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    Regresa la pelculaLa sombra

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    Han transcurrido 55 aos desde que Julio Bracho realizel filme que se convertira en el ms censurado de la his-toria de Mxico. En entrevista, el investigador de la UAMFelipe Glvez rememora los detalles y compara la reali-dad del pas narrada por Martn Luis Guzmn en la no-vela homnima en la cual se bas la cinta, con la inefa-ble crudeza de la actualidad. A 70 aos de su nacimien-to, el sindicato cinematogrfico, que hizo trabajo volun-tario y planeaba construir una clnica con el recaudo,anuncia su exhibicin esta semana con la presencia dela actriz Diana Bracho.

    CULTURA

    en la Sala Gabriel Figueroa de la Cinete-ca Nacional.

    Con la expectativa de una nueva ex-hibicin en pantalla grande, el acadmico

    considera que an tiene mucho que de-cir a los jvenes. En su opinin hoy ya nopodra ser motivo de censura o irritacinpara el ejrcito, como lo fue en los trein-ta aos que estuvo prohibida, porque di-cha institucin est preocupada ahora porsalvar la facha frente a otros hechos.

    Relata que su compaero en la UAM,el desaparecido escritor Federico Cam-pbell, fue quien le present al crtico decine Andrs de Luna, que acababa de pu-blicar su libro sobre el cine y la Revolucinmexicana. l lo invit a mediados de losaos ochenta del siglo pasado a una pro-yeccin semiclandestina de la pelcula, en

    una casa ubicada al fondo de la calle Re-nato Leduc, en Tlalpan.

    Glvez preparaba entonces su libro so-bre Paz Solrzano, cuya portada hizo laesposa de Andrs de Luna, Norma Pati-o, por lo cual plane visitar a Jorge Prie-to Laurens, quien haba sido amigo delpadre de Paz, para que le contara algo. Elviejo revolucionario le habl de su simpa-ta por lvaro Obregn, quien despus lodenost.

    No obstante, cuando se despidi del, el periodista le pregunt: Qu harasi estuviera nuevamente frente a Obre-gn?. Tajante, Prieto le respondi: Sinduda volvera a seguirlo, aunque me hi-ciera pedazos.

    Para Glvez era el colmo del maso-quismo, pero la prueba tambin de qutan seductor fue el lder revolucionario, aquien incluso sus adversarios tenan ad-miracin. Cautivaba.

    Luego de ese episodio, el investigadorvolvi a casa de Prieto Laurens abuelo

    del escritor Guillermo Sheridan, y le pre-gunt si conoca la pelcula La sombra delcaudillo. l le respondi que no y Glvez leofreci la posibilidad de proyectarla en su

    casa, lo cual hizo acompaado por Andrsde Luna.

    La cinta calificada algn tiempo demaldita porque represent una censurapara Bracho corra cuando de repente elobregonista se cubri la cara con las ma-nos y grit:

    Ya prenle! No quiero seguir vien-do esto!, he revivido muchas cosas de mivida que me lastimaron, que yo mismome lastim.

    Ah termin la proyeccin.Qu papel tuvo Prieto Laurens en la

    matanza de Huitzilac, por qu le peg tan-to la pelcula?

    Porque l aparece como uno de lospersonajes que forman parte de la esce-nografa de los que estn conspirando. Elagrarista es Antonio Daz Soto y Gama. Yuno que parece como muy intrigoso, sees Prieto Laurens, eso le molest, se vio re-presentado muy crudo.

    El largo silencio

    Tras aquel suceso, Andrs de Luna le re-gal una copia en videocast a Glvez.Previa a la pelcula, se inclua una pre-sentacin hecha por el propio Martn LuisGuzmn en la cual explicaba que eran he-chos del pasado, cuya etapa Mxico ha-ba superado.

    Qu impresin tuvo cuando vio porprimera vez la pelcula? se le pregunta aGlvez.

    Me impact muchsimo.Recuerda que l investig sobre la casa

    secreta de Plutarco Elas Calles. Ahora pre-para tambin un proyecto sobre lvaroObregn. Cuenta asimismo que haba se-guido el tema del rodaje de la pelcula:

    Yo era lector de la revista Poltica, quediriga un editor muy aguerrido, ManuelMarcu Pardias. Ah iban publicando lahistoria del Partido de la Revolucin y seocupaban de diversos temas. Y en su co-lumna de cine se registr la filmacin dela pelcula y que se estrenara, pero de re-pente se dej de hablar de ella y nunca seestren. La tuvieron prohibida desde 1960,cuando se film.

