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Si quieres contarnos cómo estás viviendo la situación actual o difundir alguna iniciativa relacionada con la misma, puedes contactar con nosotros a través del correo electrónico ([email protected]) o de nuestras redes sociales. ÉSTE ES TU PERIÓDICO

AÑO XXV - Nº 283 ABRIL 2020

SEGUIMOSADELANTE

A todos vosotros

ediciónespecial

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2 ABRIL 2020 - NÚMERO 283

www.distritovillaverde.com periodicodistritovillaverde @DistritoVillav

EL AYUNTAMIENTO LANZA LA CAMPAÑA #NOESTÁSSOLA Para recordar a las víctimas que las herramientas de protección siguen funcionando durante el estado de alarma

PRENSA AYTO.

E l Área de Familias, Igualdad y Bienes-tar Social del Ayunta-

miento ha lanzado la campa-ña #NoEstásSola, centrada en visibilizar la situación de especial vulnerabilidad de las víctimas de violencia de gé-nero en estos momentos, y quiere hacer un llamamien-to para que las mujeres que lo sufran sigan denunciando es-tos delitos.

La campaña cuenta con imágenes y vídeos cortos para compartir en redes y recuerda los teléfonos y co-rreos electrónicos a los que puede dirigirse una víctima de violencia de género: el te-léfono gratuito 016, que no deja rastro en la factura, y el correo electrónico [email protected], donde las afec-tadas pueden denunciar por escrito su situación.

La vicealcaldesa Begoña Villacís ha apuntado que to-dos los recursos de atención a las víctimas de violencia de Madrid están considerados servicios esenciales, por lo que están abiertos y a pleno

funcionamiento, y que la mu-jer que esté sufriendo agresio-nes puede salir de casa para acudir a cualquier recurso de la red para víctimas de violen-cia de género.

Por último, la vicealcalde-sa ha hecho un llamamiento a

la ciudadanía para que cola-bore con las autoridades y de-nuncie cualquier situación de violencia de la que tenga co-nocimiento. También ha ani-mado a los medios de comu-nicación a que dediquen unos segundos cada día para recor-darles a las víctimas que no están solas, y que tienen a su servicio el teléfono 016. “Esos segundos pueden salvar vi-das”, ha señalado.

Nuestros hijos e hijas, auténticos héroes

DELEGACIÓN VILLAVERDE

FAPA GINER DE LOS RÍOS

D esde la Delegación de la FAPA de Villaverde, an-tes que nada, queremos

dar todo nuestro apoyo y ánimo a todas las familias de nuestro dis-trito ante la situación en la que nos encontramos. Desde el cierre de los centros educativos el pa-sado 11 de marzo, vivimos todos

con gran desasosiego esta nueva situación, y con mucha incerti-dumbre sobre el futuro del actual curso escolar.

La desigualdad en nuestro distrito se ha visto de manifies-to en estos días por la falta de re-cursos informáticos en muchos de nuestros hogares, siendo inviable para un gran número de alumnos continuar con la nueva metodolo-gía establecida para dar continui-dad a su formación durante este período.

Otro factor también muy im-portante que acrecienta esta des-igualdad es la situación personal y laboral que cada uno de nosotros estamos viviendo en nuestras ca-sas: madres y padres que deben continuar con sus trabajos, por lo que se quedan los menores solos en sus domicilios durante todo el día, sin atención de ningún adulto y sin ayuda para realizar todas las tareas que les van encomendan-do desde sus centros educativos; familias que por desgracia se han visto afectadas por esta enferme-dad; padres y madres que se han quedado sin trabajo en estos días y soportan además esta carga psi-cológica; niños y niñas que deben convivir con sus abuelos o padres sin formación académica y que no pueden adoptar el nuevo mo-delo impuesto de padre/profesor. Consideramos que en las evalua-ciones se deben tener en cuenta estos factores para intentar ser lo más igualitarios posible para todo el alumnado.

Otro problema que nos he-mos encontrado en esta etapa es que las familias más vulnerables económicamente, como los beca-dos en los comedores escolares, durante los primeros días no re-cibieron ningún tipo de ayudas, y después, cuando éstas se articu-laron, sorprendentemente el re-sultado fue ofrecer menús diarios en varias cadenas de comida rá-pida, consistiendo en menús de pizzas, sándwiches, hamburgue-sas… es decir, todo lo contrario a

lo que se está fomentando en los comedores escolares sobre “comi-da saludable”. Esto nos parece in-comprensible cuando se han ce-rrado los comedores escolares de los centros, enviando a estos tra-bajadores al paro, y que podrían haberse hecho cargo de este ser-vicio, siendo más cercano y, desde luego, mucho más sano.

También hay que tener en cuenta el grado de ansiedad y es-trés que están viviendo nuestros hijos e hijas por la gran cantidad de tareas que deben realizar, y so-bre todo los alumnos de 2º de Ba-chillerato, que no saben cómo se realizarán las pruebas de acceso a la universidad y temen que este paro les pueda afectar en su futu-ro académico, así como los alum-nos de FP, que han visto cómo se anulaban sus prácticas en las em-presas y no se sabe cómo les afec-tará a sus titulaciones.

Día a día recibimos nuevos de-cretos, órdenes y recomendacio-nes por parte de la Comunidad de Madrid, que vamos difundiendo a las juntas directivas de las AMPAs, intentando que estén lo más infor-madas posible en estos aspectos y para que lo puedan ir compartien-do con las familias.

La situación, como se ve, no es nada agradable, pero es impor-tante que lo vivamos con la máxi-ma tranquilidad, transmitiendo a nuestros hijos e hijas calma ante la incertidumbre y haciéndoles ver que ellos, solo por el confinamien-to en el que viven, ¡ya son héroes!

desde el cierre de los centros

vivimos con incertidumbre

sobre el futuro del curso

Estos recursos se consideran servicios esenciales

La Delegación de Villaverde de la FAPA analiza la situación educativa en el Distrito tras el cierre de los centros el pasado 11 de marzo

El virus no nos va a parar

Hace un mes, cuando salía a la calle el número de marzo, nadie podía imaginar cómo iban a cambiar nuestras vidas en apenas un par de semanas. La llegada y rápida proliferación del Covid-19 a España motivó la declaración del estado de alarma, y las medidas que implica tal estado han abierto un paréntesis en nuestra realidad cotidiana con el objetivo de crear un cortafuegos que ponga límites a la pandemia hasta su definitivo ahogamiento. Y en ese punto estamos, esperando tocar fondo en breve para poder recuperarnos lo antes posible.

Mientras tanto, esta situación ha supuesto, entre otras muchas cosas, la imposibilidad para nuestro/vuestro periódico de estar en la calle puntualmente, como cada mes, al no poder realizarse su reparto. Pero hemos decidido que este virus no nos va a parar, y que aunque no podamos salir “en papel”, como nos gustaría, Villaverde no se va a quedar sin su periódico de abril.

Paralelamente, hemos podido ver cómo de norte a sur y de este a oeste del Distrito la vida vecinal se abre camino, creándose redes solidarias de apoyo en los distintos barrios, inventando y proponiendo distintas formas de ocio y entretenimiento para sobrellevar mejor el encierro, rindiendo puntual homenaje diariamente a las personas que continúan su labor para que todos podamos salir adelante… En resumen, que el virus tampoco ha parado a Villaverde.

Y nos llena de orgullo ser parte de este fenómeno. Así, la intención del presente número ha sido “abrir un balcón” a los distintos barrios del Distrito, recopilar las voces e iniciativas que en ellos están enfrentando esta situación, servir de nexo entre todas ellas y ofrecer un muestrario de que Villaverde sigue en pie, ofreciendo lo mejor de sí para superar esta dura prueba. Porque no nos cabe duda de que juntos saldremos adelante.

