Poder Vivir Nº9

El Sistema Masivo de Revistas del Ministerio del Poder Popular para la Cultura está integrado por 8 revistas: A Plena Voz, Arte de Leer, Así Somos, La Revuelta, La Roca de Crear, Memorias de Venezuela, Poder Vivir y Se Mueve.

DirectoraRosa Elena Pérez Mendoza

Coordina ción del Sistema Ma sivode Revist a s de la CulturaJonathan Montilla

Super visión General de Diseño GráficoDileny Jiménez

Jefa de Reda cciónPatricia Protzel

Consejo EditorialIgnacio BarretoAntonio BarriosMaría Antonieta IzaguirreMarisela GuevaraMayrim MorenoRosa Elena Pérez MendozaPatricia ProtzelAugusto SenciónDiana Ovalles

Diseño GráficoCarina Falcone y Mónica Piscitelli

Dia grama doraCarina Falcone

Infografía sHarvey Herrera

Foto de Por t a daMayrim Moreno

FotógrafaMayrim Moreno

CorrecciónArlette Valenotti

Colabora doresMaría Elisa Al-CheikhLuis Alberto AnguloCésar AponteLeonardo BoffMarisol CalzadillaCarlos Castrejón María Centeno Ernesto ChapónLiliana CubillosNelly DíazJosé Domingo FloresLevanah GarcéLuis Britto GarcíaClodovaldo HernándezLuis Miguel LeybaMiguel Ángel MachadoÁngel MaduroAlejandra MancillaInés MolinaIván Hernández-Rojas “El Mochilero”Lilian Maa´DhoorGraciela PérezJoel Pino Jhony RinaldiAugusto SenciónHéctor TeránJulio César TovarMarianela TovarComité Olímpico VenezolanoAgencia Venezolana de NoticiasFrancis Zambrano

ImpresiónFundación Imprenta de la Cultura

Depósito Legalpp201102DC3780ISSN:2244-737760.000 ejemplares

La realidad que estamos construyendo fl orece digna gra-

cias a la conciencia que vamos alcanzando, gracias a un

cambio que opera de forma casi invisible pero que mu-

chas veces sentimos en cuerpo y alma. Hoy somos más dueños

de nuestro destino y nos alegra el prodigio de pertenecer a esta

tierra, a esta gente, a este modo de ser sencillo y diverso. Crecer

en colectivo es un proceso complejo, pero posible; nosotros lo

hemos logrado con alegría, enfrentando peligros y superando

difi cultades, deteniéndonos un poco para sopesar lo obtenido,

maravillándonos. De forma que nuestra estima está fortalecida

y así sentimos un recodo del espíritu recobrado para siempre.Esta plenitud irradiada desde hace tiempo por los venezo-

lanos ha sido reconocida por distintos estudios y publicacio-nes nacionales e internacionales. Poder Vivir se ocupa en esta ocasión de ese genuino goce que prospera en nuestro ser y que cada vez nos compromete a hacer más patente el modelo de sociedad socialista que estamos construyendo. Así, en este número traemos artículos donde se hacen consideraciones so-bre la felicidad; textos que plantean celebraciones jocosas y refl exivas en torno al modo amoroso de encontrarnos o desen-contrarnos los venezolanos; un testimonio sobre el regocijo que da pertenecer a este colectivo nacional; recordatorios sobre cómo multiplicar y conservar la dicha, cómo replantear el mo-delo de sociedad consumista y cómo ampliar la conciencia pla-netaria para solucionar los desequilibrios hasta ahora creados. También incorporamos materiales alusivos a la satisfacción que hoy sentimos en materia educativa, alimentaria, de salud, de vivienda, de transporte y en cuanto a la reducción de la po-breza; así como también incluimos un recordatorio –escrito por Luis Britto García– del estado en que se hallaban estas áreas en la Venezuela puntofi jista. Por otra parte, quisimos conocer la opinión que la gente común tiene sobre su felicidad abordán-dolos sorpresivamente en la vía pública. Por último, agregamos una infografía titulada “Satisfacción personal y percepción so-cial de la felicidad” donde mostramos algunos datos del estudio realizado en 2011 por GIS XXI e incluimos un texto que refi ere el estudio elaborado por la NEF con los gráfi cos que expresan los niveles de felicidad de la población mundial.

Esperamos que la alegría siga viva y fecunda.

viva y fecundaAlegría

poder vivir 9 cs5.indd 1 09/11/12 14:38

lo dicho lo hecho

*Envíanos un dicho, refrán o expresión popular aplicado a un hecho a la siguiente dirección: [email protected]

mochilero por atajos y veredas

Oído al tambor...

¡Entren, que caben cien!

La felicidad tiene alma gemela.

Camarón que se duerme se lo lleva la corriente.

“Manos arriba, esto es un contrato”. Lema de los indignados españoles.

Miranda nos mira.

Con las pilas puestas.

Se juntaron el pan y las ganas de comer.

En la patria de Bolívar se escucha con fuerza un clamor que resuena en el planeta: otro mundo es posible. ¡Viva Venezuela socialista!

Es el sentimiento de participación colectiva que nos anima. Nos sumamos a construir esta nueva etapa de profundiza-ción del socialismo.

Compartir es la esencia de todo bienestar humano; sintamos la felicidad de participar en la vida en común del pueblo.

Alerta pueblos hermanos, ante el espionaje de Estados Uni-dos en internet, evidenciado en el caso de Julian Assange.

Esto es lo que parecen decir los empresarios burgueses a los jóvenes profesionales a la hora de contratarlos en los traba-jos a corto plazo, mal pagados y sin beneficios sociales en Europa.

Desde la órbita espacial, honramos el sueño universal de Francisco de Miranda con el satélite que lleva su nombre bri-llando en el espacio.

A movilizarnos todos el 16 de diciembre para consolidar la victoria obtenida el 7-O.

Decimos a propósito del acierto que fue reunir una Librería del Sur y un Café Venezuela en una de las acogedoras terra-zas de la Biblioteca Nacional.


sumario

12

E.P.V.

editorial

lo dicho / lo hecho

pica y repica

Iluminaciones

la buena nota

sabor nuestro

7

8

4

comuna sustentable

cuerpo, luego existo

todo tiene su ciencia

58

60

59

*Envíanos un dicho, refrán o expresión popular aplicado a un hecho a la siguiente dirección: [email protected]

El patiquínErnesto Chapón

El cacaoInés Molina

10 La felicidad a la vuelta de la esquinaIgnacio Barreto

mochilero por atajos y veredas

12 Campamento Matiyure Hato-Cedral en el Alto ApureIván Hernández-Rojas

Lombricultivo en casa Levanah Garcé

Sentir el ahoraMaría Elisa Al-Cheikh

La química de la felicidadNelly Díaz / César Aponte

51

saber aprender

27

29

32

40

43

45

saber sentir

17

14

21

22

24

Oro en política deportivaJulio César Tovar

El pueblo sonríe y opinaJoel Pino

Satisfacción personal y percepción social de la felicidadE.P.V/Harvey Herrera

La Revolución Bolivariana llegó a ComayaguaAugusto Sención

El placer de la vidaRamón Elías Pérez

Venezuela es feliz y amigadel planetaNelly Díaz/ César Aponte

¿Éramos felices y no lo sabíamos?Luis Britto García

Cuentos de amor de hombres G y mujeres M Clodovaldo Hernández

Apuesta por ser felizLiliana Cubillos

Besos virtuales son los que quiere tu bocaMarisela Guevara

La felicidad desechableMarianela Tovar

Compartir es fuente de dichaEquipo Poder Vivir

saber vivir

saber compartirsi de comer se trata 61 A favor de una cultura

alimentaria bolivarianaEVAN /Misión Alimentación

instantánea 62 Vera Linares y su Majarete Sound Machine Miguel Ángel Machado

37 La alegría de vivir en laVenezuela revolucionariaAugusto Sención

saber jugar 63 Palabras responsablesLilian Maa’Dhoor

48 La honra de ser venezolanaRosa Elena Pérez Mendoza

saber habitar

54 Venezuela letrada y libreFrancis Zambrano Espinoza

34 La óptica de la revolucióncósmica nos devuelve speranzaLeonardo Boff


pica y repica nov-dic 20124

Humor con Humor se paga

Nada como el humor para deleitar la inteligencia y la sensibilidad. Por eso recomendamos este libro que reúne

11 figuras de nuestro medio intelectual, y que tiene su antecedente en el conocido Contragolpe del Humor, publicado como res-puesta al clima nacional del golpe de 2002. Ahora, se sumaron nuevos escritores y ar-tistas que con agudeza caricaturizan diver-sos aspectos de la actualidad. Participaron en esta publicación del Correo del Orinoco: Carola Chávez, Earle Herrera, Iván Lira, Augusto Hernández, Luis Britto García, Omar Cruz, Roberto Hernández Montoya, Clodovaldo Hernández, Régulo Pérez, William Osuna y Roberto Malaver. Este compendio del humor venezolano contemporáneo es un li-bro para reír y reflexionar.

Sabaneta cuentacon su Librería del Sur

En Sabaneta se inauguró la primera li-brería del lugar. Ubicada en el Centro Cultural Eduardo Alí Rangel, esta nueva

Librería del Sur invita a leer y dejarse tentar por los títulos que allí se ofrecen. También se pueden adquirir producciones discográ-ficas del Centro Nacional del Disco (CENDIS) y la gama audiovisual de Amazonia Films, a precios increíbles. Además, se encuentran gratuitamente las publicaciones del Sistema Masivo de Revistas con sus diversos temas de actualidad. Ahora Barinas cuenta con tres sedes de la Red de Librerías: una, en el Museo de la Cultura de Los Llanos, en la capital; otra, en la sede del Consejo Municipal de Socopó y ahora esta en Sabaneta. La cultura pica y se extiende en su afán por promocionar el libro venezolano, latinoamericano y del caribe en nuestras tierras.


nov-dic 2012 pica y repica 5

Eco-tienda Artigas

Es tiempo de diferenciar entre consumir y ser consumista. Todos los seres vivos consumimos aire y agua y, a ello, los

seres humanos le sumamos ropa, calzado y tantas otras cosas que usamos en la vida diaria. No obstante, cuando nos convertimos en acumuladores de objetos prescindibles generamos problemas al planeta. Resulta que cada vez hay más personas conscientes

Internet inalámbrica y gratuita en la Biblioteca Nacional

Ahora la BN ofrece conexión gratuita a Internet con un ancho de cuatro megas de bps (bips por segundo) y sus usuarios

están felices. El servicio ha sido incorporado a la Sala de la Colección Bibliográfica para que los visitantes puedan revisar el catálogo digital en sus computadoras, mientras con-sultan los libros en la sala de su interés. Esta conexión Wi-Fi permite revisar el portal web de la institución, www.bnv.gob.ve, para conocer el catálogo digital, el portal Bicentenario, la Sala Andrés Bello y otros enlaces de interés. La institución fue seleccionada por Cantv para desarrollar esta prueba que apunta a evaluar la necesidad del servicio, midiendo la cantidad de personas que se conectan diaria-mente durante tres meses.

que hacen del consumo algo racional; en esa onda anda Eco-tienda Artigas –ubicada en Urb. Arvelo, calle Simón Bolívar, casa N° 65. Artigas, San Martín, Caracas– donde hay ar-tículos de segunda mano que se reutilizan. El reciclaje favorece una economía social y so-lidaria, así que aprovecha esta alternativa. Comunícate por el 0212-4518603 o el correo [email protected].


pica y repica nov-dic 20126

Descubre el mural de Amalivaca

Ahora podemos detenernos a admirar el hermoso mu-ral Amalivaca. César Rengifo estaría feliz al ver su obra integrada al corazón de la ciudad y para el dis-

frute de la vida del pueblo, en torno a la plaza Diego Ibarra. El mosaico abarca 30 metros de largo que representan el mito de la creación del mundo, según la tradición oral de los tamanacos. Este muestra al Dios Amalivaca, creador de la humanidad, del viento y del río Orinoco y a nuestros pue-blos originarios conviviendo en armonía con la naturaleza. El mural se encuentra bajo las torres de El Silencio en el ter-minal urbano Río Tuy, donde se trasladan a diario más de 20 mil personas desde el centro de la capital a diversos desti-nos. Obsequiémonos la felicidad de contemplarlo.

El poder del ahora

A la mayoría de las personas nos ocurre que nuestra mente trabaja sin descanso, con pensamientos que rebotan entre el pasado y el futuro impidiéndonos vi-

vir en el ahora. Este hábito es un obstáculo para construir la paz interior que muchos anhelamos para sentirnos felices, pero no sabemos cómo alcanzarla. En este libro, Eckhart Tolle nos transmite, desde su vivencia y conocimiento de las tradiciones espirituales, cómo podemos liberarnos del sufrimiento, la anisiedad y la neurosis si comprendemos el funcionamiento de nuestra mente. Una lectura constructiva que recomendamos por su sencillez y efectividad.

Ruta nocturna de los museos

Hemos ganado espacios de disfrute con actividades atractivas hasta la media noche. Hay que seguir la ruta nocturna de los museos caraqueños que

aparece en la página www.mincultura.gob.ve. Se la pasa de lo mejor recorriendo las salas de los museos adyacen-tes al eje del Buen Vivir como la Galería de Arte Nacional, el Museo de Bellas Artes, Museo de Arte Contemporáneo, Museo de Ciencias, Unearte, Plaza Armando Reverón, Plaza de los Museos y Teatro Teresa Carreño. A lo largo del trayecto, la gente disfruta de los videos, presentaciones de Dj’s, títeres para adultos, artesanías, música y, claro, las ex-posiciones. El 30 de noviembre habrá ruta ecosocialista.


nov-dic 2012 iluminaciones 7

Foto

: Car

los C

astr

ejón

.

Artemio vio a la niña que pasaba y, debajo de su mostacho, se dibujó una gran sonrisa.

Ella respondió con igual gesto y se acercó al hombre, “¡Hola!”, dijo. “¡Hola, bella damita!”,

respondió él. “¿Cómo te llamas?” preguntó ella. “Artemio Manosalva”, dijo el hombre con voz

divertida.

La pequeña, con cara de asombro, volvió a preguntar: “¿Manolsalva?”. “Sí, es mi apellido”,

dijo él. “Mmm, ¿qué haces ahí parado?”, curioseó aún más. “Espero”, lanzó Manosalva. “¿Qué

esperas?”, indagó otra vez la niña. “Que la gente entre a mi tienda”.

La niña miró curiosa la vidriera llena de imágenes religiosas detrás del hombre y volvió a

preguntar: “¿Y qué vendes?”. “Anhelos”, dijo el hombre con poco entusiasmo.

La niña observó la vidriera detenidamente durante un rato y, luego, con cara de haber

entendido, concluyó: “¡Ya sé qué vendes!”

Esa noche, en casa, Ana le contaba a su mamá: “¿Sabes a quién conocí, mami?”. “¿A quién?”, le

preguntó ella. “A Artemio Manosalva, un señor que le vende alegría a quien la necesita”.

Ernesto Chapón

El patiquín


sabor nuestro nov-dic 20128

Mi abuelita decía: “A mí me gustan las cuentas claras y el chocolate espeso”, para hacer referencia a la

honestidad que hay que tener en las gran-des y en las pequeñas cosas. ¡Cuánta razón tenía! Por su parte, el chocolate tiene una historia que te la cuento rapidito. El cacao, o como se denomina por su nombre científico, Theobroma cacao, es uno de los árboles em-blemáticos originarios de nuestra América, del cual sale el fruto con que se fabrica el chocolate. No es lo mismo cacao que cho-colate, pues el cacao es amargo, contiene theobromina, un estimulante que lo hace parecido al café, y no viene mezclado con ha-rina y azúcar como el chocolate. El cacao es muy sano y bueno para reanimar a las per-sonas tristes, decaídas y cansadas, pues les saca el frío del cuerpo y las tristezas a los afligidos. Eso lo sabían nuestros ancestros de las civilizaciones originarias, quienes usaron el cacao para brindarle la bienve-nida a los recién llegados del mar, los espa-ñoles. Dicen que el cacao era usado como moneda por los pobladores originarios, sin embargo, no fue exactamente así, pues era una carga valiosa para hacer trueque entre

los pueblos. En Venezuela, fue tan próspe-ro el negocio de venderlo, que a los hacen-dados que lo exportaban los llamaban los “Grandes Cacaos”.

Podemos distinguir el cacao del choco-late por el porcentaje de azúcar, harina y leche que este último contiene. El cacao puro solo se consigue con los artesanos, en las puertas de las haciendas y, el fabricado, en nuestras chocolateras nacionales.

El chocolate en polvo y en tableta para taza es usado para preparar bebidas frías o calientes. También existe la barra de cho-colate especial para repostería. Todavía se conserva la tradición de tomar chocolate caliente en los funerales, velorios y novena-rios, para recordar al difunto y reconfortar a los familiares. Es sabroso acompañar los días fríos o de lluvia con una buena taza de esta bebida espesita y caliente. En el Waraira Repano, Lomas de Cubiro, El Junquito y los Andes venezolanos se acostumbra consentir el paladar y el corazón con esta bebida en la buena compañía de familiares y amigos. Para despedirme, aquí les dejo la receta de chocolate caliente y galletas que preparaba mi abuelita, caraqueña de pura cepa.

Inés [email protected]: Mayrim Moreno


nov-dic 2012 sabor nuestro 9

Ingredientes:2 cucharadas de maicena disueltas en una taza de agua2 tabletas de chocolate de taza2 litros de leche1 cucharada de azúcar (opcional)1 pizquita de sal (opcional)Canela en polvo (opcional)

Preparación:1. Se coloca la leche con el azúcar y el punto de sal en una paila gruesa a fuego lento.2. Cuando empieza a calentar, sin hervir, se coloca el chocolate en trozos y se revuelve conun molinillo o una paleta de madera hasta disolverlo bien.3. Se baja un poco la llama y se le agrega maicena disuelta en agua.4. Se cocina hasta espesar el chocolate y se apaga el fuego. 5. Se bate con fuerza para hacer espuma y se sirve de inmediato con un toquede canela espolvoreada.

