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REGISTRO DISTRITAL • bOGOTÁ dISTRITO CAPITAL (COLOMBIA) • AÑO 39 • Número 3356 • pP. 1-156 • 2005 • JULIO 7 156 personas a la recreación (art. 52 de la C.P) o el am- biente sano (art. 79 de la C.P)? ¿con qué cantidades concretas de los respectivos espacios públicos queda garantizado el ejercicio de los correspondientes dere- chos? ¿cómo se mide? 17 . El desarrollo de procedimientos que posibilitan medir niveles de contaminación (por ruido, dióxido de carbo- no, desechos) o niveles de congestión (según número de vehículos y velocidad del flujo) constituyen induda- blemente avances tecnológicos que para ciertos as- pectos funcionales contribuyen a la resolución de los dilemas, especialmente cuando permiten fijar estándares. Aun así, no desaparecen los dilemas: ¿es más conve- niente excluir vehículos de las vías -disminuyendo contaminación y acelerando el flujo-, o construir más vías, andenes y plazoletas mejorando el flujo e incrementando el espacio disponible para movilidad vehicular, tránsito peatonal y recreación? ¿es mejor una cicloruta, una alameda o una calle peatonal? La teoría de la elección social ha intentado encontrar sa- lidas acudiendo al voto de la ciudadanía para que reve- le sus preferencias, pero se ha observado que la infor- mación requerida no está distribuida simétricamente (no todas las personas son igualmente sabias) y, lo que es peor, desde Olson se ha descubierto que los beneficios de las decisiones políticas son independien- tes de la participación en la acción colectiva. También ha constituido un rudo golpe a la convicción que confía en la sabiduría de las masas, la constata- ción de que pueden presentarse fallas en el suministro de "bienes preferentes" cuando se aplica el método electivo porque la forma como se experimentan las necesidades individuales, y como los individuos reve- lan sus preferencias, puede no coincidir con las nece- sidades comunitarias. En este caso se supone que la sociedad corregirá las fallas a que de lugar la expre- sión mayoritaria de las preferencias: ¿pero, entonces, qué es la sociedad? ¿un deux ex machina que trans- mite mensajes sin emisor? El resultado práctico es que la administración pública no dispone efectivamente de criterios ni procedimien- tos suficientes para validar la eficiencia y la eficacia de las decisiones de inversión en espacio público. Tanto la administración como las corporaciones de elec- ción pública, incluso cuando obran con honestidad y con la mejor información disponible, tienden a actuar como si toda inversión en espacio público fuese bon- dadosa y justificable por el simple hecho de que pre- suntamente atiende necesidades colectivas; por tal razón, aun conociendo las restricciones presupuestales, los ejecutores del gasto en espacios públicos (los funcionarios o las instituciones, para el caso es lo mismo) tienden a ponerlos a disposición de los pobladores como si se tratase de bienes no produ- cidos, esto es, como valores de uso no-económicos a la manera de un bien libre, simplemente porque el ac- ceso no es excluyente. Este comportamiento equivale a creer, en la práctica, que como los servicios deriva- dos de su utilización no tienen precio y, por consiguien- te, no cabe esperar una tasa interna de retorno por la inversión, entonces el bien no tiene coste o, lo que es igual, que su producción no insume recursos. Esta clase de creencias -que pueden llegar a gozar de alto aprecio político- de hecho conducen crónicamente a graves distorsiones en la asignación de recursos y a encrucijadas para la sostenibilidad fiscal del propio espacio público. Periódicamente grandes ciudades enfrentan un panorama de andenes abarrotados y más allá de plazas abandonadas o en manos del crimen; de vías congestionadas y fachadas en ruinas con gran- des parques desiertos, en otro lugar. Simultáneamen- te, la disposición de recursos (por ejemplo, porque en- tre otras no se han acabado de cubrir las deudas que ocasionaron los grandes parques) no permite enfrentar la congestión ni tampoco dar una atención convenien- te a los espacios subutilizados. Se ha caído en el peor de los mundos posibles en nombre de la función social del estado 18 . La inadecuada asignación de recursos a la cual condu- ce el proceso de toma de decisiones por parte del sec- tor público desembocan, en primera instancia, en dos fallas protuberantes en el proceso de generación o cons- trucción del espacio público: A la producción insufi- ciente en determinadas áreas que a la postre padecen efectos indeseables de congestión, contaminación, deterioro e inseguridad. O bien, a la generación de es- pacios que resultan periódica o permanentemente subutilizados y, como consecuencia de ello, también 17 Este es un problema común a todos los imperativos éticos. Aceptados los imperativos a los cuales debe ajustarse la conducta, por ejemplo El Decálogo, qué es más importante: ¿Amar a Dios u honrar a padre y madre? ¿Amar al prójimo o no matar? Evidentemente los imperativos no admiten ordenamientos, ni distinciones, ni cuantificaciones (¿amarse un poco más a sí mismo que a Dios y a este más que al prójimo?). Por tal razón no se adentra más en estos cuestionamientos. 18 Hacia 1983 Nueva York padecía una situación semejante, bajo la admi- nistración del alcalde Koch. Antes de abandonar sus oficinas de Manhattan situadas frente a la Gran Central Station, la Mobil Oil Corporation gravó desde sus oficinas un video justificativo de su deci- sión: "La breve cinta sin narrador revela una ciudad que ha perdido el control de sus espacios públicos. Colillas de cigarrillos se descomponen en charcos de orina fuera del terminal; periódicos se arremolinan desor- denadamente en la calle; vendedores ilegales pregonan juguetes bara- tos sobre cajas de cartón..." La respuesta fue la creación de los Busi- ness Improvement District -BID-, organizaciones de interés público que pueden ser privadas (pero coadministran tributos) o mixtas. Los "Distri- tos de Mejoramiento" han perdurado con una trayectoria aparentemente exitosa (Información de Jorge Nacer Rodríguez, Inter. of Manhattan Institute of Policy Research, vía Internet).

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personas a la recreación (art. 52 de la C.P) o el am-biente sano (art. 79 de la C.P)? ¿con qué cantidadesconcretas de los respectivos espacios públicos quedagarantizado el ejercicio de los correspondientes dere-chos? ¿cómo se mide?17.

El desarrollo de procedimientos que posibilitan medirniveles de contaminación (por ruido, dióxido de carbo-no, desechos) o niveles de congestión (según númerode vehículos y velocidad del flujo) constituyen induda-blemente avances tecnológicos que para ciertos as-pectos funcionales contribuyen a la resolución de losdilemas, especialmente cuando permiten fijarestándares.

Aun así, no desaparecen los dilemas: ¿es más conve-niente excluir vehículos de las vías -disminuyendocontaminación y acelerando el flujo-, o construir másvías, andenes y plazoletas mejorando el flujo eincrementando el espacio disponible para movilidadvehicular, tránsito peatonal y recreación? ¿es mejoruna cicloruta, una alameda o una calle peatonal? Lateoría de la elección social ha intentado encontrar sa-lidas acudiendo al voto de la ciudadanía para que reve-le sus preferencias, pero se ha observado que la infor-mación requerida no está distribuida simétricamente(no todas las personas son igualmente sabias) y, loque es peor, desde Olson se ha descubierto que losbeneficios de las decisiones políticas son independien-tes de la participación en la acción colectiva.

También ha constituido un rudo golpe a la convicciónque confía en la sabiduría de las masas, la constata-ción de que pueden presentarse fallas en el suministrode "bienes preferentes" cuando se aplica el métodoelectivo porque la forma como se experimentan lasnecesidades individuales, y como los individuos reve-lan sus preferencias, puede no coincidir con las nece-sidades comunitarias. En este caso se supone que lasociedad corregirá las fallas a que de lugar la expre-sión mayoritaria de las preferencias: ¿pero, entonces,qué es la sociedad? ¿un deux ex machina que trans-mite mensajes sin emisor?

El resultado práctico es que la administración públicano dispone efectivamente de criterios ni procedimien-tos suficientes para validar la eficiencia y la eficaciade las decisiones de inversión en espacio público.Tanto la administración como las corporaciones de elec-ción pública, incluso cuando obran con honestidad ycon la mejor información disponible, tienden a actuarcomo si toda inversión en espacio público fuese bon-dadosa y justificable por el simple hecho de que pre-suntamente atiende necesidades colectivas; por talrazón, aun conociendo las restriccionespresupuestales, los ejecutores del gasto en espaciospúblicos (los funcionarios o las instituciones, para el

caso es lo mismo) tienden a ponerlos a disposición delos pobladores como si se tratase de bienes no produ-cidos, esto es, como valores de uso no-económicos ala manera de un bien libre, simplemente porque el ac-ceso no es excluyente. Este comportamiento equivalea creer, en la práctica, que como los servicios deriva-dos de su utilización no tienen precio y, por consiguien-te, no cabe esperar una tasa interna de retorno por lainversión, entonces el bien no tiene coste o, lo que esigual, que su producción no insume recursos.

Esta clase de creencias -que pueden llegar a gozar dealto aprecio político- de hecho conducen crónicamentea graves distorsiones en la asignación de recursos y aencrucijadas para la sostenibilidad fiscal del propioespacio público. Periódicamente grandes ciudadesenfrentan un panorama de andenes abarrotados y másallá de plazas abandonadas o en manos del crimen; devías congestionadas y fachadas en ruinas con gran-des parques desiertos, en otro lugar. Simultáneamen-te, la disposición de recursos (por ejemplo, porque en-tre otras no se han acabado de cubrir las deudas queocasionaron los grandes parques) no permite enfrentarla congestión ni tampoco dar una atención convenien-te a los espacios subutilizados. Se ha caído en el peorde los mundos posibles en nombre de la función socialdel estado18.

La inadecuada asignación de recursos a la cual condu-ce el proceso de toma de decisiones por parte del sec-tor público desembocan, en primera instancia, en dosfallas protuberantes en el proceso de generación o cons-trucción del espacio público: A la producción insufi-ciente en determinadas áreas que a la postre padecenefectos indeseables de congestión, contaminación,deterioro e inseguridad. O bien, a la generación de es-pacios que resultan periódica o permanentementesubutilizados y, como consecuencia de ello, también

17 Este es un problema común a todos los imperativos éticos. Aceptadoslos imperativos a los cuales debe ajustarse la conducta, por ejemplo ElDecálogo, qué es más importante: ¿Amar a Dios u honrar a padre ymadre? ¿Amar al prójimo o no matar? Evidentemente los imperativos noadmiten ordenamientos, ni distinciones, ni cuantificaciones (¿amarse unpoco más a sí mismo que a Dios y a este más que al prójimo?). Por talrazón no se adentra más en estos cuestionamientos.

18 Hacia 1983 Nueva York padecía una situación semejante, bajo la admi-nistración del alcalde Koch. Antes de abandonar sus oficinas deManhattan situadas frente a la Gran Central Station, la Mobil OilCorporation gravó desde sus oficinas un video justificativo de su deci-sión: "La breve cinta sin narrador revela una ciudad que ha perdido elcontrol de sus espacios públicos. Colillas de cigarrillos se descomponenen charcos de orina fuera del terminal; periódicos se arremolinan desor-denadamente en la calle; vendedores ilegales pregonan juguetes bara-tos sobre cajas de cartón..." La respuesta fue la creación de los Busi-ness Improvement District -BID-, organizaciones de interés público quepueden ser privadas (pero coadministran tributos) o mixtas. Los "Distri-tos de Mejoramiento" han perdurado con una trayectoria aparentementeexitosa (Información de Jorge Nacer Rodríguez, Inter. of ManhattanInstitute of Policy Research, vía Internet).

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se ven sujetos posteriormente y en muchos casos alos efectos del abandono y la criminalidad19.

3.7.3 Una tipología de Free-Riders

Sin embargo, estas dos disfunciones no son las úni-cas a las cuales da lugar la actuación del sector públi-co. La carencia de estándares apropiados para deter-minar la localización y la magnitud de los espaciosque deben ser producidos así como las regulacionesdeficientes o inapropiadas para regular sus aprovecha-mientos, influyen decisivamente en la aparición delfenómeno de los free-riders que intentan lucrarse delas externalidades positivas generadas por el sectorpúblico. La competencia entre estos aprovechadoresocasiona efectos encadenados, no sólo de utilizaciónilegal, sino de sobre utilización, congestión, deterioroy contaminación, aparte de un conflictivo ambientesocial en el propio espacio público. Esto último es elresultado no sólo de la inconformidad de l@sciudadan@s con los free-riders sino del propio enfren-tamiento entre estos últimos por apropiarse gratuita-mente y por todos los medios posibles (legal o ilegal-mente) de los beneficios derivados de su utilización.Entre los numerosos grupos que compiten por estaapropiación de las externalidades pueden mencionar-se los siguientes:

Anunciantes y publicistas de propaganda visual.

Empresarios de rutas ilegales de transporte, con-cesionarios de rutas legales y concesionarios delS.I.T.M.

Usuarios de vías y andenes como plataformas dedescargue, zonas de reparación y de estaciona-miento de vehículos.

Propietarios de inmuebles, que a partir del cambiode uso de residencial a comercial o de servicios,transforman antejardines en estacionamiento y/oen "ampliación " del establecimiento de comercio.

Vendedores ambulantes y estacionarios de bie-nes de consumo masivo.

Empresarios que crean redes de distribución ca-llejera de bienes al detal.

Propietarios que incrementan los aprovechamien-tos del espacio privado sin absorber contribuciónde valorización ni participación en plusvalía, o losque simplemente se limitan a un pago mínimo delimpuesto de industria y comercio.

Grandes superficies de ventas, de establecimien-tos educativos o de abastecimiento de alimentossin plataformas de descargue o de descenso depasajeros, o sin servicios adecuados de estacio-namiento.

Grupos mafiosos o criminales: distribuidores dedrogas, pandillas, redes de reducidores, redes dedistribución al detal de artículos de contrabando.

3.8 Aspectos básicos para la regulación de losaprovechamientos del espacio público

En conjunto, las observaciones sobre las fallas delmercado y del sector público sugieren que la solucióna los problemas derivados de las insuficiencias del pri-mero y la inadecuada asignación de recursos del se-gundo, requiere un enfoque complejo e integral, asícomo un marco regulador capaz de evitar el conflictosocial implícito en la competencia silvestre por la apro-piación de las ventajas externas. Aparentemente, elanálisis sugiere que los siguientes aspectos soncruciales en la adopción de las políticas y las regula-ciones:

Es prerrequisito de cualquier solución el compro-miso solidario de todas las partes involucradas,de colaborar incondicionalmente con la adminis-tración y la fuerza pública para expulsar del espa-cio público a todos los aprovechadores que se loapropian para actividades criminales.

