Habíaunavezunpequeñopueblosituadoaorillasdeunríoyrodeadodegrandesmontañas.Enelmismocentrode laplazahabíauncolegiodondeelmaestro,donAntonio,queeramuysabio,estabahablandoconsusalumnos.Perico,elmáspequeñodelaclase,lehabíapreguntadoadonAntoniosiexistíanlosfantasmas. —Claro que no —contestó el maestro—, ¿por qué lopreguntas? —Porquemiabuelomehacontadounaantigualeyendasobreunfantasmaquevivíaenunacuevayqueasustabaalosniños. —Yo nunca he oído hablar de ese fantasma, y llevomuchosañosenelpueblo—lesdijo elmaestro—.Mejorseráqueosolvidéisdeesahistoriaporquelosfantasmasnoexisten,queridosniños.Bueno,puesyaseacabóporhoylaclase.¡Quepaséisbuenfindesemana!—sedespidiódonAntonio.

PeroPericonosequedómuysatisfechoconlarespuestadelmaestroycuandosaliódelcolegiolesdijoasustresmejoresamigos,Julio,OlgayMaría,quenocreíaquesuabuelolehubieradichounamentirayqueestabaconvencidodequeelfantasmaexistía. —Puesnosé—lecontestóJulio—,donAntoniotampoconoshadichonuncaunamentira. —Entoncessolohayunamaneradecomprobarsiesverdad.Tendremos que irnosotros a la cueva aver si está ono está elfantasma—lesdijoPerico. Loscuatroamigossecallaronmientrassemirabanlosunosalosotros.Olga,queteníamiedoalosfantasmas,lesdijoqueesaaventuraseríapeligrosaytratódequitarleslaideadelacabeza.PerocomoPericoeramuycabezotaycuandoseproponíaalgocasisiempreloconseguía,losconvencióatodos. —¿Ycuándovamos?—preguntóMaría. —Cuantoantes.Mañanaporlamañana,¿osparece? —¡Sí,sí,sí!,—gritarontodos.MenosOlga,queseguíateniendomiedoaunquesehubieraapuntadoalaaventura.

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Alamañanasiguiente,sejuntaronenlaplazadelpuebloparaempezardesdeallílaexcursión.Juliollevabaunmapa,Maríaesterillasparadormirporlanoche,PericounalinternayOlgallevócerillasporsinecesitabanhacerfuego.Ademástodosllevabanaguaybocadillosdechorizo,menosPerico,quellevóunatortilladepatatas. Empezaron el recorrido subiendo una de las montañas querodeabanelpueblo.Duranteelcaminoibancontandocosasdivertidasycantandocanciones,asíquecuandoquisierondarsecuenta,yahabíanllegadoalaentradadelbosquequehabíaenlomásalto. —Creoqueseríabuenoquenosparáramosacomeraquí,antesdeentraralbosque—lespropusoJulio.

Así que sacaron sus bocadillos y se pusieron a comer. Pero derepente empezaron a oir aullidos de lobos; y cada vez más cerca.¡Auuuuu! Asustados, se levantaron deprisa pero los lobos ya habíanllegadohastaellosporelolordelchorizo.

Los niños se paralizaron demiedo.MenosmalqueOlgareaccionóa tiempoypropusoasusamigosqueseríamejordarlestodasucomidaaloslobosparaquelesdejarantranquilos. —Perosinosquedamossincomidano tendremos energía suficienteparallegarhastaelfantasma—lecontestóPerico. —Ya, pero si no hacemos algopronto los lobos nos van a comer anosotros.

Trasunmomentodedudaarrojaronalosloboslosbocadillosylatortilladepatatasy,sindarsecuenta,tambiénelagua;despuésecharonacorreratodaprisahaciaelinteriordelbosque.Allísesubieronaunárbolpara esconderse de los lobos, por si acaso éstos lesperseguían,peronollegónadie.Sólolanoche.

Enlaoscuridaddelbosquenoseveíanada;Pericoencendiólalinternaperoalcabodeunratolaspilasse acabaron y volvieron a quedarse a oscuras. Olgaempezóagritardemiedoycontagióatodosasusamigos.Gritabantanfuertequedespertaronaunajovenhadaquedormíaplácidamentemuycercadelárbol.Elhada,quedesprendíaunaluzdecolornaranja,fuevolandohaciaellosylesiluminóconsuvaritamágica.