EDIT

ORIA

LSeguimosadelante

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3ABRIL 2020 - NÚMERO 283

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El día despuésPapá, mamá, abuelo, abuela, hermano, hermana, vecino, vecina: ánimo y mucha fuerza a todos en nuestra lucha para combatir al coronavirus. Aunque estemos en mitad de la batalla y con muchas bajas, llegará el día después de esta terrible pesadilla.

¡Juntos y entre todos lo conseguiremos!

Entre todos vamos a ganar esta batalla. Los que combaten en la primera línea de batalla, tanto de nuestro personal sanitario, héroes que nos cuidan de principio a fin; los diferentes cuerpos de seguridad del Estado, que con su labor nos sentimos más protegidos; las legiones de trabajadores en diferentes sectores esenciales como alimentación, farmacia, servicios de limpieza, transportistas, autoridades… que no paran y tejen una fuerte red a la sociedad civil, que somos su infantería, que en su inmensa mayoría está respondiendo de forma responsable y solidaria, quedándonos en casa, medida esencial para controlar y frenar la expansión descontrolada del virus.

¡Entre todos, juntos y unidos, saldremos adelante de esta crisis sanitaria, económica y social que dejará el coronavirus!

Una vez aunados esfuerzos para “salvar vidas”, “salvar la economía” y que nadie se quede atrás, el día después de que eso suceda, ya habrá tiempo para valorar quiénes realmente estuvieron a la altura de las circunstancias, actuaron con honradez, lealtad, rapidez y firmeza en esta crisis excepcional que nos ha tocado vivir en estos tiempos.

EsperanzaEn los últimos días el impacto del coronavirus no ha pasado desapercibido. Se siente por todos lados, enfrentarse a su diagnóstico y reunir las fuerzas para luchar no es fácil, suponiendo para muchos momentos terribles, de decir adiós. Estamos ante una crisis

global que afecta a la sociedad, a nuestra visión de la realidad y a nuestra conciencia.

Siempre hemos sentido admiración y respeto por la forma en que nuestras vecinas afrontan las situaciones difíciles, pero los tiempos en los que vivimos nos hacen apreciar y admirar aún más la capacidad de superación, la fuerza de voluntad y la valentía de Villaverde.

En todas las crisis se abren varias vías para escapar indemne, una de ellas suele ser la del individualista, la del “sálvese quien pueda”. Ésta es la vía la del egoísmo irresponsable que arrasa con los productos del súper como si no hubiera un mañana, mientras voces culpables expanden bulos y crean más alarma que la que ya de por sí tenemos.

Sin embargo, Villaverde siempre opta por la vía de la solidaridad, la de “salvémonos todos”, la de la iniciativa constructiva. Ésta es la vía de la acción consciente, sensible y responsable que pone toda su energía al servicio del bien común. La de la creación de redes vecinales para ayudar a los que no pueden, la de los bancos de alimentos, la de las cadenas de favores, la de las actividades culturales y de entretenimiento en casa. En este sentido son muchas las iniciativas que nuestras vecinas nos hacen llegar y de las que participamos con orgullo, porque la esperanza en este distrito es más contagiosa que la enfermedad. Es una actitud que en Villaverde siempre nos ha caracterizado, que nos mantiene vivos y da aliento a nuestro entorno; una forma de ser que inunda todo el Distrito. Saldremos adelante y nos volveremos a encontrar en nuestras calles, plazas y parques. Allí donde la vida hace Villaverde, porque la esperanza nunca acaba, nunca defrauda, y es la virtud de las grandes personas.

La mejor medicina

Desde el Partido Popular de Villaverde queremos animar a todos nuestros vecinos en estos momentos de inmensa incertidumbre y dificultad. Hemos vivido momentos difíciles en nuestro distrito, en nuestra ciudad, en nuestra región y en nuestro país, y de todos ellos hemos salido adelante porque hemos estado unidos y entre todos nos hemos solidarizado para sacar lo mejor de nosotros en las circunstancias más complicadas.

El coronavirus no va a poder con nosotros. Todos estamos respetando, con excepcional cumplimiento, lo que las autoridades nos están pidiendo para que no asumamos riesgos y nos quedemos en casa. Quedarnos en casa es la mejor medicina para evitar que se propague este virus.

Aprovechemos este tiempo en casa para la reflexión. Es tiempo de estar en familia, como nunca antes hemos tenido ocasión. Vamos a mantener un pensamiento positivo. Todo esto pasará. Vamos a recordar a los que han fallecido a consecuencia del virus. Vamos a consolar a aquellos que han perdido a alguien por el virus. Vamos a ayudarnos unos a otros para que todo este parón, en la economía y en nuestra actividad, no impida que volvamos a ser esa sociedad madrileña dinámica y tierra de oportunidades. ¡Adelante! ¡Ánimo!

Nuestra gratitud y nuestro reconocimiento a todos aquellos que han permitido que nuestra vida continúe con cierta normalidad dentro de la situación excepcional que vivimos.

Nuestro reconocimiento al personal sanitario; a la Policía Municipal; a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado; a todos los servicios públicos; y también, cómo no, a los comerciantes, farmacéuticos y demás profesionales y servicios que nos han seguido atendiendo para que no nos faltara nada.

Entre todos lo haremos posible. Tú lo harás posible. #GRACIASMADRID

Lo superaremosVivimos una situación excepcional que hace meses ni tan siquiera podíamos imaginar, y a día de hoy sigue siendo una realidad difícil de creer. Una emergencia

sanitaria, una pandemia, que cada día nos estremece por las vidas que se pierden.

Una pandemia que, siguiendo las indicaciones y duras medidas fijadas por las autoridades para proteger la salud, sin duda superaremos.

Realidad que reafirma la necesidad de seguir defendiendo y luchando por unos servicios públicos de calidad, como único camino posible y garantía para proteger a los más vulnerables.

En estos días de fuertes emociones, siento orgullo. Orgullo por los valores de compromiso, fraternidad y solidaridad que caracterizan a la sociedad española. Orgullo de los profesionales sanitarios, de los cuerpos y fuerzas de seguridad y de quienes trabajan en farmacias, tiendas de alimentación, servicios de limpieza... Es decir, trabajadores de servicios esenciales que cubren nuestras necesidades básicas y así nos cuidan como población. Y orgullo de los vecinos de nuestro distrito, por su actitud personal y colectiva siguiendo las recomendaciones y medidas, e impulsando iniciativas en nuestros barrios para apoyar, ayudar y proteger a las personas con mayores factores de riesgo. Gracias por tanto, nunca lo olvidaremos.

Superaremos esta crisis y lo haremos siendo mejores. Y la superaremos desde la responsabilidad, la solidaridad y la unidad que nos está acercando como sociedad y que nos permitirá, pronto, abrazarnos con fuerza.

Daniel MorenoPortavoz VV Cs Villaverde

Más Villaverde

Partido Popular de VillaverdeEnrique Rico. Secretario general PSOE-Villaverde y diputado autonómico

Queridos vecinos del distrito de Villaverde:

Todos sabemos que estamos sufriendo un fortísimo ataque que nos ha recluido en casa, colocándonos en una situación inédita muy exigente y sorprendente.

A nadie se le escapa que atravesamos tiempos muy duros, pues los estamos padeciendo en nuestra propia piel.

Creo que es sensato que todos los vecinos seamos conscientes de que tendremos que prepararnos para continuar con la conducta ejemplar y responsable que nos retiene a cada uno en casa por un tiempo superior al deseado y aún no determinado. No podemos bajar la guardia, sino todo lo contrario, hemos de reforzar nuestro empeño.