Debe emprenderse la tarea de regular todo tipo deaprovechamientos directos o indirectos del espa-cio público de acuerdo con reglas que impongantarifas o contribuciones proporcionales a la mag-nitud de los beneficios y que contemplen, entreotros aspectos básicos, los siguientes:

Todo aprovechamiento adicional directamente lo-calizado en el espacio público debe lograrse sinefectos negativos sobre la satisfacción de las ne-cesidades de consumo colectivo para las cualesha sido producido.

Todo aprovechamiento indirecto por parte de lospropietarios de inmuebles adyacentes debe ser re-tribuido o compensado.

Toda utilización del espacio público para instalaro aprovechar redes de distribución de bienes porparte de productores o comercializadores priva-dos debe ser regulada mediante concesiones ytarifas.

Las operaciones encaminadas a generar, ampliar, trans-formar o renovar los espacios públicos deben atendera:

19 Las respuestas colectivas a estas fallas pueden, a su vez, agruparseen dos grandes conjuntos: ciertos grupos sociales se excluyen volunta-riamente de las áreas sobreutilizadas e inseguras; otros intentan excluirde los espacios públicos subutilizados y abandonados al resto de l@sciudadan@s, privatizando su aprovechamiento (esta segunda alternati-va es la que se tipifica en el caso de los cerramientos ilegales de lasvías, parques y zonas verdes).

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El diseño de la operación en forma integral:Esto significa que debe ejecutarse tomando en con-sideración todos sus efectos sobre el área de in-fluencia y sobre todos los componentes del espa-cio público: vías, andenes, parques, zonas ver-des, plazas y plazoletas, así como sus corres-pondientes efectos sobre los aprovechamientosde los inmuebles adyacentes.

Producción conjunta de bienes públicos noexcluyentes y de bienes rivales excluyentes: Laintegridad de la operación debe incluir planeamientode los usos comunes no excluyentes conjunta-mente con los aprovechamientos directos o indi-rectos de carácter lucrativo, con el propósito dedimensionar adecuadamente la magnitud de losespacios a producir y asegurar que los usos lucra-tivos no vayan en detrimento de la plena satisfac-ción de los consumos colectivos.

Fijación de estándares (según tipos de N.C.C.,satisfactores y localización): Para dimensionarla "oferta", determinar la calidad de los espacios ymonitorear su utilización o su estado.

Monitoreo de los estándares mediante un sis-tema de sensores e indicadores (feedback): Queposibiliten determinar el grado de utilización de losespacios e implementación de estrategias para laobtención de equilibrios dinámicos a corto plazo.Esto implica:

Estimación de los rangos mínimos y máximos deutilización (cargas mínimas-cargas máximas /subutilización - sobre-utilización).

Actuación alternativa sobre el ambiente externopara promocionar el espacio (en el caso de lasubutilización) o sobre las entradas (usuarios odisponibilidad de espacio, en el caso de sobre-utilización)

Exclusión de free-riders: Mediante la organiza-ción y regulación de los aprovechamientos lucrati-vos en todos los casos que la generación de unespacio público permita prever que se crearán con-diciones externas (por ejemplo: elevados flujos depeatones o vehículos) para que aparezcan intere-sados en apropiárselas. Este es un principio bási-co para la actuación del sector público ya que laausencia de previsión en este aspecto, siempregenerará aprovechadores que intenten utilizarlasilegalmente.

Adopción de un marco regulador adecuado. Enla actualidad los estándares que definen la dispo-nibilidad de los espacios públicos del mismo modoque sus aprovechamientos están dispersos en una

multitud de normas incoherentes y contradictorias.Las entidades encargadas de su aplicación sonnumerosas y no atienden a un marco general decarácter jurídico ni de planeamiento. La facultadde regular y dar en concesión los aprovechamien-tos es casuística y hasta cierto punto caprichosa.Por ejemplo: el IDU da en concesión las Troncales;con otros criterios, la STT da en concesión rutasde transporte público; el FVP procura la localiza-ción de vendedores ambulantes y estacionarios;la propaganda visual se regula en normas policivas,urbanísticas e impositivas.

Por consiguiente, no existen criterios comunes de obli-gatoria aplicación en todo proceso que implique apro-vechamiento directo del espacio público con fines lu-crativos. La insuficiencia o la total inoperancia de al-gunas entre estas regulaciones se manifiestan en elhecho evidente de que no consiguen evitar la apariciónde las externalidades negativas más obvias o, lo quees peor, las propician.

Así, por ejemplo, la contaminación con propagandavisual es el resultado, en gran medida, de la tributaciónmuy baja a la que están sometidas las medianas ygrandes superficies de anuncios. La disminución linealde los impuestos de rodamiento de acuerdo con la an-tigüedad de los vehículos o en proporción directa consu depreciación propicia que vehículos en mal estadosigan circulando y congestionando.

Ciertas formas de concesión de rutas de transportepúblico determinan que se presente un exceso de ve-hículos de transporte colectivo congestionando lasvías. Si un operador de un sistema de transporte masi-vo puede alcanzar el óptimo de ocupación sin que apartir de ese punto esté sujeto a rendimientos e ingre-sos marginales decrecientes, estará interesado en queel sistema se sature y se congestione.

Si es posible eliminar los antejardines sin severas san-ciones económicas o sin exponerse a consecuenciastributarias significativas, los antejardines desaparece-rán. Cuando la policía es impotente para controlar laocupación del espacio público por vendedores sin li-cencia y, por otra parte, tampoco se programan o sedan en concesión estos aprovechamientos, todos losaprovechadores ilegales tenderán a solidarizarse encontra de la autoridad pública para aprovechar el cre-ciente desorden (o entropía del sistema) como formade proteger su actividad.

Las consideraciones anteriores sugieren que todo apro-vechamiento lucrativo del espacio público debe estarsujeto a reglas que contemplen:

1. La determinación precisa de los espaciosconcesionados o autorizados.

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2. La fijación de tasas, contribuciones, imposicio-nes o derechos de aprovechamiento compatiblescon los riesgos asumidos por el inversionista priva-do, las garantías y los aportes asumidos por el dis-trito capital, y la obtención de los márgenes "norma-les" de beneficio esperable en estas condiciones.

3. Los estándares de ocupación del espacio lu-crativo, los márgenes de operación y los volú-menes de ventas o de ingresos esperados de-ben permitir la explotación del espacio públicohasta un punto compatible con el "margen normalde beneficios" y con los usos comunes. Si alcan-zado este punto de equilibrio, los estándares deocupación todavía resisten mayor aprovechamien-to sin detrimento de los usos comunes, el inver-sionista privado debe estar sujeto a cargas cre-cientes (o sea, a ingresos marginales decrecien-tes) a fin de evitar que pueda incurrir en usos lu-crativos excesivos o deteriorables.

3.9 Espacios públicos y los bienes complemen-tarios excluyentes

En general, la teoría considera los espacios públicoscomo pertenecientes a la subclase de los bienes públi-cos impuros (también se les denomina bienes comu-nales y, en otros casos, recursos comunes). La carac-terística diferencial de estos consiste en que no sonexcluyentes, es decir, nadie puede ser excluido de suconsumo aun cuando no haya pagado por él, pero suutilización, por cada consumidor adicional una vez tras-cendido el límite de las economías de escala implíci-tas en su tamaño, reduce la satisfacción obtenida portodos los demás: es el punto en el cual una calle setorna congestionada y/o ruidosa, un espacio se vuelvesofocante o un parque pierde su tranquilidad.

La opinión comúnmente aceptada es que en estos ca-sos debería aplicarse algún tipo de exclusión pero noresultaría viable, o bien por ser técnicamente imposi-ble o porque su administración resultaría demasiadocostosa. En ciertos casos la única alternativa para dis-minuir la presión de los "gorrones" es utilizar medidaspuramente coercitivas; por ejemplo, se prohíbe el ac-ceso de vehículos a determinadas áreas o se prohíbesu circulación en determinados días y horas (caso "picoy placa"). La imposibilidad de aplicar la exclusión o larelativa inoperancia de medidas coercitivas o persua-sivas conduce a que periódicamente se observe unainfradotación de espacio público en ciertas áreas críti-cas, al mismo tiempo que una crónica carencia de re-cursos por parte de la administración pública para aten-der su mantenimiento y ampliación.

Sin embargo, una observación más detenida de loscomportamientos de los consumidores deja suponerque los problemas más críticos y costosos están rela-

cionados sobre todo con la contaminación atmosféricay la congestión vehicular.

Por el contrario, un número muy elevado de ciudadesde gran tamaño han tenido que enfrentar lasubutilización y el abandono de grandes espacios pú-blicos como parques, plazas y plazoletas, acompaña-dos de secuelas de inseguridad y deterioro. En ciertoscasos ha sido indispensable mejorar la accesibilidad(mejor articulación con la red de movilidad), delegar laadministración y promoción de eventos e incluir algu-nos aprovechamientos económicos complementariospara atraer usuari@s o elevar su nivel de satisfacción.En general, estas experiencias sugieren que no es in-compatible, utilizando estándares adecuados de apro-vechamiento, combinar la disponibilidad desatisfactores no excluyentes con la oferta de bienescomplementarios rivales.

Aparentemente tampoco se ha tomado en cuenta quela sociedad urbana contemporánea la eficiente presen-tación de ciertos servicios de consumo colectivo re-quiere técnicamente una especialización de ciertosespacios públicos (no es lo mismo un parque de diver-siones que una reserva ecológica para descanso pasi-vo) y, por lo mismo, también se ha requerido introducirel principio de exclusión para su consumo, por ejem-plo, mediante el pago de tarifas. El S.I.T.M. de Bogotáes un ejemplo al alcance de la mano: La calzada ex-clusiva se sustrae del resto del espacio público, se daen concesión y sólo se puede acceder al servicio me-diante el pago de una tarifa.

En conclusión, estas consideraciones ponen de pre-sente que la definición de que las regulaciones sobrelos aprovechamientos del espacio público deben con-templar:

1. La multifuncionalidad o el mayor grado de espe-cialización de los espacios y los satisfactores dela N.C.C.

2. La aplicación de procedimientos de exclusión enactividades muy especializadas, pero que al mis-mo tiempo repercutan en un adecuado reparto decargas y beneficios del desarrollo urbano entre em-presarios privados y ciudadanos en general (nocreación de monopolios ineficientes)

3. El aprovechamiento económico de actividadescomplementarias mediante el adecuado suminis-tro de bienes no excluyentes, en el caso de losespacios con potencial multifuncional.

3.10 El caso de los vendedores callejeros

Las distintas clases de vendedores callejeros y esta-cionarios que invaden desordenadamente andenes,

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esquinas y, a veces parques y plazas, constituyen elcaso más notorio de aprovechadores gratuitos de lasexternalidades resultantes por la generación de espa-cio público, aun cuando desde el punto de vista econó-mico no son necesariamente los que monetizan losmayores beneficios. Su presencia es más notable envías y espacios de alto tráfico, conexos con lascentralidades de actividad terciaria y, de manera másesporádica, en plazas y parques con motivo de la ce-lebración de eventos masivos o en días festivos cuan-do se incrementa notablemente la presencia de visi-tantes en estos lugares.

Una interpretación adecuada de este fenómeno debetomar en cuenta, por lo menos, los siguientes actoresque inciden en su reiterada presencia y en su crónicoagravamiento:

En primer término y, como es bien sabido, se trata deun fenómeno de gran escala relacionado con la esca-sez de puestos de trabajo en el sector formal de laeconomía. Sin embargo una interpretación más preci-sa requiere considerar que las actividades que reali-zan estos trabajadores -en la mayoría de los casos porcuenta propia- no constituyen oficios artesanales y tra-dicionales todavía supervivientes en una economía demercado. Por el contrario, es el mismo desarrollo de laeconomía moderna de mercado y las oportunidadesque genera la aglomeración de actividades y deman-dantes las que propician la multiplicación de estas ac-tividades como alternativas al desempleo y elsubempleo.

De hecho, esta clase de ocupaciones como otras acti-vidades por cuenta propia, definidas como informales(caso, por ejemplo, de la reparación de vehículos, ta-lleres de reparación de electrodomésticos, oficios dealbañilería y mantenimiento de edificaciones, de redesde servicios de energía, agua y alcantarillado, servi-cios personales como peluquería, jardinería, etc.) Cre-cen y se multiplican con el crecimiento de las ciuda-des y, por consiguiente con el desarrollo de la econo-mía propiamente urbana, de la cual este sector de ac-tividades constituye su estrato de más baja jerarquíapero el más numeroso. Por supuesto, el fenómeno esmás acusado en economías en crecimiento bajo con-diciones de oferta de mano de obra prácticamente ili-mitada a corto plazo.

En 1967, el Premio Nóbel de Economía Paul Samuelsonponía de presente, en el Manual de Economía Moder-na, que más del 90% de los empleos registrado por laeconomía norteamericana de entonces correspondía aunidades familiares por cuenta propia o a lo sumo amicroempresas. En el caso especifico de Bogotá laEncuesta de Calidad de Vida (E.C.V., Junio de 2003)estimó que la población total ocupada ascendía a

2.904.145 personas, de las cuales más de 206.000equivalente al 6.1% trabajaba en la calle ambulante,estacionario o en kiosco o caseta. Otros 69.000 ocu-pados trabajaban puerta a puerta y sólo un poco másdel 49% trabajaba en local de empresa o patrón con-tratante.

Desafortunadamente, por su representatividad dentrodel universo total de la muestra, estos datos no sonmuy confiables, pero bajo cualquier consideración,suministra una idea aproximada de la magnitud del pro-blema.

De acuerdo con los estimativos del Fondo de VentasPopulares - FVP. El número de vendedores callejeroses alrededor de 120.000. Aún así, incluso esta cifrapodría ser solamente aproximativa, pero permite afir-mar que la formalización del sector implica el desarro-llo de un programa de empleo y renovación urbanísticadel espacio público de envergadura mayor, que com-prometería recursos sustantivos de la inversión públi-ca y un gran esfuerzo de negociación, de concertacióncon sectores empresariales y de organización.

La forma tradicional de diseño y ejecución de las ope-raciones destinadas a la construcción y transforma-ción de los espacios públicos ha sido en gran medidaresponsable del desorden o entropía que estas actua-ciones han introducido en el manejo, aprovechamientoy administración del espacio público. En primer lugar,se ha tratado artificialmente como divisibles bienes queconforman un sistema indivisible, por lo menos a unadeterminada escala espacial como lo es, por ejemplo,una centralidad. Se han tomado decisiones de trans-porte independientes de la disponibilidad de vías, ysobre estas con independencia sobre sus impactosen los usos del suelo o en los espacios peatonales.