    Ese ao, haca l su servicio militar yevoca que marchando por la colonia DelValle le toc presenciar la filmacin de laescena cuando la actriz Brbara Gil, en supapel de Rosario, le habla a Tito Junco, elgeneral Aguirre, de lo viril que es la figu-ra del Ajusco.

    JUDITH AMADOR TELLO

    En 1988, el investigador Feli-pe Glvez Cancino presenta sus alumnos de periodismode la Universidad Autnoma

    Metropolitana-Xochimilcola pelcula La sombra del cau-

    dillo,realizada en 1960 por Julio Bracho apartir de la novela homnima de MartnLuis Guzmn, pese a que entonces estabaproscrita y era considerada una maldicinpara su director quien, por la censura, novolvi a filmar.

    Considerada como la primera novelade la Revolucin mexicana hecha gobier-no, La sombra del caudillo fue escrita porGuzmn en Espaa, donde se encontrabaexiliado luego de haber apoyado la rebe-lin delahuertista. Relata la matanza del 3de octubre de 1927 en Huitzilac, en donde

    fue masacrado el general Francisco Serra-no (Ignacio Aguirre en la novela) y 13 desus simpatizantes, quien pretenda suce-der a Plutarco Elas Calles en la presiden-cia cuando el candidato oficial fue lvaroObregn.

    La pelcula, que recrea la novela, cum-ple 55 aos de creacin. Ser proyectadael jueves 20 a las 17:30 horas en la Sala Ju-lio Bracho del Centro Cultural Universita-rio, y se har un reconocimiento a la hijadel cineasta, la actriz Diana Bracho (verrecuadro), quien don el guin original alCentro de Documentacin de la Filmote-ca de la Universidad Nacional Autnomade Mxico.

    En ese marco, Glvez, periodista y doc-tor en antropologa por la Escuela Nacio-nal de Antropologa e Historia (ENAH),autor de la biografa de Octavio Paz Sol-rzano, padre del poeta, cuenta en entre-vista con Procesoporqu posea aquellacopia proyectada en la UAM, antes inclusode su estreno, el 12 de noviembre de 1990

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    El sindicato que lahizo posible, vigente

    ROBERTO PONCE

    Al prohibir en 1960 la exhibicin deLa sombra del caudillo, adaptacinde Julio Bracho a la novela de Mar-

    tn Luis Guzmn, y cuya censura prevalecidurante tres dcadas, el gobierno de AdolfoLpez Mateos impidi adems que las ga-nancias recaudadas por este polmico fil-me se destinaran a crear una clnica para losagremiados del Sindicato de TrabajadoresTcnicos y Manuales (STyM) de la industriacinematogrfica nacional.

    Segn relata su secretario general, JuanCarlos Garrido, originalmente la clnica fueplaneada para habilitarse en el edificio de la

    colonia Del Valle, donde se hallan las ofici-nas del STyM, que en octubre cumplir 70aos de fundado.

    De hecho, este edifico, aqu en la callede Fresas nmero 12, hoy es nuestra sedesindical, proyectado para albergar la clnica.Los comienzos de la construccin de esteedificio datan de 1954. Por aquel entoncesla sede se ubicaba en la calle de Versalles,por el Cine Versalles donde realizbamoslas asambleas. Ya que nuestro sindicato sesostiene por las cuotas de los compae-ros agremiados, para llevar a cabo nuestrosproyectos siempre hacen falta fondos. Porrazones de economa nos trasladamos ac

    hacia 1974.Los compaeros tcnicos del STyM y

    de las otras cuatro secciones conjuntadasen el Sindicato de Trabajadores de la Pro-duccin Cinematogrfica (STPC) participa-

    ron voluntariamente en la filmacin de Lasombra del caudillo, esperando que luegode su exhibicin en salas comerciales delpas recabaran los fondos requeridos paraculminar la construccin de la clnica, con-forme deseo de Julio Bracho para nuestrogremio.

