POR Daniel G Brinto. n
Transcript of POR Daniel G Brinto. n
Oiservaciones sobre ia lengua puquina del Peru m
POR
Daniel G. Brinton (Miembro de la Saciedad Filosofica Americana)
Tmducidas del ingles y precedidas de una introduction
POR
M a n u e l V. Ballivian, Pres idcn to do la Soc iedad Gcog r a f i c a
I N T R O D U C C I O N
No es una materia baladf la que m&s de una vez
nos ha ocupado, al prestar decidida atencion al estudio
de las lenguas indigenas de Bolivia.
Persiguiendo este proposito,elBoletm dela«Socie-
dad Geografica de La Paz» y los «Anales del Museo dela
Plata* ban publieado ya algunos vocabukirios de idio-
mas indfgenas del pais, tales como el Schipibo, el Taea-
na, el Cavinefio, el Moseteno, el Leco.el Chipaya. el Ohiri-
giiano, el Ayinara v el Khechua, textos varios,algunos
de los cuales hemos encargado en su edition al competen-
te lingiiista y filologo argentino sefior don Samuel A. La-
fone Quevedo, puesto en relacion eon nosotros por el se-
fior Francisco P. Moreno, Director de la sabia institu-
tion editora de tales trabajos.
Hoy ocupanionos de un nuevo tenia: la lengua puqui-Qa.apenas citada por algunos cronistas e historiadores
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primitivos de Indias. Dainos a la estampa la tracluc-
cion que hemos hecho del estudio—no conocida en Boli-
via—del distinguido americanista, etnologo y lingiiista,
Mr. Daniel G. Brinton.
Se ha observado con sobrado fundamento que la
antigiiedad no habia conocido mas que el mundo grie-
go y roman; oque los siglos siguientes solo se ocuparon
del mundo moderno; asi coino la decima nona centuria
ha penetrado y la vigesima penetrard el mundo de la
hnrnanidad. Esta posesion del globo, en el tiempocomo
en el espacio, se ha efectuado por la etnognif'ui. Esta
nueva ciencia es de suma importancia para, los estudios
americanistas, cuyo progreso ha irradiado mas que del
con tin en te enropeo, delasdistinguidas asociaciones hoy
existentesen lapatr iade .Mr. Brinton: el«Institu to Smith-
sonianoi) y la «Oficina Americana de Etnografia* de
Washington, fuera del « Peabodv Museum of American
Archeology and Ethnology® de Cambridge(Universidad
de Harvard) y la «U. S. (Geographical Survey*.
La etnografia, pues, ha venido a ser un capitulo
de la ant.ropologia y en cuanto a la etnografia, lin-
giiistiea, sab id o es que gigantescos pasos ha dado,
estimulada por los Congresos American istas. En estas
agrupaciones, Holmes, Witheney Mac. Gree, Wilson v
Brinton, del que al presente tratamos, si no han produ-
cido completa luz en la prehistoria americana, al menos
han puest.o en la materia grandes lineamientos.
Cifiendonos, por ahora, a lo que a la lengua pu-
quina atane, la obra de Mr. Brinton aconsejada por
este en su prosecucion, a los especialistas lingiiistas y
fllologos fmnceses, ha ten id o ya MI rcalizacion con la
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inonograffa debida a Mr. Raoul de la Grasserie, titula-
da uLangues Americaines*, Textes Puquina conterius
dans le «Rituale Peruamim» de 1007 avec texte espag-
nol, traduction interlineaire, vocabulaire et essai de
grammaire. Leipzig, 1894; 89. 07 paginas.
