Poemas y Canciones

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Mi pecho tiene un rincón Mi pecho tiene un rincón con caminos infranqueables y caminos que no son; Y en esa cruz de caminos solo acierta el peregrino que apuesta su corazón. Mi pecho tiene también un agujero en el techo por donde se puede ver; a veces se ve llover o alguna nube que pasa o, al lucero aparecer Mi pecho tiene un portal sin cerrojo y sin candado, y una ventana hacia el mar. Mi pecho es un bucanero tripulante de un velero sin nombre, sin bautizar. Mi pecho es un surco abierto y es un volcán en reposo y un patio con un parral. Mi pecho tiene un rincón donde todos mis hermanos beberán del mismo vino comerán del mismo pan María Serena Mía (Alfredo – zitarrosa) María Serena, mi nena cantas y se disipan mis penas. María Serena, niña y cadena cuando tú cantas crecen las plantas y se levantan hacia el sol. María Serena, maga y pintora tirame un naipe color aurora: quiero saber cuál es tu muñeco, más triste, más amado y secreto. Tu tucán tiene ojos de juguete, pájaro seco vuela al garete pero tú ya le has dado una vida toda tuya sin hambre ni herida. María Serena, dime cómo hacer para vivir sin hambre y sin comer: chingolita piquito de carey tú ya lo sabes desde el nacer mujer. María Serena vas en mi río tu rumbo puede no ser el mío. Tu barca desembarcará un día quiero que al desembarcar sonrías. Porque tú eres la especie que crece manos, pies y temblor de amor que son ojos y pensamiento y dolor fe y alegría, mi amo y señor, tu amor, ¡mi amor!

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Poemas y canciones

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Page 1: Poemas y Canciones

Mi pecho tiene un rincón

Mi pecho tiene un rincón con caminos infranqueables y caminos que no son;

Y en esa cruz de caminos solo acierta el peregrino que apuesta su corazón.

Mi pecho tiene también un agujero en el techo por donde se puede ver;

a veces se ve llover o alguna nube que pasa o, al lucero aparecer

Mi pecho tiene un portal sin cerrojo y sin candado, y una ventana hacia el mar.

Mi pecho es un bucanero tripulante de un velero sin nombre, sin bautizar.

Mi pecho es un surco abierto y es un volcán en reposo y un patio con un parral.

Mi pecho tiene un rincón donde todos mis hermanos beberán del mismo vino comerán del mismo pan

María Serena Mía (Alfredo –zitarrosa)

María Serena, mi nenacantas y se disipan mis penas.

María Serena, niña y cadena cuando tú cantas crecen las plantas y se levantan hacia el sol.

María Serena, maga y pintora tirame un naipe color aurora: quiero saber cuál es tu muñeco, más triste, más amado y secreto.

Tu tucán tiene ojos de juguete, pájaro seco vuela al garete

pero tú ya le has dado una vida toda tuya sin hambre ni herida.

María Serena, dime cómo hacer

para vivir sin hambre y sin comer: chingolita piquito de carey

tú ya lo sabes desde el nacer mujer.

María Serena vas en mi río

tu rumbo puede no ser el mío.

Tu barca desembarcará un día

quiero que al desembarcar sonrías.

Porque tú eres la especie que crece manos, pies y temblor de amor que son ojos y pensamiento y dolor

fe y alegría, mi amo y señor, tu amor, ¡mi amor!

Donosa (Sig. Que tiene donaire, finura, gracia)

Te quiero como si fueras consuelo de todo mal, estrellita de mi cielo, donosa,rosita de mi rosal.

He subido veinte cuestastan sólo por verte a ti,he sufrido mil desaires, donosa,porque me digas que sí.

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Lairailará, lairailará,estrellita de mi cielo, donosa,rosita de mi rosal.

Aquella flor de tu peloque yo te robé al partir,de pena se ha marchitado, donosa,al verse lejos de ti.

Te quiero con toda el almay te lo digo al cantar,estrellita de mi cielo, donosa,rosita de mi rosal.

¿Donde pongo lo hallado?

(Silvio Rodríguez)

¿Dónde pongo lo hallado, en las calles, los libros ,las noches , los rostros en que te he buscado?

¿Dónde pongo lo hallado, en la tierra ,en tu nombre ,en la biblia , en el dia que al fin te he encontrado?

¿Que le digo a la muerte tantas veces llamada a mi lado que al cabo se ha vuelto mi hermana?

¿Que le digo a la gloria vacía de estar solo haciéndome el triste, haciéndome el lobo?

¿Que le digo a los perros que se iban conmigo en noches perdidas de estar sin amigos?