    Al fin se estren durante el mandato deSalinas de Gortari un 12 de noviembre de1990 en la Cineteca Nacional, sin que su di-rector Julio Bracho pudiera verla en carte-lera (Proceso,733); falleci en 1979. La ac-triz Diana Bracho, hija del cineasta, sealentonces:

    La exhibicin de La sombra del caudi-llo, pelcula producida originalmente por elSTPC, no es un favor, sino el pago de unavieja deuda con todos nosotros. Fue unapelcula que provoc mucha euforia, por-que era de los trabajadores para los trabaja-dores, se hizo en cooperativa, para que lostrabajadores del cine tuvieran un serviciomdico. Todos trabajaron gratis, y quienescobraron, recibieron el mnimo: tena unacosa muy esperanzadora; era un smbolo.

    El Politcnico hizo una funcin muy va-liente a la que fui con mi pap, con ElenaGarro y su hija Helena Paz: me impact... Yotena una copia muy mala de La sombra del

    caudilloen video que nunca vea porque eramalsima. Mi padre elabor una lista de losmilitares que se opusieron a la cinta, y todoslos das checaba los obituarios para ver culse haba muerto para tacharlo de la lista.

    Pero no fueron los militares quienes or-denaron el veto:

    Concretamente, se opusieron Gusta-vo Daz Ordaz, que era el secretario de Go-bernacin y luego, los que lo sucedieron enla cartera: Luis Echeverra y Mario Moya Pa-lencia. La censura de La sombra del caudi-

    llole pes toda vida a Julio Bracho, entr enuna depresin de la que nunca se recupery la tena muy presente mi padre, aunque nohablaba mucho de eso.

    Juan Carlos Garrido anunci que DianaBracho ser la invitada de honor para la pro-yeccin de la cinta restaurada digitalmente;

    el 20 de agosto, a las 17:30 horas en la SalaJulio Bracho del Centro Cultural Universita-rio, donde el STPC y el STyM con la Filmote-ca de la UNAM le entregarn el guin origi-nal de La sombra del caudillo.

    Tambin se va a presentar en la Cma-ra de Diputados el 2 de septiembre, nos lapidieron, apunta Juan Carlos Garrido, altiempo que su coordinadora de prensa y re-laciones pblicas, Victoria Ortiz, tercia:

    Hemos estado en conversaciones conla direccin del Foro Chapultepec, La som-

    bra del caudilloes una joya del cine nacionay un documento histrico, de anlisis socialy discusiones polticas. El 70 aniversario del

    sindicato se cumple en octubre y para cele-brarlo nos ofrecieron el foro donde proyec-tarla y hacer una mesa de debate, a 55 aosdel rodaje.

    La Filmoteca de la UNAM, el STPC y el

    Despus vino el silencio durante mu-cho tiempo, se deca que se estrenara des-pus y luego se supo la historia: Se ordenque se parara la proyeccin porque el ejr-cito se enoj. El secretario de la DefensaNacional dijo no. Te acuerdas que antesno se poda tocar ni al ejrcito, ni al presi-dente, ni a la virgen de Guadalupe? Y ahoraa todos se los vapulean, hasta a la virgen laponen en tanga, ya hasta es china.

    En una entrevista con este semanario(Proceso, 733) la actriz Diana Bracho atri-buy la censura a la pelcula de su padre alentonces secretario de Gobernacin, Gus-tavo Daz Ordaz, y a sus sucesores LuisEcheverra y Mario Moya Palencia. Y contque tras los hechos su padre se deprimipues no se le permiti volver a trabajar enproyectos personales.

    Glvez dice al respecto:

    El Ejrcito se opuso a que se proyec-tara porque iba a salir a luz el hecho deque haban echado a Serrano (que enton-ces era el secretario de Guerra) entre ellosmismos.

    El investigador rememora que MartnLuis Guzmn escribi La sombra del caudilloestando exiliado en Espaa. El asesina-to de Aguirre le impact terriblemente yen menos de un mes comenz a escribirsobre el caso. Lo hizo por entregas, que es-tuvo publicando en Mxico el diario El Universal, as como La Opininde Los ngelesy La Prensade San Antonio.