En muchos aspectos y, especialmente en lo relacio-nado con la dotación del espacio público, redes detransporte e infraestructura vial no ha existido la no-ción de operación urbana integral. Tal cosa ha genera-do externalidades sin prever su aprovechamiento niprocedimientos para incorporarlas en lo posible, toman-do en consideración, a la vez, las características denuestra economía urbana y los intereses de sus gru-pos vulnerables.

Debe recordarse que durante años la administracióndistrital actuó bajo el entendido de que era natural quela inversión pública coadyuvara a la valorización delos inmuebles privados, sin contraprestación por partede sus propietarios a fin de hacerla sostenible y equi-tativa. No se hizo un uso eficiente de instrumentoscomo los impuestos catastrales, el ICA o la Contribu-ción de Valorización. Incluso, antes de la Administra-ción del Alcalde Jaime Castro, esta había llegado a

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ser abandonada casi por completo. Luego, con poste-rioridad a la expedición de la Ley 388 de 1997, se hanemprendido macroproyectos urbanos como el del SITM.Con participación de la Nación, en donde ni esta últi-ma ni el distrito han observado las normas estableci-das en el artículo 114 de la mencionada Ley sobre ac-tuaciones urbanas integrales y que, precisamente, bus-can garantizar al reparto equitativo de las cargas ybeneficios involucrados en la operación20.

Como se puso de presente más atrás, la actuaciónfragmentaria y desprovista de objetivos integrales quetomen en consideración el aprovechamiento ordenadode las economías externas generadas por la actuaciónpública, propicia la irrupción desordenada de agentesprivados que buscan, cada uno por su lado, apropiarsegratuitamente de sus beneficios. Es así como progre-sivamente el ambiente social en el área impactada poroperaciones urbanísticas tiende a tornarse conflictivo.

Un efecto general de esta situación es que los freeriders informales tienden a ser manipulados por otrosaprovechadores que obtienen beneficios de situacio-nes de inseguridad, abandono y deterioro del espaciopúblico, propicias para la actuación de grupos mafiososy para el ejercicio de actividades delincuenciales. Bajoestas condiciones los agentes privados informalessuelen presentar poca disposición a la actuación delsector público, a la negociación y a la asunción decompromisos.

Todas estas situaciones son bastante conocidas enlos estudios sobre la acción colectiva y sus mecanis-mos. En principio, es claro que "los grupos de presiónpresionan para conseguir sus objetivos". La negocia-ción con grupos de presión de gran tamaño pero conumbral muy bajo de organización y cohesión(heterogéneos) propicia que a su interior, losaprovechadores con objetivos precisos y mejor infor-mados, manipulen el conjunto como masa de manio-bra para evitar compromisos y acuerdos que transfor-men el estado de desorden reinante, puesto que es lasituación de la que obtienen las mayores retribucio-nes. Tales circunstancias, aparte de estrategias eco-nómicas y urbanísticas precisas, requieren comoprerrequisito indispensable una estrategia de negocia-ción que posibilite llegar a expulsar o por lo menoscontrolar los grupos mafiosos insertos en el procesoy, además, generar incentivos suficientes y confiablespara incentivar la negociación con todos los free ridersinvolucrados.

4 LA SITUACIÓN FÍSICO AMBIENTAL

4.1 Las consideraciones ambientales de la Sa-bana de Bogotá

La sabana de Bogotá esta compuesta por una planicie

localizada a 2.600 m sobre el nivel del mar, enmarcadapor cadenas montañosas al oriente y al occidente, estaconfiguración divide la ciudad en dos territorios dife-rentes, uno de montaña y otro plano. La Sabana secompone de un 32.3% de área plana, un 66.1% sonladeras y el 1.6% restante esta cubierta por agua.

La temperatura promedio es de 14°C, oscilando entrelos 9°C y los 22°C. A lo largo del año se intercalantemporadas lluviosas y secas. Entre los meses mássecos se encuentran diciembre, enero, febrero y mar-zo; y los más lluviosos son abril, mayo, septiembre,octubre y noviembre.

Respecto a la ubicación regional del distrito, se conso-lida en una pieza importante dentro de la estructuraecológica principal regional, en donde sus principalesejes de integración son los cerros orientales y el Maci-zo de Sumapaz.

4.1.1 Componente montañoso

Hace parte de la Estructura Ecológica Principal - EEPcomponiéndose en un eje estructurante de la misma,ya que en ellos surgen los ejes fluviales que atravie-san la altiplanicie. Los cerros orientales conforman unamuralla que se extiende sobre el límite oriental de laciudad, separándola de las cuencas hidrográficas deloriente de Cundinamarca, con alturas hasta de 3.200m. Sus cumbres se convierten en la línea divisoria delas aguas de la cuenca del Río Bogotá, al interior deldistrito, en donde se encuentran las subcuencas delos Ríos Juan Amarillo, San Francisco y San Cristóbalen el flanco oriental y la subcuenca del Río Teusacáen el flanco oriental. El otro elemento del sistemaorográfico del distrito es el macizo de Sumapaz, conuna altura promedio entre 3.500 a 4.000 msnm. Ac-tualmente hace parte de un parque nacional natural,

20 El capítulo XII de la Ley 388 trata de la Participación de la Nación en elDesarrollo Urbano. El artículo 114, que hace parte de este capítulo,establece normas para la ejecución de macroproyectos urbanos conparticipación de la Nación. Dice textualmente:

"Artículo 114. Macroproyectos Urbanos. La ejecución de actuacionesurbanas integrales se desarrollarán mediante macroproyectos urbanos.Los macroproyectos urbanos son el conjunto de acciones técnicamentedefinidas y evaluadas, orientadas a la ejecución de una operación urba-na de gran escala, con capacidad de generar impactos en el conjunto dela estructura espacial urbana de orientar el crecimiento general de laciudad. Todos los macroproyectos urbanos deberán involucrar comomínimo las siguientes características comunes: (1) Contemplar el desa-rrollo de acciones que permitan la solución integral y coordinada delproblema considerado. (2) Vincular al proyecto las diversas instanciaspúblicas y privadas directamente concernidas, mediante la utilización demecanismos de concertación idóneos, convenidos en el acuerdo urbanoque lo sustenta. (3) Establecer los procedimientos mediante los cualesel municipio o distrito participará en la captación de plusvalías urbanasresultantes de las acciones urbanísticas contempladas para el desarro-llo del respectivo macroproyecto, y una equitativa distribución de cargasy beneficios entre todos los agentes involucrados en la operación, altenor de los instrumentos que esta ley crea o modifica con dichopropósito".(Ley 388/97, Cáp. XII, Art. 114, subrayados Estudio Formula-ción PMEP).

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del cual 70.000 ha se encuentran en jurisdicción deldistrito, dentro de la localidad del mismo nombre. Estepáramo se convierte en límite entre las cuencas de losRíos Guaviare-Orinoco en el oriente y el Río Magdale-na en el occidente.

En el territorio plano, cerca de 75.000 ha tiene aptitudpara la agricultura, 39.000 ha para la ganadería y aproxi-madamente 125.000 ha se puede desarrollar activida-des agrícolas y ganaderas con restricciones.

Dentro del distrito también se encuentran los cerros desuba y la conejera, los cuales conforman una serraníaaislada del conjunto de cerros que rodean la ciudad.En el cerro de la conejera se puede encontrar uno delos bosques alto andinos mejor preservados, en él nacela quebrada la salitrosa que alimenta al humedal de laconejera. Los cerros de suba, están más intervenidospor procesos de urbanización.

Los cerros de Juan Rey, Guacamayas y Cuchilla delGavilán se ubican al sur oriente de la ciudad, se cons-tituyen en otro sistema altamente intervenido por losprocesos de urbanización. En el caso del Cerro de JuanRey, se observan suelos altamente erosionados cu-biertos de pastizales. En el cerro de la guacamaya sepresenta un proceso de urbanización con asentamientosprecarios, además de focos de erosión severa, debidoa canteras abandonadas o clandestinas. En la Cuchi-lla del Gavilán se observan cultivos y pastizales, estesistema se ha deteriorado debido a manejo agrícolainadecuado, en donde han aparecido procesos clan-destinos de urbanización causados por el desarrollode la vía al llano.

El cerro de Doña Juana, parte de las estribaciones delsur oriente, se encuentra ubicado el relleno sanitariodel mismo nombre; este sistema es el área más dete-riorada del distrito.

Sectores de Sierra Morena, declarados como zona deprotección por la CAR, en donde se presentan proce-sos de urbanización, a pesar de que se constituye enuno de los elementos naturales más importantes delpaisaje.

4.1.2 Componente hídrico

La Sabana hace parte de la cuenca del Río Bogotá,compuesto por una serie de corredores fluviales queatraviesan la ciudad, interconectando los cerros orien-tales, con los humedales y el Río Bogotá. Esta redesta compuesta principalmente por las Subcuencas deSalitre, Fucha, Tunjuelo, Torca y La Conejera.

El Río Bogotá recorre el borde occidental de la ciudadde norte a sur, desde el Puente del Común hastaAlicachín, siendo el último tramo del río sobre la Saba-

na. En este tramo recibe once cauces mal manejadosque contaminan sus aguas, tres de ellos letales: elJuan Amarillo que descarga al Río Bogotá 123 tonela-das de desechos al día; el Río Fucha, con una descar-ga de 590 toneladas / día y el Río Tunjuelo, con unadescarga de 616 toneladas.

El Río Salitre o Juan amarillo nace con el nombre deQuebrada Arzobispo en los Cerros Orientales, recibecomo afluentes las quebradas de Las Delicias,Ríonegro, Los Molinos y El Chicó. Este río se ha cons-tituido en un sistema recolector de las aguas negras ylluvias de gran parte del sector norte de la ciudad.

El Río Fucha nace también en los cerros orientalescon el nombre de Río San Cristóbal y drena todo elsector central, parte del sur oriente y la zona industrialde occidente antes de desembocar en el Río Bogotá,al sur de Fontibón. Las aguas de este río y sus tributa-rios presentan un alto nivel de contaminación debido alas descargas directas de los interceptores de aguasnegras.

El Río Tunjuelo nace en el Páramo de Sumapaz y drenatodo el sur de la ciudad de Usme hasta Bosa. Durantesu paso por la ciudad recibe las aguas negras de lascurtiembres y de un sinnúmero de industrias de quími-cos y galvanoplastia, los lixiviados del relleno de DoñaJuana. Además, se presenta en parte de su cauceexplotación minera, lo cual agrega un alto número desedimentos.

La cuenca de Torca-La Conejera se encuentra com-puesta por los humedales Torca y Guaymaral, ubicadoal norte de la ciudad, y la parte occidental del Humedalde la Conejera, este sistema se encuentra alimentadopor los canales de Guaymaral y Torca, entre otros.

Otro componente importante del sistema hídrico sonlos humedales, estos no solo ejercen una función deregulación hídrica, recolectando aguas lluvias en in-vierno y regulando el nivel freático durante el verano,sino también son hábitat de numerosas especies, per-mitiendo una alta biodiversidad en sus espejos de agua.Su área se ha reducido de 50.000 ha a 800 ha en me-nos de 40 años. Entre los humedales más deteriora-dos del distrito se encuentran: Techo, Tibanica, El Burro,Capellanía y la Vaca, los cuales han sido víctimas deprocesos de desecación para urbanizaciones clandes-tinas y rellenos ilegales.

El Humedal de Techo se encuentra ubicado al sur oc-cidente de la ciudad, su área esta disminuida por relle-nos y construcciones urbanas, que lo dividen en tressectores y elimina sus posibilidades de mantener unflujo hídrico constante.

El Humedal de Tibanica esta ubicado al sur occidente

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de Bogotá, dividido en dos porciones, pero solo unapertenece al distrito, se observan rellenos por urbani-zaciones, recibe aguas contaminadas de los barriosaledaños, desmejorando la calidad de sus aguas.

El Humedal del Burro esta ubicado en la localidad deKennedy, su principal problema es la pérdida de la co-nexión con sus fuentes,

4.1.3 Las características del territorio rural

El territorio rural, se encuentra básicamente ubicadoen tres sectores: los Cerros Orientales, la cuenca altay media del Río Tunjuelo y el Sumapaz.

El territorio rural de los cerros orientales se encuentralocalizado en el costado oriental del límite del distrito.De los sectores rurales es el que presenta el mayorimpacto visual sobre el contexto urbano. Están ubica-dos en las localidades de Usaquén, Chapinero, SantaFe y San Cristóbal. Su conformación como límite haevitado la expansión urbana de esta zona. Debido alas altas pendientes, la susceptibilidad a la erosión yla clase de suelos lo hace apto para la localización debosques. Posee un régimen climático semihúmedo, delcual depende el mantenimiento adecuado de la vege-tación que permite evitar la generación de áreas deinestabilidad y la asociación de fauna que encuentraen los cerros un excelente refugio. Los cerros alber-gan un alto número de acuíferos que le otorgan un pa-pel importante desde el punto de vista hidrogeológico,aunque en los últimos años se han observado grandescambios, generados por los asentamientos urbanos yla permisividad de explotar canteras. De acuerdo conestudios realizados se puede identificar claramente unaserie de corredores modificados en los cerros:

Zona de parcelaciones de La Floresta de la Saba-na en Torca corresponde a zonas de parcelacionesen conjunto cerrado de estrato alto, con una den-sidad de 4 viviendas por ha. Se observa una altazona de deforestación.

El proyecto residencial de Guaymaral en la calle190, que incluyó la construcción de las vías depenetración y el aeródromo deportivo.

El eje de la carretera a La Cita que conecta lacalle 170 con el asentamiento de Serrezuela y lasareneras de La Aurora en La Calera, a través deun complejo de barrios subnormales en diferentesgrados de conurbación, como El Codito y La Es-trella. Entre las calles 190 y 145 se tienenasentamientos como Serrezuela, Bello Horizonte,Buena Vista y El Codito por encima de la cota delos 2700 msnm, que corresponden a urbanizacio-nes con construcciones de 45 a 60 m2 y de 1 a 3pisos.

San Cristóbal Alto, que constituye otro complejosimilar al de La Cita, asciende desde la calle 160hasta los 3000 msnm, consolidado sobre un áreade antiguas canteras, donde se asientan barrioscomo Santa Cecilia, Cerro Norte y Villa Nidia, porencima de la cota de los 2925, y Sotarama porencima de la cota de los 2825.

