Ms all de la racionalidad: el estudio de las emociones como

prcticas polticas

Mara Ins Fernndez lvarez

Revista Mana, Estudios de Antropologa Social, 2011, vol. 17, N1, pp. 41-68

Mara Ins Fernndez lvarez

Ttulos: Doctora en Antropologa social y etnologa

Magister en Estudios de Desarrollo Licenciado en Ciencias Antropolgicas

Disciplina cientfica: Historia, Geografa, Antropologa Social y Cultural

Disciplina desagregada: Antropologa

Tema de inters: Formas de gobierno y prcticas polticas colectivas. Etnografa de la gestin

cotidiana de cooperativas en el rea Metropolitana de Buenos Aires

Trabajo actual: SECCION DE ANTROPOLOGIA SOCIAL -

INST.DE CS.ANTROPOLOGICAS - FAC.DE FILOSOFIA Y LETRAS - [UBA] UNIV.DE BUENOS AIRES

Descripcin del texto

Aborda el espacio temporal de la crisis de los aos 2001 en Argentina

El cierre de fbricas, ocupacin y recuperacin

Este trabajo lo desarrolla en funcin de su trabajo de tesis doctoral

Lo construye en base a relatos de lo ocurrido en la fbrica La Celeste.

Puntos de tensin sobre accin colectiva

Debates sobre la dicotoma de la accin racional estratgica a la accin directa y espasmdica de las multitudes. La una asimila la accin racional a una accin voluntaria, consciente, planificada en oposicin a ella las expresiones no conscientes y/o involuntarias quedan ubicadas en el dominio de la irracionalidad

NO TODO ES CALCULADO

HAY LUGAR A LO EMOCIONAL

Crtica a los constructivistas

LYON, Margot. 1995. Missing emotion: the limitation of cultural constructionism in the study of emotion. Cutural Anthropology. X(2): 244-263.

REEDY, William. 1997. Against constructivism: the historical ethnography of emotions. Current Anthropology. 38 (3): 327-351.

(Lyon 1995; Reedy 1997)

Han reflexionado sobre las implicancias de los enfoques constructivistas para el estudio de las emociones enfatizando en la necesidad de desplazar la mirada para incluir la consideracin de los afectos. Siguiendo su argumento, esto supone una comprensin de las emociones no como estados internos cuyas expresiones deben ser estudiadas, sino como un fenmeno social que es siempre relativo a otro

La construccin de relatos para la movilizacin social

Existen 3 momentos en los relatos:

1. La Bronca / engao

2. La Esperanza / pagarn

3. La militancia de la lucha / toma

Lucha de clases

Solamente las/os operarias/os se sumaron a la medida

El trabajo y la organizacin

Una de las primeras acciones realizadas al inicio de la recuperacin fue la implementacin de una guardia rotativa en la que las/os trabajadoras/es pasaban la noche en la fbrica. Para garantizarlas se conformaron grupos estables de seis trabajadoras/es, que rotaban cada 8 das. La guardia comenzaba una vez finalizadas las tareas de confeccin.

A comienzos de enero la necesidad de organizacin exigi no slo mantener las guardias sino tambin la realizacin de acciones de protesta, que en los primeros tiempos fueron sobre todo cortes de calle y movilizaciones, sumndose luego la decisin, tambin mediada por el miedo, de reiniciar la produccin en sus manos

El trabajo y la protesta

Continuidad Opinin pblica

Marco sobre la construccin poltica y las emociones

Esta expresin obligatoria de los sentimientos (Mauss 1979) form parte de un proceso de construccin poltica que privilegi la presentacin de ciertas emociones o sentimientos (como el sufrimiento, la bronca o el temor). Una puesta en escena de las emociones que permiti lograr adhesin en tanto result un registro que, al oponerse al distanciamiento, apel al compromiso (Pita 2010) promoviendo formas de legitimidad (Barreira 2001).

Conclusin: la poltica de las emociones

Se debe considerar que no todas las acciones que las personas realizamos responden en definitiva a una motivacin que debe ser por ende estratgica y racional.

Las prcticas se desvinculan de la experiencia, de la manera en que en nuestra vida cotidiana vamos tramando relaciones que hacen posible desarrollar acciones conjuntas, ms all de nuestra intencionalidad

Ms aun, el foco en las motivaciones supone en alguna medida que el desarrollo de una accin conjunta el fin mximo