Perfiles Martes 19 de Marzo 2013

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VILLAHERMOSA, TABASCO, MÉXICO MARTES 19 DE MARZO DE 2013 www.rumbonuevo.com.mx EDITOR Y COEDITOR GRÁFICO: César Armando Javier S IGATOKAS DEL BANANO

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PerfilesMartes19deMarzo2013

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�� VILLAHERMOSA, TABASCO, MÉXICO MARTES 19 DE MARZO DE 2013 www.rumbonuevo.com.mxEDITOR Y COEDITOR GRÁFICO: César Armando Javier

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2 Martes 19 de marzo de 2013PERFILES

w w w. r u m b o n u e v o . c o m . m x

Jorge AlbertoJavier Quero

DIRECTOR GENERAL

DIRECTORIO RUMBONUEVO

EL DIARIO DE LA VIDA TABASQUEÑA

PERFILESAbiud Pérez Olán

DIRECTORLic. Paulina JavierMartínez

SUBDIRECTORA GENERAL César A. Javier PérezCOORD. GENERAL

Margarita MartínezCOORD DE SUPLEMENTOS

Gloria k. López de DiosDIRECTORA EDITORIAL

La opi nión de los ar ti cu lis tas y co lum nis tas no re pre sen ta de ma ne ra al gu na el cri te rio de la di rec ción ge ne ral, to da la co rres -pon den cia y va lo res de ben di ri gir se a la Di rec ción Ge ne ral. Ofi ci nas No ve ro la nú me ro 107, Co lo nia Re for ma.. C.P. 86080.

HHIISSTTOORRIIAA DDEE LLOOSS MMÉÉTTOODDOOSS

Por: Ing. Miguel Ángel ContrerasMartínez de Escobar

[email protected]

IInnttrroodduucccciióónn

Si algún aspecto tecnoló-gico de la producción debananos es altamentecondicionante del con-cepto amplio de eficien-

cia, este debe ser el manejo de laSigatoka (raya) negra. Lo anteriorse sustenta no solo por sus costosaltos de control químico –alrede-dor de $1000.00 USD por hectá-rea al año para el caso de Tabascoen el 2012-, sino además por elimpacto económico negativo quepuede representar la pérdida delcontrol en materia de produccióny calidad de la fruta.

En efecto, la Sigatoka (raya)negra es una enfermedad causadapor un hongo agresivo(Mycosphaerella fijiensisMorelet), que mancha y destruyelas hojas del banano mucho masrápido que la sigatoka amarilla(Mycosphaerella musicola Leach)conocida en México como“Chamusco del plátano” cuya epi-demia a finales de la década delos años treinta provoca enTabasco el colapso bananero yeconómico regional mas severodel siglo veinte.

Un ataque fuerte de la enfer-medad ocasiona una perdida dehojas mayor que la velocidad deproducción de nuevas hojas en

una planta antes de emitir suinflorescencia. Cuando el racimoesta presente y la planta no pro-duce más hojas, la velocidad dedeterioro de las hojas restantesatacadas por la Sigatoka (raya)negra es mucho mayor que lapedida por senescencia natural.

OOrriiggeenn ddee llaa eennffeerrmmeeddaaddEl primer antecedente de la

enfermedad más importante delas hojas de los bananos y pláta-nos fue documentado en Java en1902. Posteriormente en 1912,aparece la primera gran epidemiade la “enfermedad de la manchade las hojas” en el valle deSingatoka de la isla de Viti Levu,Fiji, razón por la cual se le deno-minó “enfermedad de Sigatoka”(Sigatoka disease) o “mancha dela hoja por Sigatoka” (Sigatokaleaf spot disease). El agente causalde esta enfermedad es el hongoMycosphaerella musicola Leachen su fase sexual o perfecta(ascospórica), oPseudocercospora musae Zimm.en su fase asexual o imperfecta(conidial).

Durante la década de los añostreinta la enfermedad de Sigatokase distribuyó por toda la regióndel Caribe y Centroamérica. En1935 la Sigatoka fue detectada enel Valle Ulúa, Honduras, y duran-te 1936 se presenta la primeragran epidemia de la enfermedadsobre las plantaciones de la

United Fruit Company. Aunque la presencia oficial

de la Sigatoka en México fuereconocida hasta 1937 en el esta-do de Tabasco, seguramente ya seencontraba presente en las plan-taciones desde 1936 donde losproductores dieron en llamarla“Chamusco del plátano” por las

características de las plantas afec-tadas que daban la impresión dealgo quemado. Casi simultánea-mente fueron afectadas por laenfermedad las plantaciones delSoconusco en Chiapas.

