Perfil de La Natación para Bebes
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PERFIL DE LA NATACIÓN PARA BEBÉS EN LOS GIMNASIOS
BRASILEÑOS
Edson Luiz de Lima - Maestro en Educación
Dr. Egídio José Romanelli - Doctor en Psicofisiología
RESUMEN
La natación para bebés despierta mucha curiosidad e interés de profesores de natación, todavía las publicaciones, sobre todo las que incluyen búsquedas sobre el tema aún son escasas. El propósito de este estudio es describir los principales procedimientos pedagógicos y técnicos envueltos en la natación para bebés. Para ello se ha realizado una búsqueda a través de cuestionarios enviados por e-mail a gimnasios que trabajan con natación para niños en edad precoz, también fueron investigados los padres cuyos hijos frecuentan las clases. Se constató que la natación para bebés además de los importantes beneficios físicos y sociales conlleva efectos educativos para los niños. Los padres inician a sus hijos en la natación para que ellos, primeramente tengan condiciones de autosalvarse. Ellos ven ganancias en la salud de sus hijos y también ven que la natación para bebés tiene valores educativos, principalmente, desarrollo psicomotor, auto-fianza, disciplina, socialización y efecto de adaptación al medio liquido. También no se encontró una definición clara a respeto de la clasificación “bebés”, respecto a la edad, en los gimnasios consultados.
PALABRAS-LLAVE: natación, bebés, gimnasios, educación.
La natación para bebés es una de las modalidades recientes en el ejercicio
acuático. Algunos estudios fueron realizados por Myrtha Mac Grawm en 1939, y,
aunque la natación para bebés tuviera un gran impulso en Francia y Alemania en
los años 60, fue en Estados Unidos donde la iniciación precoz de la natación se
verificó inicialmente, debido a los problemas causados por proliferación de
piscinas domésticas, las cuales podrían, representar peligro para los niños
(MADORNO, 1997; CATTEAU & GAROFF, 1990).
Las actividades acuáticas pueden ser practicadas por el hombre desde que
nace hasta la senectud, con poquísimas y momentáneas restricciones (MOURA
JR.,2000). Constituye por eso una de las actividades físicas más amplias del ser
humano. Con la aparición de los gimnasios y centros especializados en la
enseñanza de la natación, comenzaron también a surgir, otras clases específicas
de natación para bebés.
Crece, también, la oferta de centros especializados en prácticas de
actividades físicas, ahí incluidas la natación. Saba (2001, p.35) dice que “nunca
antes en la historia se han visto en un número tan grande, en términos
proporcionales, locales especialmente destinados la practica de actividad física”.
Los motivos contemporáneos de la práctica de actividades físicas acuáticas
en adultos se viene volcando por intereses en salud y calidad de vida (MORENO &
MARIN, 2002; SCARTONI y coLs., 2002), resumiéndose en el actual concepto de
wellness (SABA, 2001). Estos motivos también pueden estar asociados con las
preocupaciones de los padres en proporcionar a sus hijos, desde bebés,
oportunidades de contacto con la actividad física por razones que no son
necesariamente importantes para el desarrollo físico de alto rendimiento y la
competición.
La natación para bebés se convierte en la primera experiencia sistematizada
para bebés, además de constituir un eficaz incremento de aplicación en Educación
Física en el ser humano. (DAMASCENO, 1994). Además de prevenir contra los
ahogamientos, estimula la adaptación del niño al medio acuático, en donde tendrá
nuevas experiencias motoras (BARBOSA, 2003).
Para Bresges (1985) la Natación para Lactantes se restringe a los primeros
3
18 meses de vida y la palabra natación, cuando se refiere a bebés, debería estar
siempre entre comillas. Barbosa (2003a) presenta otras denominaciones
alternativas, como por ejemplo,”Adaptación al medio acuático en la primera
infancia”, “Natación Precoz”, “Actividades acuáticas del bebé”, etc. Franco, citado
por Damasceno (1994) habla de “aprendizaje precoz de la natación”.
El propósito de este estudio es describir un perfil de actividad física acuática
orientada para niños pequeños, que podremos llamar, por conveniencia, natación
para bebés.
METODOLOGÍA
Dos cuestionarios fueron elaborados para verificarse aspectos educativos de
la natación para bebés, uno para los gimnasios y otro para los padres, en los
gimnasios se buscaron datos en cuanto a la estructura física, técnicas empleadas
en natación para bebés, franjas de edad de clasificación, frecuencia semanal,
duración de las clases y representatividad de las multitudes de bebés.
El cuestionario para los padres pretendió verificar objetivos que ellos quieren
alcanzar ofreciendo la natación a sus hijos y, que beneficios y efectos educativos
esperan alcanzar. También se describió la opinión del medico pediatra, en cuanto
a natación y se verificó la influencia de los parientes en la indicación de natación
como actividad física para bebés.