Ingredientes:2 tazas de harina de trigo2 cucharadas de mantequilla2 cucharaditas de chocolate amargo en polvo 1 huevo1/4 taza de leche 1 cucharada de azúcar

Preparación:1. Se mezclan con una paleta de madera y en un envase la mantequilla y el azúcar.2. Se agrega la harina y, luego, se mezcla el huevo.3. Se incorpora poco a poco la leche hasta formar una masa. 4. Se agrega el chocolate y se mezcla bien para que toda la masa quede coloreaday uniforme. 5. Se engrasa y enharina una tortera o una bandeja metálica de hornear.6. Se coloca una cucharada de masa para cada galleta, de modo que queden separadas. 7. Se mete la bandeja al horno precalentado a 180º por 5 minutos.8. Se sacan y se dejan enfriar. 9. Una vez frías, se guardan en bolsitas de papel celofán.

Chocolate caliente (para ocho tazas)

Galletas de chocolate


la buena nota nov-dic 201210

La felicidad a la vueltade la esquina

Ignacio [email protected]: Graciela Pérez

A mi padre le agradezco el amor al mar. Es inevitable evocar mis días de infancia bajando a La Guaira con las expectativas de una nueva aventura marina sin recordar la historia de su primer encuentro con aguas del Caribe. Nacido en un caserío del estado Lara que

llevaba por nombre El Salvaje, mi padre fue enviado por su hermano mayor a Caracas para continuar sus estudios en el legendario Liceo Fermín Toro. En esos tiempos, la única vía para llegar a la capital era cruzando la Cordillera de la Costa, vía El Palito. Emocionado, nos descri-bía su asombro al recibir con ojos de explorador las imágenes de aquella “aguazón” que se abría infi nita del otro lado de la montaña. Fue amor a primera vista. Por eso, no había mejor plan para el fi n de semana con mi padre que un día en la playa. Allí, él volvía a ser desvergon-zadamente niño junto a sus hijos. Para nosotros, era como una especie de Neptuno criollo enseñando a sus tritones a descubrir la maravillosa sensación del nado en agua salada. La felicidad era eso: mi padre, el mar y, de paso, era domingo.

A mi madre, por su parte, le agradezco, así como a mi tía Pilar, el amor a la música. Pilar, que había sido estrella infantil y juvenil de la Radiodifusora Venezuela a fi nales de los cuarenta y durante los primeros años de la dictadura, asumió las riendas de mi educación musical, cuatro en mano, y con un repertorio venezolano. Mi madre, en cambio, nunca se dedicó profesional-mente al canto, a pesar de tener una de las voces más diáfanas y cálidas que he escuchado a lo largo de mi vida. Prefi rió dedicarse a la pediatría, que es como especializarse en canciones de cuna, rondas y retahílas y, posteriormente, ya crecidos sus dos vástagos, pudo también derro-char su talento en el ámbito coral. Ellas son las culpables de que cada tarde, al salir del kínder de la Unidad Educativa Gran Colombia, llegara a la ofi cina de la dirección, donde mi tía trabajaba


11octubre 2012 la buena nota

La felicidad a la vueltade la esquina

como secretaria, y pasara el resto de la tarde atormentando a sus compañeras de labores con un set interminable de canciones. La música era como el hogar: envuelto en ella, sentía el abrazo de mi madre. Es la felicidad que llega al alma a través de cantos y rasgueos.

Por mi padre, mi madre y mi tía, también me viene el amor a los libros y la lectura, así como “esa necedad de vivir sin tener precio y de ser, a la zurda, más que diestro”, como dice el impres-cindible Silvio Rodríguez. De mi padre heredo la militancia comunista, la persistencia y el com-promiso. De mi madre y mi tía, el sentimiento y la sensibilidad. Libros y compromiso político se entremezclaban en una biblioteca donde felizmente convivían Agatha Christie, Julio Cortázar y Carlos Marx, codo a codo, con Aquiles Nazoa, Julio Garmendia y Ludovico Silva. Recuerdo como mi primera indignación el día en que mi maestra del segundo grado, cubana anticastrista, en el Instituto Educacional Altamira, provocó el llanto de mi compañera de clase Yanira Lovera, hija de Alberto Lovera, al decirle que “quién le mandaba a su papá a ser comunista” y que por eso era que lo habían asesinado y, por lo tanto, era su culpa que ella no pudiera celebrar, como los demás, el día del padre. Ese día temí por mi padre y casi salgo corriendo en busca de mi disfraz de zorro para marcarle la Z a la maestra en la frente en nombre de las lágrimas de Yanira y de todos los papás comunistas del mundo.

Los domingos de playa se resolvían llevando apenas lo necesario para instalarnos en alguna sombra del balneario de Naiguatá; las veladas musicales, a punta de gañote y un cua-tro que atesoraba mi tía desde los tiempos de sus éxitos infantiles. La lectura la disfrutábamos con libros que nos pasábamos de mano en mano rindiéndolos como los panes y los peces del

milagro cristiano. Los ideales no requerían de una tarjeta de crédito. Barata nos salía la felicidad en familia. Y hasta el sol de hoy.


mochilero por atajos y veredas nov-dic201212

Campamento Matiyure-HatoCedral en el Alto Apure

Fotos y textos: Iván Hernández-Rojas “El Mochilero”[email protected]

Nos adentramos, esta vez, en el llano venezolano, esa extensa geografía surcada por numerosos ríos que con-

forman la cuenca del Orinoco. Allí, la natura-leza es pródiga en variedad de fl ora y fauna, y su gente es auténtica. El campamento Matiyure-Hato Cedral fue un albergue excep-cional que nos brindó la ocasión de apreciar el mundo del hombre a caballo y dedicado a la ganadería desde hace más de 400 años.

Campamento Matiyure: este es uno de los mayores reservorios de fauna silvestre en América del Sur, luego de decretarse la veda de caza y pesca y de incorporar la práctica agroecológica; también es uno de los mejores puntos para el turismo de eco-aventura, admi-nistrado por la Empresa Socialista Ganadera Agroecológica Bravos de Apure -ESGA- Hato El Cedral. Posee hermosas cabañas y un caney

donde, de noche, la música y el baile de joropo amenizan la velada. Garzas y tautacos anidan en las copas de los árboles y, cerca, garceros con enormes nidos de garzones hacen sonar sus picos creando una atmósfera sin igual. Muy próximos se encuentran los caimanes de seis metros, Luis y Carmencita, mascotas del campamento que son el encanto de los niños.

Excursión terrestre: nuestro guía fue Víctor Delgado, quien tiene 50 años de experiencia en la zona. Iniciamos el recorrido a Mata ‘e caña encaramados en un camión que reco-rrió tremedales y llanuras inundadas. Cada tanto, a los lados de la vía, vimos lagunas rectangulares o abrevaderos llamados prés-tamos. Observamos infi nidad de aves: tiga-nas, gavilanes pita venao, gallitos laguneros, güiriríes, turpiales, jacanas, garzas paleta y el mimético potú. Vimos termiteros, tortugas,

Acogedoras cabañas reciben a los visitantes.


nov-dic 2012 mochilero por atajos y veredas 13

venados albinos y chigüires –los roedores más grandes del mundo– en manadas con sus crías, además de rebaños de ganado ubica-dos en los potreros de este gigantesco hato. Al atardecer, nos deleitamos con el paso de una bandada de corocoras coloradas y con el olor del mastranto.

Excursión acuática por el río Matiyure y el caño Caicara: tras el lucero del alba, ama-necimos en medio de la sabana inundada contemplando aves como las chenchenas, los caricaris encrespaos y el vaco, así como iguanas, osos meleros, araguatos, caimanes y babos. Un gran espectáculo nos ofreció el guía al rellenar una piraña de bora para que flotara y así hacer que el gavilán colorao la atrapara como cebo. Además, al colocar carne en una rama, conseguimos ver al águila negra y a los caimanes, que saltaban por las carnadas. De ñapa, pudimos observar una huidiza tonina o delfín de río.

Bajo el cielo llanero, conocimos el sol de los venados en los atardeceres. Los espejos de agua de los humedales reflejaron el paisaje de lo infinito. Fue una experiencia única desde que pisamos el hato, atendido por gente sen-cilla, hasta que partimos, llevando con noso-tros el sabor del café que a toda hora nos obsequiaron.

Contactos: 0416 502 27 57 / 0212 782 66 67 [email protected] www.hatoelcedral.com.veCaimán merendando un bocao.

Paisaje y fauna llanera en todo su esplendor.


saber sentir nov-dic 201214

Apuesta por ser feliz

Liliana [email protected]: Luis Alberto Angulo

Al hablar de felicidad surgen ciertas interrogantes: ¿qué es?, ¿cómo encontrarla?, ¿varía según las edades? Algunas consideraciones sobre esto pueden ayudarnos a cultivar aún más el deleite de vivir.


nov-dic 2012 saber sentir 15

Definir el concepto de felicidad nos re-sulta una misión casi imposible. El ser humano siempre la ha buscado como

una meta o un fin, como un estado de bienes-tar ideal y permanente al que llegar. Sin em-bargo, parece ser que la felicidad se compone de pequeños momentos, de detalles vividos en la cotidianidad y, posiblemente, su carac-terística más resaltante sea la capacidad de ir y venir, a lo largo de todo el ciclo vital. Así, vemos cómo un niño de meses sonríe a carca-jadas mientras su madre le hace cosquillas; un niño de 5 años salta y salta sin parar, ade-más de aplaudir, frente al tren de juguete que ve correr por la ferrovía. Un adolescente grita ¡yeah, yeah!, frente al guiño de ojo de su ena-morada; un joven llora de felicidad al recibir su diploma de graduación; una madre ríe al ver a su hijo caminar sin ayuda; un padre in-flama su pecho al ver a su hijo meter un gol; dos ancianos ríen a carcajadas cuando des-cubren que sus arrugas no les impiden hacer-se arrumacos.

Los ejemplos arriba mencionados nos muestran cómo las personas podemos ser felices por distintos motivos. De modo que podemos decir que la felicidad va a depender de la percepción que tenga cada ser humano frente a determinados hechos o situaciones. Además, muchas veces pensamos que algo nos va a satisfacer plenamente, pero, una vez que lo obtenemos, nos damos cuenta de que no es así.

La felicidad es un sentimiento incompleto, ya que el bienestar viene después de haber logrado el propósito perseguido. Sin embargo, es un sentimiento que todo ser humano quiere alcanzar, de modo que surgirán otras metas por las qué luchar y esforzarse para volver a conseguir la felicidad.

Ésta, además de ser vista como un sen-timiento, como un fin, como un estado pro-longado de placer, también es considerada como una emoción positiva que contribuirá a la solución de problemas relacionados con la

supervivencia, como el desarrollo del primer vínculo amoroso que forma todo ser humano y que, generalmente, lo establece con su madre. Sus gestos de satisfacción, sus sonrisas, sus gorgoritos le permitirán saber a la madre que está cubriendo las necesidades de seguridad y protección de su hijo, lo que también le dará gusto a ella y le incrementará su autoestima.

Los más escépticos, al dudar de la exis-tencia de la felicidad, posiblemente dejan de mirar un paisaje que produce gozo, no disfru-tan de la compañía que tienen al lado, dejan pasar por delante a la persona de sus sueños, no identifican las invitaciones para el disfrute de ratos de ocio. De esos no hablaremos, pues, posiblemente sean los mismos que la ven como un proceso prolongado de bienestar o porque su incredulidad sea precisamente lo que les genera dicha.

Un aspecto que crea mucha polémica es saber dónde buscarla, si en acontecimientos externos y materiales o en nuestras propias disposiciones internas. La felicidad relativa hace mención a las cosas que están fuera de nosotros: los amigos y la familia, el ambiente, el tamaño de la casa, el modelo del carro, el último BlackBerry o el ingreso familiar. Si bien es cierto que estos bienes nos procuran placer, también es verdad que este no es permanente porque las condiciones externas, por lo gene-ral, cambian.

Toda persona tiene derecho a una vivienda digna, a un carro que le permita pasear, a tener medios tecnológicos que le faciliten la vida. Lo que sí es riesgoso, sobre todo en una sociedad como la nuestra, donde nos inculcan la relación “ser feliz es igual a tener objetos materiales”, es el consumismo compulsivo, producto de una permanente insatisfacción. Por ejemplo, somos felices por tener una casa más nueva o grande que la de los vecinos. Pero este sentimiento se convertirá en desdicha tan pronto como ellos empiecen a hacer nue-vas ampliaciones a la suya, debido a que se suma también la comparación con los demás.



Momentos de dicha más frecuentes y pro-longados parecieran encontrarse dentro de nosotros mismos. Significa no dejarnos derro-tar por las tristezas, mantenernos alegres sin importar lo que nos falte y dejarnos guiar por los valores que conforman nuestra identidad cultural.

Somos considerados una cultura colecti-vista donde inculcamos valores que sirven al grupo, subordinando las metas personales para preservar la integridad grupal, las rela-ciones armoniosas. Nos caracterizamos por valorar a las personas modestas y humildes, la seguridad, la armonía grupal. Cuidamos de nosotros mismos y de los demás. Valora-mos utilizar el tiempo de ocio en las reuniones familiares y con los juegos cooperativos. Con-solamos y protegemos a los otros. Todos estos valores prosociales son los que, en su mayoría, nos hacen un pueblo feliz.

La felicidad varía según las edades. Hasta los seis años de edad damos brincos, reímos a carcajadas y aplaudimos cuando nos sen-timos protegidos, cuidados y queridos, pero también cuando somos empáticos con los otros. Posteriormente, hasta la adolescencia,

La felicidad, tan necesaria y valorada por todos nosotros, está enclavada en

valores como amistad, cooperación, colaboración, ayuda, consuelo,

superación. Es necesario ir hacia su conquista. Esforcémonos por hacer

realidad nuestros sueños, pongámosle muchas ganas y alegría a lo que

hacemos, sonriamos a carcajadas ante la vida. Seamos constantes en lo que, en

principio, no logramos hacer bien. No podemos permitirnos morir en el intento.

manifestamos alegría por los logros académi-cos alcanzados, por lo orgullosos que se sien-ten nuestros padres por ello y por el éxito en las relaciones sociales. En la adolescencia, los momentos de satisfacción nos los propor-cionan el logro de una identidad personal, el sentido de pertenencia a un grupo etario, la aceptación de las chicas o chicos según la orientación sexual elegida. En la juventud, las relaciones amorosas y el alcance de una meta vocacional; en la adultez, mantener y proteger a las generaciones más jóvenes y, en la vejez, permanecer vivos y sanos, además de satisfe-chos por el logro de las metas cumplidas o la sabiduría ganada.

Para estimular la felicidad en nuestros hogares, la forma de crianza empleada por los padres es importante. Cuando en el ambiente hogareño se brindan afecto, cariño y apoyo mutuo entre los miembros, todo esto suele ser correspondido y los hijos que, por lo general están felices, muestran mayor auto-control, madurez y conductas prosociales. En particular, cuando se emplea más el tiempo en fomentar conductas positivas que en reprimir las negativas, se les está recompen-sando la conducta de ayuda y el interés por los demás, lo que le genera enorme satisfac-ción a todos los miembros de la familia, sin olvidar que un buen ejemplo de los padres, es esencial en la prosocialidad.

La amistad es fuente de alegría.

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Las historias de amor de los venezolanos y las venezolanas de estos tiempos, so-bre todo en Caracas y sus áreas de in-

fluencia semántica, son cuentos de güevones y maricas. ¡No!, no tiene que ver con indivi-duos poco avispados ni con las preferencias sexuales de la gente: es que a la hora de las confidencias románticas o eróticas, los diálo-gos siempre son así, más o menos:

-¡Marica, cáete pa’ trás, anoche Ramón por fin se decidió y nos dimos los besos!

-¿En serio, marica?-¡Sí, marica!O bien: -¡Güevón, el fin de semana me voy con

Sarita pa’ Puerto Píritu…-No te creo, güevón… ¿Y su mamá le va a dar

permiso?-¿Tú eres guevón? ¡No, vamos a inventar un

cuento ahí y tal, güevón!Así pues, aderezado a cada paso con estas

dos dudosas maneras de llamarse –despoja-das, eso sí, de su poder insultante-, la gente se cuenta su vida amorosa.

El desenfado es parte de nuestro estilo. Enamorarse, empatarse, arrejuntarse, tener un jujú en Venezuela no es tan difícil y esa parece ser una de las causas del alto índice de felicidad promedio que registran las encues-tas. Para los hombres, hay en circulación un mujerero loco, como suele decirse. Casi todas

Clodovaldo Herná[email protected]

Cuentos de amorde hombres G y mujeres MLa peculiar manera de contarse las confidencias es una prueba del desenfado y el espíritu dichoso que anima a nuestra gente, incluso en las rupturas, los cuernos y el despecho.

bellas por naturaleza y, para colmo, muchas de ellas mejoradas por los bisturíes y los polí-meros. Además, hasta las de menos recursos, se meten su pinta. Para las mujeres, hombres de todas clases, desde los típicos machotes criollos hasta los metrosexuales también afectos al quirófano y los implantes. Para el universo de la sexodiversidad, un abanico necesariamente multicolor y que, pese a nues-tro machismo secular, ha venido ganando espacios de respeto y tolerancia.

