Porque Mi Gato Me Muerde
-
Upload
marianela-ortiz -
Category
Documents
-
view
35 -
download
1
description
Transcript of Porque Mi Gato Me Muerde
PORQUE MI GATO ME MUERDE
El gato puede morder por distintas situaciones: por agresión, jugando, cuando no quiere
más caricias… e incluso puede dar mordisquitos de amor. Conoce el motivo por el que tu
gato muerde y sigue estos consejos.
Algunos gatos muerden: a veces muerden objetos, como los que padecen el trastorno pica,
otras veces se muerden entre gatos y algunas otras nos muerden a nosotros.
A menudo, los que convivimos con gatos nos hacemos la pregunta de: “¿por qué mi gato
me muerde de repente?” Y lo curioso de esa pregunta es que para nosotros sea “de
repente”, cuando muchas de las veces el gato ha dado señales suficientes, pero en su
lenguaje gatuno.
Hay muchos tipos de mordiscos y de situaciones, a continuación analizamos las más
comunes para que encuentres cuál corresponde a tu gato.
Cuando morder es un juego para el gato
Los gatos son animales cazadores, y muchos conservan ese instinto de forma permanente.
Entre sus juegos, el acecho y la caza son sus preferidos.
Los gatos que muerden nuestras manos al jugar suelen hacerlo porque nosotros les
hemos acostumbrado a ello. Especialmente si se lo hacemos desde que son pequeños.
Cuando son cachorros nos parece gracioso que nos claven sus dientitos, pero cuando crecen
ellos siguen pensando que eso es un juego, y no entienden que de repente no nos guste o, a
veces, no distinguen que en ese momento estemos usando las manos para otra cosa.
El consejo es evitar las manos para los juegos, desde pequeños. Es preferible utilizar
otros juguetes adecuados como plumas, cañas, etc. Estos juguetes estimulan a la caza y al
juego, y evitan mordiscos no deseados.
Otros gatos también tienen la costumbre de cazarnos las piernas, los bajos de los
pantalones, etc. El consejo sería parecido, utilizar otros juguetes para llamar su atención.
Si lo que le gusta al gato es el movimiento, y cuando tú te mueves salta a morderte las
piernas, utiliza pelotas, ratoncitos, plumeros, etc. para que el gato desvíe su juego a eso.
Y escoger un buen rascador también te ayudará a evitar accidentes no deseados.
Cuando no quieren más caricias o mimos
Como en todo, cada gato acepta nuestras atenciones de manera distinta. Hay gatos a los que
les encanta que les acaricien y les carguen en brazos, y otros que no. Del mismo modo que
algunos se hacen amigos de cualquiera que venga, y otros huyen de los desconocidos.
Si convives con un gato es importante que observes qué tipo de caricias le gustan,
cuándo y cuántas.
Una situación muy común es que acariciemos a un gato y, de repente, nos clave las uñas
o nos muerda. Normalmente estas situaciones no se dan de repente, ya que el gato ha
emitido señales previas en su lenguaje corporal.
Algunas de estas señales del gato que dicen “deja de tocarme” suelen ser que pare de
ronronear, que se gire boca arriba y/o que mueva la cola de un lado para otro.
Este rechazo a mimos se puede dar porque ya tiene suficiente por ahora, o porque tal vez
estás tocándole en una parte que no le gusta. La barriga suele ser un punto delicado para
todos los gatos, y la parte trasera del cuerpo. A Kato le encanta que le acaricies por la
espalda y el culete, pero Conxa odia que toques esa parte.
La clave para evitar estas situaciones es observar al gato y a las señales que nos emite. Y
en el momento en que empiece a mostrarse inquieto, parar de acariciarlo.
En caso de que sea demasiado tarde, si el gato nos está clavando los dientes o la pata, lo
mejor es no moverse hasta que pare. Si apartamos la mano puede empezar una agresión
de verdad. Otro truco es lanzar un objeto o juguete con la otra mano, para desviar su
atención.
“Love bites” o mordiscos de amor de gatos
Un mordisco de amor (también conocido en inglés como love bite) se produce cuando un
gato muerde tu mano o una parte de tu cuerpo suavemente, mientras estáis jugando o
lo acaricias.
Este tipo de mordisquitos suelen ser muestras de cariño por parte del minino. Algunos
gatos son más sensibles (sobre todo en la parte baja de la espalda) y se sienten abrumados
de tanto amor, por lo que muerden suavemente como un pellizco de cariño.
Muchas veces estas situaciones se producen por una sobreestimulación, que se puede ver
acentuada si varias personas están acariciando al gato a la vez, hay mucho ruido externo,
utilizamos las dos manos para darle mimitos, etc.
A veces estos mordiscos de amor se vuelven en mordiscos de verdad, y duelen. En ese
momento hay que parar o disminuir la intensidad de los cariños.
Hay que tener en cuenta que los gatos suelen jugar entre ellos a morderse, desde
pequeños. Y así ponen a prueba la fuerza e intensidad de sus mordiscos. Los gatos que
no han tenido esta oportunidad suelen controlar menos los mordiscos.
Conxa es especialista en los love bites, pero lo hace más con su “papi” humano que
conmigo. Posiblemente se abruma más con él cuando le hace cariños constantes, y los pide,
da mordiscos, hace como si se va, y vuelve a por más. Pero siempre avisa antes, si la
observas sabes cuando se va a girar para dar el primer mordisquito.
Cuando el gato me muerde por miedo
Al fin y al cabo, morder también es una forma de ataque y de defensa del gato es un
estado natural. Y si el gato se encuentra en situaciones de miedo y acorrale, puede acabar
mordiéndote.
Las señales de miedo del gato son muy evidentes, por lo que la solución es evitar lo que le
provoca el ataque.
Estos mordiscos son de gatos a personas, pero también se pueden dar mordiscos entre
gatos, especialmente entre aquellos que se acaban de conocer. Si estás pensando en traer
otro gato a casa, es mejor que leas este procedimiento para presentar dos gatos y evitar
problemas.
Si tu gato no coincide con alguna de las descripciones anteriores, es posible que tenga
problemas de agresividad, consulta con especialistas para saber qué le puede estar
ocurriendo. La agresividad puede ser algo puntual (por ejemplo, un cambio de casa) o por
algo propio del gato, por lo que conviene analizar qué le está pasando para que muerda
tanto.