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35 Homenaje a Manuel del Valle Cardenete EL PLAN NACIONAL DE INVESTIGACIN DE LAS AGUAS SUBTERRNEAS Juan Coma Guilln Director del Servicio de Aguas Subterrneas del IGME (1969-1979) INTRODUCCIN Por la Direccin de Hidrogeologa y Aguas Subterrneas, se me ha pedido haga una resea de lo que fue el Plan Nacional de Aguas Subterrneas, PIAS, en el que particip Manolo del Valle tanto en su fase de preparacin como luego en la ejecucin del mismo, que pienso ha supuesto un hito de referencia para la hidrogeologa espaola. Antes del PIAS —a excepcin de la gran aportacin que supuso el Plan Guadalquivir, lle- vado a cabo unos aos antes por el IGME y las Naciones Unidad (FAO) conjuntamente- la inves- tigacin hidrogeolgica en Espaa tena un carcter localizado, puntual, que persegua resolver necesidades concretas, limitndose a tratar los problemas, en la generalidad de los casos, con una ptica marcadamente cualitativa. Ello unido a una falta de conocimiento sobre las grandes unidades hidrogeolgicas del Pas y del papel de regulacin que estas podan aportar a la hora de la explotacin de los recursos hdricos, haca que las aguas subterrneas no fuesen tenidas en cuenta por los responsables de la planificacin hidrulica. El PIAS supuso un cambio copernicano, si se permite la expresin, donde la hidrogeologa descriptiva quedaba atrs y dejaba el paso a otra donde se consideraba que el fluido agua - almacenado en las estructuras geolgicas- formaba verdaderos embalses naturales reguladores potenciales del ciclo hdrico, que se cuantificaban en su realidad presente y en su evolucin futu- ra frente a las extracciones que se pudiesen hacer. La interrelacin de las aguas superficiales y las subterrneas junto a la unidad del citado ciclo se converta en una premisa fundamental en el momento de explotar los recursos. Ello se haca, bien entendido, teniendo en cuenta la realidad geolgica siempre determi- nante, cuyo conocimiento era y sigue siendo esencial, pero utilizando como herramientas impre- scindibles para la cuantificacin de los recursos la mecnica de fluidos y los modelos de simu- lacin. Se entraba, con decisin, por el camino de una nueva hidrogeologa, siguiendo el ejem- plo de los pases ms avanzados en este dominio -dos o tres, no ms- que lo haban emprendido unos aos antes. Al terminar el PIAS, Espaa dispona de una slida, infraestructura hidrogeolgica, que inclua la cuantificacin de sus principales embalses subterrneos cuyos recursos se integraban dentro del contexto econmico de las distintas regiones. Una red piezomtrica de puntos de acuferos cubra todo el territorio del Pas y sealaba la evolucin de sus acuferos, tanto en sus aspectos cuantitativos como cualitativos; esta red era controlada por una serie de Oficinas tcnicas ubicadas en las distintas cuencas hidrogrficas, que al mismo tiempo ayudaban a la adecuada explotacin de las aguas subterrneas. Por otra parte el PIAS haba posibilitado -tanto dentro del rea pblica como en las empre- sas privadas- la formacin slida de profesionales jvenes, a la vez que los haba ilusionado en el desempeo de su trabajo. En resumen: se piensa que la final de esta etapa el Pas contaba con

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    Homenaje a Manuel del Valle Cardenete

    EL PLAN NACIONAL DE INVESTIGACIN DE LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    Juan Coma GuillnDirector del Servicio de Aguas Subterrneas del IGME (1969-1979)

    INTRODUCCIN

    Por la Direccin de Hidrogeologa y Aguas Subterrneas, se me ha pedido haga una reseade lo que fue el Plan Nacional de Aguas Subterrneas, PIAS, en el que particip Manolo delValle tanto en su fase de preparacin como luego en la ejecucin del mismo, que pienso hasupuesto un hito de referencia para la hidrogeologa espaola.

