Poemas brujos - La sombra del membrillo. Revista de poesía · Poemas Brujos Angel Cabrera ©...

Poemas Brujos Angel Cabrera © [email protected]

Poemas brujos

Angel Cabrera

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Poema es, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, obra poética normalmente en verso; verso, palabra o conjunto de palabras sujetas a medida y cadencia, o solo a cadencia; medida, número o clase de sílabas de un verso; cadencia, efecto de tener un verso la acentuación que le corresponde para constar o para no ser duro o defectuoso. En un momento dado, en un lector entusiasmado y esporádico, un poema puede convertirse en la llave que mueva su percepción del mundo, su interpretación y el alcance de su intención en la vida. En un momento dado, a un lector atento y perseverante, un buen poema puede transportarlo a los límites de la eternidad. En todo momento un poema, fruto de la poesía, nace en algún lugar infinito del oscuro mar de la consciencia con el único fin de atestiguar la vida y darse cuenta de lo que supone la consciencia de si mismo. Quizás los actos amorosos, intrínsecamente egoístas, más altruistas que se puedan ejercer.

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¿El porqué de los Poemas Brujos?

¿Hay malos poemas? ¿O, en todo caso, es poco apropiado su lector a quien en ese momento dicho poema nada dice? En el fondo, un conjunto de rimas, medidas y cadencias más o menos acertadas que surgen de la mano de quien poesía se atreva a escribir. Un poema es una novela, una inmensa historia en la que el lector ha de jugar un activo papel en su disfrute. Sin embargo, la pregunta es: ¿Estamos formados para ser activos partícipes de nuestra vida? ¿Activos lectores de poesía? Y mi respuesta es la duda. Más bien estamos llevados de la mano hacia el corral de las historias hechas. Un poema necesita, o mejor aún, exige de su lector que active su lado oculto, su intuición y construya el o los personajes, el ambiente, la historia que discurre y la historia que continuará; porque, en definitiva, el poema sólo es un breve vislumbre del aquí y ahora de, precisamente eso, una historia. Por tanto, esta exigencia en el lector, esta obligación de requerir un lector vivo y no un lector muerto, es lo que hace complicada la lectura de la poesía y lo que la hace tan maravillosa, porque en definitiva, un conjunto de palabras iguales, se constituyen en un mensaje tantas veces diferente como lectores capaces de aprehenderlas con la punta de sus ojos halla. Poemas brujos nace como resultado del caminar tras la estela de un nigromante, de un brujo o de un canalla embaucador que ha arrastrado a miles de vidas en este planeta tras un abstracto objetivo que aún ninguno conocemos y del que todos parecemos hablar: la libertad. La libertad de escoger nuestro modo de vida. La libertad de estar libre de creencias, de logros, de currículum, de formas, de “yo-soys” y “yo-no-puedos”. La libertad de aceptar nuestra historia personal sin que esta suponga una pesada carga que arrastrar, más bien el impulso que nos hace falta para dar el salto al infinito o al menos, como yo, de

querer jugar con estas hermosas metáforas. Bellas alusiones que cientos de hombres de todas las culturas y épocas han venido esbozando sin cesar y de las que sólo unos pocos parecen hacerse partícipe en el final de su vida. Aún hoy no me atrevería a afirmar si el motor ideológico de esta búsqueda, Don Carlos Castaneda, es un increíble y fantasioso novelista imbuido en un amplio conocimiento de la liturgia, magia, costumbre y vivencia prehispánica del México antiguo o de si realmente se convirtió en el heredero de un antiguo linaje de brujos toltecas. Con la perspectiva de que brujo, en esta tradición, equivaldría, salvando todo un Océano Pacífico, a los bujin o practicantes de artes marciales japoneses. Personas que buscan combatir en la vida para encontrarse a si mismos en la muerte. Sin embargo, en el resto de lo que podrás leer, no volverás a encontrar su nombre o referencia alguna a sus enseñanzas, pues estos poemas brujos están basados en una experiencia, personal e intransferible, y por lo tanto, circunscrita a una forma de andar en la vida que posiblemente no pueda equipararse al camino tolteca, aunque este haya sido su referente principal durante los últimos casi nueve años. No quiero despedir esta introducción sin antes mostrar mi profundo agradecimiento, amor y afecto por mis cuatro puntos cardinales, por las cuatro mujeres que han conformado hasta hoy la historia de mi destino, en alguna manera que aún desconozco.

A vosotras, porque fueron y porque son.

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El hoy

arriero busca Reflexión barquilla Reflexión Volcano Reflexión sueños a venir Reflexión el lento pasar del día Reflexión nostalgia Reflexión Sexo al Sueño Reflexión Al borde del camino, descansé Reflexión

El mañana

ver de verde La historia universal Cuentos y contradicciones

El ayer

Sólo un cambio las tardes del guerrero Viviendo, muriendo leer hasta que gane o pierda significado espero atravesarte Vacío hoy vi

Los arcanos

el juicio el ermitaño el emperador la luna el sol el loco la justicia la muerte el mundo el carro el diablo

el mago los amantes la templanza la torre la estrella la fuerza el hierofante la sacerdotisa la emperatriz la rueda de la fortuna el colgado

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El hoy

arriero busca

Reflexión

barquilla

Reflexión

Volcano

Reflexión

sueños a venir

Reflexión

el lento pasar del día

Reflexión

nostalgia

Reflexión

Sexo al Sueño

Reflexión

Al borde del camino, descansé

Reflexión

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arriero, busca 10 de mayo de 2004

arriero de campos y de labranzas que arrastra y que empuja computadora o martillo, a la par levanta tu espalda infinita a la tierra despereza y sacude tu curva prepara tu salto de caza y acecha que de otro vivir, de otra alternativa compara hermanas desconocidas dispones en tu saco de oportunidad rompe la herramienta en esta vida y así victorioso, valedor de astucia de impecable y sublime sobriedad de arrogancia herida en argucias partes en tu búsqueda, la libertad arriero de campos y de añoranzas que no arrastra y que no empuja proyecta tu mirada, al cielo, estruja tu gramo de labrada eternidad

Asomo mi pesada historia personal a la ventana de una oficina encajonada en una soleada plaza de veranos e inviernos, abandonándome a la peculiar afición voyeur de observar a mis semejantes. Ya no más crítica, ya no más juicio: sólo observación. Preocupados, no cumplimos con nuestras propias expectativas. Como hormigas sin rastro realizamos innumerables desplazamientos. Nuestros pasos marcan el ritmo de nuestras mentales justificaciones. Vamos rumiando poco a poco las causas por las que no podemos ceder a la tendencia natural hacia la felicidad, el amor y la libertad absoluta. Es fácil permanecer en nuestro sueño como si de seres eternos se tratara. Escondemos el miedo a nuestra corta esperanza, a nuestro corto lapso de tiempo, sometidos a parámetros falaces e inútiles. Encorsetamos nuestro poder bajo el yugo de lo social, lo enmascaramos en el voto, lo diluimos en la fe, lo vertebramos en nuestra historia, sobre la que sustentamos ese disfraz del Yo: ejemplar dulcificador del miedo a la verdad. Pero a la convocatoria de la libertad, ese filamentoso y abstracto propósito, sólo acudirán los buscadores inquietos, los negados, los que cambian, los practicantes de la Voluntad y la Razón Pura.

