PERIODISMO Y CAMBIO SOCIAL EN ESPAÑA.docx

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Bruno Fernández Musat CONTEXTO 1812-1820 La sublevación española del 2 de mayo de 1808 frente a los ejércitos invasores del Primer Imperio Francés desembocó en la histórica Guerra de la Independencia Española, que finalizó en 1914 tras la abdicación de Napoleón y la devolución de la corona a Fernando VII. En el plano político interno, dicho conflicto consolidó la identidad nacional española y abrió las puertas al constitucionalismo, que tuvo su mayor expresión en la Constitución de Cádiz de 1812. Dicha Carta Magna, redactada en el seno de las Cortes de Cádiz, supuso ciertos derechos y libertades como el sufragio universal masculino indirecto, la libertad de imprenta, la limitación de los poderes del rey o la separación de poderes, entre otros. En el plano político externo, en la América Española se desarrollaron una serie de conflictos armados independentistas con el fin de derrocar a la autoridad colonial. Tras el Tratado de Valençay, el monarca español Fernando VII recupera el trono y comienza la restauración del absolutismo, cumpliendo así con los designios de un grupo de diputados absolutistas expresados en el conocido Manifiesto de los Persas. De este modo, en mayo de 1814, Fernando VII disuelve las Cortes, deroga la Constitución de 1812 y toda la labor legislativa de las Cortes de Cádiz. Comienza el denominado Sexenio Absolutista, caracterizado por una dura represión contra los liberales y por las frecuentes intentonas golpistas de los mismos para derrocar al régimen. Finalmente, en enero de 1920 el pronunciamiento liberal del coronel Rafael de Riego, en la localidad sevillana de Las Cabezas de San Juan, logra triunfar y obliga a Fernando VII a jurar la Constitución de 1812. Se inicia el llamado Trienio Liberal.

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Bruno Fernández Musat

CONTEXTO 1812-1820

La sublevación española del 2 de mayo de 1808 frente a los ejércitos invasores del Primer Imperio Francés desembocó en la histórica Guerra de la Independencia Española, que finalizó en 1914 tras la abdicación de Napoleón y la devolución de la corona a Fernando VII.

En el plano político interno, dicho conflicto consolidó la identidad nacional española y abrió las puertas al constitucionalismo, que tuvo su mayor expresión en la Constitución de Cádiz de 1812. Dicha Carta Magna, redactada en el seno de las Cortes de Cádiz, supuso ciertos derechos y libertades como el sufragio universal masculino indirecto, la libertad de imprenta, la limitación de los poderes del rey o la separación de poderes, entre otros.

En el plano político externo, en la América Española se desarrollaron una serie de conflictos armados independentistas con el fin de derrocar a la autoridad colonial.

Tras el Tratado de Valençay, el monarca español Fernando VII recupera el trono y comienza la restauración del absolutismo, cumpliendo así con los designios de un grupo de diputados absolutistas expresados en el conocido Manifiesto de los Persas. De este modo, en mayo de 1814, Fernando VII disuelve las Cortes, deroga la Constitución de 1812 y toda la labor legislativa de las Cortes de Cádiz. Comienza el denominado Sexenio Absolutista, caracterizado por una dura represión contra los liberales y por las frecuentes intentonas golpistas de los mismos para derrocar al régimen.

Finalmente, en enero de 1920 el pronunciamiento liberal del coronel Rafael de Riego, en la localidad sevillana de Las Cabezas de San Juan, logra triunfar y obliga a Fernando VII a jurar la Constitución de 1812. Se inicia el llamado Trienio Liberal.