A QUIÉN REPRESENTAMOSLas listas del Frente reúnen a centenares de representantes del movimiento que lucha tenazmente contra el vaciamiento de la educación y la salud pública, por el salario en los hospitales, en las escuelas, en el estado bonaerense y en su justicia. Reúne a los que pugnan por recuperar los sindicatos de manos de los Pedraza y los Moyano, por la libre organización de la juventud y por la autonomía de las organizaciones de DD HH y de todas las organizaciones populares. A los que se organizan por el trabajo y por la vivienda.

El gran movimiento popular que arrancó la cárcel de Pedraza por el crimen de Mariano Ferreyra, se plasmó en el Frente de Izquierda. El frente nace de la propia lucha contra la tercerización y la precarización laboral.

El Frente de Izquierda se presenta en 58 distritos de la provincia, entre ellos los 29 del conurbano que, por lo tanto, abarcan la mayoría de su población. Nos reunió una posición independiente frente a un gobierno que valora a Boudou porque encontró el atajo de usar los dineros de los jubilados para pagar la deuda pública, e independiente de quienes son oposición a la sombra de la Mesa de Enlace del capital agrario, que se lleva el oro y el moro en nuestra provincia.

UNA PROVINCIA INMERECIDAMENTE HIPOTECADAEs un hecho conocido por todos que los hospitales y escuelas de la provincia se encu- entran en un estado lamentable, vaciados y sin presupuesto. Los trabajadores cargamos con el grueso del financiamiento del estado,

mientras este vuelca sus recursos al apoyo a empresarios, sea por la vía de exenciones impositivas o subsidios directos.

El Frente de Izquierda destaca que la actualización del inmobiliario rural de acuerdo a los precios de mercado y un impuesto a las grandes empresas que con-centran en nuestra provincia el 40% de la riqueza del país, nos permitiría satisfacer  las necesidades populares en materia de  salud, educación, infraestructura y vivienda popular.

El endeudamiento de la provincia con los organismos financieros -consensuado en la legislatura provincial por Scioli, la UCR y el Gen-, significa hipotecar nuestros recursos a las tasas usurarias de las finanzas interna-cionales. El déficit de 10 mil millones en el presupuesto es consecuencia de ese endeu-damiento, de las tasas usurarias y en su altar se sacrifican los salarios, la educación, la salud  y la vivienda popular.

El Frente de Izquierda es una alternativa política, de poder y de gobierno ante esta realidad. Que empieza por combatir los negociados con la banca y los grupos capita-listas en todos los organismos deliberativos de la provincia y en el parlamento nacional. De manera que los recursos de la renta agraria, industrial e inmobiliaria se destinen al desarrollo productivo y social de la provincia y no a la especulación y enriqueci-miento de un selecto grupo de monopolios capitalistas y terratenientes.

REORGANIZAR LA PROVINCIA A PARTIR DEL TRABAJO Y DEL SALARIOPara el Frente de Izquierda las cuestiones del

trabajo y el salario son los principios de una reorganización social y económica. La infla-ción implica un ajuste encubierto a nuestros ingresos. La pérdida de valor de salarios y jubilaciones es la principal causa de la crisis social de la provincia. Es por eso que este año llegó a estar 60 días parada la justicia bona-erense.

Por ello las permanentes huelgas municipa-les que estallan en todos los distritos o los reclamos en los decaídos hospitales. El esla-bón más explosivo son los municipios, donde se reemplaza trabajo a convenio por el cobro del plan Argentina Trabaja (a veces con algún plus en negro) mientras los sueldos de los municipales de planta están cómodamente debajo del salario mínimo legal de $1850.

Por ello la primera medida transformadora es un salario mínimo equivalente a la canasta familiar hoy no menor de 5.500 pesos, para trabajadores estatales y privados en 8 horas de trabajo. Esta reivindicación se integra con la exigencia de que rija el convenio más favorable en cada industria para todos sus trabajadores, impidiendo la tercerización, como recurso para violentar los derechos de los trabajadores.

El cumplimiento de estas medidas requiere formar comisiones de trabajadores electos, con capacidad de veto sobre la producción en caso de que esas condiciones no se cumplan. Y es inseparable, al mismo tiempo, de la tarea de expulsión de la burocracia sindical, socia de la explotación y hasta empresaria y tercerizadoras ella misma, como estamos cansados de ver.