La “Sigatoka amarilla” comose le ha denominado cuando apa-reció la enfermedad de la “raya

Las espolvoreadoras Messinger de 15 HP fueron utilizadas en Tabasco entre 1938 y 1939para el control del “Chamusco” con mezcla bordelesa seca.

DE CONTROL DE LAS SIGATOKASDEL BANANO EN TABASCO

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negra” o “Sigatoka negra”, destru-yó los comercios de exportacióncuando entró por primera vez a laregión América Latina y elCaribe. México fue el primerexportador mundial de bananos ypasó de 525,000 ton en 1937, unaño después de la aparición de laSigatoka amarilla, a 240,000 tonen 1941. Las exportaciones delestado de Tabasco fueron prácti-camente suspendidas y la regiónexperimentó una profunda crisiseconómica.

En 1964 el Agrónomo P.L.Rhodes describe una nuevaenfermedad de las hojas delbanano en Fiji la cual denomi-nó “enfermedad de la rayanegra de la hoja” (Black leafstreak disease). Esa enfermedadhabía tenido una larga presen-cia en las islas del Pacífico en elSureste Asiático. Fue clasifica-da como Mycosphaerella fijien-sis y definida como una varian-te agresiva (más virulenta) deM. musicola, es decir, una cepamás destructiva de las hojas delos bananos y plátanos, conmayores dificultades para sucontrol. Estudios posterioresen el Continente Americanodemostraron que el hongo de laraya negra de la hoja es idénticoal de la Sigatoka negra.

La aparición deMycosphaerella fijiensis enAmérica Latina fue registrada porprimera vez en Honduras duran-te 1969 en la finca Guaruma 1donde estaba plantada una exten-sa colección de germoplasma delgenero Musa donde paso confi-nada, muy probablemente desde1961 a 1966. Extensos estudiosdel prestigioso fitopatólogo Dr.

Robert H. Stover reconocieron lapresencia de la raya negra de lahoja en Honduras, fuera del áreadel Pacifico y Asia, en 1972.Como ocurrió con la Sigatokaamarilla, la primera y gran epide-mia de la Sigatoka negra se pre-senta también –coincidentemen-te- en las plantaciones del ValleUlúa entre 1973 y 1974.

Entre 1973 y 1980 se registranfuertes epidemias de la enferme-dad en diferentes regiones bana-neras de América Latina. En 1980se reconoce la enfermedad en lazona bananera de Tapachula, enChiapas, y en 1981 se identificaen Tabasco. Para esta fecha lanueva enfermedad de las hojas seencontraba distribuida desde elSureste de México hastaColombia. Treinta años despuésla Sigatoka negra (Black Sigatoka)–nombre acuñado por los traba-jadores bananeros hondureños-se encuentra distribuida en todaslas regiones bananeras de México,Centro y Sudamérica. Su impor-tancia radica fundamentalmenteen cinco aspectos:

•Es más virulenta que laSigatoka amarilla y sus sínto-mas aparecen en hojas másjóvenes y en consecuencia pro-duce un daño mayor en el tejidofotosintético.

•Tiene una alta probabilidadde mutar o recombinarse genéti-camente hacia poblaciones masagresivas y menos sensibles a losfungicidas sistémicos monositio.

•Provoca reducción en el ren-dimiento, en la calidad de lafruta y maduración prematura,lo que genera impactos financie-ros negativos cuando en controlse descuida.

•Las medidas de control ymanejo que se adoptan implicancostos altos, especialmente elcombate químico.

•Todas las variedadesCavendish de banano así como lamayoría de las variedades de plá-tano que se cultivan en México yen el mundo para los comercioslocales y la exportación, son sus-ceptibles o altamente susceptiblesa la enfermedad.

HHiissttoorriiaa ddee llooss mmééttooddooss ddeeccoonnttrrooll qquuíímmiiccoo

En México los antecedentesen el control de las Sigatokas pue-den ser clasificados en las etapassiguientes.

11993388--11993399.. EEssppoollvvoorreeaacciióónn ddeemmeezzccllaa bboorrddeelleessaa sseeccaa

Este fue el primer métodode control que se instrumentóen México, particularmente enlas regiones bananeras delTabasco y Chiapas. Su aplica-ción estuvo orientada en lapráctica solo al ámbito experi-mental en un grupo selecciona-do de fincas y entro en vigenciadurante la epidemia del segun-do semestre del 1938 cuandolos agricultores plataneros, queal principio rechazaban la pre-sencia de la enfermedad, acep-taron la presencia del“Chamusco del plátano” comouna enfermedad nueva.