Vamos en seguida a ocuparnos de quienes eran
los indios que liablaban la lengua puquina. Com porn an
estos la tribu de los Urns que habitaba las orillas v las
islas del Lago Titicaca. Oalancha, como se ve en el tex-
to qne hemostraducido, los denomina Ochozurnas. El
lecho de jnncos, eneas o totora en las partes poco pro-
fundas del Lago, segun Sir Clements R. Markharn, tiene
en ciertas partes nueve leguas o mas de extension. En
estos sitios vive esta gente salvaje, haciendo canales se-
cretos a traves de estas plantas lacustres y navegaudo
en balsas hechas con dicha totora atada entre sf. El
P. Ramos dice que «se diferenciaban poco'de las bestias,
y que vivfan en cabanas miserables erigidas en los islo-
tes escondidos entre la totora; pero son barqueros muy
expertos y se les encargaba del servicio de las barcas en
muehas partes del Peru» (*)
En la, relation geografica sobre la Provincia de
Paeajes, publicada por I). M. Jimenez de la Espada., en
el pnnto consagrado al repartimiento de Machaca, se
hace mention de estos indios como tributaries y dales
el significado de urns o sea pescadores y que antigua-
luente eran liabitantes de'la lagnna de Chucuito. El P.
Acosta, a quien cita Mr. Brinton, dice de ellos lo si-
i*} Wm- 1 nniwtr.v trailucrh'in tU'Sir C. R. .\tarkh:iin: L.is posi-
VlDUrS :!:! > ,:<• 1.1 - ' ! Jllf f< I'M .'I ' ' • ;//;/',-/•;,) (if /<' / nr:l(•;>(! nil il [ I :. ' Ji<w »>t.iv ''I nunil'iv Ii.viu.ir.i — l.:i I'uz. Iw;. P; 1-0 I 1'-'.
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guiente: «Son estos Urus tan brutales que ellos mismos
no. se tienen por hombres. Cuentase de ellos, que pre-
gnn tados quegente eran, respondieron que ellos no eran
hombres, sino Urus, corno si fuera otro genero de ani-
males. Hallaronse pueblos eriteros de Urus, que in or a-
ban en la laguna en sus balsas de totora, trabadas en-
tre si y atadas a algun penasco, y acaeciales llevarse de
alii, y mudarse todo un pueblo a otro sitio; y asi bus-
cando hoy adonde estaban ayer no hallar.se rastro de
ellos, ni de pueblo.»
Muy raros o talvez ningun filologo ha estudiado
hasta ahora debidamente la lengua de estos gitanos la-
eustres. Sin embargo, por infonnacion particular que
tuvimos de parte de Mr. Max llhle, este distinguido lin-
giiista y arqueologo nos anuncio haber practicado un
detenido estudio de la lengua puquina. Tal vez en ter-
inino no lejano, comunique este explorador al mundo
cientifico el resultad.'j de sus in vestigaciones sobre los
Urus y su lengua.
La lengua puquina ha sido considerada como un
simple dialecto burdo del lupaca por Sir Clements R.
Markha.m. Sentimos apartarnos por completo de la
opinion del distinguido e ilustrado Presidente dela Real
Sociedad Geografica de t.ondres, porque enti'e el lupaca
y el puquina existe la mas completa desetnejanza, no
hay el menor asomo de analogia.
Para poner en su verdadero punto de vista la
cuestion filologica, es indispensable entrar en algunos
])0rmen o res e t n ogra ficos.
Los lupacas de los alrededores del lago Titicaca y
habitantes principalmente del lado sudoeste deesare-
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gi6n,son evidentemente la tribu que ha conservado
in As puro y genuino el idioma ayrnara. Esta tribu es
jnstamente una de las m&8 antiguas entre los aymaraa
que se establecieron en el altiplauo, y la que recogi6 la
hereneia directadel idioina ayrnara, que fu£, sin ninguna
duda, la lengua de sus antecesores en la regi6n lacustre,
esto es, de los tiahuanacotas, que tenian su capital en
la mnr vetusta y celebre Tiahuanacu. Es casi un axio-
ma que los aymaras, que antopol6gicamente pertene-
cen a la raza altnica, o mongdlieu, venidos desde las re-
giones asiaticas y a trav6s de la America Setentrional y
Central,devastaron v aniquilaron laeivilizacion brillante
que existia en Tiahuanacu. Estos barbaros conquista-
dores adoptaron en seguida el idioma de la nacion ven-
cida y subyugada, dejando a sus esclavos los vrvs, la
lengua burda y tosca que tenian. He aqui en riuestra
humikle opinion la verdad de los hechos. El rico v va-
riado idioina ayrnara, que ahora no tiene m&s rival en-
tre las lenguas americanas sino al khechua, era innega-
blemente una lengua procedente de una nacion vincula-
da al snnscrito y a! elemento ario que lo difundio en di-
versas regiones del globo. Todo lo que se sabe del pu-
Quiun nos autoriza a creer, con demasiada probabili-
d ad tie certidumbre, que esta ha sido una de las lenguas
maternas, originarias de los grupos etnicos ininigrados
desde el corazon del continente asiatico, que vinieron a apoderarse de la nacion antigua que dominaba y tenia
su senorio en las dilatadas regiones de los Ancles. Con-
sideramos un deber reconocer la exactitud de la obser-vaci6n del 11. P. Geronimo de Ore, que sostuvo que las
•lenguas generaless habladas en el imperio incaico fue-
ron cuatro: el aymara, el khechua, el puquina y el yun-
ca. En nuestro sentir, esta evidente que las lenguas
natales asiaticas de los aymara-khechuas fueron res-
pectivamente el puquina-yunca.