MUESTRA
El estudio fue realizado a instituciones que ofrecen natación a bebés. Fue
enviado vía Internet, un cuestionario con 22 preguntas para gimnasios de todo
Brasil, inicialmente a los participantes de los últimos dos eventos anuales del
Encuentro Nacional de Escuelas de Natación. En el transcurrir de la búsqueda,
algún webs especializadas en el área de Educación Física hubieron ofrecido
ayuda y encaminaron el cuestionario para sus respectivas listas de direcciones.
Más de 200 gimnasios se mostraron interesadas en responder al cuestionario,
pero sólo 44 (n:44) respondieron dentro del plazo otorgado. En esta muestra se
4
incluyen gimnasios situadas en varía regiones del país, del Nordeste al Sur, con
predominancia de la región Sudeste.
RESULTADOS
A continuación se presentan las preguntas y las respuestas.
Pregunta 1: “En la clasificación de gimnasios, ¿cuál es la franja de edad
que tu consideradas como bebé?” La justificación para esta cuestión se debió al
hecho de la inexistencia de consenso, sobre que franja de edad es considerada
como bebé, para las clases de natación. El objetivo era identificar las edades,
inicial y final, que las academias consideran como bebé. Algunas trabajan con
bebés a partir del primer mes de nacimiento, pero los porcentajes son las
siguientes:
· 36,36%, inician sus trábalos con bebés de 6 meses de edad;
· 22,72%, a los 3 meses;
· 15,9%, desde el nacimiento;
· 11,36%, a los 4 meses;
· 6,81%, con 1 mes;
· 2,27%, a los 2 meses o 5 meses o 10 meses.
Sin embargo, la mayor divergencia en la clasificación “bebés” fue en la edadlímite
superior, donde:
· en 31,81% de los gimnasios investigados, la edad para bebés es
de 2 años;
· en 25% la edad es de 3 años;
· en 18,18% los 4 años;
· en 9,09% un año;
· con 2,27% a los 8, 10, 14, 16, 18, 28 o 36 meses.
Estos resultados nos llevan a constatar que no existe una clasificación
patrón, para la edad de bebés, en los centros consultados. Esta situación puede
causar dificultades en estudios y en posteriores intercambios entre los
profesionales que trabajan con bebés. La gran dispersión de datos, tanto en la
edad inicial, como principalmente en la edad-límite, prácticamente imposibilita la
5
comprensión de los procedimientos pedagógicos que sean realizados con los
bebés, quedando muy vaga cualquier afirmación sobre, por ejemplo, un ingreso de
este bebé en determinados procedimientos.
La planificación de las clases queda, de esta manera, comprometida, la
imposibilidad de cualquier tentativa de sistematización de los procesos
pedagógicos que por ventura pudiesen ser establecidos o sugeridos. Delante de
tal constatación, surge la necesidad de uniformar la clasificación de edad que
justifique la terminología “bebés” empleada por los gimnasios en Brasil.
Á Pregunta nº 2: “¿Existe alguna subdivisión por franja edad dentro esta
clasificación?”:
· 40,9% respondió que no había ninguna subdivisión;
· 27,27% dividen en 2 franjas;
· 25% dividen en 3 franjas;
· 4,54% dividen en 4 franjas;
· 2,27% en 5 franjas;
· 2,27% no respondieron.
Del número de investigados que respondieron que no tenían subdivisiones
por franja edad, el 40,9%, dan señales de las dificultades de trabajar con grupos
heterogéneos. Como ejemplo, es difícil imaginar un bebé de 6 meses conviviendo
en la misma multitud con otro de 2 años. Con niños de diferentes niveles de
maduración tanto físico como psicomotor, participando simultáneamente de la
misma clase, inevitablemente surgían cuestiones en cuanto a la calidad esperada
y conclusiones o avances que se obtendrían delante de tal situación.
Surge otro cuestionamiento en la comparación de estos números. No es sólo
el reflejo de una eventual situación económica por qué pasa los gimnasios en el
país. Los gimnasios mantendrían sólo un profesor para realizar clases para el
llamado grupo de bebés, por razones que van desde la falta de mano de obra
cualificada hasta los costes laborales. Queda generoso mantener a más de un
profesor trabajando con los grupos de bebés, que, de cierta forma son poco
numerosos (ver cuestiones nº 4 y nº 11).
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Se nota sin embargo, que buena parte de las academias, esto es, el 52%
(25+27%), dividen los bebés en 2 o 3 niveles, lo que tal vez pueda sugerir una
situación más próxima a la ideal, considerándose no solamente los ya citados
niveles de madurez, pero también que los bebés puedan, por ventura, haber
alcanzado diferentes niveles técnicos de aprendizaje (o adaptación al medio
liquido), así como haber superado periodos iniciales de fobias o inseguridades.
Estas situación nos remite a la cuestión siguiente.
Pregunta nº 3 “Los bebés clasificados por franja de edad ¿están
trabajando en grupos separadas o en un único grupo?”:
· 54,54% responde que trabajan separadamente, de acuerdo con las
subdivisiones;
· 40,9% en grupos múltiples;
· 4,54% no respondieron.
