PEREGINOS DE UN DÍA

EN LA TUMBA DE

SAN LUIS MARÍA

GRIGNION DE MONTFORT

SANTUARIO DE SAN LORENZO DE SEVRE

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Peregrino, dime, Qué te ha puesto en camino para venir en estos santos lugares, cerca de esta tumba, poner tus pasos en los de San Luis María Grignion de Montfort?

Tranquilízate, no eres el único. Desde tres siglos, desde el 28 de abril de 1716 exactamente, son miles y miles de personas que, como tú, han sido como atraídas para venir a rezar aquel cuya vida ha sido solo una fulguran-te peregrinación: el padre de Montfort.

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Desde el anuncio de su muerte, acorren, de todas las condiciones: simples fieles, sacerdotes, religiosas/as e incluso un futuro Papa (San Juan XXIII) y un Papa (San Juan Pablo II). Cada una/o que haya sido tocado en el corazón por la palabra de este misionero viviendo como los apóstoles, libre como el viento para hacer conocer y amar a Jesucristo poniéndose a la escuela de la Virgen María. Todo un pueblo de pecadores tocados por la bondad del “buen padre de Montfort”, “aquel que amaba tanto a los pobres” que viene aquí a rogarle. Saben de instinto, que este loco del Evangelio puede todo por ellos tznto les a enseñado, por su ejemplo, a abandonarse a Dios “Padre indefectible” con total confianza. Gracias a él, han podido quizá vuelto a descubrir la belleza de la gracia de su bautismo. Hasta hoy, la multitud de los peregrinos nunca se ha agotado. Vienen de los cinco continentes tanto el ejemplo y el mensaje espiritual del padre de Montfort lleva lejos gracias a sus escritos y a sus nombres discípulos: Misioneros montfortianos, Hijas de la Sabiduría, Hermanos de San Gabriel y también unos fieles seglares o sacerdotes o consagrados unidos de manera diversa con la fuente monfortiana y sobre todo, viviendo de su espiritualidad.

¿Y tú peregrino de un día, que vienes a buscar en este lugar bendito?

Si lo deseas he aquí un pequeño guía para vivir este día siguiendo a Cristo, en compañía de San Luis María Grignion de Montfort.

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1ª ETAPA: BASÍLICA

Primero: hacer silencio cerca de las tumbas. Así es, no solo una tumba, sino tres: - La tumba de San Luis María de Montfort. - La tumba de la Beata María Luisa de Jesús. Primer Hija de la Sabiduría - La tumba del Marqués de Magnanne. Laico amigo y bienhechor de Padre de Montfort.

Desde 1716, el peregrino viene a recogerse aquí.

¿Pero, quien es San Luis María Grignion de Montfort?

Por eso puedes irte en la cripta. En algunos minutos una película recuerda su vida. A la salida puedes conti-nuar tu descubrimiento a partir de lo que hay en la basílica.

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Unas Vidrieras evocan algo de su vida, otros dicen algo de su espiritualidad mariana (con los 15 misterios, sabien-do que hoy son 5 más); la Virgen Mar-ía nos ayuda a entrar en el misterio de Jesús que el padre de Montfort identifi-caba a la “Sabiduría de Dios” hecha hombre: Jesús, Sabiduría eterna y en-carnada. Para descubrir más: Consultar la terminal interactiva. Adelantarse hasta el altar del pa-dre de Montfort donde están su esta-tua y las reliquias. Pararse también delante del altar de la Virgen María. San Luis María ha

rezado delante de esta estatua, que proviene de la an-tigua iglesia del siglo XI. Ha deseado que su corazón esté colocado al pie del al-tar que la sostenía (en lu-gar corresponde al sitio ac-tual de las tumbas) pero de hecho es su cuerpo que está colocado allí Después de este primer descubrimiento, Volver cerca de las tumbas, orar con las letan-ías del padre de Montfort o de María Luisa Trichet O hacer un alto delante santísimo Sacramento.

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Estás ahí Señor Jesús, ¿pero quien eres de verdad para mí?

¿Qué lugar tienes en mi vida? Hacer silencio… luego leer una página de evangelio

¡Tú eres Cristo, el Hijo de Dios Vivo! Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo es-ta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hom-bres que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Je-remías o uno de los profetas.» Díceles él: «Y vosotros

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¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, por-que no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Igle-sia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.» Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo. (Mt 16, 13-20)

Bautizado, estoy llamado hoy mismo a reco-nocer quien es Cristo. Para mí, eres…

Bautizado, ¿estoy llamado hoy a elegirle, a optar por él, a seguirle. Conducir mi vida co-mo lo quiero o comprometer mi vida tras él en su camino?