Pero, además de que todos nos hemos de comprometer en la lucha contra el enemigo común, también hemos de mantener y reforzar la certeza de que vamos a derrotarle. Y lo haremos en el menor tiempo

posible con la ayuda de todos, porque nuestra disciplina va a ser absoluta. Todos somos necesarios para salir de esta emergencia.

Además, ya vamos disponiendo de otros muchos instrumentos útiles, lo que refuerza la esperanza de reducir el tiempo en que esto se convierta lo antes posible en algo del pasado. Comenzamos ignorando casi todo sobre esta nueva amenaza y actuando en un entorno de grandes incertidumbres, pero ahora conocemos mejores prácticas profilácticas y de prevención, protocolos que ya han dado buenos frutos en los países en que comenzó la pandemia, fármacos que están incrementando la eficacia e incluso vacunas que ya se están comenzando a experimentar en seres humanos. Y disponemos de un sistema sanitario de los mejores del mundo, con unos profesionales ejemplares a los que en estos días estamos otorgándoles el título de “héroes”. A ellos, hay que unir a otros abnegados trabajadores al servicio de todos.

Por lo tanto, dentro del escenario en que nos encontramos, que todavía es de fuerte crecimiento

de la incidencia del virus y de la consiguiente necesidad de que persistamos en el sacrificio personal y colectivo con gran disciplina, creo que hay fundamento para incrementar la confianza en que nuestro pueblo unido posee la fortaleza suficiente para superar la difícil prueba a la que estamos siendo sometidos.

En estos momentos, de enorme esfuerzo individual y colectivo, no puedo por menos que resaltar la ingente labor que están realizando todos los que se están dejando la piel por nosotros, jugándose ellos mismos su propia salud. Me refiero sobre todo a los sanitarios, pero también a los cuerpos y fuerzas de seguridad, al Ejército, a los que nos hacen posible el imprescindible transporte de personas y mercancías, a quienes nos garantizan los servicios esenciales, a los establecimientos que nos distribuyen y suministran los productos de primera necesidad para nuestra alimentación y nuestra

higiene personal, a tantos que habría que citar. Y también a los voluntarios que desinteresadamente están colaborando en la ayuda a sus semejantes y a los más desfavorecidos, con todas sus fuerzas. Todas estas personas admirables, a las que estamos ensalzando con fervor y con justicia durante estos días, son gente como los demás, vecinos y profesionales pertenecientes a nuestra misma sociedad en la que cada uno de nosotros tenemos un papel que cumplir y una obligatoria implicación, encaminada al objetivo prioritario. Es evidente que también es el momento de los políticos alineados en la exigencia ineludible de unir todos los esfuerzos en ese objetivo común.

Tan solo me queda daros las gracias por vuestro esfuerzo, responsabilidad y solidaridad. ¡Mucho ánimo, a persistir en la responsabilidad y el civismo! ¡Todos en casa, a vencer unidos al coronavirus!

Unidos contra el coronavirus

Concepción Chapa Monteagudo. Concejala del Distrito Villaverde

Hemos de reforzar nuestro empeño

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4 ABRIL 2020 - NÚMERO 283

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Hace apenas tres meses está-bamos celebrando la entrada del año nuevo, depositamos

como hacemos todos los años nuestras esperanzas en que a cada uva que en-gullíamos este nuevo año sería mejor que el anterior, y parece que la tercera uva se nos ha atragantado.

Ni en la peor de nuestras pesadi-llas entraba el vivir un estado de con-finamiento. A nuestra generación ja-más le había pasado nada parecido, y aquí estamos, sobrepasados por una extraña enfermedad que nos está mermando las familias y la moral.

Desde el minuto uno quienes par-ticipamos activamente en las asocia-ciones vecinales y colectivos del ba-rrio sabíamos que teníamos que dar un paso al frente y ayudar. Pusimos en marcha una Red de Apoyo Veci-nal, pero a cada paso que dábamos las medidas restrictivas nos iban cor-tando los movimientos. Al principio era colaborar con quienes nos decían eran más vulnerables, y comenzamos a organizar grupos de personas voluntarias para poder hacerles la compra y así evitar el contacto con el exterior a nuestros mayores y personas con movilidad reducida. El decreto de alarma estatal nos impidió llevar a cabo esa tarea: se nos aconse-jaba evitar exponernos en la calle, y mucho menos interrelacionarnos con personas de riesgo.

A día de hoy segui-mos dando vueltas para canalizar nuestra ayuda; afortunadamente tene-mos internet y las redes sociales son un puntal en el que apoyarnos. Deci-dimos transmitir información útil a través de nuestras páginas web, Twi-tter y Facebook, discriminando lo que podía ser relevante y separando los bulos, ese otro virus que amena-za nuestro estado lanzando una sar-ta de mentiras que contrainforman y nos enfrentan en disquisiciones polí-ticas en búsqueda de culpables, y no, ahora eso no toca. Quizás cuando su-peremos todo esto cabría hacerse una serie de preguntas acerca de por qué la sanidad pública que tanto defende-mos se ha visto recortada, quedando raquitusa en un momento en el que debería tener músculo.

El musculo que falta ahora lo saca de la fibra de sus profesionales, perso-nas anónimas que se están dejando la

piel, el sueño y la energía en salir airo-sos en estos momentos. Por supuesto, tarea obligada diaria estar pendientes de la hora para cuando son las 20:00 salir a la ventana a aplaudir.

Esta situación extrema también nos está sirviendo para reconocer la labor callada de una multitud de otros profesionales, muchos de ellos no cualificados o sí, que están desem-peñando tareas en supermercados, transportes, limpieza, etc., a quienes antes ignorábamos y hoy alabamos y elevamos a la categoría de héroes. Y lo son, y lo eran antes de esta crisis sa-nitaria, que ha sido precedida por una crisis económica: se necesita ser una persona con superpoderes para llegar a final de mes con nuestro sueldo de miseria.

Todo esto pasará, así lo indica lo que vemos en países que sufrie-ron este envite antes que nosotros, y cuando todo esto pase nos tocará re-flexionar. Ojalá esto cree un punto de inflexión, nos haga recapacitar,

pensemos que ha sido un parón para anali-zar. ¿Es éste el modelo de sociedad que que-remos? ¿Vamos a con-tinuar exprimiendo el planeta a este ritmo fre-nético? Quizá solo sea un aviso, pero de aquí una vez superado todo esto tenemos que salir reforzados: nos tocará volcarnos con la mul-titud de personas que seguro van a quedar to-cadas, sin empleo; nos tocara replantearnos qué importancia les vamos a dar a los ser-vicios públicos, si va-mos a volver a consen-

tir que se les maltrate en beneficio de la privada.

Quiero confiar en mis vecinas y vecinos, que siempre han demostrado ser un distrito solidario. Vamos a se-guir trabajando para construir un Vi-llaverde mejor, ahora y después nos necesitaremos. Os invito a salir a re-cuperar las ganas de ser y estar, os in-vito a participar en las asociaciones y colectivos a echar una mano, nos va-mos a necesitar más que nunca.

Juntas y juntos

desde Butarque

A las 20:00 estamos esperan-do, es el momento del día en el que nos sentimos unidos y

queremos agradecer a tanta gente su labor. A los sanitarios por su dedica-ción y profesionalidad, a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, al personal de la logística, a las per-sonas de las tiendas de alimentación, a los y las farmacéuticas y tantos co-lectivos más.

Está surgiendo la solidaridad de múltiples formas y lugares, desde nuestra asociación La Unidad de San Cristóbal impulsamos una forma de

ayuda. Viendo necesidades e inten-tando paliarlas (Apoyo Vecinal San Cristóbal).