No todo es felicidad, claro. La violencia de género no es para estar orgullosos y, aunque se han creado mecanismos para frenarla, sigue existiendo un dique cultural. Muchas mujeres no se atreven a dar el paso de la denuncia. Por otro lado, y también en el plano



cultural, esa tendencia a vestir y calzar bien y a operarse esto, aquello y lo otro para verse mejor, acentúa la cosifi cación de la mujer, le impone “valores” físicos que terminan siendo antivalores.

Pero, en general, el asunto de encontrar (y conservar) pareja en Venezuela es un bonche. Tal vez sea por eso que una de las armas para la conquista es el baile. “Si no le metes a la salsa estás en desventaja frente a cualquier pendejo –dice Elio, un autopro-clamado experto en levantes-. Si no sabes

bailar, debes tener demasiada labia y algu-nas veces ni eso te sirve”. Por fortuna, para los torpes en la materia llegó el reggaeton, género para el cual basta dejar salir el perro (o la perra) que tenemos dentro.

Un amigo español recién llegado pre-guntó a quienes compartíamos unas cervezas con él “¿cómo esas mujeres impre-sionantes, con lolas postizas y siempre a la última moda, ligan con ustedes?”. Con una franqueza muy ibérica, nos soltó que los hombres venezolanos no estábamos

en materia estética ni lejanamente a la par de las mujeres que nos gastamos. “Bueno –esbozó una hipótesis uno de los contrahe-chos aludidos–. Ellas aspiran a un príncipe azul, pero como no hay sufi cientes, se empa-tan con lo que hay”.

Al margen de la injuria, no le falta razón al español (quien, dicho sea de paso, tam-poco es un Antonio Banderas… tal vez por eso le preocupaba el punto). Con frecuen-cia, escuchamos la pregunta: ¿qué le vio ese mujerón a un bicho tan feo? Algunas veces,

en especial en el mundo de la farándula, la respuesta es fácil: la plata. Pero, en otras, ni eso. Consultada discretamente una de esas supermujeres, desliza una clave: “Lo que hace caer la empalizada es un detalle tierno”. Dicho en tono de confi dencia, la cosa sería así:

–¡Marica, de pana y todo que tu novio Ricardo es horrendo!

–Sí, marica, pero el otro día, viendo una película, me agarró la mano y se le aguaron los ojos, ¡qué bello!

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Despechos dramáticosNo importa que seamos una sociedad

tecnológica 2.0, en materia de despechos seguimos inscritos en la vieja escuela latinoa-mericana. Perder la felicidad y la estabilidad de una pareja implica un drama que hay que gozárselo (¿quién nos entiende?). En otros tiempos, era menester terminar abrazados a una rockola tratando de cantar como Pedro Infante: “Me cansé de rogarle / me cansé de decirle que yo sin ella de pena muero”. Hoy en día, la cuestión puede resolverse con Si tú no estás de Sin Bandera o con El retrovisor de Caramelos de Cianuro. No quedarán muchos bares con rockola, pero sobra la música para desgarrarse el alma a puñaladas.

Para anestesiar el dolor de la ruptura, se ha puesto de moda un artilugio denominado “darse un tiempo”, especie de preaviso senti-mental durante el cual supuestamente cada parte tiene derecho a buscarse otro trabajo y todos contentos (¡sí, especialmente el que pidió el tiempo!)… Un recurso muy astuto, lás-tima que casi nunca funcione.

Cachos.comEn el estadio universitario hay un “momento

del beso”. Las cámaras internas enfocan a las parejas y estas se besan. La gente aplaude a los que se besan bien, en la boca y sabroso, y pitan a los que se dan modosos besos de cachete o de piquito. Algunas chicas hacen gestos con las manos para dar a entender que “este tipo no es mi novio”. Otros ponen caras de ponchados y ponchadas, algo terrible en un estadio. Los fanáticos comentan: “¡Ay, papá, estos dos andan escapados!”

A Yusleidy y Juan Carlos (llamémoslos de algún modo) les pasó. Estaban viviendo un melcochoso y doblemente adulterino romance de oficina que se mezcló con su pasión por los Leones del Caracas y se fueron juntos (¡juntísimos!) a un juego. Yusleidy le dijo a su marido que trabajaría horas extras y Juan Carlos, a su esposa, que iba al estadio

“con los muchachos”. El enamoramiento les hizo olvidar el bendito momento del beso. Los enfocaron de primeritos porque quienes mue-ven estas cámaras a control remoto están muy pendientes de las parejas que andan acarameladas, haciéndose cariñitos desde el primer inning. Cuando se vieron en la pan-talla gigante quedaron ambos muy cortados, ni siquiera llegaron a besarse, pero no hacía falta. Ya estaban sorprendidos fuera de base.

Los sapeos sobre montura de cachos han fluido raudamente desde épocas inmemoria-les, pero en estos tiempos de celulares inteli-gentes, Facebook y Twitter circulan en tiempo real. En fin, pues, que el esposo de Yusleidy y la esposa de Juan Carlos se enteraron de la cuestión melcochosa de estos dos antes de que tomara turno al bate el siguiente león. “¡Botaste la bola, Yusleidy / botaste la bola, Juan Carlos!”, hubiese podido cantar Fran-cisco Pacheco.

Y, si rápido llegan los sapeos, igualmente veloces llegan las reacciones de los damnifica-dos. “¿Así que estás en el juego con los mucha-chos, gran carajo?” “Te acaban de ver en el estadio con un tipo. Para acá no vuelvas esta noche”. ¡Dobleplay la jugada!

Las situaciones de infidelidad son cosa seria, no vengamos con cuentos. A veces hasta dan lugar a crímenes llamados pasio-nales. Pero la mayoría se resuelve luego de un período de furia, peticiones de clemencia en todos los tonos, promesas de no hacerlo de nuevo y un método muy socorrido que se resume en el refrán “un clavo saca otro clavo”, con la salvedad de que no habla-mos de clavos, sino de cuernos. De cual-quier modo, la reconciliación es otro gran momento para las confidencias a la manera nacional:

–¡Marica, Eduardo me pidió perdón de rodillas en plena calle!

–¡¿En serio, marica?!–¡Sí, marica, y la gente aplaudió al güevón

ese!



Compartir es fuente de dicha

Equipo Poder [email protected]: Mayrim Moreno

En los mensajes de un poeta y un maestro espiritual hindúes palpamos la grandeza de la vida y la dignidad humana. Atendamos sus palabras dejándolas resonar en nosotros.

Dormía y soñaba que la vida era alegría. Me desperté y vi que la vida era servi-cio. Serví y vi que el servicio era alegría.

Rabindranath Tagore.

He oído un dicho muy extraño de Jorge Luis Borges. Escúchalo: “Dale aquello que es sagrado a los perros. Arroja las perlas a los puercos porque lo que importa es dar”. He oído lo contrario, que dice así: «No arrojes nada a los perros y no des perlas a los puercos, porque no entenderán». Lo que importa no es lo que estás dando: perlas, santidad y amor, ni a quién se lo estás dando. Eso no es impor-tante. Lo importante es que estés dando. Da cuanto tengas. Gurdjieff solía decir: «Todo lo que acumulé, lo perdí y todo lo que di, es mío. Todo aquello que di aún lo tengo, y todo lo que acumulé se perdió, se fue.» Cierto, tienes solo aquello que has compartido. El amor no es una propiedad para ser guardada; es un res-plandor, es una fragancia para ser compar-tida. Cuanto más compartas, más tendrás; cuanto menos compartas, menos tendrás.

Cuanto más compartas, más surgirá de tu interior; más brotará. Es infinito. Saca agua del pozo y más agua fresca fluirá hacia él.

Deja de sacar agua, cierra el pozo, sé un miserable y cesará de manar. Poco a poco, las fuentes morirán, se bloquearán y el agua que está en el pozo se corromperá, se volverá ran-cia y sucia. El agua que corre es fresca, el amor que fluye es fresco.

Comparte tu sabiduría, comparte tu ora-ción, tu amor, tu felicidad, tu gozo; comparte. Si no encuentras a nadie, comparte con los perros, con las rocas, pero comparte. Cuando tengas perlas, espárcelas. No te preocupes si las das a los puercos o a los santos. Lo que importa es dar.

El almacenamiento envenena el corazón. Toda acumulación es venenosa. Si compartes, tu sistema estará libre de venenos. Y cuando des, no te preocupes por si serás correspon-dido o no, no esperes ni tan siquiera las gra-cias. Siéntete agradecido con la persona que te permitió compartir algo con ella. No espe-res en el fondo de tu corazón que él tenga que sentirse agradecido porque compartiste algo con él. No, siéntete agradecido porque él estuvo dispuesto a escuchar, a compartir un poco de energía contigo, porque estuvo dispuesto a escuchar tu canción, a ver tu danza, porque cuando fuiste hacia él a darle no te rechazó, pudo haberlo hecho. (Tomado del libro: Vida, amor, risa).

Osho.


L os besos apasionados ya casi no en-cuentran espacio en la vida actual. Todo ocurre instantáneamente, en tiempo

real, en un continuo presente. Vivimos apre-tando o cliqueando botoncitos para enviar y recibir todo tipo de contenidos, incluso los afectivos. Montañas de nuestras vivencias emocionales pasan por el túnel digital. Si vamos de viaje, nos conectamos y ¡zas! man-damos inmediatamente esa imagen o ese mensaje a nuestros familiares o amigos en cualquier parte del mundo. Lo mismo ocu-rre si estamos festejando un cumpleaños o comprando alimentos o, hasta en un velorio, como recientemente vi. Es decir, que lo tras-cendente pasa a ocupar la misma jerarquía de lo banal. Ya no nos sorprende que las per-sonas anuncien sus rupturas o compromi-sos sentimentales vía facebook o escuchar a Yusmari en el ascensor diciéndole a su mamá: por fin me besó, mientras le mostra-ba la pantalla de su teléfono donde aparecía una boquita roja de un emoticon que titilaba. También hay que reconocer que si tenemos enfrente a una abuela de 90 años conversan-do por skype con un nieto que vive al otro lado del mundo, la contemplación de esa es-cena nos resulta conmovedora a quienes so-mos de una generación intermedia.

Besos virtuales son los que quiere tu boca

Marisela [email protected]: Luis Alberto Angulo

En la era digital, los besos se han cargado de otra significación; y no es que los llamados de película se hayan extinguido del todo, sino que la práctica amorosa requiere una atmósfera y un tiempo.

Todo está dicho y hecho incluso antes de que lo hagamos o lo concluyamos o también podríamos decir que, mientras hacemos, vamos narrándolo vía internet, de manera tal, que casi no vivimos lo que vivimos. Por eso me pregunto: de todo esto, ¿qué queda en el corazón? No lo sé. Para mí es un misterio. Lo que puedo observar en las personas que desde pequeñitas han convivido con estos avances tecnológicos es que se lo toman con gran naturalidad pues esa ha sido su expe-riencia de vida. Esto no es bueno ni malo, es un signo de los tiempos. Ahora bien, sabemos

En el mundo existen casi tantas costumbres como países y culturas, aunque la mayoría de ellas coincide en que el beso es su mayor muestra de afecto o cariño. Las costumbres

asiáticas en torno al beso varían de las occidentales, no solo en China. Para algunas

tradiciones religiosas orientales el beso es una forma de dar y recibir energía

espiritual y, en Japón, los besos más apasionados se dan en el cuello o las manos,

pero no en los labios.



que esa velocidad virtual acerca y aleja a la vez, pues ¿cómo ponerle a tanta inmediatez un puntito de magia o de misterio? El que lo sepa que lo twitee rápido.

Por nuestra parte, es bueno recordar que más allá de lo que argumentan los estu-dios científicos sobre los beneficios físicos y emocionales del besar, nuestra experiencia nos dice que ser besados o besar a los seres queridos nos proporciona una inmensa gra-tificación afectiva, pues los besos que inter-cambiamos son un bultito de felicidad que portamos por siempre en nuestra historia personal. A lo largo de la vida, constatamos que los besos de la crianza son imprescindi-bles; los de la infancia, imborrables; explora-torios los de la adolescencia; torrenciales en la juventud; calculadamente sensuales en la madurez y tiernos al arribo de la vejez.

Los besos tienen un ritmo íntimo, demo-rado y producen en alma y cuerpo algunas de las sensaciones más placenteras e inolvi-dables que experimentamos en nuestra vida,

Así serán de importantes los besos, que existe un Besódromo en Brasil,

inaugurado en 2010 por Lula Da Silva y Pepe Mujica. Antes de fallecer se le

consultó al antropólogo brasileño Darcy Ribeiro sobre las características ideales

de un lugar que honraría su memoria. Entonces, respondió con esta travesura:

“Debería ser un espacio tranquilo, con luces bajas, como un besódromo”. Ribeiro, con esto, evocó la tranquilidad, la dulzura,

la sensualidad y el desplazamiento del besar, invitándonos con su idea a ejercitar

nuestra imaginación y a abandonar ciertas convenciones.

desde que somos criaturas lactantes hasta que nos despedimos de quienes amamos. La naturaleza, es evidente, se la pasa en un ejemplar intercambio de besuqueos, pues ¿no es acaso equiparable el recorrido silen-cioso de la luna en el espacio al viaje de una boca a una mejilla o a una oreja? ¿Será que la marea se levanta y se retira, se inquieta o se serena impulsada por el beso que el universo derrama sobre ella en cada ciclo marino?

La tierra, que nos brinda el color del magma volcánico, la metamorfosis dorada del desierto, la redondez de sus frutos y la misteriosa existencia de sus criaturas, ¿acaso no nos besa incesantemente con una generosidad que muchas veces no sabemos corresponder como deberíamos? El beso sugiere contacto, tibieza y como dice aquel sabio proverbio chino: un beso es como beber agua salada, bebe y tu sed aumentará.


El delicado roce de la naturaleza es un beso.


La felicidad desechable

Todo el mundo está de acuerdo en que la felicidad es el bien supremo, señala-ba Aristóteles en su Ética a Nicómaco;

tiempo después, Séneca abría su obra Sobre la felicidad con una opinión similar, “Todos los hombres quieren vivir felices”. La mayo-ría de nosotros preferimos creer que estas afirmaciones son ciertas y no pensar que estamos destinados a sufrir. Sobre este pre-supuesto, los filósofos –últimamente se han sumado los científicos– han desarrollado ex-tensos debates sobre la naturaleza y el sen-tido de la felicidad para los seres humanos. Pero, por encima de las diferentes posiciones, hasta hace poco la felicidad era considerada un estado de ánimo que raras veces se logra-ba conseguir o que estaba al alcance de unos pocos afortunados ya sea en este mundo o en el otro. Era algo que nos faltaba y, por lo tan-to, era una meta para el futuro, le daba senti-do a nuestras vidas, nos hacía esmerarnos de diversas formas para obtenerla.

Esta riqueza de juicios sobre la felicidad ha sido reducida por el capitalismo a un sim-ple acto: la compra de una mercancía. La felicidad ya no es una quimera o el producto de un prolongado esfuerzo, ahora se encuen-tra cerca. A diferencia del pasado, nuestro estado de ánimo puede cambiar en cuestión de segundos, el tiempo necesario para que un dispositivo apruebe nuestra tarjeta de cré-dito. Nos sentimos satisfechos (¿no es esa la

Marianela [email protected]

Ilustración: Luis Miguel Leyba

¿A quién no se le despierta hoy el deseo o el apetito por hacer suya esa gama de tentaciones que nos ofrece la gran vitrina universal del mercado? La construcción del socialismo pasa por encarar con honestidad una respuesta genuina a este desafío.

felicidad?) cuando adquirimos el último Gad-get* o poseemos la marca que está de moda en esos mismísimos instantes. El famoso dicho que expresa “el dinero no compra la felicidad” parece haber perdido credibilidad y, por el contrario, se ha asumido una actitud más cínica ante la vida. Ahora la felicidad está al alcance de nuestras manos o, mejor dicho, de nuestros bolsillos.

La felicidad ya no implica el ejercicio de la virtud, llevar una vida armoniosa como postu-laban los antiguos, y tampoco tiene nada que ver con el “Soporta y renuncia” de los estoi-cos. En esta etapa superior del capitalismo global, la felicidad se ha generalizado, pero el cambio no se debe a que la búsqueda de la felicidad haya sido reconocida como un dere-cho humano, es por una razón más simple: es accesible a todo aquel que pueda pagarla. La felicidad se ha encarnado en una mercancía engañosa.

Pero esta felicidad, como los objetos que la personifican, es efímera. Apenas comenza-mos a sentirnos cómodos con la mercancía que acabamos de adquirir, cuando sale una nueva versión que nos hace sentir ansiosos y, por ende, tristes porque no la tenemos. De esta forma, desechamos como basura al objeto anciano para comenzar la búsqueda

*Gadgets: aparatos electrónicos fijos o portátiles que surgen día a día, tales como los ipad, celulares y blackberrys, entre otros.

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del objeto más reciente. No obstante, cuando descartamos un artículo, en realidad estamos batallando contra nuestra propia caducidad, ya que los productos son insignias que lleva-mos para demostrar que no estamos fuera de onda. En nuestra sociedad consumista, ser con-siderado obsoleto produce una desazón que se alivia momentáneamente con la compra del objeto de moda. Esto es así porque, tal como afirma Zygmunt Bauman, los consumidores nos hemos convertido en valores de cambio.

No es un secreto para nadie que el capita-lismo necesita reproducir indefinidamente esta dinámica que requiere muchedumbres deseosas de la felicidad instantánea que les da la mercancía de turno; mas, para lograr la

satisfacción, esos consumidores necesitan dinero y, para eso, es fundamental que la eco-nomía esté funcionando de forma vigorosa. Desde el año 2008 no es precisamente este el panorama que vemos en Europa y Estados Unidos, paradigmas de la sociedad consu-mista; lo que observamos es una creciente crisis económica que se manifiesta en el cierre de pequeñas empresas, altos índices de des-empleo y políticas de reducción de los bene-ficios sociales. Pero no nos engañemos, esta crisis no va a cambiar los modelos de consumo y, muy por el contrario de lo que piensan algu-nos marxistas de manual, la gente sigue anhe-lando consumir, el problema es que ahora es más difícil.