Aporte tecnológico local para pequeños productores mediante la puesta en el mercado de la espolvoreadoraextra portátil “Broca”, Tabasco, México. 1939.

Aspecto general de un tratamiento de espolvoreación desde el río con equipado mon-tado en una lancha durante 1938.

¿¿QQuuéé eess llaa SSiiggaattookkaa??� Dentro de las enfermeda-des fúngicas que atacan albanano, la Sigatoka negra esla más seria a nivel mundial,la cual es causada por elhongo Mycosphaerella fijien-sis Morelet.� Este hongo ataca las hojasy provoca pérdidas de másde 50% en el rendimiento. � Cuando la producción debanano se realiza con finesde exportación, se haceindispensable mantener elfollaje libre de la enferme-dad, aspecto que se lograparcialmente con la aplica-ción de fungicidas protectan-tes y sistémicos (Patiño,2003), lo que representa uncosto anual de cerca de 350millones de dólares paraAmérica Latina. � Esta enfermedad se identi-ficó inicialmente en 1963, enla costa del Sudoeste de Viti-Levu en las islas Fiyi, aunquehay evidencias de su presen-cia en Hawái y en algunaszonas del Pacífico desde

mucho antes.� En América Latina la siga-toka negra se descubrió porprimera vez en Honduras en1972, distribuyéndose haciael norte a Guatemala, Belice,el sur de México y hacia elsur como El Salvador,Nicaragua, Costa Rica,Panamá y Colombia.� La enfermedad llega a cau-sar una reducción del 56,8 %en el peso del racimo cuandono se controla químicamen-te, además, se presenta unamaduración prematura delos racimos la cual es la prin-cipal causa de pérdidas eco-nómicas ocasionadas por laenfermedad.� La Sigatoka negra es cau-sada por el hongo de la claseAscomycetes Mycosphaerellafijiensis Morelet, cuyo estadoimperfecto corresponde aPseudocercospora fijiensis(Morelet) por consiguiente, elagente causal puede propa-garse mediante la produc-ción de ascosporas y conidio.

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Las bases de este programa seestablecieron tomando en consi-deración la experiencia ya inicia-da tanto en Jamaica como enHonduras puestas en marcha unaño antes considerando las con-diciones y características de lasfincas de Tabasco y Chiapas. Lafórmula ajustada en forma localresultó ser una mezcla de 25% desulfato de cobre monohidratado y75% de cal hidratada con 92% depureza y finura de 325 mallas porpulgada cuadrada.

De esta mezcla se espolvoreoun volumen de 40 kg/ha, lo quesignifica una dosis de 10 kg desulfato de cobre y 30 kg de cal porhectárea por aplicación. Las apli-caciones se realizaron con máqui-nas espolvoreadotas “Messenger”de 15 HP (Fig. 1) que podríancubrir teóricamente 50 metros enancho de cobertura. Como estasmáquinas carecían de tren rodan-te, al principio se espolvoreomontada en lanchas para tratarplantaciones paralelas al barrotedel río (Fig. 2).

Posteriormente se adaptaronsobre plataformas tipo “aplana-dora” para ser arrastradas portracción animal dentro delbananal.

También se generó desarrollotecnológico local con la fabrica-ción y venta en el mercado regio-nal de una expolvoreadora extraportátil marca “Broca” (Fig. 3)diseñada por el Sr. Salvador BrocaRuiz, activo empresario, produc-tor de banano y dirigente deorganizaciones de productores enTabasco.

El primer presupuesto de lacampaña experimental de 1938fue de $800,000.00 M.N. queimplicó gastos de inversión enequipo y gastos de operación enproductos, mano de obra e indi-rectos. De este presupuesto el90% fue asignado a las regionesde Tabasco y Chiapas. El costototal de esta campaña fue asumi-do por el Gobierno Federal pormedio de la Secretaria deAgricultura y Fomento, y ope-rativizada por las DelegacionesFederales de Defensa Agrícolaen los estados productores debanano.

Se ha reportado una superfi-cie atendida en Tabasco de 8081hectáreas para el segundo semes-tre de 1938; si se llegaron a reali-zar las siete aplicaciones progra-madas, la superficie asperjada deforma continua fue de 1150 ha.Solo en Tabasco y el Norte deChiapas la superficie sembradade banano “Roatán” (“GrosMichel”) para 1937 se estimabaen 23,963 hectáreas.

