Poema pedagogico

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Integrantes: Mauricio Quinche. Edison Romero Abril 2011

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Integrantes:Mauricio Quinche.Edison Romero

Abril 2011

Septiembre de 1920 me llamó el delegado provincial deInstrucción Pública. hermano -me dijo-, he oído queandas chillando ,porque han instalado tu escuela detrabajo... en el local del Consejo Provincial de Economíano es para chillar. ¿Qué escuela de trabajo es ésa? Todaahumada, sucia... ¿Se parece eso a una escuela?.Haría falta construir un edificio nuevo, colocar nuevospupitres, y entonces tú te dedicarías a la enseñanza. Loimportante es educar al hombre nuevo lospedagogos, no hacéis más que sabotearlo todo: el edificiono os gusta y las mesas no son como deben ser.Hace poco leí un librito acerca de eso... Alguien me lo diointencionadamente. Reformadores.También antes de la Revolución se hacía entrar en veredaa esos vagabundos.

Pues eso, precisamente, que no quiere nadie:que todos se defienden con uñas y dientes, quetodos dicen: Nos degollarán. Naturalmente, osgustaría tener un despachito, librosEl hombre nuevo debe ser forjado de un modonuevo. Ármate todos los líos que quieras, perohay que obrar. Después veremos. Lo másimportante es ¿sabes?.. no una colonia demenores, sino una escuela de educación social.

A seis kilómetros de Poltava, colinas arenosas bosque depinos doscientas hectáreas había un prado de unascuarenta hectáreas era la nueva colonia para menores.plazoleta arenosa del patio descendía extenso claro delbosque de un pequeño lago cuya orilla opuesta hallabanlas cercas.Antes de la Revolución había una colonia de menores1917 la colonia se disolvió, dejando en pos de sí muypocas huellas pedagógicas.Los principales pedagogos eran celadores, probablementesuboficiales retirados, cuyas obligaciones consistían envigilar cada paso de sus educandos

Contaban los campesinos de la vecindad deduciaseque la pedagogía de esos celadores no brillaba porninguna complicación especial.Siguiendo las huellas recientes, conseguí recuperaralgunos objetos de valor, sustraídos en los últimosdías.Se tenían en pie, un caballo merino de treinta añosde edad, que en otros tiempos fuera kirguís, y unacampana de cobre.Kalina Ivánovich hablaba con acento ucraniano suléxico abundaban palabras ucranianas pronunciabala letra "g" al modo meridional.No sé por qué en la palabra "pedagógica" acentuabacon tanta fuerza esa literaria "g" rusa, que en élresultaba hasta exagerada.

Dije a los educandos:¡El dormitorio debe estar limpio! preciso designarresponsables de dormitorio.¡Oh, oh! -dijo Vólojov-. Puede que sea algo menos.Elegid, muchachos, qué os conviene más no puedoactuar de otra manera.En la colonia tiene que haber disciplina. Si no osgusta, marchaos.Tuve un choque serio con Vólojov estando deguardia, no había arreglado el dormitorio enfadado, ledije:¡Arregla el dormitorio!¿Y si no lo arreglo? ¿Me abofeteará usted?Te prevengo por última vez; ¡no te abofetearé, sino quete dejaré baldado!

Después, si quieres, te quejas, y yo iré a la cárcel. sedesprendió de mis manos y me dijo con lágrimas en los ojos:No vale la pena ir a la cárcel por una tontería así.Arreglaré la habitación, ¡y que el diablo se lo lleve austed!Vólojov rompió a reír e hizo un ademán evasivo.¡Vaya un hombre, fíjate!. ¡Arreglaré la habitación, la

arreglaré, no chille usted!Es preciso señalar que yo no pensaba ni por un minuto haberhallado en la violencia un medio todopoderoso de pedagogía.Ekaterina Grigórievna anduvo varios días con el entrecejo fruncido y, al hablar conmigo, adoptaba un tono cortésmente oficial En marzo teníamos en la colonia a unos treinta chicos muydescuidados, en estado salvaje y absolutamente inadecuadospara la realización del sueño de la educación socialista.