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Venezuela es una sociedad consumista, con la diferencia de que en la actualidad esta-mos viviendo un proceso de cambio hacia una sociedad socialista. Esta circunstancia nos lleva a hacernos una pregunta que es impen-sable en otro contexto ¿qué podemos hacer para cambiar este modelo de búsqueda de la felicidad que vemos materializado todos los días en los centros comerciales del país? La respuesta para esta y otras dificultades ha sido: es importante educar a la gente en otros valores. Esta receta se ha convertido en un lugar común y, hasta ahora, no parece haber resultado. ¿Será por el uso de métodos inade-cuados?, ¿porque no se ha hecho de manera eficaz? o ¿porque los cambios los veremos en un futuro? Estas interrogantes articulan el enorme desafío que tenemos por delante.

Por supuesto, no se trata de disputar la búsqueda de la felicidad como aspiración de todos. Tampoco la idea es afirmar que ahora somos menos felices que nuestros antepasa-dos o que antes se vivía con valores más sóli-dos. El hecho es que la actual forma de buscar la felicidad se ha convertido en una bomba de tiempo porque la existencia de un sistema de producción que demanda el consumo y desecho constante de mercancías tiene sus límites, el ambiental es el más indiscutible; tiene un costo social, al crear un considerable grupo de personas tratadas como parias por no poder consumir y, el menos explícito, el pre-cio que paga nuestra salud: atestiguado por la proliferación de trastornos tales como la depresión, la ansiedad y otras dolencias con-temporáneas del alma convertidas, a su vez, en un provechoso mercado para los libros de autoayuda y las terapias express.

Si queremos cambiar esta realidad es importante ir más allá de las concepciones economicistas o de una visión del consumi-dor como un individuo que elige libremente su mercancía. Fuimos formados dentro de una cultura consumista; en otras palabras, cree-mos que es el modo de vida normal y deseable

para todos. Romper con esta cultura no será nada fácil, pues involucra cuestionar los valo-res que aprendimos durante toda nuestra vida y que definieron nuestra subjetividad (también convertida en producto). Es recono-cer que lo que considerábamos una existen-cia libre ha sido, en realidad, una elaborada ilusión.

Transformar el modelo de felicidad vigente implica una revolución cultural -y ya sabemos por experiencia que este es la revolución más lenta y difícil de alcanzar-, que puede empezar con pequeños pasos que van desde asumir con responsabilidad el acto de comprar hasta dejar de ser prisioneros de la cultura consu-mista y tener la audacia de imaginar una sociedad donde la felicidad no se compre.

¿Cómo convertirnos en consumidores informados?Un importante acto político es cambiar nuestros

hábitos de consumo. En lugar de comprar compulsivamente para tapar nuestros vacíos y obtener momentos de felicidad fugaz, podemos tomar conciencia de las consecuencias de esta

actividad: comenzar por preguntarnos de dónde vienen las mercancías que compramos, qué

políticas hacia sus trabajadores tiene la marca que estamos eligiendo, así como los efectos para

el medio ambiente que el objeto que queremos produciría. De esta forma, nos hacemos

responsables de una acción que los publicistas quieren que siga estando fuera de nuestro control

porque el deseo se dispara automáticamente desde nuestro subconciente.

Algunas páginas de interés:http://ropalimpia.org.eshttp://www.attac.org/es

http://www.enlazandoalternativas.org/http://multinationalmonitor.org/




La endorfina es un producto químico, orgánico, que nos proporciona placer; es segregada por el hipotálamo, esa re-

gión en la cual somos todavía reptiles. Es una sustancia que brota de esta zona del cerebro para decirnos que tal actividad: hacer ejerci-cios al aire libre, comer, beber, escuchar mú-sica o reír produce placer. La sensación, que tiene una cierta duración, nos prepara y nos condiciona para el disfrute. En ese instante nos alejamos del dolor, de la tristeza y del su-frimiento.

En la vida existen dos valores funda-mentales, la luz (lo blanco) y la oscuridad (lo negro), y ese inmenso campo de las degrada-ciones. Lo neutral, que podríamos llamar la armonía, no es más que el equilibrio, la ausen-cia de reacciones ante un mar externo. El pen-samiento es nuestro mar interior, él también nos produce reacciones y es deprimente estar atado a él porque es una pérdida –cuando es negativo– infame de energía, un desgaste innecesario.

Cuando estamos alegres y sonreímos, el cuerpo reacciona, pareciera que todas las células se emocionan de manera positiva. Se enferman los que andan tristes, deprimi-dos o los que están amargados. No conozco ninguna persona enamorada que se haya enfermado, sencillamente porque el sistema inmunológico reacciona al pensamiento, a los químicos orgánicos que hacen sentir placer. El cuerpo se prepara para la cópula y ello es un

El placer de la vida

Ramón Elías Pé[email protected]

Foto: José Domingo Flores

Los pensamientos afectan nuestra vida más de lo que podríamos creer; enfocarlos positivamente genera en el organismo sustancias que nos dan bienestar. Procuremos cultivar la paz interior celebrando a cada instante el estar vivos.

mundo complejo de reacciones donde inter-vienen todos los sistemas del organismo.

De qué se trata todo esto, pues, simple, de ser feliz, lo que no es otra cosa que estar o vivir en un estado, llamémoslo placentero. Satisfecho con uno y con el mundo que nos rodea, que no es lo mismo que la conformi-dad. La conformidad es aceptar la vida que tenemos sin ir más allá, sin explorar horizon-tes, sin buscar nuevas alternativas; y una vida así es aburrida, es llevar ese fardo pesado de costumbres sin mayores emociones. Hay que procurarse emociones nuevas, positi-vas. Experiencias que enriquezcan el mundo interior y alimenten el espíritu. Hay personas en este sentido insaciables, diríamos que la prudencia debe estar siempre de por medio. El adagio es sabio: ni tan calvo ni con dos pelucas.

Y si hablamos de la endorfina por qué no hablar del placer por la vida, el placer de vivir. Nada es más peligroso que no tener un ali-ciente, una meta; cuando se tiene una razón para continuar en este plano, todas nuestras energías se mueven alrededor de esa idea y, como dicen los esotéricos, el “universo cons-pira” para que ello se logre. Dicho de una manera simple, si tienes una meta y piensas y trabajas para cumplirla, el mundo que te rodea –las energías cósmicas– te ayudará. Las leyes del universo te favorecerán porque tú así lo has decretado y has puesto tu energía mental y física en ello.



Pienso, luego existo, luego soy, decía Descartes el padre del racionalismo. Los pensamientos cuando son perturba-dores hay que desecharlos porque nos afectan, cuando somos rencorosos y no nos apartamos de esa energía, ella, como un ácido, carcome los cimientos de nuestro cuerpo. Nos enfermamos porque hemos creado un monstruo en nuestro interior. El gusano del odio nos devora, de allí que el amor, esa otra gran energía, nos libera y nos nutre. Cientos de miles de libros de autoayuda se escriben todos los días para decirnos esta verdad del

tamaño de una catedral.El ser humano es una máquina

que se regula a sí misma, un sistema complejo donde convergen químicos, minerales, electricidad y el aliento vital que nos permite mantenernos encendi-

dos. Con toda la ciencia y los adelantos alcanzados, aún no somos capaces de

desentrañar algunos misterios. Hace poco observé a un amigo –un nuevo

amigo– abrazar a un robusto árbol, un copaibo de más de cien años. Ni siquiera le pregunté el porqué, entendí que se estaba nutriendo de su energía;

práctica ancestral de los pueblos primi-tivos para quienes los árboles y el resto

de los seres vivos son sagrados y tienen propiedades curativas.

Con árboles así, los pueblos primitivos crearon sus cosmogonías, y no es casual que

tengamos tan arraigada la práctica medicinal de tratarnos a través de las plantas. Usted se toma

una infusión de esto y lo otro y ya verá y, si prueba tal cosa, ni se diga. La savia que nos cura también

está en nuestros organismos, no perdamos esta riqueza con el odio y el rencor, pues es un desper-dicio del corazón. Como dice la famosa letra de la canción de Manuel María Flores, porpularizada por Marco Antonio Muñiz y por Mirna Ríos: “¡Amémo-nos, mi bien! en este mundo… Amar es empapar el pensamiento en la fragrancia del Edén perdido…”.



La mano solidaria de la revolución ve-nezolana se ha extendido a muchos pueblos de América Latina y El Caribe

a través de diversos proyectos de coopera-ción. Uno de esos proyectos se llevó a cabo en el municipio de Comayagua, de El Salvador, cuando dos terremotos sacudieron a ese país centroamericano los días 13 de enero y de febrero del año 2001 y ocasionaron mucho daño en todo el territorio nacional.

En Comayagua, pequeño municipio del Departamento la Libertad, con 12.000 habi-tantes, los daños fueron muy severos. Aunque no murieron muchas personas, casi la mitad de las familias perdieron sus viviendas, que estaban construidas con adobe, bahareque y láminas. Los terremotos también dañaron la carretera que conecta con los municipios veci-nos y destruyeron el mercado, cinco escuelas y una clínica.

Una brigada de Venezuela, compuesta principalmente por personal médico, inge-nieros, bomberos y especialistas en rescates, llegó a Comayagua con maquinarias y todos los equipos necesarios para atender a la población. La ayuda de Venezuela consistió en lo siguiente:

n Construcción de 132 viviendas de cemento y antisísmicas, con dos cuartos, un

baño y una sala. Posteriormente, las familias les construyeron las cocinas y les hicieron ampliaciones. La propiedad de las viviendas está a nombre de las madres de cada familia.

n Construcción de una clínica para darle atención médica a todo el municipio.

n Construcción de una escuela con capaci-dad para 800 alumnos y alumnas de 1ro a 9no grado.

n Construcción de un mercado.n Construcción de una iglesia católica y una

iglesia evangélica.

La mayoría de las viviendas (104) se cons-truyeron en una cancha de fútbol y en sus alrededores, que sirvieron de refugio cuando los terremotos. En ese lugar se creó la Colonia Venezuela, en reconocimiento al apoyo gene-roso recibido por el gobierno venezolano.

En la casa número uno de la Colonia Vene-zuela vive la familia González Hernández, cuyo hijo, Hugo Rafael, nació el 16 de enero de 2001, o sea, a los tres días del primer terre-moto y cuando se cumplían nueve años de los Acuerdos de Paz que le pusieron fin a 11 años de guerra en El Salvador, el 16 de enero de 1992.

Hugo Rafael, quien ya tiene 11 años y cursa quinto grado de primaria, fue bautizado por el presidente venezolano, Hugo Rafael Chávez

La Revolución Bolivariana llegó a Comayagua

Augusto Senció[email protected]: Augusto Sención

Once años después del terremoto, los comayagüenses en el El Salvador viven agradecidos por el apoyo que la revolución bolivariana les brindó. Aquí tenemos el testimonio de una familia del lugar.



Frías, el 2 de junio de 2001. En representación del presidente Chávez asistió a la ceremonia de bautizo el embajador de Venezuela en El Salvador.

La madre y el padre de Hugo Rafael, señora Carolina Hernández y señor José González, expresaron que la población del municipio se siente muy agradecida por el apoyo recibido por parte del gobierno venezolano, que le per-mitió a muchas familias volver a tener una vivienda, y de mejor calidad que la que tenían, y le devolvió al municipio la alegría de contar con una nueva clínica, una nueva escuela, un mercado y dos iglesias.

El niño Hugo Rafael le manda este men-saje a su padrino: “Quisiera decirle que siga teniendo fe porque se va a sanar… Que tenga paciencia y que le pida a Dios, porque yo sé que se va a sanar”. Esas son las palabras de un niño, una familia y una comunidad agrade-cida y segura es la definitiva recuperación de la salud del presidente Chávez, cuya victoria electoral el día 7 de octubre llena de contento a la población de Comayagua.

Las fuerzas populares, progresistas y revolucionarias del mundo reconocen

el espíritu solidario de la Revolución Bolivariana materializado en la inmensa

obra social que ha devuelto la dignidad al pueblo venezolano y ha trascendido

las fronteras nacionales mediante acciones como la internacionalización

de las Misiones Sociales para llevar servicios dignos de salud y programas de

alfabetización a los pueblos hermanos. Reconocen, además, el potencial energético

venezolano que ha sido puesto al servicio del desarrollo económico de la región y de

su integración solidaria, hoy expresado en iniciativas concretas como el ALBA y

Petrocaribe, así como en el surgimiento de la nueva institucionalidad regional que

constituyen la UNASUR y la CELAC.

Hugo Rafael González Hernández ahijado de nuestro Presidente, en su casa de Comayagua.


El Índice de Gini de desigualdad en ingresos de los hogaresbaja de 0,4865 en 1998 a 0,3928: somos el país con menordesigualdad en América Latina. El Índice de DesarrolloHumano de la ONU en 1998 nos situaba en 0,691, y para 2007nos eleva al Rango Alto de Desarrollo Humano con 0,878.En una década, la expectativa de vida se eleva a dos añosy la talla promedio de los niños a dos centímetros, se acabala desnutrición y un 37% de los compatriotas tiene sobrepeso.

La menor desigualdad en América Latina

Imagine una escala de 1 a 10 en la que 1 significa que se siente usted muy infeliz y 10 significa que se siente muy feliz. ¿En qué lugar, entre el 1 y el 10 se situaría usted?

¿Podría decirme usted, si realizaría esa acción con toda seguridad, probablemente sí la realizaría, probablemente no la realizaría o no la realizaría con toda seguridad? (Aquí solo se grafica a quienes respondieron “Sí, con toda seguridad”)

Todos/as hemos hecho cosas en nuestra vida de las que nos sentimos orgullosos/as. Pensando en las cosas que usted ha hecho a lo largo de su vida, ¿de cuáles se siente especialmente orgulloso/a?

¿En qué lugar del mundo, ciudad o pueblo le gustaría vivir?

Ahora me gustaría que imaginase usted que tiene un hijo o una hija. Si los tiene, más fácil todavía. ¿Qué sería lo que haría que usted se sintiese muy orgulloso/a de su hijo/a?

¿Cuáles son los motivos que llevan a la gente a participar en las actividades de su comunidad?

Muy feliz/Feliz

Ni feliz/Ni infeliz

Infeliz/Muy infeliz

NS/NC

Sus hijos

Logros académicos

Logros laborales/ económicosOtras acciones

Construir su propia casa

Su pareja

Ayudar a su familia en momentos difíciles

Éxitos académicos

Que sea buena persona,que haga feliz a los demásQue construyese su propiafamilia, que le dé nietosOtras acciones

Éxitos laborales

Éxitos económicos

NS/NR

La inmensa mayoría de la población venezolana

es MUY FELIZ / FELIZ

44%

15%11% 11%

8% 7%4%

¿Cree usted que participar en las actividades comunitarias, en general, es algo que más bien beneficia o más bien perjudica a las personas que participan?

Más bien beneficia a los que participan

Depende

Más bien perjudica a los que participan

NS/NC

84%

8%5%

3%

27%

22%

12%

8%5% 5% 4% 4% 4% 3% 3% 3%

Ayudar a mejorar las condiciones de vida de la gente de la comunidadObtener beneficios personales para ellos mismos/as o para sus familiares

NS/NC

Conocer a otros vecinos, estar másintegrados en la comunidad

Pasar el tiempo, no aburrirse

Otros motivos

Hacer méritos para lograrun puesto en el Estado

10%

25%

44%

8% 7% 4% 2%

1 2

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Ayudar económicamente a su familiaMontar su propio negocio/empresaEstudiar más,asistir a cursos de formaciónDonar fondos a la iglesiaComprarse un carroAyudar económicamente a un proyecto

Viajar al extranjeroMudarse de barrio/urbanizaciónConocer a un famosoVestir con ropa de marcaMejorar algún aspecto de su cuerpoDejar de trabajar

123456

789

101112

Se quedaría en la localidad en la que estáOtras localidades de VenezuelaOtras localidades del mundoCapital o localidad de MéridaCaracasMadrid, Barcelona, algún lugar de España

Capital o localidad de Nueva EspartaCapital o localidad de AraguaCapital o localidad de CaraboboCapital o localidad de BolívarCapital o localidad de ZuliaNS/NR

123456

789

101112

Satisfacción personal y percepción social de la felicidadSegún el Guinness World Book Records 2008, más del 55% de los/las venezolanos/as respondieron que eran “muy felices”, lo cual nos hace el país más feliz del mundo. De acuerdo con la Encuesta Gallup 2011, sobre Bienestar Global, Venezuela ocupa el primer lugar entre los países de América Latina con mayor prosperidad y el cuarto lugar en el mundo.

Venezuela ha experimentado en la última décadauna mejoría marcada en los niveles de vida de supoblación, así como en la reducción de la pobreza y el desempleo. La política de inclusión implementada por el presidente Hugo Chávez, reconocida por organismos internacionales, pondera las misiones sociales destinadas a sectores como la salud, educación, deportes y cultura.

Hoy, podemos decir con orgullo que la renta petrolera, antes destinada a un sector exclusivo de la sociedad alcanza a una gran masa excluida en el pasado. La gente sale de la pobreza cuando sus ingresos se acercan a cubrir el costo de salud, alimentación, educación, transporte y vivienda.