La carretera a La Calera, (cuenca de la QuebradaLa Chorrera), que constituye un eje turístico queconecta los sitios de recreación nocturna (com-plejo de discotecas, miradores y residencias depaso), en el flanco occidental, con los restauran-tes campestres y el Parque de San Rafael, al des-cender por la vertiente de La Calera.

Otros corredores menos profundos se encuentran enlas faldas del cerro El Cable en Chapinero, en dondese asientan los barrios Mariscal Sucre, Calderón, JuanXVIII, Los Olivos, Luis A. Vega, Pardo Rubio, SanMartín de Porres y El Paraíso; los cuales se ubican enzonas de alto riesgo con susceptibilidad a la ocurren-cia de deslizamientos.

Sobre los Cerros de Guadalupe, Monserrate y en elParque Nacional Olaya Herrera, se observa un com-plejo mosaico de vegetación nativa en distintos esta-dos de regeneración, mezclada con plantaciones fo-restales, sobre le cual se desarrolla un régimen com-plejo de perturbaciones: deslizamientos, fuego, infes-tación de espino europeo, asentamientos subnormales,pastoreo, plantaciones forestales agresivas. Sobre laQuebrada Chiguaza (San Cristóbal), sobre vegetaciónsecundaria muy fragmentada y con predominio depotreros, se desarrolla un proceso de deforestación yexpansión de urbanización sobre suelos inestables ypropensos a deslizamientos, constituyéndose por elloen una zona de riesgo ambiental. En la ronda de laQuebrada Zuque, también en la localidad de San Cris-tóbal, entre mosaicos de pastizales, matorrales y ras-trojos, en pendientes fuertes y propensas adeslizamientos, es común observar focos de reptaciónsobre los cuales aparece una tendencia continua y cre-ciente de la urbanización.

La cuenca alta del Río San Cristóbal no tiene aún pro-cesos de urbanización, pero si presenta una profundaalteración, dada la sustitución de vegetación nativa porextensas plantaciones forestales exóticas, que hanoriginado alteraciones hidrológicas por las densidadesexcesivas y la falta de manejo en la silvicultura de lasmismas. En las áreas vecinas y siguiendo incipientesprocesos de minería clandestina, se han ubicado ba-rrios como Montebello, San Blas, Dorado, Las Merce-des, Ramajal, Sagrada Familia, El Triángulo, San Cris-tóbal, Juan rey, Buenos Aires, El Triunfo, San Pedro,San Vicente, Guacamayas, San Martín y El Zuque.

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Sobre la vertiente oriental de los cerros, en las veredasVerjón Alto y Bajo, se presenta la expansión difusa devivienda campestre, secundaria y primaria, de estratoalto, fenómeno que se inició en el municipio de la caleradesde hace cerca de 20 años y tomo mayor empuje apartir de los 90. El eje de expansión en la cuenca altadel Teusacá ha sido guiado por la construcción y co-nexión de nuevas vías, la vía de penetración de la vere-da El Hato en La Calera, que parte desde la Vía dePatios, se prolonga cuenca arriba a través del VerjónAlto y Bajo, bifurcándose en el Verjón bajo para conec-tarse en los km. 11 y 17 de la vía a Choachí, la cualconecta con Bogotá a través del Cerro de Guadalupehasta el Barrio Egipto; conformándose así un anillo vialsuburbano conectado con el casco urbano.

La cuenca alta y media del Río Tunjuelo contiene lamayor cantidad de población campesina en Bogotá,concentrando la actividad agropecuaria. En esta cuen-ca se encuentran localizadas las áreas rurales de Usmey Ciudad Bolívar, lugares de graves problemas socia-les, debido a su nivel de pobreza, asentamientos lega-les e ilegales, ubicados en zonas de alto riesgo y lascondiciones precarias de infraestructura básica.

Para la zona agrícola de Usme, se observan caracte-rísticas de suelo y climatología que favorecen la agri-cultura y con ello el mantenimiento de la vida rural,que prevalece sobre los bordes de expansión urbana.La zona de la cuenca alta y media del Río Tunjuelo secaracteriza por ser minifundista, (explotación en pre-dios de menos de 5 ha). Esto se combina con un bajonivel tecnológico, causando pérdidas de potencial deexplotación por sobreexplotación y exceso deagroquímicos. Esta actividad se presenta principalmen-te entre las cotas 2.600 y 3.400 msnm, y en algunoscasos puede llegar hasta la 3.600 msnm.

El Sumapaz se encuentra conectado con el contextourbano de Bogotá a través de Usme. Casi la mitad dela localidad se constituye en el Parque Nacional Natu-ral de Sumapaz. Es un área con baja vulnerabilidad alas transformaciones urbanas, no solo por su ubica-ción, sino también por las condiciones de seguridad desu entorno nacional. Se han empezado a observar zo-nas con procesos de deforestación sobre el bosquealto andino, para generar áreas adecuadas para el pas-toreo y establecimiento de pastos. El principal poten-cial de esta zona es la riqueza natural, representadaen la biodiversidad y potencial hídrico. Aunque el pára-mo se encuentra en condiciones óptimas de conserva-ción, se están observando áreas de explotación inde-bida que generan presión ambiental sobre el mismo.

4.1.4 El paisaje visual

El paisaje visual de la ciudad esta dominado por lasilueta de los cerros orientales y por los focos visua-

les creados por las escorrentías y cauces de agua querelacionan los cerros con el Río Bogotá. El paisaje esalterado en distintos momentos y diferente forma en lamedida que la ciudad creció, creando condicionesmorfológicas especiales con variadas maneras de in-corporar los elementos naturales. En la ciudad se per-filan cinco unidades de paisaje, que en términos gene-rales se definen:

Paisaje de cordillera: Son las áreas montaño-sas del oriente de la sabana con clima muy húme-do y frío. Discurre de sur a norte conformandoestribaciones paralelas, cuya silueta sirve de re-ferente visual a la ciudad. En los bordes bajos estaocupada por asentamientos, dispersos,discontinuos, de diversa definición morfológica. Elespacio público reúne diversos tipos de bosques:alto andino, artificial de protección, de pre-páramoy de páramo y nativo.

Paisaje de borde de cordillera: Son las áreasde baja montaña localizadas al sur, sur oriente ynororiente de la Sabana. Son barreras paralelas alvalle bajo y medio del Río Tunjuelo, conformandopequeñas vertientes que han sido urbanizadas enforma dispersa. Esta ocupada por retículas meno-res de vivienda de poca altura con pocas áreaslibres y poca vegetación. El clima es seco, frío,con apariencia desértica. El espacio biótico espobre con pocos bosques.

Paisaje urbano de trazados continuos: Es lazona alta de la sabana ubicada al oriente del RíoBogotá, en donde se desarrolla la cuidad hasta1940. Ocupa los suelos más firmes y consisten-tes, extendiéndose en forma de tentáculos sobrelas divisorias de aguas y conformando una ciudadlineal en sentido sur norte. Los cauces de aguahan sido "subterranizados", produciendo una con-tinuidad superficial y funcional que alberga el de-nominado centro expandido. En el tejido urbanopredominan las retículas simples, con una conti-nuidad aleatoria organizada tardíamente por el mo-delo arterial contemporáneo. Los elementos natu-rales se encuentran urbanizados con jardines yarborización diseñados en función de la ciudad.

Paisaje urbano discontinuo de periferia: Es lazona media de la sabana oriental, en donde sedesarrolla la ciudad de la segunda mitad del SigloXX. Ocupa los suelos más frágiles y vulnerables,conformando una ciudad extensa en donde se al-ternan cauces y humedales que no fueron absor-bidos por los hechos urbanos. La zona esta ocu-pada por diversos trazados, barriales, múltiplesequipamientos extensivos, los grandes parquesurbanos y numerosas aglomeraciones de traza-

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dos menores, con tipologías arquitectónicas de di-versa índole. La ocupación urbana es menos den-sa, con espacios empradizados y arborizacionesralas y discontinuas y en algunos casospantanosas.

Paisaje de borde hídrico: Son las áreas másbajas de la sabana discurren paralelas al Río Bo-gotá y sus afluentes de norte a sur. Conformanun valle continuo, empradizado, con usos agríco-las y agroindustriales y con algunas franjasboscosas de protección. Existen extensiones ur-banas de retículas menores de alta densidad deocupación asentadas en el valle aluvial e inclusi-ve en la zona de manejo del río.

4.1.5 Análisis y evaluación de riesgos y diseño deplanes de prevención y contingencia.

El PMEP se sujeta a lo definido en el Decreto 190 de2004 - POT, en especial de lo contenido en el Numeral7 del artículo 73 y artículos 91, 141, 146, 303.

El PMEP prioriza que las zonas en donde hubo mine-ría y sus áreas adyacentes, las zonas liberadas enprocesos de reasentamiento por riesgo no mitigable opor haber invadido parte de la Estructura EcológicaPrincipal, aquellas que tienen una sobrecarga de acti-vidad proveniente de algún equipamiento y aquelloscuya calidad ambiental en materia de ruido y contami-nación atmosférica sobrepasan de manera reiterada losvalores permisibles, deben convertirse en lo posible,en espacio público y contar con diseño y con un plande intervenciones prioritarias. Las intervenciones prio-ritarias estarán destinadas a garantizar la seguridadante riesgos y a evitar ocupaciones ilegales.

Así mismo, las zonas donde no puede desarrollarseconstrucción alguna, por contar con pendientes supe-riores al 25% y que tengan alguna afectación por redesde servicios públicos deberán convertirse en espaciopúblico, siempre y cuando éste sea adicional al obliga-do a entregar por la norma correspondiente dentro delos instrumentos de planeamiento en que se localicen.

4.2 La clasificación morfológica de los elemen-tos de espacio público del Plan Maestro

Tal como se ha mencionado anteriormente, para la for-mulación del Plan Maestro, se ha diseñado una clasifi-cación morfológica de los elementos del espacio públi-co. Característica espacial que se relaciona más conla concepción integral de la noción de espacio públicoque con la simple mirada sectorial de su condiciónsistémica. Esta clasificación se hace con base en elmodelo del POT, entendiendo el modelo en su concep-ción más abstracta y conceptual y no como la locali-zación cartográfica de las actividades urbanas.

" El territorio del distrito capital hace parte y preservasu articulación física y ecológica con dos regiones fi-siológicas con las cuales comparte suelo, recursosclima y vegetación; el altiplano de la cuenca alta delRío Bogotá y la cadena cordillerana dominada por elSistema Sumapaz."

El modelo del POT define: "un conjunto de centralidadesde diferente jerarquía (área de concentración de activi-dades polarizantes), los sistemas de áreas protegidasy espacios libres y un sistema de movilidad urbana(áreas de actividades distribuidas uniformemente)".

En este sentido se entiende que los componentes delespacio público se desarrollan en dos tipos de áreasde actividad, las centrales, que se han definido comoáreas de concentración de actividades polarizantes ylas áreas urbanas de periferia, que se han denominadoáreas de actividades distribuidas uniformemente. Es-tas formas de localización de las actividades en la ciu-dad establecen comportamientos y grados de apropia-ción de distinto índole y señalan la lógica de escalaque sirve de base a algunas de las clasificaciones sec-toriales del mismo POT, metropolitana, urbana, zonaly vecinal. La misma morfología de los componentesesta influida por esta consideración.

Teniendo en cuenta los componentes de los diferentessistemas y su definición en una u otra área de activi-dad, la clasificación analítica se basa en la forma delespacio urbano y de su presencia en la traza general.Esta mirada morfológica se refiere no solamente alaspecto físico espacial, sino más bien a la construc-ción histórica y social que la ciudadanía ha realizadopara solucionar sus necesidades y aspiraciones de tipourbano y la manera como ella se refleja en las actua-les circunstancias. De todas formas, la clasificaciónmorfológica se desarrolla en torno de los fundamentosdel modelo urbano del POT y se relaciona con las de-finiciones sistémicas que en el se proponen.

4.2.1 Las Unidades Geográficas, como base parala clasificación, el análisis y el proyecto urbano.

La ciudad se localiza en la vertiente oriental del RíoBogotá en una situación plenamente asociada a la geo-grafía de la sabana y de su entorno. La vertiente orien-tal es un amplio espacio en forma de triángulo que apun-ta al norte, definido por las estribaciones de la cordille-ra situadas al sur y al oriente. Esta planicie esta cru-zada por cinco grandes cuerpos de agua, los RíosTunjuelo, Fucha y Juan Amarillo y los Humedales deLa Conejera y Torca - Guaymaral. Subsidiarios de ellosse encuentran otras quebradas y humedales de menorimportancia, que en algunos casos alcanzan a formarcuencas menores de particular importancia ambiental.La ciudad no creció siguiendo estos cauces, se ex-

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pandió a partir de las divisorias de aguas que ellosconforman, en las partes pronunciadas de la mismasabana. Esta disposición conformó una ocupación enforma tentacular, que se acercó a las partes bajas delas micro cuencas en los últimos años del Siglo XX,

acusando de esta manera un conjunto de unidadesgeográficas relacionadas con la red hídrica, que con-juntamente con la silueta de los cerros se constituyeen el mayor valor paisajístico de la ciudad.21 estas uni-dades geográficas son:

La disposición espacial de las Unidades Geográficasse corresponde con los cauces de las escorrentías,las dos primeras abarcan la zona norte de la ciudad yse disponen como áreas paralelas de los cerros orien-tales hacia el norte y noroeste. Las otras cinco unida-des sabaneras se disponen en forma paralela desdelos cerros hacia el Río Bogotá y la última de los CerrosOrientales sirve de divisoria de aguas entre las cuen-cas de los Ríos Bogotá y Teusacá.

Las características morfológicas de estas unidadesgeográficas se describen a continuación:

4.2.1.1 Unidad Geográfica 1. Torca - Conejera.

Esta conformada por las tierras rurales y de expansiónque se encuentran entre los cerros orientales, el cerrode la conejera, el humedal de la conejera y el Río Bo-gotá, es una zona plana, pantanosa, de suelos agríco-las de buena calidad y por tanto de pésima capacidadde soporte. Ambientalmente es una zona especialmenteimportante en las relaciones bióticas entre los cerros yel Río Bogotá, causa principal de su inclusión comoárea de reserva agrícola. En el paisaje se destaca lasilueta del cerro de la conejera, que actúa como pivotede las distintas vertientes que allí nacen y el paisajede ribera del Río Bogotá, con bosques lineales y am-plias zonas de pastos naturales. La subdivisión de tiposuburbano que se ha sucedido en las últimas décadasha generado un conjunto de jardines domésticos,discontinuos y fragmentados, que han modificado no-tablemente la situación geográfica de la zona.