    Dice que la Hemeroteca Nacional pu-blic un libro muy bello con la versinhemerogrfica:

    Es la edicin completa, sin ningunode los captulos expurgados, la hizo Fer-nando Curiel y habra que preguntar por

    GermnCanseco

    Glvez. La historia

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    Estaba escribiendo la primera partede una triloga que pintara la Revolucinconvertida en rgimen de gobierno. La pri-mera parte se encarara con la etapa de Ca-rranza, la segunda con la de Obregn y laltima con la de Calles. Llegaron a Madrid,por esos das, los peridicos mexicanosque relataban la muerte del general Serra-no; esos mismos peridicos insertaban las12 o 13 esquelas, no recuerdo, de los hom-bres sacrificados en Huitzilac. De prontome vino la visin de cmo esos aconteci-mientos podran constituir el momentoculminante de la segunda de las novelas.Abandon mi trabajo y con verdadera fie-bre me puse a escribir La sombra del caudi-llo, arrebatado por la emocin

    Se mencionan enseguida quines soncada uno de los personajes: el caudillo esObregn, Ignacio Aguirre es la mezcla de

    Adolfo de la Huerta y Francisco R. Serrano,Hilario Jimnez es Plutarco Elas Calles,Protasio Leyva es Arnulfo Gmez, EmilioOlivier Fernndez es Jorge Prieto Laurens.Slo Axkan Gonzlez, conciencia de laRevolucin, nace de la ficcin.

    Felipe Glvez ha seguido el tema de lamasacre de Huitzilac, as como de la nove-la y la pelcula La sombra del caudillo. Expli-ca que tambin aquella sufri censura, enMxico no se publicaron en El Universallasltimas entregas, justo las de la masacre.

    Al editarse el libro en Madrid por Es-pasa-Calpe, Calles amenaz a la editorialcon no permitirle venderlo en Mxico si loenviaba. Y fue por la intervencin de Ge-naro Estrada que la novela circul a cam-bio de que Guzmn no escribiera sobretemas contemporneos. Hizo entonces labiografa de Javier Mina (Proceso, 9).

    de nuestros agremiados Y es que mu-chas personas todava se espantan cuan-

    do oyen la palabra sindicato. Pero el STyMno es un sindicato charro que te va a ponerbanderas de huelga y echarte abajo un pro-yecto flmico, nada ms lejos de la realidad.Son temores infundados. Si el productor,por ahorrarse unos pesos, decide no pagarprestaciones sociales y contrata a otras per-sonas improvisadas en el cine, obviamen-te la gente que vive de este medio se quedasin trabajo.

    Ejemplifica que se han beneficiado es-pecficamente sus amigos que no son de laindustria.

    Por decir una cifra, si hay diez pelcu-las filmndose a duras penas agarramos

    una, pues sus contratos prefieren no pagarla seguridad social. Eso nos ha pegado, noexiste alguien que les diga ir con la gente al-tamente calificada del sindicato que se de-dica en un cien por ciento al cine. Hacemos

    un llamado a las autoridades culturales pa-ra regular de alguna manera esta situacin y

    consolidemos una industria que merece for-talecerse.

    Nacido un 18 de noviembre de 1964 porel barrio de la Villa de Guadalupe, con unao y medio al frente del sindicato, Garridoconcluye:

    El gobierno federal debe apoyar la re-habilitacin de viejos cines para que asis-ta gente de escasos recursos a matins yproyecciones flmicas a precios accesibles,donde la familia pueda disfrutar de alimen-tos baratos y el pblico se olvide de com-prar pelculas piratas.

    Aparte, es importante atraer la produc-cin flmica extranjera que ha decado en los

    ltimos aos por el miedo a filmar en nues-tro pas, sera muy favorable que el gobiernofederal, Imcine o Conaculta volvieran a darese apoyo a la industria con derramas eco-nmicas sustanciales.

    STyM tambin otorgarn reconocimientos aSalvador Vzquez Orozco, Fernando Ram-rez Moreno, y Enrique Lechuga Morales porsu intervencin en el mencionado filme, es-telarizado por luminarias como: Ignacio L-pez Tarso, Carlos Lpez Moctezuma, Kittyde Hoyos, Prudencia Griffel, Jos Elas Mo-

    reno, Roberto Caedo, Antonio Aguilar, NoNurayama y Narciso Busquets.

    Temores infundados

    Si bien durante la dcada de los sesen-ta cuando Julio Bracho film La sombradel caudillo, el nmero de agremiados en elSTyM de la Repblica Mexicana ascendaa 5 mil, para 2015 los afiliados apenas su-man 370.