    Antes del PIAS a excepcin de la gran aportacin que supuso el Plan Guadalquivir, lle-vado a cabo unos aos antes por el IGME y las Naciones Unidad (FAO) conjuntamente- la inves-tigacin hidrogeolgica en Espaa tena un carcter localizado, puntual, que persegua resolvernecesidades concretas, limitndose a tratar los problemas, en la generalidad de los casos, con unaptica marcadamente cualitativa. Ello unido a una falta de conocimiento sobre las grandesunidades hidrogeolgicas del Pas y del papel de regulacin que estas podan aportar a la horade la explotacin de los recursos hdricos, haca que las aguas subterrneas no fuesen tenidas encuenta por los responsables de la planificacin hidrulica.

    El PIAS supuso un cambio copernicano, si se permite la expresin, donde la hidrogeologadescriptiva quedaba atrs y dejaba el paso a otra donde se consideraba que el fluido agua -almacenado en las estructuras geolgicas- formaba verdaderos embalses naturales reguladorespotenciales del ciclo hdrico, que se cuantificaban en su realidad presente y en su evolucin futu-ra frente a las extracciones que se pudiesen hacer.

    La interrelacin de las aguas superficiales y las subterrneas junto a la unidad del citadociclo se converta en una premisa fundamental en el momento de explotar los recursos.

    Ello se haca, bien entendido, teniendo en cuenta la realidad geolgica siempre determi-nante, cuyo conocimiento era y sigue siendo esencial, pero utilizando como herramientas impre-scindibles para la cuantificacin de los recursos la mecnica de fluidos y los modelos de simu-lacin. Se entraba, con decisin, por el camino de una nueva hidrogeologa, siguiendo el ejem-plo de los pases ms avanzados en este dominio -dos o tres, no ms- que lo haban emprendidounos aos antes.

    Al terminar el PIAS, Espaa dispona de una slida, infraestructura hidrogeolgica, queinclua la cuantificacin de sus principales embalses subterrneos cuyos recursos se integrabandentro del contexto econmico de las distintas regiones.

    Una red piezomtrica de puntos de acuferos cubra todo el territorio del Pas y sealaba laevolucin de sus acuferos, tanto en sus aspectos cuantitativos como cualitativos; esta red eracontrolada por una serie de Oficinas tcnicas ubicadas en las distintas cuencas hidrogrficas, queal mismo tiempo ayudaban a la adecuada explotacin de las aguas subterrneas.

    Por otra parte el PIAS haba posibilitado -tanto dentro del rea pblica como en las empre-sas privadas- la formacin slida de profesionales jvenes, a la vez que los haba ilusionado enel desempeo de su trabajo. En resumen: se piensa que la final de esta etapa el Pas contaba con

  • todos los elementos necesarios y estaba en una situacin idnea para poder utilizar racional-mente sus embalses subterrneos integrndolos dentro de una planificacin global.

    El PIAS tuvo dos fases, netamente diferenciados: la primera, preparacin del Plan; con-sisti esencialmente en la delimitacin y primera cuantificacin de los grandes sistemas acufer-os de todo el territorio nacional, all donde se acumulaban los grandes recursos subterrneos. Enla segunda, se prepar y planific la investigacin de los citados sistemas, investigacin que fuellevada a cabo a continuacin en la dcada de los setenta y parte de los ochenta.

    La primera fase, base de todo el Plan, supuso un esfuerzo grande y creemos original enmuchos aspectos, por la metodologa empleada, que permiti, en el tiempo rcord de un ao,conocer la realidad hidrogeolgica de todo un pas extenso como Espaa. Ello con un nivel deprecisin suficiente para poder definir la investigacin de la misma en la fase posterior.

