Plan Nacional de Semillas
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República Bolivariana de VenezuelaMinisterio del Poder Popular para la Educación Superior
Programa Nacional de Formación AgroalimentariaAldea Universitaria “Willian Lara”
El Socorro, Estado Guárico.
Avance Tecnológico del Sector
Agrícola en Venezuela
TUTOR AUTORES
Orlando Pérez Rosmari Vásquez
Maribel Tablante
María Fernández
Thaimy Correa
El Socorro, Abril de 2015
INTRODUCCIÓN
El Plan Nacional de Semilla no sólo garantiza la soberanía en el sector, sino que
tiene como meta asegurar que el mejor material genético esté en manos de nuestros
productores.
El objetivo general la presente investigación es regular desde una perspectiva
agroecológica la promoción, certificación, distribución y comercialización de semillas en la
República Bolivariana de Venezuela, como base estratégica del desarrollo rural integral a
fin de consolidar nuestra soberanía alimentaria y contribuir con ello al desarrollo
económico y social nacional, de conformidad con el artículo 305 de la Constitución. Esta
propuesta de ley promueve el desarrollo de un sistema de producción de semillas: moderno,
antitransgénico, de calidad, soberano, democrático, participativo, corresponsable y
solidario; que propugne la protección a la diversidad biológica y ayude a la preservación de
la vida en el planeta.
Como elemento de la biodiversidad, cada semilla encierra siglos de evolución, en
los cuales fue transmitiéndose el código genético que determinó su esencia, su
reproducción y su riqueza. En el presente, grandes corporaciones mundiales amenazan la
interrupción de ese ciclo natural, con el criterio mercantil de modificaciones científicas, que
alteran su naturaleza, composición genética y sus características esenciales que le han
permitido existir por millones de años.
Los procesos industriales de modificación genética de las semillas, alteran el ciclo
natural de la vida y ponen en riesgo los intereses superiores del Estado venezolano. El
neoliberalismo promueve una farsa y nueva revolución verde, que coloca las semillas en el
centro del debate mundial. La mentira de ayudar a la eliminación el hambre en el mundo
con semillas que han sido objeto de una transgénesis horizontal, pretende darle el golpe
irreparable al campo latinoamericano. Las grandes corporaciones biogenéticas
trasnacionales están llevando una ofensiva productiva y comercial que busca sumir una vez
más a nuestros países a la dependencia agraria, genética, económica, política, tecnológica y
alimentaria, que nos alejará cada vez más del desarrollo agro rural sostenible y respetuoso
del ecosistema.
Plan nacional de semillas en marcha
Nuestro planeta es un sistema complejo integrado por organismos vivos que se
autorregulan por medio de procesos maravillosos. Quizás uno de los más importantes es el
de la reproducción de la vida, que se manifiesta, en la botánica, por medio de la semilla. En
cada una de ellas se encuentra el embrión de una futura planta. Resulta evidente que las
semillas, como protagonistas de la cadena alimenticia, garantizan la permanencia y
supervivencia de las especies del reino vegetal, porque contienen la información genética
de todas las plantas que cohabitan con nosotros. Aparte del papel tradicional atribuido a la
agricultura como proveedora de seguridad alimentaria, debemos entender que un sistema
agrícola sano y próspero contribuirá valiosamente con el desarrollo económico, social y
cultural de una nación. Esa capacidad que tiene la siembra para estimular una sociedad más
justa, participativa, igualitaria y fraterna, fue desestimada en el pasado. Es una de las
banderas que retoma el Gobierno Bolivariano, aceptando el mandato de la Constitución
Bolivariana de Venezuela, que, en el artículo 305, establece que la agricultura sustentable
tiene su base en la ciencia agroecológica y constituye una actividad indispensable para
mantener la paz y la seguridad de los pueblos.
Línea estratégica Programa Agroproductivo
Establecer bancos de germoplasma de rubros estratégicos que sirvan de base para la
obtención de materiales promisorios para su multiplicación.
