Pereda- Virtudes Epistémicas

download Pereda- Virtudes Epistémicas

of 12

Transcript of Pereda- Virtudes Epistémicas

  • 7/21/2019 Pereda- Virtudes Epistmicas

    1/12

    EPISTEMOLOGA NATURALIZADA,yVIRTUDES EPISTMICAS

    CARLOS PEREDA

    Para que una creencia pueda considerarse saber, adems de serverdadera, al menos tiene que estar justificada de una maneraapropiada. Con el fin de alcanzar estos propsitos a menudo sepresupuso la necesidad de encontrar algunas tcnicas privile-giadas, un mtodo relativamente invariable y , sobre todo, acon-textual -en lo posible a priori- para conducir rectamente larazn y , as, lograr creencias bien justificadas (la epistemologacomo "filosofa primera"). sta fue la aspiracin normativa degran parte de la tradicin, de Descartes a K.Popper oR. Chis-holm. Ahora bien, poco a poco se fueron acumulando fuertesdudas de que pudiera haber algo as como ese ambicioso "me-todo" que se quera encontrar. Por el contrario, en los ltimosaos, y desde las posiciones ms dispares, reiteradamente senos ha invitado a suprimir esa esperanza. En cambio, lo que se

    busca es "naturalizar" la epistemologa y, con ello, eliminarlesus pretensiones normativas, reduciendo las tareas epistemo-lgicas a captulos de la psicologa o la sociologa del razonar,a fragmentos de la inteligencia artificial, de las ciencias cogni-tivas, de las neurociencias o de la biologa, a la historia de laciencia o del saber en general. '

    De esta manera parecera que nos enfrentamos a un dilema:o retenemos las aspiraciones normativas de la epistemologatradicional y continuamos buscando un mtodo ms o menosinvarible del saber o, al menos, reglas en sentido estricto, esto

  • 7/21/2019 Pereda- Virtudes Epistmicas

    2/12

    40 CARLOS PEREDA

    es,criterios precisos, fijosy generales para obtener ycalificar lasjustificaciones de nuestras creencias, o reducimos la epistemo-loga a alguna ciencia descriptiva, renunciando a todo propsitonormativo.

    Creo que se trata de algo ms que de un dilema entre otros,

    pues de nuestra actitud con respecto a l depende de cmo, engeneral, concebimos la empresa del saber. Por eso podramospensarlo como elprimer dilema de cualquier trabajo en episte-mologa: dilema que seguramente precondicionar el resto delas otras reflexiones. yesto es as tambin si se considera quenos encontramos ante un falso dilema.

    Como creo que, en efecto, se trata de un falso dilema, paraexplorar una manera de disolverlo-una entre otras- dar unrodeo defendiendo las siguientes tesis:

    (1) La epistemologa ha sido y debe ser una disciplina, por lomenos en parte, normativa.

    (2) Para alcanzar los fines de cualquier buena epistemologa,ciertas disposiciones valiosas para saber, conocidas como"virtudes epistmicas", deben cumplir un papel impor-tante.

    En lo que sigue defender muy brevemente ciertos aspectosde cada una de esas tesis para proponer luego u.nconcepto denormatividad reflexiva.

    1

    Discutamos la tesis (1). En un conocido trabajo, Quine nos pro-pone "naturalizar" la epistemologa:

    La epistemologa, o algo parecido a ella, es smplemente un cap-tulo de la psicologay , por lo tanto, de la ciencia de la naturaleza.Estudia un fenmeno natural, a saber, un sujeto humano fsico,Suponemos para este sujeto humano cierto input experimental-mente controlado, por ejemplo, ciertas pautas de irradiaci6n dedistintas clases de frecuencias, y en el transcurso del tiempo elsujeto produce como output una descripcin tridimensional delmundo y de su historia, 1

    1 Quine 1969, pp,82-83,

    EPISTEMOLOGA NATURALIZADA Y VIRTUDES EPISTMICAS 41

    A primera vista resulta difcil interpretar esta propuesta re-duccionista, que podemos llamar la "propuesta original" qui-neana, como un modo de "hablar mejor de lo mismo": de llevara cabo de manera ms adecuada las tareas epistemolgicas tra-dicionales. Ms bien, se tiene la fuerte sospecha de que nos

    ncontramos ante un "cambio de tema": se busca sustituir lasviejas preocupaciones por otras radicalmente diferentes? Porqu afirmo esto? Creo que mi sospecha se aclara si recordamosalgunos textos fundamentistas de la epistemologa moderna,

    En elDiscurso del mtodo, Descartes nos propone una serie dereglas con propsitos, a la vez, teraputicos y sistemticos: setrata de arrojar las creencias mal justificadas y de elaborar unatcnica tal dejustificacin que efectivamente nos permita lograrsaberes (o'como quiz preferira Descartes: que nos conduzca ala certeza). El ttulo de un libro de Spinoza -en varios sentidosparalelo alDiscurso- ya es, al respecto, toda una declaracin deprincipios: Tractatus de intellectus emendatione, Por lo menos en

    parte, la epistemologa tradicional tiene que ver, pues, con latarea acerca de cmo justificamos nuestras creencias: nos pre-guntamos si creer en algo es correcto o no, Las justificacionesnos otorgan algo as como "licencias para creer".

    Por otra parte, queda claro que palabras como 'Justificar","respaldar" o "razonable" son palabras normativas: indican qu

    es permisible creer.Sin embargo, si la epistemologa se convierte en "un captulo

    de psicologa" descriptiva, n? podr cumplir las tareas norma-tivas a que hacen referencia esas palabras: la mera descripcinde procesos psicolgicos o sociolgicos no nos dice todava nadaacerca de cundo esos procesos estn 'Justificados", "respalda-dos" o son "razonables", y cundo no lo son.

    Sin embargo, podemos descartar las tareas normativas? Po-demos resigparnos a describir los procesos psicolgicos delcreer, del razonar y deljuzgar sin calificar cundo se cree racio-nalmente y cundo no, cundo se razona bien o mal, cundo

    juzgamos con rectitud y cundo lo hacemos con torpeza? Creoque no podemos prescindir de los conceptos normativos dela epistemologa so pena de sucumbir en una reduccin al ab-surdo que impedira incluso juzgar si estamos describiendo de

  • 7/21/2019 Pereda- Virtudes Epistmicas

    3/12

    CARLOS PEREDA

    manera justificada y verdadera los procesos psicolgicos que sepretenden describir.

    Pero hay que hacer una observacin ms fundamental toda-va: ni siquiera podemos comprender el concepto de creencia sino comprendemos el concepto de creencia justificada y verda-

    dera, si no comprendemos que, en condiciones normales, cadavezque creemos en una asercin pretendemos que esa asercinestjustificada yesverdadera, Sinesaspretensiones normativasno podemos ni creer ni formular aserciones.