    La segunda etapa, realizacin del Plan, dado la magnitud del esfuerzo, requiri poner encontribucin, de una manera u otra, a todo el potencial tcnico que en el campo de la hidroge-ologa dispona en ese momento Espaa y an nulo, al principio, que contar con la colaboracinde algunos profesionales extranjeros de reconocido prestigio, que aportaron su experiencia ybuen hacer.

    Un fruto, no menor, de esta Fase, lo aportaron los proyectos de investigacin realizados,que constituyeron -se insiste- una magnfica escuela de formacin para las nuevas generacionesde hidrogelogos que en aquella poca se incorporaban y que sintieron desde entonces la lla-mada a trabajar en este campo, tan apasionante, de las aguas subterrneas.

    No quisiera terminar esta introduccin sin un recuerdo entraable para todo el equipo deprofesionales del IGME entre los que incluyo al magnfico colaborador que fue Nguyen Trc-que en aquel ya lejano 1970 prepararon conmigo el PIAS. Este recuerdo se extiende, de unaforma especial y emocionada, a aquellos que ya nos han abandonado para siempre: Carlos RuzCela, Jorge Porras, Antonio Piedo y Manuel del Valle.

    PREPARACIN DEL PLANPor diferentes razones, tanto socio-econmicas como institucionales, Espaa no dispona

    todava, a final de la dcada de los 60, de una infraestructura hidrogeolgica adecuada para unpas en pleno desarrollo econmico, debido a una falta de conocimientos de base. La planifi-cacin hidrulica ignoraba las aguas subterrneas que la iniciativa privada desarrollaba de unamanera ms o menos anrquica, creando en determinadas zonas problemas de sobreexplotacin.

    Es entonces que el Instituto Geolgico y Minero de Espaa tom la iniciativa, al comien-zo de los aos 70, de lanzar un Plan Nacional de Aguas Subterrneas, a fin de dotar al pas deuna infraestructura de conocimientos capaz de responder a las necesidades en el momento en queEspaa despegaba econmicamente. Ello permitira, una vez investigados y evaluados los recur-sos subterrneos, explotarlos adecuadamente dentro de una gestin integrada del potencialhidrulico.

    El Plan Nacional de Investigacin de Aguas Subterrneas fue concebido y preparado en elao 1970 para ser realizado durante el III Plan (1972-1975) y IV Plan (1976-1979) de DesarrolloEconmico y Social.

    En esta fase de preparacin se persegua, como etapa previa, definir los grandes sistemasacuferos existentes cuantificndolos en una primera evaluacin de su potencialidades; en unasegunda, basada en la anterior, elaborar y llevar a cabo programas de investigacin de dichos sis-temas precisando los medios tcnicos y econmicos necesarios.

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  • Ahora bien, si la preparacin del Plan hubiese consistido en una programacin clsica delas investigaciones, no merecera una referencia especial. Pero desde la concepcin misma delPlan, se adopt una metodologa consistente en una aproximacin sistemtica a los problemasplanteados; se piensa por ello interesante poner de relieve las principales ventajas que reportaeste mtodo inspirado en el del anlisis de sistemas aplicado a la preparacin de la investigacinde un recurso natural como es el agua.

    Situar desde el principio un programa de investigacin de carcter nacional dentro delcuadro de conjunto del sistema econmico del pas, permite resolver las dificultades que se pre-sentan habitualmente en la fase de preparacin y permite encontrar la razn misma y su propiajustificacin.