Durante los meses finales de1939 y principios de 1940 se rea-lizaron algunas pruebas de espol-voreación con aviones en fincas

de Tacotalpa, Tabasco, lo cualdemuestra la presencia de accio-nes de avanzada para la época yque por desgracia sus resultadosiniciales fueron insatisfactoriosmuy probablemente por el escasoavance de la tecnología en elempleo de las aeronaves en laagricultura en dicha época. Laparticipación de técnicos mexica-nos excelentes como el Ing.Adalberto Polo Celis, Jefe delDepartamento de DefensaAgrícola de la Dirección Generalde Agricultura fue sobresaliente

desde las etapas iniciales en lascampañas coordinadas para elcontrol de la enfermedad en elGobierno del Sr. LázaroCárdenas, entonces presidente deMéxico. La experiencia de estesistema de control de la enferme-dad tanto en el Caribe como enCentroamérica, así como losensayos comerciales realizados enTabasco, México, durante esteperiodo, demostraron un altonivel de ineficacia por lo cual lasautoridades del gobierno deTabasco y las organizaciones de

productores de banano tomaronla decisión de cancelarlo a princi-pios de 1941 e incursionar en elsistema húmedo de aplicación(Trujillo, 1946).

11994400--11995599.. AAssppeerrssiioonneess ddeeccaallddoo bboorrddeellééss..

Durante la época donde setrató de rescatar la industriabananera en México después delcolapso comercial provocado porla salida de las compañías comer-cializadoras multinacionales delbanano a finales de 1939, se reali-

Aspersora “Hardie” tirada por tractor agrícola a principios de la década del 1950, asperjando caldo bordelés en la variedad “Gros Michel” (“Roatán” o “Tabasco”)Tabasco, México.

Bomba mecánica de compresión típica de las aspersoras “Hardie” sobreviviente hoy en día para trabajos locales de hidrolavado.

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zó un esfuerzo serio y bien inten-cionado para el control de laSigatoka amarilla (“Chamusco”del plátano) mediante el métodode aspersión con caldo bórdeles.La mezcla bordelesa húmedahabía demostrado finalmentemayor eficacia tanto en Jamaicacomo en Centroamérica como unmétodo estándar de control exi-toso desarrollado por el Dr.Vining C. Dounlap para la UnitedFruit Company, por el cual fueconsiderado el salvador de laindustria bananera en el IstmoCentroamericano y en el Caribe.

Debido a la imposibilidad deinstrumentar en México los sis-temas fijos de aspersión en altovolumen mediante estaciones debombeo de alta presión típicosde las grandes fincas deCentroamérica, los primerosequipos de aspersión terrestresque se utilizaron en Tabasco yChiapas fueron el tipo “BeanRoyal No. 3451” de 12 HP condepósito de 1000 litros, con flujode 60 L/minuto a una presión de600 PSI y equipados con dosmangueras de 100 metros delongitud para operar la asper-sión en forma manual dentro dela plantación.

Sin embargo fue a partir delmes de junio de 1942 cuando enrealidad se inició la prácticacomercial de aspersiones concaldo bordelés con la introduc-ción los legendarios aspersores“Hardie” (Fig. 4,5) de variosmodelos y capacidades (No. 9, 15,61 y 99) usados de una manerasatisfactoria durante los añosposteriores que duró esta etapa decontrol químico de la enferme-dad. La primera remesa adquiri-da llegó a Tabasco los primerosmeses de dicho año y comprendíaun inventario de 535 equipos másun lote importante de repuestoscomprados a la HardieManufacturing Co. en Detroit,Michigan, por medio del Bancode Comercio Exterior, S.A. acuenta de la Confederación deUniones de Productores dePlátano “Tabasco” dirigida en eseentonces por el Lic. FedericoJiménez Paoli (Trujillo, 1946).

El estado de Tabasco, Nortede Chiapas y Sur de Veracruzdisponían en su conjunto de uninventario de 940 máquinasaspersoras Hardie en diferentesmodelos, suficientes para garan-tizar el control de la enfermedad(Broca, 1948). La fórmula usadaen México para el control del“Chamusco” (Sigatoka) fue por logeneral 0.7-1.0-100 (kg-kg-litros)usando cal comercial, sulfato decobre penta hidratado con 94.9%de pureza y 24% de cobre metáli-co más agua, respectivamente.

Durante la consolidación deeste método de aspersión terres-

tre se aplicaron 1600 L/Ha demezcla bordelesa húmeda por loque cada cepa recibía un prome-dio de 4 litros de caldo. Las asper-siones se programaban cada 20días durante la temporada lluvio-sa, llegándose aplicar 8 trata-mientos en forma efectiva.