61%

14% 8% 8% 4% 3% 2%

Fuente consultada: Estudio Estructura Social del Gusto, febrero 2011Este estudio ha sido realizado en 24 estados del país, entre 2.500 entrevistados, de los cuales 50, 2 % fueron mujeres y 49,8% fueron hombres, todos de 19 años en adelante,y pertenecientes a las clases sociales AB (3%), C (17%), D (40%) y E (40%).

Fotos: Carlos Castrejón, Mayrim Moreno, Emilio La PerutaInfografía: Harvey Herrera

Foto: AVN


El tiempo del Cosmos

Imaginemos que los más o menos 13 mil mi-llones de años de historia del universo han sido condensados en un único siglo. Cada

“año cósmico” sería equivalente a ciento trece millones de años terrestres.

Desde este punto de vista, la Tierra nació en el año 70 del siglo cósmico y la vida apa-reció en los océanos, para nuestra sorpresa, algo después en el año 73. Durante casi dos décadas cósmicas ella quedó prácticamente limitada a bacterias unicelulares.

En el año 93 se inició una nueva fase crea-tiva con la aparición de la reproducción sexual de los organismos vivos. Estos, junto con otras fuerzas, fueron responsables de cambiar la faz del planeta, ya que transforma-ron radicalmente la atmósfera, los océanos, la geología de la Tierra. Esto permitió a nuestro planeta sustentar formas de vida más com-plejas. Gran parte de la biosfera es creación de esos microorganismos.

En esta nueva fase, el proceso evolutivo se aceleró rápidamente. Dos años más tarde, en el año 95, aparecieron los primeros orga-nismos multicelulares. Un año después, en el 96, asistimos a la aparición de los sistemas nerviosos, y en el 97 a los primeros organis-mos vertebrados. Los mamíferos aparecerán

La óptica de la evolución cósmica nos devuelve esperanza

Leonardo Boffhttp://servicioskoinonia.org/boffArtículo del 24-08-2012 cedido a Poder VivirIlustración cortesía de María Centeno

Olvidemos por un momento nuestra visión inmediata de las cosas e intentemos hacer una lectura de nuestra crisis actual en el marco del tiempo cósmico. Tal vez así ganemos espacio para la esperanza, en función de una conciencia que plantee una nueva relación con la naturaleza.

a mediados del año 98, o sea, dos meses des-pués de los dinosaurios y de una inmensa variedad de flores.

Hace cinco meses cósmicos empiezan a caer los asteroides sobre la Tierra, destru-yendo muchas especies, los dinosaurios incluidos. Sin embargo, un poco después, la Tierra, como si se tomara la revancha, produjo una diversidad de vida como nunca antes.

Fue en esta era cuando aparecieron las flores, cuando nuestros antepasados entra-ron en el escenario de la evolución. Luego se hicieron bípedos (hace doce días cósmicos), y con el homo habilis comenzó a usar herra-mientas (hace 6 días cósmicos), mientras que el homo erectus conquistó el fuego (hace apenas un día cósmico). Hace doce horas cósmicas, surgieron los humanos modernos (homo sapiens).

Por la tarde y durante la noche de este pri-mer día cósmico, nosotros vivíamos en armo-nía con la naturaleza y atentos a sus ritmos y peligros. Hasta hace cuarenta minutos, nues-tra presencia había tenido poco impacto sobre la comunidad biótica, momento en el cual comenzamos a domesticar plantas y animales y a desarrollar la agricultura. A partir de entonces, las intervenciones en la naturaleza se fueron haciendo cada vez más

saber vivir nov-dic 201234


intensas hasta que, hace veinte minutos, empezamos a construir y a habitar ciudades.

Hace solamente dos minutos, el impacto se ha vuelto realmente amenazador. Europa se transformó en una sociedad tecnológica y expandió su poder a través de la explotación colonialista. En esta fase se formó el proyecto-mundo creando un centro con varias perife-rias y el foso entre ricos y pobres.

En los últimos doce segundos (a partir de 1950) el ritmo de explotación y destrucción ecológica se ha acelerado dramáticamente. En este breve período de tiempo, hemos derri-bado casi la mitad de las grandes selvas. En los próximos veinte segundos cósmicos las temperaturas de la Tierra subirán 0,5º C y dentro de poco podrían aumentar hasta 5º C poniendo en peligro gran parte de la biosfera y a millones de personas. En los últimos cinco segundos cósmicos, la Tierra ha perdido una cantidad de suelo equivalente a toda la tie-rra cultivable de Francia y de China y ha sido inundada por decenas de miles de nuevos productos químicos, muchos de los cuales son altamente tóxicos, que amenazan las bases de la vida.

Ahora estamos ya destruyendo de 27 a 100 mil especies de seres vivos al año. En los próxi-mos 7 segundos cósmicos, algunos científicos estiman que del 20 al 50% de todas las espe-cies van a desaparecer. ¿Cuándo va a parar esto? ¿Por qué tanta devastación?

Respondemos: para que una pequeña porción de la Humanidad tuviese el disfrute privado o corporativo de los “beneficios” de este proyecto de civilización. El 20% de los más ricos ganan actualmente doscientas veces más que el 20% de los más pobres. Al comienzo de 2008, antes de la crisis econó-mico-financiera actual, había 1.195 mil millo-narios que juntos detentaban 4,4 billones de dólares, o sea, más o menos el doble de la renta anual del 50% más pobre. En términos de renta, el 1% de los más ricos de la humani-dad recibían el equivalente al 57% más pobre.

El tiempo de la Tierra Nuestro planeta, fruto de más de cuatro

mil millones de años de evolución, está siendo devorado por una relativa minoría humana. Por primera vez en la historia de la evolu-ción de la humanidad, los problemas arriba mencionados están siendo causados por esa minoría y también, en menor proporción, por todos nosotros. Los peligros creados ponen en jaque nuestro futuro y también nuestro modo de vivir.

Sin embargo, si por un lado insistimos en la gravedad de la crisis, por otro lado, no que-remos proyectar visiones apocalípticas que solo nos causarían parálisis y desesperación. Si estos problemas han sido creados por noso-tros, también pueden ser resueltos por noso-tros, aunque algunos sean ya irreversibles. Esto significa que hay esperanza de solucio-narlos satisfactoriamente.

Efectivamente, quien acompañó la Cúpula de los Pueblos, en julio pasado, en Río de Janeiro o participó de los Foros Sociales Mundiales, se

nov-dic 2012 saber vivir 35


da cuenta de que hay millares y millares de personas conscientes y creativas, venidas de todo el mundo, trabajando en la formulación de alternativas prácticas que pueden permi-tir a la humanidad vivir con dignidad sin afec-tar la salud de los ecosistemas y de la Madre Tierra.

Tenemos las informaciones y conocimien-tos necesarios para solucionar la crisis actual. Lo que nos falta es activar la inteligencia emo-cional y cordial que nos suscitan sueños salva-dores, solidaridad, compasión, sentimientos de interdependencia y de responsabilidad universal.

Es importante reconocer que todas las amenazas a las que nos enfrentamos son sín-tomas de una enfermedad crónica cultural y espiritual. Nos afecta a todos y más principal-mente al 20% que consume la mayor parte de la riqueza del mundo. Esta crisis nos obliga a pensar en otro paradigma de civilización, por-que el actual es demasiado destructivo. Es lo que venimos escribiendo con frecuencia en nuestros artículos.

Los tiempos de crisis pueden ser tam-bién tiempos de creatividad, tiempos en los cuales aparecen nuevas visiones y nuevas oportunidades. La palabra china para crisis,

weiji, es el resultado de la combinación de los caracteres de peligro y de oportuni-dad. Esto no es una simple contradicción o una paradoja, los peligros reales nos fuer-zan a buscar las causas profundas y a bus-car alternativas para no desperdiciar las oportunidades.

En nuestra cultura, crisis se deriva de la palabra sánscrita kri que significa purificar y acrisolar. Por lo tanto, se trata de un proceso, ciertamente doloroso, pero altamente posi-tivo de purificación de nuestras visiones que funciona como un crisol de nuestras actitudes ético-espirituales. Ambos sentidos, el chino y el sánscrito, son iluminadores.

Nuestro tiempoTenemos que revisitar las fuentes de sabi-

duría de las muchas culturas de la huma-nidad. Algunas son ancestrales y llegan a nosotros a través de las más diversas tradi-ciones culturales y espirituales. La categoría del Vivir Bien de las culturas andinas es funda-mental. Otras son más modernas como la eco-logía profunda, el feminismo y eco-feminismo, la psicología transpersonal y la nueva cosmo-logía, derivada de las ciencias de la compleji-dad, de la astrofísica y de los nuevos saberes de la vida y de la Tierra.

Termino con el testimonio de dos nota-bles ecologistas y educadoras norteame-ricanas, Macy y Brown que afirman: “La característica más extraordinaria del actual momento histórico de la Tierra no es que estamos camino de la devastación de nues-tro planeta, pues ya lo venimos haciendo desde hace mucho tiempo, es que estamos empezando a despertar de un sueño milena-rio a un nuevo tipo de relación con la natura-leza, con la vida, con la Tierra, con los otros y con nosotros mismos. Esta nueva compren-sión hará posible la tan ansiada Gran Trans-formación” (Macy y Brown, Nossa vida como Gaia, 2004, 37). Ella vendrá por gracia de la evolución y de Dios.

Filó

sofo

bra

sile

ño y

teól

ogo

de la

libe

raci

ón .



La alegría de vivir en laVenezuela revolucionaria

Diversos estudios internacionales muestran

que el pueblo venezolano es uno de los más felices del mundo. A la derecha fanatizada esa información le resulta

desagradable, pero como esa derecha es minoría, no representa el sentir ni la

alegría ni los anhelos del pueblo.

Augusto Sención / [email protected]: Mayrim Moreno

Infografía: Harvey Herrera


La alegría de la población venezolana tiene que ver,

en buena medida, con la mejoría experimentada

en sus niveles de vida. Y no es para menos, pues en

un país donde la pobreza se reduce de 49% en 1999 a 27%

en el año 2010, es comprensible que millones de personas

que estaban excluidas se sientan bien. La reducción de la

indigencia ha sido mayor, de 22% a 10,7%1, lo que equivale

a 2 millones y medio de personas. Venezuela es el segun-

do país de América Latina que más ha reducido la pobre-

za en los últimos 12 años2.

La gente sale de la pobreza cuando sus ingresos se

acercan al costo de los alimentos y vestuarios básicos,

de la salud, de la educación, la energía, el transporte y

la vivienda. Y ello ha sido posible por la inversión social

de 400.000 millones de dólares realizada porel gobierno

1 CEPAL. “Panorama Social de América Latina 2011”. Noviembre, 2011.2 Paullier, Juan. “El secreto de Venezuela en su lucha contra la pobreza”. BBC Mundo, Caracas Última actualización: 5 de enero de 2012.

en la última década3. Actualmente, el gobierno ejecuta

23 misiones que son proyectos sociales y económicos

al servicio de la población de menos recursos. La mejo-

ría en la vida de la población también es resultado del

aumento sostenido de los salarios y de la reducción

del desempleo, de 19,2% en el año 2003 (luego del golpe

de Estado y del paro empresarial y petrolero) a 7,9% en

agosto de 20124.

Hay que decirlo con énfasis: la mejoría en los

niveles de vida de la población se debe a la inversión

pública y al desarrollo de proyectos comunitarios, no

a la inversión privada capitalista, que solo acrecienta

sus ganancias y tiende a fugarse al exterior.

3 http://www.asambleanacional.gob.ve4 “Instituto Nacional de Estadísticas”. http://webcache.googleu-sercontent.com

5 UNICEF. http://www.unicef.org6 UNICEF. Ibidem.7 UNICEF. Ibidem.8 CEPAL. “Anuario Estadístico de América Latina 2011”. Diciembre 2011. 9 UNICEF. Ibidem.

Otras variables que explican la alegría y el buen vivir de la población venezolana son las siguientes:

Erradicación del analfabetismo en el año 2005, cuando la UNESCO declaró a Venezuela libre de ese mal. El gobierno invierte el 21% de su presupuesto en educación y solo el 5% en defensa5, pese a la amenaza del poderoso imperialismo norteameri-cano, cuyo gasto militar consume la tercera parte del presupuesto público.

Reducción de la mortalidad infantil de menos de un año, de 28 por mil en el año 1990 a 16 por mil en el 20106.

Acceso por parte del 96% de la población a la telefonía móvil7.

Desarrollo de un plan para crear 2.725.000 viviendas y erradicar el déficit habitacional en el año 2017.

Surgimiento de miles de orga-nizaciones comunales, campesinas y de mujeres.

Aumento sin precedentes de la participación del pueblo en todas las esferas de la vida política, social, económica y cultural del país, incluyendo la creación de su nueva Constitución, que tantos beneficios le ha generado.

Surgimiento de cientos de medios de comunicación (radios, periódicos, revistas, etc.) populares y alternati-vos a los medios de la gran empresa privada.

ORGANIZACIONESCOMUNALES

Estándarx



Reducción de la mortalidad infantil de menos de un año, de 28 por mil en el año 1990 a 16 por mil en el 2010.

Reconocimiento en la Constitución de la República de que el trabajo del hogar, en su mayoría femenino, es creador de valor agregado, es decir, produce bienes y servicios igual como se hace en una empresa o en una institución del Estado.

Creación del Banco de la Mujer, que le ha otorgado crédito a 200.000 mujeres agrupadas en cooperativas.

Desarrollo de un programa de seguridad social mediante el cual se les otorga una pensión a las llamadas amas de casa mayores de 55 años que no poseen registro de haber tra-bajado en ninguna parte, pero que lo hicieron desde jóvenes en el hogar.

Creación, en el año 2006, de la Mi-sión Madres del Barrio, que brinda atención integral a las mujeres solas y pobres que desempeñan trabajos en el hogar, que tienen personas bajo su dependencia (hijos, padres u otros familiares) y cuya familia no perciba ingresos o tiene ingresos inferiores al costo de la canasta alimentaria. Actualmente 240 mil mujeres en esas condiciones reciben un ingreso del Estado equivalente al 80% del salario mínimo.

Aumento sustancial de los salarios y acercamiento de dicho salario al de los hombres. En 1994, el salario de las mujeres era el 85% del salario de los hombres. En el 2010 la relación fue de 97,4%, la más alta de América Latina.8

Creación de la Misión Niño Jesús, que busca garantizar que toda mujer embarazada tenga un parto digno, en condiciones adecuadas. Incluye la construcción de “Casas de Abrigo Maternal”.

Aprobación de la ley para trato justo y atención adecuada a todas las mujeres embarazadas que acudan a los centros hospitalarios.

Apertura de 15 bancos de leche materna humana para promover la lactancia materna y criar niñas y niños más sanos.

Aprobación desde el 2007 de la Ley sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia.

Hoy las mujeres superan a los hombres en matriculación de primaria y secundaria y el 94% de ellas recibe atención prenatal al menos una vez. El 95% de los nacimientos son atendidos por personal especializado (atención obstétrica) y en instituciones9.

Finalmente, una de las mayores alegrías de la población es haberle infringido 17 derrotas electorales a la derecha, que gobernó durante muchos años y dejó en la pobreza a casi la mitad de la población.

Aplicación de medidas favorables a mujeres, tradicionalmente discriminadas y más explotadas que los hombres. Veamos algunas de esas medidas:


2010

97,4%



La felicidad se vive por gotitas. Es un estado donde uno refleja el entu-siasmo que tiene en un momento dado. Me hace feliz mi familia, la sonrisa de un niño. Ver a la gente sonriendo me contagia. Al quitarse el egoísmo y ver la felicidad en otros, uno se alegra también. Tenemos que abrir los ojos para ver la atención que el Estado nos está brindando a todos. El que alguien

reciba un beneficio aunque no sea para ti directamente, eso debe darte felicidad. El pueblo es más feliz que antes porque se está atendiendo mucho más que en el pasado. Por ejemplo, en la salud, la vivienda, trabajo, la familia, los niños y adultos mayores. El pueblo siente que se le está atendiendo y eso lo hace feliz.

Tengo 66 años. La felicidad es algo que viene y se va, no es constante por-que, a veces, uno tiene problemas, pero en este sistema que está implantando el presidente veo más felicidad en las personas mayores. Con la pensión uno tiene más facilidad para comprar sus cosas, hay más respeto para las perso-nas adultas. Hay personas que toman los 2 mil 40 bolívares y tienen que gas-tar en medicinas, porque son costosas y, entonces, le quedan como 800. Hay centros médicos para atender al adulto mayor. Eso ha sido posible gracias al presidente por-que él está pendiente. Hasta en la educación uno lo ve. Ahora la gente lee, se culturiza, hasta en sillas de ruedas van a una concentración. Yo recuerdo que antes a las personas que estaban pensionadas por el seguro las bañaban de agua por hacer protestas, las reprimían, les caían a palos; no había ese respeto por las personas mayores, eran insignificantes; duraban hasta seis meses para pagarles una miseria y, si estabas enfermo, mala suerte. Ojalá las personas se den cuenta cómo ha cambiado esto. Ahora ha crecido la esperanza de vida, las personas mueren con más edad en comparación con otros países de América Latina. Los países hermanos tratan de tomar lo positivo de aquí. Si llegáramos a perder este sistema que tenemos, el país se cae.

El pueblo sonríe y opinaLa gente sencilla sabe vivir satisfactoriamente y con alegría. Ellos nos dicen desde plazas y calles cómo experimentan la felicidad y cómo encontrarla. Sus reflexiones nos hablan con sabiduría de una condición esencial que nos hermana.