Bautizado, ¿a qué me invita hoy a renunciar?

Dejo resonar en mí todo eso

Otros textos posibles: el bautizo de Jesús (Mt 3, 13-17); el envío en misión con orden de bautizar (Mc 16, 15-16); el diálogo con Nicodemo, “rena-cer del agua y del espíritu” (Jn 3, 5); la invitación de Pedro “que cada uno de vosotros se haga bau-tizar en el nombre de Jesucristo” (Hch 2, 38-39)

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2ª ETAPA: MEMORIAL DE LOS HERMANOS DE SAN GABRIEL

Puedes tomar el tiempo en la explanada San Gabriel para contemplar el memorial con el globo terráqueo, la farandola de los personajes y arriba del todo el padre de Montfort con, delante de él su bastón con la cruz de Cristo, bastón de misionero peregrino en la mano? Co-mo él, estoy invitado a poner sus pasos siguiendo a Cristo, como lo hacen hoy, en los cinco continentes, hombres y mujeres de la familia montfortiana… que vi-ven la locura de la alegría del Evangelio. Puedes pasar el primer porche y avanzar hasta la esta-tua del padre de Montfort que está enfrente de la capi-lla de San Gabriel, con el bajo relieve mostrándole con unos niños.

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El padre de Montfort, aten-to a los pequeños, a los pobres a los cuales quiere dar acceso al conocimiento y al amor de Jesús por el catecismo y una educación cristiana Puedes intercambiar sobre la acción misionera de los discípulos del padre de Montfort hoy por el mundo

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3ª ETAPA: CALVARIO DEL PADRE DE MONTFORT

Vuelves sobre tus pasos hacia la explanada San Ga-briel, luego te diriges hacia el gran calvario subiendo la calle del Calvario. Llegado al calvario, unos mojones explicativos están a tu disposición. Al final de cada misión, el padre de Montfort tenía cos-tumbre de erigir un calvario en un lugar notable para que los cristianos, al levantar los ojos hacia la cruz, se recuerden hasta que punto Dios, en Jesús, nos ha amado. Toma un poco de tiempo para meditar este “profundo misterio” según la expresión del padre de Montfiort.

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Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo

Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escri-bas, y ser matado y resucitar al tercer día. Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: «¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!» Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Sa-tanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamien-tos no son los de Dios, sino los de los hombres! Enton-ces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará. Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? «Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pa-gará a cada uno según su conducta. Yo os aseguro: en-tre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre venir en su Reino.»

Misterio de la Cruz (1 Col 1, 17-25) “Proclamamos a un Mesías crucificado…”

¿Qué significa para mí “llevar mi cruz”? Avanza hasta el Vía Crucis para recorrerlo

apaciblemente. Presenta al Señor todas las situaciones dolorosas

que conoces Contempla a Cristo que nos ha amado hasta aquí.

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“El misterio de la cruz lo desconocen los no judíos, lo rechazan los judíos y lo menosprecian los herejes y ma-los cristianos. Y, es el misterio maravilloso que ustedes tienen que aprender en la práctica, en la escuela de Jesús crucificado y que sólo allí lograrán aprender. Que la lleve en sus hombros, esta cruz, a ejemplo de Jesu-cristo… Que la ponga en su corazón por el amor, para hacerla una zarza ardiente que quema día y noche del puro amor de Dios sin consumirse” Pero somos todos pecadores, y “si Dios castiga nuestros pecados, de con-cierto con nosotros, el castigo será amoroso. Será la misericordia que reina en este mundo que castigará, y no la justicia rigorosa.” (…) Dejen hacer a Jesús, os ama, sabe lo que hace, tiene experiencia, todos sus golpes son hábiles y amorosos… Nuestro Dios es un fuego consumador que es por la cruz en un alma para purificarla, sin consumirla. Levar vuestra cruz alegre-mente y seréis abrazados con el divino amor, porque, como dice la imitación de µJesucristo: nadie vive sin dolor en el puro amor del Salvador.”

(Montfort, Carta a los amigos de la Cruz) Nuestro sufrimiento, es nuestra cruz. Debemos llevar nuestra cruz siguiendo a Jesús, y nunca olvidar “que es la Cruz que le ha dado un nombre que está le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos.” Montfort sabe, por experiencia, cuanto el sufrimiento muchas veces se soporta con dificultad. Así nos aconseja mira a Jesús: “Mirar las heridas y los dolo-res de Jesucristo crucificado.”Se lo dice él mismo: ‘¡Vosotros todos que pasáis por el camino espinoso y

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crucificado por la cual he pasado, mirad y ved. Mi-rad con los ojos de vuestro cuer-po, y ved por los ojos de vuestra contemplación, si vuestra pobreza, vuestra desnudez, vuestro despre-cio, vuestros do-lores, vuestros abandonos son semejantes a las mías. Miradme, yo que soy un ino-cente, y quejaros, vosotros que sois culpables!”