Se están viendo las carencias de nuestra sociedad, la falta de inver-sión durante más de una década en la sanidad pública en nuestra comuni-dad, el querer debilitarla para desde la privada parasitarla. Las debilida-des, la especulación y el egoísmo; po-líticos mediocres y oportunistas que gobiernan y han gobernado nuestra comunidad.

Pero también la fuerza de nues-tra sociedad. Las personas, siempre;

la fuerza del pueblo, de sus trabajado-res y trabajadoras, la solidaridad en-tre vecinos. Y sí, efectivamente ahora no es momento de buscar responsa-bles, pero sí de recordar para después analizar.

Me entristecen muchas cosas en estos días. Que nuestros mayores se están marchando sin las despedidas merecidas: son los responsables de la sociedad que tenemos, con su trabajo y sufrimiento la fraguaron. Me entris-tece el incivismo de algunas personas, siempre las mismas. Me entristece ver cómo las calles están solas en la no-che al albedrío de los delincuentes. Me entristece ver ese ejército de jóve-nes toxicómanos vagando y a sus ver-dugos enriqueciéndose.

De esto saldremos, pero espero que salga una sociedad más despier-ta, atenta y exigente. Un antes y un después de la sanidad pública con me-dios y presupuesto, aplicando lo mis-mo a los pilares básicos de toda socie-dad. Educación, sanidad. Que falta nos hacen los médicos que obligamos a marcharse, los investigadores que ignoramos y se marchan también.

No nos importan las estadísticas, nos importan las personas. Este encie-rro necesario nos está haciendo dife-rentes, juntas y juntos saldremos; lue-go tenemos que continuar unidas y unidos.

Yo me quedo en casa. Sanidad pú-blica ahora y siempre.

Lo primero de todo, desde AVIB queremos dar mucho ánimo a aquellas personas

que han perdido a un ser querido y a todas las que hayan caído enfermas. Son momentos muy duros para to-

dos, pero especialmente para quie-nes lo padecen de manera directa.

También queremos enviar un merecido aplauso a todos y todas las trabajadoras de la sanidad que es-tos días se están jugando el tipo por los demás. Queremos hacer exten-sible este reconocimiento a la gente que sigue trabajando en los servicios públicos, en los comercios, en los transportes... a quien tiene que se-guir yendo a trabajar, a los que han obligado a coger vacaciones forzo-sas, a quien haya sido despedido o se le haya aplicado un ERTE, a quien se haya visto obligado a cerrar su co-mercio o cesar en su actividad… En definitiva, a todos y todas las que si-guen al pie del cañón y a las que van a sufrir las consecuencias económi-cas de esta crisis.

Afortunadamente, en Butarque la situación está bastante estable. Al ser un barrio donde apenas hay gente ma-yor, la afección es menor que en otras zonas. También las condiciones so-cioeconómicas de nuestro barrio ha-cen que tengamos más gente ofrecién-dose a ayudar que demandantes de ayuda, por lo que estamos remitiendo a los casos que llegan la Red de Apoyo Mutuo y Cuidados de Villaverde Bajo.

Desde AVIB estamos intentando también dar difusión a todas las ini-ciativas que están llevando a cabo di-ferentes comercios y vecinos a título individual y colectivo con el objetivo de hacer más llevadera la situación. Tenemos clases de gimnasia, músi-ca en vivo, radio en directo, ayuda psicológica...

Por nuestra parte hemos sacado las bases del VI Concurso de Relatos Breves adaptándolo a la situación que vivimos. La temática es #YoMeQue-doEnCasa y se pueden enviar los rela-tos por correo a [email protected] hasta el 19 de abril. Pueden parti-cipar personas a partir de los 12 años.

Y como no puede ser de otra ma-nera en este barrio, ya estamos traba-jando en una fiesta que organizare-mos cuando todo esto termine, para agradecer a quienes hemos nombra-do anteriormente, para juntar a todo el barrio y volvernos a saludar, y para reivindicar que ahora no puede pasar como en la anterior crisis y que las de-cisiones no pueden pasar por recortar otra vez las inversiones y servicios de los barrios.

Mucho ánimo desde Butarque.

'Ojalá esto cree un

punto de inflexión, nos haga

recapacitar'

¡Seguimos!

Ánimo

saldremos

Javier Cuenca Presidente de la Asociación Vecinal

La Incolora de Villaverde Alto

Javier Sáez Asociación Vecinal

La Unidad de San Cristóbal

Asociación Vecinal Independiente de Butarque

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5ABRIL 2020 - NÚMERO 283

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Los vecinos de la Colonia Experimental sufren una doble confinación

teniendo en cuenta las dimen-siones de sus viviendas, algu-nas de 25 m2, otras con 2,10 m de altura y con apenas luz so-lar; la media tiene 35m2 apro-ximadamente.

Asumen el estado de alar-ma desde la incredulidad, la resignación y el miedo. Sobre todo miedo, dado que la ma-yoría de los vecinos son de la tercera edad y el coronavirus hace en ellos su mayor presa. Las familias con niños igual-mente sufren para mantener tranquilos y distraídos a los hi-jos en tan poco espacio. Y las personas con trastorno mental acusan la situación de reclu-sión y están dando algún pro-blema de convivencia.

La Experimental es como una pequeña aldea donde casi todo el mundo se conoce: la vida en los bloques se desarro-lla desde la cercanía, charlas en los pasillos de la escalera, los balcones abiertos… Aho-ra todo esto está suspendido. Apenas te cruzas con alguien cuando salen obligados a hacer sus compras, sacar los perros…

Desde sus dos grupos de WhatsApp, el general y el espe-cífico para el edificio de Mon-terde-Escandón, que suman casi 140 vecinos, se comunican y se ofrecen a ayudar a quien lo necesite, sobre todo si hay que hacer recados a las personas mayores, que de momento pa-rece que cuentan con el apoyo de sus familiares más cercanos.

Al miedo al coronavirus se suma el retraso en su proceso de renovación de las viviendas,

temor a que el dinero de sus subvenciones quede suspendi-do. Este parón afecta directa-mente a las 36 familias del edi-ficio de Monterde-Escandón, que veían mucho más cerca la demolición y el comienzo de sus nuevas viviendas.

También la falta de lim-pieza de los espacios interblo-ques, que en estos días se agra-va. Así mismo, personas que se saltan el estado de alarma sue-len utilizar los rincones de los bloques para permanecer fue-ra de sus casas. Sí sienten ali-vio del trasiego de coches y furgonetas que a diario entra-ban a aparcar en la colonia: no hay movimiento apenas de los vehículos y tienen menos con-taminación y ruidos.

ASAMBLEA SUSPENDIDALa asociación de la Co-

lonia tuvo que suspender la asamblea general para todos los vecinos que tenían previs-ta para el 19 de marzo. Dada la situación, no saben cuándo se podrá celebrar. Igualmen-te, reuniones con las Áreas de Desarrollo Urbano y Vivienda han quedado en suspenso.

Solo desean que la situa-ción actual acabe cuanto an-tes, y sobre todo con el me-nor número de víctimas por el contagio del coronavirus, que también ha afectado a algunos de sus vecinos, pero lo están superando.

ConstruyendoD esde que el 31 de ene-

ro llegó el coronavirus a España y se instaló

en la Península el 24 de febrero, la vida cambió drásticamente. Algunas personas comenzamos a inquietarnos, hasta que el 9 de marzo la situación se descon-troló, sobre todo en la Comuni-dad de Madrid.

