Ponencia para el Foro sobre Nueva Ley de Cooperativas

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PONENCIA PARA EL FORO SOBRE LA LEY DE ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA POSADAS, MISIONES, 8 de mayo de 2015 Daniel Llano Seguramente todos los foros que se realizan a lo largo y ancho del país, tocarán temas que hacen a la normativa, la juridicidad y la organización de las cooperativas. Quiero, por mi parte, tratar de realizar en cambio un enfoque de largo plazo, encuadrando nuestra actividad en lo que está sucediendo hoy en el mundo en términos de economía macro. La crisis global ha demostrado los límites de una economía basada exclusivamente en el lucro, pero además un lucro a su vez basado primordialmente en los beneficios financieros. Hemos asistido a una etapa en la cual productos y servicios han sufrido una transformación en cuanto a su desempeño en el mercado, convertidos en activos cuyas ganancias descomunales desquiciaron la razonabilidad de la economía mundial, generando espacios con un desmesurado poder económico, a la vez que sustentados en cimientos sumamente inestables. Uno tras otro hemos visto literalmente “volar en pedazos” a muchos de esos grupos, arrastrando tras sí tanto a simples ciudadanos como a gobiernos enteros. ¿Qué ha sucedido en este marco de derrumbe con la economía solidaria? Hablaremos de economía solidaria para evitar entrar en la polémica que plantea que toda economía es en realidad social, pero además para remarcar un concepto que aparece como central e ineludible: nuestra economía será solidaria, o no será. Es este concepto central –que no se basa en el lucro sino en el justo reparto de beneficios– el que no sólo nos define sino que además nos ha protegido de los efectos de la crisis, y en algunos casos ha permitido que salgamos

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Ponencia de Daniel Llano para el Foro debate de la Economía Social y Solidaria que se realizará en Misiones, el día viernes 08 de mayo, a partir de las 9 horas en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Misiones. Donde se discutirá sobre el “Ante Proyecto de Ley Federal de la Economía Solidaria” (Cooperativas y Mutuales).

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  • PONENCIA PARA EL FORO SOBRE LA

    LEY DE ECONOMA SOCIAL Y SOLIDARIA

    POSADAS, MISIONES, 8 de mayo de 2015

    Daniel Llano

    Seguramente todos los foros que se realizan a lo largo y ancho del pas,

    tocarn temas que hacen a la normativa, la juridicidad y la organizacin de

    las cooperativas. Quiero, por mi parte, tratar de realizar en cambio un

    enfoque de largo plazo, encuadrando nuestra actividad en lo que est

    sucediendo hoy en el mundo en trminos de economa macro.

    La crisis global ha demostrado los lmites de una economa basada

    exclusivamente en el lucro, pero adems un lucro a su vez basado

    primordialmente en los beneficios financieros. Hemos asistido a una etapa en

    la cual productos y servicios han sufrido una transformacin en cuanto a su

    desempeo en el mercado, convertidos en activos cuyas ganancias

    descomunales desquiciaron la razonabilidad de la economa mundial,

    generando espacios con un desmesurado poder econmico, a la vez que

    sustentados en cimientos sumamente inestables. Uno tras otro hemos visto

    literalmente volar en pedazos a muchos de esos grupos, arrastrando tras s

    tanto a simples ciudadanos como a gobiernos enteros.

    Qu ha sucedido en este marco de derrumbe con la economa solidaria?

    Hablaremos de economa solidaria para evitar entrar en la polmica que

    plantea que toda economa es en realidad social, pero adems para remarcar

    un concepto que aparece como central e ineludible: nuestra economa ser

    solidaria, o no ser.

    Es este concepto central que no se basa en el lucro sino en el justo reparto

    de beneficios el que no slo nos define sino que adems nos ha protegido

    de los efectos de la crisis, y en algunos casos ha permitido que salgamos

  • fortalecidos como opcin. Y todo esto a pesar de lo que propondr como eje

    central de este aporte: los difusos lmites que todava hoy confunden los

    espacios correspondientes a estas dos diferentes formas de operar en la

    economa.

    Si observamos puntualmente distintas regiones o zonas, veremos que en

    aquellas donde el crdito, las formas de organizacin para producir o brindar

    servicios y muchos otros aspectos que hacen a la actividad econmica y que

    han estado regidas por un criterio verdaderamente cooperativista, evitando

    maniobrar bajo la locura financiera con sus espejismos de ganancia rpidas

    en corto tiempo que mare a muchos, han logrado superar el cimbronazo en

    mejores condiciones que aquellas que, aunque perifricamente, fueron

    afectadas por el derrumbe. Una ecuacin sencilla surge de este anlisis,

    similar al cuento de la liebre y la tortuga: no por ir ms rpido se llega a la

    meta, y siempre es mejor basarse en la economa real que en la virtual.

    Cmo podemos seguir avanzando por esta senda? A mi criterio,

    profundizando y sistematizando las diferencias entre un sistema solidario,

    seguro y sostenible, frente a otro cortoplacista, egosta y a la luz de lo que

    hemos visto ciertamente peligroso para la equidad entre los seres humanos.