¿Que le digo a la luna que creí compañera de noches y noches sin ser verdadera?

¿Que hago ahora contigo? las palomas que van a dormir a los parques ya no hablan conmigo.

¿Que hago ahora contigo? ahora que eres la luna ,los perros, las noches ,todos los amigos.

Poemas

Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,como en tu rostro y en tus acciones víaque con palabras no te persuadía,que el corazón me vieses deseaba.

Y Amor, que mis intentos ayudaba,venció lo que imposible parecía,pues entre el llanto que el dolor vertía,el corazón deshecho destilaba.

Baste ya de rigores, mi bien, baste,no te atormenten más celos tiranos,ni el vil recelo tu quietud contraste

con sombras necias, con indicios vanos:pues ya en líquido humor viste y tocastemi corazón deshecho entre tus manos.

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Feliciano me adora y le aborrezco;Lisardo me aborrece y yo le adoro;por quien no me apetece ingrato, lloro,y al que me llora tierno, no apetezco:

a quien más me desdora, el alma ofrezco;a quien me ofrece víctimas, desdoro;desprecio al que enriquece mi decoroy al que le hace desprecios enriquezco;

si con mi ofensa al uno reconvengo,me reconviene el otro a mí ofendidoy al padecer de todos modos vengo;

pues ambos atormentan mi sentido;aquéste con pedir lo que no tengoy aquél con no tener lo que le pido.

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POEMA LA PARTIDA DE LORD BYRON

¡Todo acabó! La vela temblorosase despliega a la brisa del mar,y yo dejo esta playa cariñosaen donde queda la mujer hermosa,¡ay!, la sola mujer que puedo amar.

Si pudiera ser hoy lo que antes era,y mi frente abatida reclinaren ese seno que por mí latiera,quizá no abandonara esta riberay a la sola mujer que puedo amar.

Yo no he visto hace tiempo aquellos ojosque fueron mi contento y mi pesar;lo amo, a pesar de sus enojos,pero abandono Albión, tierra de abrojos,y a la sola mujer que puedo amar.

Y rompiendo las olas de los mares,a tierra extraña, patria iré a buscar;mas no hallaré consuelo a mis pesares,y pensaré desde extranjeros laresen la sola mujer que puedo amar.

Como una viuda tórtola dolientemi corazón abandonado está,porque en medio de la turba indiferentejamás encuentro la mirada ardientede la sola mujer que puedo amar.

Jamás el infeliz halla consueloausente del amor y la amistad,y yo, proscrito en extranjero suelo,remedio no hallaré para mi duelolejos de la mujer que puedo amar.

Mujeres más hermosas he encontrado,mas no han hecho mi seno palpitar,que el corazón ya estaba consagradoa la fe de otro objeto idolatrado,a la sola mujer que puedo amar.

Adiós, en fin. Oculto en mi retiro,en el ausente nadie ha de pensar;ni un solo recuerdo, ni un suspirome dará la mujer por quien deliro,¡ay!, la sola mujer que puedo amar.

Comparando el pasado y el presente,el corazón se rompe de pesar,pero yo sufro con serena frentey mi pecho palpita eternamentepor la sola mujer que puedo amar.

Su nombre es un secreto de mi vidaque el mundo para siempre ignorará,y la causa fatal de mi partidala sabrá sólo la mujer querida,¡ay!, la sola mujer que puedo amar.

¡Adiós!... Quisiera verla... más me acuerdoque todo para siempre va a acabar;la patria y el amor, todo lo pierdo...pero llevo el dulcísimo recuerdode la sola mujer que puedo amar.

¡Todo acabó! La vela temblorosase despliega a la brisa del mar,y yo dejo esta playa cariñosaen donde queda la mujer hermosa,¡ay!, la sola mujer que puedo amar.

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Yo soy aquel que ayer no más decíael verso azul y la canción profana,en cuya noche un ruiseñor habíaque era alondra de luz por la mañana. El dueño fui de mi jardín de sueño,lleno de rosas y de cisnes vagos;el dueño de las tórtolas, el dueñode góndolas y liras en los lagos; y muy siglo diez y ocho y muy antiguoy muy moderno; audaz, cosmopolita;con Hugo fuerte y con Verlaine ambiguo,y una sed de ilusiones infinita. Yo supe del dolor desde mi infancia,mi Juventud... ¿fue juventud la mía?Sus rosas aún me dejan su fragancia,una fragancia de melancolía... Potro sin freno se lanzó mi instinto,mi juventud montó potro sin freno;iba embriagada y con puñal al cinto;si no cayó, fue porque Dios es bueno. En mi jardín se vio una estatua bella;se juzgó mármol y era carne viva;un alma joven habitaba en ella,sentimental, sensible, sensitiva. Y tímida ante el mundo, de maneraque encerrada en silencio no salía,sino cuando en la dulce primaveraera la hora de la melodía... Hora de ocaso y de discreto beso;hora crepuscular y de retiro;hora de madrigal y de embeleso,de «te adoro», de «¡ay!» y de suspiro. Y entonces era en la dulzaina un juegode misteriosas gamas cristalinas,un renovar de notas del Pan griegoy un desgranar de músicas latinas, con aire tal y con ardor tan vivo,que a la estatua nacían de repenteen el muslo viril patas de chivoy dos cuernos de sátiro en la frente.