Efectivamente, el sabio Von Tschudi, tiene el pare-
cer muy fundado de considerar al yunca como un dia-
lecto del khechua, aun cuando esto no fuera tan exacto;
antes que derivar el yunca del khechua, tenemos logica-
mente que considerar lo contrario, al khechua derivado
del yunca y perfeccionado por el aymara. Son muy evi-
dentemente el aymara y el yunca como el padre y la
mad re del khechua, al paso que el puquina no habiendo
sufrido sino muy levemente la influencia ayinara, casi
se ha conservado puro y apartado de todas las dem&s
lenguas.
He aqiu las razones fimdamentales de nuestro
aserto.
Cuando se inauguro la dinastia incaica, la nacion
khechua, hablaba seguramente solo el yunca, pero Man-
co Capac, c»3Ta lengua materna era el aymara, empezo
en su corte a dar la primacfa y distincion al aymara,
que vino a ser, como lo asegura Garcilaso, la lengua de
la aristocracia. Empero, el pueblo, la clase baja, no
pod Jan ser extranos a aprender y adoptar algo ds las
formas elegantes y riaturulmente consideradas como
cultas, finas v superiores, del idioma de los reyes y gran
des senores. l ie ahf el orfgen del khechua, tal como han
surgido los actuates idiomas de la raza latina. El latin,
fue el idioma culto de la nobleza romana, e! de las
acadernias y de los c-entros de ilustracion, pero con el
trascurso de los tiempos y con la difusiun europea de
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Jos ptieblos latinos entre las diversas secciones del impe-
rio de Oecidente, vernos refundirse la lengua rornana,
eoa los dialectos vulgares de Ital ia; Espana, Francia,
etc.; y de ese inodo brotan en el teatro linginstico, el
italiano, el frances, el castellano, el valaco y todos los
acta ales idiom as salidos de la fuente latina.
El ytinca fue perdiendo paulatinamente la genera-
lization que tuviera entre los kheclmas, hasta reducirse
a la limitada circunscripcidn de la costa peruana.
Con el puquina sucedio de distinta man era. Este
fue desde un principio abandonado por los conquista-
dores aymaras, que adoptaron el lenguaje primitivo
andino, el que existfa en el vasto imperio Tuahuantisu-
yo, y los indios urus naci6n esclava traida por los ay-
raaras, fueron los que entre sf hablaban solamente el
lenguaje mas antes general a ellos y a sus amos. Por la
miseria y excesivo menosprecio en que vivfan estos pa-
rias, fueron extinguiendose poco a poco y con ellos el
puquina, lengua que probablemente es la originaria,
altaica., eonio bemos dicho, la que hablaron loscon-
quistadores asiaticos primitivos dela raza amarilla que
se hizo duena de una gran parte del nuevo mundo.