Todos sabemos cómo si-gue. Cierre de centros educati-vos, prohibición de actos multi-tudinarios, cese de mucha de la actividad laboral… hasta la lla-mada “cuarentena”, decretada el 14 de marzo. Todas las per-sonas debíamos quedarnos en casa, y solo salir para lo impres-cindible. Las calles comenzaron a quedarse silenciosas y vacías. Parecía que el mundo se había parado, pero nada más lejos de la realidad.

Los balcones de nuestro barrio comenzaron a llenarse de esperanza. Cada tarde a las 20:00 la vecindad de Villaverde sale a las terrazas y ventanas a transmitir ánimo a todo el per-sonal sanitario que vela por no-sotros, y en definitiva a todos los trabajadores que se arriesgan cada día para que los demás po-damos quedarnos en casa. Ade-más, muchos de ellos han toma-do la iniciativa de crear redes de apoyo mutuo de manera espon-tánea. Algunos se ofrecieron a ayudar a cuidar a los niños de sus bloques mientras sus pa-dres tuvieran que ir a trabajar, otros se ofrecían a hacer la com-pra para aquellos colectivos más vulnerables, muchos pro-ponían actividades para reali-

zar a través de redes sociales… De repente, el distanciamien-to social creó como consecuen-cia inesperada un acercamiento vecinal como nunca antes ha-bíamos conocido.

Como siempre, a la altura de nuestros vecinos se encuen-tran las asociaciones vecinales. Algunas de ellas han creado una red de cuidados, para po-ner en contacto personas volun-tarias y personas que necesiten ayuda. En dicha red participan las diferentes asociaciones de Villaverde Alto y también per-sonas dispuestas a colaborar. La Red Vecinal de Villaverde está recibiendo muchísima respues-ta por parte de los vecinos que desean echar una mano, y lo mismo está ocurriendo con sus redes vecinas, que también se han creado en Villaverde Bajo, San Cristóbal…

He querido destacar este tipo de movilizaciones, ya sean individuales o colectivas, por-que creo que es muy impor-tante lanzar un mensaje positi-vo entre tanta incertidumbre y malas noticias. Los vecinos de nuestro barrio están llegando donde el Estado, la Comuni-

dad o el Ayun-tamiento no llegan, a los asuntos co-tidianos que ahora se nos han vuelto tan

extraños y difíciles. Entre tanto lenguaje belicista, que creo que tan poco bien les hace a quienes sufren, desde aquí propongo un mensaje de cuidados, de colec-tividad… Un nuevo sentido de vecindad y de construir un ba-rrio más unido. Mis vecinas ma-yores hablan con las del edificio de enfrente por los balcones, la gente tiene conversaciones mientras espera la fila en el su-permercado, los jóvenes les ha-cen los recados a los ancianos de su calle… El sentimiento de que estamos todos unidos, em-pujando hacia la misma direc-ción, que nos cuidamos y nos sostenemos, es lo que nos da el aliento para continuar.

Sin embargo, no debemos olvidar la otra cara de la mo-neda. Como en cualquier si-tuación de crisis, las personas trabajadoras, aquellos que vivi-mos en barrios humildes del sur de Madrid, somos los más casti-gados. Los recortes que ha su-frido la sanidad pública en años anteriores se notan más en los barrios obreros de la capital; la cuarentena no se vive igual en un piso pequeño, muchas per-sonas viven al día, se encuen-

tran en una situación de ERTE o han tenido que cerrar su peque-ño negocio… y sobre todo, Vi-llaverde está lleno de personas que tienen que continuar yendo a trabajar cada día, exponién-dose más que nadie a este vi-rus. Curiosamente, además de nuestros sanitarios, muchos de los empleos que se considera-ban de “baja cualificación” aho-ra son llamados “primordiales” o de “gran necesidad”: personal de supermercado, de limpieza, transportistas, maquinistas… Nuestro barrio está lleno de esas personas que están hacien-do un esfuerzo inmenso a pesar de que muchas tienen sueldos precarios.

Es por esas personas que todos debemos colaborar que-dándonos en casa, ayudando en lo que podamos a nuestros vecinos, cuidando y cuidándo-nos. Espero que después de este confinamiento las redes que se han creado continúen crecien-do, pues vendrán tiempos difí-ciles en los que más que nunca nos necesitaremos los unos a los otros. Nos vemos pronto en nuestras calles.

dobleconfinación

un barrio más unido

Asociación Administrativa de Cooperación

de la Colonia Experimental

Ainoha León LuquePlataforma Vecinal

por Villaverde, Asociación Vecinal Los Hogares

En la Experimental:

Seguimosadelante

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6 ABRIL 2020 - NÚMERO 283

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COLONIA MARCONI PRESENTA... ¡RADIO BALCONI!

REDACCIÓN

En la Colonia Marconi, según po-demos ver a través de las muy activas redes de su asociación

vecinal, también se han organizado pa-

ra hacer frente a la epidemia del coro-navirus. Desde el primer día del esta-do de alarma, la gente joven del barrio organizó una lista de voluntarios pa-ra prestar su ayuda a los vecinos que lo necesitaran. También lo ha hecho la

Unión Deportiva Marconi, dando prue-ba de su compromiso con la Colonia.

Pero seguramente la iniciativa más sorprendente de las que se han desarrollado allí hasta la fecha ha sido la creación de Radio Balconi, “la nue-va página Facebook del barrio nacida para agradecer la labor de todas las personas que trabajan para ayudarnos a luchar contra el #Covid19 y para ani-mar el #QuédateEnCasa desde Princi-pal, 19”.

Así, Radio Balconi se ha convertido en un auténtico animador sociocultural del barrio desde su balcón digital y con eco en los balcones físicos, incentivan-do los aplausos diarios y organizando actividades tan originales y entreteni-das como noches de karaoke, fiestas de disfraces, de pijamas, infantiles, batu-cadas, sesiones de música, bingo y cual-quier cosa que se les ocurra para animar a los vecinos. Bravo por esta iniciativa (extensivo a todas las que los vecinos del Distrito están desarrollando en los distintos barrios), excelente ejemplo de que con imaginación, buen rollo y soli-daridad superaremos esta crisis. En el momento en el que es-

cribimos estas palabras, lle-vamos más de una sema-

na desde que se declaró el estado de alarma, y previsiblemente que-dan aún por venir las semanas más duras y complicadas. Todos y to-das estamos viviendo esta situación desde la preocupación y desde la incertidumbre.

No obstante los días van pasan-do. No sabemos cómo afectará esta situación al barrio cuando volvamos a las calles, a los lugares habituales, a los encuentros pospuestos y hoy tan ansiados. Sabemos que volveremos a la normalidad, pero con la duda de si la normalidad no habrá cambiado cuando regresemos a ella.

Quizás esta situación, por fuerza de la costumbre, desequilibre todavía un poco más la balanza entre la vida a través de las pantallas (redes socia-les, televisión, internet, etc.) y la vida en las calles, aislándonos un poco más en las seis pulgadas del smar-tphone y en la famosa “distancia so-cial”; o quizás podamos al fin apren-der que de las dificultades solo se sale con la ayuda de las demás personas, con más empatía, más afectividad, más solidaridad, más justicia social, en lugar de aquella otra idea, tan fal-saria como perversa, según la cual la vida es la jungla y en ella solo se sal-va el que logra colocarse por encima del resto.

Debiéramos preguntarnos cómo afecta esta situación (y cómo afecta-rá, si, como dicen, se aproxima una crisis económica) a las personas más vulnerables, a aquellas familias de nuestro entorno que tienen más difi-cultades económicas, a nuestros veci-nos más mayores, a quienes no pue-den contar con la ayuda de una red familiar. Y debiéramos preguntarnos también si esta sociedad en la que vivimos, que presume de ser la más democrática, y que en ocasiones se comporta como una sociedad de la opulencia, da a todas y todos las mis-mas oportunidades, si ofrece las mí-nimas garantías de bienestar y felici-dad que exige la condición humana.

