Pepina y la Río Puelo

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Pepina y la Rio Puelo

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pepina y los canales de Aysén sobre su embarcación

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Pepina y la Rio Puelo

Autor: René Julio Milla Auger

Dedicada a los tripulantes de la Lancha Río Puelo

y su capitán Gilberto Albatros

Tomamos el fiordo de Aysén y el capitán Gilberto Albatros, al mando de nuestra

querida nave se internaba hacia los canales de Aysén, nunca después de todos

los recorridos que he hecho por estas aguas, las había visto de ese color, verdoso

grisáceo, el capitán comenzaba a oler la tormenta y la lancha cortaba haciendo

olas gigantescas de más de cinco metros de altura, las cuales se volvían millones

de perlas cristalinas, flotando en el aire, llevadas por el viento y devueltas a las

tormentosas aguas del Fiordo de Aysén, una y otra vez, miraba y cada avance de

la nave se mostraban diversas figuras que me hacían comprender que realmente

nunca había puesto atención, al salto del agua que se formaba a nuestro

alrededor, gotas grandes y otras pequeñas, perlas por doquier que desaparecen

envueltas en la espuma, mientras que el borde costero se comienza a fragmentar

es el principio del eco que comienza a decir que las islas, se dividen para

mostrarse en esta nueva etapa de nuestra trayectoria por el litoral. En esta época

de tecnología, solo un papel me alcanza para describir lo que mis ojos miran al

navegar.

Las aguas se han calmado y el capitán ha tomado un receso y el segundo al

mando ha tomado eltimón de la veloz nave, que surca el fiordo sin oleaje.

Las perlas ahora descansan sobre un piramidal grupo de olas con sus cantos

redondeados, estos nos acompañan abriéndonos caminos sobre un fiordo

encantado, que al paso de nuestra embarcación se abre dando a conocer sus

islotes, que emergen desde su centro y nos revela que la naturaleza predomina en

el lugar, se dejan caer bellos copos de nieve, siendo que en Septiembre  se había

anunciado la primavera, el día 21 y ese mes, es el de mi bandera con la estrella

solitaria, dejada caer del azul del cielo, al recuadro delantero de mi pabellón,

comienza a llover suavemente mientras el sol, nos comienza a anunciar que llego

el atardecer.

De pronto ¡ no veo ningún rayo de sol!, la densa nubosidad no deja ver al Astro

Sol que pareciera inmóvil, proyectando luz al interior de nuestra embarcación, digo

que lo es, por que en todos los recorridos que hemos realizado, la nave de colores

naranjo y blanco, con su interior de madera de caoba, me recuerda que estoy en

un nuevo viaje y su amable tripulación, que siempre nos brinda un saludo cordial 

al subir a la Rió Puelo en Puerto de Chacabuco, ese es nuestro punto de partida

al adentrarnos en esta nueva gira, el capitán ha abierto la puerta, dejando sentir, lo

gélido y a la vez lo rico en oxigeno que es el aire en esta parte, al medio del canal

de Moraleda, con este aguacero que hay ni las aves vuelan surcando el cielo, a

nuestro alrededor se ha vuelto intensa la tormenta y el capitán nuevamente ha

tomado el timón, esta es por el instante mi información, ya que la lancha se ha

puesto a dar brincos que me han asustado y me he sentado en el sillón…

De pronto el capitán fue a ponerse el salvavidas dejando al segundo de abordo al

mando y me dijo cuando paso a mi lado:

Capitán Albatros: voy a salir antes que se ponga más malo el temporal...

Me pregunte ¿que iba a hacer?, para mi asombro, salió hacia el exterior de la

lancha, ¡el salió al exterior de la nave!, se afirmo en el pasa manos, que se

encuentra en el exterior y se subió a la proa, donde a la mitad del vendaval tuvo

que arreglar su limpia brisas, que estaba atorado, las olas iban y venían y el

capitán con su coraje de marino arriesgado, arreglo la plumilla que no lo dejaba

ver, cuando entro le pregunte…

Pepina: ¿por qué había salido arreglar el limpia brisa bajo esta tormenta, y que

importancia tenía acá, tenerlo en buen estado?...

Capitán: mira Pepina el limpia brisas es de una importancia única en estas

condiciones climáticas...

Pepina: lo queda mirando, extrañada...