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 Como la Galatea gongoriname encantó la marquesa verleniana,y así juntaba a la pasión divinauna sensual hiperestesia humana; todo ansia, todo ardor, sensación puray vigor natural; y sin falsía,y sin comedia y sin literatura...si hay un alma sincera, esa es la mía. La torre de marfil tentó mi anhelo;quise encerrarme dentro de mí mismo,y tuve hambre de espacio y sed de cielodesde las sombras de mi propio abismo. Como la esponja que la sal saturaen el jugo del mar, fue el dulce y tiernocorazón mío, henchido de amargurapor el mundo, la carne y el infierno. Mas, por gracia de Dios, en mi concienciael Bien supo elegir la mejor parte;y si hubo áspera hiel en mi existencia,melificó toda acritud el Arte. Mi intelecto libré de pensar bajo,bañó el agua castalia el alma mía,peregrinó mi corazón y trajode la sagrada selva la armonía. ¡Oh, la selva sagrada! ¡Oh, la profundaemanación del corazón divinode la sagrada selva! ¡Oh, la fecundafuente cuya virtud vence al destino! Bosque ideal que lo real complica,allí el cuerpo arde y vive y Psiquis vuela;mientras abajo el sátiro fornica,ebria de azul deslíe Filomela. Perla de ensueño y música amorosaen la cúpula en flor del laurel verde,Hipsipila sutil liba en la rosa,y la boca del fauno el pezón muerde. Allí va el dios en celo tras la hembra,y la caña de Pan se alza del lodo;la eterna Vida sus semillas siembra,y brota la armonía del gran Todo. El alma que entra allí debe ir desnuda,temblando de deseo y de fiebre santa,sobre cardo heridor y espina aguda:así sueña, así vibra y así canta. Vida, luz y verdad, tal triple llamaproduce la interior llama infinita;El Arte puro como Cristo exclama:Ego sum lux et veritas et vita! 

Y la vida es misterio; la luz ciegay la verdad inaccesible asombra;la adusta perfección jamás se entrega,Y el secreto Ideal duerme en la sombra. Por eso ser sincero es ser potente.De desnuda que está, brilla la estrella;el agua dice el alma de la fuenteen la voz de cristal que fluye d'ella. Tal fue mi intento, hacer del alma puramía, una estrella, una fuente sonora,con el horror de la literaturay loco de crepúsculo y de aurora. Del crepúsculo azul que da la pautaque los celestes éxtasis inspira,bruma y tono menor -¡toda la flauta!,y Aurora, hija del Sol -¡toda la ira! Pasó una piedra que lanzó una honda;pasó una flecha que aguzó un violento.La piedra de la honda fue a la onda,y la flecha del odio fuese al viento. La virtud está en ser tranquilo y fuerte;con el fuego interior todo se abrasa;se triunfa del rencor y de la muerte,y hacia Belén... ¡la caravana pasa!

Muerte no te enorgullezcas.

Death Be Not Proud, John Donne (1572-1631)

Muerte, no te enorgullezcas, aunque algunos te hayan llamado poderosa y terrible, no lo eres; porque aquellos a quienes crees poder derribar

no mueren, pobre Muerte; y tampoco puedes matarme a mí.

El reposo y el sueño, que podrían ser casi tu imagen,

brindan placer, y mayor placer debe provenir de ti,

y nuestros mejores hombres se van pronto contigo,

¡descanso de sus huesos y liberación de sus almas!

Page 6: Poemas y Canciones

Eres esclava del destino, del azar, de los reyes y de los desesperados,

y moras con el veneno, la guerra y la enfermedad;

y la amapola o los hechizos pueden adormecernos tan bien

como tu golpe y mejor aún. ¿Por qué te muestras tan engreída, entonces?

Después de un breve sueño, despertaremos eternamente

y la Muerte ya no existirá. ¡Muerte, tú morirás!

John Donne (1572-1631)