Estableciéndose una conexión con la cuestión anterior, se nota que las
academias que trabajan separadamente, conforme las subdivisiones, también
agrupan a los alumnos, en una tentativa de homogenizar el grupo de trabajo. Lo
que podría caracterizar una situación didáctica satisfactoria. Otros abordajes, no
menos importantes, pueden estar relacionadas con este tipo de subdivisión, como
la integración social entre las madres y los niños. Juegos, desafíos, estímulos
musicales y otras propuestas pedagógicas serían facilitadas, con las divisiones
entre las clases de bebés.
La cuestión 4” Los grupos de bebés ¿ de cuántos alumnos están
compuestos?”:
El mayor índice, 15,9%, fue para 10 alumnos por grupo. El 13,9% lo
componen 6 alumnos. En la tercera posición, con 11,36%, empatados con 5, 8 y
12 alumnos por grupo, y le siguen los siguientes datos: 9.09% con 4 alumnos;
6,81%, de 4 a 6 alumnos; 4,54% con 15 alumnos o de 6 a 12 alumnos; 6,81% no
respondieron a esta cuestión.
Estos números pueden llevar a futuras investigaciones, por ejemplo, ¿cual es
la cantidad ideal, si es que puede ser establecida, de bebés por grupo? o, ¿cuáles
serían los puntos, favorables y desfavorables, de los grupos más o menos
7
numerosos? Explorando superficialmente esta cuestión, se puede suponer que
una clase más numerosa, sería también más estimulante, más animada, más
dinámica. Por otro lado, sería una clase en que el profesor estaría con su atención
más dividida, por las edad, madres/hijos, de tal manera que su capacidad de
intervención acabaría de cierta forma perjudicada.
Sería igualmente interesante investigar los motivos que llevan a los
gimnasios a que establezcan el número de alumnos por clase. Notamos, en
nuestra práctica, que las clases más llenas (de 8 a 10 alumnos), a pesar de ser
más difícil para el profesor, son más motivadoras paras las madres y para los
bebés, por las propias situaciones, muchas veces inusitadas, que acaban
ocurriendo durante la clase, una vez que el comportamiento de los bebés no es
siempre previsible.
En la cuestión 5, “ Cuál es la duración de la clase de bebés?”:
· en 65,9% de los gimnasios consultados, el tiempo es de 30
minutos;
· en 13,63%, la clase es de 45 minutos;
· en 4,54%, de 30 a 40 minutos;
· en 2,27%, 20 minutos; 35 minutos; 40 minutos; 60 minutos; 50
minutos; 30 a 45 minutos y 20 a 30 minutos.
Dentro de nuestra vivencia personal en el trato con bebés, en varías veces,
hemos buscamos describir las razones que justificaran este tiempo de 30 minutos,
una vez que en la literatura se encuentran sólo sugestiones como “el bebé no
soporta más de ½ hora. El rendimiento del bebé, cae después de este periodo. La
clase es demasiado desgastante para el bebé”. Un cuestionamiento que parece
oportuno sería ¿se plantearía este tiempo por razones económicas?
Nos parece hasta razonable que para un bebé de 2 a 4 meses, por ejemplo,
nos restringimos mantenerlo en el agua por 15 o 20 minutos, pero, y ¿con bebés
de 15 o 35 meses, tendríamos el mismo tiempo?, ¿no sería más interesante,
desde el punto de vista didáctico, establecer una progresión en el tiempo de clase,
en la medida en la que el bebé aumenta su resistencia física a los ejercicios?
Cuestión 6: “En su opinión, ¿cuáles son los principales efectos
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educativos de la natación para bebés? Enumere de 1 a 9 por orden de
importancia”. Por orden de citación y importancia, llegamos la siguiente
clasificación:
· 1º: desarrollo psicomotor;
· 2º: auto confianza;
· 3º: efectividad;
· 4º. socialización;
· 5º: efecto “técnico”. Adaptación al medio liquido;
· 6º: percepción del peligro;
· 7º: disciplina;
· 8º: amenaza egocentrismo;
· 9º: aprende a lidiar con las frustraciones.
Esta pregunta fue elaborada apoyada en sugestiones de los propios
profesores que participaroon en un primer envío, de los cuestionarios. Los nueve
ítems relacionados fueron los de mayor ocurrencia y, por tanto, fueron definidos en
la cuestión. Alguna controversia fue generada con el término “desarrollo
psicomotor” pues algunos profesores piensan que es demasiado amplio. Esta
situación puede llevar, inclusive, a nuevos cuestionamientos y a sugerir algunos
estudios específicos sobre la psicomotrícidad relacionada con el aprendizaje en
natación para bebés, sin embargo, lo que puede sucede en el trabajo con los
bebés, es que estos avances o conquistas psicomotores se observan claramente
por los profesores y padres en el transcurso de las prácticas.
El segundo ítem en importancia, es la visión de los profesores de la “autofianza”,
observado, sobre todo, cuando los niños, ya mayores, continúan
asistiendo a las clases de natación. Notamos en nuestras prácticas diarias, que
estos niños están siempre listos para aceptar los desafíos propuestos en las
clases y reaccionan con alegría a nuevas situaciones. Tal vez ellos vean el medio
acuático como un medio totalmente natural, pues al final, prácticamente crecerá
conviviendo en él. Sus experiencias motoras, en la medida en que sucedan,
acaban por estimularles la autoconfianza, y el profesor, en medida en que
interviene en el aprendizaje del alumno, acaba por ser uno de los agentes más
9
importantes en el incentivo de la autoconfianza del alumno. El aprendizaje de la
natación debe ser una preparación para la vida.