El equipo era arrastrado alprincipio por una yunta de bue-yes mientras que tres hombresmanejaban una manguera lateralcon la que recorrían callejón porcallejón, asperjando cepa porcepa. Con la lluvia fina producidase cubrían las hojas jóvenes de lasplantas sin determinar choquesdirectos. Este tipo de maquinasaspersoras ofrecían un rendi-miento de 5 hectáreas por ochohoras diarias de trabajo (modeloNo. 15), por lo que una superficiede 100 hectáreas podrían sercubiertas en 20 días de aspersión.Los costos de una aspersión seestimaban en 1941 en $19.71M.N por hectárea, incluyendo laamortización del equipo.

11996600--11998822.. AAssppeerrssiioonneess ccoonnaacceeiittee aaggrrííccoollaa

Durante la segunda mitad dela década de 1950 trabajos de losinvestigadores franceses delIFAC, H. Guyot, J. Guille, y B.Blanchet, descubrieron las pro-piedades fungistáticas de los acei-tes agrícolas y desarrollaron losprincipios para el control de laSigatoka amarilla (“Chamusco”)a base de aspersiones de aceitesolo y/o mezclado con otros fun-gicidas. Este aporte tecnológicorevolucionó los métodos y proce-dimientos en el control químicode la enfermedad y se inicia conello una etapa nueva en la historiadel control de las Sigatokas delbanano.

La significancia de los trata-mientos aceitosos fue pasar deaplicaciones de muy alto volumenequivalentes a 1600 L/Ha o másde caldo bordelés, a aspersionesen bajo volumen, es decir, de 10-12 L/Ha de aceite, así como elmejoramiento del nivel de controlen etapas tempranas de la enfer-medad en el tejido foliar, la apli-cación del producto bajo técnicasde aeroaspersión eficientes, lasimplificación de los procedi-mientos operativos así como en lareducción de costos.

Tanto las técnicas de aplica-ción como la calidad de los acei-tes agrícolas se mejoraron signifi-cativamente durante este periodo.A lo largo de esta experiencia seobservaron diferencias de fitoto-xicidad según las característicasde los aceites, su viscosidad yvolatilidad.

Los aceites minerales para usoagrícola deben tener residuosdesulfonizado de 90% o más (ellosignifica 90% de compuestos

parafínicos), y un contenido decompuestos aromáticos fitotóxi-cos menor de 12%. El punto deebullición es altamente variable,sin embargo las fracciones pordebajo de 640º F no controlan laSigatoka, mientras que por enci-ma de 690ºF son fitotóxicos apesar de controlar la enfermedad.Se encontró que los aceites conbuena acción fungistática y poca

fitotoxicidad poseen un punto desemi destilación alrededor de los655-670ºF a presión atmosféricanormal.

La gran mayoría de los pro-blemas de fitotoxicidad eran cau-sados por la calidad de los aceitesusados o por aplicaciones defi-cientes. Uno de los hallazgos mássobresalientes en la acción delaceite agrícola es que la hoja se

Motobomba de mochila marca “Solo” utilizada para aspersiones con citrolina (aceite agrí-cola) en plantaciones pequeñas de Tabasco durante las décadas de los 60’s, 70’s y 80’s.

Helicóptero tipo “Bell” empleado en las primeras aspersiones con citrolina (aceite agríco-la) para el control del “Chamusco” (Sigatoka) del banano en Tabasco. (Cortesía del Sr. IsidroCruz, mecánico de dicha aeronave).

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vuelve resistente a toda activi-dad patogénica para el resto desu vida, independientementeque sea aplicado antes o largotiempo después de la incubacióndel hongo. El aceite es uno de losterapéuticos más efectivos cono-cidos hasta ahora para el controllas Sigatokas en banano. ElFitopatólogo Lucas Calpouzosinició estudios extensos relacio-nados con la biología y fisiologíade Mycosphaerella musicola enCuba (Calpouzos, 1955) y des-pués de una década realizó con-tribuciones científicas impor-tantes relacionados con los efec-tos terapéuticos de los aceitesagrícolas en el banano y en laagricultura en lo general(Calpouzos, 1966).

En México los aceites agríco-las se encontraban en uso desdela década de 1940 en plantacio-nes de cítricos en la parte nortedel estado de Veracruz para elcontrol de insectos de escama,razón por la cual fueron denomi-nados originalmente como “citro-lina”. Coronado (1954) informaque “a raíz de las aspersiones quese hicieron en Tlapacoyan, Ver.,para combatir con citrolina lamosca prieta en cultivos asocia-dos de cítricos y plátano (bana-no), los agricultores observaronque el “Chamusco” (Sigatoka) noprogresaba en las plantacionestratadas; desde entonces algunosde ellos asperjan sus platanarescon citrolina aparentemente conbuenos resultados. La fórmula enque se está usando la citrolina esal 1% en agua en tratamientosmensuales”.