    Si la necesidad de conocer bien los recursos naturales de un pas poda comprenderse intu-itivamente, un programa de investigacin intensivo y concreto a desarrollar en un plazo deter-minado necesitaba una justificacin ms precisa; por otra parte, la escala de trabajo, por lo tantosu precisin, as como la distribucin del esfuerzo entre las diferentes regiones reflejando uncierto orden de prioridades igualmente una sistemtica que sobrepasase , pues, por un encuadreeconmico y por un esfuerzo de anlisis y de sntesis de los datos fsicos. Las previsiones delcrecimiento econmico del pas permitan proyecciones de las demandas de agua hasta el hori-zonte del ao 2000. As las necesidades de agua que a final de los aos 60 fueron del orden delos 22000 hm3/a -de los cuales alrededor del 23% eran de origen subterrneo-, se situaban a unos50000 hm3/a en el ao 2000. Otro estudio, realizado sobre las inversiones que la iniciativa pri-vada hizo en obras de captacin de aguas subterrneas durante el periodo 1934-1969, mostrabaque ellas alcanzaban como media, anualmente, la importante cifra de 3.500 millones de pesetas,de las que al menos un 20% se haba invertido en pura prdida a falta de unos conocimientoshidrogeolgicos de base adecuados. El coste del PIAS cuyo objetivo era el de proporcionar alpas de una buena infraestructura, se evalu en unos 1800 millones de pta.

    Por otra parte, el esfuerzo de anlisis y de sntesis de los datos fsicos se realiz dentro delmarco de unos principios bien definidos que permitieron lograr -se piensa- una coherencia yhomogeneidad de los datos utilizados con los resultados obtenidos, al mismo tiempo que alcan-zar una precisin adecuada para la escala del trabajo elegida sin caer en el error de suponer unaexactitud inexistente.

    Los principios inspiradores de la metodologa empleada se basaron en que los acuferos endefinitiva vienen condicionados de una parte por factores litolgicos y estructurales geolgi-cos- y, de otra, por las precipitaciones y la climatologa, al mismo tiempo su existencia se refle-ja obligatoriamente en las redes de drenaje superficial, debido a la ntima relacin existente entrelos cursos superficiales y los embalses subterrneos. Hay siempre una dependencia -dejando asalvo problemas concretos de transferencias a otros sistemas hidrogrficos- entre la lluvia til(parte de las precipitaciones que escapa a la evapotranspiracin), el coeficiente de infiltracin desta -que depende fundamentalmente de la litologa- y la escorrenta subterrnea de los acufer-os que va a parar a los ros.

    Por ello, las lneas directrices del procedimiento seguido para realizar la etapa previa(definicin de los principales sistemas, acuferos y su cuantificacin) tenan que referirse de unlado, al estudio del contexto hidrogeolgico (estructural, litolgico y de puntos acuferos), deotro, a la determinacin de la lluvia til y de los caudales subterrneos drenados por los sistemashidrogrficos.

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  • As, el trabajo sigui dos caminos netamente diferenciados que al final convergan: De un lado, la confeccin de un Mapa hidrogeolgico de Reconocimiento, junto con un

    inventario reducido, pero caracterstico de los puntos de agua que drenan los acuferos. Del otro, el tratamiento de datos para la elaboracin de un mapa de lluvia til o de escor-

    renta total, as como la evaluacin efectuada de la escorrenta subterrnea, a partir delos caudales de base de los ros (mediante el anlisis de los hidrogramas de 135 esta-ciones de aforo de los principales ros y afluentes, con datos de 17 aos).

    Ambas cosas, conjugadas, hizo posible cuantificar la recarga natural de las grandesunidades hidrogeolgicas, previamente definidas. (Mapa de Sntesis de Sistemas Acuferos).

    Para ello, de un lado, se asign con criterios forzosamente subjetivos, en un primer tiem-po, a las formaciones permeables de los sistemas unos valores mximos y mnimos para los coe-ficientes de infiltracin de la lluvia til, y se calcularon los volmenes que se infiltraran en lasreas de aqullas comprendidas dentro de una misma subcuenca hidrogrfica, que tuvieseestacin de aforo.