    Ms de quince aos despus de haber publicado sus prime-ros ensayos sobre epistemologa naturalizada, Quine se retractade su asepsia normativa inicial o, tal vez, simplemente corrigela recepcin (por lo dems, bastante generalizada) que habantenido sus ideas. En cualquier caso, hablar de una "propuestamodificada" de Quine:

    La naturalizacin de la epistemologa no arroja por la borda el

    mbito normativo ni se conforma con describir procedimientos encurso de manera indiscriminada, En mi opinin, la epistemologanormativa es una rama de la ingeniera. Es la tecnologa de labsqueda de la verdad o, utilizando un trmino epistemolgicoms adecuado, de la prediccin,2

    A partir de esta "propuesta modificada" sobre la naturali-zacin de la epistemologa puede interpretarse que Quine enalguna medida regresa a "hablar mejor de lo mismo", en el sen-tido de que, si no me equivoco, Quine procura hablar mejor deaquello de lo que yahaba hablado la epistemologa tradicional.(Tambin Descartes usa la analoga del ingeniero.) As, la epis-temologa naturalizada no se reduce, como pareca sugerir la

    propuesta original, a una versin refinada del mito de lo dado (ala descripcin de procesos psicolgicos, o biolgicos, o socio-lgicos, o histricos). Por el contrario, Quine busca reformularesta disciplina reteniendo gran parte de la actividad normativaclsica, aunque eliminando cualquier veleidad de que estamosante una actividad a priori.

    Reitero: descriptivamente -por ejemplo, a partir de la pro-puesta original de Quine- podemos apelar de manera externa

    2 Quine 1986, pp,664-665,

    EPISTEMOLOGA NATURALIZADA Y VIRTUDES EPISTMICAS 43

    a las conexiones causales acerca _de las cuales nos informanla biologa, la historia, la sociologa y la psicologa del sabery enumerar las diferentes respuestas que se han dado a nuestrapregunta en varias pocas ylugares. Pero, si no me equivoco, unpuro descriptivismo externalista conduce a la reduccin al ab-

    surdo ya anotada: a partir de la propuesta original quineana, apartir de la "naturalizacin descriptivista" de la epistemologa,ni siquiera podramos preguntar si las creencias en las descrip-ciones en cuestin estn justificadas y son verdaderas.

    En cambio, adoptando un punto de vista normativo no slotenemos que acumular descripciones biolgicas, psicolgicas,sociolgicas e histricas, sino tambin discutir internamente-reflexivamente- sus razones: posibles evaluadores de talesdescripciones y, antes todava, posibles propsitos para la epis-temologa.

    En este sentido consideremos las dos propuestas de Quine:

    (a) la epistemologa es la tecnologa de la bsqueda de la ver-dad,y

    (b) la epistemologa es la tecnologa de la bsqueda de la pre-diccin,

    En contra de (b) se podr indicar que tanto en las cienciascomo en la vida cotidiana no nos conformamos con prede-cir sucesos, queremos tambin "comprenderlos", en el sentidode: buscamos integrar sistemticamente esas predicciones enel resto de los otros saberes q,ueconsideramos verdaderos yjus-tificados.3

    3 Al respecto se ha comparado a menudo la astronoma babilnica con

    la astronoma griega, La astronoma babilnica lograba predicciones relativa-mente exactas de algunos sucesos celestes -logr predecir ciertos eclipses-,pero a partir de mitos que nada tienen que ver con lo que hoy consideramosteoras cientficas, En cambio, la astronoma griega, aunque acertaba muchomenos en sus predicciones, posea teoras explicativas qu, en varios sentidos,podemos considerar pertenecientes al mismo tipo de teoras explicativas quelas teoras cientficas actuales (por ejemplo, se explicaban fenmenos natura-les a partir de fenmenos naturales y no a partir de la intervencin de dioses).Resulta interesante subrayar que, mientras que la astronoma babilnica se es-tanc, la astronoma griega a partir de Andrnico de Rodas consigui integrarambas tradiciones y constituye el comienzo de nuestra astronoma (cjr,Toulmin1961), Por supuesto, no quiero decir con ello que el poder predictivo de

  • 7/21/2019 Pereda- Virtudes Epistmicas

    4/12

    44 CARLOS PEREDA

    La propuesta (a) de Quine parece ms defendible: la epis-temologa como tecnologa de la bsqueda de la verdad. Noobstante, queremos slo acumular verdades? Aqu hay que for-mular un argumento en algn sentido anlogo al argumentoen contra del poder predictivo como propsito de la episte-

    mologa. Supongamos que tenemos un club de adivinos queconstantemente aciertan, que reiteradamente obtienen verda-des. Nuestra epistemologa dira que esto es un ejemplo para-digmtico de una tecnologa epistemolgicamente saludable?No del todo; creo. Msbien tenderamos a pensar que hay queponerse a trabajar en torno a esos xitos: el hecho de que conte-mos con predicciones adecuadas es un dato importante aunquequeda mucho todava por investigar. Por qu?

    Pues queremos justificar esas creencias y "comprender" dequ se trata: seguramente buscaremos averiguar de qu mane-ra hemos obtenido esas verdades y cmo se ubican en la tramade nuestras creencias. En la vida cotidiana y en las ciencias (y

    no existen slo rupturas entre los saberes de ambas, tambinhayimprescindibles continuidades), adems de procurar que lascreencias sean verdaderas, tambin queremos que estn justifi~cadas y se integren ms o menos sistemticamente con nuestrasotras creencias.

    Quiero detenerme todava en otro texto de Quine, en cola-boracin con JS. Ullian:

    Hoy se acepta que la deduccin a partir de verdades autoevidentesy de laobservacin no es el nico camino que conduce a la verdady ni siquiera a creencias razonables. Otro factor importante, tantoen la ciencia slida como en la vida diaria, es la hiptesis, Por lo

    pronto, podemos destacar cinco virtudes que contribuyen a laaceptabilidad y que una hiptesis puede tener diferentes grados.4

    En este pasaje, Quine y Ullian usan la palabra "virtud" ensu sentido ms abarcador, como la capacidad de algo para pro-ducir un efecto beneficioso, como cuando decimos "sus ojostienen la virtud de ver bien" o "ese cuchillo tiene la virtud de

    una teora no importe; slo que no puede ser el propsito de la epistemologay ni siquiera es el nico punto de vista para juzgar las diversas creencias,

    4 Quine y Ullian 1970, p, 43,

    EPISTEMOLOGA NATURALIZADA Y VIRTUDES EPISTMICAS 45

    cortar". Para diferenciarlas de las virtudes morales -de las ca-pacidades para producir efectos beneficiosos morales-, suelellamarse a estas virtudes que Quine y Ullian no califican, "vir-tudes epistmicas", Segn Quine y Ullian son virtudes de una

    hiptesis: el conservadurismo (la continuidad con el resto delsaber), la generalidad, la simplicidad, la refutabilidad, la modes-tia (cuanto menos se cambie en el saber ya aceptado, mejor), Sino me equivoco, el estudio de este tipo de virtudes -aunque nosean precisamente las que Quine yUllian enumeran, ni se carac-tericen como Quine y Ullian lo hacen- constituye un momentoconstitutivo de cualquier epistemologa que procure escapar anuestro dilema.