En la colonia aumentó también el número de educadores.Para marzo contábamos ya con un verdadero consejopedagógico Natalia Márkovna e Iván Ivánovich Osipovtrajo, un ajuar bastante considerable:divanes, sillas, armarios, gran cantidad de ropa y de vajilla.Cuando llego el ama de llaves, el interés especial por lasriquezas de los Osipov se entibió un poco. El ama de llavesarregló su habitación con el gusto y el confort de unapersona entrada en años. La atmósfera reinante en ladelegación de Instrucción Pública no favorecía en absolutonuestros afanes de riqueza.En el invierno del año 21, la colonia se parecía muy poco auna institución educativa.

En la delegación de Instrucción Pública se nosprohibía rigurosamente actos deguerrillerismo, teníamos que efectuar estasincursiones en secreto.En la propia colonia no empleábamos términos comoése de delincuentes, se nos llamaba defectuososmorales.Los jefes de los negociados en abastos se orientabancon mucha dificultad en las argucias de laclasificación pedagógica y no siempre caían en lacuenta de que los delincuentes menores de edadtenían algo que ver con la instrucción.Nuestros educandos tenían siempre hambre, y estocomplicaba sensiblemente su reeducación moral.Uno de los aspectos fundamentales de la industriaprivada de la alimentación era la pesca.

Los robos sucedíanse ahora a diario. Cada mañana sedescubría que en uno o en otro lugar faltaba algo: unhacha, un serrucho, vajilla, sábanas, los arreos, lasriendas, víveres.Sospechaba de bastantes muchachos, entre ellostambién de Taraniets y de Gud. Pero no tenía ningunaprueba. En febrero nuestra ama de llaves dejó detrabajar en la colonia todos los amigos y participantesde sus tés filosóficos comenzaron a instalarcuidadosamente los múltiples sacos y maletines en eltrineo. La viejecita lloraba en mi despacho. Mientrastanto, la habitación se iba llenando de detenidos: Losmuchachos negaban, pero yo les chillé y se despejó elhorizonte. Los amigos de la viejecita no habían sido losprincipales desvalijadores.

nuestros colonos adoptaban una actitud casi deindiferencia respecto a las propiedades de la coloniafuerzas ajenas que les concedían profunda atención sehallaba dislocado en la carretera principal de Járkov.Convoyes íntegros de carros campesinos erandetenidos por el disparo de un retaco atracadores, sinperder tiempo en palabras, hundían las manos libresdel retaco en el corpiño de las mujeres. Este tipo deasalto colectivo casi nunca era sangriento.El Comité Ejecutivo Provincial expresó su gratitud a lacolonia Gorki.tampoco después de eso disminuyeron los asaltos enla carretera. A finales del invierno los muchachoscomenzaron a encontrar ya huellas de sangrientossucesos nocturnos.

finales de febrero, nuestracarreta, que, arrastrándose a la velocidadhabitual, venía de la ciudad con algunosbienes, fue detenida al anochecer cerca de llegar ala colonia. En la carreta había cebada y azúcar enpolvo, cosas que, por motivos ignotos, nosedujeron a los saqueadores.Nuestro destacamento torcía gradualmente detrásdel Malish y entraba como un alegre tropel en lacoloniaMás que las convicciones morales y que la ira, fueesta lucha verdaderamente práctica e interesantelo que originó los primeros brotes de un buenambiente colectivo.

Nuestra colonia había comenzado a desarrollar poco a pocosu historia material. La pobreza los piojos y los pieshelados no nos impedían soñar con un futuro mejor.Nuestra vieja sembradora nos hacían confiar poco en eldesarrollo de la agricultura.La suerte nos sonrió: recibimos una autorización pararecoger leña de roble directamente del lugar de la tala. Sehallaba en los límites de nuestro Soviet rural, no habíamosandado nunca por allí. Con dos vecinos del caserío nosdirigimos en sus trineos a ese país ignoto. Los conductoresdaban vueltas por el lugar de la tala, cargando gruesostroncos de roble y discutiendo si la carga se sostendría o noen los trineos durante el trayecto,

Después nuestro proyecto era discutido en el ComitéEjecutivo Provincial. Las autoridades llevaban bastantetiempo sin saber qué hacer con la finca tuve la oportunidadde describir la pobreza, la falta de perspectivas, elabandono de nuestra colonia.El presidente del Comité Ejecutivo Provincial resolvió:Necesitamos un dueño para la hacienda, y aquítenemos a unos dueños sin hacienda. Que se quedencon la finca.Tengo en mis manos la autorización para ocupar la finca delos Trepke, más unas sesenta desiatinas de tierra de laboranejas a ella y el presupuesto aprobado para los gastos dela reparación.