Es importante que nos acordemos de quienes hacen posible que sobre-llevemos esta situación. Empezando, naturalmente, por las y los trabajado-res de la sanidad, tan castigada desde los duros años de la crisis económica de 2008, que sufrió cierre de camas, externalizaciones y subcontratas, re-cortes en la plantilla y, en fin, paulati-nas privatizaciones que aún siguen en marcha. Todo ello hace que estemos en peores condiciones para afrontar la difícil epidemia del coronavirus, y de-bemos recordar, aunque resulte durí-simo el decirlo, que los recortes en sa-nidad significan muertes que podrían haber sido evitadas.

Pero no nos olvidamos de otras profesiones, quizás menos vistosas pero muy necesarias, desde las y los transportistas de mercancías que abastecen las tiendas, a los y las de-pendientas de dichas tiendas, pa-sando por quienes trabajan en la limpieza urbana o al personal de mantenimiento de las infraestructu-ras que nos suministran luz, agua, ca-lefacción. Todos ellos, todas ellas, y otros muchos, con su trabajo, hacen posible que sigamos adelante.

Asociación de Vecinos La Unidad de Villaverde Este

Volveremosa la normalidad

REDACCIÓN / FRAVM

En estos días se han creado multitud de redes ba-rriales para apoyar a las personas mayores y otros grupos de riesgo durante la cuarentena impuesta

por el avance del coronavirus. La FRAVM, a través de su Servicio de Dinamización Vecinal, ha creado el blog di-namizatucuarentena.wordpress.com y el HT #Dinami-zaTuCuarentena para agruparlas y ofrecer otros recur-sos de utilidad en estos días difíciles.

En Villaverde están en funcionamiento las redes que de-tallamos junto a estas líneas, con sus respectivos contactos.

REDES VECINALES DE APOYO ANTE EL COVID-19 EN EL DISTRITO

VILLAVERDE ALTORED VECINAL VILLAVERDE ALTO:

[email protected] @RedVillaverde1 Red Vecinal Villaverde

VILLAVERDE BAJORED DE APOYO MUTUO Y CUIDADOS DE VILLAVERDE BAJO:

684 432 705 [email protected]

SAN CRISTÓBAL DE LOS ÁNGELESGRUPO WHATSAPP DE CUIDADOS:

https://chat.whatsapp.com/C3xbLzkroYyKyk6fMJrpa9

SERVICIO DE DINAMIZACIÓN VECINAL DE SAN CRISTÓBAL DE LOS ÁNGELES:

629 148 268 (Javi)

Y recuerda: para más información actualizada, puedes consultar Dinamiza Tu Cuarentena (https://dinamizatucuarentena.wordpress.com), portal creado por el Servicio de Dinamización Vecinal, donde podrás encontrar redes de solidaridad y apoyo mutuo vecinal en todo Madrid,

así como materiales y propuestas para dinamizar el tiempo de aislamiento y fomentar la cultura de la solidaridad vecinal.

Quizás podamos al fin aprender

que de las dificultades solo se sale

con ayuda de las demás personas

Seguimosadelante

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7ABRIL 2020 - NÚMERO 283

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TU NUTRICIONISTA

LA VIDA EN DIGITAL

por SARAI ALONSO SEGURA

Consejos para utilizar correctamente la tecnología en casaEstos días la tecnología está siendo

la herramienta protagonista en nuestras casas, facilitándonos

el teletrabajo, el ocio, las comunicaciones... manteniendo el contacto con los nuestros y haciendo que estemos mejor informados (a pesar de los bulos). Por eso es importante que tengamos en cuenta una serie de reglas para no tener problemas de salud por uso incontrolado, dado el gran número de horas que estamos utilizándola.

Algunos consejos para prevenir problemas físicos: Como estaremos tiempo delante del ordenador usando el teclado, debemos colocar las muñecas rectas, así como mantener los antebrazos paralelos al suelo, evitando tenerlos apoyados en el borde de la mesa. A ser posible, y si usamos monitor, debemos tener los ojos a

la altura del borde superior de la pantalla. Evitar inclinar el cuello. Si utilizamos un móvil o tableta, deben estar por debajo del nivel de los ojos y la inclinación debe ser menor de 45º, por ejemplo unos 30º. Si tenemos una mesa podemos apoyar los codos en ella, y si estamos en el sofá intentar flexionar las rodillas y apoyarnos en las piernas con los brazos semiflexionados. Respecto al tiempo de exposición a las pantallas, debemos tener presente que lo ideal es no estar más de 30 minutos seguidos. Cambiar la mirada hacia algún punto distante de vez en cuando y parpadear con frecuencia. Debemos también controlar el brillo de las pantallas, que sea el mínimo suficiente para sentirnos cómodos, y si los ojos se resienten bajar dicha intensidad. Elegir

lugares luminosos y a poder ser con luz natural, y que nos llegue mejor desde un lateral. Las distancias para proteger nuestra vista deberían ser, como mínimo, de unos 30 cm en los móviles y tabletas y de unos 50 cm en los monitores. También es conveniente levantarse de vez en cuando y caminar un poco por la casa, así como hacer algunos estiramientos. Si utilizamos diferentes dispositivos con pantalla hay que tener en cuenta que todo suma, así que de vez en cuando desconecta y levanta la cabeza.

Éstas son solo algunas normas básicas a tener en cuenta. En cualquier caso, siempre que notemos alguna molestia debemos dejar el dispositivo y descansar.

¿Qué como cuando teletrabajo?E l teletrabajo está suponiendo

grandes cambios en la vida personal y colectiva; supone un

reto que hay que afrontar con las mejores herramientas que tenemos:— Aunque te dé pereza, deberías

vestirte como solías hacer en el trabajo. Psicológicamente aceptarás mejor el reto.

— Sí, tienes que cumplir con tu horario como antes, debes tener pausas para descansar y comer. Pausas para atender a tu familia o los WhatsApps de tus amigos; para despejar las piernas con un paseíto por la casa, estirando las extremidades o subiendo y bajando escaleras. Destina tiempo para cada tarea, y así tu mente tendrá un orden.

La alimentación es tu gran reto con el teletrabajo. Necesitas organización y planificación. — Al inicio de la semana prepara

tu menú semanal.— Haz la compra en base a ese

menú semanal: comprarás solo lo necesario, ahorrarás y te expondrás lo menos posible.

— Cocina las comidas durante el fin de semana y guárdalas en la nevera. Se conservarán sin problemas y solo tendrás que calentarlas en tu pausa para comer.

— Pon una botella de agua en la mesa de trabajo, te animarás a beber con solo mirarla y así tendrás el estómago ocupado para que no aparezca el “falso hambre”.

— Prepara tu almuerzo como cuando ibas a trabajar a tu sitio de trabajo y déjalo en el salón. En la pausa lo disfrutarás y evitarás el picoteo innecesario. Organiza al inicio del día en qué momento harás estas pausas. Será mucho más sencillo ejercer un control sobre la tentación de abrir la nevera y “coger lo que haya”.El teletrabajo es una gran opción

con muy buenos resultados. En Sarai Alonso Nutrición Online lo llevamos haciendo desde hace años.

Quédate en casa.

Tecnólogowww.gestoriatecnologica.es

Coronavirus (COVID-19)Nos encontramos en

una situación crítica por una pandemia

a nivel mundial de este nuevo virus que se propaga con mucha facilidad. Sus inicios toman lugar desde la ciudad china de Wuhan, se extiende por el resto de países, y el problema se traduce a escala global como un evento histórico para nuestros tiempos recientes. La situación actual es impredecible.

