Perspectiva Histórica Del Encuentro de México Con Asia-Pacífico El Caso de Filipinas_0

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  • 35MXICO Y LA CUENCA DEL PACFICOv ol. 3, nm. 11 / septiembre diciembre de 2000

    Perspectiva histrica del encuentro de Mxico conAsia-Pacfico: el caso de Filipinas

    Dagoberto Amparo Tello*

    ntroduccin

    En el presente trabajo se realiza unarevisin de los principales acontecimientos quemarcaron una nueva dinmica en las relacionesentre Espaa y los territorios recin descubiertosde la Nueva Espaa. Adems, este ensayo sepropone rescatar algunos elementos histricosque en gran aparte han sido de suma impor-tancia en la conformacin de los aspectos po-lticos, econmicos y culturales de la ampliaporcin del mundo, que correspondi a losdominios de la Corona Espaola y no se les haprodigado la atencin que merecen para pro-mover el conocimiento de nuestras races yfortalecer la identidad nacional.

    Ahora bien, desde hace ya algunasdcadas, el tener plena conciencia de laimportancia del conocimiento de la histo-riografa del encuentro de Mxico con los pasesde la zona Asia-Pacfico, y en especial deFilipinas, cobra particular relevancia alperfilarse, y ms recientemente consolidarse, laCuenca del Pacfico como uno de los fenmenosque seguramente marcarn el devenir en eltercer milenio.

    La expedicin de Lpez de Legazpi yAndrs de Urdaneta a las islas Filipinas

    Para algunos estudiosos del tema, se tienenevidencias culturales de la existencia de unarelacin prehispnica entre el continenteamericano y el asitico. A este respecto, YoonBong Seo hace una comparacin interesanteentre conceptos mdicos, filosficos, culturalesy numerolgicos, de donde extrae una serie desemejanzas que bien podran corresponder a una

    interrelacin entre el continente americano y elasitico an antes del descubrimiento delprimero de stos.1 Sin embargo, no existendocumentos o pruebas irrefutables de que hastaantes de la conquista de la Nueva Espaa sehaya establecido un contacto constante entreambos continentes.

    De esta manera, el primer contactosuficientemente documentado entre Mxico y elOriente se registr en 1565, cuando se inici laexploracin y conquista de las islas Filipinas,las cuales haban sido bautizadas con esenombre por Ruy Lpez Villalobos en honor alrey Felipe II de Espaa. El mrito de haberencabezado esa aventura al Oriente correspondea Miguel Lpez de Legazpi y Andrs de Urdanetaquienes, habiendo zarpado del puerto de LaNavidad el 21 de noviembre de 1564, avistaronla isla de Samar el 13 de febrero de 1565. As,deca don Carlos Pizano y Saucedo, el 19 denoviembre de 1994, en el puerto de La Navidad[...] se inici hace 430 aos el encuentro entreAmrica y Asia.2

    Pero, si bien el viaje de exploracin y laconquista de los nuevos territorios de las islasmencionadas marc el inicio de la aventuraasitica, la gloria del viaje de retornocorresponde a Andrs de Urdaneta porque l fuequien descifr el enigma del tornaviaje en elPacfico, lo que muchos otros no haban podidolograr. De modo que volver a la Nueva Espaafue hazaa exclusiva de Urdaneta. El tornaviajees palabra evocadora, concepto surgido de lo quehabra de ser la historia del Pacfico, pues lasrelaciones entre Amrica y Asia habran de serya, por siempre, recprocas y cada vez msimportantes, crecientes y trascendentes.3

    Este viaje de retorno fue planeado una vezque, no sin grandes dificultades, se estableciLpez de Legazpi en la isla de Ceb, por lo que

    I

    * Investigador del Departamento de Estudios del Pacficode la Universidad de Guadalajara.