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-Chssss.¡Silencioniños!Vaisadespertaratodaslascriaturasdelbosque.¿Quéestáishaciendoaquí, a estas horas de lanoche y subidos a eseárbol? Julioexplicóalhadatodalahistoria;desdelaleyendaquecontóelabueloaPericohastaelgritoquedieroncuandoseapagólalinterna;yelhada,comoeramuybuena,dijoquelesayudaría. Cuandobajarondelárbolsehizodedíaderepenteparasorpresayalegríadelosniños. -No me gusta nada que hayáis empezadoestaaventuravosotrossolosperoyaquehabéisllegado hasta aquí y como tenéis miedo a laoscuridad,osharéelfavordeponerosluztodalanoche. -¡Québien!—gritarondealegríalosniñosalmismotiempo.Yelhadacontinuó: -Silencio niños, que las criaturas siguendurmiendo…Hayunacosamás.Nopuedo ir convosotroshastalacuevaparaayudarosaencontraral fantasmaquedecísporque tengootroasuntoimportantequetratar,peroantesdeirmepuedohaceralgomásporvosotros. -¿Quées,hada?—preguntarontodos. Elhadapasóporencimadesuscabezaslavaritamágicaymientraslesdecía: -Osconcedoundeseoacadaunoparaqueuséissivolvéisaestarenpeligroosinecesitáisalgourgente.

Después se despidió de todosy semarchóvolando. Losniñossequedaronmuycontentosycontinuaronlaexcursiónporelbosquetotalmenteiluminado.Inclusovieronquelalunaylasestrellaspasabandelargoporelcielosindetenersesobreelbosqueesanochedeluz. Cuandosalierondelbosquesebañaronenunlagoquehabíamuycerca.Despuésdelbañolesentróhambreperonoteníannada de comida porque se la habían dado toda a loslobos. -¿Quéharemosahora?—preguntóPericocontonotristealpensarqueyanoteníasutortilladepatatas. EntoncesaMaríaseleocurrióquepodíangastarundeseodelosquelesconcedióelhadaparapedircomida. -Sí,¡quégranidea!—gritarontodos. Y María pidió su deseo. Ante ellos aparecieron muchosbocadillosdechorizoymortadela,tortillasdepatatasyhastaheladosdechocolate.

-¡Bieeeeeeen!—gritarontodossaltandodealegría. PeroentoncesJulio,quetambiénteníased,sediocuentade quenohabía aguaasí que élmismo lapidióy en seguidaaparecierondelantedeellosmuchasbotellasdeaguaytambiéndezumo.

Despuésdecomer,siguieroncaminandohasta otramontañayJulio, que llevaba elmapa,lesdijoqueteníanquesubirunpocohastalaentradadelacueva,asíquellegaronallíporlatarde. Pericofueelprimeroenasomarsealacuevaperocomoestabamuyoscurosoloseleocurriógritar: -¡Holaaaaaa!

El grito de Perico hizo que unabandada de murciélagos que dormía enla cueva se despertaray salieravolandoasustada,ylosniños,quenoseloesperaban,seasustarontodavíamás. Cuandoselespasóelmiedodecidieronhacer fuego y encender antorchas parapodersealumbrardentrodelacueva.Perocasualmente, en ese momento se puso allover, con tan mala suerte que el aguaapagóelfuegoymojótodaslascerillas. -¡Anda! ¿Y ahora qué hacemos? —preguntóJulio. -Yo pido que haya luz en la cueva—dijoOlga. Y en ese mismo instante la cuevase iluminó como si hubieran encendidomuchísimasluces.

-¡Bieeeen!—volvieronagritartodosyenseguidasemetieronenlacueva. CuandorecorrieronunbuentrechoJulioviounasescalerasquebajabanaunaespeciedesótano. -Qué,chicos¿bajamos?—preguntóJulio. -Yotengounpocodemiedo—contestóOlga. -Vamos,quea lomejorel fantasmaestáahíabajo.Yaquehemos llegadohastaaquí deberíamosbajary comprobarlo—dijoPerico. -No pasará nada, ya verás —dijo María a Olga paratranquilizarladándolelamano.

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Lasescalerasbajabanhastaunpasilloqueterminabaenunapuerta. -¡Mirad!,vamosporallí—gritóJuliosorprendidoseñalandolapuerta. SeacercaronyJuliodiounostoquesesperandoquetalvezalguienquepudierahaberalotrolado,lescontestara,peronoseescuchónada.Maríasefijóenunacerraduraquehabíaenlapartedeabajodelapuerta,ylaforzó.Yiiiiaaaa. Lasbisagrasdelapuertaestabantanoxidadasquechirriaronalabrirse.Losamigosentraronconsigiloenunahabitaciónvacía;tansolohabíaunbaúlmuygrandedecoradoconoroypiedrasmuybrillantes.

-¡Anda!, a lo mejor estamos en

la cueva de Alibaba y dentro

del baúl hay un tesoro —dijo

Perico,quelegustabanmucholos

cuentosmaravillosos—¡Vamosa

abrirlo!

-¡Espera!—dijoOlga.¿Ysidentro

estáelfantasma?