No es, pues, de dudar que los urns, hermanos de
raza eon sus amos, fue una tribu cualquiera de los pai-
ses altaicos, que subyugada y reducida a la esclavitud,
a la condicion de ilotas, por la poderosa nacion que hi-
zo su irrupcion en America, habnan sido traidos en tal
condicion, para ayudar probablemente al ejercito, en
las tareas fnfimas del servicio militar, vinieron como es-
clavos, despenseros o proveedores de los artfculos ali-
Henticios para los aymaras, y cuando esta nacion con-
quistadora cay6 en la anarqufa, dividiendose en nume-
rosas tribus, que se hacfan la guerra unas con otras;
cuando cayo en completa disolucion larazay con ellasus
vmculos todos de sangre y de sociedad, los urus, reco-
braron su libertad, arrinconandose eh las islas del Titi-
caca v en la isla Panza del lago Poop6, o sea la zona
del Desoguadero, en euros bordes se limitatian a vivir
de la pesc-a, llevando siempre la existencia m&s ruin y
azarosa. He alri en dos palabras toda su historia.
Los aymaras que se dividieron en tantisimas tribus,
tales como los lupacas, pacasas, laricasas,sucasucas,
etc., etc., continuaron viendo a los urns, cuyo niiclo
principal se redujo al lago Poop6, como a seres los info
despreciables del mundo, tanto durante la dominacion
incaica, cuanto durante el coloniaje espafiol. La region
aquella del altiplano, donde se refngiaron estos indios,
liizo que se denominara por su nombre Urv-uni (de don-
de toma su nombre el actual departamento de Oruro) y
sus dominadores los khechuas, se contentaron con que,
como sucede con los miserables arabes de la actual Si-
ria, les permiten vivir sus atnos los otomanos, a condi-
ci6n de que paguen un tributo anual. Fueron siempre
tan pobres y miserables estos desgraciados represen-
tantes de la especie lmmana, que, se dice, que no te-
nfan en ocasiones lii con que pagarsns tributos,alos in-
cas, y que alguno de £llos, quiztis en un arranque de hu-
mor, orden6 que pagasen aunque fuera en piojos, con el
saludable y benefico objeto de darles ocupaci6n por una
parte y contribuir por otra a su limpieza personal, da-
do lo sucios y perezosos que eran, que los devorabau
aquellos par&sitos.
No tenemos registros que nos ensenen que contri-
bucion les pusieron los espauoles. En la epoca dela Re-
publica, apareeen pagando 3 pesos de contribution al
Estado.
Actualmente esta tribu de urus ha llegado casi a
desaparecer, y si lienios de creer al doctor M. Neveu-
Lomaire, de la mision franeesa de Grequi- de Montfort,
va no hay ni sombra de urus eh la region del Poopo; se
han.mezclado y refundido coinpletamente con los ayma-
ras. Quedan muy pocos (no jiasarah de 100) en las
orillas del Desaguadero, en las'estahcias de Ancohaque,
donde, dedicados unicamente a pescar en sus balsas de
«totora» (Malncochcete totorii) planta tan abundante
en el Titicaca, pasan la vida trayendo a vender su pesca
a los indios rescatadores, que despues traen a los mer-
eados de los pueblos las bogas^'suches, umantos, kara-
chis y otros peces peqnehos de aquellas aguas. Oon la
misrna totora, confeccionan aquellos toscos tapices 11a-
hiados kkesanas y que venden por rollos, asf corao las
cchahuams, y alfombras que fabrican con paja trenza-
da y torcida. Tal es la unica industria de los urus.
Su indumentaria actual es la 'misma que la de los
aymaras. Antiguamente vivian desnudos del todo, o
cuando mas conocieron el tiiikcu, semejante a una cami-
seta sin mangas, tej idadelalanade llama, con la que cu--
brian las carnes jiara presentarse ante los extranos, sea
aymaras, espaholes o criollos.
Tal es la tribu uni, exclusiva y unica conservadora
del lenguaje puquina, que no dejara mas huella tal vez
que los breves apuntes recopilados por .Mr. Brinton.
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Ancho Bizigomatico ^ TH -+ | !
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Qbservaciones sobre la lengua puquina
Cuando cayo en manos de la soldadesca espanola
elimperio de los incas del antiguo Peru, cuyo dominio
seextendfa en easi dos mil millas sobre la costa del Pa-
cffico, encoritrose la. comarca conquistada por diversas
tribus poblada y que estas lmblaban varios dialectos.
