Prensa y televisión global vienen a mirar los estragos de la desnutrición que afecta a miles de...

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  • Prensa y televisin global vienen a mirar los estragos de la desnutricin que afecta a miles de aborgenes en los bosques que se conocen como El Impenetrable. Mi colega y amiga Cristina Civale, autora del blog Civilizacin y Barbarie, del diario Clarn, me invita a acompaarla. No es la primera invitacin que recibo, pero s la primera que acepto. Rehus viajar antes de las recientes elecciones, porque, obviamente, cualquier impresin escrita se habra interpretado como denuncia electoral.
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  • Y yo estoy convencido, desde hace mucho, de que la espantosa situacin socioeconmica en que se encuentran los pueblos originarios del Chaco, y su vaciamiento sociocultural, no son mrito de un gobierno en particular de los ltimos 30 o 40 aos (los hubo civiles y militares; peronistas, procesistas y radicales) sino de todos ellos.
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  • Primero nos detenemos en Senz Pea, la segunda ciudad del Chaco (90 mil habitantes), para una visita clandestina -no pedida ni autorizada- al Hospital Ramn Carrillo, el segundo ms importante de esta provincia. Civale toma notas y entrevista a pacientes indgenas en las salas de Tisiologa, mientras yo recorro los pasillos mojados bajo las infinitas goteras de los techos, y miro las paredes rotas, despintadas y sucias, los patios roosos y un pozo negro abierto y rebalsando junto a la cocina.
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  • Aunque el frente del hospital est recin pintado, detrs hay un basural a cielo abierto en medio de dos pabellones. Vidrios y muebles rotos, escombros, radiografas, cascotes y deshechos quirrgicos enmarcan las salas donde los pacientes son slo cuerpos chupados por enfermedades como la tuberculosis o el Chagas. Me impresiona la mucha gente que hay tirada en los pisos, no s si son pacientes o familiares, lo mismo da.
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  • Una hora despus, en el camino hasta Juan Jos Castelli -poblacin de 30 mil habitantes que se autocalifica "Portal del Impenetrable" - la desazn y la rabia se perfeccionan al observar lo que queda del otrora Chaco boscoso. Lo que fue imperio de quebrachos centenarios y fauna maravillosa, ahora son campos quemados, de suelo arenoso y desrtico, con raigones por doquier esperando las topadoras que prepararn esta tierra para el festival de soja transgnica que asuela nuestro pas.
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  • Entramos -nuevamente por atrs- al Hospital de Castelli, que se supone atiende al 90 o 95 por ciento de los aborgenes de todo el Impenetrable. Lo que veo all me golpea el pecho, las sienes, los huevos: por lo menos dos docenas de seres en condiciones definitivamente inhumanas. Parecen ex personas, apenas piel sobre huesos, cuerpos como los de los campos de concentracin nazis. Una mujer de 37 aos que pesa menos de 30 kilos parece tener ms de 70. No puede alzar los brazos, no entiende lo que se le pregunta
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  • . Cinco metros ms all una anciana (o eso parece) es apenas un montoncito de huesos sobre una cama desvencijada. El olor rancio es insoportable, las moscas gordas parecen ser lo nico saludable, no hay mdicos a la vista e impera un silencio espeso, pesado y acusador como el de los familiares que esperan junto a las camas, o tirados en el piso del pasillo, tambin aqu, sobre mantas mugrientas, quietos como quien espera a la Muerte, esa condenada que encima, aqu, se demora en venir.
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  • Siento una furia nueva y creciente, una impotencia absoluta. Le pregunto a una joven enfermera que limpia un aparador vidriado si siempre es as. "Siempre", responde irguindose con un trapo sucio en la mano, "aunque ltimamente han sacado muchos, desde que empez a venir la tele". Es flaquita y tiene cara de buena gente: se le ve ms resignacin que resentimiento.
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  • Son 44 enfermeros en todo el hospital pero no alcanzan para los tres turnos. Trabajan ocho horas diarias cinco das por semana y cobran alrededor de mil pesos los universitarios, y menos de 600 los contratados, como ella. Los das de lluvia los techos se llueven y esto es un infierno, dice y seala los machimbres podridos y los pozos negros saturados que revientan de mierda en baos y patios. Y todo se lava con agua, noms, porque "no tenemos lavandina".