    Entonces, a partir de algunos propsitos de la epistemolo-ga clsica y de la propuesta modificada de la naturalizacin dela epistemologa -y ms all de sus diferencias que, en algunosaspectos, aparecen como ms superficiales que profundas- po-demos comenzar ya a dar cierto respaldo a la primera tesis: laepistemologa debe ser una reflexin en torno a cmo obtene-mos y calificamos los diversos saberes y, as, una reflexin conrelacin a cmo nos vamos conformando en tanto sujetos cog-noscentes y a cmo se obtienen y califican las diversas "tramasde creencias", tanto en la vida cotidiana como en las ciencias.

    Pero, por qu necesitamos y, no pocas veces, deseamos conansiedad obtener y calificar saberes? Por qu necesitamos y de-seamos convertirnos en sujetos cognoscentes con capacidadescada vez ms confiables, , ,?

    Lossaberes son nuestros amarres al mundo. De esos amarresy de su calificacin depende nuestra sobrevivencia y, en granmedida, la conduccin satisfactoria de nuestra vida. Por eso, dela calidad de esos saberes depende la calidad de nuestra vida.

    El lema normativo de la epistemologa clsica: "enmendarel entendimiento para saber de manera pertinente" contina,pues, siendo la propuesta inevitable de la epistemologa. Quie-re decir ello que el dilema inicial es un dilema genuino: o re-gresamos a lo que llam la versin primitiva de la epistemologanaturalizada, su versin descriptivista sin ninguna pretensinnormativa, o tenemos que defender, con la tradicin, que hayalgo as como un mtodo del saber o, al menos, condicionesprecisas, fijas y generales para obtener y calificar los saberes?

  • 7/21/2019 Pereda- Virtudes Epistmicas

    5/12

    46 CARLOS PEREDA

    Repito que se trata de un falso dilema puesto que tambindisponemos de las virtudes epistmicas. Vayamos, pues, a ellas.

    II

    Atendamos la tesis (2), Qu es una virtud epistmica? Lo queQuine, Ullian y otros autores entienden por virtudes son ras-gos o atributos de las tramas de creencias, de las hiptesis, delas teoras,"de los argumentos; en general, rasgos excelentes denuestros procedimientos para obtener y calificar los saberes; lla-mmoslas "virtudes epistmicas procedimentales". En cambio,lo que en la tradicin -a partir, sobre todo, de Aristteles- se haentendido como "virtudes intelectuales" son las virtudes de laspersonas, ciertas excelencias en tanto capacidades o rasgos decarcter que hacen que esas personas sean sujetos ms confia-bles de conocimiento que aquellas que carecen de tales rasgos;

    llammoslas "virtudes epistmicas personales". En ambos casosse estn calificando losprocesos de formacin de creencias, y sepropone que la evaluacin de esos procesos se realice teni~n-do en cuenta este doble grupo 'de virtudes. De esta manera,lajustificacin de las creencias se respalda en las propiedadesque rigen los procesos de formacin de creencias: tanto en loque atae a la "estructura" de los sujetos que conocen, comoa la estructura de los procedimientos para conocer, Dicho deotra manera, se defiende que una creencia estjustificada si esproducida por procesos cognitivos que son, en general, siste-mticamente confiables: por procesos cognitivos virtuosos. Alrespecto quiero detenerme un poco en el concepto que defien-

    de Sosa de virtud intelectual, de virtud epistmica personal.Segn Sosa, el conocimiento es el resultado no casual del ope-

    rar de una virtud intelectual: "Hemos llegado a la conclusinde que el conocimiento es la creencia verdadera, producto dela virtud intelectual, la creencia que resulta correcta en raznde la virtud y no slo por coincidencia."

    Sosa prosigue y elabora: "Para un conocimiento reflexivo ne-cesitamos adems una perspectiva epistmica que avale nuestracreencia por su origen en alguna virtud o facultad propia, Con-fiamos en nuestra propia correccin y sostenemos que nuestra

    EPISTEMOLOGA NATURALIZADA Y VIRTUDES EPISTMICAS 4 7

    creencia es correcta por su origen en una facultad o virtud con-fiables."5

    Sosa y otros a menudo identifican, pues, la virtudes con cier-tas facultades como la vista, el odo o la memoria.6 Su argu-mento es: si aprehender la verdad acerca de nuestro entorno seencuentra entre los fines del ser humano, entonces, por ejem-plo, la facultad de la vista ser una virtud de los seres humanos.Por otra parte, Sosa alude en el pasaje citado a su contraste delconocimiento reflexivo con el conocimiento animal (y mec-nico?). El conocimiento reflexivo requiere que los sujetos queconocen sepan cmo adquieren sus creencias; en cambio, esterequisito no es vlido para los otros tipos de conocimiento. Encone~in con este contraste Sosa distingue entre creencia apta y

    justificada. Laaptitud -9condicin externa del conocimiento-consiste en la confiabilidad de una facultad que genera la creen-cia;por el contrario, lajustificacin -o condicin interna- nosexige dar razones que respalden nuestras creencias y el lti-mo criterio -el "tribunal legtimo de ltima apelacin"- de la

    justificacin es cierto tipo de coherencia entre estas razones. Deesta manera, se trata de "exigir una coherencia amplia de ungrupo de creencias para la justificacin de sus miembros, una

    oherencia lo suficientemente amplia como para incluir meta-reencias sobre el nivel-objeto, las facultades que dan pie a ellas

    y la confiabilidad de esas facultades".7Entiendo por "poltica conceptual" la manera en que se carac-

    terizan los conceptos, se los interrelacionan y cmo se planteanlos problemas y se los discute a partir deesa trama de conceptosy no de otra. Como cualquier poltica, tambin sta conformavarias prcticas y posee diferentes consecuencias.

    Tanto en relacin con el concepto de virtud epistmica comorespecto del concepto de coherencia tengo algunas dudas sobrela poltica conceptual de Sosa.