Una primera investigación determina que el nuevo coronavirus COVID-19 tiene su origen en un grupo de siete virus que presentan en su cobertura una forma de “corona” alrededor de su núcleo. Los coronavirus son una familia de virus que se transmiten normalmente entre animales y humanos. Causan enfermedades respiratorias de diversa gravedad, desde leve hasta muy grave y mortal. La mayor parte de coronavirus conocidos hasta el momento causaban síntomas de resfriado común, siendo más raras las complicaciones.

Sin embargo, tres de estos virus han causado importantes brotes de enfermedad respiratoria y neumonías graves en los últimos años, con elevada mortalidad. El SARS en el año 2002 fue causante de un brote de síndrome respiratorio agudo grave en Asia, y el MERS en el año 2012 ocasionó el síndrome respiratorio de Oriente Medio. Los primeros análisis confirman que el nuevo coronavirus Covid-19 (SARS-CoV-2) que aparece en Wuhan a finales de diciembre de 2019 es un virus no conocido hasta el momento, distinto aunque muy emparentado con esos dos coronavirus graves.

La diseminación del virus se produce a través de las gotitas respiratorias de una persona infectada que se encuentra a una distancia muy cercana, y también se puede transmitir por el contacto directo con

superficies contaminadas por el virus. Por eso, la importancia del lavado de manos y la higiene, con soluciones hidroalcohólicas para una adecuada desinfección. Para eliminar el virus de cubiertos y superficies que han estado en contacto con una persona infectada también se puede usar lejía rebajada con agua.

Presenta un periodo de incubación entre 2-7 días hasta que aparecen los primeros síntomas. Las manifestaciones más comunes son fiebre y tos seca. A veces se puede confundir con un resfriado o gripe. A pesar de ello, hay un porcentaje de infectados que no desarrollan síntomas o que son muy leves, pero que también pueden transmitir el virus. Por este motivo, se ruega evitar los contactos y no salir de casa durante el tiempo de cuarentena. Tienen que tener especial cuidado las personas en edad avanzada, y aquellos con enfermedades conocidas. Se ha descrito una importante incidencia de neumonías muy graves en personas tanto jóvenes como de edad avanzada.

EL MÉDICO EN CASA por DR. ÁNGEL LUIS LAGUNA CARRERO

por CARLOS GÓMEZ CACHO

Nutricionista [email protected]

www.saraialonso.com

Especialidad Medicina Familiar y Comunitaria. Máster Medicina de Urgencias y Emergencias.

Experto universitario en Nutrición y Dietética.

Sobre un aplauso que no pude dar

Echo de menos los abrazos. El calor humano. Soy de esas personas que están

haciendo frente a la pandemia en la soledad de su aislamiento. Pero me recuerdo que no estoy sola. Tengo a mi gato, Jordin, que me hace arrumacos por las noches. Tengo a mi familia que veo a través de una pantalla, mi

teletrabajo que por fortuna aún mantengo y me distrae de las funestas noticias, y una casa en la que me siento segura.

También me obligo a recordar que hace nueve años también estaba sola cuando escuché ruido de balas en la calle, altavoces que gritaban “Alahu Akbar” escalofriantes,

contenedores de basura desplazándose para taponar las calles y jóvenes gritando consignas con una mezcla de terror, impotencia y profunda liberación: probablemente era la primera vez que participaban en una protesta.

Ahora que convivo con el silencio me acuerdo de ese otro silencio. El silencio de mi familia cuando miraba las noticias en Al Jazeera en aquel abril del 2011; aún puedo sentir la inquietud en sus cuerpos, la preocupación en sus miradas, la desesperación por reunirnos todos una vez más antes de que los acontecimientos nos sobrepasasen. Desear volver a la insulsa rutina. A veces se parece a esto que pasamos ahora, pero solo eso: se parece.

Porque aquello solo era una guerra más de Oriente Medio

y era algo que quedaba lejos. Problemas internos, pensarían algunos. Solo cuando vimos llegar a tantos refugiados a nuestras fronteras europeas nos acordamos de que había un conflicto que estábamos ignorando, del que la gente huía tan desesperadamente como para arriesgar sus vidas subiéndose a una precaria barquita.

Esta noticia no inundará los telediarios ni tu timeline de Instagram el día de hoy: más de 20.000 migrantes y refugiados han perdido la vida en el Mediterráneo desde el año 2014 según datos de la Organización Internacional para las Migraciones. Y escapaban de algo mucho más grave que un virus. No tenían forma de seguir el mandato

#QuedateEnCasa. No tenían una.

Desde que ha empezado esto del coronavirus nos hemos olvidado de las imágenes que nos llegaban de Grecia hace solo unas semanas con la Guardia Costera asediando a los refugiados que llegaban a sus costas, solo por huir de lo que temían. Buscando un lugar seguro que pudiesen llamar hogar, soñando con “quedarse” en alguna parte.

Por eso, cuando escucho los lamentos de las personas en las redes sociales de lo tedioso que está siendo el confinamiento, o incluso cuando yo misma me siento algo floja, me obligo a recordar a las personas que están pasándolo mucho peor. Porque nada es comparable a esa vulnerabilidad que debieron

sentir los jóvenes que salieron un día a protestar por un poco de libertad sabiendo que podría ser el último.

Ese día que yo pensé “¿Pero por qué no viene la Policía?”, cuando eran las propias fuerzas de seguridad las que disparaban. El estado de alarma era el miedo y la autocensura que la propia población había asumido desde que tenía uso de razón. Y cuando los jóvenes gritaron lo que todo el mundo callaba, nadie salió a los balcones a aplaudirlos. La ciudad se sumió en un silencio inaudito que duele hasta el día de hoy.

Por eso cuando aplaudo a las 20 horas de cada tarde una lágrima resbala por mis mejillas. Por aquel aplauso que todos sintieron, pero nadie se atrevió a dar.

LA ALGARRADA DE VILLAVERDE por LAILA MUHARRAM

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8 ABRIL 2020 - NÚMERO 283

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Me llamo Villaverde, soy barrio y ahora sé, como todos los demás, que éste es el primer día en que

el ayer no existe de la misma manera y que hoy, más que nunca, los barrios del mundo estamos hermanados.

Rumores apagados apenas audibles, como si el volumen de una radio estuviese al mínimo. ¿Estaré aún dormido o sumergido en un sueño de quietud obligada?... Pero hoy no es domingo. Son las ocho, y no se escuchan las pisadas apresuradas hacia el trabajo. Las ocho y cincuenta y cinco, y sin el correteo de padres, madres y niños que llegan al colegio “por los pelos”.

…¡Las diez, y casi todos los comercios continúan cerrados a excepción del mercado, tiendas de alimentación, ambulatorio, farmacias y poco más! Algo está sucediendo. Me quedo

como aletargado hasta que a las 20:00 un estruendo de aplausos se adueña del silencio y de las ventanas y balcones abiertos e iluminados, las voces se disparan y la vida se estremece en un vuelo acrobático de apenas cinco minutos para volver adentro con las alas plegadas hasta el día siguiente a la misma hora.

Hay que cambiar de piel para salvarnos todos. Dejar lo cotidiano y adoptar y adaptarse a unas duras medidas de seguridad que nos cierran el paso a la costumbre. ¡Difícil, pero no imposible!

Lo desconocido es un vil enemigo que confunde y paraliza. Pero los barrios somos fortalezas, atalayas, reductos invencibles, y aunque nos enfrentamos a un “algo” caprichoso, cruel e imprevisible, rápido, silencioso, huidizo y camaleónico, no seremos sus víctimas sin presentar batalla y luchar. ¡Vecinos y adoquines! ¡Vecinos y razones! ¡Vecinos y edificios! ¡Vecinos y futuro! Vecinos sin otra nacionalidad que no sea preservar la vida del colectivo.