Es una zona con predominio acentuado de usos agríco-las y cierta predisposición de subutilización debido alas expectativas de una próxima urbanización. En efec-to, los procesos dispersos de urbanización o de ocupa-ción suburbana muestran un territorio fragmentado, sin

identidad y sin la suficiente definición espacial, que per-mita comprender su rol regional en el mediano o tardíoplazo. Las demandas de ocupación por actividades ur-banas se concentran en el corredor de la Autopista Nor-te y en las zonas de La Floresta, en la parte alta de losCerros Orientales y en Santa Rosa, La Punta yGuaymaral, procesos incipientes de parcelación quenunca han logrado consolidarse plenamente.

4.2.1.2 Unidad Geográfica 2. Torca - MolinosGRAFICO

Corresponde a la vertiente oriental del canal de córdobay se extiende desde la divisoria de aguas del HumedalTorca - Guaymaral y el Río Molinos (calle 190) hastael cauce del canal callejas, limitado por los cerros orien-tales en toda su longitud. Es una zona con leves incli-naciones, y pendientes pronunciadas en el límite conlos cerros y algunos valles inclinados de origen hídrico,de pequeño tamaño, en donde se han ubicado barriospopulares de origen clandestino. El paisaje esta domi-nado por la falda continua y pareja de los cerros orien-tales, que en este caso son bajos, con pendientes pa-rejas y poblados principalmente con bosques nativospoco intervenidos. La vegetación de la zona baja esrala con presencia de grandes sauces y eucaliptos,dispuestos como cortinas para subdividir antiguos te-rrenos agrícolas.

Es una zona densamente urbanizada con procesosdispersos y atomizados con un alto porcentaje de vi-vienda de estratos medios, equipamientos

21 Esta forma de adaptación racional de la ciudad al paisaje ya se habíaprevisto en los esquemas urbanos de los urbanistas Karl Brunner y LeCorbusier, del primero se construyeron algunos barrios y con el segundose inicia la noción de plan vial -el modelo arterial contemporáneo- con elque construye la ciudad desde los años cincuenta.

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institucionales y algunos equipamientos extensivos. Laretícula arterial es homogénea y regular, ordenada enfunción de las direcciones establecida por los CerrosOrientales y la Autopista Morte. La tipología arquitec-tónica abarca una gran diversidad de edificiosunifamiliares, multifamiliares y conjuntos de viviendade todo tipo. En esta unidad se encuentran las dosparcelaciones que condujeron a los procesos de urba-nización formal más dispersos de la ciudad, Cedritos yBritalia Norte.

En la zona predomina el paisaje urbano. Está confor-mado por algunos trazados barriales, el antiguo cascohistórico del municipio anexo y una ocupación impor-tante de aglomeraciones de urbanizaciones pequeñas,discontinuas, de edificios, grupos de casas o pequeñasparcelaciones. La tipología arquitectónica predominan-te es la de casas en serie o edificaciones populares devivienda en loteos amanzanados; se encuentran en for-ma dispersa agrupaciones de edificios multifamiliares,edificios multifamiliares, centros comerciales y cons-trucciones dotacionales amanzanadas o extensivas. Lossubsistemas arteriales, de transporte o de espacio pú-blico construidos contienen las mismas característicasde la urbanización, atomizados, dispersos y con muypoca identidad, espacialmente se destacan los traza-dos de las Avenidas Ciudad de Cali, la Avenida Suba yel corredor no construido de la Avenida Longitudinal deOccidente (ALO). Uno de los problemas fundamentalesde esta unidad geográfica es el aislamiento casi insularde la zona urbanizada, que contenida en determinantesnaturales muy fuertes, ofrece pocas posibilidades deintegración urbana. El Sistema Transmilenio propone unnexo de transporte importante y consecuentemente uncorredor de espacio público que muy seguramente pe-sará en la reorganización de este aspecto y en lareconsideración del espacio público como estructuranteprimario de la ciudad.

4.2.1.4Unidad Geográfica 4. Molinos -Arzobispo

Corresponde a la parte alta de la Unidad Geográfica 5Fucha - Juan Amarillo, en el área delimitada por loscauces de los Ríos Molinos y Arzobispo y los CerrosOrientales. Es una zona densamente urbanizada, perocon cierto equilibrio ambiental, desde el punto de vistade la ocupación, del espacio público y de las relacio-nes geográficas. En esta zona se detectan dos res-puestas ambientales diferentes, el sur ocupado porbarrios construidos en la década del 40 y el norte cons-truido en la segunda mitad del Siglo XX; en la primerala urbanización conserva patrones de urbanización queinciden en la eliminación de los elementos naturales,incorporando los cauces al sistema de alcantarillas.En la segunda, la urbanización al ser el resultado deuna urbanización tardía, conserva los cauces de aguacomo canales abiertos rodeados de vegetación y es-pacios recreativos e incorpora los trazados a estosreferentes naturales y a las visuales de los cerros.Adicionalmente, en esta zona se desarrolla una grancantidad de equipamientos extensivos, con ampliosjardines y áreas arborizadas, que inciden en el mejora-miento de la calidad ambiental.

El paisaje urbano conserva estas características am-bientales. El subsistema arterial conforma una ampliacuadrícula de escala urbana que ordena las diversaspiezas morfológicas de la ciudad y ordena el desarro-

4.2.1.3 Unidad Geográfica 3. Conejera - JuanAmarillo

Corresponde al conjunto urbano de Suba, ocupado du-rante las últimas décadas del Siglo XX. Es un espaciogeográfico bien definido, limitado por los humedalesde Juan amarillo y La Conejera, las colinas de Suba yel cauce del Río Bogotá. La ocupación urbana ha co-pado la casi totalidad del territorio invadiendo, inclusi-ve, fracciones importantes de la zona de manejo de laronda de los ríos y humedales y algunas áreas de fuer-te pendiente en las colinas. Este impacto de urbaniza-ción eliminó en forma tajante el paisaje rural y muchosde los elementos naturales de importancia, sin que ellosfueran reemplazados por un adecuado espacio urba-no. De hecho los únicos factores paisajísticos impor-tantes son la silueta de las colinas, y algunas relacio-nes puntuales con los bordes de los cuerpos de agua.

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llo del mismo hacia el norte de la ciudad, en una rota-ción espacial que se produce en la Avenida de Chilecon Carrera 15. Los trazados barriales conforman cua-tro grandes unidades tipológicas que permiten una con-tinuidad y una unidad urbana muy poco frecuente enla ciudad. La tipología arquitectónica es más variada,cubriendo la totalidad del panorama edilicio de la ciu-dad.

4.2.1.5 Unidad Geográfica 5. Juan amarillo -Fucha.

Coincide con dos de los territorios residenciales másimportantes de la ciudad, el tejido residencial del nortey el eje central de la avenida el dorado, ambos desa-rrollados plenamente después de 1950. El primero sedispone a lo largo de la Avenida 68 - Chile, que coinci-de con la divisoria de aguas entre los dos ríos y portanto con uno de los tentáculos de expansión de laciudad de los cuarenta. Paralelo a este eje de urbani-zación, pero en tiempos más recientes, se produce eldesarrollo de los corredores de las Avenidas El Doradoy Autopista a Medellín, que rápidamente alcanzan losbordes del Río Bogotá. En esta unidad geográfica seencuentra la zona institucional más importante de laciudad, el parque simón bolívar, el aeropuerto El Dora-do, la Terminal de Transportes y múltiplesequipamientos extensivos. Hecho urbano que permitióuna alta concentración de habitantes en un paisajeverde relativamente poco ocupado y con característi-cas muy fuertes de ciudad moderna.

De acuerdo con los indicadores es la parte de la ciu-dad que cuenta con el mayor índice de espacio públicopor habitante, de mayor cantidad de equipamiento ex-tensivo, es decir de grandes jardines privados por ha-bitante y la zona de la ciudad de mayor accesibilidad.La malla arterial esta completamente conformada y enpleno funcionamiento; faltan algunos tramos de la Ave-nida José Celestino Mutis (Avenida 63), los tramos fi-nales que rematan el sistema al occidente y la avenidalongitudinal de occidente. Los trazados urbanos tienenen general un alto grado de desarrollo y continuidad,aunque en los extremos oriental y occidental se pre-sentan zonas de aglomeraciones de trazados meno-res o predios sin trazado con conjuntos cerrados querompen la estructura de la ciudad.

El paisaje natural esta plenamente incorporado al pai-saje urbano, inclusive los grandes cauces de agua sehan canalizado, contemplando su integración a losvecindarios con áreas verdes o parques lineales (cons-truidos o proyectados).

4.2.1.6 Unidad Geográfica 6. Fucha - Tunjuelo

Es la unidad geográfica de mayor tamaño en la ciudad,abarca desde los cerros orientales y los límites con el

valle alto del Río Tunjuelo hasta los bordes del RíoBogotá, en donde contiene la casi totalidad del tejidoresidencial del sur y las áreas de mayor densidad depoblación. El paisaje natural es precario y descuidado,con numerosas zonas vulnerables, de explotación clan-destina de material de cantera y de peligro de remocio-nes en masa en masa y de riesgo de inundación. Elclima es seco y poco lluvioso, lo cual sumado a unaurbanización deficiente produce un paisaje de pocavegetación, escasa arborización y una gran disconti-nuidad de los espacios libres.

La red arterial es relativamente nueva y por tanto in-completa. La construcción tardía obligó a un diseñotortuoso que dependía de los espacios urbanosresiduales en el proceso de urbanización, situación queaún se mantiene en las posibilidades de completar suconstrucción. En los bordes del oriente y del sur pre-domina la urbanización atomizada, de aglomeracionesde retículas menores y polígonos barriales sin traza-do, hechos urbanos producidos fundamentalmente porun alto porcentaje de urbanización clandestina.

4.2.1.7 Unidad Geográfica 7. Tunjuelo Sur

La unidad geográfica contiene en realidad, lasestribaciones montañosas del sur de la sabana, situa-dos entre el valle alto del Río Tunuelo y la parte bajade la Sabana, antes de su extensión hacia el Valle deSibaté, y la misma zona baja en torno de Soacha. Esuna zona quebrada de pendientes variables en formade medialuna, estrecha en la articulación con el vallede Tunjuelo y amplia en la desembocadura del Tunjuelo.La extensión en el Distrito es relativamente pequeña,abarca 10.812 ha, aunque geográficamente puede lle-gar a tener el doble de extensión. La silueta de loscerros es relativamente homogénea y baja, sinarborización y con numerosas cárcavas producidas porla conformación de un suelo rico en arcillas y arenis-cas. La intensa explotación minera ha generado unadegradación adicional del paisaje con extensas hue-llas de la explotación y profundas simas mineras. Elpaisaje del cauce del río no es mucho mejor, sencilla-mente hace eco a las mismas condiciones bióticas yvisuales de su alrededor, con los inconvenientes quecausa la urbanización desordenada de su contexto.

El proceso de urbanización se produjo de tres mane-ras: primero con la localización de instalaciones indus-triales a lo largo del corredor de la carretera del sur, alcual se añadieron barrios populares y posteriormente,barrios de construcciones en serie semiindustrializadoscuyo único fin urbano fue el albergue de trabajadores yempleados de la ciudad. Segundo, con la localizaciónde barrios clandestinos en la parte sur de la Haciendade Meissen, que gravitaban en torno del barrio Claret ySanta Lucía. Y tercero, en el impacto de Jerusalén

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que se genera a partir de los intensos procesos deurbanización de los años setenta. El paisaje urbano eshomogéneo y extenso, en donde los barrios formaleshan sido absorbidos por la extensión y presencia delos asentamientos clandestinos e incorporados comouna parte importante de la ciudad a partir del desarrollodel sistema vial en el valle del Tunuelo.

4.2.1.8 Unidad Geográfica 8. Cerros Orienta-les - Teusaca22.

Corresponde a la parte alta del distrito capital y se ex-tiende desde el Parque Nacional Natural del Sumapazhasta los bordes del extremo norte. Es un conjunto demontañas altas con una dirección morfológica clara enel sentido sur norte, en donde se localizan pequeñosvalles y varios páramos, cañones y abras de fuerteidentidad paisajística. Las aguas que son su principalvalor estratégico, son subsidiarias de las cuencas delos Ríos Bogotá y Sumapaz en la gran cuenca delMagdalena y de los Ríos Meta y Negro en la cuencadel Orinoco. La presencia en la ciudad es intensa eimportante y su relación es variada con diferentes gra-dos de percepción y aprovechamiento.

4.2.2 El sistema de movilidad

De acuerdo con el POT, el sistema de movilidad, en loconcerniente a los componentes del espacio público,esta conformado por los subsistemas vial, de trans-porte y el vial peatonal, es decir por las calles y por losmedios de transporte que circulan por ellas.

El sistema de movilidad del POT conserva la condiciónretícular, estableciendo una jerarquía de los elementosviales a partir de su sección funcional; función entendi-da únicamente en la lógica de circulación y desplaza-miento lineal. El procedimiento de diseño de los ele-mentos del sistema vial no es claro, planteando variasdudas en torno de la operatividad local de cada corredory en la concepción funcional de los espacios públicos yandenes que acompañan el sistema. En este sentidoes necesario recordar que la red vial de la ciudad seinicia como tal a partir de los planes reguladores demediados del Siglo XX, especialmente de las propues-tas ordenadoras de Le Corbusier y Wiener y Sert23, endonde se propone una ruptura con el anterior esquemaorgánico de inserción de partes, pero que tal concep-ción formal y funcional se ha visto afectada por las de-cisiones particulares expresadas en cada uno de losplanes posteriores. En las pesquisas y consultas quese han realizado en las entidades que controlan su dise-ño conceptual, no se encontró un manual o reglamentoque permita conocer los principios con los cuales seelaboran los soportes de movilidad en la ciudad.24

El subsistema vial que hace parte del sistema de movi-lidad está compuesto por los siguientes componentes:

Malla vial arterial - Malla intermedia - Malla viallocal

Alamedas y paseos peatonales.

Red de ciclorutas y corredores de movilidad local

Malla vial rural

Desde el punto de vista de la forma urbana y re-tornando a las bases urbanísticas de la construc-ción de la ciudad, los mismos componentes sepueden analizar desde la perspectiva morfológica;en este Plan Maestro se reconocen dos grupos deelementos:

Los trayectos singulares: Son los componentesespaciales del sistema de movilidad que se hanconstruido o diseñado a partir de acciones espe-ciales no relacionadas con la noción de las retículaso mallas urbanas. Estos trayectos se conformana partir de dos condiciones básicas: asociados ocomo respuesta a un accidente geográfico, la basede los cerros, los cauces de agua o los bordes delos elementos de la estructura ecológica principal.Asociados al sistema de vialidad de la ciudad, lascarreteras o caminos regionales o como respues-tas a intenciones viales especiales.