Este hallazgo empírico deagricultores mexicanos resultacuriosamente paralelo y coinci-dente con las aportaciones cientí-ficas de los investigadores france-ses en Guadalupe y Martinica enel uso de los aceites agrícolas parael control de la Sigatoka del bana-no. Las primeras aplicaciones enMéxico de este producto sobreplantaciones de banano con basestécnicas fueron realizadas enTabasco con equipos terrestrestipo motobomba aspersora, mon-tada en una camilla (parihuela) ycargada por dos personas deno-minadas “matadoras”.

Posteriormente se introdujola motobomba de mochila “Solo”(Fig. 6), y a partir de 1962 seintrodujeron también en laregión bananera de Tabasco losprimeros helicópteros marca“Bell” (Fig. 7) con los cuales sedio inicio a las aeroaspersionesconsistentes de aceite agrícolapara el control del “Chamusco delplátano”.

Pasado algún tiempo de lasprimeras aplicaciones aéreas seintrodujo en 1965 el uso de lasavionetas Piper PA 18 Super Club

de ala alta con 150 HP que ofre-cieron los servicios de aéreoaspersión con citrolina (aceiteagrícola) hasta principios de ladécada de 1980. Este tipo deavión diseñado originalmentepara vuelos de placer, fue adapta-do para trabajos de aspersiónagrícola con un depósito de 370kg; tienen una carrera de despe-gue de 92 metros, un peso total de949 kg con una velocidad de tra-bajo de 90 mph (Fig. 8).

Los costos de los tratamientosdurante dos décadas resultaronsignificativamente bajos debido aun subsidio especial que elGobierno Federal mexicano a tra-vés de la paraestatal PEMEX quemantuvo la producción y ventade este tipo de aceite por mediode las Asociaciones Agrícolas for-malmente establecidas. Los trata-mientos a base de aceite puro seejecutaban con una periodici-dad de 21-23 días durante latemporada seca y de 15-18 díasdurante la temporada lluviosapara un promedio de 18-20 apli-caciones al año. Aunque losestándares de control no reque-rían ser estrictamente exigentesdados al destino de la produc-ción, el control de la enferme-dad fue razonablemente bueno.

Muchas de las técnicas decampo validadas por Desrosiers(1958) con aplicaciones de aceitepuro en bajo volumen en elEcuador durante los años finalesde la década de 1950, fueron traí-das e instrumentadas por primeravez en Tabasco por gestionesdirectas del Sr. Carlos A.Madrazo Becerra, Jefe delEjecutivo estatal de ese entonces,en cooperación con la DelegaciónFederal de Agricultura enTabasco a cargo del Ing. JoséGuadalupe Escamilla Soriano. Eneste proceso el Ing. Jorge MacíasBalboa, ligado con las agrupacio-nes de productores de banano enel estado, participó de una formaactiva. Estas técnicas y procedi-mientos fueron llevadas despuésa las otras regiones bananeras deMéxico.

11998833--11999966.. AAssppeerrssiióónn ddeeeemmuullssiioonneess

de fungicidas en aceite Con la aparición de la

Sigatoka (raya) negra en México apartir de 1981, se inicia la era delas emulsiones de aceite en aguacombinadas con fungicidas decontacto del tipo ditiocarbamatos(Mancozeb) y/o fungicidas sisté-micos de diferentes grupos quí-micos. Como se ha descrito, elmayor nivel de patogenicidad deMycosphaerella fijiensis obligó ala industria bananera a modificarlos métodos anteriormente utili-zados para el control de laSigatoka amarilla (“Chamusco”) e

incursionar en un modelo decontrol estricto con una altadependencia de fungicidas deri-vados de la química orgánica,potentes, de diferente modo deacción y amplio espectro.

De esta forma entran al cua-dro los programas “alternos ycombinados” compuestos poremulsiones rotativas entre fungi-cidas de diferente modo deacción, es decir, de contacto (pro-tectantes), sistémicos y translaminares. Para estas fechas conla pérdida de sensibilidad (resis-tencia) de los fungicidasBenzimidazoles enCentroamérica, particularmenteal Benomyl, se había introducidoel concepto de “cocteles” así comola instrumentación de restriccio-nes al número, frecuencia yacompañamiento de las aplica-ciones con este tipo de fungicida.