    Cul es el principal reto de su admi-nistracin?

    El primero es generar empleos paranuestros miembros y, segundo, continuar

    nuestro acercamiento con los productoresflmicos para invitarlos a que tengan plenaconfianza y absoluta seguridad de trabajarcon nosotros. Estamos en una franca aper-tura para poder volver a estar en una plata-forma donde el productor cinematogrficose sienta confiado, este ao cumplimos 70aos al pie del can con nuestro compro-miso a favor del cine.

    Siempre hemos mostrado apertura decriterios para llegar a buenos acuerdos conlos productores. Si podemos apoyar a la in-dustria sera benfico para nuestros agre-miados, y as evitar ser desplazados porgente sin capacidad profesional, adems de

    tener un respaldo en una inversin protegidapor la gente del STyM, con calidad y expe-riencia comprobadas internacionalmente.

    Buscaremos realizar mesas de trabajocon productores flmicos, cambiar la imagen

    qu no la han reeditado porque se hizocon las ilustraciones, tal como sali en elperidico.

    En noviembre de 2009 Curiel se refie-re (peridico El Financiero) a una nuevaedicin hecha por Rafael Olea Franco, in-vestigador de El Colegio de Mxico, quiencuenta la historia de ambas versiones,amn de ofrecer un cuadro comparativoentre la edicin periodstica (1928-1929),la edicin libresca (1929) y la edicin quese contiene en las obras completas deGuzmn del Fondo de Cultura Econmi-ca, considerada como la ltima voluntaddel lector.

    El investigador de la UNAM cita deuna entrevista hecha por el crtico litera-rio Emmanuel Carballo a Guzmn, a quienla pregunta cmo surgi sta, la primeragran novela poltica mexicana.

    CULTURA

    J.

    RalPrez

    Garrido. Llamado a las autoridades

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    Reseas de la realidad

    Cuando Glvez proyect al pelculaen la UAM-Xochimilco segua la efer-vescencia e indignacin por el fraudeelectoral contra Cuauhtmoc Crde-

    nas que le dio el triunfo a la presiden-cia a Carlos Salinas de Gortari, por locual la historia de la lucha por la suce-sin presidencial y las escenas de unaencarnizada pelea a punta de pisto-la en la Cmara de Diputados, proyec-tadas en pantalla, adquiran nuevossignificados.

    El discurso de Guzmn previo a lapelcula sorprenda a Glvez por la co-herencia, hablaba como escriba y es-criba como hablaba, elegantsimo.Tuvo oportunidad de conocer al tam-bin autor de Las memorias de PanchoVilla y El guila y la serpiente cuando

    buscaba informacin para uno de suslibros, el de la historia de los primerosdiez aos de la radiodifusin mexica-na. Guzmn, director del peridico ElMundo, haba publicado una crnica dela inauguracin de la radio:

    Llego a la Hemeroteca y me doy cuen-ta que faltaba precisamente la prime-ra pgina con la crnica. Me dije: A quinapelar, no hay una segunda copia.

    Pens entonces en su condiscpulo yamigo Pedro Alisedo (quien llegara a serjefe de Redaccin de Proceso):

    Peche me introdujo con Martn LuisGuzmn me dijo: Vente, yo te presen-to con l.

    Afable Guzmn le respondi: Vnga-se, yo le doy una copia, y as empez unaexcelente relacin con el viejo, era estu-pendo escucharlo hablar, era como Octa-vio Paz, que te envolva.

    Sigue siendo vigente el tema de lapelcula?

    Para muchos s va a tener una vigen-cia, aunque con las cosas que han pasa-do ltimamente, esa matanza ya se quedachiquita. Ah fueron 14 los asesinados, a43 se los llevan y se vuelven humo, lo msseguro es que se los echaron. Y luego lasmatanzas en el norte, ya ni se diga: Es unatala de hombres. Esta generacin es unatala de hombres, no tuvimos una guerracomo la de Chile o de Argentina, pero stadel narco es eso.

    Considera que hay una especie decontrarreforma donde las tierras que serepartan entre los campesinos y comu-neros, hoy se dan al narco que es quiensiembra amapola y esas cosas.