El Frente de Izquierda se propone dar una salida a la crisis habitacional que existe en nuestra provincia, calculada en un millón de bonaerenses que carecen de una vivienda apropiada.

El déficit de vivienda conjuga la falta de inversión pública destinada a la vivienda popular, la monopolización de la tierra para entregársela a la especulación inmobiliaria y la tercerización de un negocio a favor de contratistas como Meldorek, la empresa de Schoklender, que se llevan el bocado del león. El Plan Federal de Viviendas está hoy com-pletamente parado, mientras es noticia por los escandalos cruzados entre funcionarios, intendentes, contratistas y otros punteros oficiales.

El Frente de Izquierda aspira a reconstruir la escuela pública hoy degradada, en conte-nidos, en formación, en infraestructura y pre-supuesto. Los docentes reciben salarios de miseria, con un sueldo básico de $ 1332, y un salario conformado inicial de $ 2340. Proponemos refundar la escuela secundaria y la educación técnica, desmanteladas por la aplicación de la Ley Federal de Educación, que estableció la actual matriz de privatización de la escuela pública. La devaluación de la es-cuela pública ha servido para formar mano de obra barata y precaria para las empresas.

¿A quiénes golpea más que a nadie la inseguridad?

A los trabajadores y los habitantes de las localidades más humildes. Todos los políticos capitalistas propagandean seguridad. Pero la realidad es que tras cada gobierno que sube prometiendo resolver esto mediante la mano dura, viene un recrudecimiento de la trama de la droga, la prostitución, el robo de automo-tores y la trata de personas. Cada habitante de la provincia sabe que estas lacras existen únicamente mediante el amparo de la policía bonaerense, la justicia y el poder político.

Los policías purgados por corruptos o represores son reincorporados en las nuevas policías comunales, sin dar salida a la inse-guridad. El ministro Casal, cuestionado por parte del propio oficialismo por permitir el “autogobier-

no” de la bonaerense sigue allí en su puesto, y los “críticos” del Movimiento Evita callaron porque cerraron los lugares en las listas del “leal” Scioli.

Jorge Julio López desapareció porque jamás se investigó la bonaerense. Su aparato sigue siendo el de los Fanchiotti y Acosta que acabaron con la vida de Kosteki y Santillán. A López le siguió Luciano Arruga y tantos otros casos de gatillo fácil. La salida está en llevar el bisturí a la fuerza que es co-responsable de la delincuencia que sufre la población.

Propiciamos una fuerza de protección ciuda-dana seleccionada y bajo el control de las organizaciones de derechos humanos y populares, desmantelando a la Bonaerense y su melliza la Bonaerense II, cuyos integrantes han puesto en evidencia los enormes vínculos que los unen al delito organizado. Juicio y castigo a todos los responsables del gatillo fácil y las zonas liberadas para la re-presión y el delito organizado.

La actual Ley de Educación de la Provincia de Buenos Aires así como la Ley de Educación Nacional, ha mantenido y profundizado los aspectos más nefastos de la Ley Federal de Educación de los ‘90. Las listas de Scioli están pobladas por los responsables de este desguace.

El Frente de Izquierda promueve como medi-das urgentes la derogación de las leyes educativas privatistas de Kirchner-Scioli; nacionalizar la educación, triplicar el presu-puesto educativo, reconstituir la educación media, establecer becas que cubran la canas-ta alimentaria y educativa de cada alumno ($1500), y un salario docente igual a la canas-ta familiar.

La provincia ha puesto sus recursos al servicio de mega-emprendimientos de lujo, como Costa del Plata en Quilmes, un negocio del intendente Barba Gutiérrez con el grupo Techint, o el resistido Vial Costero al servicio de un negociado parecido en la costa de Vicente López o el Master Plata momentá-neamente cajoneado en Zárate.

Así aumenta el metro cuadrado y cada vez estamos más lejos los trabajadores de una vivienda. El Frente de Izquierda promueve un plan de un millón de viviendas, por el cumpli-miento del inconcluso Plan Federal, mediante un fondo proveniente de un impuesto al gran capital inmobiliario.

El vaciamiento del sistema sanitario provin-cial, que ha sufrido la población durante los años de gobierno duhaldo - kichnerista ha ido de la mano de un plan de privatización de la salud. La fragmentación del presupuesto de salud en programas y planes, financiados por organismos internacionales, aumenta la deu-da provincial, mientras habilita todo tipo de tercerizaciones y trabajo fuera de convenio.