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barquilla 12 de mayo de 2004

allá abajo la mar inquieta deja arrastrar barquillas de viento henchidas las velas al horizonte timoneando el ser hacia la tormenta al fondo de este barranco eterno de esta degollada sin fin por ese río de silencio navega barquilla a sotavento allá al final de mi mirar la marisma deshiela su fin orienta su sino a la mar oscura infinita y consciente de si allá, barquilla, en la desembocadura devolverás lo que de manantial hollaste y apresaste en tu corazón tragada en olas de infinito placer al fondo de ese mar, barquilla acabarás, desvelando secretos oscuros y la eternidad momentánea aún así, viva, fugaz y naciente allá va el marinero de la mar seca transgresor de límites y razones en busca de tu libertad desnuda barquilla, que arrastra y no trae

El refugio de una vida incontestada es lo que menos espera el marinero aventurero necesitado de pesca y de pan. Rompe las olas, expectante, navegando contra intenciones y contra decisiones. Enarbola al mar sus redes de decisión y extrae del combate la experiencia y el silencio. La barca calafateada impecablemente se convierte en la extensión de su curtida piel. Con sus maderas y su quilla al viento siente la mar, siente la intención de las nereidas en el centro mismo de su voluntad y ser convierte en el que va a morir. Regresa a puerto, barca que fue libre por incontables minúsculos momentos, bajo el brazo del que ha ganado un segundo más. Llega a puerto, barca que fue eterna por efímeras victorias sobre la más intangible de las realidades: la mar. Descansa en puerto, porque ahora el marinero arroja al fondo de su amada, su océano, el fruto de su victoria. Caer de nuevo en el refugio de una vida incontestada es lo que menos espera el marinero aventurero. La esperanza de olas y viento, de sal y de virtud curtida es lo que busca la barca que no espera regresar a puerto, extremo de piel y de hueso de un aventurero en busca de la libertad.

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Volcano 29 de abril de 2004

Volcano, de alma, poeta, de sino, un destino camina y atraviesa nieblas ciegas, de interminable muro nada, Volcano, que atraviesa tu alma o tu mente, existe pero existes tú, Volcano que andas en puentes

No es por ventura ni por casualidad que nuestro personaje, Volcano, andaba y corría a ciegas en un mar de nieblas, sobre un puente eterno, entre el mundo del sueño de lo real y el mundo de lo real soñado. Volcano, como tantos otros, empezó por tomar un poco de vitamina B12 extra porque halló, en algún lugar no escrito, que encontraría en el sueño las puertas que nunca se cierran. Pero Volcano olvidó. Y olvidó que de almas poetas se construyen dolores y pasiones inconfesables. Hasta que se olvidó de si mismo y dejó de ser. Volcano no era más Primitivo Higuera de la Santana, ya no era su carné de identidad ni una ficha hedionda y abandonada en algún fichero olvidado, y nunca mejor dicho, de la mano de algún dios. No era más un teléfono ni una pantalla acrisolada y garabateada en letras milimétricamente emparejadas. No era más sus certificados de nacimiento, de residencia o de defunción. No era más un número ni una medida ni un título ni una calificación. Volcano era hoy, ahora, aquí, aquel que cruza el puente eterno entre el mundo del sueño de lo real y el mundo de lo real soñado.

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sueños a venir 17 de mayo de 2004

Largos y curtidos sueños, lánguidos Adornan la eternidad del ensoñador Esperanza del momento y dulzura Se escabullen entre oscuras telarañas Plagadas de candiles destellantes Atisbando el camino del elefante gris Detrás de sus pasos pausados, sueñas Antes de la hora del ojo cerrado Ya el ensoñador navega en el espeso aire Suceden los hechos, suceden las memorias Unidas en el entresijo de la vivencia soñada Son los hilos de nacimientos, atados Ombligo que anudas el destino Muerte que desatas lo arduamente Brotado, esperanza vana del durmiente Rimas la lucidez al sueño y el sueño A la vida del que rima ilimitado

Hay una forma por la que el hombre devora y es devorado: a través de su historia languideciente. Amorfa, plagada de desméritos y condimentos varios. Sazonado y a fuego lento, manzana en boca, es volteado una vez y otra. Los comensales ya enjugan el paladar posando tenedor y cuchillo sobre el que va a sentir y a emocionar. Tormentas de sentimientos componen el hilado entresijo de relaciones humanas como cruel plato de espaguetis, dejándose arrastrar por lo deseado, por lo absorbente de un mundo que dice desconocer a la única que, segura e imperturbable, selecciona pasajeros que por bien no alimentarán más comensales, por mal no tendrán más la alternativa del vivir y del escoger. ¿Qué cruel y frío destino nos engarzaría en el collar de la vida? ¿Qué terrible poder nos dio la esperanza de elegir? Y por qué elegir para tan microscópico tiempo, una eternidad efímera de tesituras y desagravios. Es que acaso no nos percibimos en lo escasamente presencial de nuestra existencia.

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el lento pasar del día 19 mayo de 2004

lento amanecer bañado en azules y naranjas revueltos en un mar encrespado peinado por alisios y magia distante mediodía de pesares y lágrimas alegres en un rápido devaneo entre los tiempos que no pasan y que se escapan en un unísono ronroneo atardecer florido y esquivo, atravesado alejado de mi corazón cercano al que busco como vida y manantial anochecer que me busca, que me sumerge da mi vida en tu altar sagrado donde sueños se tornan metáforas medianoche que en alas dormidas me llevas no me dejes despertar al sueño de una realidad atrapada déjame libre en ti lento amanecer, distante y resumido, efímera quimera apenas un abrir de párpados inocentes en terrorífico salto mortal de sueño a sueño

Alongado en la ventana de mi quehacer o asomado al espectáculo del mundo desde el patio de mi razón observo, no sin desgana, el secreto que rodea nuestra vida. Velado en el puro nacimiento y reconstruido sobre ideas y conceptos, olvido en un entrecerrar la mirada, por qué y para qué de mi nacimiento. Impulsado a una lastimosa autocompasión descarnada lloro ante la impotencia de alcanzar el conocimiento silencioso y oculto para darme cuenta más tarde, dentro del ronroneo que calma lágrimas y desvelos, que el saber sin palabras, la percepción y la falta de interpretación se enmascaran en cada uno de nosotros, permaneciendo sin estar, estando sin permanecer, en unos corazones ávidos de búsquedas y reencuentros. No importa la hora del día o de la noche en la que un sueño es transmutado al Gran Sueño de la vida, donde cada uno de nuestros pesares sólo constituyen sombras huidizas y tímidas ante el inconmensurable paso de la oscuridad, el otro extremo de la luz, donde dos hermanos odiados y queridos tocan levemente la punta de sus sentidos.

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nostalgia 20 de mayo de 2004

¡ay! nostalgia mía que de canciones traídas alcanzas mi corazón eterno y olvidado atraviésame nostalgia querida con ese mirar y dame la libertad de lo desconocido moribunda sinrazón, mira a tu hermana la nostalgia bendecida que al mar arrastra nostalgia, o de cómo ansiar el abstracto permanecer sin permanecer, lluvia ocular mírala, tan bella, tan recatada, sexo desatado en sus poros invisibles y nostálgicas miradas nostalgia de penetrar tu alma arrasada y plantar un cabello al viento de tu aliento dame, nostalgia, ese empujón, para saltar al abismo de la libertad desmesurada

Hay en la vida una nostalgia y una tristeza, un llanto seco, ahogado y oculto, que da fluidez a la felicidad. Es el conocimiento de lo inextricable, la excusa perfecta. Es la nostalgia del que no sabe cómo, algo dejó al nacer que no encuentra. No está en sus bolsillos ni en la cuenta de su banco. Por mucho que se esfuerza, bajo su mesa de trabajo no aparece. Parece ser que no, que no tropezó con codo torpe y ciego porque allá abajo, bajo las cinturas y las tristes figuras a las que canta Estopa, no hay nada. ¿Y donde está “eso”, lo perdido? Y la nostalgia nos responde, sonriente, vivaz y traviesa. Allá atrás lo dejaste, en el nacer y en la nalgada del pediatra inerte. Allá delante lo encontrarás, en el morir y en la plegaria de un cura descreído, de cuento y despropósito. Mira nostalgia que no me la juegues, que no me la cantes ni me la busques. Mira nostalgia que no estoy para bromas, que algo he perdido y que no lo encuentro en el partidillo de los domingos ni en la prensa rosa de los jueves. Mira nostalgia que me robaron la cartera que no ha salido de mi bolso y me robaron la tarjeta de la cartera que no se ha abierto. Mira nostalgia, devuélveme lo que me has quitado. Mira nostalgia, quítate el disfraz y muéstrate.