Establecer centros de producción comunal de semilla, a través de casas de cultivo, viveros y
jardines clónales, unidades de producción a cielo abierto y laboratorios de cultivo de tejidos
para suministrar semilla suficiente y de buena calidad de hortalizas, frutales, raíces y
tubérculos, café y cacao.
Promover el uso de buenas practicas agrícolas, implementando herramientas agroecológicas
para el manejo fitosanitario en la producción de semillas.
Fomentar una política de acompañamiento técnico y financiamiento oportuno,
asesoramiento, control y seguimiento para la producción de semilla.
Línea estratégica Programa de Formación
Fomentar la formación socio política de todas y todos los integrantes de la red de
productores de semilla.
Impulsar la formación técnica para la producción de semilla sexual y asexual.
Promover los espacios para el intercambio de saberes entre los productores de semillas.
Promover la formación en la innovación, manejo y uso de Bioinsumos, para la producción
sustentable.
Impulsar la conciencia sobre la necesidad de la organización comunitaria y el ejercicio de la
Propiedad Social.
Línea estratégica Programa de Organización
Promover el desarrollo social sostenible de las comunidades beneficiarias de los programas
de producción de semillas.
Promover y consolidar las organizaciones populares de las comunas garantizando el
empoderamiento popular de las familias campesinas.
Garantizar de manera colectiva y participativa el seguimiento, control y evaluación de los
procesos inherentes al desarrollo integral de las comunas.
Coordinar con las diferentes instituciones, los planes referentes a los proyectos de semilla
que se estén ejecutando o estén por ejecutar.
Diseñar y aplicar políticas integrales de autogestión para el fortalecimiento a la
infraestructura de apoyo al proceso socioproductivo en las comunas.
Incentivar a las familias campesinas, indígenas, afrodescendientes y sus organizaciones
populares, a través del principio fundamental de participación y acción, en la conformación
de redes de productores de semilla.
Línea estratégica Programa de Investigación
Rescatar los Saberes Ancestrales vinculando el proceso productivo al ser social como ente
de cambio, tomando en cuenta los aspectos culturales, religiosos y antropológicos de cada
zona productora.
Garantizar la calidad de la semilla a través de laboratorios, con el uso de marcadores
moleculares, evaluación de características físicas, químicas y sensoriales, uso e inclusión de
nuevos clones germoplasma/selección y propagación del material genético.
Promover el manejo integrado de cultivos con el empleo de Insectos fitófagos y
defoliadores, control de enfermedades, malezas, uso de entomófagos y entomopatógenos y
manejo agronómico en la producción de semilla.
Incorporar tecnologías agrícolas sustentables mediante la implementación de nuevas
técnicas de investigación, para mejorar el manejo en campo (mecanización, sistemas de
riego, técnica de propagación y otros).
Fomentar el uso de herramientas agroecológicas tales como: manejo de polinizadores,
agentes benéficos, biofertilizantes, uso de entomófagos y entomopatógenos, reciclaje y uso
de recursos locales.
Formular planes adecuados para el manejo Post cosecha: beneficio, clasificación,
acondicionamiento, empaque y almacenamiento de la semilla.
Metas
Para este año, se espera el iniciar la ejecución de cinco (5) proyectos de
investigación, relacionados a la producción de semilla en casa de cultivo, viveros,
laboratorios y siembras a cielo abierto.
Avances
Puesta en Marcha del proyecto de fiscalización de plantas de citricos en la unidad de
biotecnologia del CENIAP, el cual ha producido hasta la fecha 500 plantas de citricos,
además dicha unidad esta produciendo plantas de musáceas, lechosa, yuca y hortalizas
libres de enfermedades, generando hasta la fecha 7.377 plantas, las cuales serán utilizadas
como plantas madre para la obtención de semilla.
GARANTIZANDO LA SOBERANÍA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA
La biodiversidad de cultivos y plantas que se dan en Venezuela forman parte de
nuestro patrimonio natural. Al asegurarnos su preservación, defensa y usufructo, estamos
garantizando el abastecimiento de las necesidades alimenticias de las familias venezolanas.