La propagandizada producción estatal de vacunas y medicamentos se limita a ciertas especialidades medicinales para el primer nivel de la atención, dejando el mayor gasto, el de atención secundaria, a pagarse a precios de mercado a los laboratorios privados.

La destrucción de la atención primaria, mediante el derrumbe deliberado de los sistemas de salud municipales, sobrecarga toda la atención, y desborda habilitando los negocios de las clínicas privadas. Dentro de los edificios de los hospitales de la provincia, existe un ejército de trabajadores terceriza-dos, en empresas de limpieza, cocina, lavandería y de seguridad y, hasta servicios de diálisis e imágenes.

Estas tercerizaciones no sólo violan las condiciones de convenio, sino que son un desvío del presupuesto de salud pública a kioscos privados sobre-facturados.

El círculo de la política privatizadora, se cierra con la desregulación del precio de las prepagas y el subsidio a los negocios de las burocracias sindicales a través de las APE, tristemente famosas por su lazo a las mafias de los medicamentos. El Frente de Izquierda propone una reorgani-zación del sistema sanitario provincial par-tiendo de un aumento del presupuesto de salud, sobre la base de un impuesto progresi-vo a los grandes laboratorios y servicios de medicina privada.

Garantizar la atención colocando a todo trabajador de la salud por encima de la ca-nasta familiar, y respetando las carreras profesionales. Y la estatización de todas las empresas tercerizadas, absorbiendo sus planteles. Por un sistema único de salud integral, gratuito y universal garantizado por el estado.

En la provincia se vive un creciente deterioro del transporte público de pasajeros que es el resultado de la anarquía capitalista y del monopolio de los servicios en manos de los grandes grupos privados. Planteamos su municipalización bajo control de sus trabaja-dores y supervisión de comisiones de usuarios electas, que definan pisos, frecu-encias y concesiones en función de las necesidades populares y no del lucro del capital.

Planteamos la jornada laboral de seis horas con un salario equivalente a la canasta familiar para todos los trabajadores del transporte urbano, poniendo fin a las jorna-das agobiantes que ponen en riesgo su propia seguridad y la de los pasajeros. Cabinas de seguridad para los chóferes.

Anulación de la privatización de los peajes, centralización de sus recursos en un plan único de transporte, integrado a los ferroca-rriles y no en función del lobby del transporte automotor.

El ferrocarril permitiría dar una salida estratégica al problema del transporte mediante un sistema seguro, eficiente y económico. En cambio, lo han transformado en una pesadilla cotidiana para cientos de miles de bonaerenses. El derrumbe del sistema ferroviario evidenciado por gravísi-mos accidentes y reacciones populares de los usuarios, es la expresión de un inmenso vaciamiento llevado adelante por los conce-sionarios privados que tienen subsidios millonarios y hoy comparten negocios con funcionarios del estado y la burocracia sindical. Esta es la trama detrás de la Ugofe que gestiona la línea Roca, asiento de la patota criminal que mató a Mariano Ferreyra. Miles de tercerizados ferroviarios hoy han pasado a planta permanente como resultado de la lucha de los trabajadores y de la cárcel de Pedraza que conseguimos con la lucha popular. Sin embargo el ferrocarril sigue siendo una caja negra. No hay inversio-

nes y sí estafa al estado con materiales de menor calidad y sobreprecios.  Es un gran negociado de los Roggio, Cirigliano, grupo Romero y Macri, asociados a los comisionis-tas que controlan los resortes del poder. Hombres de la burocracia sindical como Antonio Guillermo Luna, Sub Secretario de Transporte Ferroviarios, controlan el total de la actividad ferroviaria del país.

El Frente de Izquierda plantea la expulsión de la mafia de los Pedraza y Maturano de La Fraternidad, del control del ferrocarril. El corte de las concesiones privadas, con investigación del destino de los subsidios millonarios que administran sin control, la formación de un fondo de capital de recons-trucción del ferrocarril en base al aporte proveniente de la renta de los terratenientes y exportadores, y su puesta en funcionamiento con control de los trabajadores.

¿A quiénes golpea más que a nadie la inseguridad?

A los trabajadores y los habitantes de las localidades más humildes. Todos los políticos capitalistas propagandean seguridad. Pero la realidad es que tras cada gobierno que sube prometiendo resolver esto mediante la mano dura, viene un recrudecimiento de la trama de la droga, la prostitución, el robo de automo-tores y la trata de personas. Cada habitante de la provincia sabe que estas lacras existen únicamente mediante el amparo de la policía bonaerense, la justicia y el poder político.