    En primer lugar, sospecho que tal vez no es del todo fecundoidentificar facultades y virtudes, En favor de esta identifica-

    in tal vez se aduzca que, por ejemplo, una percepcin que

    5 Sosa 1991, p, 277.ti Cfr, tambin Greco 1992,7 Sosa 1991, p, 293,

  • 7/21/2019 Pereda- Virtudes Epistmicas

    6/12

    48 CARLOS PEREDA

    de manera sistemtica nos entregue informaciones equivoca-das acerca de nuestro medio ambiente no es, en realidad, unapercepcin, pues no podemos llamar "percepcin" a una per-cepcin que no cumpla para nada su cometido, esto es, a una

    percepcin sin cierto grado de virtud. Prefiero, sin embargo,-ms tradicionalmente- considerar que las virtudes epistmi-cas personales son los rasgos que ayudan al operar excelente deciertas facultades o capacidades como la percepcin, un pocoen el sentido en que las virtudes de unos ojos son los rasgos quecontribuyen al buen ejercicio de sus funciones. Reconocemosde este modo que cualquier facultad o capacidad puede ejercer-se virtuosa o viciosamente, As, se dir que una persona poseevirtudes epistmicas personales como la integridad epistmica,la cooperacin, el rigor, el espritu de rescate o interpretacinbenevolente (con estas ltimas expresiones se postula que inclu-so cuando el otro seequivoca, a menudo suelen poderse rescatar

    en sus errores algunas verdades y que, en varios sentidos, valela pena llevar a cabo este rescate).

    Por otra parte, esta manera de expresarnos es anloga a aqu~-lla que declara que las virtudes prcticas son rasgos que dirigeno favorecen cierto modo de desear, creer o actuar, como cuan-do afirmamos que tal desear es benevolente, que esa creenciaes mezquina, que aquel actuar es valiente. De este modo, facul-tades como la vista, el odo o la memoria podrn ser virtuosas oviciosas segn su operar epistmicamente ntegro o fraudulen-to, cooperativo o no, riguroso o inepto, con espritu de rescate

    o cerrado sobre s mismo, dogmtico.En segundo lugar, considero que el concepto de coherencia

    que Sosa propone es, por un lado, excesivamente heterogneoy,por ello, no slo puede conducir a errores y confusiones sinoque es difcilmente manejable, con dificultad se puede operarcon l. Y, por otro lado, a partir de este concepto se tiende adesdear un aspecto central de las virtudes epistmicas: su ca-rcter no necesariamente unitario e incluso, a veces, conflictivo.Segn Sosa, un concepto de coherencia epistemolgicamentetil debe incluir las siguientes caractersticas:

    EPISTEMOLOGA NATURALIZADA Y VIRTUDES EPISTMICAS 49

    (a) consistencia lgica;

    (b) "un alto graqo de interconexin: lgica, probabilstica,confirmatoria y explicativa".8 Con ello creo que Sosa se re-fiere a que ciertas creencias hagan ms probables a otras,

    que ciertas creencias confirmen a otras, que ciertas creen-cias expliquen a otras y todo ello de manera interrelacio-nada. Por otra parte, Sosa indica que hablar de "grados deinterconexin" ya nos aleja de un puro concepto "todo onada" de,consistencia lgica;

    (c) "amplitud (tanto en pluralidad como en alcance)",9 estoes, que la coherencia considere casos muy diferentes y de.manera lo suficientemente abarcadora, que tenga, pues,la virtud de la generalidad;

    (d) este tipo de coherencia "debe incluir una perspectiva epis-tmica, una explicacin al menos en lneas generales de

    los modos en que las creencias que pertenecen a varias ca-tegoras adquieren una justificacin epistemolgica: unaexplicacin de cmo logramos conocer varios tipos de co-sas abarcadas por creencias en ese grupo".lO

    (e ) interrelacin causal, esto es, que muchas creencias se re-lacionen causalmente entre s;11

    (1 ) "coherentes con las experiencias pertinentes de ese sujeto(lo cual puede tener sentido si suponemos que las expe-riencias pertinentes tienen su propio contenido proposi-

    . 1 )" 12Clona.. , .

    De esta manera, un concepto de coherencia, as caracteriza-

    do, da la clave-ncluso quiz un examen?- para lajustificacinde las creencias. Sin embargo, tiendo a pensar que esta manerade plantear el problema de lajustificacin de las creencias talvez elimina o pone en segundo plano las tensiones o inclusolos conflictos abiertos que pueden surgir entre los diferentes

    Il Sosa 1991, p, 96,

    ti bid" p,96,10 bid" p, 97,

    11 Cj'r, Sosa 1994, p,46,1 ~ bid,

  • 7/21/2019 Pereda- Virtudes Epistmicas

    7/12

    50 CARLOS PEREDA

    requisitos (a)-(f) que conforman este abarcador concepto decoherencia.

    Por ejemplo, Quine y Ullian observan que cierta tensin per-siste entre la virtud del conservadurismo -la manera en queestos autores entienden la coherencia- con las virtudes de la

    generalidad y la simplicidad y, por ejemplo, recuerdan que lateora de Einstein (corregida y suplementada por Lorentz yotros): "fue un caso esplendoroso en que se gan sencillez acosta de conservadurismo".

    Sin embargo, de inmediato se nos aconseja que tengamoscuidado:

    Perono permitamosque el esplendornosocultelaVirtudLCuan-do nuestra ruptura con elpasadoes excesiva,la imaginacinre-trocede; se necesitagenialidadpara construir la nueva teora, yse precisa de un gran talento para orientarnos a ella, Adems,inclusola revolucinde Einsteintenasuvetaconservadora.13

    Si reconstruimos, entonces, la virtud del conservadurismo-conservacin de nuestras creencias pasadas, compatibilidadcon ellas, , .- como una forma de coherentismo, quiz incluso -podamos decir que, en general, esta virtud necesariamente en-trar en conflicto con aquellas contrastaciones empricas quepongan en entredicho o refuten nuestras creencias actuales. Talvez sta sea otra manera de abordar la conocida tensin tradi-cional entre el fundamentismo empirista y el coherentismo; yhasta de, en algn sentido, reformular el "columpio" que indicaJ. McDowell entre el mito de lo dado y el coherentismo.14

    En cualquier caso, creo que es ms til no presuponeruna "unidad" de las virtudes epistmicas procedimentales alamparo de un concepto omniabarcante de coherencia; msbien, debemos introducir un concepto relativamente austerode coherencia o sistematicidad (para incluir tal vez la gradualinterconexin lgica yprobabilstica) y considerar virtudes pro-cedimentales como la contrastabilidad emprica, el poder ex-plicativo,15el poder predictivo en tanto otras virtudes. Nuestra