    En una ocasin, dice, le reclam a suexpendedor de peridicos por mostrarimgenes de la violencia; ste le cont en-tonces que era de Michoacn y tena una

    enorme cantidad de terreno, para cru-zarla tardaba dos das, pero le haba sidoarrebatada por el narco y ahora tena quevivir en el bordo de Xochiaca y vender pe-ridicos. Refiere Glvez:

    Es cuando entiendo la magnitud.Y reitera a propsito de la pelcula:Yo digo que s le va a decir algo a las

    nuevas generaciones, por lo menos les pro-vocara cierta inquietud, les permitir co-nocer qu ocurri en aquella poca, perotal vez sera pertinente que venga acom-paada de la presentacin que hace el pro-pio Martin Luis para decir esas son cosasque se vivieron en otro tiempo. Era su posi-cin decir que esto se ha superado, pero nose ha superado, esto fue para peor.

    Cul es su opinin de la novela?Me parece que sigue siendo la gran

    novela de la Revolucin, es de lo ms vivo,tiene la bondad de ser un reportaje. Yolo equiparara con Noticia de un secuestro,de Gabriel Garca Mrquez, tiene la sen-sacin de alguien que lo ha vivido comopoltico y sabe de qu alimaas est ha-blando, retrata perfectamente a Calles, aObregn a Serrano, los conoce muy bien.

    Dice que Guzmn piensa en aquellosmomentos: Ya se empezaron a matarentre ellos. Haba visto cmo mataron aBenjamn Hill, y avizora que tambin ma-tarn a Obregn. Pero ste tambin habamatado a varios, incluido a un primo suyo.

    Menciona que el investigador Federi-co Serrano, descendiente del general ase-sinado, encontr en la hemeroteca unanota en la cual un hombre relata que se

    encontr con el traje de ste y se lo lleva a su casa:

    Iba destilando sangre, llega a sucasa y lo coloca en el respaldo de unasilla, la perrita que tena se horrorizay no se acerca a la prenda, como que

    siente que ah hubo una tragedia muygrande.

    La pelcula le hace justicia a lanovela?

    Bueno, de alguna manera refleja loocurrido. Yo creo que flmicamente resuelve bien la historia, con los asegu-nes de que lo pone en la carretera deToluca para que no sea la de Cuerna-vaca, pero en realidad est muy bienlograda.

    El nico que se salv en aquella tra-gedia, evoca, fue Francisco J. Santama-ra, quien fue gobernador de Tabascoquien a su vez cont en un libro cmose escap de morir en Huitzilac.

    Ahora que volver a proyectarsepuede ser molesta para alguien en elejrcito o la poltica?

    Espero que ya no! Yo creo que eejrcito ya est muy cuestionado, y es

    tn ms preocupados por salvar la fachapor otras cosas, pero en aquella poca tenan una institucionalidad muy consoli-dada, tenan a Marcelino Garca Barragn

    Lo triste de todo, le parece, es que afinal Martn Luis Guzmn acaba cantn-dole loas a Gustavo Daz Ordaz, como loseala en su libro sobre la censura RafaelRodrguez Castaeda (director de Proceso), Prensa vendida!.

    Para Guzmn, como sostena en sudiscurso, los tiempos de la matanza deHuitzilac haban quedado atrs. En cambio Glvez opina que el pas ha empeora-do y por eso Procesose ha convertido enbuena medida en una versin deAlarma!con cerebro y lo que t digas, de izquierdao de avanzada, crtica, pero est contandopuras cosas horripilantes.

    Lamenta que todo gire en torno a ladroga y los referentes para los nios seanlos narcos:

    Lo vemos en todos lados, todos quie-ren ser el Chapo Guzmn, hacer su tney pelarse. Yo veo Procesoy, con la penapero est reflejando la realidad. Se llamaProceso porque muestra el proceso queha sufrido el pas. Bueno, el mismo JulioScherer va y se retrata con el Mayo Zam-bada!, entrevista a la Reina del Pacfico, losnios delincuentes es de sus ltimos trabajos, es un fiel reflejo de la realidad, est buscando la historia.

    Es un proceso terrible. El da que estoestalle no s cmo nos la vamos a apaarlos mexicanos, no s cuntos aos en gue-rra habr.

    ArchivoProceso

    Bracho. Frustracin