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Sexo al Sueño 20 de mayo de 2004

Pasión en tus mejillas Rojo paladar en tus senos En las curvas de tu destino Pierdo mi sentido y busco Ensueño distraído en batalla De este cuerpo andas escondido Y encontrarte es mi sino escogido Ensueño y orgasmo canalla No hullas espalda y sudor Deja cabello que te pierda Caderas, no me abandones Placer tras tu sombra yo bebo Alma de sexo, pasión de amor Garganta, desgárrame, besa Herida que no cura, penétrame Y ensueña, guerrera, con el infinito Dulce amor amargo de pasión No permitas que este soldado Desertor de atrocidades pierda De tu vagina el sentido Dame flores y montañas Dame vidas y mundos atrapados Déjame la fantasía de atraparte Fantasía amarga, amor granate

Tu presa está cerca. Está junto a ti. Su respirar entrecortado se te hace presente, como la vida del que sobrevive, sólo adicto al momento. Preparas tus armas, pules tu mirada, avanza tu deseo. La presa es rodeada. Él, ella, percibe el peligro del placer, la muerte del orgasmo, el sueño de lo infinito. Tensión ingrávida en el ambiente. No hay paredes, no hay cama, no hay techo. El mundo se expande. Las manos recorren y descubren una vez más por primera vez. La tensión se atenaza, la respiración se apasiona. Los disfraces desaparecen, caen las caretas. Dos almas desnudas hasta los huesos tensan y estiran desde el centro del Globo hasta el Infinito. Los amantes, en un momento que no existe, de pasado y futuro ajeno. Las pieles se leen mutuamente, el sudor canta y se mezcla en alquimia violenta, los ojos que ven no miran, el olfato que no huele, olisquea, no interpretas, sólo percibes. Ella penetra y él es penetrado. El ansia de saber y la ansiada cumbre de la victoria explotan y ya nada queda.

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Al borde del camino, descansé. 21 de mayo de 2004

Sencillo borde de camino, descanso de andares inciertos, frontera de álamos y pinos donde alzamos voz de muertos. Desvélame tus pausas y esperas, declaraciones de amor cansino confesadas al aciago ritmo, sobre esa roca infiel que veneras. Enervando el transitar del andar, de la pasión de mis torbellinos, sombra de laurel, olor de comino, confesando la razón ante el altar. Ara al borde del ensoñado camino, roca desvivida, pasión caminante a la sombra de los fronterizos tilos consagras tu destino delirante.

Andar el camino, desandar lo vivido de manos del recuerdo. Los pies avanzan, el corazón retrocede, la mente se aquieta y el cansancio acorrala los falsos sentidos educados. Todo alcanza su momento al borde del sinuoso sendero que recorres y como lluvia amada por árboles y rocas, lava las memorias de tu razón sometida. Y ahora que el recuerdo permite tu mochila aligerar, silencias un rato la explicación de la mirada, cierras un momento el sonido de lo oído, cancelas tu tacto y tu olfato. Saboreas sólo. El viento enmendado en tu roca, la roca en tu camino, el camino en tu destino, se convierten en la vitualla del guerrero ante sí mismo.

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El mañana

ver de verde

La historia universal

Cuentos y contradicciones

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ver de verde 12 de junio de 2002

ver de verde me lo repite jardinero intrépido mientras el mecánico cuelga basto e intrigante en boca morada y acobardada ver de verde me lo repite el aguador que de cansino se le ve venir con tiempo sobrado porque aguador y jardinero idiotas ambos, si conocen el sino del saber que no saben cuándo ven

ver de verde me lo repite el marinero de agua seca cuando inagotable vuelca esperanza en sillón y mira en la ventana un mar que lo llama y no lo quiere ver de verde es mi amor y mi esperanza cuando sin repartir no dejo de parir y vientos que me visitan desde espejos recomendados no atreven sus narices esparcir

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La historia universal 5 de julio de 2004

No solo me disfrazo con mi historia personal, sino con la historia personal heredada de todo un universo de existencias y vidas pasadas. También cargo con la historia personal de mi padre y de mi madre y con la de mis abuelos que ellos heredaron y con la de los padres de éstos y la historia de sus propios abuelos... Cargo la historia personal de cada ser vivo que a bien ha querido o tenido que cruzarse en mi camino. Cargo el fruto de las decisiones de incontables generaciones antecesoras que me depositaron en mi aquí y mi ahora. Me convierto en el resumen de una parte de la historia universal: la suma de todos aquellos incontables momentos que durante milenios me trajeron hasta aquí. Y sino puedo "ser" una historia, que soy entonces. ¿Sólo un amasijo celular semiconsciente?

No soy realmente. Sólo un cúmulo de circunstancias que gobiernan un entretiempos entre el nacer y el morir. Pero estoy por dar uno de los pasos a la libertad reconociendo esa costra, esa ígnea corteza y poder variarla, cambiarla, reponerla o rechazarla según conveniencia. Reconociendo su existencia, usándola como se usa una azada o un martillo, con una utilidad específica y concreta, pero no como el objetivo de nuestra existencia. ¿Qué se esconde bajo el disfraz? Estoy por descubrirlo.

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Cuentos y contradicciones 26 de julio de 2004

Hubo una vez, hace mucho, mucho tiempo, tiempo aún sin transcurrir, en el que un niño fue nacido de un sepulcro y muerto anciano en el vientre de una madre. Se deshonró como el niño más ágil que apenas reptando, escaló profundas cuevas y se sumergió en las más altas cumbres de su mundo de horizonte plano. Este héroe desangelado dejó morir a la princesa y abandonó el pueblo que gobernaba, dejando en manos de viles y sabios gobernantes países enteros vacíos de gentes. Niño más altruista jamás fue conocido, al sediento dejaba morir de sed y al hambriento de gula. Imbuido de maldad salvó las almas de cuántos adoraba,

saciado de bondad quebró la de los que odiaba. Crucificó al aire y castigó a los bondadosos. Los malvados fueron ollados y de sus propiedades despojados, hundidos en la miseria de infinitas riquezas de oro y plata. Navegó mares desiertos y pescó en las arenas de interminables dunas. Cabalgó sobre las aves y voló a las espaldas de las alimañas. Devoró la hierba junto al lobo y masticó la carne junto al venado. Creó la modernidad del palo y la piedra y llevó a los suyos al más cruel atraso social de manos de la electrónica y las matemáticas binarias. Hasta que nunca más se supo de lo que nunca fue conocido.

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El ayer

Sólo un cambio

las tardes del guerrero

Viviendo, muriendo

leer hasta que gane o pierda significado

espero atravesarte

Vacío

hoy vi

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Sólo un cambio 30 de mayo de 2002

En un oscuro mar de palabras vacías de llagas y viejas heridas de pensamientos sombríos tan fácilmente esparcidos. Sin cuartel en una vieja falúa frente al dolor que se acentúa frente a olas de desesperación navego sin recibir compasión. Y resulta tan sencillo vencerlo solo desearlo, solo quererlo basta un simple cambio un parecer distinto, sin cansancio. Mil momentos para navegar pero no llegamos a desear un solo infinito para vencer a la vida de frente coger.

las tardes del guerrero 15 de abril de 2002

me saludan las tardes de primavera y otoño

en el nacimiento y en la muerte, nubladas de un ligero frescor con olor a lluvia recién caída

sin apenas ruidos, sin apenas frases. me saludan aunque saben siempre

que estarán allí, que seguirán allí eternas... mientras el guerrero muere y otro regresa, mientras vive

y otro se prepara a nacer. me enseñan entre garabatos blancos

hilados al son de una lectura enredados en guerreros intentos de vibrar una vida, me despiertan

sin apenas sentimientos ni emociones.

al grupo “atlante”

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Viviendo, muriendo 29 de abril de 2002