La afectividad también es un de los componentes de gran importancia que
están envueltos en el aprendizaje de la natación. En la cuestión 10 se observa que
los bebés están acompañados por adultos durante las clases, sobre todo por los
padres.
Esta es, por tanto, unas de las oportunidades que los padres tendrán de
participar afectivamente en situaciones de aprendizaje con sus hijos, desde muy
pequeños. En ningún otro programa de enseñaza les será ofrecida esta
oportunidad de convivencia y aprendizaje, e inevitablemente, esta situación sirve
para fortalecer los vínculos afectivos entre padres y hijos.
La socialización es un de los puntos más fuertes que los niños tendrán
durante las clases. Como ya fue observado anteriormente, los bebés tendrán, en
la natación, una de sus primeras actividades de clases, con sus primeros
compañeros, fuera del ambiente familiar, podríamos incluso decir que los propios
padres fortalecerán sus contactos sociales, principalmente con personas que
pasan por situaciones parecidas a la suya.
El efecto “adaptación al medio acuático”, viene a ser un de los componentes
esenciales para el futuro aprendizaje de la natación, satisfaciendo posibles críticas
sobre si realmente podría ser utilizado el término “Natación” en los bebés. Se trata
de consenso. Entre los profesionales que trabajan con natación, que el proceso de
enseñanza se inicia a partir de la adaptación del ser humano al agua,
independiente de los objetivos o propuestas pedagógicas del trabajo, es admisible
que, viniendo o no a nadar, el bebé pasará necesariamente por esta fase inicial,
común a todos que se inscriben en programas de natación.
Cuestión 7: Los gimnasios poseen materiales pedagógicos específicos
para las clases de bebés ¿Cuáles?:
Quedó comprobado que los profesores brasileños utilizan una enorme
variedad de materiales pedagógicos en la natación para bebés, yendo desde los
convencionales, de uso común a otros grupos edad, hasta materiales inusitados,
que algunos prefieren llamar alternativos.
10
Podemos clasificarlos en grupos distintos: materiales flotantes y no flotantes;
pudiendo estos ser subdivididos en materiales lúdicos, para apoyo o sustentación
y mixtos, que hacen ambas funciones; materiales flotantes para sustentación y
apoyo: tablas, fritas, alteras, boyas circulares y boyas de brazo, alfombras de
E.V.A; flotantes lúdicos: pelotas de diversos tamaños, barco, letras, juguetes de
E.V.A. y aro; Materiales que se hunden: juguetes, bichitos, piedras, letras, arcos,
argollas, pinos, etc. Materiales alternativos o inusitados: botellas, cámara de aire.
Cuestión 8: “¿Cuáles son las principales técnicas que utilizan para las
primeras inmersiones de bebés con menos de 12 meses?”. Fueron sugeridas:
· Soplar en el rostro e inmersión.
· Echar agua en el rostro seguido de inmersión.
· Señal sonora e inmersión.
· Soplar en la columna vertebral seguido de inmersión.
· Deslice lateral e inmersión.
Las técnicas sugeridas en esta cuestión son las más utilizadas en la natación
para bebés en la realización de los primeros buceos. Algunos de los investigados
utilizan dos técnicas, ambas fueron citadas:
· 1º: Soplar en el rostro e inmersión, 32,91%;
· 2º: Señal sonora e inmersión, 22.78%;
· 3º: Deslizamiento lateral e inmersión, 17,72%;
· 4º: Echar agua en el rostro seguido de inmersión, 13,92%;
· 5º: Soplar en la columna, seguido de inmersión, 7,59%;
· 6º: Leve inclinación y rozar el rostro con el agua, 2,53%;
· 7º: Estimulo musical, 2,53%;
En la literatura brasileña no fue posible localizar cualquier referencia sobre la
preferencia por determinada técnica. Se cree que la técnica “soplo en el rostro e
inmersión” haya sido difundida por los primeros profesores brasileños, en la
década de 70, y que probablemente trajeron esta técnica de otros países. En
testimonios informales conocemos que profesores brasileños desarrollan algunas
técnicas propias, que sugieren futuros estudios.
Cuestión 9: “La frecuencia semanal para cada bebé”. La mayoría de los
11
bebés practica natación dos veces por semana (59,09%). En segundo lugar,
aparece “de 2 a 3 veces por semana”, con 15,9%; de 1 a 2 veces por semana, en
la tercera posición (9,09%); 3 veces por semana, con 6,81% y 1 vez por semana,
con 4,54%, no contestaron. La frecuencia en las clases acaba siendo afectada por
dos motivos principales, el absentismo ocurre en relación con problemas de salud
o compromisos sociales del acompañante del bebé, o por cuestiones semejantes,
relacionadas al bebé: es por tanto, que dos individuos interdependientes,
acompañante y bebé, pueden ocasionar la no asistencia a clase. Esta ausencia
puede también estar relacionada con factores climáticos, pues aunque la piscina
sea templada, cuando salen del gimnasio, el bebé y su acompañante quedan
expuesto a las intemperies.