Los trazados reticulares: Bogotá, al igual quecasi todas las ciudades hispanoamericanas, sedesarrolla en la mayor parte de los casos a partirde retículas geométricas que conforman barrios ounidades vecinales. Estos trazados conforman labase fundamental del espacio público de la ciu-dad y constituyen el medio que da continuidad aeste hecho. Su comportamiento morfológico estacondicionado por las formas de construcción deciudad que se han generado a lo largo del desarro-llo urbano y tiene que ver con las demandas ycondiciones que el mercado inmobiliario imponeen la conformación del espacio privado de la ciu-dad, en las manzanas, supermanzanas ypolígonos. A partir de las características físicas,

22 Corresponde a la UPR Cerros Orientales, Decreto 190 de 2004 POT.

23 Urbanistas que asesoraron a la Administración de la Ciudad en los años50 y orientaron su desarrollo urbanístico.

24 El anexo 3 del POT establece: "Hasta el momento, la clasificación de lasvías se ha entendido como un problema estrictamente funcional, medibleen términos de capacidad vial e índices de movilidad vehicular, sin teneren cuenta la generación de perfiles homogéneos, continuos y coheren-tes con el espacio urbano circundante. Por ello, en la mayoría de loscasos los proyectos de infraestructura vial no han generado espaciospúblicos adecuados con la dinámica, actividad y escala urbanas delespacio físico producido." Anotando más adelante que su aplicación"estará de acuerdo a las características particulares de las zonas rela-cionadas con las vías".

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los trazados reticulares se subdividen en traza-dos de fundación, trazados barriales, aglomera-ciones de trazados menores y predios que se de-sarrollaron sin trazado, definiciones que, de algu-na manera, señalan la construcción histórica de laciudad.

4.2.2.1 Trayectos singulares

Los trayectos singulares se desarrollan en la ciudaddesde el inicio de su fundación. Los primeros caminosregionales se construyen en las zonas altas de la sa-bana, en las leves divisorias de agua o en los bordesde los cerros orientales. Estos caminos tienen un tra-zado adaptado a las condiciones geográficas y seña-lan los primeros indicios de aislamiento de los cuerposde agua. Durante los Siglos XVIII y XIX se constru-yen, en la periferia de la retícula colonial, un conjuntode alamedas o paseos peatonales que sirven de refe-rente a los viajeros que se aproximan a la ciudad ocomo espacios de recreación a los mismos habitan-tes. Son espacios arbolados, sustancialmente distin-tos a la condición escuetamente urbana de las callescoloniales.

A lo largo del Siglo XX, en la expansión de la ciudadde barrios, la ciudad modifica los patrones de diseñode las alamedas, creando un conjunto de avenidas quesiguen los antiguos trazados de las carreteras regio-nales o que se diseñan en función de los aislados en-sanches barriales que se suceden. Aparece la nociónde avenida, espacio concebido no solamente como unelemento de circulación, sino como un hecho urbanoque señala las intenciones de la ciudad de crear unacultura de la estética urbana. Es el caso de las Aveni-das Colón, Centenario, Caracas, Calle 24, Ciudad deQuito, entre otras. Un hecho particular se genera en lacanalización del Río San Francisco que, aunque, ge-nera una avenida asociada al río, elimina toda posiblerelación paisajística. Estas singularidades viales sonabsorbidas en el período siguiente por la ideación deuna malla arterial, que las aprovecha como componen-tes en la ciudad construida de entonces.

A partir de la formulación de los planes urbanos, inicia-dos en los años cincuenta en función del pensamientodel movimiento moderno, los trayectos singulares decirculación quedan asumidos en forma completa comocomponentes de los sistemas viales, que concebidosa partir del sistema diseñado por el arquitecto urbanistaLe Corbusier de una jerarquía funcional de secciones,conforman un trazado reticular de gran tamaño que or-ganiza los trazados reticulares existentes o nuevos.Este sistema vial perdura hasta el presente, constitu-yéndose en el mayor ordenador de las actividades dela ciudad. Se puede afirmar que, desde el punto devista del diseño urbano, existe una clara tendencia a

la homogenización de los elementos y de sus caracte-rísticas espaciales, eliminando cualquier connotaciónde la geografía o de los patrones urbanos de la ciudad,ajenos a la condición funcional de la circulación.25

4.2.2.2 Los trazados reticulares o UnidadesMorfológicas

Bogotá se puede definir como una ciudad de retículas;ninguna de sus partes deja de ser asociada a esto,bien como soporte estructural de un hecho urbano, biencomo contexto de singularidades autosuficientes. Sudesarrollo se inicia con la cuadricula española, el cre-cimiento se produce a partir de la exploración de laretícula como medio para urbanizar y su consolidacióncon la expansión metropolitana de finales del Siglo XXy de comienzos del XXI, la cual se produce sobre laretícula vial que organiza todo el territorio. En la ciu-

25 Es importante reflexionar sobre la estandarización de la red vial, el puntode quiebre, entre la mirada "artística" del quehacer urbano anterior a1950 y la mirada "racional" propugnada por el Movimiento Moderno ydesarrollada en Bogotá a partir de 1950, parece ser la propuesta del queen este plan se ha denominado el modelo arterial contemporáneo de LeCorbusier. El diseño vial de la ciudad de barrios formaba parte de lanoción compositiva del trazado y estaba elaborado fundamentalmentepor arquitectos: Carlos Martínez encabeza el grupo de diseño de laavenida de las Américas y Karl Brunner encabeza el diseño de la avenidaCaracas. En la ciudad planificada el diseño vial se especializa y esasumido por la ingeniería, que se preocupa fundamentalmente del senti-do funcional y de la capacidad, geometría y velocidad de funcionamientoy muy poco por el sentido cultural y de identidad que reposa en elEspacio Público.

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dad se encuentra el catálogo casi completo de esteinstrumento de diseño, en donde falta, aunque se in-tentó con el Plano de Bogotá Futuro (1923), el ensan-che extenso, propio de algunas ciudades en el SigloXIX. La ciudad es entonces un conjunto de unidadesmorfológicas de diversa factura y de distinto origen.

En la clasificación morfológica de los trazadosreticulares se opta por una definición general, que sin-tetiza las diversas formas de hacer ciudad y el com-portamiento urbano de ellas: con el fin de facilitar elanálisis del espacio público, no se introducen los ele-mentos complementarios de la estructura predial o dela tipología arquitectónica. En este sentido tenemoscuatro grandes grupos de unidades morfológicas:

Los trazados de fundación.

Los trazados barriales, que contienen

Cuadrículas simples.

Cuadrículas Complejas Regulares.

Cuadrículas Complejas Irregulares.

La aglomeración de trazados menores.

Los polígonos urbanos sin trazado interno.

La construcción del espacio público de estos trazadostiene que ver con la forma de apropiación que la ciuda-danía hacía en su momento y que de alguna maneraevoluciona desde la noción de un espacio público prio-ritario cuyo objetivo es su propia calidad arquitectóni-ca y funcional, formalizado por las propiedades priva-das, a un espacio público cuyo objetivo es dividir, se-parar o servir de nexo y en donde la prioridad es ahorala condición normativa de la propiedad privada.

Esta noción marca una diferencia notable en las for-mas de intervención que buscan actualizar y moderni-zar las estructuras urbanas. En el primer caso se re-conoce la importancia de los espacios públicos comocentros de la actividad urbana y de alguna manera separte de esta condición para realizar programas urba-nos de renovación o maquillaje urbano. En el segundocaso la situación es contraria y ajena a la misma con-dición espacial, se trata de recuperarlos jurídicamentey de vincularlos al continuo de la propiedad pública, nocomo los elementos centrales sobre los que se articu-la la actividad, sino como fragmentos aislados quepueden cumplir, casi exclusivamente, con las funcio-nes recreativas que se definen en algunos de ellos.

4.2.2.3 El trazado de fundación

El trazado de fundación se origina en las OrdenanzasReales para primero conquistar y luego colonizar el te-rritorio americano. Es un instrumento que pretende cons-

truir la ciudad, definirla en forma completa y armónica yresolver los conflictos de propiedad y de oportunidadque su construcción, como objeto y acuerdo social,ocasiona. En esta dirección la noción de centro, repre-sentación y función, forma parte de su génesis comoespacio. Los predios destinados a las instituciones olas residencias de sus representantes se localizan entorno a la plaza principal. Además de instituciones comola iglesia, en la plaza principal se ubican las pilas deagua o en ocasiones se hincan las picotas. La plaza eratambién escenario para actos cívicos y religiosos e in-clusive para mercados periódicos.

Los demás lotes privados se localizaron en forma des-adjetivada en el conjunto estandarizado de las manza-nas; siempre relacionados con las calles y los espa-cios públicos menores que ocupan iglesias y conven-tos. Las calles se construyeron en piedra con acequiasque conducían las aguas para evitar el encharcamien-to. El uso peatonal constituía su máxima función urba-na, complementada por los aleros de las construccio-nes que resguardaban al transeúnte de las inclemen-cias del clima.

Los procesos de cambio y actualización se producenlentamente, sin transformar la imagen colonial en for-ma sustancial. Es una adaptación errática e incons-tante en el espacio público o en las edificaciones, enla infraestructura o en la superficie, en la función o enla forma; dependiendo de las circunstancias y de lascaracterísticas temporales del crecimiento urbano.26 Sibien la arquitectura y las características espaciales sehan transformado fuertemente, el trazado y el equili-brio entre lo público y lo privado se mantiene totalmen-te, al igual que la noción del límite y fachada urbana,de altura y textura física y de predominio formal. Enestos procesos se presenta una desigualdad urbanís-tica que afecta las consideraciones generales de utili-zación del espacio público. El trazado de fundación noes una pieza homogénea, hay zonas mas conserva-das en la candelaria y las aguas, zonas absolutamen-te modernas en el barrio de la catedral y zonasheterogéneas de fuertes contradicciones formales enLas Nieves y sobre la Avenida 10ª. También allí selocaliza el gran eje histórico de la plaza de bolívar conlos edificios monumentales más importantes del país.

Desde el punto de vista del equilibrio en el uso del espa-cio público, el trazado fundacional es uno de los másdesequilibrados, la proporción de espacios peatonaleses la más baja de la ciudad, hecho agravado por que en

26 La extensión inabarcable de la Sabana de Bogotá permitió un constantecrecimiento de la periferia a favor de la conservación del centro históri-co. El desarrollo de barrios modernos y de edificaciones altas se produ-ce cuando la ciudad ya ha resuelto el problema técnico de expansión,dando inicio a una ciudad de periferia que aún permanece como inercia.

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este tipo de trazados se congrega la mayor parte de lasventas callejeras de la ciudad y la zona de mayor atrac-ción para peatones y trabajadores. Es evidente, es laúnica zona de la ciudad que construyó un espacio públi-co estrictamente para peatones, siendo los vehículosuna intromisión no pensada en su origen.

El patrón fundamental desarrollado por los españolesse caracteriza por una división del suelo en manzanasque produce un reticulado ortogonal (dameros con áreasaproximadas promedio de 105mts x 105mts) que dife-rencia los espacios públicos - rondas, calles, plazas ycaminos - de los espacios privados - manzanas, es-tancias, edificios y haciendas. El tamaño de las man-zanas es constante y las calles no se encuentranjerarquizadas. Las calles son secciones angostas detrayectos rectos en su totalidad. Estos elementosmorfológicos que se adicionan a la plaza y conformanuna retícula cuadrangular, se modifica solamente ensu estructura de damero por factores geográficos comolos cauces de los ríos y la presencia de pendientesacentuadas.

4.2.2.4 Los trazados barriales

Desde el inicio del Siglo XX la ciudad se construye apartir de la agregación de trazados barriales, unidadesmorfológicas cuya intención fundamental es la de cons-truir barrios, es decir, partes de la ciudad que se ca-racterizan espacial y socialmente y que gravitan en elconjunto con cierto grado de autonomía local. La ciu-dad deja de ser una, indivisible y continua; ahora es unconjunto de fragmentos periféricos con dinámicas ymanifestaciones fundamentalmente distintas. En estaperspectiva todas las partes son distintas y a la veziguales. Diferentes en la concepción espacial, en eltamaño, en los componentes y en el grado de desarro-llo. Iguales en el objetivo de parcelar la tierra, de per-mitir la construcción del edificio como un atributo de laciudad y de servirse de los sistemas generales paralograr el adecuado funcionamiento. Con los barrios,como unidades morfológicas, aparece la noción delurbanismo primario, público o general y del urbanismosecundario o local, de separar las formas de inversióny los agentes urbanizadores y de construir el espaciopúblico desde diferentes lógicas de escala. La génesisy la historia no son consecuentes y ordenadas, por elcontrario es compleja, desigual y confusa.27

La primera etapa se presenta entre 1900 y 1940con el desarrollo de los barrios obreros y de lasparcelaciones residenciales que ocupan las par-tes más firmes de la cuenca oriental del Río Bo-gotá a lo largo de los cauces altos de los RíosMolinos, Salitre y Fucha; Crecimiento que generauna forma tentacular de espaldas a los ríos queles sirven de desagüe y centrados en las carrete-ras cercanas que les sirven de conexión.

La segunda etapa se produce en las décadas delcincuenta y del sesenta. El crecimiento se hace apartir de grandes urbanizaciones fundamentadasen la eficiencia del suelo y en la búsqueda deestándares mínimos de urbanización y máximosde densidad. El proceso ocupa los intersticios pro-ducidos en la etapa anterior y los bordes extre-mos de las periferias norte y sur.

Estas pautas de localización van acompañadasde otras condiciones experimentales, la búsque-da de estándares de loteo, de diagramas de fun-cionamiento urbano, de formas de circulación lo-cal y de un diseño del espacio público que varíaentre los intereses de la ingeniería y de la urbanís-tica. Pautas de forma que adicionalmente incor-poran, diversos tipos de gestión del suelo, múlti-ples demandas de tipo social o localizaciones geo-gráficas que van de lo adecuado a lo inverosímil.

El desarrollo de esta forma de hacer ciudad no sigueuna línea consecuente o constante, pasa por la explo-ración y experimentación de varios modelos, la persis-tencia temporal o la estandarización social de algunosde ellos. Ante todo hay que entender que el trazadobarrial es complejo, que produce una serie de hechosurbanos que compaginados de distinta manera propo-nen condiciones de vida comunal no determinadas ple-namente y que es necesario, en algunos casos, unaexploración singular y cuidadosa.