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    Anlisisel 1 de junio de 1565 uno de los galeones, almando de Urdaneta, parti de regreso a Amricay el 1 de octubre de esemismo ao lleg al puerto deLa Navidad, as, el eslabnde galeones entre Filipinas yla Nueva Espaa queddefinitivamente establecido.Desde entonces, las naoscomenzaron a hacer viajesregulares entre los dospuntos, llevando hombres,materiales y plata de NuevaEspaa, y trayendoporcelana, oro y seda deFilipinas.4 Esto dio comoresultado que se inaugurara una etapa denegocios lucrativos entre ambos mrgenes delPacfico, cuyos lazos visibles eran Manila enFilipinas y Acapulco en Mxico. De esta manera,se empez a notar que al iniciarse la relacincon el poniente en el siglo XVI, aumentaron enMxico las influencias asiticas de maneradirecta.5

    Relaciones polticas y comerciales entreMxico, Asia-Pacfico y Filipinas

    Miguel Lpez de Legazpi fue el primergobernador de las Filipinas y, aunque espaolde nacimiento, pas 35 aos en Manila, ciudadfundada por su nieto Juan de Salcedo, nacidoen Toluca e hijo de criollos, a quien se le conocepor su trayectoria de pacificador y fundador deciudades. Este hecho es trascendente puesto quefue un novohispano, Juan de Salcedo, en el querecay la responsabilidad de la pacificacin deFilipinas y al final de cuentas se le reconoce comoun hroe en la crnica de Antonio de Marga,Sucesos de las islas Filipinas (cuya primeraedicin apareci en Mxico, en 1609). En estacrnica se asegura que este hroe, llamadoHernn Corts de las Filipinas, fue en verdadel brazo inteligente de Legazpi. Por su pru-dencia, por sus grandes cualidades, por sutalento y valor personal se capt las simpatasde los filipinos y se sometieron stos a susenemigos.6

    En este sentido, tambin es convenienterescatar lo referente a la participacin

    novohispana, ya que laejecucin de todo lo relativoa la exploracin, conquista ypacificacin, prcticamentees una obra que se puedeatribuir a una generacin denovohispanos que seinvolucraron en la aventurahacia el Pacfico Asitico. Enesto estriba la razn de porqu a travs de los aos sefue consolidando nuestrainfluencia tnica, lingstica,cultural, religiosa y

    costumbrista.7 Todo esto le imprimi un sellocaracterstico criollo al lance de la Nueva Espaaen su afn de secundar a la madre patria en susempresas.

    Ahora bien, la relacin comercial que seestableci entre Filipinas y Mxico durante laetapa colonial posibilit un acercamiento enmuchos otros aspectos y estrech los lazos quese establecen entre los pueblos. As, adems delas condiciones polticas prevalecientes, lascuales sujetaron a las Filipinas a la capital dela Nueva Espaa, desde el punto de vistacomercial la sujecin se torn muy fuerte debidoa los intereses que se suscitaron con elintercambio de las mercaderas, legales eilegales, que por esa va se realizaron. De estamanera, las relaciones sociales, mercantiles ydiplomticas de las islas conquistadas porLegazpi fueron reguladas y vigiladas desde laciudad de Mxico. El vnculo fue tan estrechoque hay autores que destacan que las Filipinasestuvieron ms estrechamente ligadas con estacapital, que las mismas provincias internas delvirreinato.8

    De este modo, no obstante que sobre laactividad comercial que se desarrollaba desdela ciudad de Mxico pesaban restriccionesimpuestas desde Espaa, el comercio florecienteque se estaba llevando a cabo con Asia por laruta del Pacfico benefici primordialmente a losempresarios establecidos en la ciudadmencionada. Asimismo, el poder del que gozaban

    Es notoria una mezclade costumbres tanto

    en el otro lado delocano, sobre todo enFilipinas y su rea deinfluencia, como en

    nuestro pas

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    estos empresarios siempre estuvo presente enlas decisiones que llevaron a establecer aAcapulco como puerto designado oficial para elintercambio comercial por esa va. Esto, ademsdel control que les permita, redujosustancialmente los gastos de transporte que deotra manera se habran hecho si el desembarcode las mercancas se hubiera realizado en otrospuertos ms alejados del rea de la ciudad deMxico.