En la cuestión 10, “¿Por quién es acompañado el bebé durante la
clase?”. El objetivo era detectar cual era, dentro otros, la predominancia de los
acompañantes, así como la característica principal de las clases para bebés.
Fueron encontradas:
· 1º: indefinidos (padres, nanas, parientes), más el profesor, con
65,9%.
· 2º: por las madres, más el profesor, en 29,53% de los casos.
· 3º: solamente con el profesor, en 4,5% de los casos.
Las clases, en su mayoría, siguen el modelo sugerido anteriormente, en que
los padres cogen sus hijos y les repiten los ejercicios orientados por un profesor.
Esta situación es así, por lo menos en los primeros meses de edad o en las
primeras clases. Cuando hay evolución, principalmente en la condición técnica, el
bebé pasa a tener clases con los profesores, dispensando la presencia paterna.
Una posible justificación para que los gimnasios adopten estos modelos de clases
puede estar relacionadas con su coste, pues la institución tiene disponible
solamente un profesor para atender a varios bebés simultáneamente. Podemos
también admitir que está asociada la escasez de profesores con conocimiento
técnico suficiente para trabajar con los bebés. La opción “solamente con el
profesor”, que podría ser clasificada como un trabajo individualizado, demuestra
12
que con 4,54%, de los casos, esta no es una forma común de trabajo, hecho que
corrobora nuestra afirmación anterior. Esta también es una cuestión que merece
estudios posteriores.
La cuestión 11 busca describir que significados tienen los bebés, como parte
de alumnos de los gimnasios. En testimonios informales de propietarios de
academias, algunos nos indicaron que los bebés son la clase más sujeta a las
oscilaciones. Muchos gimnasios no tienen clases para bebés por ese motivo
“¿Cuánto representa, en términos porcentuales, los bebés como alumnos en
este gimnasio?”
· 38,63%, menos que 5% del total de alumnos de natación.
· 38,63%, entre 6 a 10% de los alumnos de natación.
· 18,18%, entre 11 a 20% de los alumnos de natación.
· 2,27%, más que 21%.
· 2,27% no respondieron.
Según los resultados podríamos afirmar que la parte de los bebés no
representa un nicho fuerte en las academias consultadas. ¿Cuáles serían los
motivos para tal situación? Pueden ser factores asociados tanto a la demanda,
esto es, poca búsqueda por las clases, en cuanto a oferta, las academias
acabaron por no ofrecer este tipo de servicio.
Cuestión 12, “En cuanto la participación del padre en las clases de
bebés, ¿cuánto representa?”:
· Menos del 5% de los acompañantes, en 65,9% de los casos;
· Entre 6 a 10% de los acompañantes, en el 13% de los casos;
· De 11 a 20% de los acompañantes, en 9,09% de los casos;
· Y más del 20%, en 11,36% de los casos.
Queda demostrado que el padre es el acompañante numéricamente menos
significativo. Los motivos pueden ser diversos. Pero, llama la atención la ausencia
de la figura paterna, lo que levanta iniciativa de gimnasios para incentivar la
participación del padre, ofreciendo clases los sábados o en el periodo nocturno.
Ciertamente quien más se beneficia de esta situación sería el bebé, que podría
13
convivir con ambos padres en las clases, y por qué no decir a los propios padres
que verían en la clase de natación una excelente oportunidad para los primeros
aprendizaje emocionales con sus hijos.
En la cuestión 13 “¿cuánto tiempo llevan los gimnasios trabajando con
bebés?”:
Se verifica que la natación para bebés es una modalidad relativamente nueva
en los gimnasios investigados. 7,6 años es el tiempo medio en que iniciaron sus
trabajos con esta franja edad. Esto viene a corroborar la tesis de que la natación
para bebés tuvo su gran impulso con la llegada de los gimnasios y sus respectivas
instalaciones físicas, en especial, por la presencia de la piscina cubierta y
templada. Esta condición estructural se muestra imprescindible (ver cuestiones 19,
20) para el trabajo con bebés, sobre todo en los estados de la región sudeste y sur
de Brasil, donde las variaciones climáticas impidieron cualquier tentativa de trabajo
ininterrumpido a lo largo del año.
Las cuestiones 14, 15 y 16, de cierta manera están interrelacionadas. Se
buscó verificar, en números, la presencia de los profesores, también la relación
numérica profesor/alumno y aún que viejos (experimentados), profesionalmente
hablando, son los profesores de la modalidad.
Cuestión 14: “Actualmente, ¿cuántos profesores de este gimnasio
trabajan con bebés?”: fue encontrada una media de 2,7 profesores.
Cuestión 15: “¿Cuántos profesores de esta academia trabajan al mismo
tiempo en un grupo?”: fueron encontrados los siguientes números:
· 48% de las academias trabajan con 1 profesor por grupo.