Bajo este escenario entra almercado bananero de Centro-américa y México, el Clorotalonil(Bravo 500 de ese entonces), unfungicida protectante de alta efi-cacia aplicado solo en agua comoúnica alternativa para aquellaszonas bananeras donde la resis-tencia al Benomyl alcanzó hasta300 ppm aún aplicado en mezcla(coctel) con Mancozeb. Esto ulti-mo se debió a la dependenciaalta en su utilización como resul-tado de la eficacia que el Benomylmostro inicialmente y a los costosrazonablemente atractivos deltratamiento.

Durante la primera mitad dela década de 1980, se inició enMéxico la utilización de emulsio-nes con Tridemorf (Calixín) soloy/o en coctel con mancozeb lascuales participaron en los progra-mas alternantes en época de altapresión de la enfermedad con

resultados altamente satisfacto-rios pese al costo de tratamientoconsiderablemente elevado.

Las aplicaciones de emulsio-nes con Mancozeb + aceite fue-ron el tratamiento más comúndurante la época de baja precipi-tación. Hasta 1985 se manejaronintervalos de aspersión con equi-po aéreo entre 8 y 14 días máxi-mo, donde los cocteles deT r i d e m o r f + M a n c o z e b ,Benomyl+Mancozeb y las emul-siones simples de Mancozeb conaceite y agua a 25 L/Ha, fueronlos tratamientos más populares ydominantes de acuerdo con elpatrón de distribución de lluvias.

Así mismo, se mantiene latendencia heredada del pasado ausar dosis iguales o mayores a 10L/Ha de aceite que aunado a los38 ciclos al año que se llegaron aaplicar, provocaban marcadosbronceamientos (fitotoxicidad)ya que las plantaciones recibíanmás de 350 L/Ha durante un año.Fue durante este primer inicio enel control de la Sigatoka (raya)negra cuando se forman las pri-meras empresas de aeroaspersiònpropiedad de los productores conel propósito de lograr un controladministrativo directo y verticalcapaz de permitir la calendariza-ción y cumplimiento riguroso delos programas de aeroaspersión.Se introducen los aviones PiperPawnee 235 y Cessna Ag Truck(Fig. 9).

Este último tipo de avión, conuna envergadura de 12.7 metros,peso total de 1905 kg, 285 HP,recorrido de despegue de 207 my capacidad de 1060 L de mezcla,se mantuvo en operación durantealgunos años hasta que fue susti-tuido totalmente por los avionesPawnee 235 (Fig. 10).

Participación porcentual de las diferentes emulsiones y mezclas de fungicidas en el con-trol de la Sigatoka (raya) negra durante la segunda mitad de la década de 1980 en laregión bananera de Tabasco, México.

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Durante la segunda mitad dela década de 1980 y principios de1990 se vive la etapa de mayoresplendor en la historia del con-trol de la Sigatoka (raya) negra yde la actividad bananera enAmérica Latina. Las tendenciascambiaron. Los productores deTabasco y Chiapas consolidan susempresas de aeroaspersión crean-do una sólida infraestructura conequipos modernos e instalacionesespecializadas bajo la supervisiónde profesionales dedicados exclu-sivamente al manejo de la enfer-medad y su logística de control.

No obstante, la característicamás importante de este periodoes el notable avance en el conoci-miento de la enfermedad en surelación patógeno, planta, medioambiente, manejo cultural, fun-gicidas y técnicas de aplicación,que repercutieron en una cons-tante reducción de los ciclos deaspersión. De este modo se pasóde 36 ciclos en 1986 a 28 durante1987, 25 en 1988, 20 en 1989 y 17durante 1990. En este progresojugó un papel preponderante, sinduda alguna, la introducción delfungicida Propiconazol (Tilt) enlos programas de control quepermitió abrir considerablemen-te los ciclos desde 21 hasta 28días o más, sin riesgo de pérdidaen el control de la enfermedad. ElTilt es el fungicida que más harevolucionado el control de laSigatoka en toda la historia de laenfermedad, pero también el quepasó una factura severa a laindustria bananera mexicanadurante toda la década de 1990.Un ejemplo de la contribución delos diferentes programas de con-trol en la década de los años 80’se presenta en el cuadro de lapágina tres.

Durante 1991-1994 se presen-taron los primeros síntomas deagotamiento en la eficacia de losprogramas de control en base aemulsiones con fungicidas sisté-micos. Esto fue el resultado de unmanejo anárquico de los progra-mas y el abuso en la utilizacióndel Benomyl y el Propiconazol,propios del exceso de confianzaligado también a la carrera pormantener un reducido número deciclos al año.