Viviendo al son de la multitud sudando a la par de un reloj

recorremos caminos a ojos vendados. Amando al ritmo de una imagen Enlatada, enjaulada, sin pasión

corremos ciegos hacia la muerte. Pero la muerte está ahí sin sentimientos, sin emociones a tu siniestra, sin remordimientos solo un momento en la eternidad regalándote cada día un segundo más. Pero la muerte está ahí sonriendo ante tu inocencia ignorada y feliz inocencia que cubre en velos tu ojos dando tumbos en una vida que no ganas. Haz del silencio, tu poder haz de tu sino, tu destino

y sonríe a la vida. Haz de tu amor, tu poder haz de tu vida, tu lucha

y sonríe a la muerte.

leer hasta que gane o pierda significado 13 de junio de 2002

a ojos cerrados miro un horizonte lejano reflejado en las letras trasparentes de un libro que me navega sus letras infundidas en un solo sentido de la vida que me trasparenta en mi viaje hacia la nada que todo lo tiene batallones de nadies que me rodean en un sudoroso combate limpio entre la muerte blanca y el nacimiento oscuro de una sin-vida aliada al horizonte mi suerte que contamina mi luz que crea sombra mi sombra que me ilumina hacia el horizonte de un libro ojos de letras en batallones de horizontes horizontes sin sentido en combates que contaminan letras trasparentes en muerte iluminada libro sin nada sin nacimiento ni horizonte

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espero atravesarte 7 de mayo de 2002

meros animales arrastrados

al regalo del alma llenados de poder que no ven ricos hasta la saciedad y con hambre

miramos alrededor, todo importa

pero nada tiene valor somos rebaños en un dolor complaciente

y no pastor de nuestro caminar estando la libertad tan cerca

tan a nuestra vera, tan de compañía estando las lágrimas para limpiar

nuestra ceguera, absurda estrechez por qué no aferrarla, morderla con rabia

rabia sana, pasión, rabia por vivir, rabia por sentir para qué sentirnos importantes

cuando lo importante se nos regala estando la libertad a tu vera

tendiendo su mano, ofreciéndote la lucha como regalo, por qué no asirla con fuerza

y sonreír tan preciado don.

por qué no sentirla, vivirla con estupor

estupor ante lo grandioso de la existencia ante lo partícipe de nuestra pequeñez

grano de arroz en el plato del hambriento dios... está tan cerca, el poder me rodea

me espera, me libera... ¿por qué no ver, no ser parte del todo? ¡ciego que mira y no ve!

¿por qué no reventar a TODO?

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Vacío 16 de mayo de 2002

en mi silla de pie descanso corvado hacia el cielo mientras veo pasar a ojos cerrados mil experiencias quietas, atravesándome sin apenas tocar mi alma en mis manos las palabras silban al son de una mente desesperada por huir de una prisión a cielo abierto con barrotes en los confines y guardianes que no vigilan en mi mesa rebosan ideas escapadas de libros sin hojas escritos en piedra saturando una mente vacía, exhausta suspirando en un rápido infinito en busca de una verdad que nos envuelve en mis ojos unas lágrimas secas que no corren por mis mejillas blancas al son de una contradicción al borde de un colapso, linda similitud en la locura en busca de un dios que no se escapa

en mi cuerpo una sensación no sentida que rodea a un cuerpo que no tiene forma hostigando con amor a un cielo a nuestros pies posados en un camino hacia una eternidad que nos invade en mi alma una nostalgia feliz en una engañosa sabiduría clara como el fondo de un mar profundo en terquedad impecable hacia una muerte de regalo a una vida y en mi destino, un sinfín de caminos rodeados de dudas eternas, agujas de sabiduría, que ciegan frente a una luz con ojos abiertos, sin compasión compasión engañosa que ocultas mi verdad

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hoy vi 28 de junio de 2002

hoy vi al amor pasar y le revoloteaba un cuervo al dolor por la pasión sesgada del poseso de muerte y libertad sistemáticamente atravesada hoy vi al odio caminar y le revoloteaba un águila la ira, por el amor dolida del loco de vida y eternidad del dolor sostenido hoy vi la libertad en mi corazón y le revoloteaba un llanto nostalgia y tristeza en su boca de dulce amargor en los ojos en los oídos, sonidos que se convocan hoy quise regalar mi muerte al águila, la libertad al cuervo pero ambos misterios fundidos sólo acogieron mi incertidumbre la duda entre el camino y la razón

a brazos partidos ve, sos a la muerte lo que el día a la noche lo que la luz a la sombra hoy vi la magia de la existencia de dulce consciencia penetrada una virgen eternamente amada salvajemente desvirgada brutalmente alejada animalmente ignorada

a Esther, porque hoy vi

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Los arcanos

el juicio

el ermitaño

el emperador

la luna

el sol

el loco

la justicia

la muerte

el mundo

el carro

el diablo

el mago

los amantes

la templanza

la torre

la estrella

la fuerza

el hierofante

la sacerdotisa

la emperatriz

la rueda de la fortuna

el colgado

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el juicio 24 de mayo de 2004

Refugio de idólatras de etiquetas hábiles y de ideas prostituidas. Sesgando realidades que no permanecen, de traición, senderos que nacen tortuosos marcando a ritmos de experiencias. Refugio de memorias de construidos pases y de valores inestables. Convergiendo en cruces de senderos no transitados de fidelidad contravenida crecida justo en centros y medianías de razones y mágicas voluntades. Cordura secreta, evalúa, suma y continua otorgando tu salto final.

Facultad del alma, por la que el hombre puede distinguir el bien del mal y lo verdadero de lo falso. Muy a menudo confundimos a nuestra asentada y juiciosa razón elaborando complejas etiquetas, aliteradas y adornadas con exclusivos hilos de oro. Colgamos estas etiquetas, estos juicios por doquier, sobre todo inocente o culpable que se nos cruce, ya sea cosa o animal, incluyendo a la persona. Y sin embargo, el juicio sólo tiene un uso, y es el del discernimiento propio o interiorizado. El juicio debiera ser lo que nos permita ver lo que es, y no lo que quisiéramos que fuera. Pero este juicio sin valores requiere del uso de dos virtudes no ajenas al hombre, pero sí a su educación, formación, cultura y temperamento: la razón pura y la inquietante voluntad de la intuición. Es el equilibrio, basado en el conocimiento y en la experiencia, el que debe dictar con justicia, no sesgando la realidad en interpretaciones. El único y verdadero juicio es aquel que está libre de valores previos, y propios, y es el que dicta todo camino transitado con el corazón.

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el ermitaño 25 de mayo de 2004

Llueve afuera, en la meseta del alma del morador de soledades, acorrala la virtud del silencio y la palabra. Viajero entre habitaciones errantes recorres el oscuro vientre de tu ser iluminas con alma de ágil infante la duda pasajera previa a tu ver. Humilde dignidad desenmascarada soberbia y excelsa es la paciencia del que persevera y no desea nada. Cueva humilde, llueve fuera, tiempo dulce, lava, a caminar van mis pies vuelvo la gracia y lo simple eterno a las nubes de ideas donde saciar mi sed. De lo oculto nace la búsqueda y en el encuentro nocturno del sueño lo escondido será revelado.

Persona que vive en soledad y que profesa vida solitaria. El encuentro con la soledad de la existencia es un concurrido camino de interacciones y razones, de intuiciones y credos, donde miles de almas entrecruzan su inventario de definiciones. El observador paciente acorrala y desenmascara el recuerdo y las historias. Deshilacha enredados cordeles que aprisionan el tesoro buscado; obtiene el agua de la vida allí donde ésta se prodiga. Cuentos de poder emergen del tiempo y liberan un futuro tan demarcado como dependiente de las actuales decisiones. El solitario observa el mundo porque se observa a si mismo y en la observación, en la contemplación, no se convierte en un sabio, se transforma en un hombre humilde.