Kolomak, un riachuelo pequeño separaba nuestra colonia dela finca de los Trepke en abril representante muy respetablede los elementos naturales. Se desbordaba lento y tenaz, ydespués volvía con mayor lentitud aún a sus humildes riberasy dejaba a sus espaldas una nueva calamidad: un barrointransitable, por el que no podía pasar nadie.En abril Kalina Ivánovich comenzó a arar acontecimiento cayósobre nosotros de manera completamente imprevista.La comisión pasó una semana entre terribles tormentos: noestaba acostumbrada a tener en su poder una pruebamaterial tan incómoda como un caballo fue a lacomisión, Kalina Ivánovich -enterado de los tormentos y de latriste vida del caballo recluido en un patio pavimentado deguijarros.

las riendas del animal sin decir nada a nadie se lo trajo a lacolonia. Kalina Ivánovich fue recibido con gritos deentusiasmo y de asombro.Gud tomó en sus manos trémulas de emoción las riendasque le entregó Kalina Ivánovich en lo más hondo de sualma el sermón del viejo.¡Ten cuidado! Al caballo no hay que tratarle como ostratáis aquí vosotros. Es un animal, que no sabehablar y que no puede decir nada. Ya comprenderéisque no está en condiciones de quejarse. Pero, si lemolestas y te larga una coz en la cabezota. KalinaIvánovich trabajó con los muchachos en el cobertizo. Conayuda de martillos, de destornilladores, de simples trozosde hierro con ayuda de muchos discursos didácticos, logróconstruir diversos restos inútiles de la vieja colonia.

Nuevos colonos debilitó sensiblemente nuestra poco firmecolectividad, adquirimos el aspecto de una cueva demalhechores. Nuestros primeros educandos se habíanformalizado únicamente para las necesidades másimprescindibles.Cabe suponer queZadórov, Burún, Taraniets y los demás supieron comunicara los novatos la breve historia de los primeros días de lacolonia Gorki. Año 1921 no ofrecía nada de envidiablepara la vida en la calle. Los muchachos constituían, comotérmino medio, una amalgama de rasgos muy brillantesde carácter y un nivel bajísimo de cultura estabanacostumbrados a la suciedad y a los piojos en ellos unaactitud permanente, entre defensiva y amenazadora, deheroísmo primitivo.

Un domingo se embriagó Osadchi sentado en mihabitación, no cesaba de proferir tonterías de borrachoofendido. Días más tarde hubo nuevos casos deembriaguez en la colonia muchachos ebrios evitabanencontrarse conmigo; otros, arrepentidos de suborrachera, acudían, a mi entre lágrimas, charlaban por loscodos y me juraban afecto. En la propia colonia había casosfrecuentes de embriaguez entre los empleados y loscampesinos.Kalina Ivánovich, que no bebía nunca, empezó a gritarle:- ¿No comprendes, parásito, lo que significa el Poder soviético? ¿Crees que el Poder soviético existe para que tú te atiborres de samogón?

Los ascetas de la educación socialista eran cinco yoincluido. Al hablarse de ascetismo, no se tenía únicamenteen cuenta al personal de la colonia Gorki y por eso nosotrosconsiderábamos en nuestro fuero interno esas palabras comouna frase alada, imprescindible para el mantenimiento de lamoral de los trabajadores había mucho heroísmo en la vidasoviética y en la lucha revolucionaria, y nuestro trabajo eraexcesivamente modesto, tanto en sus expresiones como ensus éxitos. La participación de los educadores en el trabajoera una participación real, trabajaban en los talleres, en latala, en el campo y en la huerta, en la reparación. Gorkiproducía en nuestro medio una impresión muy fuerte, aunquede doble carácter.

