Poema La Gran Miseria Humana

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LA GRAN MISERIA HUMANAUna noche de misterio, estando el mundo dormido buscando un amor perdido, pas por el cementerio desde su azul hemisferio, la luna su luz pona, sobre la Gran Muralla fra, de la Necrpolis Santa, en donde a los muertos canta, el bho su triste elega. La luna sus limpideces, a las tumbas ofreca, y pulsaba el aura umbra, el arpa de los cipreses Y aquellas lobregueces, de mi corazn hermanas, me inspiraron y con ganas de interrogar a la Parca entr a la Glacial Comarca de las Miserias Humanas Acompaado de un cierzo los difuntos visit y en cada tumba dej una lgrima y un verso Estaba all de perverso, entre seres no ofensivos? Fui a perturbar los cautivos, en sus sepulcros desiertos? Pues no, fui a visitar a los muertos, por tener miedo a los vivos. La noche estaba muy bella, y el aire muy sonoro,

y una dalia de oro, semejaba cada estrella Sent vacilar mis pies, en tan lgubre mansin, me sent en un panten, con la lira en una mano, y como un revuelto ocano temblaba mi corazn Bajo de un ciprs sombro, y verde cual la esperanza con su fnebre acechanza estaba un crneo vaco, Y sent pavor y fro, al mirar la calavera, parecindome en su esfera, que se rea de m, y yo de ella me rea, al verla calva y tan fiera. Dime hermana calavera, Qu hiciste la carne aqulla, que te dio hermosura bella, cual lirio de primavera? Qu se hizo tu cabellera, tan frgil y tan liviana, dorada cual la maana, de la aurora al nacimiento? dime, qu se hizo tu pensamiento? Responde, Miseria Humana Calavera sin antojos, dime qu hiciste tus ojos, con que mataste de hinojos, a idlicos corazones? aqu donde no hay tropel,

calavera sin resabios, dime qu se hicieron tus labios, tan rojos como el clavel? Y dulces como la miel, de la Campia Romana, esos tus labios de grana, llenos de pasin medida, qu se hicieron en la vida? Responde, Miseria Humana. Calavera a quien feliz, besa la luna de plata, porqu te encuentras ata, si era larga tu nariz? Dnde est la masa gris, de tu cerebro pensante? dnde en bello semblante, y mejilla sonrojada, a veces en noche helada, quiso robarse un amante. Aqu donde todo es calma, contesta, crneo vaco, qu se hizo tu podero, y el placer de tu alma?

Qu fue de tu aurina palma, que te dio el amor un da, tu altivez, tu bizarra, tus sonrisas que mintieron dime dime que se hicieron? Oh, calavera sombra A mis interrogaciones el crneo blanco callaba,

mientras la luna alumbraba sarcfagos y panteones Y dije sin aflicciones, si eres el crneo de aqulla que en la vida sin querella me despreci con desdn, desprciame ahora tambin, eclipsa otra vez mi estrella Aqu en esta soledad, donde solo cruza el cocuyo, qu se hizo tu orgullo, tu amor y tu vanidad? Qu se hizo tu potestad, de persona soberana, tan dbil y tan galana? Responde, Miseria Humana Y de pronto dijo la calavera: Vanidad de vanidades solamente son tus galas, Oh, mariposa sin alas, llorad a tus liviandades Las ticas realidades, realidades que te circundan, con profundo marasmo, donde infecundo es el amor, aqu es donde terminan las vanidades del mundo Aqu en este Camposanto se terminan los amores, el podero y el encanto, las alegras y los dolores, secan los ojos el llanto, y el mundo vivo suspira

Aqu no llega la ira, de la muchedumbre inquieta, aqu se termina el poeta, y se enmudece la lira

En este mundo idealista, de egosmo y de censura, tan slo la sepultura, es la que no es egosta Ella recibe humanista, al santo y al condenado, al pobre, al acaudalado, al perverso, al bueno, al caco y al honrado, al bruto y al ilustrado Al rodad el atad, y abrirse la sepultura, se igualan en lnea oscura, el crimen y la virtud Y en eterna laxitud queda todo movimiento lanza quejidos el viento, y la soledad aterra, y ruedan sobre la tierra crneos sin pensamiento Aqu en este Camposanto, termina del vate el canto, del msico su sonido, y el cerebro se consume Aqu qued el sofoco, y slo queda el recuerdo, aqu tanto vale un cuerdo como lo que vale un loco.

Todo corazn se aterra al llegar a esta Mansin, viendo cavar el cajn, que se comer la tierra Cuando una tumba se cierra, el alma gime asustada, y esta humana bandada, que a otros vienen a enterrar, maana en este lugar, sern polvo y sern nada En esta Mansin Glacial, donde el fatuo refleja, se pudre la carne vieja, como la carne jovial, Aqu el necio se hace igual al urbano de ilustrada sociedad civilizada y aqu la Diosa Riqueza, es igual a la pobreza, todo aqu es polvo y es nada Y deca la calavera: Aqu en este erial, donde sucumbir es ley, el esqueleto de un Rey, al de un esclavo es igual Aqu con este toque funeral, de la sonora campana, queda la cabeza cana, como la de un negro pelo, y ata donde recelosa, es la Calavera Humana Tan slo el dolor es fuerte, la vida es vano capullo,

yo vi acobardarse mi orgullo, bajo el peso de la muerte Llorar en estos desiertos, es una cosa muy vaga, porque el llanto nada paga, ni resucita a los muertos Que de paos recubiertos, est la loza fra, aqu en un ttrico da, cae el que peca y el que no peca, as haciendo horrible mueca, la calavera deca Aqu est la gran verdad, que sobre el orgullo pesa, aqu la gentil belleza, es igual a la fealdad Aqu acaba la maldad, y acaba tambin la bondad apreciada aqu la mujer casada, es igual a la soltera, me deca la calavera, con su voz apagada Como la primera estrella, o la flor del Tulipn, a quien las auroras dan, el roco que se delie, Aqu el que de m se re, de l maana se reirn Yo escuch aquella cosa y todo lleno de espanto sal de aquel Camposanto como veloz mariposa La luna pura y radiosa

verta su lumbre fugaz y la calavera audaz dijo al mirarme correr Aqu tienes que volver, y calavera sers Ante razn tan sentida, sent por el cuerpo mo un extrao escalofro casi perdiendo la vida Llegu a mi celda cristiana meditando que maana, por firme ley de la parca debo habitar la comarca de la Gran Miseria Humana.

Gregorio Escorcia Gravini