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el emperador 26 de mayo de 2004

Palabra devorada por gesto sombrío en voz iluminada. El rictus armónico sueña a cuatro violines coronar la virtud de mi decisión. Rojo disfraz gótico asciende a confines alejado de juventud de vana ilusión almibarada. Fe, dulce traidora puño en alto castiga amarga conciliadora arrastra ideas, maldita decide ceder ahora mi paz escrita. Palabra hecha en gesto aventurado envoltorio roto en creencia ciega impecable no abandones de montaña no bajes en trono allí alojado.

Título de mayor dignidad dado a ciertos soberanos. Antiguamente se daba a los que tenían por vasallos a otros reyes o grandes príncipes. Hay un conjunto de contradicciones dentro del alma que apabullan y desorientan aún en la más innegable de las certezas. El que busca entender llega en un momento efímero a tropiezo con maestros, líderes o directores. Pero no dirige, lidera, ni forma quien lo quiere si no la vida, quien hace de los verdaderos maestros, meras marionetas al servicio de lo inseguro y la duda. Los que buscan, como escuadras de aves migratorias, deben sobrevivir por si mismos, agrupándose bajo un líder porque estratégicamente les interesa en su ansía de libertad y oportunidad para alcanzar el conocimiento. Visto así, sólo el rebelde puede ser anexionado y sólo el solitario puede migrar en compañía. El que por destino se conforma como guía tiene una infinita responsabilidad y obligación consigo mismo y no con lo ajeno. No hay nada más perjudicial, cenagoso, árido e ineficaz que un líder extraviado. En verdad, líder verdadero, aquel que nos dará pan y refugio para el continuo devenir en nuestras constantes cuestiones, se conforma con el poder del corazón que todo ser vivo lleva dentro. Se constituye desde adentro, desde ese otro yo que nos inhala. El resto, es compartir experiencia durante un corto periodo de tiempo.

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la luna 27 de mayo de 2004

sombra que proyecta miedos no conocidos de prestada luz robada traída desde la mitad inversa e incierta de un sueño olvidado sombría y esquiva llave de mis caras ocultas de pasiones y violencia contenida no alcanzo mi señora a encontrar los labios, la mirada desde el rojo lago reflejado en coqueta sabiduría observas te afanas en el rimel y en las sombras de tu mirar y de tu ver lunática sabiduría sonrosada sonrisa mueca torcida trae a mi esa otra parte mía abandonada bañada en oscuridad

Único satélite natural de la Tierra. Parte de la superficie de este satélite que se ve desde la Tierra. Luz nocturna que este satélite nos refleja de la que recibe del Sol. Dicen las tradiciones que no vemos más que una pequeña parte de lo que en realidad somos. Que hay un hombre nuevo, inmenso, distinto, poderoso, terrible en la cara oculta de su lunática verdad. Dicen las tradiciones que más allá de lo que oímos, olemos, observamos, intuimos, sentimos, percibimos… está la verdadera esencia. Inalcanzable, inabarcable, inconcebible, indefinible. Y dicen las tradiciones que la razón y la palabra no podrá alcanzar lo que así ha sido dispuesto. Sólo son caminos que desde el poder y la inteligencia nos llevan al inicio de un puente que desnudos hemos de atravesar. Luego, el conocimiento puro y terrible de una muerte transmutada. Lo ciego se hará diáfano y lúcido. Ahora, nos toca vivir en la esperanza y la fe de la búsqueda. En el encontrar lo que nada espera; esperar lo que nada se encuentra. La esperanza y la fe aventurera y niña de quien desea alcanzar la cara oculta de la Luna vieja.

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el sol 28 de mayo de 2004

luz impenitente de ciego palpar destino claro, turbio amanecer mis ojos entrecerrados incapaces revoletean rededor de mi corazón luz incontenible, vidente de sal cede mi duda sombría al reverdecer no permitiendo a las ideas voraces atracar a la mariposas de la razón luz mortecina nacida del tortuoso afán al mar retorcido permite enloquecer que gaviotas, albatros y ávidas rapaces nazcan de tus dulces olas y tu frío calor luz oscura trae verdades del manzanar mordidas con agravio y deseo de conocer tras de ti oscura cortina, ribete de refranes y guerras del uno contra uno sin valor

Estrella luminosa, centro de nuestro sistema planetario. Luz, calor o influjo de este astro. La iluminación alcanzada tras reelaborar nuestro juicio, tras el largo camino de la introspección, tras la práctica de la acción impecable, tras la búsqueda de nuestro lado oculto. Y finalmente la vanidad alcanzada tras el largo transitar por la tierra seca de la cultura y la educación, las aguas turbulentas de los sentimientos ahogados, las tempestades de la ira y la violencia, y la inflamable y abrasadora codicia del cinismo. Para el buscador de sí mismo, de aquello abandonado en el nacimiento, no cabe mayor trampa, urdida por el deficitario ego arrastrado de generaciones no recordadas, que el falso llegar a la luz. Conocemos la verdad, desconocemos que la verdad no se expresa y sólo puede ser experimentada in situ e interiorizada de esta única manera. La vanidad nos engulle y lo que fue alcanzado, de convertirse en un paso más, se convierte en una irradiante cárcel de conocimiento estructurado.

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el loco 1 de junio de 2004

no transita la morada por las ideas que desalojan de imprevistos el corazón desollado no traspone el porvenir inhiesto que aporta dividendos insostenibles a la razón inútil hombre a caballo, resuenan trompetas rompen crines a tirones sacien las herraduras al viento mientras volar por amar girado la sombra roja que arrastra ido, a los hados te encomiendo a los dioses te rezo para que cesen sus grilletes cesad, providencias, abandonad a este rico diablo y saltimbanqui lucid su libre albedrío de las decisiones no programadas

Que ha perdido la razón. De poco juicio, disparatado e imprudente. Que funciona descontroladamente. Que excede en mucho a lo ordinario o presumible. De loco tacho al extravagante que se hace preguntas. De demente agravio al que busca sus alternativas. De ido califico al que aspira encontrar los límites de lo conocido. De perturbado propongo, y amarrado mantengo, al que excede, no ya en mucho, sino acaso en un poco, lo ordinario y lo presumible. Locura rota, rompe el insano mimbre que teje mi madre y teje mi padre. Alcánzame con la sobriedad y la embriaguez, el desatino y la impecabilidad del que no aspira a morir en vida, del que no desdeña los misterios de lo cotidiano, del que no ata la razón a las predisposiciones, del que no rehuye inmisericorde a la voluntad de su intuición. Locura rota, vieja y eterna que traes la vacilante juventud, dame fuerza, dame luz, en esta quejumbrosa penumbra de las ideas y las frases hechas.

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la justicia 1 de junio de 2004

abriga loco intrépido ilusiones variopintas, enmendar corazones, abrigar ilusión deshilachada equilibrada y gentil seducción, representa funciones, actor hacedor de vida turba de la luz lo fétido aclara juglar académico, garganta, sutil cortina, funde imposiciones, abre con tu canción atrincherada de liberadas razones, intuición, resurgidos amores de historias imprevistas adueña el juicio enérgico

Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece. Derecho, razón, equidad. El viento viene a mi llamada. Agarro las sábanas por sus puntas apenas entre mis dedos y dejo volar la enorme extensión de tela en brazos de mi aliado. En un rápido giro, el eventual planeador aterriza sobre el delgado hilo del destino y una vez más sus costados reposan en equilibrio. Pinzas enanas, apenas perceptibles, con valor y fuerza sobrehumana, atesoran sobre el sendero hacia la libertad individual la sábana sobre la que reposará mi sueño. No en vano los grandes y desvirtuados gurús de las grandes tradiciones religiosas del mundo, reposaron y cubrieron sus virtudes con sábanas de las que vuelan sobre mi aliado, el viento.