Era más evidente que la vida en la primera colonia estaballena de dificultades para nosotros miradas se volvían conmás frecuencia a la segunda colonia, donde, a orillas delKolomak, los jardines florecían opulentos en primavera ybrillaba lustrosa la grasienta tierra negra.La reparación de la segunda colonia avanzaba conextraordinaria lentitud. carpinteros, cobraban una miseriapor su trabajo, eran capaces de construir jatas aldeanas. Loscolonos iban todos los días a la segunda colonia. Durante elverano, unos diez muchachos, alojados en chozas, trabajaronen el jardín y enviaron a la primera colonia carros enteros demanzanas y de peras.

El desarrollo de nuestra hacienda seguía un camino lleno demilagros y de sufrimientos. AntónBrátchenko, extraordinariamente aficionado a toda clase delucha, sabía mantener un duelo verbal con cualquierenemigo. disponía de una reserva considerable depalabrotas, comparaciones ofensivas y recursos mímicos.Extraordinariamente sociable, había aprendido a leer En lacolonia no robó nunca nada y le gustaba defender la verdad.Su desarrollo, Antón dejaba atrás a muchos colonos. Hablabaun correcto lenguaje urbano, en el que sólo por presunciónintercalaba algún que otro ucranismo. El invierno de 1922trajo días difíciles El campo de avena sembrado por KalinaIvánovich en un terreno arenoso y sin abonar casi no nosprodujo grano ni paja. En enero se nos acabó el forraje.

El invierno y en la primavera de 1922 hubo terriblesexplosiones en la colonia Gorki,sucedíanse casi sininterrupción, eran días de auge tanto de nuestra economíacomo de nuestra salud. En otoño nos fue enviado el primerhebreo; después llegaron varios más. Los colonos reciénllegados eran antisemitas simplemente porque hallaban enlos judíos víctimas inofensivas para el desahogo de susinstintos de granuja.

El primer judío se llamaba Ostromújov.Ostromújov empezó a ser maltratado con motivoy sin motivo se burlaban de él a cada paso, lequitaban un buen cinturón o unos zapatos enperfecto uso y le daban, a cambio, algo que noservía para nada previamente se atemorizaba detal modo a los judíos, que ni se atrevían aquejarse.

No sabíamos a dónde se había marchado Osadchi decían quese había ido a Tashkent, porque allí todo estaba barato y sepodía vivir alegremente no podía rehacerme después delnuevo derrumbamiento pedagógico. Los colonos mefastidiaban con sus preguntas sobre si sabía algo de Osadchi.Me indignaba la técnica pedagógica, tan mal organizada, y meindignaba también mi impotencia técnica. Sobre nuestracabeza se abatió un nuevo escándalo, una apacible noche deinvierno, un grupo de colonos, incluido Osadchi, riñó con losmozos de Pirogovka. La riña degeneró en pelea. El combateterminó a nuestro favor. Los mozos fueron desplazados dellugar en que solían reunirse con las mozas

Nos permite conocer la gestación del procesorevolucionario dela Unión Soviética en el campo.En un centro-comuna, fundado para que allíjóvenes delincuentesencuentren caminos de desarrollo distintos a los yatrazados haciaun infierno seguro. La oposición campo-ciudad muyprofunda,un resentimiento entre rusos e ucranianos y cómoestá creando,desde abajo, el germen del Estado burocráticoautoritario.

Se involucraba en los proyectos y obras de suseducandos, asegurando un vínculo que iba muchomás allá de la relación alumno-maestro, pues nosólo buscaba instruir sino formar individuos . Nospermite imaginar sin dificultad, qué tipo derelaciones se establecían entre las personas delmedio rural en los inicios de la Unión Soviética. Losbárbaros citadinos, indirectamente les ayudan acomprender lo que no es poca cosa qué significaatender una granja, y a percibir ese cariño sentidopor los colonos hacia la tierra y los animales.