    En este rumbo, surgen entonces algunas preguntas que tal vez la nueva Ley

    pueda comenzar a contemplar.

    Por ejemplo, si una cooperativa no es una patronal, por qu debe integrar a

    su fuerza laboral bajo una organicidad gremial, en lugar de constituirla como

    asociada con un plus de beneficio a partir de la tarea desarrollada? En una

    situacin histrica donde incluso ste y otros gobiernos impulsan con

    decisin la participacin de los trabajadores en las ganancias de las empresas

    capitalistas, con el entendible tira y afloja que esta negociacin genera,

    por qu las cooperativas no pueden avanzar en el mismo sentido, tomando

    en cuenta adems que poseen una clara ventaja respecto de las empresas

    basadas en el lucro, basada en el sencillo aspecto de trabajar con asociados

  • en lugar de operar con empleados? No desconocemos la complejidad de salir

    de un esquema al que se han habituado muchos actores de este espacio.

    Pero esto tiene una solucin muy simple, similar a la libertad de vientres que

    tan astutamente pergearon nuestros prceres cuando una situacin similar

    dividi a nuestra naciente repblica. Sin afectar una economa basada en el

    esclavismo, que poda derrumbarse con rapidez si se cambiaban las

    condiciones laborales mediante una transicin rpida, prepararon a las

    nuevas generaciones para asumir su libertad con posibilidades de ejercerla.

    De la misma manera, se puede legislar para que, desde una fecha

    determinada en adelante, quienes trabajen en las cooperativas sean socios y

    no empleados. Simplemente se trata de decisin poltica, y de asumir con

    valenta que este aspecto est pesando desmesuradamente en el desempeo

    de muchas organizaciones de nuestro espacio.

    Siguiendo con esta lnea de pensamiento, una vez que se avance como

    pretendemos en la lnea de racionalizar el trabajo, ineludiblemente

    deberemos abordar la otra gran palanca necesaria para resultar sostenibles

    en el tiempo, que es la del capital. No hay que confundir lucro con capital.

    Uno es una palanca, el otro es una de las tantas formas de obtenerlo. Parece

    una verdad de Perogrullo, pero son precisamente estas verdades las que hay

    que atacar, para determinar si son ciertas.

    Hay dos formas de acceder al capital: mediante crdito o subsidio, o a travs

    del ahorro propio.

    Vamos a observar este segundo aspecto antes de entrar en el otro, un tanto

    ms complejo dado el tambin ms alto componente poltico que encierra.

    En el caso de las cooperativas, hemos asistido en los ltimos aos a varios

    intentos fallidos de transformar ahorros propios en capital a prestar. Y esto

    ha sucedido porque se ha abordado esta temtica desde la lgica bancaria

    que impone el sistema. Las bajas o nulas conquistas alcanzadas en este plano

    indican que quizs el camino elegido no ha sido el correcto. Surgen entonces

  • las preguntas movilizadoras. Por qu, si buena parte de las cooperativas y

    federaciones estamos operando con microcrdito no podemos transformar

    esas cajas en un servicio bancario para el conjunto? Y en la misma lnea, por

    qu, si todos sabemos y experimentamos las dificultades de acceso al crdito

    que implica negociar con una entidad financiera basada en el lucro, no nos

    hemos propuesto todava plantear una nueva modalidad estrictamente

    relacionada con nuestro espacio a travs de una operatoria diferente? Para

    nadie es un secreto que en la Argentina un banco cooperativo no es un banco

    para las cooperativas. Sin desmerecer la tarea de dichas entidades, tal vez no

    resultara fantasioso analizar alternativas que no slo aprovechen

    experiencias a emular, sino que adems innoven en la materia. No vemos,

    como primer paso, que existan obstculos para conformar en red nuestra

    capacidad de microcrdito, como base para un nuevo enfoque del crdito

    solidario en la Argentina.

    Me han invitado a hablar desde un sueo a futuro. Como los sueos no

    tienen techo, pasemos ahora al tema de crditos y subsidios. He tenido

    oportunidad de conversar en profundidad con diversos cuadros ejecutivos

    del gobierno nacional, abocados a apoyar e impulsar proyectos de desarrollo

    inclusivo, sea a travs del crdito subsidiado o directamente del subsidio. Y

    me ha llamado poderosamente la atencin que todas esas reas ministeriales

    manejan un ndice similar de experiencias fallidas, que ronda en promedio el

    65 %. Al realizar la sumatoria de fondos implicados, realmente asusta ver

    qu porcin del presupuesto nacional queda afectada por esas experiencias

    fallidas. Lo que no debe asustarnos es intentar abordar el problema, ya que

    buena parte de esos fondos estn destinados a cooperativas que nacen y

    mueren en corto tiempo, complejizando su seguimiento y sobrecargando un

    sistema que ya pide a gritos ser digitalizado en su totalidad.