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la muerte 2 de junio de 2004

Se deshojan los laureles, alisios que los abatan, tumbados por corceles que sin parar, avanzan. Se derraman las ánimas sobre la tierra sagrada, feliz día de la lágrima queda atrás amortajada. Violines triunfantes bailan retumbar del palafrén henchido de gloria alaban marcha a jirones en retén. Y renacidos los campos los rorros atruenan victoria de senda a zancos ya recurridas las penas. Libre al fin, en ágil porfía laureles y rápidos violines vuelan al horizonte y desafían en arribar hasta los confines.

Cesación o término de la vida. Destrucción, aniquilamiento, ruina. Afecto o pasión violenta e irreprimible. Se desprende el ser del esqueleto, se descompone la carne y la sangre. Tendones y líquidos alimentan el futuro. La oscuridad de un rincón recordado con flores asesinadas. La memoria atada al granito y al mármol. Encerradas quedan las enseñanzas y las experiencias. Abonados los campos y listo está el arado. La guadaña ciega la hierba crecida y deja paso a la nueva siembra. De sol y de lluvia, de tormenta y granizo, de las caricias de un sembrador nace el futuro que con su muerte se hará presente. Desintegrándome cada día un poco más para dar paso a lo que ha de nacer. Baldosa de camino, cumplida tu función, arrancada y arrojada al borde del que no te desea uso, reiniciada tu virtud como pieza inseparable del muro cobijador, al viento y la felicidad.

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el mundo 4 de junio de 2004

Mudo y del revés parece girar el desafío cuándo su loco andar arrastra de fin a inicio los pasos del bueyero. - Por aquí ya pasamos, Mejorana. Por aquí ya pasamos, Paloma. Mira allí, los pastos ya rumiados. Mira allí, las sombras ya disfrutadas. Silbante y de regreso trae mi viento la arena a sus ojos. - ¡Mejorana, Paloma! ¿Dónde están que no las huelo? ¿Dónde corazones que no las siento? Dolores y angustias que no quiero regresar, allí me esperan, para no olvidar.

Conjunto de todas las cosas creadas. Planeta que habitamos. Esfera con que se representa el globo terráqueo. Totalidad de los hombres, género humano. Sociedad humana. Lo alcanzado que reinicia. La totalidad que se desintegra en la nada de un loco que busca, aún no sabe qué, aún no conoce por qué. Después de un largo transitar, por repetir una y otra vez, haciendo complejo lo simple. Después de mantener un arduo forcejeo con nuestro percibir, de romper nuestra barrera interpretativa. Después de alcanzar los nirvanas y las iluminaciones, las compresiones y los conocimientos. Después de alcanzar los silencios y los ruidos. Después de todo eso. Volver a comenzar.

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el carro 4 de junio de 2004

giran las coronas empujadas por esfinges derredor del teatro de fuego romano la mirada perdida, el tino ahogado recluta perplejo, coloca los arreos a tus caballos, prepara la espada prepara la justicia y las armas una guerra que no es tuya piedras que no hollaste en el camino ahora vendrán a ti, a tu destino fuego tras tus pasos, pisadas que dejan tras de si flores y fragancias alejando a la muerte, bella y rancia allá vas, dos sumidos en uno en el dominio de si, en la balanza que entregas a tus dulces andanzas caballero de noche y armadura fuego tras de ti, agua a tu frente tierra y aire, el sol de un demente

Carruaje de dos ruedas, con lanza o varas para enganchar el tiro, y cuya armazón consiste en un bastidor con listones o cuerdas para sostener la carga, y varales o tablas en los costados, y a veces en los frentes, para sujetarla. Contenida la vida en aquello que abarca tu historia y tu catálogo de ideas, esperanzas, razones y descreimientos entre listones de madera vieja, tan usada, tan sutil. Al frente de la carga dos bestias, la una y la otra a cada lado de tus decisiones. Tú, sobre la custodiada carga, asidas ya las bridas. Es hora ya de aligerar el peso, dejar atrás lo que has venido a traer. Aliviar tu desatino vacío y permitir vagar las bridas al viento. La bestia a la luz y la bestia a la sombra empujar, una a cada lado y en el centro, el destino, la decisión tornarse en equilibrio impecable en tu corto paso por esta experiencia nuestra que es la vida.

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el diablo 8 de junio de 2004

lentamente caen las telas que cubren la salvaje picardía que me atormenta manos temblorosas, bajan y suben adorando a los placeres que no cesan embriagado, balbuceo de caprichos recorro con mi sabor caderas y fuegos dejo la razón del camino en su nicho para perderme en tu negro cuento dulcificada la lujuria que me atenaza empiezo a desearte: la pureza en negro, tu encaje y la fibra me trasladan te observo marchar, quedo solo en sueño lentamente embriagado, dulcificas ansiedad de vida, la pena y el placer, el ensueño y la gravedad, petrificas salvaje lo único que me vio nacer

En la tradición judeocristiana, cada uno de los ángeles rebelados contra Dios y arrojados por Él al abismo. Persona que tiene mal genio, o es muy traviesa, temeraria y atrevida. Persona astuta, sagaz, que tiene sutileza y maña aun en las cosas buenas. Lujuria, codicia, envidia, ira… no son sino el reflejo de la insatisfacción. El seguro refugio de quién no desea mirar, atrás o adelante. Finalmente, no hay quién use más su pasado y planifique más su futuro, desde su actual y ubicado presente, que el que busca el conocimiento. En el fondo de toda cuestión subyace la innegable certeza que nunca podremos dejar de ser y que todo camino debe partir desde nuestra integración. Nuestra consciencia es la balanza que equilibra ángel y diablo, lo mostrado y lo oculto. La única que nos permitirá cruzar por la estrecha grieta que deja la muerte sagaz justo entre ambas verdades, como si de un hilo salvaje, más que salvador, se tratase.

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el mago 8 de junio de 2004

tras ilusión esconde bello truco inmemorial prestidigitador y manos emparentados ambos buscan fantasear

tu sueño tras pañuelo azul rojo silencio queda chisteras alistadas y cuerdas trucadas todo listo, ¡fuego en tu sueño! silban movimientos gracia y mentira embriagan tu mirar paran el caminar uno y deambulante de tu sueño escenario y tierra funden la mirada perdida que atrapa la magia y la farsa desentrañando, todo es tu sueño

Dicho de una persona versada en la magia o que la practica. Persona singularmente capacitada para el éxito en una actividad determinada. Hay un lugar donde el mago es prestidigitador de la azada y el terruño, donde la magia parte de manos curtidas de sol, sal y saliva, donde el truco consiste en comer y la ilusión en sembrar. Hay un lugar donde el mago es el nigromante del cielo, el brujo de la vid, el pronosticador de las estaciones y el acechador que no lee letras más por no encontrarlas que por no quererlas, pues toda su fortuna es un garabato sobre un lienzo que vive, que se mueve. Hay un lugar donde el mago revive en cada vaso de vino, donde cada discusión es la última y cada minuto la muerte lo acecha a la puerta de una venta olvidada. Hay un lugar donde el mago no es respetado porque conoce y te ve, antes de tu llegada. Hay un lugar en el corazón de todos para el mago que de la nada, crea la vida.

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los enamorados 9 de junio de 2004

mira su pasado y dice adiós ademanes cansinos quedan quedan atrás, dulce mordido devoradas historias y gestas gestas de héroe anodino pasado hilado en mis telas telas de viejo adormecido arañas atrapadas en las sendas sendas de fuegos acaecidos todo lo viejo es roto, se quema quema pasado y lo retorcido abona presente, que alimenta alimenta futuro inexistido tu paso, la creación y la pena crea, por lo no venido esperanza y derrota, almacena almacena presente, dormido envenena el día que sueñas

Que tienen amor. Muy aficionados a algo. Se gira. Elude un adiós obligatorio a su madre. Ella es su historia. Su último contacto es su mano en su hombro. Todo queda atrás, se amalgama en un recuerdo momentáneo que restalla en la frente y se convierte en la decisión que le hace mirar hacia delante. Pero la decisión está aquí, está ahora, está en la boca de la serpiente que tritura su cola. Eros estira su arco. La cuerda de plata estira envuelta en la magia de lo venidero y desconocido. La flecha en una llama arrasa el corazón del estratega. La táctica se establece en torno a la decisión y el primer paso es dado. La mano se aleja de su hombro. El llanto de su pasado queda atrás, olvidado, rememorado. Ya no pesa más. Ahora, liviano, pesan las expectativas.

