Capri, invadida de «Cotonet»,

en doude aun ignora ai habrá conseguido su aclimatación; pero dicho entomó-

logo abriga también la creencia d^ qne con este inaecto es como puede combatír-

se m^s prdctieamente la plaga del «Cotonet».

Tiene ademda el «Paeudococcus citri» ciertoe inaectoa paráaitoa, entre los

t;nalea podrian citarae varioa himenópteroa calcididos, alj;uuos d[pteroa, uno de

elloa del gt^nero «Leucopis», y un Neuróptero.

Niuguno de estoe últimos ^nomigoa por ai aolo aeria bastanie para hacer

dosaparecer la nefasta plaga del «Cotonet»; pero en aquelloa lugarea bastattte

afortunadoa para quo al mismo tiempo la ataqtte un número abundante de ea-

toa enemigoa naturalea, la obra conjunta de todos ellos consigue poner á raya

ol desarrollo de la plaga oo cuestión, limitándola A un punto•que apenaa si

cauea un perjuicio senaible. Ejemploe abundantes esieton on la huerta de Va-

lencia, en donde vive el «Cotonet» sin adquírir un dosarrollo importante, y en

la provincia de M^laga es frecuente el caso de huertos, años atr^a invadtdos de

a^Cotonet», y tianados por la fumagina subeiguiente, que actualmente eat&n

casi limpioa. De uno de eatos huertoa (ribora del Cxuadalmodioa), el Sr. Quin-

tanilla •y yo hemos cogido un limón lleno de «Cotonet», é introducido dentro de

una campana de cristal, diariamento ^•imoa salir minúsculos insectos, rocono-

ciendo entre ellos á trea diferentes diptoros, qne al eatado de larva lo ataca-

ban, coad}•uvando, ain duda, d impedir el desarrollo del tnal.

Daemigoa dal <^8aisaetia oleea» (Oochinilla del aaraajo y dal olivo).

Por fortuna, tiene el «Saissetia olea^e» tantos y tan importantes euemigos

en España, que son raros los casos en donde la onfermedad causada por este

insecto adquiera el car^icter de gravedad que eu au tiempo adquirió en loa

huertos de California. De no aer asi, pa;arian por eate lado un peaadisimo

tributo.

Entre los onemigoa del «Saiásetia» pueden cltarae: el «Chilocorus» y«Exocho-

mus»; uat lepidóptero: «Thalpochares seitula», y dos himenópheros: el «Cocopha-

gus flavoacutelum» ^• el «Scutelliata c,y-anea».

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De^ tndos ellos, el RScutelli>^ta c^•ai^ettn (Motach.) eg el ^náe iwportante par^e

mereeer una menci^in eApecinl,

1

6

S

5

7

Figura 2^1.-ScuGelliat^z r•yav(e(^: 1(A}, huavo do •Soutollieta>; IB), huevo dol .Ccroplaetoew;

9, larva del <Scutollieta> vista por el Pronte; S, IaCVa V1Bta pOC 0I COAtadO; l, larva adultaviata por el vientro; 6, hombra adulta; ti, hembra del .Ceroplaatoes, qne oula parte eupe

rior i^quierda conbiene una larva de .Scutellieta.; 7, ramito de higuera oon vna ecr,cíón

de hembra do •Ceroplaste>, toniendo sobre el cuorpo una larva de >Scutollieta> quo ha

dovorado caai todos loa huovos. (Aumentado® por RilveAtri y Martelli.)

55 -

Ui:SCIiIF'l.'I^^)Y

i.a hcinbra adulta os pe^tttc^ Ĵ a; tnide 1,:17 :i 1,`tti tuiliiuctru^ ^lr. lougitucl; ai^a-

rece cun el cueriiu algo de{lriu^ido ^• cattezil anch^t liñer:nnentc^ ul^s que el túrax,

a(^lastada ^' tri,utaular, viyta de frente. Las antcuay estriil insi•rtaa mny bajas,

^• yus cinro artejos sou casi i;•uales, pero en^rnesan hasta Ia c:^tremidad da

aqu^llas. L;l escndete est^ nlu^• desarrnllarlo ^- recubce casi toaa Ix nlitad dei

a bdonu^ n .

EI nnttho es ultis peque Ĵo, 1,•?9 ^l l,^:i auilinletros, cou las antenas nlíLS lar•aas_

La larva, dc color blancn 1•osáceo, es fusiforme, lisa y ar^iueadtl. La caboza

preseuta dos antenas cortisimas ^• tuberculiformes; sas diroonsiones sou 5 mili-

metl-os de lareo ^ '̂ milimetrr,s do aucho.

^1n^F.aVACIOYN.s

hste iusecto se halla ropartido ©n varios luaares ^lel rlobo; fu^ itnpol•tado á

Oalifocuia del Afcica del 8ur, unlltiplicado ^• repartidn para deatruir el «Black

ticale» ^i «Escarnil neg•ra»; cumo en el reYerido pnnto, conocou al «Saissetia ole:e»,

^•, cual en Espaiia, ataca allil al olivo ^• al naranjo, eurontrándose, se^úu

lral•ece, Ins aurei•icanos n^u^- satisfechos de los 1•esultados. Eu F.spaCla fué on-

contrado pc,ir pl•inlei•a vez, seaún lnis uoticias, pol• el distinguido entonlólobo é

Ingeuiel•o Director de la Estación de l'atoloaia Vebetat del Llstituto A^1•icola

de Alf^nlso 11I, ll. Leaudeo \^avari•o, en ttua excursióu it la proviucia de Huelva.

