Por el pastor David W. Wood Sr. M. Th.

Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo.

El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; Y le será pagado según la obra de sus manos.

2 Del fruto de su boca el hombre comerá el bien; Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal.

3 El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.

20 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios.

21 La muerte y la vida están en poder de la lengua,     Y el que la ama comerá de sus frutos.

Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.