Estamos hablando de soberanía y seguridad alimentaria y esto implica una larga
cadena que involucra todo el proceso productivo del país. Estamos hablando de tierras, de
la reivindicación del hombre a través de la tierra. Estamos hablando de estimular la
producción agrícola y esto implica el derecho de los campesinos a producir alimentos y el
derecho de los consumidores a poder decidir lo que quieren consumir. Estamos hablando de
recursos y el principio se encuentra en la creación de un sistema nacional para la
producción de semillas que incorpore a los productores y campesinos al proceso de
desarrollo agrícola del país. Por eso, nace el Plan Nacional de Semillas 2005-2009.
Podríamos preguntarnos si realmente es tan importante el abastecimiento de
semillas y qué significa este elemento en la cadena de producción agraria. Veamos. En
Venezuela más del 70% de los alimentos que consumimos son importados, pero, además,
importamos el 100% de semillas de hortalizas, el 60-70% de semillas de maíz, el 50% de
semillas de papa, entre otros. Ésta inquietante realidad del sector agrícola nacional incide
negativamente en nuestra capacidad para fortalecer la soberanía alimentaria. Se requiere la
articulación de muchos factores para su solución y, en este sentido, la implementación del
Plan Nacional de Semillas viene a consolidar el proceso de reforma agraria que se inició
con el Plan Zamora contra el Latifundio. Buscamos entonces disminuir progresivamente la
dependencia de semillas importadas: es el objetivo fundamental del Plan Nacional de
Semillas. La agricultura venezolana demanda materiales genéticos adaptados a los pisos
climáticos del trópico, a las características de los suelos y a los riesgos fitosanitarios
propios de estas latitudes. Durante mucho tiempo, hemos estado utilizando materiales
generados en otros países, y esto ha implicado la incorporación a nuestro sistema de
siembra de referenciales tecnológicas de alta intensidad en el uso de insumos quí- micos,
como fertilizantes y biocidas contaminantes, en total discordancia con los nuevos
postulados de agricultura tropical sostenible. Por otra parte, el Plan Nacional de Semillas se
concibe en el principio constitucional de la participación corresponsable, al considerar que
debe incrementarse el número de nuevos actores en el sistema nacional de producción de
semillas de alta calidad nutricional y biológica. La incorporación del sector cooperativista,
especialmente aquel formado en los espacios de los Núcleos de Desarrollo Endógeno y la
Misión Vuelvan Caras, como protagonistas en la consolidación del Plan para superar la
grave dependencia de la semilla importada y con el control social de la inversión del plan,
pueden garantizar una mayor soberanía alimentaria. El proceso participativo del Plan
Nacional de Semillas mejorará la capacidad de producción y organización del pequeño
productor agrícola, orientando la formación agroecológica y fomentando la autonomía de
las comunidades locales en el abastecimiento e intercambio de semillas. Esto incluye el
rescate, preservación, mejoramiento y multiplicación de las variedades locales, así como la
diversificación de los cultivos, la plantación de árboles y el aumento de la reserva de forraje
para los animales. El Plan Nacional de Semillas contiene las estrategias de acción que nos
protegerán frente a los peligros que atentan contra la biodiversidad de nuestra nación.
Instituto Nacional de Investigación Agrícola (INIA)
El organismo encargado de la implementación del Plan Nacional de Semillas es el
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, INIA, organismo adscrito al Ministerio de
Ciencia y Tecnología. El INIA apoya técnicamente a los agricultores dedicados a la
producción de semilla certificada, fiscalizada y artesanal y lleva el control de la calidad de
estas producciones. Además, el INIA articula, junto con los Ministerios de Agricultura y
Tierras, Alimentación, Economía Popular y Zonas de Desarrollo Sustentable, todos los
procesos necesarios para impulsar, a nivel nacional, el Plan Nacional de Semillas 2005-
2009, cuyo presupuesto asciende a 92,9 millardos de bolívares. La sede principal del Plan
Nacional de Semillas, se encuentra ubicada en el estado Barinas, pero cada una de las 53
sedes del INIA a nivel nacional estará avocada a proveer a los productores con los recursos
tecnológicos, el asesoramiento agrotécnico, así como los servicios de los laboratorios
especializados necesarios para incentivar la producción de semilla artesanal en todo el
territorio.