La construcción del espacio público es el resultadoacumulado de estos hechos y en esta perspectiva esimportante recordar que la forma del trazado y en esen-cia la forma del espacio urbano es el elemento másperdurable de la ciudad. La edificación se rehace moti-vada por las necesidades económicas o sociales; laparcelación se reconsidera para adaptar el suelo a losrequerimientos arquitectónicos más recientes, pero elurbanismo permanece, a no ser que se transforme paradar paso a las intervenciones de actualización del

27 El Urbanista Manuel de Solá-Morales al respecto anota, "La construc-ción de la ciudad, de una parte de la ciudad- combina a lo largo deltiempo las distintas operaciones sobre el suelo y la edificación, y lacomplejidad de su resultado no es sólo repetición de tipos o yuxtaposi-ción de tejidos, sino que expresa el proceso encadenado en que lasformas y los momentos constructivos se suceden con ritmos propios.Distancias o continuidades, alineaciones y vacíos, perfiles y encuen-tros, solares y monumentos describen así la decencia de un procesotemporal materializado en formas estáticas...

…La construcción de la ciudad es parcelación + urbanización + edificación.Pero estas tres operaciones no son actos simultáneos ni encadenadossiempre de igual manera. Al contrario, de sus múltiples formas de combi-narse en el tiempo y en el espacio, se origina la riqueza morfológica delas ciudades. Tanto mayor, cuanto más variadas sean las formas de estacombinatoria."

De Solá-Morales i Rubio, Manuel. Las formas de crecimiento Urbano. Col-lecció d'arquitectura. Laboratori d'urbanisme. Ediciones UPC, Barcelo-na, 1997

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urbanismo público o primario, como es el caso de Bo-gotá. Para el Plan Maestro se definió el siguiente es-quema tipológico:

4.2.2.5Las aglomeraciones de trazados menores

La urbanización marginal como forma de crecimientourbano se produce por fuera de los instrumentos lega-les, a través de la autoconstrucción clandestina o laparcelación menor. En este sentido se determinó estacategoría de clasificación para aglomeraciones deáreas que no superan las quince hectáreas, en cuyamorfología sumada no es posible discernir alguna for-ma como estructura urbana.

Las aglomeraciones se localizan en forma extensivaen los bordes altos del sur oriente de la ciudad, en laparte alta de los cerros de Guacamayas y Juan Rey,en el entorno de Bosa y Patio Bonito y en las partesbajas de Fontibón, Engativá y Suba. Las aglomeracio-nes de trazados menores se generan en dos tipos degestión, la urbanización clandestina, como medio parafacilitar la operación y la urbanización formal de vivien-da popular, basada en pequeñas operaciones de edifi-cación que limitan los riesgos financieros y comercia-les. Otro factor en su generación es la localizaciónmarginal en áreas montañosas discontinuas o en par-celas campesinas de los bordes del Río Bogotá.

El espacio público es el componente más sacrificado.En general su desarrollo se hace a partir de simplesrazones de accesibilidad y subdivisión predial, igno-rando las calidades técnicas necesarias para el uso ypor supuesto la noción cultural que el trazado puedeindicar. En general adolece de espacios de encuentro,recreación o articulación ambiental o cuando se pre-sentan, son espacios marginales, ubicados en pendien-tes inaccesibles o de formas residuales no utilizables.De hecho la localización de esta forma de hacer ciu-dad muestra una altísima falencia cuantitativa y cuali-tativa y un alto rezago de cubrimiento respecto al res-to de zonas de la ciudad.

4.2.2.6 Polígonos urbanos sin trazado.

La ciudad contemporánea producida conceptualmentepor el Movimiento Moderno parte de la idea de consi-derar el suelo urbano en una separación distinta a laseparación tradicional de público - privado, proponien-do un esquema higienista y funcional de libre - ocupa-do. El nuevo modelo no se desarrolla completamente,se construye a medio camino, aceptando laformalización propuesta, sin perder la esencia de la

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propiedad. Es una forma de hacer ciudad que apareceen 1950 con el Centro Urbano Antonio Nariño - CUANy continúa desarrollándose hasta hoy en día.

En el entretanto las reglamentaciones terminan poraceptar el modelo, definiendo las pautas cuantitativasque le controlan y le incorporan a la ciudad, el tamañomáximo de la supermanzana o propiedad privada, losíndices de construcción y ocupación, la cantidad desuelo para espacio público y equipamiento y la formaque estos deben tener para garantizar su propiedad yla posibilidad de acceso; ninguna para determinar laestructura de la forma urbana o la calidad de los espa-cios.

Es un tipo de trazado y un tipo arquitectónico que secrea y evoluciona a lo largo del último medio siglo an-terior, variando esencialmente en las nociones de apro-vechamiento y en las proporciones de apropiación pú-blica o privada.28 el resultado es un grupo importantede zonas urbanas concebidas estrictamente como dor-mitorios, sin las posibilidades de reproducir las diná-micas sociales de actualización y cambio, necesariosen la ciudad y en la vida comunitaria.29 La evolución,con la aparición de nuevos formalismos y accesorios,generalmente significa abandono y desplazamiento, encontravía de la consolidación y la construcción de te-rritorios sociales, tan necesarios para la evolución dela ciudad.

El espacio público, reducido en su significado, es ano-dino y repetitivo, se reduce a andenes sin la articula-ción de fachadas y portones; a espacios de encuentro,cerrados, semicerrados o en el mejor de los casosmarginales en la vida ciudadana y a calles o avenidas,cuya única función se reduce a la circulación de auto-motores.

4.2.2.7 Polígonos urbanos con trazados inte-riores de orden arquitectónico.

Diferentes de los anteriores, este tipo de trazado res-ponde a las necesidades de inserción de equipamientosextensivos, que para su funcionamiento dependen deuna composición urbana interior y de ciertos compo-nentes de circulación que lo relacionen con la ciudad.Son las universidades, colegios, escuelas militares,aeropuertos, terminales de transporte, clubes o cemen-terios. Se encuentran dispersos en el territorio urbanoen una clara lógica de ubicación en las periferias y enlos corredores viales de importancia regional. El pri-mer conjunto se localiza en la periferia de la ciudad de1900, en donde se encuentra el conjunto de Hospita-les, las Plazas de Mercado (desaparecidas), las Esta-ciones del Ferrocarril, la Terminal de los Tranvías (des-aparecida), el Cementerio, la Escuela Militar (hoy Cen-tro Internacional), el Panóptico (hoy Museo Nacional)

y algunas fábricas. El segundo conjunto se construyeen la periferia de la ciudad de 1940, en donde encon-tramos, entre otros, la Ciudad Universitaria, algunoscolegios importantes, la Escuela de Policía, el Anti-guo Hospital Militar, el Aeropuerto de Techo, el JardínBotánico, la nueva Escuela Militar, las Cárceles y losClubes Sociales. El conjunto más reciente se relacio-na adicionalmente con las intenciones de localizaciónde las clases medias y altas, acentuando laspolarizaciones de calidad urbana entre el norte y el sur.

La importancia de estos polígonos y de losequipamientos extensivos, deviene de la influencia queestos espacios libres o poco ocupados, ejercen en losentornos en donde se ubican. A manera de jardinesprestados, enriquecen la calidad urbana del espaciopúblico del contexto y funcionan como estabilizadoresde la densidad poblacional y de las actividades urba-nas. Desde el Acuerdo 6 de 199030 la ciudad habíacomprendido la importancia de su localización y habíaemprendido la defensa de su ubicación como nodosimportantes en la definición de la forma urbana. Ladefinición de trazado arquitectónico tiene que ver conla intención explicita de crear un organismo espacialunitario, que ordena las construcciones y espacios in-ternos de la unidad morfológica. Trazado que si bien,en algunos hechos, alcanza un tamaño importante, noes de carácter urbano por cuanto no se refiere a lacomplejidad de un uso abierto y social.

4.2.2.8 Los elementos de espacio público delas unidades morfológicas.

Las Unidades Morfológicas se desarrollan actualmen-te mediante la urbanización secundaria o local, enten-dida como el urbanismo privado. Es claro que nos siem-pre ha sido así, en la ciudad de fundación, el actualurbanismo local coincide con el urbanismo primario de

28 En Ciudad Salitre se logra el mayor avance en la consolidación de estetipo de tipos. El urbanismo público o primario se realiza tendiendo encuenta el tamaño de la supermanzana, que permite la agrupación odesarrollo de unidades cerradas de vivienda sin deteriorar los compo-nentes del Espacio público. Sin embargo, la libertad normativa en lavolumetría y en los patrones de ocupación terminan por eliminar elconcepto de articulación y continente de las fachadas con respecto delEspacio Público.

29 "Y cuando Gropius proyecta Dammerstock, la noción de tiempo ha des-aparecido de la concepción de la obra. El proyecto es unitario, monolíticoy simultáneo, y el baile se ha convertido en parada militar. Será elprototipo de todos los housing projects, los grands ensembles, lospolígonos que como forma común de la urbanística moderna van a llenarlas periferias de las ciudades. Urbanización, parcelación y edificaciónson ahí simultáneos y unitarios, y constituyen un acto puntual de cons-trucción urbana. Gestión y proyecto se confunden en esta imagen con-centrada que da razón, en parte, de la monotonía resultante y de laincapacidad de significar para la ciudad algo más que episodios aisla-dos." Solá-Morales i Rubio, Manuel Op. cit.

30 Estatuto de Ordenamiento Físico para el Distrito Especial de Bogotá.Concejo de Bogotá, 1990.

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su desarrollo inicial. Igual ocurre con la mayor parte delos barrios desarrollados hasta 1940, al construir elbarrio se estaba construyendo simultáneamente la es-cala urbana. Desde el planeamiento de los grandes pla-nes maestros, viales, de alcantarillado, de acueducto,etc. El urbanismo público se separa del desarrollo in-mobiliario local estableciendo las condiciones de ges-

tión que tenemos hoy en día. Para efectos de esteplan maestro se considera el urbanismo local en formaseparada del urbanismo primario y por ello los compo-nentes de espacio público de las unidades morfológicasse han desagregado de los componentes de las esca-las urbana y zonal. Los elementos del espacio públicoconsiderados se sintetizan en la siguiente tabla:

Los espacios de encuentro: Son los elementosseñalados por el POT como el sistema de espa-cios públicos construidos. Reúne las plazas deltrazado fundacional, los parques de los barrios ylas cesiones de espacio público, resultantes delos procesos particulares de urbanización. En ge-neral, son espacios muy desiguales en forma, perono en tamaño, este último esta determinado por laforma de los trazados y por tanto por el tamaño dela manzana, que es el resultado de una larga bús-queda por un estándar de subdivisión.

- Las plazas son parte del urbanismo anterioral Siglo XX y se producen fundamentalmen-te como parte del trazado de fundación, se-ñalando hechos cívicos o comerciales. Con-juntamente con ellas se producen los atrios,plazoletas resaltadas en el acceso de igle-sias, teatros y edificaciones gubernamenta-les, que en algunos casos resultan cerradascomo parte de la edificación.

- Los parques, son un aporte importante de laciudad de barrios: con la intención de cons-truir estos elementos urbanos, el trazado con-sidera, en cada unidad morfológica, la necesi-dad de contar con un espacio de esparcimien-to y a veces de recreación, arborizado y dis-

tinguido como el centro del vecindario. Es unelemento que evoluciona conforme se hacecompleja la vida urbana, a veces disminuyen-do su tamaño para multiplicarse en número ya veces, ensanchándose para dar albergue adisposiciones más completas, como parte deideales espaciales de búsquedas funcionalesmás profundas.

Los espacios de circulación y acceso: Compren-den las denominadas mallas intermedia y local, elconjunto retícular de espacios de movilidad quedan forma y permiten la construcción del barrio.Forman parte las calles peatonales, las escalina-tas públicas y las calles de circulación vehicular.

- Las calles peatonales son un conjunto deespacios complementarios dispuestos en lasunidades morfológicas para dar acceso avecindarios más locales, relacionar alternati-vamente las funciones barriales o aumentar,en el caso de zonas centrales, el espaciodedicado a los peatones. Dependiendo de sucubrimiento, sección y de la estructura desoporte, en ellas se permite el tránsito res-tringido de vehículos motorizados.

- Las calles peatonales conformadas como

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escalinatas públicas son, en general, sir-ven a las zonas de vivienda localizadas enlas áreas pendientes de la ciudad, comuni-cándolas con las mallas vehiculares.

- La malla vial intermedia es un conjunto decalles previsto en el POT que aún no se hadesarrollado, cumplen la función de circularen vehículo a través de las unidadesmorfológicas y de proveer acceso desde laciudad a los sectores urbanos desvinculadosdel sistema arterial. En el desarrollo de losestudios del POT se estudió un sistema inte-gral con cubrimiento urbano en el que se indi-ca la localización de los elementos que lo con-forman, su sección y función específica.

- La malla vial local es el conjunto de callesconstruidas en las unidades morfológicas oconcebidas en los procesos de urbanizacióncomo sistema de circulación. Son espacioslineales conformados por: la calzada de cir-culación vehicular y los andenes. El patrónde diseño de andenes depende del procesoespecífico de urbanización y de la evoluciónurbana que cada trayecto ha tenido, pasan-do de espacios conformados por franjas deestancia (zonas verdes lineales conarborización) y franjas de circulación a espa-cios homogéneos de circulación (en lascentralidades) en donde se ubican eventual-mente jardineras y árboles. La cartilla delespacio público da cuenta de las caracterís-ticas de construcción de estos espacios.

Los espacios de estacionamiento: Son los es-pacios complementarios a la circulación vehicular,dedicados al estacionamiento eventual o perma-nente. Se ubican en los sectores residenciales,en donde por efectos de restricciones económi-cas o funcionales no es posible acceder en vehí-culo a todas las viviendas o en las zonas de acti-vidad central, en donde es necesario aumentar lacapacidad de aparcamiento. Generalmente es unespacio de mantenimiento conflictivo que terminacon restricciones y apropiaciones indebidas a cau-sa de la inseguridad que su misma condición ge-nera. Complementariamente a ellos, en algunosejes arteriales, se presentan bahías de estaciona-miento o descargue, prohibidas en el POT, dadoel abuso que se presentaba en los tiempos depermanencia o los conflictos con los flujos de cir-culación.