    Sin embargo, a finales del siglo XVI, debidoal auge que registr el comercio entre ambasmrgenes del Pacfico y al efectocontraproducente que esto ocasionaba en losintereses de los comerciantes radicados enSevilla, las restricciones se tornaron ms rgidasy hacia el siglo XVIII los Borbones ejercieronun mayor control con el propsito de disminuirel trfico mercantil de los novohispanos con Asiay evitar la fuga de capitales.9 No obstante estamayor regulacin, existen evidencias de que lasnaos en su travesa transocenica hacan escalastcnicas en las que descargaban toda clase demercancas. As, el galen que sala sobrecar-gado de Manila llegaba con muchas toneladasmenos a Acapulco, lo que dejaba fuera del controlde las autoridades una gran parte de lasmercancas transportadas por esta va, ademsde que podran ser clandestinas las mercancasobjeto de este manejo.

    Por otra parte, este intercambio comercialposibilit la puesta en operacin de algunosfondeaderos a lo largo del litoral que recorranlas naos desde California hasta Acapulco, loscuales ejercieron una funcin complementariamuy importante, puesto que servan de fuentede provisiones para realizar reparaciones a lasnaves en caso de emergencia y para protegersede la piratera, razn por la que se establecieronguarniciones en algunos de estos puertos demediana importancia.

    Finalmente, todo este rico intercambiocomercial que llevaba aparejados aspectosculturales, sociales y hasta naturales, vino amenos con la clausura de los viajes de la nao,decretada por medio de la cdula del 14 deseptiembre de 1813, lo que adems provoc que

    una gran parte de los puertos secundarios de lafranja mexicana del Pacfico resintieran losefectos y a partir de entonces empezaran aregistrar un estancamiento, el cual se vio todavams acendrado con el inicio de la etapaindependiente y el hecho de que las nuevasadministraciones dieran la espalda al mar y seencerraran en los lmites ms estrechos delpas.10

    La herencia hispana en Asia-Pacfico yFilipinas y la mezcla de culturas

    Aunque no se pueda hablar precisamente de unproceso de transculturacin11 entre Amrica yAsia, s se podran considerar algunos aspectosde las culturas de Asia-Pacfico que muestranciertos rasgos hispanos y viceversa. As, noobstante que el procedimiento para laevangelizacin se modific durante su aplicacinen las islas Filipinas, puesto que por experienciase opt por aprender las lenguas nativas en lugarde imponer el aprendizaje del espaol,12 esteidioma tuvo una difusin a travs de mltiplesmecanismos, de manera que hasta la fechaexisten pueblos que tienen una gran influenciaen su lengua nativa, a pesar de que la imposicindel idioma ingls, como es el caso en Filipinas,ha tenido un impacto definitivo desfavorable enel uso del idioma espaol.

    Pero no es tan slo en el uso del idioma,sino tambin en el gusto por las letras, en dondese puede notar cierta presencia hispana enFilipinas y la regin de Asia-Pacfico. Estaevidencia se puede constatar en la existencia,cada vez en mayor nmero, de instituciones quese dedican formalmente a la enseanza delespaol tanto en Filipinas como en Japn, Coreay China, por hablar slo de las ms importantesen el rea. Adems, el nmero de obrastraducidas del espaol a los idiomas que sehablan en la zona, es un buen indicador de queel gusto por el idioma sigue vigente, no obstanteel paso de los aos.13

    Por otra parte, tambin es notoria unamezcla de costumbres tanto en el otro lado delocano, sobre todo en Filipinas y su rea deinfluencia, y en nuestro pas, ya que la ruta

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    Anlisiscomercial que se estableci a travs del Pacficotambin dio pie a una migracin de orientaleshacia este lado del ocano. Esto se puedeapreciar, por ejemplo, en la costumbre de laspeleas de gallos, la que hoy se considera comomuy mexicana, la tradicin de la china poblana,el uso de chales y mantones, cuyo origen esasitico, y as una serie de inimaginablescoincidencias en los usos y costumbres de lospueblos de Mxico y de Filipinas y la zona deAsia-Pacfico.