Tales dialectos, sin embargo, originabanse solo de redu-
cidas fuentes lingiiisticas, y ten to los misioneros como
los funcionarios civiles, pronto llegaron a reconocer tres
ocuatro lengnas, como dengnas generales», en toda es-
ta vasta. area- En una information oficial fecha en
1582, se asienta que las habladas se redutian a tres:
la kheehua, la avmara y la puquina (1). El sabio mi-
sionero Padre Gerornino de Ore, que escribio pocos anos
despues, nos da el numero de cuatro, agregando el yun-
ca a las tres anteriormente enunciadas.
Alguno es nnestro caudal en cuanto atane a gra-
m&ticas y vocabularios sobre kheehua, ayniara y yun-
ca, pero hasta la presente epoca, de nianera positiva no
existe fuente de indagacion respecto al puquina. La
«nica uiuestra de este dialecto es la Oracion Dominical,
impresa por Hervas, en su Sagg'io Prattico, y copiada
PorAdelung en el Mithridates (2). Sobre este especi-
inen, Hervas has aba la opinion que el puquina era radi-ealmente diferente de cualquiera otra lengua americana
conocida. Sir Clements II. Markham, a su vez niegaes-
'a'asercion y afirma que el puquina es «un dialecto bur-
(1) Relacloncx GeogrArlcas de India*. Perfi. tomo 1 p. 82.—[Madrid, 18S1] (2) Mithridates. Theil III, Abth, II, s fi4S-550.
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do del lupaca» y rama del raismo tronco linginstico co-
mo es el khechua (3). Los editores del Mithridates
parece que se adhieren a este parecer, v hacen hincapie
sobre ciertas semejanzas con los dialectos del aymara
de los cuales el lupaca es 11110. Von Tscliudi asimismo
opina de igual modo en su erudita obra sobre el khe-
chua (4).
Ninguna de estas autoridades posee mas material
de investigation que el Padre Nuestro que ya mencio-
namos. Todos lo citan como la unica muestra conoci-
da de esta lengua. Hervas se apoya en una obra que
Geronimo de Ore, misionero ya nombrado, evidencitin-
dose que el, ni ninguno de los otros escritores citados,
nunca la vieron. Tal obra es el Rituale sen Manuale
Peruanum, publicado en Napoles en 1G07. Porcierto-
que el libro es raro pero de el existe un ejemplar en la
Biblioteca Nacional de Pans, ejemplar que ultimamente
he consultado. Contiene el no solamente el Padre Nues-
tro, sino tambien treinta preciosas paginas en lengua
puquina, y presenta una verdadera mina de textos para
quien quiera hacer un estudio concienzudo y darse cueiir
ta de modo satisfactorio de la indole del idioma del que
tratamos. No me guia mas proposito al presente,que el
de llamar la atencidn sobre esta valiosa fuente de inda-
gacion lingufstica, para que muchos de los competences
estudiantes franceses en este ramo puedan darnos un
analisis de los textos indicados, cual Mr. Raoul de lft
Grasserie, por ejemplo, lo ha verificado con el timucu&
(3) Markham, in Journal of the Geographical Society. 1871;
(4) J . J . von Tschudi, Org&nizmua dcs Kestchua Sprach, s. 7ti. [LeipM&
1884],
La fuente de infornmcion deque aprovecho Ore,
vfee que fue la notable obradel Padre Alonsode Barzana,
Lexica et precepta gramatiea in quinque Indorum Un-
guis quarum usus per American acestoalem, que se dice
fue impresa en Lima en 1590, pero de la cual no se sabe
sf existe ejemplar alguno. Ore expresa en forma cate-
goiica que la version de la Doctrina Cristiana que pu-
blicans conforme con la traduecion del « P. Alonsode
Barzana jesuita.»
Como com piemen to a la Doctrina inserta una tra-
dnccion puquina de los Sacramentos del Bautismo, la
Eucaristia, el Credo, varias exhortaciones, etc. Ellas
est&n acompanadas de las versiones en c-astellano y la-
tin, asi como en kliechua y ayrnara, de modo que las se-
mejanzas y diferencias entre las tres lenguas se mani-
fiestan claramente.
