Pepinillo del diablo

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Puebla de cazalla a 5 de julio de 2013 La historia del Pepinillo del diablo Mi abuelo, Manuel Rodríguez Ávalos, me contaba en 1980, cuando me encontraba realizando un trabajo de campo sobre el “Pepinillo del Diablo”, (Ecballium elaterium), en un solar sin edificar por las inmediaciones de Ciudad Jardín, Sevilla, para el departamento de Biología en la Escuela Universitaria del Profesorado de E.G.B., denominada familiarmente entre los estudiantes, “la Normal”, su conocimiento acerca de esta planta considerada por la “gente de campo” una mala hierba, que según su padre, Manuel Rodríguez Alcedo, mi bisabuelo, era costumbre frecuente que muchas personas plantasen su melonar y/o sandiar, los cuales había que cuidar especialmente de noche, y para evitar que la gente los sustrajesen se solía cruzar con algunas matas de sandías. El resultado era un fruto bastante grueso y de un atractivo y sugerente color, pero de un sabor intensamente amargo, lo que solía hacer desistir de sus futuras intenciones a los amigos de lo ajeno. Esto lo contaba como he dicho, mi bisabuelo. La leyenda puede tener cierto contenido real, ya que ambas especies, sandía (Citrullus lanatus) y pepinillo del diablo (Ecballium elaterium), pertenecen a la familia de las CUCURBITÁCEAS, cuya polinización y posterior fecundación artificial entre ellas, podría ser viable. Este gran grupo botánico incluye como sabemos, a sandías, melones, pepinos, calabacines, calabazas, cidras, etc. Sea como fuere, la historia que me contó mi abuelo me encantó y quería contárosla ahora. (Ecballium elaterium). Descripción botánica. Única especie del género Ecballium, es una planta herbácea perenne, monoica, término procedente del griego que significa una sola casa, las flores masculinas y femeninas se encuentran separadas pero en el mismo pie de planta, rastrera, hasta dos metros y medio de largo en algunos ejemplares. Los tallos son carnosos, pubescentes, que presentan una profusa vellosidad a lo largo de los mismos. Las hojas, con borde ligeramente dentado y ondulado, son largamente pecioladas, es decir, con un desarrollado pecíolo para su adecuado sostén, el limbo, que como sabemos es la parte ensanchada de las hojas típicas y por extensión de sépalos y pétalos, es acorazonado hasta triangular, puede llegar a medir 10 cm de largo, presenta, al igual que los tallos, una prominente pubescencia por el envés que le confiere una gran aspereza. Las flores masculinas se encuentran formando grupos y las femeninas solitarias. El cáliz presenta cinco hendiduras que se corresponden con el mismo número de pétalos de una corola amarilla clara, con tres estambres. El ovario, ínfero, es decir, se desarrolla por debajo del cáliz, igual que en melones, sandías y pepinos, se transforma, tras la polinización, y posterior fecundación, en un fruto verde pubescente y áspero de hasta 5 cm de largo por 2,5 de ancho. Este fruto, al alcanzar la madurez, debido al aumento de la presión hidrostática interior, salta del pedúnculo que le une al tallo a la más mínima perturbación, dispersando las semillas, dispuestas de forma muy ordenada en el interior del mismo, junto con un jugo verde-claro, hasta una distancia, aunque parezca increíble, de 3 m

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Historia sobre el "pepinillo del diablo" que contaba su bisabuelo al maestro de nuestro centro (CEIP San José de La Puebla de Cazalla - Sevilla - España) D. Basilio González, y trabajo de campo y actividades en clase realizados por éste y su grupo de alumnos sobre esta planta.