· 31% trabajan con 2 profesores por grupo.
· 5% trabajan con 3 profesores por grupo.
Como queda demostrado, la mayoría de los gimnasios opta por trabajar con
un profesor por grupo, a pesar de que cuenten con más de un profesor que
trabajan con bebés. En los gimnasios, estos números son variables, tal vez en
función de la propia modalidad de bebés.
En la cuestión 16: “ El profesor con más experiencia que trabaja con
bebés, ¿cuánto tiempo ha trabajado?”: fue demostrado que el grupo que
14
compuso la muestra esta formado por profesores con gran experiencia con bebés,
La media quedó en 9 años por profesor, quedando, inclusive, por encima de la
medía de cuando los gimnasios iniciaron sus trabajos con bebés, en la cuestión
13, que fue de 7,6 años.
En cuanto a la estructura física de los gimnasios para las clases de bebés,
las cuestiones 17, 18 , 19, 20, 21 y 22 suministran información importante.
En la cuestión 17 “¿De cuántas piscinas dispone el gimnasio?”:
encontramos una media de 1,8 piscina por gimnasio investigado, lo que muestra
que ellos cuentan con una estructura física considerable. Se ha visto que estas
piscinas tienen que, necesariamente, ser mantenidas en condiciones optimas de
utilización, contando con el tratamiento químico de la agua, calentamiento,
cobertura (en muchos casos), instalaciones sanitarias, y principalmente personal
cualificado (profesores de Educación Física).
Cuestión 18” ¿Los gimnasios disponen de piscinas exclusivas para
bebés, piscinas exclusivas para niños y bebés o piscina utilizada por
adultos, niños y bebés?” se obtuvieron los siguientes datos:
· 41% de las piscinas son de uso colectivo para adulto, niños y
bebés;
· 34% son utilizadas exclusivamente por niños y bebés;
· 23% de ellas son de uso exclusivo de las clases de bebés.
Vemos, por tanto, que prevalecen las piscinas de uso colectivo, lo que parece
bastante razonable, una vez que estas piscinas tienen que mantener una tasa de
ocupación elevada, para justificar su funcionamiento y manutención.
Cuanto se cuestiono si “¿La(s) piscina(s) está(n) cubierta(s) o
descubierta (s)?” encontramos un índice significativo de:
· Piscina cubierta (y calentadas), 88% del total.
· Piscinas descubiertas (no necesariamente en temperaturas
ambiente) son 11% del total.
La piscina cubierta protege a los bebés, acompañantes y profesores de las
intemperies, y garantiza una uniformidad y control de las condiciones climáticas,
esenciales para la manutención del ritmo constante de dar clases en todo el año.
15
Por el hecho de que la piscina sea cubierta, y consecuentemente sombreada,
acaba por exigir que sea calentada también en la época del verano, aunque con
menor coste que en los meses de invierno. Para mantenerla en la temperatura
pretendida para el trabajo con bebés (media de 31,4º) la piscina tiene
necesariamente que contar con por lo menos un sistema de calentamiento, pues,
basado en nuestra experiencia, una piscina cubierta llega, en la región sudeste, a
un máximo de 27/28 grados calentada naturalmente, en los meses de verano. Otro
factor que dificulta la manutención de la temperatura, es que en los meses de
verano también es mayor la incidencia de días lluviosos, lo que provoca
disminución de la temperatura ambiente y consecuentemente del agua.
En la cuestión siguiente “¿Cuál es la temperatura de agua para las clases
de bebés?”, fueron encontradas: temperatura mínima de 29 grados centígrados,
máxima de 35 y media de 31,4 grados centígrados.
· 94% de las piscinas son calentadas,
· 5% temperatura ambiente, siendo que estén situadas en la región
nordeste de Brasil (región bastante caliente).
Esta situación verificada el hecho de que, para trabajar con bebés, se
necesita una buena infraestructura, dentro ellas el calentamiento y cobertura de la
piscina, a fin de mantenerse las condiciones físicas ideales para el bienestar de
los alumnos, padres y profesores, sobre todo en las regiones de clima inestable,
especialmente sur y sudeste del país.
Cuando nos referimos a las “Dimensiones de la piscina”, en la cuestión 21,
buscamos describir la capacidad mínima y máxima de las piscinas donde se
trabaja con bebés. Fueron encontradas, desde piscinas con 4.800 litros, hasta
piscinas con 343.000 litros, quedando con una media de 84.000 litros. Una
característica que merece ser resaltada es que tenemos piscinas exclusivas para
bebés, piscinas para bebés y niños y piscinas para adultos, niños y bebés.
Pregunta 22, “¿Existen detalles como escalones y/o otros detalles en la
piscina?
· 47% responderán que no había ningún detalle;
· 25% tiene escalones (o “playa”) en la piscina;
16
· 11% tiene barras
· 4% tiene tobogán.
Estos tipos de instalaciones podrían ser relacionadas como facilitadoras del
aprendizaje, una vez que posibilitan la ejecución de variaciones de estímulos,
fundamentales a la amplitud de los padrones motores de los bebés, como
ejercicios de ambulación, equilibrio, caídas y recuperación, ejercicios apoyados y
experiencias en profundidades diversas.