Joel [email protected]: Mayrim Moreno

Antonio Gélamo

Víctor Rengifo



La felicidad comienza por sentirme bien conmigo misma, con el entorno familiar, mi comunidad y mi país. En estos momentos no creo que el país sea exactamente feliz, pero sí creo que se están haciendo las transformaciones para ello, esa es la intención de este proceso. El pobre tiene carencias, nece-sita apoyo, orientación y educación para que sepa hacia dónde nos dirigimos, valore el proceso y logre esa felicidad que todos queremos. Se están haciendo

algunas cosas para que el pueblo sea feliz, no todas las cosas que quisiéramos, pudieran ampliarse y creo que ese es el objetivo del gobierno. Creo que no hemos entendido que esto no es un gobierno, es un proceso y los procesos no son rápidos, son largos. Aparte de eso, tenemos que prepararnos nosotros como ciudadanos y eso no se logra de un día para otro, ni de un periodo para otro, así como lo fue ese tiempo que estuvimos sin la felicidad; ahora sí estamos buscando la felicidad. En comparación con el ayer, actualmente el pueblo es más feliz, sobre todo la clase más pobre, los más necesitados han logrado una visibilización y participación, se sienten menos temerosos, se les nota más madurez, más conciencia de ciudadanía, de lo que ellos son, de lo que valen y hacia dónde se quieren dirigir. Hay que tratar de entenderse más con la familia, con el entorno, ser menos egoístas, pensar más en corregirnos nosotros mismos que a los demás. Creo que esa es una manera de poner un granito de arena para que seamos todos felices.

Cuando tenemos salud, cuando estamos bien con nuestra pareja, hijos y familia, hay felicidad. Jalando de un lado para otro no nos vamos a entender. Para solucionar las cosas hay que dialogar. También debemos ser equitativos. Unas personas necesitan más que otras. Yo puedo necesitar una vivienda, pero hay otras personas a quienes se les cayó su casa y tienen prioridad, porque yo

puedo vivir alquilado bajo un techo y esas personas no tienen nada. Son cosas en las que hay que tener un equilibrio. Hay algunas cosas que no me gustan del mandato presidencial, pero hay otras que son buenas. Mi país está estable comparado con otros.

Despertar cada día es un motivo para ser feliz, o sea, la vida misma es un motivo de felicidad aun con sus altibajos. Hay muchas personas que no saben cómo sortear los problemas, la situación económica, pero hay que buscar la manera de hacerlo. Soy feliz con mi familia, con la estabilidad en mi hogar. Si la familia no es feliz, el país tampoco puede serlo.

María Teresa Osorio

William Rivera

Nefretti Millán



Tengo 25 años de servicio dentro del cuerpo de Bomberos de Guayana y mi trabajo me hace feliz. Nosotros vemos la parte ecológica y prestamos apoyo a las comunidades indígenas. Para ser felices tendríamos que empezar por el hogar, porque damos directrices por fuera, pero dentro, en la familia, lo que tenemos es un gran desorden. Primeramente, hay que rescatar los valores dentro del hogar.

Cuando un niño tiene una familia que lo cuida y una buena formación, no es rechazado. Esas son condiciones necesarias para facilitar la felicidad, que uno mismo la hace. Cuando uno es feliz, da felicidad a las personas. Mi trabajo y mis hijos me hacen feliz, también el creer en Dios me hace sentir un gozo espi-ritual. Se han perdido los valores. Hay jóvenes delincuentes porque se crían sin padre o sin la dirección de la madre. Los hombres que han perdido el valor de la familia son más mujeriegos, abusan del licor, se echan al descuido. Para brindar más felicidad al pueblo hace falta un programa realmente fuerte dedicado a los valores, con orientación que refuerce los principios éticos, morales del buen vivir, para que erradique el machismo, promueva la con-sideración hacia los miembros de la familia, sobre todo, de las madres que hacen mucho en el hogar.

La felicidad es cuando el ser humano se siente bien consigo mismo y con los demás y lo demuestra, sobre todo lo bueno y bonito, con gestos y palabras. La sonrisa de un niño me llena. Cuando se consolida la justicia social, eso me hace feliz. Yo estudio en Unearte. Ahora, en arte, en cultura podemos ver artis-

tas en las calles, ferias, teatros, eso te llena como persona. Desde diferentes puntos de vista hemos crecido. El presidente Chávez es motor del sistema de felicidad que impulsa a la socie-dad. Mi consejo para ser feliz es buscar primero en tu interior; no ser egoísta, ser conciente; en la medida en que nosotros mismos nos conozcamos, podremos conocer a nuestro prójimo con cordura y aceptación. Para que el pueblo conserve su felicidad no podemos dejar que nos qui-ten nuestra identidad, porque lo ha tratado de hacer la clase vieja política, y eso no lo podemos olvidar.

Jhonny Bompart

David Salazar

Ángel Delgado


¿Será el pasado la única utopía de la derecha? ¿Por eso miente un historiador que Venezuela Colonial era rica y unida? ¿Antaño era unión la esclavitud y riqueza la miseria? ¿Será que confunden nostalgia con amnesia? ¿Habrá que salir a la búsqueda de esa utopía perdida?

¿Encontraremos la dicha en las últimas décadas del siglo pasado? ¿Se puede imagi-nar mayor felicidad que la de un país donde el 80% de los venezolanos vivía en pobreza y el 43,35% en pobreza crítica? ¿Donde 40% habi-taba en ranchos u otras viviendas insalubres? ¿Era posible mayor ventura que una tasa de mortalidad por desnutrición que creció de 1,6 por cien mil habitantes en 1983, a 3,1 en 1987 y a 4,6 en 1990? ¿Que las muertes por desnu-trición en menores de un año aumentaran de 13,8 por cien mil nacidos vivos en 1983, a 40 en 1989 y a 60 en 1990? ¿Cómo no disfrutar de un alza del índice de precios al consumidor de 1.262,9% entre 1984 y 1993; de un dispararse del costo de los bienes más necesarios, como

¿Éramos felices,y no lo sabíamos?

Luis Britto Garcíahttp://luisbrittogarcia.blogspot.com

Artículo del 12-09-2011 publicado en Últimas Noticias y cedido a Poder VivirFoto: Mayrim Moreno

De tanto repetir mentiras, estas pueden parecer verdades, ese es el empeño presente en el discurso de una clase que devengó privilegios y que desde su limitado mundo autocomplaciente añora un pasado como paraíso perdido. Con agudeza, Luis Britto revela lo que se omite en esta visión.

alimentos y bebidas, en un 2.240,5%? ¿Hubo alguna vez mayor júbilo que morir de men-gua porque no existían módulos de Barrio adentro? ¿Mayor beatitud que ver morir niños como moscas por ausencia de un Cardiológico Infantil? ¿Que vivir en tiniebla eterna por falta de una Misión Milagro?

¿Concibió alguien mayor alborozo que levantarse el “Viernes Negro” el 18 de febrero de 1983, y enterarse de que el bipartidismo había quebrado al país más rico de América Latina? ¿Que, tras haberse cuadruplicado el ingreso petrolero, el gobierno había contraído a escondidas deudas por 27.000 millones de dólares, que consumían el 40% del gasto público y debíamos pagar los ciudadanos que no habíamos robado nada? ¿Podemos imagi-nar mayor jolgorio que ver pasar el dólar de 4,30 bolívares a más de mil? ¿Que el de entre-gar todas las industrias básicas en pago de deudas ilegalmente contraídas? ¿Cómo olvi-dar la euforia de la inflación anual de tres dígi-tos y la euforia de los intereses bancarios de

nov-dic 2012 saber habitar 43


otro tanto, financiados con bonos cero cupón del Tesoro que pagábamos todos? ¿Cómo echar al olvido los infartos de gozo y los suici-dios de felicidad al saber en 1994 que los ban-queros habían huido llevándose la mitad del circulante del país, después de que Caldera le otorgara auxilios financieros por 700.000 millones de bolívares?

¿Cómo explicar a las nuevas generaciones el éxtasis de suspensiones de garantías cons-titucionales que duraban más de tres años? ¿O el método jubiloso de recuperar la mayoría parlamentaria ilegalizando a la oposición? ¿O la delicia de sufragar bajo el principio de “Acta mata Voto”? ¿Hubo mayor gozadera que manifestar cuando Betancourt ordenaba: “Disparen primero y averigüen después”? ¿Que escribir para la prensa cuando clausura-ban periódicos y el hijo de Andrés Eloy Blanco los censuraba? ¿Que saber a Venezuela sem-brada de teatros de operaciones, campos de concentración donde se torturaba y desapa-recía a cuanto ciudadano exigiera un cambio? ¿Donde diez mil compatriotas fueron asesina-dos en dos décadas por los cuerpos represi-vos? ¿Donde varios millares fueron inmolados el 27 de febrero de 1987 por protestar contra el Fondo Monetario Internacional? ¿Donde hasta el Presidente tuvo que ser encarcelado por ratero?

¿Será que la memoria es ingrata? ¿Pasará que no evocamos lo bueno? ¿Olvidamos el goce de cuando nos negaban el acceso a un club, un restaurante o una discoteca por ser morenos? ¿Añoraremos los buenos tiempos, cuando en los medios solo se aceptaban mulatos en papeles de cachifos, brujos, poli-cías o malandros? ¿Cómo describir el júbilo en un país con más de millón y medio de anal-fabetos, donde solo tres de cada cien niños ingresados a primaria llegaba a Educación

Superior? ¿Hubo regodeo mayor que el de una deserción escolar que entre 1990 y 1992 alcan-zaba a 1.173.058 estudiantes, con repitencia acumulada que llegaba a 997.853? ¿Brillaron más la Moral y las Luces que cuando Caldera allanó a la Universidad Central con tanque-tas, le quitó la autonomía y la ocupó por años? ¿Que cuando retiró la Historia, la Geografía y la Educación Cívica de los programas de Pri-maria por mandato de Estados Unidos? ¿Es imaginable mayor dicha que saber que a fines de los noventa se iba a aplicar un proyecto del Banco Mundial para acabar con la gratuidad de la educación universitaria?

¿Quiénes añoran esos tiempos, merecen vivirlos de nuevo? ¿Eran felices, y no lo sabían? ¿O eran felices, porque no sabían?

saber habitar nov-dic 201244

Mural ubicado en la fachada del Liceo Andrés Bello, Caracas.Foto Mayrim Moreno.



Venezuela es felizy amiga del planetaLos venezolanos y las venezolanas nos sentimos satisfechos con el país que estamos construyendo; así lo respaldan las cifras del estudio hecho por la New Economics Foundation (NEF). Nosotros lo certificamos con nuestra diaria alegría.

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saber habitar nov-dic 201246

La vida moderna nos ha acostumbrado a “medir” o expresar de forma cuantitati-va incluso aquello que es intangible. La

felicidad es algo que todos experimentamos, pero que nos resulta muy difícil describir, mu-cho más medirla. Y es que, aunque podemos medir distancias con un metro, temperaturas con un termómetro o pesos con una balanza, no existe hasta ahora un “felizómetro” que nos sirva para medir cuán felices o infelices somos los seres vivos. Para expresar cuantita-tivamente todo aquello que no se puede me-dir, existen científi cos dedicados a explorar métodos numéricos que sirvan para indicar tendencias o patrones incluso en aquello que solemos describir únicamente en términos cualitativos (mucho, poco, feo, bonito). La es-tadística es una de las herramientas que nos permite medir y comparar, tanto aquello que se puede contar como lo que no.

El auge de índices e indicadores para medir lo intangible, como la felicidad o el bien-estar, es parte de una tendencia reciente en el mundo de la economía radical, que ha mani-festado la inutilidad de seguir usando los indicadores tradicionales para medir el desa-rrollo y el progreso. Usualmente, se medía el crecimiento económico (Producto Interno Bruto, por ejemplo) o la distribución de la riqueza (Coefi ciente de Gini). Pero es que al fi n y al cabo, si hay un incremento en nuestra capacidad de comprar o en nuestro acceso a las riquezas del país, el fi n último al que todos aspiramos es la felicidad, y ella ni se compra con el dinero, ni se mide con él.

La New Economics Foundation (NEF) es una institución británica dedicada al estudio de nuevos indicadores para medir el progreso de formas alternativas. La NEF desarrolló el Índice de la Felicidad Planetaria (Happy Pla-net Index), que pondera tanto la esperanza de vida como la sensación de bienestar experi-mentada, todo ello en relación al impacto que este bienestar produce en el planeta, es decir, la huella ecológica resultante del bienestar

experimentado. El Índice mide el grado de bienestar alcanzado por un país y cómo esto se logra de forma sustentable y socialmente justa. Según la NEF, Venezuela ha experimen-tado recientemente un salto que lo llevó de la posición 39 en el mundo, para el año 2009, a ser hoy el quinto país más feliz del mundo, cuya felicidad genera el menor impacto ecoló-gico sobre el planeta.

¿Cómo hacen estos científi cos para medir la felicidad? El Índice de Felicidad Planetaria está conformado por tres componentes: uno, indica la sensación de bienestar que experi-menta la persona entrevistada; otro, mide la huella o impacto ecológico de la sociedad y otro cálculo, estima lo referente a la esperanza de vida, es decir, cuántos años en promedio vive una persona de la sociedad en cuestión.

De todos ellos, en el caso venezolano, el que más ha mostrado incremento en los últi-mos años es el relativo a la “sensación de bienestar experimentada por la población”, cuyo valor es de 7.5, colocándonos apenas por debajo de Dinamarca, que tiene 7.8, el máximo valor registrado en el mundo. Esto signifi ca que, en comparación con las encuestas rea-lizadas en 2009, los venezolanos manifi es-tan haber experimentado mayor bienestar

7,8Dinamarca

Venezuela

Tailandia

Ecuador

Togo

China

Filipinas

7,5

6,2

5,8

4,9

4,7

2,8

Sensación de bienestar experimentada por la población



durante los últimos dos años. Sin duda, este estudio de la NEF nos permite afi rmar que los venezolanos vivimos en unos niveles de bienestar que superan enormemente al de la mayoría de los países del mundo. Estos resul-tados, elaborados por un equipo de investi-gadores británicos, nos hacen pensar en el impacto de las políticas de vivienda –por citar solo un ejemplo– y cómo se refl ejan los resul-tados en la satisfacción y el bienestar que la sociedad experimenta. Asimismo, los otros dos componentes del Índice de la Felicidad Planetaria, nos colocan a los venezolanos en posiciones bastante favorables en el ranking mundial.

En el caso de la “Huella Ecológica”, Vene-zuela está a la par de Costa Rica, país que siempre se usa como ejemplo de política ambiental de la región. Esto nos dice que los niveles de bienestar experimentados por los venezolanos tienen un bajo costo ambiental debido a que, para alcanzarlos, no se están agotando los recursos naturales de los cua-les depende nuestra existencia. Tales indi-cadores se desprenden del hecho de que mientras otros países usan combustibles fósi-les para producir electricidad, más del 72%

de la energía eléctrica consumida en Vene-zuela proviene de fuentes renovables como el embalse de Guri. Esto también se evidencia en el estilo de vida de los venezolanos y su con-sumo energético, por ello, en este indicador de huella ecológica, Venezuela se encuentra muy por debajo de Estados Unidos y Qatar, los dos países del mundo cuyos estilos de vida impac-tan más al planeta.

Finalmente, en la “Esperanza de Vida”, Venezuela ocupa la posición número 58 entre los 151 países evaluados por el estudio de la New Economics Foundation. Vale decir que el incremento del consumo de alimentos, tanto en cantidad como en calidad proteica, así como las mejoras en los servicios de salud pública han contribuido a que la esperanza de vida del venezolano sea mucho mayor que en el pasado. Nuestros niños crecen más sanos y mejor alimentados. Es irrefutable que ahora los venezolanos vivimos más tiempo y más felices.

Estas mediciones son cambiantes en el tiempo. Valdría la pena repetir el estudio de la NEF para evidenciar la enorme felicidad que nos embarga tras conocer que estas políticas tendrán continuidad.

7,2

4,7

3

2,5

0,7

11,7Qatar

Estados Unidos

Reino Unido

Venezuela

Bangladesh

Costa Rica

Med

ició

n de

hue

lla e

coló

gica

por

paí

s.

83,4Japón

Estados Unidos

Venezuela

Turquía

Sierra Leona

Kenia

India

78,5

74,4

74

65,4

57,1

47,8

En Venezuela, el promedio de esperanza de vida es de 74,4 años


La honra de ser

venezolana

Rosa Elena Pérez [email protected]

Foto: Luis Alberto Angulo

Quién no conoció la canción “Mi

país”, que María Teresa Chacín

popularizó en los 80. Su

sentimentalismo simplista

y pegajoso ritmo nos

llevan a reflexionar sobre

los cambios que se han

producido en los últimos 15

años en nuestra Venezuela.

saber compartir nov-dic 201248


Hurgo en las múltiples razones que me llevan a estar del lado de la Revolución y encuentro que, entre la gran canti-

dad de motivos prácticos y tangibles que he podido vivir y conocer, hay uno en específico que me da especial alegría, porque antes de que el Presidente Chávez llegara a la escena política de nuestra nación, esta era un área que se encontraba particularmente golpeada en la vida entera de nuestro pueblo.

Recuerdo, entonces, a María Teresa Cha-cín, en el año 83, entonando la popular can-ción “Mi país”, donde enumeraba parte de nuestra diversidad geográfica acompasada con distintos ritmos de nuestro patrimonio musical y apelando a la conciencia y volun-tad de todos y todas en función de forjar un futuro. Fue una melodía exitosa porque buscaba amortiguar, de modo transitorio y mediante una operación muy básica, la frus-tración y el maltratado amor propio que brotó en los venezolanos y venezolanas en el momento histórico específico en el que apare-ció: la severa crisis económica que desembocó en la devaluación del bolívar, conocida como el Viernes Negro, y que llevó a muchos a des-potricar de nuestra tierra con el quejumbroso inicio discursivo “¡Es que en este país…!”.