La estrategia del INIA se fundamenta en rubros importantes para la dieta del
venezolano, como: arroz, maíz amarillo, fríjol, caraota, papa, soya, yuca, caña de azúcar,
hortalizas; además, semillas forrajeras y sorgo, que apuntalan la producción animal. El Plan
está abriendo espacios para otros rubros estratégicos para el país, como el tártago, y en el
mediano plazo se incorporará un componente de certificación de plantas frutícolas. Los
principales componentes de la investigación del Plan Nacional de Semillas hacen énfasis en
la producción de variedades que los productores podrán almacenar para conformar bancos
locales de semillas. Se impulsará la producción de semilla básica, pero todo tomado con
una visión integrada de transferencia de tecnología, fortalecimiento de infraestructuras,
capacitación y financiamiento a la producción de semilla certificada para los nuevos actores
de la realidad agrícola nacional.
En este contexto, se consideró prioritario orientar las acciones hacia el desarrollo de cinco
Programas iniciales:
• Generación de capacidades en Fitomejoramiento
• Desarrollo de capacidades para la producción de la semilla básica.
• Capacitación de nuevos actores semilleristas
• Generación de capacidades para la producción de semilla certificada, fiscalizada y
artesanal de alta calidad.
• Capacidad de procesamiento, almacenamiento y distribución de semillas. La posibilidad
del éxito socio-político del plan, se basa en una articulación de diferentes organismos del
Estado venezolano con competencias y con funciones que faciliten la aplicación del Plan
Nacional de Semillas, considerando que la variable principal de la propuesta se centra en
satisfacer la demanda creciente de semilla para los planes de siembra, dirigidos desde el
Ministerio de Agricultura y Tierras.
BANCOS DE SEMILLAS PARA RESGUARDAR EL PATRIMONIO AGRÍCOLA
La naturaleza es un inmenso laboratorio al alcance de todos y de todas y, además, es
gratis. Podemos observar y experimentar partiendo de sus ejemplos. Como el de las
hormigas o el de las ardillas, que acopian, se sustentan y guardan para tiempos de carestía.
Para eso se forma un Banco de Semillas y se instalan, según el objetivo que se busque:
básicamente se trata de una instalación o espacio predestinado con el fin de conservar,
manejar, reproducir, procesar, almacenar y distribuir semillas. Podría ser un laboratorio
donde se almacenan muchas variedades o tal vez un campo sencillo con algunas plantas
identificadas, o una pequeña colección de semillas de árboles frutales locales realizada por
los niños de una escuela.
¿Cuál es el propósito de un Banco de Semillas?.-
Primero y fundamentalmente salvaguardar el patrimonio natural de especies y
variedades agrícolas de las grandes amenazas que existen. Estos bancos representan un
respaldo y una garantía al convertirse en depósitos genéticos utilizables para la producción
de cosechas productivas, resistentes a enfermedades o para la protección de especies y
variedades en peligro de extinción.
En la medida en que avance el Plan Nacional de Semillas, se incrementará el
número de bancos locales, siempre con la idea de que estarán administrados por los nuevos
actores semilleristas. El INIA tiene la responsabilidad de apoyarlos bajo el Programa de
Mejoramiento Participativo, ya que muchos productores tienen un trabajo ya hecho en la
disposición de cultivares que forman parte de su tradición. El propósito es generar
capacidades y conocimientos para mejorar la disponibilidad de semillas en el país y, en
consecuencia, garantizar el suministro de semilla de alta calidad, para los planes de
siembra.
Adicionalmente, el INIA se ha planteado la implementación del Programa de
Semilla Solidaria para los agricultores de menores recursos, aspecto que constituye la razón
social fundamental del plan. De esta manera, se ayudará a los campesinos que no cuentan
con los recursos para la compra de semillas. El tema del Banco de Semillas fue punto de
discusión durante el Segundo Congreso Bolivariano de los Pueblos, realizado en Caracas en
diciembre de 2004.