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templanza 10 de junio de 2004

Altas son las columnas que a la cúspide sustentan y sobrias las ágiles estelas que caen como sólo una. Prudentes los salones, de magos y nigromantes llenos, neuronas y razones, en busca de ilusión amante. Intrépidas las puertas que abro al mundo de los secretos arcanos asediadas por alisios y vientos que traen en alas los sacramentos. Hacia las cuatro esquinas del mundo el templo del corazón se dirige y a todos ofrece incertidumbre, cobijo y manta y sed al sediento. Vírgenes aladas en la aras armadas miran de frente, vistas ya alejadas desvela las impecables hadas que de secretos quedan habitadas.

Moderación, sobriedad y continencia. Una de las cuatro virtudes cardinales, que consiste en moderar los apetitos y el uso excesivo de los sentidos, sujetándolos a la razón. Impecablemente arrinconada, la razón se rinde a la intuición y cede ante su enorme poder. Nuestra parte oculta por la socialización y la cultura reclama su sitio. La brujería de nuestro entorno común se desmorona ante las arremetidas de las olas del infinito que estallan contra nuestro filtrado mirar. Es entonces cuando necesitamos como nunca la sobriedad como única herramienta para guardar la integridad como seres que navegan hacia el puerto de Dante y, un loco desgarrado por su poder no engaña a un barquero oscuro y paciente sustentado por las interminables sombras del Universo.

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la torre 16 de junio de 2004

Escojo ladrillo y cemento diligenciadamente sube fila tras fila al cielo edificio de sueños y nubes. Escalera arriba y abajo derramo cimiente, dádivas por doquier reparto a las rapaces ávidas. Almenas y contrafuertes se apelotonan sin cohesión tras un cielo de muerte de hombres sin salvación. Espíritus cubiertos por arcilla de fe, de dinero y arrogancia miran al cielo que más brilla desde su falta de elegancia. Hasta que decido romper almenas y muros derribar al aire deseos dejar correr y partir desnudo a la mar.

Edificio fuerte, más alto que ancho, y que sirve para defenderse de los enemigos desde él, o para defender una ciudad o plaza. Edificio más alto que ancho y que en las iglesias sirve para colocar las campanas, y en las casas para esparcimiento de la vista y para adorno. ¿Cómo deseamos la morada de nuestro espíritu? Por paredes el horizonte y por techo el cielo. Las ventanas, las montañas y la puerta, los bosques. La primera planta, las cuevas y grutas que me llevan a lo más profundo y la segunda, el desierto y la tundra, la tercera, riscos y paredes en piedra y sangre viva. La cocina formada por miríadas de seres vivos desde los cinco puntos cardinales de la existencia y en el dormitorio sólo un búho y una luciérnaga, una en cada extremo. La sala fabricada con los tangibles sonidos de la vida y la trastienda con las fragancias de lo muerto. Los pasillos tan estrechos, aprisionados entre el mar y el río y en la chimenea, el sol. Arriba como lámparas las lunas y allá, los cajones y las gavetas de mi memoria. Porque nada más hay que lo que se vive.

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la estrella 21 de junio de 2004

piernas plantadas en tierra cadera que baja al infierno torso que asciende al cielo brazos abarcando horizontes todo gira alrededor de todo piel hinchada, absorbida por el infinito cercano rompe cada célula y esparce sangre y músculo, víscera y hueso, las células huyen, se disgregan la percepción se dispara el infinito acoge lo único que queda tú, descompuesto, vacío ya no hay historia, ya no hay vida sólo queda tu amor a tu muerte vuelves a entender sin palabras los tambores retumban vuelve a ti tu conciencia el humo y los olores cesan cada célula se recompone cada gota de sangre retorna pero ya no eres lo que eras ahora sólo eres tú

Cada uno de los cuerpos celestes que brillan en la noche, excepto la Luna. Objeto en forma de estrella, ya con rayos que parten de un centro común, ya con un círculo rodeado de puntas. Sino, hado, destino. Cuerpo celeste que emite energía luminosa, calorífica, etc., producida por reacciones termonucleares. Una estrella típica es el Sol. Cuando llegas al centro del oráculo, el chamán te invita a ocupar una punta de la estrella. Observas en la semioscuridad, a los lados más aprendices llegan y ocupan sus lugares. Algunos mantienen un carácter seguro de sí mismos, otros parecemos y somos novicios hasta en la firma que estampamos en el certificado médico que te obligan leer y sellar con sangre a la entrada. Nada se ve y todo se observa. No sabes que oculta más, si la falta de luz o las tinieblas que crean reflejos y zonas oscuras, no sabes ya si en el espacio que te rodea o en tu propia cabeza. Empiezas a sentir que la cabeza se abre y entorno y sesos forman y todo semivacío. Vomitas toda tu vida en una diáspora de ideas y juicios sobre ti mismo. Cuando te das cuenta ya no estás en la estrella, sentado, sino en un inmenso desierto sin horizontes, sólo, sintiendo aquello conocido. Sintiéndolo como el útero que te formó y te lanzó a la vida. Y al instante todo se desvanece y la luz inunda el recinto. Más tarde nos informan de los hechos acaecidos en nuestras cuatro horas de éxtasis. Debo confirmarlo con mi reloj, y con el reloj de la estación y con el de la cocina de la casa donde aposento mi rendido cuerpo. Yo sólo viví un instante en el desierto y arenoso útero de mi nacimiento.

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la fuerza 22 de junio de 2004

azul es el viento que inunda con caracoles el interior de estos viejos pulmones mohínos y cansinos ventiladores traqueteados como dragones violeta los huracanes que abandonados violentan las olas de saliva y sangre resurgidos de los aires entrados evocan expiración y hambre las flautas nasales bordan la melodía que atrae hacia el dulce pulmón las ratas de mi melancolía atrapadas en la razón hacia el infinito se disgregan sales y azúcares divinos desechos sudores de barras y bares rompen en el pecho aire marino de concha abandonada al destino que nos depara y espera ya queda la mente limpiada en la respiración que enajena

Vigor, robustez y capacidad para mover algo o a alguien que tenga peso o haga resistencia. Aplicación del poder físico o moral. Virtud y eficacia natural que las cosas tienen en sí. Causa capaz de modificar el estado de reposo o de movimiento de un cuerpo o de deformarlo. Allí estás tú y aquí estás tú, contrapuestos ambos, como dos espejos que se reflejan a si mismo, en tensa espera. Cada uno, cada tú, muerde con el alma, plasma con la mano, la tensión aferrada a la funda del sable. Ambos han practicado, ambos han conocido: ya lo sabes, tú y tú lo saben. Izquierda prepara y la derecha corta. Es tú cabeza o la cabeza de tu espejo. ¿Quién refleja a quién? Si al menos tuvieras claro cuál de los dos es el real, cuál debería morir y cuál vivir. ¿Eres tú, el de aquí? ¿O serás tú, el de allí? ¿Qué espejo deberá fraccionarse en diminutos y cortantes añicos? La tensión crece en el terreno. La vida se repliega ante el duelo que acontecerá. Luego, todo volverá a su lugar. Tú, y él, tu otro tú, lo saben, la energía y la disposición deben estar desenvainadas antes de que lo esté el sable. La fuerza del corte ha de explotar sobre tu cuello o tu cuello al más mínimo gesto de réplica. En un segundo, todo el Universo estalla, nada más que los espejos que se reflejan viven en la oscuridad, sus sables respiran, son un nuevo organismo vivo adherido a la carne y a la sangre… todo termina: tú sobrevives, tú mueres.