Esa frase, que denotaba la impotencia del venezolano frente a la dura circunstancia que atravesaba, se usaba en la canción con un giro semántico positivo que aparentemente alen-taba un orgullo patrio, pero que, en el fondo, aguijoneaba al alma nacional humillada con el fin de hacerla encontrar, en un esfuerzo trágico, aliento para seguir obrando como lo venía haciendo. “¡En este país, mi país, tu país!”, decía la canción al tiempo que nuestro orgullo se encontraba profundamente herido tanto por la debacle económica referida como por la devastación que nuestra nación petro-lera había sufrido en aspectos vitales como el de su identidad. “¡En este país, mi país, tu país!”… y la voluntad del pueblo se hallaba quebrantada en su esencia, en su capacidad

de reconocerse en sus propias expresiones y valores.

Esa sensible y decisiva área que intentaba aupar en los años 80 la aludida canción es la que hoy me impulsa con mayor empeño a apo-yar esta Revolución bonita, porque la autoes-tima hasta ahora alcanzada, el orgullo de sabernos soberanos y dueños de nuestro des-tino me produce una alegría indecible que en aquel entonces sentía poco, entre otras razo-nes, porque la sensación de apego, de arraigo por lo nuestro existía muy escasamente en el país. La juventud de entonces buscaba identi-dad y valores en lo foráneo, más que en su tie-rra patria. Se respiraba una vergüenza del ser nacional y un desprecio por las manifestacio-nes autóctonas que, en la actualidad, gracias al trabajo, la formación, la constancia y la cla-ridad de ideas, vamos disipando .

Esa es la razón de mi identificación y de mi cariño hacia la Revolución, porque me

“Este ‘orgullo de ser venezolano’ se ha fundado en la recuperación, en

el establecimiento de una conexión con nuestra historia, con nuestras

tradiciones y referentes ancestrales, y con el ideario universal de justicia

y defensa de los pobres. Esto ha permitido fundar la espiritualidad

de estos tiempos en una satisfacción por el pasado, alegría del presente y

optimismo del futuro. No en balde los estudios de opinión hacen figurar a

Venezuela entre los pueblos más felices del planeta”.

Pedro Calzadilla PérezMinistro del Poder Popular para la Cultura

nov-dic 2012 saber compartir 49


ha dado la libertad de vivir en un país con un amor propio que se eleva tanto que está logrando que todos y todas sintamos jun-tos la honra de nuestro gentilicio. Por ejem-plo, cuando veo niños aprendiendo a bailar joropo oriental, llanero o mirandino que ins-tituciones culturales ofrecen con bailarines, docentes e investigadores bien formados; cuando escucho recitar con pasión a nuestro presidente pasajes de Florentino y El Diablo o cuando oigo la versión cantada por Vidal Colmenares y Nelson Parra en el CD reciente-mente editado por el CENDIS; cuando habla-mos con la partera y curandera guariqueña Teodocia Fuentes para dar a conocer su ancestral sabiduría, y a la cual contactamos gracias al Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano; cuando asisto gratuitamente a presentaciones de grupos de música, teatro y danza venezolana en los espacios públicos recuperados de nuestra capital y veo integra-das nuestras raíces indígenas y africanas.

También cuando disfruto parques, plazas y museos recuperados o recién inaugurados

junto a mis amigos; cuando reclamamos junto a nuestros pemones el regreso de la piedra Cueca vendida por algunos inescrupulosos a los alemanes; cuando siento el golpeteo de los garrotes de La Batalla del Tamunangue en mi pecho; cuando leo libros de precio accesible de obras de narrativa y poesía venezolanas que tanto publicamos ahora y que no tenían cabida en la Venezuela de antes; cuando asisto a ver cine venezolano de excelente fac-tura y que refleja nuestros problemas, historia e idiosincrasia en las salas comerciales, antes dedicadas solo al cine hollywoodense.

El esfuerzo que todos y todas hacemos por recuperar nuestra fisonomía como nación es más fecundo en la medida en que nos incorpo-ramos a participar en su conocimiento, difu-sión y crecimiento.

Esta construcción alegre y convencida que hacemos día a día es la que hace que mi espí-ritu sienta un gozo íntimo y pueda decir, como Gloria Martín en su canción “Este país”, “Este país que todos respiramos y que si nos unimos lo salvamos”.


El colectivo sintiendo el orgullo de pertenecer a esta tierra de gracia. Foto: Mayrim Moreno.


Cuando el exdecatleta Ramón Montezuma cono-ció el resultado de la dele-

gación criolla en los Juegos Olímpicos de Londres, no pudo menos que sonreír y decir gracias. Montezuma conoce del tema, pues fue

titular nacional de la exi-gente prueba del decatlón

durante más de una década y asistió a eventos internacionales con excelen-tes resultados. Ahora mismo enseña sus cono-cimientos a los cadetes de la Armada Nacional.

El grupo de 69 atletas que participó en Londres 2012 logró la mejor actuación de todos los tiempos en este tipo de encuentros. Regresó con una medalla dorada colgada al cuello del esgrimista Rubén Limardo con lo que se superó una sequía de 44 años sin escu-char el Himno Nacional en el evento deportivo más importante del planeta.

La misión trajo en sus maletas nueve diplo-mas olímpicos. Reconocimiento que se otorga a quienes no ganaron preseas, pero se ubica-ron en los ocho primeros lugares. Algo que los pone en una lista selecta, pues son algunos de los mejores del orbe.

No cabe duda: esta representación, que avanzó a la última competición del denomi-nado ciclo olímpico tras evaluarse en cuatro años consecutivos en juegos Bolivarianos,

Suramericanos, Centroamericanos y del Caribe y Panamericanos, recibió el firme espaldarazo del Gobierno Nacional.

Los logros deportivos no son obra de la casualidad, los Estados tienen que realizar políticas para resolver las necesidades de los atletas. Hay que desarrollar un trabajo de masificación, de atención social al deportista y, además, brindar una preparación acorde con la competencia que se enfrenta.

El presidente Hugo Chávez Frías lo enten-dió así y por eso decretó el deporte como prio-ridad nacional. Le dio rango ministerial a la disciplina y ensambló un equipo que se com-prometió a trabajar duro, a borrar de algunas mentes ver al deporte como un hobby prac-ticado por personas que no tenían otra cosa que hacer.

Desde el Ministerio del Poder Popular para el Deporte se empeñaron en hacer de la actividad muscular algo que va más allá de la recreación y el esparcimiento, con el fin de darle poder al pueblo para el desarrollo social.

Esta labor no ha sido fácil, así lo recalca Car-los Yépez, otro ex miem-bro de la selección nacional de atletismo, al decir: “Se debe invertir y se hizo a niveles nunca vistos. Nada más con los estadios que se construyeron y

Oro en política deportiva

Julio César [email protected]

Fotos: Cortesía del Comité Olímpico Venezolano

El Gobierno Revolucionario entendió, desde hace tiempo, que el deporte es una de las actividades que evidencia el avance del pueblo, y que debe ser impulsado por trabajos de masificación, infraestructura y apoyo a quienes integran las selecciones nacionales.



remodelaron para la Copa América se puede ver la intención del gobierno en deportes”. Adelanta que hay mucho por hacer, pero los asuntos deportivos son a largo plazo, trabaja-das desde la base y con mentalidad de futuro. “Deben ratificar las políticas deportivas, inver-tir en infraestructura y en atletas, captarlos a temprana edad, proyectarlos a los diferentes grupos regionales o nacionales para tener una generación de relevo”, explica Yépez.

“Saca la cuenta”, indica Montezuma, “tene-mos varios atletas que están dentro de los mejores del mundo, incluyendo, por supuesto, a Pastor Maldonado”. No lo especifica, pero se refiere a que Venezuela suma 634 atletas en 17 ediciones de Juegos Olímpicos, 278 de ellos cla-sificaron en los últimos 12 años. Es decir, más del 40 por ciento de ellos clasificaron entre Sidney 2000 y Londres 2012. Valga acotar que el olimpismo aceptaba antes deportistas en

los eventos sin pasar por las clasificaciones obligatorias de hoy en día.

Definitivamente, el Gobierno Revoluciona-rio inició una gesta inédita en materia depor-tiva y eso hay que valorarlo. “El presidente Chávez lo entendió, Venezuela organizó even-tos deportivos como el Mundial de Béisbol femenino, el Mundial de Softbol femenino, Juegos del Alba, Copa América, Preolímpico de Baloncesto, Iberoamericano de Atletismo; todo con el visto bueno del Presidente”, recuerda Yépez.

“Está pendiente de quiénes triunfan para felicitarlos y quiénes caen en la lid para dar-les ánimo, jamás antes un presidente de cualquier país en el mundo hizo eso”, dice Montezuma. “Los deportistas merecen res-peto, admiración, aprecio, apoyo porque se sacrifican para ser los mejores embajadores del mundo, porque nos representan digna-mente aunque caigan en las competiciones; por eso, les digo, gracias por hacer felices a todos los venezolanos”, afirma el decatleta.

Sacrificios pa’ regaláRamón Montezuma tiene muchas cosas

que contar, otras que servirán de consejo a quienes empiezan en la exigente actividad muscular. “Nací para competir, pera enseñar. Toda la vida fui un maestro sin proponérmelo, sin asistir a clases para docentes. Una vez reti-rado, sí hice varios cursos”, cuenta.

Explica que hay a quienes les cuesta enten-der que el deportista necesita un espaldarazo para tener éxito en lo que hace, sobre todo porque el país requiere embajadores que planten la bandera bien en alto. Ejemplo de que es posible cambiar esa actitud lo da con la siguiente anécdota: “Una vez en el comedor del Instituto Nacional de Deportes nos queja-mos de la comida, era un grupo grande, por lo que se entendía que teníamos la razón. El pre-sidente del IND nos enfrentó y nos dijo que la calidad de los alimentos era buena, a lo que yo le dije, que le cambiaba sus almuerzos por los Rosa Rodríguez, lanzadora de martillo en Londres 2012.



míos. Al día siguiente, ¡uy!, nos cambiaron el menú y fue mejor la alimentación”.

ReconocidosEl vicepresidente ejecutivo de la República,

Elías Jaua, fue el encargado de condecorar con la orden Sebastián Francisco de Miranda a los 69 atletas que compitieron en los Olímpi-cos Londres 2012.

El funcionario utilizó la misma bella e importante palabra que usó Montezuma: “Gracias”, dijo en el auditorio del Teatro Nacio-nal en Caracas, acompañado del Ministro del Poder Popular para el Deporte, Héctor Rodrí-guez Castro.

Ahí, en el podio principal, pidió ser acom-pañado, además, por las atletas Fabiola Ramos y Daniela Larreal, deportistas del tenis de mesa y el ciclismo respectivamente, quie-nes participaron en sus quintos Juegos Olímpi-cos. Algo digno de elogio, pues se necesitan al menos 24 años de trabajo de alta calidad para asistir a este tipo de cita. “Es mucho lo que falta por darles, pero con un presidente que se despertaba a las 3 de la mañana para ver las competencias, eso se logrará”, dijo Jaua.

“Ustedes siempre serán recordados, siem-pre, y por su desempeño, por su sacrificio y por traer felicidad al país, muchas gracias”.

Y la espera se hizo doradaCuarenta y cuatro años esperó Venezuela para ver nuevamente a un compatriota ganando una medalla de oro y, quizás, esta sea la principal razón por la cual nuestro país celebró con gran emoción la victoria de un joven llamado Rubén Limardo. El boxeador cumanés Francisco “Morochito” Rodrí-guez fue quien nos dio esa alegría en 1968 y ahora todos lo honramos junto al esgrimista. Cómo no emocionarse con este logro que es fruto del trabajo de muchos años y de una constancia tremenda y, sobre todo, de la convicción de un atleta que nunca apostó por nada inferior que a la medalla de oro. Sin duda, este es el rumbo a seguir: el de apostar por lo más alto porque hoy no nos podemos conformar solo con lo obtenido. Sigamos el ejemplo de esta generación triunfa-dora, apoyándola en todos los frentes para, así, asegurar que sean más medallas las que obtenga-mos en el futuro.Ahora nos queda el recuerdo de las lágrimas de felicidad, el Pabellón Tricolor en lo más alto, el hermoso sonido de nuestro Gloria al bravo pueblo en tierras lejanas, el ser los protagonistas en el mundo. Tuvimos la oportunidad de volverlo a vi-vir gracias a la política gubernamental en materia deportiva y recreativa, sabiendo que lograremos nuevas conquistas. Demos justa importancia a esta nueva victoria y apreciemos el esfuerzo co-lectivo e individual de nuestros atletas.

Johnny Rinaldi



Falta veinte para las siete de la noche de un martes en Caracas. La señora Ana Rondón, en su casa del pasaje 11 del ba-

rrio Isaías Medina Angarita, en Catia, termina de fregar los platos de la cena antes de salir. Sus hijos aún no llegan del trabajo y ella debe dejar a los nietos listos para dormir. Es su con-tribución al trabajo familiar. Está azorada, pues no se acostumbra a sus clases. Nunca ha estudiado. No sabe leer ni escribir y hasta ahora sobrevivió sin esos conocimientos. A sus 63 años, tiene dudas sobre la utilidad de ir a la escuela a esta edad. Le preocupa que no se le queden cartilla, cuaderno y lápiz. Y recuerda que le pedirá a su profesor que la acompañe de vuelta: no está acostumbrada a estar sola en la calle de noche. Es su terce-ra clase del curso de alfabetización Misión Robinson I, el cual comparte con 20 vecinos más de diversas edades.

En 2003, en Venezuela se reportaban 571.262 hombres y 659.385 mujeres analfabe-tas, limitados y limitadas, en consecuencia, para conseguir un empleo que les garanti-zara adquirir su canasta básica de alimen-tos, salud, vivienda, educación y vestido. Esas no eran las únicas consecuencias del

Venezuelaletrada y libre

Francis Zambrano [email protected]

En Venezuela convivían, en 2003, millonarios ingresos petroleros y 60% de pobres. 1,5 millones de venezolanos sucumbían ante el analfabetismo. Hugo Chávez se propuso erradicarlo en un año, y lo logró. Ahora, la Misión Robinson realiza planes que garantizan la prosecución educativa y el acceso al mercado laboral.

analfabetismo: un iletrado en un país en tran-sición al socialismo, y en medio de la globali-zación que exige competitividad, tiene baja la autoestima, desconoce sus deberes, no reclama sus derechos. Se siente excluido. Está marginado. No es un ciudadano, como reco-nocía Simón Rodríguez, el maestro del Liber-tador, quien se hacía llamar Samuel Robinson.

De lo conocido a lo desconocidoLa Misión Robinson, basada en el método

cubano “Yo, Sí Puedo” que tiene reconoci-miento internacional y premios otorgados por la Unesco, consiste en la asociación de los números y las letras, bajo el supuesto de que el adulto analfabeta conoce intuitivamente los números naturales y desconoce las letras. Pero la novedad y éxito de este método es el uso de las nuevas tecnologías audiovisua-les. Un VHS y un televisor son la clave de este rápido aprendizaje, pues el método se enseña gracias a clases televisadas, en las cuales la cartilla y el alfabetizador son complementos. Así se masifica la instrucción, pues esta se da en espacios escolarizados y no escolarizados como casas de familia, iglesias, hospitales, penitenciarías y otros.



Rehúye de la memorización acrítica e irreflexiva por parte de alumnos sumisos ante profesores autoritarios. En vez de ello, enfatiza en la participación y protagonismo del estudiante mediante la investigación-reflexión-acción, para despertar la curiosidad intelectual, la actitud crítica y avanzar en la formación integral de la persona y la transfor-mación social.

El Estado venezolano se planteó, a través de la Misión Robinson, erradicar la exclusión y autoexclusión para formar ciudadanos libres que disfruten de los derechos consa-grados en la Constitución. Además, declarar a Venezuela “territorio libre de analfabetismo”, cumplir con uno de los compromisos asumi-dos internacionalmente: aumentar, antes de 2015, en un 50% el alfabetismo –sobre todo entre mujeres– y facilitar el acceso equitativo a la educación a los venezolanos, para que en 2021 no haya pobreza ni exclusión ni margina-lidad en el país.

No solo letras y númerosOrganizaciones públicas y privadas, civiles

y militares conformaron el “ejército de la luz”. Más de 100 mil facilitadores se incorporaron como alfabetizadores. Ministerios, goberna-ciones, alcaldías, universidades, empresas, organizaciones no gubernamentales, frentes de estudiantes y trabajadores, soldados y la alta jerarquía militar, amas de casa y profesio-nales buscaron casa por casa, en ciudades y pueblos, hasta el más recóndito rincón.

Al encontrarlos, descubrieron que no solo carecían de estudios, sino que muchos esta-ban enfermos o que su prioridad no era apren-der a leer, sino que les acomodaran la casa. O que no había luz en su caserío para poner a funcionar el VHS y el televisor. Que vivían muy apartados de las vías de comunicación y no podían comer, vestirse y transportarse.

Entonces, inició una operación cívico-mili-tar integral que perseguía educar y mejorar las condiciones de vida de esos venezolanos

Patriotas de Misión Robinson estudiando con la cartilla del método “Yo, Sí Puedo”.



inmersos en el olvido. Pagar la deuda social, lo llama Chávez. Al principio se aprobó un pre-supuesto de 50 mil millones de bolívares por parte del Gobierno Central, y se solicitó ayuda a gobernaciones, alcaldías, empresas y orga-nismos del Estado.