    13 Quine yUllian 1970, p, 48,14 Cfr,McDowell 1994, cap, L15 BasC. van Fraassen 1980,4.4,

    EPISTEMOLOGA NATURALIZADA Y VIRTUDES EPISTMICAS 51

    apacidad de juicio en cada caso tendr que tener en cuentastas virtudes, ya sea cuando se sitan en continuidad, ya sea

    cuando entran en conflicto.Algoanlogo puede indicarse tambin en relacin con lasvir-

    tudes epistmicas personales. Un momento de cualquier inte-

    gridad epistmica lo constituye el concepto de autonoma, laactividad de pensar, empleando trminos kantianos, no slo"por s mismo", sino tambin "de acuerdo consigo mismo". Sin

    mbargo, ello suele entrar en tensin con el reconocimiento denuestra inevitable heteronoma en tanto sujetos cognoscentes,de esa profunda dependencia epistmica a la que busca hacer

    justicia la virtud de la cooperacin. Al respecto, recordemos elhecho.tan reiterado de que vivimos en una cultura de expertos:de autoridades epistmicas, de "divisin del trabajo epistmi-

    o", Por otra parte, tensiones similares aparecen entre la virtuddel rigor y la virtud del espritu de rescate (seguramente, una

    tensin paralela a aquella que se da entre las virtudes prcticasde lajusticia y la caridad),Tal vez se quiera investigar: cul es lajerarqua que hay que

    stablecer entre las virtudes personales y las virtudes procedi-mentales? Mi sospecha es que no tiene sentido plantear unaomparacin entre los dos grupos de virtudes y, por lo tanto,

    si no se pueden comparar, no se pueden jerarquizar.Por ello, lo que me interesa ante todo comenzar a explorar

    !s que a partir de ambos grupos de virtudes estamos cambian-do de perspectiva en epistemologa: sustituimos un enfoqueatomstico centrado en un sujeto aislado que cree una creen-

    ia por dos enfoques holistas diferentes y hasta opuestos pero

    omplementarios. As, a partir de las virtudes personales en-frentamos los "escenarios del saber" desde el punto de vista delsujeto cognoscente y su conformacin y confiabilidad; en cam-bio, a partir de las virtudes procedimentales, lo hacemos conlos materiales que conforman la trama de los saberes, los rasgosde las creencias, las hiptesis, las teoras, los argumentos, .. (Sino me equivoco, el primer enfoque ha sido elaborado por loque tradicionalmente se ha llamado "teora del conocimiento"y el segundo por la "filosofa de la ciencia". Sin embargo, elfrecuente desconocimiento mutuo de estas disciplinas, conse-

  • 7/21/2019 Pereda- Virtudes Epistmicas

    8/12

    52 CARLOS PEREDA

    cuencia de una problemtica divisin de trabajo, ha conducidoa empobrecer y hasta a distorsionar ambos enfoques.)

    III

    Proponemos, entonces, como la poltica conceptual ms promi-soria en epistemologa la de distinguir entre diferentes virtudespersonales y procedimentales que en cada caso la capacidad de

    juicio tendr que sopesar en su empeo por lograr creenciasverdaderas yJustificadas. Hay, sin embargo, varias propiedadesque vinculan los dos grupos de virtudes y que permite calificar-los como "virtudes epistmicas": por un lado, en ambos gruposnos encontramos con caractersticas que promueven lajustifica-cin, la verdad y, por lo tanto, el saber; por otro lado, en ningncaso se trata de un "mtodo" en el sentido clsico, de criteriosprecisos, fijos y generales, esto es, de "criterios" en el sentidoms estricto de esta palabra, como conceptos "todo o nada",16

    Sin embargo, cul es la diferencia entre una virtud, sea per-sonal o procedimental, yun criterio preciso, fijo y general? Dirque un criterio es un conductor de justificacin, de verdad ode saber. En cambio, una virtud epistmica es un promotor de

    justificacin, de verdad o de saber.Atendamos un poco a esta distincin entre conductores ypro-

    motores, Por ejemplo, la deduccin es un criterio preciso, fijo ygeneral. Si las premisas son verdaderas y la conclusin se respal-da deductivamente en las premisas, entonces, necesariamentela conclusin es verdadera. En este sentido, la deduccin es unconductor de verdad: la deduccin transmite necesariamentela verdad de las premisas a la conclusin. De ah que podamos

    considerar la deduccin como un criterio preciso, fijo y gene-ral para calificar los resultados de los diferentes razonamientos(estamos, pues, ante un concepto "todo o nada"): fuera de losrazonamientos deductivos, los otros resultados slo tendrn al-gn grado de probabilidad o aceptabilidad. Sin embargo, notodos los conductores son de esta clase. Todo conductor trans-mite algo, pero esto no significa que lo haga usando conceptos"todo o nada", mediante criterios precisos, fijos y generales, o

    16 Cfr, Pereda 1994,

    EPISTEMOLOGA NATURALIZADA Y VIRTUDES EPISTMICAS 53

    cmpleando lo que podramos llamar "conductores criteriales".Tambin existen conductores "no-criteriales", Por ejemplo, lasvirtudes epistmicas son conductores no-criteriales de lajustifi-cacin de nuestras creencias. As, por ejemplo, si una creencia:s el resultado del funcionamiento virtuoso de las habilidades

    ele un sujeto cognoscente, se encuentra relacionada sistemti-camente con el resto de sus creencias, est bien contrastada:mpricamente y exhibe un gran poder predictivo, entonces tal

    creencia es, hasta cierto grado, una creencia justificada.En cambio, las virtudes epistmicas, personales o procedi-

    mentales, no son conductores sino promotores de verdad y, eng-eneral,de saber.

    Un promotor de x inicia x, ayuda a lograr x, difunde x, ac-Iiva una accin que conduce a x y que, en la ausencia de esaactivacin, esa accin se encontrara paralizada o amortiguada.Por supuesto, un promotor de x no es un conductor dex en elsentido en que se dice que la deduccin es un conductor de ver-

    dad, pues un promotor dex no puede ofrecer ninguna garantapara obtener x, Qu efectos tiene para las virtudes epistmi-cas, sean personales o procedimentales, indicar que se trata depromotores y no de conductores de verdad y, en general, desaber? Para responder a esta pregunta me limitar a tomar enconsideracin slo virtudes epistmicas procedimentales comola sistematicidad (cuyo primer momento es la consistencia lgi-ca), la contrastabilidad emprica, el poder predictivo, el poderexplicativo,

    En primer lugar, el resultaqo del operar de las virtudes epis-I(:micasprocedimentales es inevitablemente falible. En este sen-1ido, siempre son posibles las clusulas adversativas del tipo: la

    creencia c se encuentra sistemticamente vinculada con el restode nuestro sistema de creencias, est bien contrastada empri-camente -y tiene muchos contrastadores potenciales-, poseegran poder predictivo y gran poder explicativo; no obstante,(' es una creencia falsa y, por lo tanto, ningn saber.