Yor ini partE, tambiéu tuve ocasicin de darme cuenta de su existoncia ©n la

provincia: de blálaga, ^or balier visto tuta larva encoutrada por Mr. ^Vogllllu on

]os huert.os de Yizarra.

Tíene el u5cutellista» uuas scis ^ericr^lciotles anttilles, ^• aunyue, lror cl©s-

^;rar.i^e, tieue ti, su veL, se^ítu el lll•. ^ilvestl•i, dos par^sitos hilnenópt©1•os, no

por i^llo deja de ser su obi•a destrucfoi•a de luia bran itnportancia ,y utilidad, la

cual ee ejet•ce clel si^uionte lnodo:

F.1 adulto coulienza ií preseutarse cinl•aute los pi•imcros dias de Junio, pariín-

^t^ee eu el euvés c7e lits hojas de los olivos, uaranjos é hi^net•as que c^outienen

^i sus victimas, nntriúnduse de la rnolaza ^lne ^stos despreudon, para ln cual

excitau ^t Ins «cochinilli^ls» cou sns autenits. ^

^ 91 poco tiernpo,se ^'ei•iliea la cúpltla ^tel «Scutellista», )' la helubra do^rsita

ulr huevecillo ciebajo del vientre cle una larva ri de nua hembra de las «cochini-

lias lille íltal'all «Sa.ÍSSet1a» ,«LePr)^IaBtf,A» , Ctl'.. ^ CIl tCCB 0 C11atCl1 (lias dliPfllltC

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el mea de Julio, ^• en siete ti ocho duranto Beptiembre, a^•iva el huevo, ^' la lar-

1•a aale v comienza }x^r devorar, uno á uno, todos los huevos de laa cochinilla>t

que ae encuentran á su coutacto. La duraci^in del eatado de larva ea de ocho á

dioz diaa durante el verano, ^ de nue.•e tneses de Septiembre á Juuio siguien-

t.e, euando vive sobre el «Ceroplastesn, en cu^-o casn la larva qucda, durante

dicho tiempo, inactiva debajo del vientre de la cuchinilla, en eapera que éata

ponga sus huevos. La larva, cuando Ilega á sor adttlta, deja de comer; HP, pllr^il

de sus excrementoa durante doa ó trea días; se acorta, se vuelve blanca }• ee

tranaforma en ninta, que durante el verano eon ba3tautea dioz á doco días para

que, á au vez, ae tranaforme en insecto lmrfecto• en cu^•o eatado perfora el

esendo de la cochinilla hoapitalaria practicando un agnjeco; prn• el cual aale

al exterior pars coutinuar el mismo ciclo.

Á!a accibn benéfica del «Scutellista cĴanea» se debe la poca impnrtaucia

qne ti©ne ho^• en España la plaga de loa lecánidos «Kermes» ^i «Saiasetia» et+

laa plautaciones de naranjos ^ oli^^os, cn^•a presencia en los naraujalea de Ca-

lifornia conatituse la plag•a conocida por «Blacl: scnle>u, ^• motivan tatnbién su

extinci^in co^^ lae fumigaciones del ácido cianhidrico.

Otros agentes naturales de destruccibn.

ENb•ERMI:DADES 1- CLIMA

Algunoa naturalistas citan casos de aminorarse plagas intenaas producidas

por algunoa de loa insectos que han sido Inencionados, unaa vecea por onferme-

dades de naturaleza fitoparasitaria ^• contagiosa, cual ocurre en los animalos

perteneciontea al orden superior de la escala zoológica, ^• otraa veces por con-

dicionoa climatoicigicaa, desfavorablea á un inaecto determinado, que motivan,

ó que la plaga no se oxtienda, i^ que disminn}^a tauto como si ae hubiera apli-

cado algtín tratamiento.

En efecto: es un hecho observado en América que todos los inaectos que

allá atacan al nitranjo no se establecen igualmente sobre toda la iona en dou-

do vive este ii,rbol, pnes mientras unos se establecen en la costa del Pacifico y

no pueden vivir en la parte más seca }• caliente del interior, otros, por el con-

trario, reaisten mejor condicioues climatol^igicaa más ingratas.

También se ha oUservado que cttando accidentalmente sobrevenian varios

diaa seguidoa de cala^es desmesurados, aparecían muertos un ntímero conaide-

rnble de larvas Ĵ huevos de «Saissetia olea'%>, que aumentaba segtín la intenai-

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•dad del calor ^' aequedad en los distritos, desde unos pocos haeta rnás de la

^cuarta parte.

En España tambiéu se han efectuado observaciones pa^recidas, ^-eutre olras

rnorece citarae el hecho de yne el «Poll-uegre^ se eucuentre estaucado dedde

hace varioa airos en ur,a porción limitada de loe naraujales de la ribera de ^'a-

lencia, ain yue se difunda, como lo han hecho otros ineectos congéneres, cu^•n

hecho es mu3- probable que obedezca R las condiciones climatnlógicas especia-

les, que sólo permitan su eatablecimiento ^^ g•ran nniltiplicación en la zona yue

habita.

En todo caso, el conocimiento de la acciim de los medios nat.uraics, atacando

y disrninuyendo tas plagas del naranjo, si es muy interesaute, no por eso deja

de aer más ó rnenos caprichoso, }• por ello, si en eu flujo ^- reflujo son 8iempre

baatantes para que puedan coesistir todos loe serea ^^i^•ientes, no lo aon para

la explotación industrial de una planta eu tiempos fijos ^^ determinados, cual

•OCrll'1'C 0Cr I08 eriltivos del naranjo v limonern.

SEGUNDA PARTE

Insecticidas líquidos.