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Presenta:Texto: D. Amundarain (tomado de Juan Masiá, incluída su cita de Radermakers,
exegeta belga)Musika:Yanni-In The Morning LightPresentación: B. Areskurrinaga HC
SAN JOSÉESPOSO DE MARÍA Y PADRE DE JESÚS
19 de Marzo de 2010Mateo 1,16.18-21.24a
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-El Ángel del Señor dice a José: «José..., no tengas reparo en tomar como esposa a
María; la criatura suya viene del Espíritu Santo» (Mt 1,20).
-¡José! ¿Quién y qué es este hombre a quien nos lo han presentado como un viejo?
¿Cuál es su cometido en la familia de Nazaret?
¿Cuál en torno a María? ¿Y cuál en el nacimiento de
Jesús?José, esposo de María, padre de Jesús, continúa en el mundo de hoy siendo compañero de María, siendo procreador de Jesús.
Lo dicho por el Ángel a José,
nos puede ayudar a entender esta
frase de Juan Pablo II:
«La Natividad [de Jesús] ha puesto a la vista el sentido
profundo de la natividad de todo ser humano» (EV 1).A la inversa, estas palabras nos pueden
ayudar a entender lo dicho por el Ángel.
.-Con esa frase, Juan Pablo nos da una nueva clave para
entender el nacimiento de Jesús.
A la vez, también para entender a José. Para subrayar la
diferencia con respecto a todos los demás,
para recalcar lo extraordinario del
mismo, el nacimiento de Jesús nos lo han
mostrado como diferente al nuestro. Empero, Juan Pablo, con esa frase, nos los muestra de una forma
nueva. Los dos como
parecidos.
-A través del nacimiento de Jesús, todo
nacimiento humano se nos manifiesta como
extraordinario. Juan Pablo nos invita, no a oponer el nacimiento
de Jesús al nuestro, sino a ver todos los
demás nacimiento a la luz
del de Jesús: el Espíritu toma parte en nuestro nacimiento, de la
misma forma que ha tomado en el de Jesús.
-Por ello añade esto Juan Pablo: la
alegría que sentimos por el nacimiento de
Jesús nos inclina a
sentirla por el nacimiento de
todos los demás
humanos (cf. EV 1)
-La reocupación que le surge a José por lo dicho por el Ángel, no se refiere a si debe continuar o no con su prometida, sino a su propia relación con la criatura que está a punto de nacer y a su misión en relación a Jesús.
-Se diría que su sentido religioso de la justicia le pedía a José que se retirara de aquel asunto; que le pedía que no tomara parte en todo ello; precisamente, para no atribuirse ningún mérito en lo que era cosa propia del Espíritu; que no pretendiera ser suyo lo que era de Dios.
-Pero Dios le revela que tiene necesidad de él, de José; como si le dijera: «Aunque es verdad que el Espíritu va a intervenir en el nacimiento, a ti te corresponde imponerle el nombre». En la Biblia, el imponer el nombre es algo más que un acto burocrático.
.-Mateo tiene en mente una realidad más profunda que una
participación puramente
fisiológica...; quiere dar a
entender que toda criatura humana
viene del Espíritu; que toda paternidad y maternidad implica dejar ver a Dios en toda criatura recién
nacida.
-La unión del varón y de la mujer manifiesta que el fruto de su acto es algo más que esa criatura visible: hace además que Emmanuel, el «Dios con nosotros», se revele en el mundo; hace ver a Dios mismo.
-La unión del varón y de la mujer manifiesta que el fruto de su acto es algo más que esa criatura visible: hace además que Emmanuel, el «Dios con nosotros», se revele en el mundo; hace ver a Dios mismo.
-Este versículo de Mateo se ha entendido erróneamente: se ha entendido como si la acción del Espíritu fuera en contra de las
relaciones matrimoniale. La verdad, en cambio, es otra: el aliento del Espíritu vivifica toda procreación.
Todo nacimiento humano es acción del Espíritu, de alguna manera. La persona humana y el Espíritu: los dos toman parte en la
procreación. En el nacimiento de Jesús y en el de todo ser humano.
-Según ello, el Ángel le dice a José: « No dejes de recibir a María en casa.
No pienses, que, por el hecho de que el Espíritu toma parte en la procreación, tu
acción es inútil. No te alejes por el hecho de que Dios va a
realizar una maravilla en tu familia. Tú y el Espíritu no sois contrincantes.
-En esta fiesta de José
merece la pena recordar estas palabras del
Cardenal Lehman: «Ni fabricamos los hijos e hijas, ni los trae una cigüeña. Hacemos los hijos e hijas que Dios
nos da y Dios nos da los hijos y las
hijas que hacemos nosotros».
- «Cuando Dios se revela, el hombre tiene que someterse con la fe.
Por la fe el hombre se entrega entera y libremente a Dios, le ofrece el homenaje total de su entendimiento y voluntad, asintiendo libremente a lo que Dios revela»
(Dei Verbum 5).
San José, sé nuestro compañero
para que podamos vivir la fe.