Los espacios privados de uso restringido: Sonlos jardines o antejardines previstos en la cons-trucción de las unidades morfológicas como cuali-

dades espaciales del barrio. Por ello son áreasprivadas con restricción normativa en el uso yocupación dedicados a la construcción de jardi-nes complementarios al espacio de la calle. Eldesarrollo de los flujos de actividad y el aumentoen las necesidades particulares de algunas vivien-das, terminaron por romper la norma y en algunoscasos, pavimentar el espacio para estacionamientoo circulación y en otros casos construirlo comoampliación de la ocupación. El primero de los ca-sos llevó al diseño de una norma que permitierauna calidad diferente en las zonas centrales deintenso flujo peatonal e inclusive a la posibilidadlegal de intervenir, con fondos públicos, en estetipo de espacios privados. El segundo, cuando lacondición de ocupación es general, llevó a la eli-minación de su concepto, como parte integral dela calidad espacial de las partes afectadas delbarrio.

4.2.3 El sistema de parques metropolitanos yzonales

4.2.3.1 Estándares urbanísticos de recreación.

Una de las mayores dificultades de planeamiento delos espacios públicos construidos lo constituye el cál-culo y fijación de los estándares necesarios para sucorrecto funcionamiento. La organización mundial dela salud recomienda un mínimo de 9 m2 por habitantey el documento técnico de soporte del POT del año200031 establece un mínimo de 10 m2 por habitante,dato tomado del Estudio de Parques Distritales la Uni-versidad de los Andes (CIFA) para el IDRD adelantadoen el año de 1998.

El estándar de espacio recreativo depende de tresconsideraciones básicas:

1. La lógica de escala en la utilización del espaciorecreativo: la escala vecinal, la escala zonal, laescala urbana y la escala regional. Lógicas quedependen de la facilidad de acceso, la distancia yel tiempo libre de l@s habitantes.

2. La densidad de ocupación de los espacios recrea-tivos a partir del impacto ambiental que cada unode ellos puede soportar.

3. La apropiación social de la actividad recreativa.

5 LOS ESCENARIOS DEMOGRÁFICOS Y LADISPONIBILIDAD DE ESPACIO PÚBLICO.

La población actual de Bogotá y su proyección porquinquenios hasta el año 2020 se ha efectuado conbase en los estudios de Humberto Molina y José Olinto

31 DTS Decreto 619 de 2000, POT,

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Rueda para las Proyecciones de la Distribución Espa-cial de la Población y las Viviendas 1995-2020, efec-tuados para la EAAB en 1997 y 2003.

Las proyecciones se realizaron para todo el universode Cundinamarca y Bogotá D.C., con el fin de disponerde cifras de control suficientemente confiables. Se uti-lizo el método conocido de "Componentes de la Diná-mica Demográfica", considerado por Naciones Unidas,el DANE y otros organismos internacionales como elmétodo más apropiado y confiable cuando se trata deformular proyecciones a mediano y largo plazo. Sedesecharon los métodos matemáticos como el de ta-sas geométricas o exponenciales, ya que apenas sonaceptables para períodos inferiores a cinco años a par-tir de la última observación censal que en Colombiadata ya de 1993.

El método utilizado consiste en proyectar separada-mente cada uno de los tres elementos determinantesde la dinámica y composición de una población: la fe-cundidad o reproducción biológica de una sociedad, lamortalidad y las migraciones o movimientos espacia-les de la población en períodos determinados. Para elefecto se empleó el programa desarrollado por el cen-tro latinoamericano de demografía - CELADE- de lasNaciones Unidas, denominadas PRODEM.

En todo caso, debe tenerse en cuenta que unas pro-yecciones de población al año 2020, basadas en ellapso intercensal 1985-1993, en la práctica representaproyectar la población para un horizonte de 27 años apartir de la última observación. Colombia y sus regio-nes subnacionales no son todavía sociedades relati-vamente estables ni desde el punto de vista demográ-fico, ni tampoco bajo consideraciones del ordensocioeconómico y territorial; por lo demás, en los últi-mos diez años han arreciado los conflictos internos yse ha atravesado por una profunda crisis económica,lo cual ha influido en las migraciones internas y en laemigración internacional, produciendo efectos demo-gráficos aún no suficientemente esclarecidos.

Por todas estas circunstancias, debe entenderse queestas cifras tienen un carácter fundamentalmente indi-cativo. Suministran un orden de magnitud dentro de unintervalo de confianza estadísticamente aceptable, pro-bablemente superior al que proporcionan las estadísti-cas habituales del DANE el cual, además, no disponede proyecciones para un futuro tan dilatado.Adicionalmente se debe tener en cuenta que mientrasmás breve es el período de proyección más confiablees el resultado, de tal modo que para 2015 y 2020 deberecordarse que los datos son indicativos y, ante todo,exploratorios.

Las cifras a 2010, 2015 y 2020 tienen como propósitoservir de marco para el establecimiento de las metas

cuantitativas del Plan Maestro de Espacio Público acorto, mediano y largo plazo. Su propósito es el decontribuir a la formulación de los escenarios urbanísti-cos requeridos para dimensionar la futura demanda deespacio público y prever la magnitud del esfuerzo quedeberá ejecutar la administración pública para alcan-zar los objetivos que se ha propuesto el POT reciente-mente revisado y actualizado de acuerdo con las de-cisiones contenidas en el Decreto 190 de 2004.

5.1 La distribución física del espacio público.

Tal como se expresa en el análisis previo, el espaciopúblico no es un sistema único de componentes espa-ciales, sino más bien un conjunto de elementossistémicos que funcionan integralmente, cubriendodemandas urbanas de diversa índole en torno de unafunción calificada: La movilidad, la protección ambien-tal, la recreación o el esparcimiento, el encuentro so-cial, la comunicación, el desarrollo cultural, inclusiveel uso comercial, etc. Esta característica hace que sutotalidad o su distribución temática sea consecuenciade diversos acuerdos urbanos o de distintas perspec-tivas de urbanización, generalmente y a partir del ur-banismo como disciplina, sintetizados en indicadoreso estándares universales que si bien se pueden aplicarcomo parámetros de partes de la ciudad, difícilmentese pueden aplicar en el conjunto de la ciudad o de lametrópoli.

El desarrollo histórico y la diversidad cultural que con-diciona las formas de hacer ciudad implican una provi-sión de espacio casuística y errática, en donde la im-posición de estándares obliga a un correctivo subjeti-vo dentro de una manera de comprender los procesosde formalización de los hechos urbanos que ignora lapluralidad y contradicciones propias de su definición.En una mirada más amplia y contraria a lo anterior, esclaro que las metas de cubrimiento deben partir, no dedefiniciones externas o ajenas, sino más bien de supropia determinación espacial y que el correctivo, igual-mente, se debe definir a partir de la caracterizaciónespacial que esta condición conlleva.

Las cifras generales de crecimiento muestran que enel año 2020, la población de Bogotá deberá crecer aunos 9'280.000 habitantes y la de la zona más próximade municipios vecinos a 1'070.000 habitantes. De acuer-do con las proyecciones de localización y densificación,al oriente del Río Bogotá, en la denominada ciudadcompacta se concentraran unos 9'000.000 y los res-tantes 1'350.000 en los municipios mencionados.

En la otra mano, la de la oferta espacial, se encuentra:

En la actualidad se tiene un conjunto de áreas re-creativas y de esparcimiento al interior del períme-tro urbano de aproximadamente 1.825 ha y un es-

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pacio previsto por el POT para construiradicionalmente 1.233 ha. Los procesos de urbani-zación producidos en los últimos tres años y losque ocuparan las áreas restantes por urbanizar alinterior de los perímetros urbanos y de expansiónproveerán unas 850 ha adicionales. Estos datos nosmuestran que en la actualidad Bogotá cuenta, entérminos absolutos, con 2.40 m2/hab. de áreas re-creativas y que construyendo los proyectos pro-puestos por el POT, considerados en el punto ante-rior, se pueden alcanzar hasta 4.13 m2/hab.

Sin embargo esto no es totalmente cierto, el crecimientode la población en los próximos años nos muestra quela ciudad tiende a minimizar la cantidad de espaciorecreativo por habitante en contravía con o propuestopor el POT y que las necesidades en los próximosquince años no se pueden satisfacer en el territorio deldistrito capital. Al respecto es importante considerarlas siguientes predicciones y escenarios:

Como se puede observar, los índices no solo no au-mentaran a partir de las actuales condiciones (4.13 m2/hab. Incluyendo proyectos del POT), sino que no esposible alcanzar una meta adecuada y sostenible. Sise consideran l@s habitantes de los municipios próxi-mos, se tendrá un máximo de 3.77 m2/hab.

El fraccionamiento de la ciudad en sus partes esencia-les y en los espacios que implican todas sus lógicasde escala, permite determinar en forma comparativaesos componentes y sistemas temáticos y las conse-cuencias de ellos en la vida cotidiana de los bogota-nos y por tanto proponer los correctivos más acerta-dos para lograr un equilibrio adecuado. En este senti-do se requiere considerar los siguientes puntos:

Ciertos hechos, al formalizar la ciudad, proponenuna distribución espacial más consecuente con lanoción de trazado o geometría que con un estándarfuncional basado, por ejemplo, en la localizaciónde la población o en las demandas que ciertastecnologías o que ciertos principios tipológicosimponen. Hechos que se relacionan fundamental-mente con los sistemas de movilidad o de trans-porte y con algunos componentes del espacio pú-blico construido, en donde la evolución de su ta-maño y proporción relacionada con la población,esta condicionada por la localización de los ele-mentos o por las exigencias técnicas de su evolu-ción funcional.

Tal distribución no se reproduce aritméticamentecon el crecimiento demográfico o expansivo de suespacio. El espacio público crece a partir de pa-trones normativos que, por efectos de la econo-mía de urbanización, están ligados a las necesi-dades sociales y a las densidades programadasen los modelos iniciales de urbanización.

Los diversos componentes funcionales se forman,crecen y se modifican en forma independiente,respondiendo a lógicas y planes que suponen di-versas formas de prioridad e intención o a lasmodificaciones tipológicas que evolucionaron enlos distintos escenarios temporales.

La población urbana se mueve y localiza en rela-ción con las oportunidades sociales y económi-cas, produciendo una densidad dinámica y des-igual, poco relacionada con la distribución espa-cial de los espacios públicos.

La distribución física del espacio público respon-de a los diversos procesos de urbanización y alas posibilidades geográficas que la ciudad cons-truye en su desarrollo.

Bajo estas premisas la actual distribución del espaciopúblico en Bogotá, en relación con el suelo urbano delPOT, se sintetiza en las siguientes tablas:

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5.2 Indicadores de disponibilidad32

Los indicadores de disponibilidad de espacio públicobuscan determinar la cantidad de espacio público engeneral, y de cada uno de sus componentes en parti-cular, de la cual dispone y a la cual tiene acceso efec-tivamente cada uno de l@s habitantes asentados enel área urbana de Bogotá, o en alguno de sus segmen-tos cartográficos (como sectores censales o localida-des). Al mismo tiempo, dichos indicadores permitenproyectar, conjuntamente con la población, la disponi-bilidad futura, tomando en consideración las ejecucio-nes que la autoridad pública realice en los distintosperíodos de vigencia del plan. Por lo tanto, losindicadores también constituyen una herramienta parala medición de la eficacia de la administración paraalcanzar las metas del plan, de tal modo que permiti-rán establecer la brecha entre las metas cuantitativasy las realizaciones efectivas.

Los indicadores son de naturaleza cuantitativa y espa-cial: determinan la cantidad de espacio público por ha-bitante efectivamente disponible en cada uno de los674 sectores cartográficos en que ha sido subdivididala ciudad, de tal manera que la interacción de la basede datos alfanumérica con un sistema de información,permite obtener una información precisa sobre la dis-tribución espacial de los diferentes componentes delespacio público en relación con la localización de lapoblación y las actividades, así como con el corres-pondiente estrato socio-económico. La agregación dela información por sectores también permite obtenerinformación agregada a escala de localidad o de todala ciudad para cada uno de los componentes del espa-cio público, así como estimar los indicadores que com-binan y evalúan la disponibilidad de todos, o de dos omás componentes.

5.2.1 Definiciones básicas

Las consideraciones conceptuales y los desarrollosmetodológicos sobre los cuales se han construido losíndices de satisfacción de los estándares de espaciopúblico, se basan en una aplicación poco usual de cier-tos conceptos de la economía y, más específicamentede la economía urbana. Aun a riesgo de repetir algu-nos conceptos con los cuales se argumenta en la sec-ción subsiguiente, enseguida se desarrollan algunasdefiniciones de conceptos cuya cabal interpretación esindispensable para comprender adecuadamente el fun-damento de los índices mencionados.

5.2.1.1 Espacio público en general

Son un conjunto de bienes públicos destinados a lasatisfacción de necesidades colectivas independien-temente de su función y su escala. La cantidad dispo-nible de estos bienes es un agregado heterogéneo,

medido en metros cuadrados, de la extensión ocupadacon parques, zonas verdes, plazas, vías y zonas depreservación ambiental, sean de escala vecinal, zonalo metropolitana. Su disponibilidad por habitante es igualal cociente resultante de dividir el número de usuariospor el número de metros cuadrados de espacio públi-co, de una determinada escala, existente en el seg-mento cartográfico de referencia (un sector censal, unalocalidad o toda la ciudad).

5.2.1.2 Componentes del espacio público

Un componente del espacio público es un subconjuntode elementos diferenciados y agrupados de acuerdo consu escala o su función, o ambas a la vez. Para la cons-trucción de los indicadores el espacio público se ha sub-dividido y clasificado en los siguientes componentes:

1. Según escala

a. Espacio público sectorial: está compuestopor zonas verdes, parques de bolsillo, par-ques, plazas y plazoletas de escala vecinal,más parques y plazas de escala zonal.

b. Espacio público metropolitano: agrupa plazasy parques de escala urbana y metropolitana.

2. Según función

Áreas de protección ambiental de todo tipo.

3. Según función y escala

c. Vías arterias

d. Vías locales más andenes

Por consiguiente, cada componente agrupa y adicionalas áreas de un subconjunto de elementos simples,también diferenciados por su función.

5.2.1.3 Estándar

Es la cantidad de metros cuadrados por habitante, deespacio público en general o de uno de sus componen-tes, de la cual debe disponer un segmento urbano o laciudad en su conjunto, para que no genereexternalidades negativas y al mismo tiempo todos l@shabitantes puedan satisfacer sus necesidades de con-sumo colectivo. A nivel de espacio público en general,excluidas vías de todo tipo, el POT de Bogotá (Decre-to 190 de 2004) ha adoptado un estándar de 10 m2 /habitante.

32 Corresponde al Anexo Fichas de Indicadores de Espacio Público porUnidades Gerograficas - Unidades Morfológicas - UPZs - Localidades.