En el tiempo de la mision de Barzana, hablabase
el puquina en varias islas del lago Titicaca en los luga-
res vecinos de Pucarani en varios pueblos de la di6ce-
sisdeLiraa. Bastian cita a Oliva, quien, dice, afiXna
que tal idioma era usado en la costa del Pac'ifico, en el
extreino noroeste del Peru, cerca de Lambayaque; pero
vacilo en dar credito a ello sin niejores pruebas. La tri-
bu del lago Titicaca que usaba esta lengua era denoini-
nada Urus 11 Ochozomas. Segun las informaciones de
los autores que de estos indios tratan, ellos eran de
nniy baja condicion, huranos y sombrios. Acosta dice
de ellos, que eran tan brutales que 110 se tenian por
hombres sino como animales (5). Garcilaso de la Vega
[5] Son estos 1'rus tan brutales qnt' ellos mismos no so tienen por hom-
bres. Cu6ntase de ellos que prejiuntAndoles que xeute eran, rvspondlerou que ellos
Qo eran hombres slno Cruit, coiuo si fuerun otro g£uero de animates*, [Acosta.
Hist, de la* Indios, p. 62]. • •
ll&malos rudosy torpes (0). Alcedo, que escribi'a en la
segunda mitad del siglo XVI I , llamalos liuros y agrega
que primitivamente vivian en suma pobreza v degrada-
tion en las islasdel lago, pero ipie se vieron constrenidos a
t rasladarse tierra adentro, donde rnoraban en cavernas
lobregas y en agujeros en el suelo, cubiertos con totoras
y que se sustentaban con la pesca (7).
Se les describe como mny calosos de su idioma v
(pie no permitian que ningun forastero lo aprendiera.
Como todos ellos hablaban mas o menos el kheehua,
sns ejercicios religiosos y sus relaciones obligadas con
las autoridades se hacian en esta ultima lengua, cosa
que explicara la existencia de cierto numero de vocablos
apropiados para tales relaciones en su peculiar idioma.
La completa desemejanza en el puquina con el
kheehua y el avmara se muestra claramente en la com-
paracion de los numerales.
Qnechua Ay war a Pnquina
1 hue maya pesc 2 iscav pay a so
a quinsa qui insa capa
4 tahua pusi sper
5 pichca pfeska tacpa
G soccta sojjta chichum
7 canchis pakall-ko stu
8 pussac quimsakal lko q uina
<) i sco n llalla-tunca checa
10 chunca tunca scat a
[i;] •!.1 >8 Imlios ruquinas " * * qui' son ruilos v* torpes» [Coment:iri<•J
Urn lex lie lo* I liens, l . i b . V I I . c a p . I V ]
(T 1 Alccdo. I) irciou.'l rio I letter H flco-lt IstArieo de Lis ludias. s. V. CLucaitO'
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En estas listas tres de los numerates aymaras, 1,
2 y .4 son independientes; cuatro de ellos, 3, 5 y 6, son
tornados del khechua; v los tres restantes son compues-
tos, pakall-ko siendo, 2, 5, quimsa-kallko 3, 5, llalla-
tunca que significa «quasi diezs o menos de diez.
K/ilIko derfvase de la palabra «pie», puesto que su
manera de contar se hacla con los dedos del pie. Por
otra parte, no hay ningun manual del puquina que ha-
va sido tornado sea del khechua o del aymara, v, lo que
esmas peculiar, no escrito aparentemente uno solo que
sea coin puesto.
Para ilustrar el aspecto general de este idioma,
dare algunos extractos de la obra de Ore, en los cuales
se muestran las versiones en las otras Jengnas generales
como pun to de comparacion,
E L SACRAMENTO DEL BAUTISMO
P. Quid fertes ad ecclesiam, virum aut mulierem?
K. Virum.
P- Quid petis ab Ecclesia Dei?
R. Fidern.
P- Fides quid ei prestabit? \
P- Vitam aeternan.
Aymara:
P- Cuna huahuasa iglesiaro apanista; yokallati, ymi-
llacha?
Yokfillahua.
P- Diosna yglesiapata cunaps may si?
Fe Diossaro yassanassa.
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P. Fe Diossaro yassaiiassa, cunasa churani?