Las conclusiones de este encuentro, plasmadas en la Proclama Bolivariana de
Caracas, señalan: Ratificamos que uno de los principales problemas de nuestros pueblos,
como consecuencia de la pobreza a la cual han sido sometidos, es el hambre. En tal sentido,
consideramos que la soberanía agroalimentaria es una política fundamental para erradicar
este flagelo. Por lo que promovemos la creación de un Banco Latinoamericano de Semillas,
criollas, indígenas u originarias, con sede en la República Bolivariana de Venezuela y con
sub sedes en otros países, y la participación de todas las organizaciones campesinas e
indígenas, en una dinámica de fortalecimiento de la Coordinadora Latinoamericana de
Organizaciones Campesinas y de la Vía Campesina. Nuestro compromiso es superar la
dependencia económica y asegurar un país para todos. Y estaremos avanzando un paso más
en esa dirección al poner en práctica políticas que aseguren la alimentación de cada uno de
los habitantes de este país. El principio es una semilla. Por eso su importancia. Un Banco
de Semillas, entonces, constituye un soporte de gran valor a la hora de un desastre natural,
porque ayuda a agilizar la recuperación de la agricultura. Por otro lado, se estaría en
condiciones de cooperar solidariamente con aquellos países que sufrieran este tipo de
emergencia. Al proporcionarles semillas para el rescate agrícola. De allí deriva también la
importancia geopolítica de la propuesta de creación del Banco Latinoamericano de
Semillas.
PRESERVANDO LA BIODIVERSIDAD
La diversidad agrícola provee a las especies la habilidad de adaptación a los
ambientes siempre cambiantes y al mismo tiempo le permite crear defensas ante
condiciones climáticas adversas y la aparición de plagas nuevas. La calidad de los suelos se
estimula sembrando muchas variedades de rubros, contribuyendo con los sistemas agrícolas
sustentables que apoyan el desarrollo económico de los trabajadores de la tierra al tiempo
que se mantiene el equilibrio ambiental. La siembra de distintos rubros ofrece a los
agricultores mejores oportunidades económicas y nutricionales. A través de los policultivos
(cultivos varios) pueden aprovecharse mejor las condiciones de los terrenos y diversificar
las fuentes de ingresos de las familias campesinas. También se reduce el riesgo ante
posibles desastres, ya que disminuirían los efectos destructores que puede ocasionar una
plaga en siembras de un mismo rubro.
LA DIVERSIDAD AGRÍCOLA ACTUAL ES MUCHO MENOR DE LO QUE
SOLÍA SER EN EL PASADO
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación, (FAO), históricamente los agricultores han utilizado unas 10,000 especies de
plantas con propósitos agrícolas. Hoy día, por el contrario, se estima que el 90% de la
producción agrícola depende de tan solo 120 especies; de éstas, aproximadamente 20 han
sido desarrolladas científica y tecnológicamente por las transnacionales agroindustriales,
imponiéndose un patrón nutricional alimentario preconcebido. Esta homogeneización ha
incrementado la vulnerabilidad de los cultivos ante la aparición de plagas y enfermedades.
Más de 15 millones de hectáreas de bosques tropicales se pierden cada año, y los expertos
estiman que aproximadamente un 8% de las especies de plantas podrían desaparecer en los
próximos 25 años. Durante los últimos 50 años, nuevas variedades uniformes de cultivos
han reemplazado miles de variedades locales. Estas reducciones tienen serias implicaciones
en la seguridad alimentaria ya que la diversidad agrícola provee la base para una nutrición
balanceada y, al mismo tiempo, representa una garantía para el mantenimiento de rasgos
genéticos de alta calidad a la hora de seleccionar variedades con cualidades nutricionales
específicas.