    Los volmenes infiltrados as obtenidos se compararon con los valores de la escorrentasubterrnea previamente calculada estudiando los hidrogramas de la correspondiente estacin.La comparacin de ambos resultados -analizando en cada caso los distintos factores que podraninfluir en la recarga de los sistemas- sirvi para, corrigindolos eventualmente y por aproxima-ciones sucesivas, determinar los valores de los coeficientes de infiltracin ms representativospara cada una de las formaciones permeables de los acuferos; ello ha permitido evaluar la infil-tracin directa de la lluvia lo que representa, para la mayora de los sistemas, la casi totalidad desu recarga natural; cuando no es as, las cifras calculadas representan solamente la parte de recar-ga que se refiere a la infiltracin directa.

    La metodologa establecida es similar a la sistemtica empleada por los ordenadores: lle-gar a resultados por aproximaciones sucesivas y reiterativas. La estimacin de la recarga natu-ral se ha obtenido de esta forma a partir de cifras obtenidas en direcciones diferentes, que vanrectificndose hasta hacerlas coincidir.

    As, se pudo lograr resultados cuantitativos en un trabajo donde uno de sus aspectos eraeminentemente cualitativo.

    No obstante, el trabajo descrito fue largo y laborioso, requiri el manejo de numerososdatos, un esfuerzo de planimetra grande y el anlisis ponderado de distintos factores.

    Los principales resultados de esta primera etapa-creacin de una infraestructura hidroge-olgica fueron:

    1 El mapa de lluvia til a escala 1/500.000 (publicado a escala 1/1.000.000) muestracmo se distribuyen los 110.000 hm3 (un tercio del volumen total de las precipitaciones)que constituyen el potencial hidrulico medio anual del pas.

    La dificultad de obtener la lluvia til resida en el clculo de la evapotranspiracin real, queen general se estima a partir de frmulas ms o menos empricas.

    Para obviar esta imprecisin se utiliz un mtodo, que en esencia consiste en ajustar losvalores dados (mediante el clculo de la reserva de humedad del suelo) por la frmula deThorwaite para la evapotranspiracin real a partir de los valores proporcionados por estacionesde aforo situadas en subcuencas hidrogrficas que renen determinadas condiciones. En stas severifica que la evapotranspiracin real es igual a la diferencia de la lluvia total cada sobre elrea y las aportaciones media en la estacin de aforo, lo que permite calcularla.

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  • Una vez as ajustada la frmula de Thorwaite a las condiciones de las subcuencas hidrogrficasen estudio, dicha frmula permiti hallar, por extrapolacin, los valores de la evapotranspiracinreal para el resto de la cuenca.

    2 El balance hdrico global del pas:El desarrollo de esta fase permiti establecer el balance hdrico nacional con los valores,

    en condiciones naturales, que refleja el cuadro adjunto. La escorrenta total media era del orden del 33% de la lluvia total media cada y asciende

    a unos 110.000 hm3/a. Esta escorrenta total se desglosa: En una escorrenta superficial que significa aproximadamente el 80% (unos 89.000

    hm3) Y una escorrenta subterrnea que proviniendo de los acuferos asciende, como media

    para todo el pas, alrededor del 20% (21.000 hm3).Pero la participacin de la escorrenta subterrnea en la total vara mucho de unas Cuencas

    Hidrogrficas a otras.En la cuenca Jcar se estim del orden del 63%, para la del Segura del 57%, en la del

    Pirineo Oriental del 45%, en la del Sur del 29%, en la del Guadalquivir del 28%, y en la del Tajodel 21%, para descender en las cuatro restantes por debajo de la media nacional.

    La escorrenta subterrnea en la Espaa insular predomina claramente sobre la superficial,pudindose afirmar que las posibilidades de abastecer a las demandas crecientes de esas regionesresiden fundamentalmente en la explotacin de los acuferos subterrneos.

    Esta distinta participacin de la escorrenta subterrnea en las potencialidades hidrulicasde las diversas cuencas hidrogrficas, era un factor que condicionaba la planificacin de lainvestigacin y tambin de la gestin de los recursos globales hidrulicos de las cuencas e indi-caba la importancia fundamental que tenan las aguas subterrneas en todo el litoral mediterr-neo espaol.