La tristeza se cuela entre los marcos de las puertas, en las grietas de los techos y paredes de nuestros hogares. Parecemos niños “castigados” en un rincón, cara a la pared, por hacer travesuras.

Quisiéramos escapar, correr, saltar, volar, pero no lo intentamos porque de nuestro aguante y de este sacrificio común depende que volvamos a recorrer nuestras calles, a abrazar, a besar, a tomar chocolate con churros en la churrería y una cerveza con los amigos en el bar; celebrar cumpleaños y viajar en el metro y el Cercanías “como sardinas en lata” en las horas punta... Podremos despedirnos de los que se van, a la manera nuestra, homenajeando la vida que tuvieron, en grupo y con recuerdos, tratando de poner unos puntos en la herida para no desangrarnos.

Tenemos conciencia social, a veces aletargada por cuidar de “lo nuestro” y que ahora resurge como el ave fénix de nuestras profundidades, enalteciéndonos, humanizándonos.

Tenemos dirigentes que, tal vez por primera vez, viajan en un único barco sin camarotes de preferencia, como el resto de los ciudadanos, y…

¡Tenemos héroes y heroínas! No de tebeo, cómic o videojuegos. Héroes de carne y hueso con y sin uniforme que se dejan el cuerpo, el alma, sus familias y algunos también la propia vida para que nosotros, todos, volvamos al trabajo a las ocho o llevemos a los niños “en volandas” al colegio a las nueve y para que retomemos nuestras actividades, pensamientos, sentimientos y proyectos cuanto antes.

Tenemos nuestro periódico que, respetando las medidas de seguridad, permanece a nuestro lado, siendo nuestra voz y una referencia imprescindible. No es que esté con nosotros: ¡es nosotros! Y para él también va nuestro aplauso diario.

Soy Villaverde, hoy Barrio Global. No soy un barrio “fantasma” (no lo somos), porque en nuestra estructura, en nuestros adoquines, edificios, plazas y parques laten los corazones de cada vecino que, en medio de esta incertidumbre colectiva, practican la más auténtica solidaridad para el bien común.

Quiero explicaros cómo llevo el confinamiento desde mi barrio con mi mujer e hijo por

causa del virus Covid-19. Desde mi ventana, en un día habitual, observo el desplazamiento de más de un centenar de jóvenes que pasan con dinamismo por mi calle para ir al IES El Espinillo, más la fluidez de vehículos, pero desde el día que empezó el confinamiento está la calle desierta, sin alegría, como se puede apreciar en la fotografía.

Desde entonces estoy preocupado por no ver a mi hija, su pareja y mi nieta. Ellos están confinados en su domicilio, igual que el resto de mi familia y amistades. Ahora que van pasando los días, mi preocupación va en aumento. Tengo 67 años, y por la edad quiero evitar contagios a las personas sanas, aunque yo me encuentro fenomenal. Siempre respetando el protocolo establecido.

Nosotros en casa solicitamos el pedido alimenticio online a algunos centros comerciales, y tarda como

mínimo en llegar 12 días. Para las personas mayores de 65 años el envío es más rápido, aunque no es así, después de la espera te suministran un 60%. Comprendo que somos muchos, pero nos adaptarnos a las circunstancias presentes.

En estos días de encierro he aprovechado para seguir escribiendo mi segunda novela, y aconsejo a los ciudadanos que en casa se adapten con un libro, música, películas, juegos, ejercicios físicos, cocina, etcétera.

Con este confinamiento, estamos demostrando toda la sociedad el agradecimiento a todas las personas que están dejando su vida y contagiándose a cambio de salvarnos y ayudarnos para poder sobrevivir. No tengo calificativos para elogiar a todas ellas, como: sanitarios, farmacéuticos,

fuerza del Estado, bomberos y ahora el Ejercito de la UME, agricultores, ganaderos, sectores de alimentación, transportistas y el resto de servicios operativos.

Cuando termina la jornada, todos los vecinos aplaudimos desde nuestras ventanas o balcones a las 20:00 como símbolo de unión y fuerza moral para vencer entre todos esta pandemia.

Como titulo este breve artículo, en España y otros tantos países dentro y fuera de Europa estamos “cautivos” en nuestras

propias casas, no queda otra, para acabar con esta pandemia que nos amenaza y que ya ha causado demasiadas muertes.

Voy a entrar en lo que todos sabemos: agradecer no solo a los profesionales de la sanidad, sino también a muchas otras profesiones que siguen en sus puestos de trabajo —conductores, barrenderos, panaderos, empleados de comercios alimenticios, teleoperadores, policías, bomberos, militares y un sinfín de empleos—, su sacrificio y dedicación diaria para que el país no se paralice por completo. Pero también quiero romper una lanza por todos los que estamos trabajando en casa, por los padres que además de trabajar desde casa tienen que cuidar, atender y ayudar a sus hijos estos días tan complicados en los que los niños no pueden ni deben salir de ella.

Estamos “cautivos”, y unos lo llevan mejor que otros; yo personalmente lo llevo fatal, pero entiendo que debe ser así. Tengo “la fortuna” de tener dos perritas (Chati y Bibi), y entre sacarlas tres veces al día e ir a comprar el pan, llevo algo mejor este encierro. Es una situación extraña, anormal.

Vivimos un estado no vivido hasta el momento en nuestro recuerdo, pero esto no es nuevo. Las pandemias existen desde que el mundo es mundo. Sin ir más lejos, los padres de mi tatarabuela María Aguado Maderuelo y varios de sus

hermanos murieron de cólera en el siglo XIX, en Bernardos, provincia de Segovia, siendo criada por sus tíos en el vecino pueblo de Santa María la Real de Nieva. La epidemia de cólera causó solo en España durante el siglo XIX 800.000 muertes, y el temor entre la población originó revueltas populares e inestabilidad social.

Años después, el 17 de junio de 1919, mi bisabuela Gertrudis Quesada Mas, madrileña y modista, murió de tuberculosis con solo 24 años al poco de nacer su único hijo, mi abuelo José. Muchas muertes acontecieron de tuberculosis o tisis durante los siglos XIX y XX. Y podríamos seguir citando pandemias como “la gripe española”, el tifus y, sin ir más lejos, en el siglo XX el SIDA, que segó y sigue segando

vidas a pesar de tenerlo algo más controlado y haberlo convertido en una enfermedad crónica.

Pandemias siempre ha habido y seguirán apareciendo. Es ley de vida. Esperemos “cautivos” vencer al coronavirus y que cause las menos bajas posibles. Como ocurrió con el cólera en el siglo XIX, habrá inestabilidad social y crisis económica cuando todo pase y nos costará recuperarnos, pero lo más importante es la salud y la vida, el resto lo superaremos luchando día a día.

La vida es una lucha constante y podemos caer varias veces, no pasa nada. Como me dijo, siendo adolescente, mi primer preparador de boxeo, en la madrileña calle del Amor de Dios, en pleno centro de Madrid, donde se ubicaba la

Federación Española de Boxeo, no pierde el combate quien cae a la lona, lo pierde quien no se levanta.

Como se decía en los años de la Guerra Civil Española (1936-1939), “Salud, camaradas”. Adelante con todo, que Dios reparta suerte, y si nos pilla —esperemos que no—, que Dios nos pille confesados… y comulgados.

Parecemos niños

'castigados' en un rincón

Somos muchos, pero nos adaptamos a las circunstancias

Las pandemias existen desde que el mundo es mundo

Reflexiones del barrio global

Desde mi confinamiento

Cautivos

Narciso Casas

El Barrio Global

Fernando José Baró

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