    En segundo lugar, la lista y el significado de las diferentesvirludes epistmicas no es preciso, fijo y general: ha tenido ysigue teniendo un importante rango de variaciones histricas.llay virtudes epistmicas que aparecen, se "atrincheran" yluego(lcsaparecen en el curso de las investigaciones, E incluso entre

  • 7/21/2019 Pereda- Virtudes Epistmicas

    9/12

    54 CARLOS PEREDA

    las virtudes ms resistentes a las "revoluciones" cientficas sucomprensin y su valor suelen modificarse. Por ejemplo, lo quese ha entendido por poder explicativo desde el siglo XVII hastala actualidad ha sufrido diversificaciones y cambios. En el sigloXVII el ideal era la explicacin de mecanismos del tipo del reloj.

    Luego se busc mayor abstraccin procurando explicacionespor leyes; a su vez, estas explicaciones por leyes han sufridodiferentes variaciones; son muy diferentes las explicaciones porleyes en la mecnica que las explicaciones por leyes que implicantransformaciones de energa, como las leyes de la fisiologa.17

    En tercer lugar, el funcionamiento de las virtudes epistmi-cas es gradual. Esto es, conceptos "todo o nada" no rigen estefuncionamiento, Hay grados de sistematicidad, de contrastabi-lidad emprica, de poder explicativo, de poder predictivo.

    En cuarto lugar, incluso suponiendo una lista relativamentefija de virtudes epistmicas con significado relativamente fijo-por ejemplo, suponiendo que el operar de ciertas virtudes

    epistmicas en una comunidad cientfica estable en cierto tiem-po las hace relativamente invariables-, las virtudes epistmicasprocedimentales a menudo entran en conflicto. Supongamosque en relacin con un problema las creencias Cl tienen alta-contrastabilidad emprica pero poco poder explicativo y, a lainversa, las creencias C2 poseen poca contrastabilidad empricay mucho poder explicativo; en tal caso no est nada claro quelo racional sea retener c}y rechazar C 2; segn la circunstanciahabr que sopesar varias consideraciones.18

    17 Cfr,Martnez 1997,

    18 Por ejemplo, consideremos algunas teoras sobre el poder en las cien-cias sociales. En las llamadas "teoras conductistas" sobre el poder, la virtud

    epistmica determinante de la investigacin es la contrastabilidad emprica,pensada como estudio del comportamiento puramente observable de ciertosactores; la concepcin conductista de la contrastabilidad emprica fue muy in-fluyente durante varias dcadas a partir de los aos 30, De ese modo, quienprevalece en las decisiones en relacin con conflictos observables es quien tie-ne ms poder, As, seala Dahl que la hiptesis de una clase dominante encierta sociedad slo se puede defender si hay "casos que conlleven decisionespolticas clave en las cuales las preferencias de la elite dominante hipottica seoponen a las de cualquier otro grupo adecuado que pueda sugerirse", y si "entales casos, por lo general prevalecen las preferencias de la elite" (Dahl 1957,p, 466), Por supuesto, slo se estudian las preferencias que se hacen conscien-

    EPISTEMOLOGA NATURALIZADA Y VIRTUDES EPISTMICAS

    i no me equivoco, algo anlogo a lo dicho en relacin conlas virtudes procedimentales puede afirmarse respecto de lasvirtudes personales. Rechazo, pues, cualquier intento de dar

    Wmentey se exhiben en la accin; de antemano se desecha la hiptesis de que

    pueda haber algo as como preferencias inarticuladas o no observables, que,sin embargo, podran explicar convincentemente ciertas situaciones de hecho,1':1poder explicativo es una virtud que en ningn caso puede colocarse a lapar de la contrastabilidad emprica, Sin embargo, no es difcil observar, comoBachrach y Baratz indican, que en tales teoras se est olvidando "elhecho deque el poder pU'ede ser ejercido, y a menudo lo es, mediante la restriccindel alcance de la toma de decisiones" (Bachrach y Baratz 1970, p, 6), Ademsde los procesos observables de decision-making, quien se ocupa del poder de-be tambin ocuparse en problemas como los de la coercin, la influencia, laautoridad, la fuerza, la manipulacin, Hay, sin embargo, un presupuesto quecomparten las teoras conductistas y crticos como Bachrach y Baratz: si "nohayconflicto, manifiesto u oculto, debemos suponer que hay un consenso conrespecto a la designacin dominante de valores, en cuyo caso dejar de tomardecisiones es imposible" (ibid" p,49), En estos crticos, pues, aunque virtudescomo la sistematicidad y el poder explicativo se toman muy en cuenta, en l-

    timo trmino, estas virtudes se subordinan a la virtud de la contrastabilidademprica (entendida esta virtud, repito, como la entiende el conductismo) y,por eso, su discusin del poder permanece muy limitada, sta esla conclusina la que llega Steven Lukes: por un lado, no hay que olvidar que "Apuedeejercer un poder sobre B hacindolo que haga lo que no quiere hacer, perotambin puede ejercer un poder sobre l moldeando, determinando o influ-yendo en sus deseos mismos" (Lukes 1974, p, 23). Por otro lado, lejos de tenerque situar el problema del poder en relacin con conflictos: "no es impedir,en cualquier grado, que la gente tenga motivos de sufrimiento moldeandosus percepciones, conocimientos y preferencias de manera tal que acepten supapel en el orden de cosas existentes (ya sea porque no puedan concebir oimaginar una alternativa a ese orden, o porque lo conciben como natural einmutable, o porque creen que corresponde a un orden divino y benfico)la forma ms insidiosa y suprema de ejercitar el poder?" (ibid" p, 24), En es-te sentido, hay que recordar que M, Foucault desarrolla sus estudios sobre elpoder precisamente en esta direccin: Foucault insiste en que todo poder seconstituye como un conjunto de relaciones asimtricas y cambiantes que con-forman nuestras creencias, deseos, emociones y proyectos de vida, Por eso,para investigar el poder en su materialidad hay que ir al nivel de las diferentes"microprcticas" y a las "tecnologas polticas" que las configuran, entre otras,a las relaciones de poder en las prisiones, los hospitales, las iglesias y demsinstituciones (cfr, Foucault 1975), Sin duda, las polticas conceptuales de LukesyFoucault carecen de la virtud de la simplicidad, virtud que poseen las de Dahlo Bachrach y Baratz, pues -entre otras dificultades- implican de caso en casosopesar muy en serio diferentes virtudes procedimental es, pero (tenemos querepudiarlas simplemente por ello?

    55

  • 7/21/2019 Pereda- Virtudes Epistmicas

    10/12

    56 CARLOS PEREDA

    una jerarqua fija de las diferentes virtudes en el interior deambos grupos de virtudes epistmicas; rechazo cualquier pro-puesta de elegir a priori en qu orden tienen que predominarlas virtudes en relacin con nuestra capacidad de juzgar.