El esquema de bloques de tresaplicaciones consecutivas de Tiltpara un máximo de dos bloques yseis aplicaciones acumuladas alaño en la época de alta presión dela enfermedad dio señales depérdida de eficacia. Las emulsio-nes de Benomyl en coctel conMancozeb o solo en emulsión conaceite tenían poco efecto positi-vo en el control de la enfermedad;las aplicaciones de Tridemorf quefinancieramente podían sersoportadas no llegaron a contro-

lar la enfermedad por si solas ylas emulsiones de Mancozeb enaceite representaban pocoimpacto en el control dado la ten-dencia general aplicar ciclos conamplio intervalo como se conce-bía en ese entonces. Entre 1994 y1995 el control de la enfermedadcolapso totalmente en formaparalela a la crisis financiera deMéxico.

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Derivado de la pérdida decontrol de la enfermedad, algu-nos productores de la regiónChiapas-Sur (Tapachula) idearon

suprimir totalmente las aplicacio-nes de emulsiones de fungicidasde contacto o sistémicos en aceitee incursionaron en un programaa base de fungicidas protectantesen mezcla agua más una resina abase de pinolene y/o en aguaexclusivamente, a ciclos cortosen función de la presión climáti-ca y del ritmo de emisión foliar(REF) durante todo el año.

En el primer caso la mezclaMancozeb+Nu-Film resultó mascompetitiva por costos, y lasegunda representada por elClorotalonil, de alta eficaciacomo fungicida de contacto,representó una segunda alternati-va. La experiencia resultó exitosa,

el control de la enfermedad fue reestablecido paulatinamente aúncuando ello representaba unincremento diametral en elnúmero de ciclos de aeroasper-sión respecto a los programaspasados a base de emulsiones confungicidas sistémicos, trans lami-nares y de contacto.

El cambio en los programasde control de la Sigatoka (raya)negra reorientado a los fungici-das protectantes sin aceite salvó ala Industria mexicana del bananoy ha generado una interesanteexperiencia local a lo largo de losúltimos catorce años. La evidentepérdida de sensibilidad del hongoa los fungicidas sistémicos mono-

Avioneta PA 18 utilizada para trabajos de aspersión con citrolina (aceite agrícola) en la finca (El Rosario) del Sr. Jorge Salazar Sala en Teapa, Tabasco, 1976.(Cortesía del CPA. José Feliciano Uc Ek).

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sitio o de un modo de acciónespecífico, sigue siendo un fenó-meno biológico latente en todaslas regiones bananeras del mundoaún cuando los programas sediseñan y vigilan profesional-mente considerando siempre loscriterios “antirresistencia”.

La experiencia mexicanadurante esta época demuestratambién los principios del efectomultisitio sobre la fisiología delhongo derivado de la recupera-ción del control de enfermedad ysobre todo el re establecimientode la sensibilidad de las poblacio-nes del hongo Mycosphaerellafijiensis a las moléculas sistémicasde acción monositio después demás de una década en el uso defungicidas protectantes de unamanera casi exclusiva. No obstan-te a la eficacia lograda hastaahora, los programas de controldependientes en mayor medidadel fungicida mancozeb sugiereninterrogantes importantes y retosserios que afrontar en para elcontrol de las Sigatokas del bana-no el un futuro cercano.

En el año 2008 la empresa deaeroaspersión “ProductoresAgrícolas de la Sierra” de Teapa,Tabasco, introduce por ves pri-mera en la actividad bananera deMéxico el bandereo electrónicoen sus aeronaves; el sistema operamediante geo referenciación sate-lital y válvula de flujo inteligenteque permite no solo una preci-sión alta en las líneas de vuelosino también en calibracionesexactas de los volúmenes asperja-dos lo cual significa un nivel tec-nológico alto en aplicacionesaéreas, responsabilidad socia yprotección al medio ambiente.

Otro elemento importante deeste periodo lo constituye laintroducción de los aviones agrí-colas “Air Tractor” con capacidaddel depósito de 1200 L por partede la empresa “AerofumigacionesJorge Efraím”, lo cual ha contri-buido con una mayor eficienciaen plantaciones bananeras demayor escala.

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Las avionetas Cessna Ag Truck fueron los primeros equipos nuevos adquiridos por los productores de bananos de Teapa, Tabasco, para las empresas de aero-aspersión cuando se presentó la primera epidemia de la Sigatoka (raya) negra en 1981. Fueron desplazadas posteriormente por las avionetas Piper Pawnee 235,(cortesía del Ing. Francisco Figueroa).

Las avionetas Piper Pawnee 235 se constituyó como la aeronave más versátil para los trabajos de aeropersión en plantaciones pequeñas y medianas típicas delas fincas bananeras de Tabasco. México. Se encuentran operando desde 1982 hasta la actualidad.