    Finalmente, en el aspecto culinariotambin se puede observar una combinacintanto en el uso de ingredientes de ambos ladosdel ocano, como de guisos que son tradicionalesen ambas regiones. Adems, es notoria laexistencia de rboles frutales similares tanto enaquella regin como en Mxico, propiciadatambin por la similitud de condicionesclimatolgicas, lo que es una clara muestra deun intercambio en este aspecto.

    Conclusiones

    La perspectiva que nos proporciona elacercamiento histrico a la relacin que desdela poca colonial se experiment entre Amricay Asia-Pacfico, y en el caso que nos ocupa entreMxico y Filipinas, es sumamente interesante,puesto que nos ayuda a evaluar las posibilidadespresentes y futuras de los intercambios, de landole que stos sean, entre las entidadesmencionadas.

    Tambin es importante reconocer que, msall de las aparentes diferencias culturales, hayun gran nmero de coincidencias en este sentidoque pudieran fortalecerse dedicando tiempo alestudio y acercamiento con esa parte del mundo,la cual, como se vio en el presente trabajo, nonos es totalmente extraa, o por lo menos nodebera serlo tanto.

    As, el enfrentamiento de los retos ydesafos que nos plantea el nuevo milenio, conlas tendencias aparentemente opuestas de losfenmenos de la globalizacin y regionalizacin,en lo que toca a una relacin renovada, no partirde cero sino de un pasado, si bien no comn, s

    por lo menos en estrecho contacto, cimentadoen mltiples factores culturales, tnicos ysociales, lo que facilitara en un momento dadoel restablecimiento de mejores relaciones entreMxico y Asia-Pacfico, especialmente conFilipinas.

    Notas

    1 Yoon Bong Seo, Encuentro de dos mundos: Mxico yPoniente. El fenmeno de la transculturacin, en IIIColoquio La cuenca hispana del Pacfico. Pasado yfuturo, 19 y 20 de noviembre de 1994, Jaime Olveda(coord.), Sociedad de Geografa y Estadstica del Estadode Jalisco, s. a., s. e., s. f., s. l., pp. 81-95. Tambin, delmismo autor, Culturas nhuatl y oriental:coincidencias numerolgicas, en Jalisco hoy, 11 deoctubre de 1993, nm. 32, pp. 62-65.

    2 Carlos Pizano y Saucedo, El puerto de La Navidad yla expedicin de Lpez de Legazpi y Urdaneta a lasislas Filipinas, en op. cit., Jaime Olveda (coord.), p.43.

    3 Ibid., pp. 44-45.4 Ibid., pp. 50-51.5 Yoon Bong Seo, Encuentro de dos mundos: Mxico y

    Poniente. El fenmeno..., en op. cit., Jaime Olveda(coord.), p. 84.

    6 Antonio de Marga apud Carlos Pizano y Saucedo, art.cit., p. 55.

    7 J. Jess Gonzlez Gortzar, La gesta de Mxico en elPacfico, en op. cit., Jaime Olveda (coord.), p. 150.

    8 Jaime Olveda, La Navidad. El comercio y lapenetracin filipina, en Los puertos noroccidentales deMxico y su papel en la comunicacin de Mxico con lospases de Asia Pacfico, Jaime Olveda y Juan CarlosReyes (coords.), El Colegio de Jalisco-Universidad deColima-INAH, Mxico, 1994, p. 23.

    9 Ibid., p. 25.10 Jaime Olveda, El puerto de La Navidad. Perlas,

    comercio y filipinos, en op. cit., Jaime Olveda (coord.),pp. 79-80.

    11 Para una definicin precisa del trminotransculturacin, ver Yoon Bong Seo, Encuentro dedos mundos: Mxico y Poniente. El fenmeno..., en op.cit., Jaime Olveda (coord.), pp. 87-88.

    12 Claudia Macas, Aproximaciones lingstico-literariasa una relacin filipina del siglo XVII, en op. cit., JaimeOlveda (coord.), pp. 117-136.

    13 Fernando Torres de la Torre, Presencia culturalhispana en la Cuenca del Pacfico, en op. cit., JaimeOlveda (coord.), pp. 97-116.