    3 El Mapa Hidrogeolgico NacionalA partir de una recopilacin bibliogrfica y cartogrfica, tanto geolgica como hidroge-

    olgica, de un reconocimiento sobre el terreno y de un inventario de los principales puntos deagua (pozos, sondeos, manantiales, etc., 9400 en total), que son los mejores indicadores de laexistencia de acuferos subterrneos, se realiz un mapa de reconocimiento hidrogeolgico aescala 1/500.000 (publicado a escala 1:1.000.000), que indica la distribucin espacial de losmateriales acuferos del pas, agrupados en cinco grandes tipos:

    a) Afloramientos en formaciones poco consolidadas, permeables por porosidad intergranu-lar.

    b) Afloramientos en formaciones consolidadas con permeabilidad por fisuracin.c) Zonas complejas donde afloran conjuntos de materiales con posibilidades hidrulicas

    reducidas.d) Zonas impermeables.e) Zonas con mantos cautivos.

    Finalmente hay que sealar las dificultades que presentaba realizar en el plazo requerido,un mapa a esta escala, tanto por el peligro de perderse en el detalle como por la necesidad dehomogeneizar los diversos trabajos de los numerosos equipos que en su confeccin inter-vinieron.

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  • 4 Mapa de Sntesis de Sistemas AcuferosLos trabajos desarrollados hacan necesaria una labor de sntesis, a escala nacional, de los

    elementos precedentes que definiera y delimitase las reas donde se localizan los grandes sis-temas acuferos espaoles. Una vez realizada dicha sntesis, a continuacin se podra ya cuan-tificar la potencialidad de dichas reas, establecer sus programas de investigacin integrndolos,finalmente, dentro de una planificacin general.

    Para llevarla a cabo era preciso, previamente, definir el propio concepto de sistema, con-cepto que tal como se ha concebido hace referencia, simultneamente, a dos criterios distintos:uno, espacial, y otro, al de investigacin y planificacin.

    Ambos criterios llevaron a precisar el sistema acufero como el conjunto de uno o variosacuferos relacionados o no entre s que, extendindose sobre un mismo territorio, constituyenuna unidad prctica de investigacin o de explotacin.

    Esta definicin, aunque careciendo de pleno rigor cientfico, tena la ventaja de encuadrarbien el sistema acufero dentro del contexto econmico global por la va de la gestin.

    Es evidente que para la delimitacin de los sistemas fue necesario basarse especialmenteen la cartografa hidrogeolgica realizada; las formaciones impermeables que definen lmitesprecisos, la litologa, la tectnica y los drenajes naturales han sido criterios guas.

    Se delimitaron y cuantificaron 75 sistemas acuferos en la Pennsula y 11 en la EspaaInsular que representan las principales acumulaciones de agua subterrneas del pas; ahora bien,aparte de ellos, existen pequeos acuferos diseminados por toda la geografa espaola que nopueden, a esta escala, ser objeto de una definicin, ni, por consiguiente, programarse su investi-gacin, pero que, integradas sus potencialidades, arrojan unas cifras verdaderamente impor-tantes, quizs del orden del 35-40% del total de la escorrenta subterrnea espaola. Estosacuferos diseminados sirven en la actualidad o pueden servir en el futuro para resolver proble-mas y satisfacer demandas locales o zonales.

    Asimismo, al final de esta fase de preparacin, se estim que la capacidad de almace-namiento de los embalses subterrneos espaoles en sus primeros 50 m. eran del orden de los200 km3.

    Este Mapa de sntesis supuso un gran esfuerzo de anlisis de la informacin adquirida y deuna ardua tarea de sntesis de la misma. Este mapa se puede considerar el fruto ltimo de toda

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    BALANCE HDRICO GLOBAL

    (*) En este valor no se ha tenido en cuenta la recarga de la cuenca asturiana.