Entrevistas con los padres
Dando continuidad al estudio sobre la natación para bebés, fueron hechas
entrevistas con padres (n:42), cuyos hijos frecuentan o hubieron frecuentado
clases de natación de bebés. Dentro de los objetivos propuestos en esta
búsqueda, en especial, se buscaba detectar cuáles son los efectos educativos de
la natación para sus hijos así como los motivos que hubieron hecho que estos
padres iniciaran a sus hijos aún bebés, en la práctica de la natación. También se
buscó verificar algunas situaciones que puedan, por ventura, interferir en el
proceso de aprendizaje o tengan alguna relación importante con la natación.
Contamos con la colaboración de los padres de la Academia Nadbem, de
Ourinhos-SP, y de la Academia Delfín de Oro, de Uberlandia-MG.
En la pregunta 1, “¿Con qué edad su(s) hijo(s) comenzó en la clase de
natación?”, el objetivo era detectar la edad inicial y edad media a la que los niños
iniciaron sus clases. Como sabemos, la natación para bebés es una de las
primeras actividades orientadas que los niños tienen, de manera sistematizada.
Nos podemos referir a la natación como la primera “escuela” del bebé, donde ellos
tiene sus primeros contactos sociales fuera de la familia, de la misma forma
ocurriendo con la madre, que supuestamente quedó alejada de sus quehaceres
sociales por ocasión del embarazo y del parto. La media de edad encontrada, fue
de 10,4 meses. La mediana fue de 9 meses y la moda de 6 meses.
La cuestión 2 “¿El bebé ya pasó por alguna experiencia negativa en baño
o piscina?”, buscaba encontrar posibles traumas o experiencias desagradables,
relacionadas con el agua, cuales podrían tener alguna influencia en su
aprendizaje. Todos los relatos apuntan que no.
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La cuestión 3 “¿Quién es el principal acompañante del bebé en las
clases de natación?”. Buscaba comprobar la hipótesis de que el principal
acompañante de los bebés es la madre. Esta cuestión, y también la cuestión 4
(¿El acompañante tiene miedo de la agua?), tiene una relación con la anterior,
al verificarse una posible influencia del acompañante en el ingreso del bebé. Se
verificó que el acompañante principal es la madre en 82,35% de los casos,
abuelos en 11,76% de los casos y padres en el 5,88% de los casos. Se verificó
que 94,11% de los acompañantes no tiene miedo al agua, y un 5,88% tiene miedo
al agua; 79,41% de los acompañantes saben nadar, 11,76% no saben nadar y
8,8% no respondieron la cuestión.
Cuestión 5 “¿Cuántas veces por semana el bebé frecuenta las clases?”.
El 70,58% de los bebés frecuenta clases 2 veces por semana y el 26,47% de ellos
3 veces por semana. Este es un dato que puede ser usado en estudios
posteriores.
En la cuestión 6 “¿Con relación a la natación para bebés, el pediatra está
a favor, en contra o indiferente?”. Se buscó verificar cual es la posición del
médico pediatra, con relación la natación para bebés. Se notó que algunos
médicos están en contra, y aún así, las madres iniciaron a sus hijos en las clases,
sin embargo, como sería probable, en la mayoría de las cuestiones (76,47%) fue
observado que el pediatra está de acuerdo con la natación. En el 11,76% de los
casos, el pediatra está en contra de la natación para bebés y en un 8,82% de los
casos, son indiferentes. Debemos, en tanto, considerar que, cuando el médico
está en contra de la natación, las madres, no llegan a matricular sus hijos en edad
precoz.
En cuestiones para futuros estudios, podrían ser entrevistados los médicos
que por ventura fueran en contra de la natación para bebés y sus respectivas
justificaciones. Inclusive motivando nuevos estudios sobre la ocurrencia de
posibles problemas en la natación con los bebés, y como resultado práctico,
encontrar maneras preventivas, para evitar que estos problemas puedan ocurrir.
La cuestión 7, “¿QuiÉn, en la familia del bebé, practica actividad física
con regularidad (al menos dos veces por semana)?”, busca verificar una
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posible influencia de los padres y parientes, entendiendo la natación como una
actividad física inicial para los niños. Se observa que en un 59,25% de los casos,
la madre o padre practican actividad física regularmente, y este estilo de vida
puede ser uno de los factores de motivación de estos padres que desean que sus
hijos también sean personas físicamente activas, desde muy pequeños. El 18,5%
tiene hermanos que practican actividad física regular y un 16,66% tiene abuelas
en esta condición. En 5,55% de los casos, nadie de la familia realiza actividad
física de forma regular. La basta información sobre los beneficios de la actividad
física puede ser uno de los probables factores que influyen en los padres y
parientes en la adopción de estos hábitos.