LA AMENAZA DE LOS TRANSGÉNICOS
Los científicos han logrado develar la información genética de los seres vivos. Esta
rama de la ciencia, llamada ingeniería genética, ha desarrollado técnicas para modificar las
estructuras celulares de los organismos vivos, esos nuevos organismos son denominados
transgénicos. Así se ha logrado alterar todas las limitaciones que la propia naturaleza pone
para la relación entre organismos de especies alejadas o no emparentadas. Es decir, en la
naturaleza hay límites para las mezclas, por ejemplo, una orquídea puede cruzarse con otro
tipo de orquídea, pero no se cruzará con un plátano. Una planta transgénica ha cruzado esas
barreras naturales, y además, no muestra diferencias físicas en comparación con una natural
pues la variación se encuentra en su interior.
La manipulación genética se aplica, esencialmente, en el campo de la medicina y en
la agricultura. No obstante, existe una incertidumbre, compartida entre muchos, acerca de la
intervención humana en la información genética de los organismos vivos, mientras no se
demuestre previamente que es inofensiva. Con mayor razón, por la alerta de numerosos
especialistas que advierten sobre los riesgos, ya que es difícil predecir, dominar y controlar
las consecuencias de la manipulación genética de las especies. Las amenazas provienen de
las compañías trasnacionales productoras de tecnología agrícola de punta. Estas empresas
han desarrollado técnicas para producir la llamada tecnología “terminator” que comprende
la alteración de la semilla para que ésta sea fértil durante una sola cosecha y muera después
de ella. De manera que luego de cada cosecha el agricultor se vea obligado a comprar las
semillas a la compañía. El peligro también radica en la contaminación de cosechas no-
transgénicas convirtiéndolas en estériles, lo que significaría el monopolio total de las
empresas globalizadas.
Debido a que los transgénicos son variaciones de las formas de vida conocidas, han
estado sujetos a la especulación jurídica, en derechos de propiedad intelectual y patentes,
que favorecen a las trasnacionales. La aplicación comercial de la ingeniería genética existe,
porque en el país donde mayor aceptación ha tenido -Estados Unidos- se reconocen
derechos de propiedad intelectual sobre la vida, sobre los procesos biológicos y sus
productos. El peculiar formato de propiedad privada de las semillas transgénicas, coartan la
libertad de los agricultores para conservar, producir e intercambiar sus propias semillas, lo
que constituye una de las nefastas características, menos conocida, del fenómeno cultural
conocido como la globalización. A este peligro sobre la incertidumbre de los transgénicos,
se unen los tratados de libre comercio, como el ALCA, que promueve la libre circulación
de productos y semillas transgénicas, constituyéndose en la mayor amenaza que se cierne
hoy día sobre las comunidades rurales tradicionales.
Creación del laboratorio Fitosanitario y Zoosanitario
El Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (INSAI), es un organismo del Estado
encargado de velar que se cumpla la legislación sobre defensas zoosanitarias y
fitosanitarias impidiendo la introducción y/o diseminación de enfermedades y plagas que
atentarían contra la sustentabilidad y soberanía agroalimentaria en el país. Pero además es
un ente encargado de proyectarse para coadyuvar en el logro de una agricultura sustentable,
de amplia incorporación y participación de todos los sectores del campo y del derecho al
disfrute de un ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado.
Misión
Diseñar y ejecutar las políticas, planes programas y proyectas dirigidos a la
prevención, control y vigilancia de plagas y enfermedades que afecten a los animales,
vegetales, productos y subproductos de ambos orígenes, así como velar por la calidad y
seguridad de los insumos agrícolas utilizados en el territorio nacional, para de esta manera,
contribuir con la salud de la población y con el impulso de la producción de alimentos
sanos en equilibrio con la madre tierra.
Visión
Ser la institución garante de la Salud Agrícola Integral del país, con un alto nivel de
compromiso social, autogestionada, ágil, dinámica, flexible, con alta capacidad técnica,
con servidores públicos de excelencia para cumplir con su rol estratégico de coadyuvar a la
obtención de la soberanía y seguridad alimentaria de la población
Objetivo General
Contribuir con el fortalecimiento del Sistema Nacional de Protección y Defensa
Fitosanitario y Zoosanitario en el marco del Desarrollo agrario Socialista a través de
proyectos y acciones que promuevan la Salud Agrícola Integral y la Participación Popular,
garantizando así la Soberanía y Seguridad Agroalimentaria.