A la par que comenzaron las clases, se hicieron exámenes médicos; se repartieron 300 mil lentes correctivos; se distribuyeron 80 mil televisores, 80 mil VHS, un millón de videos, un millón 900 mil cartillas, 1.862 plantas eléc-tricas, un millón 200 mil lápices y cuadernos. Además, para garantizar el éxito de la misión, otorgaron, como incentivo, 100 mil becas, así como se atendieron más de 7 mil casos con necesidades especiales.

A los indígenas les prepararon cartillas para la enseñanza del castellano en su propia lengua y, a los invidentes, una con el método braille. También se entregó la cédula de identidad a 30% de los iletrados que no estaban en los regis-tros nacionales o a los extranjeros con muchos años en condición de ilegalidad en el país. La misión inició con 110 mil personas y, al mes, se incorporaron a las clases 625 mil. La meta de

alfabetizar un millón de personas se cumplió en diciembre de 2003, y no con pocos obstáculos.

La captación de los primeros estudian-tes fue difícil dada la resistencia a admitir su condición públicamente. Para motivarlos, se hizo una intensa y masiva campaña basada en el respeto a la dignidad humana. Sin con-tar con las dificultades de acceso, para lo cual las Fuerzas Armadas Nacionales hicieron un gran esfuerzo para trasladar, incluso en cha-lanas, curiaras o burros, los materiales de capacitación.

Abandono = fracasoLa Misión Robinson considera que solo la

alfabetización no es garantía de logro educa-tivo y reducción de la pobreza si no se asocia a la prosecución escolar, a la formación laboral e inserción en el mundo productivo. Por eso creó la Misión Robinson II (Yo Sí Puedo Seguir), consistente en educar hasta el sexto grado, para luego insertarse en la Misión Ribas, y así concluir el bachillerato y, finalmente, incorpo-rarse a la Misión Sucre, para continuar estu-dios universitarios.

Algunos epacios donde estudian los patriotas son no convencionales.



Se entregaron a los estudiantes un millón de bibliotecas familiares, cada una con 25 títu-los. Y, al concluir la alfabetización, reciben, junto con su certificado, el material didáctico Ya puedo leer, del cual se repartieron 1.250.000 ejemplares. Pronto, de una población total de 23 millones de venezolanos, 10 millones estu-diaban en el sistema regular y 3 millones en las misiones. Para octubre de 2003, arrancaba la Misión Robinson II con 629 mil inscritos.

Esta política educativa ganó el interés de Brasil, Colombia y Argentina para aplicarla entre su población y le dio pensión vitalicia a los estudiantes con más de 70 años. Entre los que sobrepasaban la centena de años estaban Marcelino Briceño (104 años) de Bari-nas, Amelia Ceballos (103 años) de Miranda y Delio Briceño (102 años) de Yaracuy. Todos salieron con su certificado de alfabetización y con deseos de leer la Biblia, el periódico o la Constitución o de escribir cartas; o de –¡al fin!– escribir su nombre en la planilla de retiro de su pensión de vejez, sin tener que estampar su huella dactilar.

Misión Robinson en cifras

l 93,6% era la cifra de alfabetismo en el país, según el Censo 2001. El Censo 2011 reporta un aumento a 95,1%.l Por intermedio del Convenio Cuba-Venezuela, a través del cual Venezuela provee petróleo a precio por debajo del mercado a cambio de servicios diversos, la isla donó 80 mil televisores, 80 mil VHS, un millón de cintas de video, un millón 900 mil cartillas y 300 mil lentes correctivos.l 70 mil personas de las comunidades indígenas aprendieron a leer y a escribir, 38.500 mujeres y 31.500 hombres.l 100% de la población penitenciaria fue instruida. 1.506 hombres y 48 mujeres.En su etapa inicial, se otorgaron 100 mil becas de Bs. 160 mil a los estudiantes de la misión.l Muy pronto se superó el compromiso internacional de alfabetizar a 50% de los iletrados antes de 2015.l La Misión Robinson II inició en octubre de 2003 con más de 600 mil aprendices. Posteriormente, se incorporaron más de 1 millón 200 mil.l Para abril de 2004, de los 23 millones habitantes de Venezuela, acudían 10 millones a las aulas regulares y 3 millones a las de las misiones.l Se aprobaron 50 mil millones en microcréditos para los estudiantes de las misiones que desarrollaran proyectos de cooperativas y microempresas. l Para septiembre de 2012, la Misión Robinson I, II y III atiende a 246.607 patriotas, de las cuales 58% son mujeres y 42% hombres, quienes son atendidos por 33.757 facilitadores, en 34.404 ambientes. De este total, hay 7.249 atendidos en condiciones especiales, 29.336 indígenas, 1.201 en guarniciones militares y 1.442 privados de libertad, 7.252 patriotas en centros de trabajo y se acaban de graduar en todo el país 384.162; de ellos, son 78.738 de Robinson I, 305.424 de Robinson II.

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Lombricultivo en casaLevanah Garcé[email protected]: Mayrim Moreno

Cambiar nuestro estilo de vida depre-dador e insostenible es una tarea gi-gante. Para quien vive en la ciudad, la

posibilidad de una vida sustentable parece bastante remota. Sin embargo, a medida que realizamos pequeñas acciones con interés y creatividad, es posible iniciar el cambio. He hablado antes sobre la importancia del sue-lo y de cómo mejorarlo; hoy compartiré cómo crearlo, incluso en el reducido espacio de un balcón. El lombricultivo nos permite convertir los desechos de la cocina en alimento para las plantas. He aquí unas claves.

Reciclamos un recipiente, puede ser una vieja ponchera de plástico de las más gran-des o un cajón grande y profundo. Hacemos un hueco en la pared lateral, muy cerca de la base, e introducimos allí unos 20 cm de man-guera. Este será el sistema de drenaje del humus líquido obtenido por la descomposi-ción de los desechos.

En el fondo del recipiente, ponemos un material rico en carbono, como papel o cartón sin tintas, concha de arroz o palmas secas. Luego, colocamos un puñado de lombrices rojas y, encima, suficiente tierra como para cubrirlas. Echamos los desechos orgánicos de nuestra cocina, a excepción de los restos de carne, huesos, cítricos y huevos. Humedece-mos el lombricultivo (las lombrices necesitan un medio húmedo, pero no en exceso). Luego lo tapamos con una tela gruesa u otro mate-rial que permita el paso del aire y lo mantene-mos a la sombra. Es recomendable colocar el lombricultivo en un sitio suficientemente ele-vado como para recoger el humus líquido en un potecito. Este líquido se puede devolver al

lombricultivo unas cinco veces, a fin de obte-ner un concentrado rico en nutrientes. Este concentrado se diluye en agua en una propor-ción de 20 partes de agua por una parte de humus líquido, y se usa para regar las plantas.

Si cuenta con suficiente espacio, agregue un poco de estiércol de vaca, caballo o aves, a fin de acelerar el proceso de descomposición y crear un compost rico en nitrógeno. No se recomienda el de perros y gatos porque tie-nen patógenos que pasan con facilidad a los humanos.

A los tres meses, se procede a apartar el material procesado hacia un lado del reci-piente; se colocan nuevos desechos en el otro lado, para que las lombrices se muden; final-mente, se retira el humus listo, ya libre de lombrices.

Es una gran satisfacción ver los desechos de la cocina convertidos en tierra negra, rica en nutrientes y de fresco aroma. Usted estará produciendo el oro negro necesario para pre-servar la vida en el planeta; una prueba de que los humanos podemos habitar de manera sustentable, y un motivo de mayor felicidad.

comuna sustentable nov-dic 201258


La sensación de bienestar, como todo aquello que ocurre en nuestro cuerpo, está regida por el cerebro. Existen mo-

léculas producidas naturalmente llamadas neurotransmisores, cuya función es transmi-tir desde cualquier lugar en nuestro cuerpo hasta las neuronas del cerebro estímulos como el hambre, el dolor o las sensaciones de peligro, con el fin de que el cerebro responda adecuadamente a cada situación. Esta comu-nicación química garantiza nuestra supervi-vencia, preparándonos para huir, combatir, reproducirnos o lo que toque hacer según el caso.

De modo que, cuando nuestras necesi-dades están satisfechas y aún así no nos sentimos bien, ello puede deberse a un des-equilibrio químico en las concentraciones de neurotransmisores que permiten la comuni-cación entre las células nerviosas y el cerebro. En términos muy generales pudiéramos decir que cuando hay un aumento o disminución en los niveles normales de los neurotransmi-sores se producen alteraciones de la percep-ción que en muchos casos pueden traducirse en enfermedad. Por ejemplo, la disminución en los niveles de ciertos neurotransmisores produce depresión, mientras que su aumento produce reacciones inesperadas de agresivi-dad y crueldad.

La serotonina es un neurotransmisor que está relacionado con la inhibición de la ira, la agresión, el humor, el sueño, el deseo sexual y el apetito. Estas inhibiciones están relaciona-das directamente con síntomas de depresión, es por ello que los medicamentos antidepre-sivos basan su funcionamiento en alterar

La química de la felicidadNelly Díaz y César Aponte

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los niveles de serotonina en el cuerpo, la cual también es necesaria para elaborar la mela-tonina, hormona encargada de la regulación del sueño y de nuestros ciclos biológicos dia-rios. Otra de sus funciones es la motivación de ciertos comportamientos en función de recompensas como el placer o la satisfacción del hambre y otros deseos.

Por su parte, las endorfinas son neuro-transmisores opiáceos que tienen un efecto analgésico y están relacionados con la sen-sación de bienestar y alegría. Se producen en la glándula pituitaria cada vez que hacemos ejercicio o cuando nos enamoramos, mante-nemos relaciones sexuales o, incluso, cuando comemos alimentos picantes o chocolate.

Aunque la ciencia aún no pueda explicar si las endorfinas producen la felicidad o si estar felices hace que generemos endorfinas, lo que sí es cierto es que vivir con una actitud posi-tiva no solo es más agradable sino, también, más saludable.

nov-dic 2012 todo tiene su ciencia 59


María Elisa [email protected] Calzadilla: Dibujo en tinta china, 1992.

En los tiempos que corren, a veces resulta muy difícil sentir por un instante un es-tado de plenitud que podríamos llamar

felicidad. Sobre todo en las urbes vivimos en una incertidumbre, insatisfacción, compe-tencia, narcisismo, consumismo y vacío exis-tencial. Hoy día, nos hemos convertido en individuos a los que nada llena ni complace, a todo le tememos; guiados por la ambición de dinero, poder y fama, perseguimos vanas ilusiones, seguridades que aminoren nuestra angustia por el futuro, por vivir.

Todos esos elementos tienen su correlato en el deseo de un cuerpo eternamente joven, bello, sano, perfecto. Le huimos a experien-cias poco gratas, pero que son parte de la vida como el dolor, la muerte, la enfermedad; evita-mos la miseria, pues vulnera nuestra ilusoria seguridad. Nuestro ego inflado siempre está vigilante de no caer en desgracia, de mante-nerse ileso. Los valores actuales le rinden plei-tesía a gratificaciones materiales, a costa de la explotación del semejante y del desprecio de todos los seres vivos del mundo.

Aunado a esto, los discursos dominantes pregonan el fin de las ideologías, la inutilidad de las luchas y reivindicaciones de nuestros derechos, el estilo de vida de lo políticamente correcto y una cierta resignación como cuando decimos “las cosas son así y nunca van a cambiar”. Se acepta como natural la desigualdad, la injusticia y la falta de libertad, al punto de que acabamos adoptando la ley del más fuerte como principio en nuestra vida.

En medio de todo esto, me pregunto si hay una posibilidad de ser felices, porque buscar la felicidad o seguridad únicamente fuera de nosotros, llámese poder, éxito, dinero o pareja, no nos brinda plenitud. Si le damos espacio dentro de nosotros a sentir el ins-tante presente, el aquí y el ahora, donde la realidad es como es, donde tenemos lo que tenemos y no otra cosa, es posible tocar la plenitud de estar vivos, de sentirnos reales tal como somos, capaces de construir, paso a paso, espacios donde la vida cobra un sentido genuino.

Si usted ha estado alguna vez en una situación de vida o muerte, sabrá que esta no era un problema. La mente no tuvo tiempo de tontear y convertirla

en un problema. En una verdadera emergencia, la mente se detiene; usted se hace completamente

presente en el ahora y algo infinitamente más poderoso toma el control.

Eckhart Tolle.

Ejercicio: Sienta solo un instante. No se adelante al segundo siguiente. Sienta su cuerpo y cómo cada respiración es el único indicio de que usted está allí y ahora, viviendo. Cada inhalación y cada exhalación nos recuerdan que estamos vivos en un tiempo siempre presente. Luego, reflexione por cuáles cosas tiene sentido preocuparse y por cuáles no.

Sentir el ahora

cuerpo, luego existo nov-dic 201260


A favor de una culturaalimentaria bolivariana

Proyecto Escuela Venezolana de Alimentación y Nutrición/Misión Alimentación

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Aunque pudiera pensarse que es una quimera, en realidad, la felicidad debe-ría ser el propósito esencial de nuestra

existencia terrena. Venimos al mundo para ser felices. De modo que un pueblo desnutrido no puede siquiera pensar en la felicidad o filo-sofar sobre su finalidad existencial; no puede estudiar ni conocer más allá de lo elemental para su subsistencia. Seguramente, por la miseria asociada a esta limitada condición, tampoco tendrá tiempo libre para desarrollar a plenitud sus capacidades físicas y espiritua-les. Por otra parte, una población con sobre-peso y obesidad, que sufra diabetes, cáncer o hipertensión, por más abundancia que ten-ga, tampoco será feliz: es el caso de Estados Unidos y su idealizada abundancia económi-ca, que no se traduce en índices de felicidad; al contrario, la felicidad en esa nación ha de-crecido en los últimos cincuenta años.

Un pueblo que supere el hambre y apro-veche la prosperidad para alimentarse de manera equilibrada, gozará de todas las facultades que la naturaleza le brinda para realizarse completamente. Es por eso que,

Aspectos Antes de 1999 2012

Toneladas de alimentos distribuidos 13.865.529 24.991.378

Ingesta de productos básicos 8.485.561 15.414.716

Importación de alimentos 49,34% 30%

Consumo per cápita de proteínas de origen animal

27,1 gramos 47,6 gramos

Cifras: Ministerio del Poder Popular para la Alimentación.

junto a los beneficios que hoy ofrecen las polí-ticas alimentarias del país, las orientaciones básicas para el consumo sano, seguro y sobe-rano deben incorporarse a la práctica alimen-ticia de cada ciudadano para que podamos Vivir Bien. En el trompo de los alimentos, pro-movido por el Instituto Nacional de Nutrición, encontramos las recomendaciones básicas sobre cuánto y cómo debemos consumir de cada grupo de alimentos. Este es un patrón para alimentarnos en procura del equilibrio y de la vida más armoniosa que todos y todas deseamos. Antes era impensable, pero ahora disponemos de muchos más alimentos y de orientación que está a nuestro alcance. Ahora nos corresponde dar un vuelco en nuestra cul-tura alimentaria.

A continuación, presentamos un cuadro comparativo con cifras que muestran cuán-tos alimentos hay, cuánto comemos (inges-tión por persona), cuánto hemos superado la importación a favor de nuestra soberanía alimentaria y cuántas proteínas provenientes de carnes, huevo y leche podemos consumir ahora en relación al pasado.

nov-dic 2012 si de comer se trata 61


Vera Linares y su Majarete Sound MachineEntrevista y foto: Miguel Ángel [email protected]

Actualmente, Vera es parte del elenco estable del Taller Experimental de Teatro (TET) y vocalista de la agrupación funk Majarete Sound Machine. Desde pequeña, fue descu-briendo que los escenarios serían su herramienta para vivir y su forma de sentirse viva.

Su experiencia y disciplina la hacen parte del grupo de muchachos y muchachas del talento nacional.

Miguel Machado: –De Maracaibo a Caracas, ¿cómo fue eso?Vera Linares: –Mi papá fue trasladado a Caracas por su trabajo y, así, llegué

acá a los cuatro años.MM: –¿Con qué animal te identificas?

VL: –Siempre ha sido con las aves. Una que sea azul.MM: –¿Qué ruido te molesta?

VL: –El de David Ghetta y el ruido de las pistolas, de las balas.MM: –¿Qué recuerdas de tu niñez?

VL: –De pequeña, solía decir: “Cuando sea grande seré cantante o actriz”.

MM: –¿Qué fue primero, el teatro o el canto?VL: –Desde los siete años, más o menos, cantaba en las fiestas de mi casa. Una vez mis primas y yo hicimos un grupo, se llamaba “Las chicas de Vera”. Hacíamos versiones de Gloria Trevi, entre otras cosas.MM: –¿Y después de eso?VL: –Crecí y comencé a componer mis propias cosas. En mi familia hay músicos, mi papá es meló-mano y siempre tuve mucho apoyo. Mi papá es muy crítico conmigo.MM: –¿Cómo llegas al teatro? VL: –En el bachillerato, me uní al grupo Eskena, luego estudié en la UCV y, más tarde, me incorporé al TET

con el maestro Yuma, donde me encuentro ahorita.MM: –¿Qué lees?

VL: –Leo mucho sobre teatro. Me encantan Cabrujas y Cortá-zar. También leo biografías, de músicos, sobre todo.

MM: –En este momento de tu vida, ¿qué es la felicidad?VL: –Serenidad, armonía, trabajo, estabilidad, fe, paz

interior, amor.MM: –¿Cuál es la fuente de esos elementos?

VL: –Comer dulces (risas). Hacer lo que me gusta, como el taller de teatro para niños, componer. Estar en un esce-

nario es un momento muy feliz para mí, así como estar con mi familia, con mi ahijada, con mi gente.

MM: –¿Actriz o cantante?VL: –Las dos cosas, por siempre.

instantánea nov-dic 201262


nov-dic 2012 saber jugar 63


Poder Vivir Nº9

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