R. Uinaya hacafiahua.
Puquina:
P. Quin toopi, raago ayay, ynque atagov ayay?
R. Raago.
P. Quin hatai Diosn Iglesia huanac?
R. Fe Dioshua en hanchano.
P. Fe Dioshua cuhans anose, quin hi yegue?
R. Yinaj'a cumano (p. 63).
(Vita eterna esta dado en Khechua como Vinay
cauciiytam, as! como el Uinaya del Aymara y Puquina
es probablemente Khechua)
En Puquina:
Quid petis?—quin hatai?
Quid petunt?—quin hatanuy?
D E L SACRAMENTO DE LA EUCAHISTIA
En Puquina:
Esp. Jesu Cristo, hijo de Dios.
Puq. Jesu Cristo, Dios chuscu.
Esp. Quien es Jesu Cristo?
Puq. Nuv Jesu Cristox?
Esp. Es verdadero Dios y verdadero hombre?
Puq. Jesu Cristo, checa Dios, checa min?
(Kch. Jesu Cristo, cliecan Dios, checan runam).
P. Porque muchos de ellos, aunque ya esten bautiza-
dos adoran las vacas e fdolos, como en tiempo de
su geutilidadj.y no queriendo saber la ley de Dios,
viven como gentiles, y bebiendo con destemplan-
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za, se embriagan muchas veces, y tienen enemis-
tad los unos con los otros, y no est&n en paz,
usurpan !a hacienda agena, sin quererla restituir,
y por otros muchos vicios que tienen, les prohiben
que no comulguen, y asf no reciben la comunion.
Khechua:
R. Iluaquin cunaca, naupahinatac (na baptizasca cas-
papas) huacancunacta, inti, quillacta, coyllorcu-
nacta, orcocun acta pas muchascanmanta: Diospa
simitapas, mana chaycama yachayta munaspa,
pampa cancascan mantahuan, huachue cascan-
manta, runa macintin checninacuc, mana allimpi
pui itac; kucpa yma haycanta harcapuc,biticapuc,
mana copuyta munaspa; yma haycca huchacta-
pas hue hallicuscanmanta, ama comulgancachu,
niscan, mana chazquincuchu.
Aymara:
R. Yakhepanacaja, baptizata cancassinsa, huaccana-
ca, inti, ])acsi, huarahuara, collonacasa, nayra
hama hamppatiri cancatapata; Diosna arupasa
hani aca cama yat ina inunasina, pampa hacata
pampi huatuca cancatapata, jaque macipampi
checnocasiri, yancana cariri maynina cunacanqui-
sa harquiri, huaccaychasiri, hani ucaniro cutiyana
inunasina; cunacauqui huchampisa huchallissita-
pa, hani comulganiti, sata|ii, hani catusipquiti.
Puquina:
R. II uaquin a minus che peogunha bobtizaso samp, 11
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chu una cea coa, imti, nque, chinacuna ehatallata
harap upallisoch, Dios hors liamp, apa cogatna
siseano-hatarahha, pampaca quichcasochin, chu
un atago roguesach; chu ufi mih matipura chec-
niscanunch, entot quic higueno; miri quia harque-
no vatiqueno; apachegnina, enohatavarr; quiil
hinauti huchallicuscaso liamp, a ma comulgasca-
quinch, a sos apa ytinunch.
Espanol:
P. Creefs en Dios Pa.lre, todopoderoso, creador del
cielo v dela tierra.de las cosas visibles e invisibles?
R. Yo creo.
Kech u a.:
P. Y, Sin quichu Dios yaya, llapa antipacrnan hanac
pachap, cay pachap, ricurispa, ruraquenman?
R. Y ninim.
Ay mar a:
P. Ya, stati, mayni sapaqtii Dios Auqui, taque rutipi-
riro, halaj pachann, aca pachana, unatanacana,
liani unatanaeansa luririparo?
R. Ya satapi.
Puquiua:
P. Cuhanapi Dios v qui via atipeno guttac, hanigo
pacas, hopacas, co hanquencg, eallaquenogiita?
R. Cchanequenoh.
Espanol:
Has adorado, vacas. villcas, eerros, nos, el sol v o t r a cosa?
j j i j fHuacacta . villcacta, oreocunancta, mayuta , ymay-
mana cunacta huampas muchacchucanqui?