Competencias
Promover, divulgar y garantizar la Salud Agrícola Integral como eje principal de la
soberanía y seguridad alimentaria y el desarrollo sustentable de la nación (la salud
de los animales y vegetales).
Proteger a la población de la entrada y difusión de enfermedades y plagas que
afecten a los animales, vegetales, productos y subproductos de ambos orígenes, así
como de agentes que faciliten su propagación al territorio nacional.
Regular la exportación, importación y traslado interno de animales y vegetales así
como productos y subproductos de ambos orígenes, para garantizar la salud
agrícola integral de la nación.
Promover y desarrollar la agroecología y la participación popular en la salud
agrícola integral, a través de los consejos comunales, pueblos, comunidades
indígenas y cualquier otra forma de organización y participación comunitaria cuya
actividad principal esté relacionada con el desarrollo agrario.
Establecer los principios y normas para la aplicación de prácticas responsables de la
salud animal y vegetal, que aseguren la gestión y el aprovechamiento eficaz de los
recursos agrícolas respetando el ecosistema, la diversidad biológica y el patrimonio
genético de la nación
Reseña Histórica
La creación del Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (INSAI) se da por
medio del decreto número 6.129 con rango, valor y fuerza de ley de Salud Agrícola
Integral, el tres 03 de Junio del año 2008, centrando su creación en el propósito
de fortalecer la construcción de una democracia participativa y protagónica, cónsona con la
transición de las instituciones burocráticas hacia una efectiva participación popular.
Fue de esta manera como se hizo necesaria la transformación del Servicio Autónomo
de Sanidad Agropecuaria (SASA), cuya creación data del año 1992, en una figura más
dinámica, como lo es un Instituto Autónomo el cual contaría con personalidad jurídica y
patrimonio propio, distinto e independiente al de la República y adscrito al Ministerio con
competencia en materia de agricultura y tierras, hoy Ministerio del Poder Popular para la
Agricultura y Tierras.
Laboratorios Oficiales
Laboratorio Central Lo Aguirre
Virología
Microbiología
Patología
Biológicos
Bioterio
Residuos
Laboratorio Regional X Región
Laboratorio Regional XI Región
Laboratorio Regional XII Región
CONCLUSIÓN
La tradición de intercambiar semilla entre productores de la misma localidad se ha
mantenido desde muchos de años atrás hasta el presente, en diversos países del mundo,
pero conviene reconocer que con el incremento de los créditos agrícolas que incluye la
semilla certificada, tal intercambio ha disminuido sustancialmente. El Plan Nacional de
Semillas, por medio del subproyecto de fitomejoramiento genético participativo, que
conduce el INIA, se ha propuesto apoyar a los agricultores de escasos recursos,
ofreciéndoles de forma gratuita semillas de su misma localidad, obtenidas en las parcelas de
agricultores cooperadores que han mantenido por varios años variedades prominentes,
especialmente de rubros que forman la dieta básica venezolana, que contribuyan a mejorar
la nutrición en los sectores más deprimidos del sector rural del país.
Con esta iniciativa, entre otras cosas, se espera que el agricultor propague la
semilla, la conserve y contribuya a la alimentación de su familia por un tiempo largo y
grato. Las actividades que en este subproyecto se realizan, permiten el acercamiento con
comunidades muy aisladas, ya que llevan implícito un asesoramiento técnico y promueve el
compartir conocimientos entre investigadores y agricultores. Se hace entrega de semillas
gratuitamente a los productores de escasos recursos, a través de las instancias siguientes
recién establecidas: los bancos locales de semilla ya establecidos y por establecerse, con
apoyo del Estado, pero administrados y dirigidos por productores en lugares estratégicos
para el desarrollo comunitario.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Montilla, D. (Maracay, 2009) Manual de Semillas Solidaria Editorial: INIA
Moreno, T. (Caracas, 2013) Proyecto de Ley de Semillas Editorial: Asamblea nacional