    Recorriendo el pas, dando charlas en casi todas las provincias, he podido

    determinar que la principal causa de ese escaso xito en la organizacin de

    asociaciones y cooperativas es la falta de integralidad en el abordaje. A

    diferencia del crdito para PyMEs, que obliga a definir desde el inicio los

  • cinco pasos del buen suceso, los subsidios se entregan sesgados, sin

    coordinacin entre reas, y para espacios que an no son sujetos de crdito,

    y por tanto vctimas muy fciles de las impiadosas leyes del mercado que este

    abordaje en forma de tabiques discontinuos y sin relacin entre s no

    contempla como amenaza.

    Una vez ms, las mejores experiencias pueden servir de esquema

    metodolgico a aplicar para bajar esos porcentajes asustadores de fracaso.

    Hay varias en marcha en nuestro pas, entre ellas el abordaje para turismo y

    alimentos en esta querida provincia de Misiones, que nos permitimos sugerir

    como modelo de abordaje integral. No debera temblarnos el pulso para

    debatir abierta y transparentemente a cunto asciende el monto

    presupuestario aplicado a esquemas fallidos, y en consecuencia para definir

    que al menos una porcin significativa de esos fondos se manejen de ahora

    en ms con un criterio de aplicabilidad integral, mediante anlisis de

    resultados a travs de la eficacia.

    Y con esto llegamos al ltimo punto que quera abordar. El de las

    intermediaciones. Hemos escuchado en casi todos los foros de nuestro

    espacio que el cuello de botella es la comercializacin. Es realmente as, o

    estamos tomando una vez ms al toro por el lado equivocado? La

    observacin sin prejuicios ni preconceptos de numerosas experiencias, seala

    que todo aquel proyecto cooperativo que incluye una intermediacin de

    ndole capitalista (basada en el lucro) en cualquiera de los estadios de su

    logstica y comercializacin, est destinada al fracaso o a transformarse en

    otra cosa. Un engendro, un mix. Como quieran llamarlo. Pero no en una

    cooperativa.

    Toda definicin que nos lleve a operar bajo las reglas del lucro capitalista, en

    cualquiera de nuestros estamentos, tiende a desnaturalizarnos. Jugamos de

    visitante en cancha ajena, con la hinchada local tirndonos piedras, el rferi

    comprado y encima la barra brava esperndonos a la salida.

  • La pregunta entonces es podemos las cooperativas generar nuestra propia

    logstica y nuestra propia comercializacin, para evitar que la intermediacin

    espuria se quede con el grueso de los beneficios y encima aumente los

    precios artificialmente, perjudicando a las dos puntas del proceso, que son

    los productores y los consumidores?

    No soy un gur ni un vidente. Slo puedo dejarles preguntas movilizadoras

    para el debate.

    Por qu en energa debemos comprar a intermediarios en lugar de hacerlo

    directamente al sistema integrado nacional?

    Por qu en alimentos no podemos contar con marcas propias para todos los

    casos, y comerciar a travs de logstica propia utilizando centros de precios

    mayoristas donde concurran los comerciantes de barrio, tambin

    cooperativizados? O estamos condenados a la premisa del productor al

    consumidor, que slo puede moverse en espacios informales o cuasi

    informales que no mueven la aguja de la economa macro ni logran combatir

    con eficacia la inflacin inflada, operada precisamente por la

    intermediacin del lucro?

    No es la hora de combatir a los monopolios con nuevas herramientas?

    Incluso para darle carnadura a la Ley de Medios, que adems de desguazar

    gigantes para conformar gigantes medianos con la misma ideologa, permita

    tambin que los medios cooperativos compitan y en lo posible triunfen en

    esta batalla cultural.

    Si un 40 % de los argentinos vacacionan, pasean y viajan, no es hora de que

    el 60 % restante pueda alcanzar ese mismo derecho a travs de las

    cooperativas receptivas, utilizando palancas estatales para relacionar

    productiva y eficazmente un espacio con otro?

  • Si se necesita ms an que avance la encomiable decisin del Estado de

    igualar derechos entre los argentinos, no es hora de plantear estrategias

    cooperativistas sencillas, viables y sobre todo sostenibles y eficaces de acceso

    al agua, a la vivienda, a la educacin, a la energa y a todos aquellos derechos

    bsicos que Naciones Unidas propone como inalienables desde hace

    dcadas?

    Tal vez, pienso y sueo, tal vez las cooperativas sean la respuesta. Quizs,

    slo quizs, desde este espacio podamos comenzar a contradecir los

    principios filosficos de dos modelos que no han demostrado mucha eficacia

    en lo que a justicia social se refiere. Ni el lucro basado en la libertad de

    mercado de Adam Smith, ni el colectivismo burocrtico. Tal vez Marx estaba

    equivocado. Ni dictadura, ni del proletariado. Democracia plena y

    transparente, en constante debate enriquecedor, y cooperativismo pleno.

    Porque ya se avizoran signos de que el futuro deber ser solidario, o no ser.