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Puebla de cazalla a 5 de julio de 2013

La historia del Pepinillo del diablo

Mi abuelo, Manuel Rodríguez Ávalos, me contaba en 1980, cuando me encontraba realizando un trabajo de campo sobre el “Pepinillo del Diablo”, (Ecballium elaterium), en un solar sin edificar por las inmediaciones de Ciudad Jardín, Sevilla, para el departamento de Biología en la Escuela Universitaria del Profesorado de E.G.B., denominada familiarmente entre los estudiantes, “la Normal”, su conocimiento acerca de esta planta considerada por la “gente de campo” una mala hierba, que según su padre, Manuel Rodríguez Alcedo, mi bisabuelo, era costumbre frecuente que muchas personas plantasen su melonar y/o sandiar, los cuales había que cuidar especialmente de noche, y para evitar que la gente los sustrajesen se solía cruzar con algunas matas de sandías. El resultado era un fruto bastante grueso y de un atractivo y sugerente color, pero de un sabor intensamente amargo, lo que solía hacer desistir de sus futuras intenciones a los amigos de lo ajeno.

Esto lo contaba como he dicho, mi bisabuelo. La leyenda puede tener cierto contenido real, ya que ambas especies, sandía (Citrullus lanatus) y pepinillo del diablo (Ecballium elaterium), pertenecen a la familia de las CUCURBITÁCEAS, cuya polinización y posterior fecundación artificial entre ellas, podría ser viable. Este gran grupo botánico incluye como sabemos, a sandías, melones, pepinos, calabacines, calabazas, cidras, etc. Sea como fuere, la historia que me contó mi abuelo me encantó y quería contárosla ahora.

(Ecballium elaterium). Descripción botánica.

Única especie del género Ecballium, es una planta herbácea perenne, monoica, término procedente del griego que significa una sola casa, las flores masculinas y femeninas se encuentran separadas pero en el mismo pie de planta, rastrera, hasta dos metros y medio de largo en algunos ejemplares. Los tallos son carnosos, pubescentes, que presentan una profusa vellosidad a lo largo de los mismos. Las hojas, con borde ligeramente dentado y ondulado, son largamente pecioladas, es decir, con un desarrollado pecíolo para su adecuado sostén, el limbo, que como sabemos es la parte ensanchada de las hojas típicas y por extensión de sépalos y pétalos, es acorazonado hasta triangular, puede llegar a medir 10 cm de largo, presenta, al igual que los tallos, una prominente pubescencia por el envés que le confiere una gran aspereza. Las flores masculinas se encuentran formando grupos y las femeninas solitarias. El cáliz presenta cinco hendiduras que se corresponden con el mismo número de pétalos de una corola amarilla clara, con tres estambres. El ovario, ínfero, es decir, se desarrolla por debajo del cáliz, igual que en melones, sandías y pepinos, se transforma, tras la polinización, y posterior fecundación, en un fruto verde pubescente y áspero de hasta 5 cm de largo por 2,5 de ancho. Este fruto, al alcanzar la madurez, debido al aumento de la presión hidrostática interior, salta del pedúnculo que le une al tallo a la más mínima perturbación, dispersando las semillas, dispuestas de forma muy ordenada en el interior del mismo, junto con un jugo verde-claro, hasta una distancia, aunque parezca increíble, de 3 m

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Su nombre proviene del griego ekballion, que significa arrojar, haciendo referencia, como hemos comentado anteriormente, a la forma tan curiosa e interesante de dispersión de las semillas. El fruto y toda la planta contienen una alta concentración de elaterina, sustancia muy amarga y altamente tóxica, por lo que hay que prestar especial cuidado cuando trabajemos con esta especie, es muy importante no tocarse los ojos y lavarse las manos tras su manipulación.

Esta planta la podemos encontrar en cunetas, baldíos, márgenes de caminos, solares abandonados, ya que es muy resistente, aguantando perfectamente las condiciones meteorológicas adversas. Es conocida desde la más remota antigüedad en toda la Península con multitud de nombres y acepciones vernáculas; a continuación os mostraré algunas de ella que podéis ampliar en cualquier manual de botánica:

• EN ANDALUCÍA Y EXTREMADURA: verde lobo y/o berdelobo. • CASTILLA: alficoz, balsamina picante, calabacilla hedionda, cocombrillo salvaje,

cogombrillo amargo, cohombro, cogombro silvestre, cohombrillo, cohombrillo amargo, cohombro, cohombro amargo, cohondrillo amargo, cojombrillo, hierba del diablo, meloncicos, meloncillos del diablo, meloncillos locos, momordico, pan de puerco, pepinillo, pepinillo amargo, pepinillo borde, pepinillo del diablo, pepinillo loco, pepino amargo, pepino borde, pepino de lagarto, pepino del diablo, pepinos amargos, pepinos de lagarto…