La cruz es un gran misterio tan profundo y celestial, que sin especiales luces comprenderlo no podrás.

Para entenderlo hace falta un espíritu selecto;

mas es preciso aceptarlo para llegar a los cielos.

Cántico n° 19 del padre de Montfort

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4ª ETAPA: CAPILLA DE LA SABIDURÍA Te diriges hacia la capilla de la Sabiduría bajando la calle del Calvario. A la altura de de la oficina de prensa, toma a la derecha la calle de la Bachelleraie hasta la entrada del cementerio. Luego seguir a la derecha para ir hasta el portal de entrada de la comunidad de la Sabiduría y bajar hasta la gran capilla. En la capilla de la Sabiduría. Momento de silencio ante Jesús presente en el tabernáculo. Descubrimiento de otros aspectos de la vida del padre de Montfort u de la hermana María Luisa de Jesús a partir de las vidrieras mismas o de la terminal interactiva. Alto delante del púlpito y de la mesa de comunión.

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Tomo el tiempo de mirar, reflexionar, rezar a partir de lo que veo.

¿Una o más escenas me recuerda unos pasajes del Evangelio?

¿A qué me llama eso.

Jesús Sabiduría encarnada, que tienes que

decirme en relación con las falsas sabidurías transmitidas hoy de distintas maneras? (cf. 1 Col 1, 17-25)

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5ª ETAPA: CASA MADRE

DE LA HIJAS DE LA SABIDURÍA Aquí el tiempo de descubrir el espacio que representa la vida y la obra de la hermana María Luisa de Jesús y de las Hijas de la Sabiduría. Al otro lado del patio posibilidad de ir hasta los oratorios de San Luis María de Montfort y de la Beata María Luisa Trichet. Es un buen lugar para hacer silencio.

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6ª ETAPA: CAPILLA DE LOS

MISIONEROS MONTFORTANOS Saliendo de la Sabiduría, pasar la puerta que da acceso a la comunidad del Santo Espíritu, una Virgen con el niño te acoge, luego sigues a tu izquierda para ir hacia la capilla. Este lugar es propicio para un tiempo de oración mariana. Alégrate María, llena de gracia, El Señor está contigo, Y bendito entre todas las mujeres el fruto de tu viente, Jesús, Sabiduría encarnada

Que nos envía el Espíritu Que nos da a María Que camina con nosotros Que…

Santa María, Madre de Dios…

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7ª ETAPA: VUELTA A LA BASÍLICA Para todos: Oración de acción de gracias por esta jornada. Posibilidad de encontrar a un sacerdote, recibir el sacramento del perdón. Por un grupo que se ha señalado: Varias proposiciones: Un tiempo de celebración final invitando a la renovación de las promesas de nuestro bautismo según el padre de Montfort.

o Eucaristía en las tumbas Rezo del rosario

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Peregrino, estás terminando esta jornada a la escuela de Jesucristo Sabiduría, de San Luis María de Montfort y de la Beata María Luisa de Jesús. Personalmente y junto con la Iglesia, hemos vuelto a tomar consciencia de la gracia de nuestro bautismo. La experiencia nos enseña cuanto no es fácil vivir día a día como verdadero bautizado, con fidelidad al Evangelio. El padre de Montfort nos recuerda la importancia de entrenarse para aguantar. En su tiempo invitaba con fuerza a los fieles a reagruparse para orar juntos, por ejemplo el rosario. A ver si lo que deseas vivir mejor por ser un bautizado que vive en medio de tu familia pero también de tu comunidad cristiana, en parroquia. Un canto a María…

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Dates importantes :

Naissance: 31 janvier 1673

Ordination: 5 juin 1700

Rencontre avec le pape Clément XI : 5 juin 1706

Mort: 28 avril 1716

Canonisation: 20 juillet 1947

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Informaciones – Contactos – Enlaces

Casa presbiteral de St Laurent 2 Plaza Grignion de Montfort 85290 St Laurent-sur-Sèvre

basilique.st.laurent@free.fr – 02 51 67 81 34/06 82 45 20 58

Site de la paroisse : http://montfortsursevre.fr

Site Tricentenaire : http://www.montfort-tricentenaire.org/

Site de l a commune : http://www.saintlaurentsursevre.fr/

Credito fotos : Daniel Fugère (salvo pag. 1 D.B.)