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  • Camino por otro pasillo y llego a Obstetricia y Pediatra. All todos son tobas. Una chiquilla llora ante su hijo, un saquito de huesos morenos con dos ojos enormes que duele mirar. Otra joven dice que no sabe qu tiene su nena pero no quiere que muera, aunque es obvio que se est muriendo. Hay una veintena de camas en el sector y en todas lo mismo: desnutricin extrema, mugre en las sbanas, miles de moscas, desolacin y miedo en las miradas.
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  • Digan lo que digan, estas tierras -ms de tres millones de hectreas- fueron vendidas con los aborgenes dentro. Son varios miles y estn ah desde siempre, pero no tienen ttulos, papeles, ni saben cmo conseguirlos. Los amigos del poder s los tienen, y los hacen valer... El resultado es la devastacin del Impenetrable: cuando el bosque se tala, las especies animales desaparecen, se extinguen. Los seres humanos tambin.
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  • Despus viajamos otra hora y el cuadro se hace ms y ms grotesco. Paramos en Fortn Lavalle, Villa Ro Bermejito, las tierras allende el Puente La Sirena, los parajes El Colchn, El Espinillo y varios ms. Son decenas de ranchos de barro y paja, taperas infames donde se hacinan familias de la etnia Qom (tobas). Todas, sin excepcin, en condiciones infrahumanas.
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  • Y aunque algunas buenas almas urbanas digan lo contrario, y se escandalicen ciertas dirigencias, en el ahora ex Impenetrable chaqueo palabras duras como exterminio o genocidio tienen vigencia.
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  • Desfilan ante nuestros ojos enfermos de tuberculosis, Chagas, lesmaniasis, nios empiojados que slo han comido harina mojada en agua, rodeados de perros flacos, huesudos y ojerosos como sus dueos.
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  • Se llaman Margarita, Nazario, Abraham, Mara y lo mismo da. Casi todos dicen ser evangelistas, de la Asamblea de Dios, de la Iglesia Universal, de "los pentecostales" o "los anglicanos". Involuntariamente irnico, evoco a Yupanqui: "Por aqu, Dios no pas".
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  • Al caer la tarde estoy quebrado, roto, y slo atino a borronear estos apuntes, indignado, consciente de su inutilidad. Al partir de regreso veo en un casero un cartel deshilachado por el sol: "Con la fuerza de Rozas, vote lista 651". Y en la pared de un rancho de barro, seguramente infestada de vinchucas, veo un corazn rojo como el de los pastores mediticos brasileos de "Pare de sufrir". Abajo dice: "Chaco merece ms. Vote Capitanich".
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  • A unos 400 kilmetros de aqu el escrutinio final de las elecciones avanza lenta, nerviosamente. En alguna oficina el ministro de Salud de esta provincia seguir negando todo esto, mientras el gobernador se prepara para ser senador y vivir en Buenos Aires, bien lejos de aqu, como casi todos los legisladores.
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  • Nunca antes, el Chaco ni este pas me haban dolido tanto !!! MEMPO GIARDINELLI
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  • Terminamos de leer al periodista Mempo Giardinelli quien pone al descubierto una de las peores miserias de esta Argentina, granero del mundo, donde ninguno de sus habitantes debieran pasar hambre, pero donde nuestros gobernadores solo ven otras prioridades PERPETUARSE EN EL PODER
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  • Olvidndose de aquellos que no que no tienen ni siquiera una voz que los defienda, que son utilizados por los diferentes dirigentes, de todos los partidos polticos y tambien por todos nosotros, pues solo sirven a la hora de votar.
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  • Si! Olvidados, ignorados, ocultados, por los polticos y por todos, pues nadie afirmar que no sabe lo que ocurre con los aborgenes argentinos. Ninguno debe hacerse el distrado. Si el Sr. Capitanich no hace nada para eliminar esta injusticia, nosotros debemos hacer algo
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  • Es hora de que todos se enteren de semejante injusticia, haciendo llegar este mensaje los peridicos, a los canales de televisin, a las emisoras radiales, a los periodistas, a las diferentes creencias religiosas, a sus lderes, a sus representantes, a todos, dentro y fuera de la Argentina
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  • Vamos todos, que juntos podemos Es hora de que nos escuchen Apoyemos esta campaa No dejemos solos a nuestros compatriotas