Ayrnara:
Huacanaoa, villcanaca, collanaca, hauiranaca,
inti, pacsi, yaccapa cuna cauquisa hampatt ir i tat i?
Puquina:
Upallinoni chatal lata, coa, chacar, cachia, para-
gara, pachamama, inti, vin quineno hamp?
Agrego el Pater Noster, por cnanto los textos en
Mervas y el Mitlnidates son defectuosos en la correccion
de las pruebas impresas.
P A D R E NUESTKO EN PUQUINA
Sen vqui, hanigo pacas cunana ascheno, po inana
upallisuhanta; po capaca aschchano, sen guia huaehun-
ta, po l iatano callacaso hanta quiguri hanigopa casna
clie calm cannacasna hamp ;kaa gainenqne chechesuma.
Sen guta camen sen tanta . sen hocliaghe, pampache
sumao, quiguri sen guta huchachasqueno gu ta pampa-
chaganch cagu. Ama ehe acrosuraa huchaguta, sen
hotonsna enahata entonana quispiiTTt- suman. Amen.
Salta a la vista al menor examen, que haya un
m'nnero de analogfas verbales, probablemente de pala-
bras tomadas en p res tain o, tan to del Ayrnara como del
Khechua. Toles son inti, sol; niocna, pi., nwccon, ma-
So, afines del Khechua maqui, etc.
El uegativo es ama, como:
- 84 -
No ra a tar 4s; ama hallanaquebauncbe, 110 come-
ter&s adulterio; amasuaquepanch.
Hay tambien un adverbio negativo en khechua.
El plural est& formado por .varios cambios de la
terminacion, como:
Hombre (homo), min, pi., mill's; como muchos
hombres, lioaquina mins «todos los hombres», hinantin
7j?i/js«vuestra madre*pomi; «vuestras madres», poming.
Parece que hay una gran tendencia en el nionosi-
labismo del puquina, mayor que en los otros dos idio-
mas. Tales son las palabras raago, hombre, (vir) ata.-
go, mujer; que parecen construidas de las raices ra v at.
Pero como el objeto de esta nota solo se propone
llamar la atencion sobre un material para, el estudio de
esta lengua, no juzgo conveniente entrar en mayores
reflecciones.
B I B L I O G R A F I A
Rituale sen Manuale Peruanum, et forma brevis
administrandi apud Indios sacrosancta Baptismi, Pceiii-
tentite, Eucaristiae, Matrimonii, et Extreime unctionis
sacramenta, juxta ordinem Sane tie Romanaj Eclesis,
per Fr. Ludovicum Ilieronimum deOre,Ordinis Minorum-
Et quae indigent versione,vulg4ribusidiomatibuslndicis,
secundum diversos situs omnium provinciarum novi or-
bis Peru, autper ipsum traslata, autcius industria elabo-
rata. Napoli, apud J . Jacoburn Carlinum et Constan-
tinum Vitalein, 1 6 0 7 . — — 4 1 8 paginas.
Texto del rezo y formulas del rito romano en la-
tfn, castellano, khechua y aymara.—Desde la p&gina
385 a la 418 un Compendio de la Doctrina Cristiana en
"castellano y en las lenguas Khechua, Aymara, Puquina,
Jlocliica, Y'unga, Guarani y Brasilefia.
m ; Saggio practtico delle linguecon prelegomeni, e una
racolta di orazione Dominicali in piu di trecento lingue,
e dialetti con cuisi dimostra l'infusione del primo idio-
madell'uman genere, e la confusione d^lle lingue in esso
poi suceeduta, e si additano la diramazione, e dispersio-
ne della nazioni con molti risultati utili alia storia,
Opera dell'abbate don Lorenzo Hervas. Cesena, per
Gregorio Biassini, 1 7 8 7 . — 2 5 5 paginas.
Portada.—Dedicatoria al Sumo PontificePio YI— Texto.
Hermann PI Ludewig.—The literature of arneri-
ean aborigenal languages, with aditions an corrections
by professor W. W. Turner, 1 v. in S9 London, 1858—
356 pp. x 24.
Conde de la Yiftaza.—Bibliografia espanola de len-
guas indfgenas de America; 1 vol. en 49 Madrid, 1897.
-427 pp. + 25.