    Se objetar: se ha hablado de las virtudes epistmicas, tan-

    to personales como procedimentales, como si se tratase de ungrupo fcil de caracterizar. Sin embargo, por ejemplo, cmodistinguir entre las virtudes epistmicas, por un lado, y otrosrecursos epistmicos y otra clase de virtudes no epistmicas co-mo lasvirtudes morales, por otro? Consideremos los siguientesejemplos:

    (a) levantarse temprano y cantar en la ducha suscita las mejo-res ideas en una persona P;

    (b) la contrastabilidad emprica es una virtud procedimental;

    (c) la integridad moral de una persona P promueve el saber.

    Creo que ladiferencia entre un recurso epistmico como (a)yuna virtud epistmica como (b) es ms o menos visible: radi-ca en que en (a) nos encontramos ante un rasgo o estrategiaaccidental para obtener saber, en cambio, en (b) estamos anteun rasgo o estrategia sistemtica. Por supuesto, la diferencia en-tre rasgos o estrategias accidentales y sistemticas es emprica;si,por ejemplo, descubrisemos que la accin de levantarse tem-prano y cantar en la ducha tiene una altsima correlacin conla produccin de teoras cientficas geniales, entonces, habraque ponerse a investigar qu mecanismos se ponen enjuego ental correlacin y qu leyes rigen esos mecanismos (para distin-guir una correlacin casual de una causal) y, acaso, podramos

    terminar concluyendo que, en relacin con (a), nos encontra-mos ante una virtud epistmica fundamental.Ms complicado es, creo, distinguir las virtudes epistmicas

    personales de lasvirtudes morales. Por ejemplo, la integridad esambas cosas yes complicado decidir cundo termina la integri-dad moral yempieza la integridad epistmica. Sin embargo, dequ estoy hablando? Solemos pensar la virtud de la integridadmoral grosso modo como la adhesin a cierto cdigo de valores,

    junto con la honestidad y lealtad hacia ese cdigo, adems delcoraje que implica su defensa y puesta en obra. Eneste sentido,

    EPISTEMOLOGA NATURALIZADA yVIRTUDES EPISTMICAS 57

    la integridad epistmica parecera ser una virtud ms firme,Incluso ms central, que la integridad moral. Pues se puedeser moralmente ntegro y moralmente repugnante (pensemos

    11 un militante nazi con integridad moral) y, en cambio, losvalores a los que se adhiere quien es epistmicamente ntegro

    Uustificacin de las creencias, verdad, saber. . ,) no son acasoIrrenunciables en cualquier empresa epistemolgica? Esto es,t u integridad moral evita algunas formas de corrupcin, perono evita la corrupcin misma de los valores a que somos leales(de este modo, la integridad es casi otra palabra para "auten-ticidad"). Por el contrario, la integridad epistmica se opone a'ualquier forma de corrupcin epistmica. Lamentablemente,;sto ltimo no es del todo cierto. Tambin la integridad epis-cmica:si no se tienen otros factores en cuenta, si la capacidadde juicio no sabe ubicar los escenarios del saber en la trama.Ielresto de las preocupaciones de la vida humana, puede con

    facilidad degenerar en alguna forma de fanatismo.

    Perolo que msimporta en esta discusin es recordar que res-paldando a ambas modalidades de la integridad encontramosc:iertosrasgos comunes: la firmeza de carcter e independenciade pensamiento que implica toda lealtad a las propias convic-

    iones y que, en ciertos casos, podemos describir de maneraepistmica y, en otros, de manera moral. Creo, no obstante,que la existencia de una zona de penumbra entre la descrip-;i6n de una virtud como epistmica o como moral slo debera

    despertar ansiedades en quien confunda el vrtigo simplifica-dor con una virtud, 19

    Podemos ya volver a considerar las propiedades que hacen

    de las virtudes epistmicas promotoras de saber y conductorasno-criteriales de justificacin y verdad: la falibilidad, la histori-'idad, la gradualidad y el potencial conflictivo del operar de las

    virtudes eRistmicas. Teniendo en cuenta estas propiedades ysu inevitable referencia al operar de nuestra capacidad dejuiciopodemos decir que lanormatividad de estas virtudes, como laIlormatividad de cualquier promotor, no es una "normatividadrfgida" sino una "normatividad reflexiva".

    19 Cfr. Zagzebski 1996,

  • 7/21/2019 Pereda- Virtudes Epistmicas

    11/12

    58 CARLOS PEREDA

    El ideal de una normatividad rgida es la normatividad deun algoritmo. En una normatividad rgida encontramos slocriterios precisos, fijos y generales (conceptos "todo o nada").As, la aplicacin de normas rgidas no tiene para qu tener encuenta las prcticas particulares en que se aplica esa norma; nos

    encontramos ante una aplicacin acontextual, ante una aplica-cin a menudo mecnica o cuasi mecnica. Buenos ejemplosde normatividad rgida lo conforman los sistemas deductivos;como ejemplos conocidos de pretendida normatividad rgidapodemos recordar los viejos intentos de demarcar la ciencia dela metafsica en Carnap (principio de verificabilidad) o la cien-cia de la pseudociencia en Popper (principio de falsacin).

    Por el contrario, una normatividad reflexiva no puede ejer-cerse ms que tomando muyen serio la prctica concreta en quese aplica; ms todava, con frecuencia cualquier normatividadreflexiva slo puede hacerse presente como parte del procesode hacer explcita la prctica que sta gobierna.2o As, cualquier

    normatividad reflexiva se introduce y se evala como se intro-duce y se evala una conjetura: se proponen ciertas virtudesy reglas y luego se observa qu implica operar con ellas, dequ prcticas de conocimiento forman parte y qu mximas deconducta nos proponen, as como a qu nos conduce seguirlas,si a partir de ellas la investigacin avanza o se estanca (recor-demos que a partir de algunos xitos empricos de hoy suelenformularse las normas epistmicas de maana).

    Por eso, cualquier normatividad reflexiva apela al ejerciciode nuestra capacidad de juzgar: de sopesar diversas conside-raciones, Por ejemplo, para que la capacidad de juzgar puedatratar (balancear, evaluar. . , ) lajustificacin de una creencia c,

    hay que tener en cuenta parmetros, resultados de tradicionesdiversas, virtudes personales como la integridad epistmica, lacooperacin, el rigor o el espritu de rescate yvirtudes procedi-mentales como la sistematicidad, la contrastabilidad emprica,el poder explicativo, el poder predictivo. Al sopesar estas virtu-des, la capacidad de juzgar no podr olvidar que estamos anteparmetros falibles, histricamente variables, graduales y po-tencialmente conflictivos.