Los policías purgados por corruptos o represores son reincorporados en las nuevas policías comunales, sin dar salida a la inse-guridad. El ministro Casal, cuestionado por parte del propio oficialismo por permitir el “autogobier-

no” de la bonaerense sigue allí en su puesto, y los “críticos” del Movimiento Evita callaron porque cerraron los lugares en las listas del “leal” Scioli.

Jorge Julio López desapareció porque jamás se investigó la bonaerense. Su aparato sigue siendo el de los Fanchiotti y Acosta que acabaron con la vida de Kosteki y Santillán. A López le siguió Luciano Arruga y tantos otros casos de gatillo fácil. La salida está en llevar el bisturí a la fuerza que es co-responsable de la delincuencia que sufre la población.

Propiciamos una fuerza de protección ciuda-dana seleccionada y bajo el control de las organizaciones de derechos humanos y populares, desmantelando a la Bonaerense y su melliza la Bonaerense II, cuyos integrantes han puesto en evidencia los enormes vínculos que los unen al delito organizado. Juicio y castigo a todos los responsables del gatillo fácil y las zonas liberadas para la re-presión y el delito organizado.

El Frente de Izquierda y los Trabajadores se distingue del conjunto de las expresiones políticas que se presentan a estas elecciones porque su programa representa las aspira-ciones de los trabajadores y de los sectores populares.

El conjunto de las fuerzas que enfrenta son representantes de los intereses sociales capitalistas que vienen gobernando la provin-cia y lucrando con ella.

El lanzamiento electoral del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires nos permite asistir al mismo tiempo al intento del kirchne-rismo de reelegir a Scioli y al conjunto de los barones del conurbano. La presencia de la camarilla de la Rosada en la lista de Scioli no significa una cruzada contra las "corpora-ciones" ni una “radicalización populista”,

El Frente de Izquierda se une desde la independencia política de los bloques capi-talistas, para expresar políticamente a los luchadores de la juventud y de los traba-jadores. En él se ha unido la izquierda que quiere seguir siendo izquierda y que mira de frente la crisis mundial capitalista para que

no sea descargada sobre nuestras espaldas.

El voto al Frente de Izquierda en las internas abiertas del 14 de agosto será un peldaño necesario hacia octubre, impuesto por la reforma política proscriptiva del kirchnerismo y la versión agravada que Scioli replicó en la

provincia. Vamos a las elecciones de octubre con el objetivo de reforzar a los trabajadores, conquistando a suservicio una bancada obre-ra en el Congreso Nacional, que pueda ser una posición puesta al servicio de la lucha por cambiar la realidad de Buenos Aires y la Argentina de acuerdo a los intereses de la población trabajadora.

como algunos la llaman ahora. El aparato punteril de la provincia es la base de Scioli, no ha sido desmantelado en absoluto.

El ninguneo a Moyano tampoco es una ruptura con la burocracia sindical, se está promocionando a otros sindicalistas empre-sariales como Gerardo Martínez de la UOCRA, el gremio más explotado y precarizado. Los "camporistas" acompañan en las listas legis-lativas a los barones del conurbano.

De Narváez-Alfonsín y Duhalde intentan seducir a los ‘heridos’ del armado del FPV. De ambos lados juegan los punteros del PJ, la burocracia sindical y la bonaerense, y el libro de pases está lejos de estar cerrado.

Carrió y Stolbitzer han largado una compe-tencia por la representación política de la

Mesa de Enlace. Con la candidatura de Llam-bías, la Coalición Cívica es la lista terratenien-te. Stolbitzer-Binner han constituido otro frente sojero más, que debutó llamando a devaluar el peso en beneficio de los monopo-lios exportadores, una medida de ataque directo a la población trabajadora y su capaci-dad de cubrir sus necesidades. Son todos candidatos de Carbap y la Unión Industrial.

La boleta “corta” de Sabatella es la culmina-ción de una entregada política que empezó con su voto en el Congreso por el pago de la deuda externa con Reservas del Banco Central. Ahora además, comparte los diputa-dos y senadores de Díaz Bancalari y de “La Cámpora”. Se plegó al verticalismo y a la patota. No hay tal progresismo. El voto progresista tiene por único canal al Frente de Izquierda.