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    la labor llevada a cabo en esta etapa. Finalmente se indicar que la Preparacin del Plan supusoel manejo de 60.000 datos, 360.000 km de recorridos para cartografiar el territorio nacional,52.000 horas de tcnicos superiores y medios (32 tcnicos espaoles y 5 extranjeros).

    El detalle del trabajo llevado a cabo se puede encontrar en la memoria del IGME y con-sultable en la pgina www.igme.es, Mapa Hidrogeolgico Nacional (1972).

    REALIZACIN DEL PLAN Definidos, delimitados y cuantificados, en una primera aproximacin, los grandes sistemas

    acuferos del Pas se estaba en condiciones de abordar la investigacin de ellos.Se planific la investigacin a partir de grandes proyectos, de duracin de varios aos, que

    tenan como unidad de estudio las grandes cuencas hidrogrficas y dentro de stos los men-cionados sistemas.

    Los proyectos fueron realizados por equipos multidisciplinarios compuestos por inge-nieros de diversas especialidades -de minas, caminos, agrnomos- gelogos, economistas,qumicos lo que hizo posible enfocar y posibilitar las investigaciones con una visin global ygeneralizada. Estos equipos, durante la duracin del proyecto, residan in situ, trabajando enoficinas situadas en las zonas de estudio.

    La ejecucin del PIAS fue llevada a cabo por el IGME, colaborando en los estudios diver-sas empresas consultoras que accedieron a los mismos a travs de concursos pblicos y se encar-garon de realizarlos y dirigirlos, y supervisadas por el Instituto.

    Asimismo el Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) particip en los proyec-tos asegurando con su parque de maquinaria los sondeos que la investigacin requera. La sumaglobal de las inversiones necesarias se cifr en 1.800 millones de pesetas (del ao 1971), cifraque hay que relacionarla con la superficie del Pas -500.000 km2- de la que alrededor de la mitades potencialmente interesante.

    El plazo de ejecucin de la investigacin se estableci en dos cuatrienios que se extendanal periodo 1972-1979.

    Teniendo en cuenta que el objetivo final del PIAS era el de suministrar la base tcnicanecesaria para que se pudiese realizar una futura gestin adecuada de los recursos subterrneos,era necesario que las investigaciones se situarn dentro del contexto socio-econmico de las dis-tintas regiones estudiadas; en este aspecto se hizo un esfuerzo especial en la determinacin delas demandas presentes y futuras relacionndolas al mismo tiempo con la problemtica de losrecursos hidrulicos considerados en su conjunto.

    A nivel general, los principales resultados alcanzados en las cuencas estudiadas, se podraresumir de la siguiente forma:

    Creacin de una infraestructura general hidrogeolgica: Mapas hidrogeolgicos a dis-tintas escalas, mapas de la superficie piezomtrica, mapa de transmisividades, inventariode puntos acuferos, calidad del agua, etc.

    Definicin de los embalses subterrneos y cuantificacin de sus recursos y reservas, conuna determinacin de los parmetros tcnicos y econmicos necesarios para suexplotacin posterior.

    Esta cuantificacin se ha apoyado, en la mayor parte de los casos, en la elaboracin demodelos matemticos de simulacin.

    Evaluacin de las demandas actuales y estimacin de su evolucin futura. En relacincon ello, los distintos proyectos han hecho un gran esfuerzo para determinar y situar

  • espacialmente las demandas con fines agrcolas, que en Espaa constituyen el uso msimportante, cuantitativamente del agua, habindose obtenido en muchos casos, porprimera vez, un inventario de regados a partir de aguas subterrneas.

    Estudios -mediante el anlisis de los planes hidrulicos existentes o en proyecto conaguas superficiales- de las alternativas ms adecuadas para satisfacer las necesidades delas distintas zonas.