A continuación os mostraré una serie de fotografías que he realizado en la vereda que une la carretera de “Los santos” con la carretera de Morón de la Frontera, donde pude localizar en uno de los márgenes una población muy interesante. La calidad de algunas fotos deja algo que desear ya que la cámara empleada es una compacta “normalita y corriente”, “Coolpix L 11 de “Nikon”.

El trabajo de campo se complementó con diferentes actividades en mi clase, observación con microscopio y lupa binocular, lupa normal, cúter para diseccionar y diverso material de dibujo. Espero que sea de vuestro agrado y hayamos colaborado mínimamente en el conocimiento de la NATURALEZA.

Saludos, y hasta la próxima. Basilio González Rodríguez, maestro de Primaria, CEIP San José.

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RELACIÓN DE FOTOS HECHAS EN LA ZONA OBJETO DE ESTUDIO

1ª- Vista general de la planta

2ª- Flores agrupadas en racimos

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3ª- Detalle de flor completamente desarrollada

4ª- Los pétalos pueden variar del amarillo claro a un tono más intenso.

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5ª- Hoja mostrando el largo y poderoso pecíolo que la une al tallo,

el cual presenta gran pilosidad. El borde es lobulado y dentado.

6ª Frutos en fase de desarrollo 7ª Obsérvese el fruto formándose por debajo

del cáliz, ovario ínfero.

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8ª-Larva de mariquita de once puntos (Epilachna argus), orden Coleoptera,

familia coccinellidae.

9ª- Detalle de baya de Ecballium y una hoja. En el centro podemos observar

Una larva de mariquita de once puntos, (Epilachna argus).

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10ª- Ejemplar adulto de mariquita de once puntos, (Epilachna argus). Ecballium le proporciona cobijo y protección a Epilachna. La mariquita le libera de áfidos (pulgones), su principal fuente de alimento.

11ª- Si nos fijamos con atención, podemos observar tres ejemplares de

( Epilacha argus), lo que nos demuestra la relación tan estrecha de estos

Coleópteros con la planta.

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TRABAJO REALIZADO EN EL AULA

12ª Detalle de hojas y frutos preparados para su estudio

13ª- Detalle de flor, hoja y fruto

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14ª- Se ha efectuado un corte longitudinal de dos bayas. Las semillas se disponen en dos filas perfectamente simétricas y paralelas, distribución que facilita su expulsión al exterior.

15ª- Las semillas se encuentran sumergidas en un jugo de sabor intensamente amargo y muy tóxico, que por el aumento de la presión hidrostática provoca la expulsión violenta al exterior.

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16ª- Conjunto de semillas extraídas de uno de los frutos.

17ª- Las semillas están protegidos por una cubierta coriácea que les permiten resistir las duras condiciones del terreno y el clima hasta su germinación.

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18ª- Dibujo a lápiz de hoja y fruto de la planta. 03/07/13

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19ª- Boceto de Ecballium elaterium, 04/07/13

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20ª-Dibujo terminado de ejemplar de Pepinillo del Diablo, (Ecballium elaterium), con detalle de flor, hoja y fruto. Obsérvense la distribución simétrica de las semillas. 05/07/13

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21ª- Dibujo donde se señalan las partes más significativas de la planta..

1º- HOJA. 4º- FRUTO MADURO. 7º- PEDÚNCULO

2º- FLOR. 5º- SECCIÓN DE FRUTO.

3º- FRUTO DESARROLLÁNDOSE. 6º- PECÍOLO.

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22ª- Vista de la vereda que une la carretera de Morón con la de “Los Santos”; a la izquierda se encuentra la población objeto de estudio.

Saludos, y hasta la próxima. Basilio González Rodríguez, maestro de Primaria, CEIP San José.

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