    20 Cfr, Brandom 1994,

    EPISTEMOLOGA NATURALIZADA Y VIRTUDES EPISTMICAS 59

    IV

    Regresemos a nuestro dilema: o se retienen las aspiracionesnormativas rgidas de la epistemologa clsica o se reduce la

    pistemologa a una ciencia descriptiva (como se sugiere en la

    propuesta original de la epistemologa naturalizada). Sin em-bargo, tal vez tengamos que reformular la primera opcin deldilema y, en relacin con la normatividad rgida, haya que dis-tinguir entre:

    (a) su car'ctera priori, y

    (b) su carcter algortmico o, al menos, su ideal algortmico,

    .Un concepto de normatividad rgida incluye (a) y (b), o te-nemos la posibilidad de rechazar (a) y aceptar (b)? Consideroque la propiedad definitoria de la normatividad rgida es (b) y,as,se podra, por ejemplo, considerar una normatividad rgidaa IJriori y una normatividad rgida convencional. No obstante,tambin tiendo a pensar que cuando se habla de una norma-tividad a priori en sentido estricto se presupone, en todos los;asos, una normatividad rgida. Hablo de un a priori en sen-Lido estricto?, pues tambin se puede hablar de un a priorimetodolgico?, de un a priori histrico? , . , y en estos casos,1'10 tenemos por qu obligarnos a una normatividad rgida,

    Entonces, o hay un mtodo del saber, condiciones precisas,rUasy generales, conceptos "todo o nada" para obtener y eva-luar lasjustificaciones de las creencias, o "todo vale". Esto es:o defendemos una' normatividad a priori o cuasi a priori, oIIOS resignamos a un descriptivismo neutral a cualquier nor-

    11Iatividad,He dicho que se trata de un falso dilema, pues elpresupuesto comn a ambas opciones del dilema radica en afir-mar que no hay otro tipo de normatividad que la normatividadrCgida;de esta manera, se reduce toda posibilidad de "normati-vidad" epistemolgica a la normatividad a priori, o al menos, ala normatividad precisa, fija y general de la aplicacin mecni-ca o cuasimecnica de ciertos criterios. Sin embargo, apenas seilltroduce la normatividad reflexiva, normatividad falible, his-1.6rica,gradual, conflictiva, normatividad propia de las virtudest:pistmicas, el dilema desaparece.

  • 7/21/2019 Pereda- Virtudes Epistmicas

    12/12

    60 CARLOS PEREDA

    En efecto, a partir de los materiales que nos ofrecen vir-tudes epistmicas que hoy consideramos imprescindibles, porejemplo, virtudes personales como la integridad epistmica, lacooperacin, el rigor yel espritu de rescate, yvirtudes procedi-mentales como la sistematicidad, la constrastabilidad emprica,

    el poder explicativo, el poder predictivo, , .y sus variadas tra-diciones, podemos retener las aspiraciones normativas de laepistemologa clsica y, a la vez, "naturalizar" una y otra vezesta normatividad reflexiva a partir de los materiales que nosofrecen la psicologa, las ciencias cognitivas, la inteligencia arti-ficial, las neurociencias, la biologa, la sociologa yla historia delsaber. No tenemos ya que elegir, pues, entre una normatividada priori o, por lo menos, precisa, fija y general, y una episte-mologa naturalizada puramente descriptiva, sin pretensionesnormativas. La disolucin del dilema, por un lado, nos enseaque la epistemologa no puede dejar de ser a la vez normativay emprica: los modelos epistemolgicos se ponen a prueba y

    se evalan de modo anlogo -aunque no idntico- a como seponen a prueba y se evalan los otros modelos cientficos, y enel curso de las investigaciones perecen algunos y permanecenotros.

    Por otro lado, esta disolucin nos deja entrever que la nor-matividad reflexiva (que incluye tambin en s normas rgidas,aunque no se limita a ellas) y los saberes proposicionales per-tenecen a una trama histrica compleja en cuyo interior sedesarrolla algo as como un crculo virtuoso o, si se prefiere,un movimiento en espiral crtica regido por las virtudes epist-micas, tanto personales como procedimentales, entre normasy saberes proposicionales, entre saberes proposicionales y nor-

    mas. Es en esta espiral crtica donde se conforma y se corrige lacapacidad dejuzgar. Una buena epistemologa -que si es "bue-na", inevitablemente tendr que ser normativa y naturalizada-debe preocuparse por todo ello.

    BIBLIOGRAFfA

    Bachrach, Peter y S, Morton Baratz, 1970, Power and Poverty, Theoryand Practice, Oxford University Press, Nueva York,

    EPISTEMOLOGA NATURALIZADA Y VIRTUDES EPISTMICAS 61

    Brandon, Richard, 1994, Make it Explicit: Reasoning, and DiscursiveCommitment, Harvard College, Cambridge,

    Dahl, RobertA" 1957, "ACritique ofthe Ruling Elite Model", AmericanPolitical Science Review, 52, pp. 463-469.

    ancy, jonathan y Ernest Sosa (eds,), 1992, A Companion to Epistemology,Basil Blackwell, Oxford,

    l~oucault,Michel, 1975, Surveiller et punir, Gallimard, Pars,reco,john, 1992, "Virtue Espistemologie", en Dancy y Sosa 1992.

    Lukes, Steven, 1974, Power: A Radical View, Macmillan, Essex,Martnez, Sergio, 1997, De los efectos a las causas, UNAM/Paids,

    Mxico,McDowell,john, 1994, Mind and World,Harvard University Press,Pereda, Carlos, 1994, Vrtigos argumentales, Una tica de la disputa,

    Anthrops, Barcelona.uine, W.v.O., 1969, "Epistemology Naturalized", en Ontological Rel-

    ativity and Other Essays, Columbia University Press, Nueva York,- , 1986, "Reply to Morton White", en Lewis Hahn y Paul Schilpp

    (eds,), The Philosophy ofWVO. Quine, Open Court, La Salle, II.-yj$,Ullian, 1970, The Web of Belief, Random House, Nueva York,

    Sosa, Ernesto, 1991, Knowledge in Perspective, Cambridge UniversityPress, Cambridge.

    - , 1994, "Virtue Perspectivism: A Response to Foley and Fumerton",en E, Villanueva (ed.), Truth and Rationality, PhilosophicalIssues.

    'Ioulmin, Stephen, 1961, Foresightand Understanding, Harper and Row,Nueva York y Evanston,

    Vnn Fraassen, Bas C., 1980, The Scientific Image, Oxford UniversityPress. [Versin castellana: La imagen cientfica, UNAM/Paids,Mxico, 1996.]

    I',ngzebski, Linda, 1996, Virtues of the Mind: An Inquiry into the Natureo/ Virtue and the Ethical Foundations of Knowledge, Cambridge Uni-versity Press, Cambridge,