Ymientrasdiscutíansiabríanonoabríanelbaúl,latapaempezóalevantarsepocoapoco. -¡Aaaaaaaaagh!—gritarontodosalavez. Elbaúlterminódeabrirseyloprimeroquevieronfuesaliraunafiguracubiertaconunasábana. -¡Aaaaaaaaagh! —gritaron de nuevo todos. Yempezaron a correr a toda prisa, subieron la escalera ysiguieroncorriendosinpararhastaquesalierondelacueva.Detrásdeelloscorríatambiénelfantasma:

—¡Esperadme, no corráis. Por favor, esperadme! —gritaba. Corríatanrápidoqueperdiólasábanaporelcamino.Ycuandoalcanzóa loscuatromuchachosa laentradadelacueva,éstossedieroncuentadequeelfantasmaeraenrealidadunchico,unpocomayorqueellos,vestidoconunaropaquelequedabapequeña.

-¿Tú eres el fantasma? —lepreguntóOlgaasombrada. -¿Yo?¿Quéfantasma?—preguntóelmuchacho. -Pues el fantasma de la cuevaque me contó mi abuelo, —le explicóPerico. -No,yonosoyningúnfantasma.Soy el príncipe Filomeno y llevoencerrado aquí mucho tiempo, tantoque he crecido y las ropas ahora meestánpequeñas. Losniñosserieron. -¿Y quién te encerró aquí? —preguntóOlga.

-Los soldados del hombre quele quitó el trono a mi padre, que es elreyauténtico.Seguramenteestarámuypreocupadopormíymeestarábuscandoportodaspartes,peroyaveoqueestoydemasiado lejos del reino y quenuncapodréregresar.

Elpríncipesepusotantristequesesentóenelsueloysequedóensilenciobastanterato.Alosniñoslesdiomuchapenalahistoriadelpríncipeencerradoenunbaúlasíquehablaronentreellosydecidieronayudarleparaquevolvieraconsupadre

-Nosgustaríaayudarte—ledijoJulio. -Yamehabéisayudadoaldespertarmeconvuestrasvocesporquemehabíanhechizadoparaquedurmieradurantemuchotiempo;hastaqueescucharaalgúnruido.Ycomolacuevaestátanalejadadetodo,hastahoynohabíaoídonadaquepudieradespertarme. -Nosotroscreemosquepodemosayudarteavolveracasa—insistióMaría. -¿Deverdad?¿Ycómo?Siestamoslejísimosdelreino. -Podemosconseguiruntransporte—ledijoJulio. -¡Esoseríamaravilloso!Simeayudaraisavolveryoospremiaríaconungranregalo.

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Losamigossepusieronapensarquévehículo lespodría llevaraeselugartanlejanohastaqueaPerico,graciasa loscuentosdemaravillasqueleía,seleocurrióunaidea: -¡Ya está! ¡Pidounaalfombramágica! —gritó Perico y gastó elúltimodeseoquelesconcedióelhadaporqueenesemomentoaparecióunagranalfombradecolorverdejuntoaellos. -¡Bieeeeeen! —gritaron todos,incluído el príncipe Filomeno. Elpríncipe fue el primero en subira la alfombra y después invitó asus amigos a que le acompañaran.Cuando se montaron todos, laalfombra empezó a volar y volarentrelasnubesysubierontanaltoquepasaronmuy cercade la luna.Porfinelpríncipevioalolejoslastorres del castillo de su pequeñoreino. -¡Allíes!—lesseñalóconlamano.

La alfombra aterrizó en la misma puerta delcastillo pero el príncipe no quiso entrar hasta saberquién era el rey y decidió ir primero a buscar a supadreencompañíadesusamigos.Peroparasorpresadetodos,enesemomentolacarrozareal,quellegabadeunviaje,sedetuvojuntoaellos.CuandoelpríncipeFilomenoviosalirasupadredelacarroza,lanzóungritodealegríaycorrióaabrazarle. —¡Padre,hevuelto!—ledijoencuantosintiócómoleagarrabansuspoderosobrazos. EsanochehubounagranfiestayelreylecontóaFilomenoyasuscuatroamiguitoscómodespuésdequeelmalvadoArkánlehabíausurpadoeltrono,logróescapardeunamuerte seguray reuniraun ejércitode soldados que le eran fieles. En una gran batalla,vencieronaltraidoryelreypudovolverasutrono. También le contó los años que había estadobuscándolo por todo el reino sin éxito, todo elloamenizadoconunabandejallenadesuculentastortillasdepatatas.

AldíasiguientelosniñossedespidierondelpríncipeFilomenoydelreyCataplánperoantes,elpríncipe lesllamóparadarleselregaloqueleshabíaprometido. -Vosotros habéis sido muy generosos conmigoy como yo, dentro de este reino, puedo conceder cosasmaravillosasosconcedoavosotrosyatodoslosniñosdeluniversoymásallá,unescudoinvisiblequeosprotejaparasiempredelosfantasmas. -¡Bieeeeeen!—gritarontodosjuntos. Peroademásdelescudoinvisiblelesregalóunbaúlllenodecaramelos.

Los niños se montaron en la alfombra mágica pararegresarasupuebloycontarasusfamiliasyalmaestrodonAntoniolamaravillosaaventura.

FIN

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