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el hierofante 28 de junio de 2004

Olor de luces que ciegan sabor de lirios que embriagan tacto de rosas que envenenan vistas dulces y amargas oídos y bailados corazones. Corazones de azúcar para ratones que apoyan la visión árida y dulce de la acción y la decisión, torpes o acertadas a los ojos de las nubes de erizada piel, por sonido que vaga. Vaga y difusa es la mano que alcanza sabores y texturas en las aguas viles que arrastran ríos de mermeladas y trompetas, que navegan a confines de emociones y sentimientos de brega.

Sacerdote de Eleusis, en Grecia, que presidía la celebración de los misterios sagrados. Maestro de nociones recónditas. Vestimentas y accesorios ricamente adornados pululan por el templo como si de un ajetreado centro comercial plagado de fantasmas en busca de un vacío que les llene, de una plenitud que les vacíe. Sacerdotes y aprendices, bohemios y románticos buscadores, crédulos y fanáticos, pecadores sin maldad y santos malvados, todos apelotonados en torno a una súplica, cada uno para cual, cada si para si mismo. Los olores y los sonidos se entremezclan en la vista que ya no ve ni percibe. Sudor y grito rebuznan desde el altar. Feligreses de piel enmohecida por credos y fantasías erizan la lengua y las carteras. Todos buscan pagar su pase de impecabilidad, camino a la prometida tierra que no llegará. La muerte sagrada no ve rituales ni ve distinciones, no mira en los bolsillos, sino a los corazones. No escucha oraciones sino sólo oye historias. No huele inciensos sino olisquea el miedo. No te toca la piel curtida sino la atraviesa en busca de lo oculto de las almas. No saborea los fines de los rictus embarcados, sino sus propias derrotas.

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la sacerdotisa 9 de agosto de 2004

vieja luna creciente que en el horizonte deja una estela de serpiente tan oscura, tan vieja perseguida y cansina vienes por tu menguante y vencida hermana, a la que no temes y que será de igual seguida sólo una noche llenas tu pecho gemelo y romo de sensual placer y penas por lo vivido, amado sólo estelas de serpientes desnudas surcan cielos, candiles y velas de llenas y plácidas lunas arropadas en fugaces telas cantan las brujas lunáticas en amores y desvaríos se afanan buscando la visión mágica de los vientos que además cantan

Mujer que ejerce el sacerdocio. Telas de ensueño dorado tejen las gracias de los vientos vestidos y enarbolados en las banderas invisibles de las brujas navegantes. Las velas de su falda empujan al horizonte los mástiles que las soportan sobre la frágil mar de su mirada. Corceles endulzados tras la estela de una luna bruja y lunática, enloquecida tras los cantos de vientos foráneos y conocidos, serpenteantes, que arropan los placeres de profundos besos y ligeras miradas. Allá van las runas y las cartas, las bolas y las caracolas, amantes premonitoras de lo que nunca se sabrá. Allá van las túnicas y las faldas, blusas tercamente alisadas de pasión y deseo. Allá, a ras de los vientos van las sombras iluminadas de las lunáticas brujas surcadas de ensueño.

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la emperatriz 8 de octubre de 2004

puntos ambarinos en todo sentido sonidos agudos en el roce de la acción sostenida decisiones moviendo presencias hacia compases intemporales y laberínticas historias ritmo y rima que desentona en el equilibrado reflejo del lienzo de la experiencia acción, decisión y experiencia aglutinada en el frágil reflejo de un águila entrecruzados los reflejos en enmarañados telares de vivencias y sueños infinitos seres sienten y emocionan al compás de músicas inauditas y yo busco ver para no mirar alcanzando la cima de la vida paso obligado a la muerte

Soberana de un imperio. ¡Cuántas veces ha cambiado la huerta! ¡Cuántas veces ha sido otra huerta mi huerta! Tantas veces distinta, tantas veces la misma, tan efímeras las construcciones y los trabajos, tan salvaje la naturaleza aún encasillada entre paredes de cemento. Tan efímera la vida que alberga la huerta, mi huerta. Tan a expensas del entorno y el entorno del momento. No abarca la razón de mi huerta a hurtar al pensamiento una clara explicación de su sino. Queda la intuición viva del conocernos presentes, del gobierno de nuestra acción, de la acción sostenida. Porque sin tiempo para la cosecha, apenas para la siembra, no nos queda otra expectativa que poner lo mejor de nuestro camino en cada golpe de azada. ¡Mi huerta! ¡Mi huerta! Tan cambiante, tan silente y yo aquí, al borde, sobre piedras y viejos troncos, historias de otros tiempos, observo el frágil equilibrio de la creación siempre permanente.

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la rueda de la fortuna 15 de octubre de 2004

fuerzas inequívocas arrastran mareas de indecisiones de una mar que sólo navega en el límite de una historia ciclos irrepetibles entrecruzan la experiencia inagotada de un mar sempiterno de lágrimas no derramadas toboganes que idolatran al limitado dios del tiempo, en sus descendentes minutos arropan olas de indecisión un héroe despega sin prisa flirteando entre nubes y brumas de sortilegios y magias retando al combatiente Cronos la muerte es el premio final de la esperanza del éxito de héroes y guerreros sometidos a fuerzas de vaivén

Pieza mecánica en forma de disco que gira alrededor de un eje. Turno, vez, orden sucesivo. Encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito. Circunstancia casual de personas y cosas. Suerte favorable. Inconstancia y poca estabilidad de las cosas humanas en lo próspero y en lo adverso. Seres de dos manos, así nos hizo la genética y la evolución. Animales inconstantes y duales sometidos a si mismos: a sus creencias y proposiciones, vanidades y egos, esperanzas y planes. Sin embargo, todo ciclo está contenido y definido en lo que le es propio. Es finito y determinable. Y este ser de dos manos, este animal inconstante, tiene una cualidad. El desapego que le permite salir de la marea, alejarse de los rompientes y las olas inagotables. Es la cualidad que le permite volar las aguas y navegar los océanos de burbujas y momentos que conforman la vida de todo gladiador: ¡los que van a morir te saludan! ¡salve, mi destino!

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el colgado 19 de octubre de 2004

Tras el ciclo que se ha cumplido, llega la paz enervante y tranquila del que observa de lejos lo aturdido tras el paso agotado de lo que aniquila. Balanceo inerte largamente sostenido de viva sinusoidal y efímera muerte, ofrece lo conocido sin nada más que dar. Ni augurios ni apegos ni almas arrastran ni empujan las imantadas decisiones, ni ritos apagados ni creencia pasada mueven a los imperceptibles dioses. Dios eres tú: alma en la razón, lógica desesperada de tal magnitud queda en el corazón la vida atada. El placer del sonido ronco y aturdido de una naturaleza expresada de raíz hasta arrancar de cuajo lo significativo del camino junto a los campos de maíz.

Contingente, incierto. Anhelosamente pendiente o dependiente en grado sumo. Dicho de una persona: Burlada o frustrada en sus esperanzas o deseos. Que se encuentra bajo los efectos de una droga. Empiezas a observar en una ventana, un buen día, sin motivo, y ya no hay fin. Ruedas afines de luces ambarinas aletargan una decisión tomada desde el momento del nacimiento. Se involucran las ruedas en el balanceo del péndulo de la indecisión, en el giro del destino. Atormentado ando con la vista entre campos de fantasmas retóricos hasta percatarme de mi espantoso papel entre tantos espantosos estereogramas. ¡Asusta! ¡Asusto! Sus mentes giratorias los absorben. Cabalgando a lomos de una escasa vitalidad revenida, justificando sus ademanes y sus gestos. Pero es otro ser el que muere, el que ya anda muerto allá dentro. ¡La vida es tan obvia! Me identifico. Fantasma soy y en fantasmas me reflejo. Sólo déjame agarrarme al último rescoldo caliente, a la última alternativa, pues no tengo otra cosa que hacer mientras muero en el tiempo y en el olvido.

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Poemas brujos - La sombra del membrillo. Revista de poesía · Poemas Brujos Angel Cabrera ©...

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