    En resumen, se juzga que al final de los estudios se haba alcanzado, para las reas inves-tigadas, el objetivo establecido al comienzo: un conocimiento suficiente de nuestros recursossubterrneos para que, integrados dentro del sistema general hidrulico, puedan utilizarse, en elfuturo, de una manera adecuada.

    Finalmente y como otro resultado general de estos trabajos, se puede resear la creacinde un Archivo Nacional de Puntos Acuferos, donde se han recogido y almacenado los distintosinventarios realizados y el establecimiento de una Red Piezomtrica Nacional que se deba con-trolar peridicamente.

    En ltimo lugar y no por ello menos importe, se sealar que el PIAS posibilit que alfinalizar los distintos Proyectos de investigacin se pudiesen proponer alternativas a los PlanesHidrulicos de algunas Cuencas hidrogrficas que tuviesen en cuenta los embalses subterrneosen ellas existentes, alternativas que en algn caso se referan a la misma planificacin hidruli-ca del Pas considerada en su conjunto.

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    Manolo con la mirada atenta en un aforo

  • EL FINAL DE LA DCADA DE LOS AOS SETENTA Y PRINCIPIOSDE LOS AOS OCHENTA

    Jernimo Abad FernndezDirector de Aguas Subterrneas y Geotecnia (1979-1983)

    El final de la dcada de los aos setenta fueron decisivos en la historia de nuestro pas; ytal vez por coincidencia o por ocasin, tambin lo fue para el Instituto Geolgico y Minero deEspaa.

    En primer lugar se destaca el gran cambio de estructura que sufri el Centro, al convertir-se en Organismo Autnomo con rango de Direccin General; y por consiguiente lo que habasido hasta la fecha la Seccin de Aguas Subterrneas pas a depender de la Direccin de AguasSubterrneas y Geotecnica con rango de Servicio. Este cambio supuso una profunda reorgani-zacin de la Unidad y por supuesto afect a todos sus integrantes.

    Para nuestro caso hay que destacar que en esas fechas el presupuesto del IGME aumentde forma muy notoria, lo que permiti que las oficinas de proyectos que el Centro tena distri-buidas por diferentes provincias se fortalecieran y ampliaran sus inversiones en los trabajos quedesarrollaban.

    No se abandonaron las tres directrices fundamentales en las que se haban basado las actua-ciones de la Unidad Aguas Subterrneas, es decir, tres grandes Planes Nacionales. Medianteel primero, Plan Nacional de Investigacin de Aguas Subterrneas se continu, cada vez conms detalle, la realizacin de la infraestructura hidrogeolgica del pas, y por supuesto deAndaluca. No se olvid que un acufero es algo vivo, que incluso puede morir; razn suficien-te para seguir trabajando en el Plan Nacional para la Gestin y conservacin de Acuferos. Porltimo y siendo nuestro pas un ejemplo preclaro de pertinaces sequas no slo no poda aban-donarse el Plan Nacional de Abastecimiento a Ncleos Urbanos, sino que se potenci con mayo-res recursos, al coincidir esta etapa con una fuerte sequa. Estas ltimas actuaciones, muy tangi-bles, permitieron estrechar los vnculos entre el IGME y las entidades locales: autonomas, pre-autonomas, diputaciones y ayuntamientos. Los responsables de las Oficinas por sus conoci-mientos y dedicacin, alcanzaron un gran prestigio entre las diferentes entidades que demanda-ban cada vez ms sus necesarios servicios.

    Cabe resear aqu, la realizacin, en el mes de marzo de 1981, del Simposio El Agua enAndaluca que se desarroll en Granada. Este acontecimiento permiti exponer y dar a cono-cer las actuaciones que en materia de aguas subterrneas haba llevado a cabo el IGME enAndaluca y por supuesto en las provincias de Granada y Almera, entre otras.

    Tambin cabe destacar, por sus implicaciones en la hidrogeologa, que a nivel nacional secontinuaba gestando una nueva Ley de Aguas, que finalmente vio la luz el ao 1985.

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