En la cuestión 8 preguntamos, “¿Cuáles son los motivos que llevan a los
padres a matricular a sus hijos en natación, aún siendo bebes?”. Los
resultados fueron los siguientes:
· El principal motivo es: aprender la defenderse en la agua;
· En segundo lugar está: mejorar (o fortalecer) la salud;
· En tercero aparece: practicar una actividad física;
· En cuarto lugar: motivos educativos;
· En quinto lugar: mejoría del sueño;
· En sexto: aumentar el convivió entre padres y hijos;
· En séptimo: mejorar el apetito.
Como demuestra la cuestión 10, abajo, 94,11% de los alumnos bebés tiene
contacto muy próximo con la piscina, siendo que el 41,17% de ellos la tienen en
casa. Estos datos ya justifican una preocupación de los padres para que sus hijos
aprendan a nadar lo más pronto posible, con fines de seguridad y para garantizar
una correcta tranquilidad a los padres. Tenemos también anotado que varios
padres buscan, aconsejados por los pediatras, una natación como un agente
profiláctico, sobre todo contra males del sistema respiratorio.
La cuestión 9, busca conocer ¿cuáles son los efectos educativos que en
la opinión de los padres, estarán relacionados con la natación para bebés?
Fueron encontrados los siguientes efectos:
· 1º: desarrollo psicomotor;
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· 2º: auto-confianza;
· 3º: socialización;
· 4º: disciplina;
· 5º: efecto “técnico: adaptación al medio acuático”;
· 6º: afectividad;
· 7º: percepción del peligro;
· 8º: aprender a lidiar con frustraciones;
· 9º: amenizar egocentrismo.
Se observó que tanto padres como profesores comparten algunas opiniones
comunes sobre los efectos educativos de la natación para los bebés.
Cuestión 10 “¿La familia dispone de piscina?” buscó identificar una
posible preocupación de los padres para que sus hijos aprendan a defenderse en
el agua. El resultado fue que el 94,11% de los investigados tiene piscina en
lugares que el hijo frecuenta, y solamente un 5,88% no tiene acceso frecuente la
piscinas:
· 44,11% frecuentan clubes con piscina;
· 41,17% tiene piscina en casa;
· 20,58% tiene piscina en la casa de unos parientes próximos;
· 14,7% tiene piscinas en el campo, frecuentados los fines de
semana;
· 5,88% no tiene contacto próximo con piscinas.
Muchos, aunque no se pueda estipular plazos específicos para que el bebé
tenga autonomía en la agua, los padres inician a sus hijos de cualquier modo, tal
vez antes de que este aprendizaje se diera de manera precoz. La cuestión trata
sobre: “¿La natación para bebés tiene un gran valor educativo para su hijo?”.
Todos los padres investigados concuerdan:
· 75,75% de los padres “concuerdan totalmente”;
· 24,24% de los padres “concuerdan en ciertos aspectos”
Esta cuestión muestra que la natación, en la opinión de los padres, tiene un
gran valor educativo a sus hijos. Quedaría el realizar estudios para que se pudiera
comprobar la incidencia de estos efectos educativos.
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CONCLUSIÓN
La natación, así como las demás actividades físicas, viene atrayendo a los
más diversos segmentos de la sociedad. Dentro de este contexto, la natación para
bebés viene ganando espacio dentro de los gimnasios, y esta situación acaba
exigiendo estudios más profundos, que tutelen por mejorar la calidad de atención
de las necesidades tanto de los padres como de los propios bebés.
Al analizarse las respuestas de los cuestionarios, que tienen en cuenta las
opiniones de padres y profesores, se verificó que la natación para bebés tiene
importantes beneficios y efectos educativos para los niños.
Los padres inician a los hijos en la natación para que estos, primeramente, se
hallen en condiciones de auto-salvarse. Ellos también ven ganancias de salud
para sus hijos y la natación para bebes envuelve, según los padres y profesores,
valores educativos, principalmente, desarrollo psicomotor, auto-confianza,
disciplina, socialización y efecto de adaptación al medio acuático.
No se tiene una definición clara al respecto de la clasificación “bebés” en
cuanto a la edad. La edad inicial para las clases es variable, así como la edad
límite que las academias los consideren como bebés. Estas divergencias pueden
estar asociadas a las condiciones físicas y estructurales de las academias, pues
cuanto menor sea la edad de los alumnos mayores serán las dificultades de
atención especializada y de mantenimiento de las instalaciones, principalmente la
piscina, que debe estar debidamente preparada para recibir a los bebés.
Dentro de las técnicas utilizadas en las primeras inmersiones con bebés
menores de 12 meses de edad, podemos destacar las siguientes: soplar en el
rostro, señal sonora, deslizamiento lateral y echar el agua en el rostro, todos
seguidos de la inmersión del bebé. Se describió también que las clases siguen un
determinado modelo, donde el profesor indica los ejercicios de los bebes a través
de los acompañantes, que son las propias madres en la mayor parte de los casos.
Este estudio mostró que existen muchos espacios que necesitan ser
llenados, y que la natación para bebés merece una atención mayor por parte de
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estudiosos y apasionados por el tema. Los objetivos de todos los implicados:
padres, bebés, profesores y gimnasios, deben ser conjuntos para que podamos
crear una Educación Física donde se consiga una integración entre las personas.
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