Capitán: mira ratoncita, resulta que hace tiempo atrás, navegábamos junto a la rio

Cóndor, en una tormenta un poco mas desfavorable que esta, nuestras naves

parecían barcos de papel frente a la tempestad, que se había formado, entonces

la rio Cóndor(otra nave) se adelanto para ver si podía llegar a fondear a puerto, sin

embargo el fiordo se puso más complicado en esos momento y la Cóndor tuvo que

volver haciendo un viraje en U, quedo hacia donde venía, en ese momento a esa

nave se le averió la radio y mas encima su limpia brisa no funcionaba bien, ya que

con la tempestad se había salido de su eje y no se podía salir al exterior de la

lancha, porque ahí si que hubiese sido una desgracia, entonces  de repente entre

la tormenta y sin saber de la rio Cóndor, la vi venirse encima de mi embarcación

aunque había tomado las debidas precauciones, desacelerar la lancha y ver cual

ruta tomaba la otra máquina, era demasiado tarde, así es que en una maniobra

arriesgadísima hasta para mi, le di el máximo poder al motor y acelere y en un

instante, cuando la vi venirse encima de la mía he hice un viraje hacia estribor y la

rio Cóndor paso sin mentirte, a unos viento centímetros de la Rio Puelo, ha sido el

mayor susto que me he llevado en estas aguas, ni te imaginas después de la

maniobra las reacciones que tuve, si la otra nave  nos hubiese chocado,

habríamos muerto todos, te imaginas...

Había quedado helada con esa revelación, Pepina…

Capitán, por esa razón me preocupo del limpia brisas siempre y personalmente

ahora con tu permiso, debo volver a mis obligaciones...

Ese es el capitán Gilberto Albatros el que dirige con mano firme pero suave, como

si la nave flotara surcamos el canal de Moraleda, cual si fuera una tabla de

deslizar, con un perfecto movimiento de coordinación, al cortar el agua con la proa

de nave, solitaria que surca las aguas para llegar a nuestro destino,  el canal

Pulluche, entre la isla Salas y Pérez Cruces que es la entrada a este canal, el

nombre a este paso marino, se lo pusieron en lengua kaweska, dijo don Gilberto

pasamos al poco rato el faro de Punta Pangal dentro del canal de Darwin.... 

Navegábamos sobre una alfombra de espuma blanca, en la noche obscura entre

estas aguas profundas, mientras me daba sueño por que ya era tarde y nos

quedaba mucho trayecto que recorrer, me sente, entre tanto escuchaba a lo lejos

a mi papa conversar con otras personas grandes, ¡que sueño me dio!

Don Ratón conversaba con un señor que iba a los pontones...

Don Gaspar Vivar que vive en la ciudad de Quellón en Chiloé, una ciudad que se

encuentra al sur de Chile frente a una isla que se llama Coldita...

Sr. Ratón: usted viene de lejos a trabajar a esta región, y, ¿su familia como siente

su alejamiento de este trabajo y como se encuentra ella?

Don Gaspar: mi familia se encuentra muy bien, ellos me echan de menos cuando

me alejo, pero más que eso es lo que realmente siento yo, al estar en estas

lejanías, los echo mucho de menos, por que imagínese la soledad en la que nos

encontramos y aunque se vea que es seguro y lindo el paisaje, nunca tenemos el

mismo clima, los temporales, vientos también, hay días soleados en los cuales

avanzo mucho en el trabajo, con mi compañero, por favor se lo presento…

Sergio Morales, mucho gusto Don Ratón...

El placer es mío, Don Ratón saludo amablemente....

¿Don Gaspar cual es su trabajo? pregunto Don Ratón

Don Gaspar: mi trabajo consiste en el ensamblaje del sistema de alimentación

automática de los salmones, en estos centros y debo alejarme de mis hijos,

Constanza y Nicolás, se encuentran en el colegio de Quellon y Millaray en el jardín

de esta ciudad...

De pronto se sintió un silencio absoluto y nuevamente se escucho hablar a don

Gaspar…

Don Gaspar: también está mi amada Carolina, que es la mujer que cuida a mis

hijos en mi ausencia, si pudiese decirle cuanto los extraño y lo que los necesito en

estos viajes que son rutinarios para mí, por este trabajo, pero para ellos se crea un

vacio, que de pronto no sé cómo llenarlos, por la ausencia que se hace al alejarse

del hogar, si pudiese describirlo en palabras podría decir:

Hijos de mi corazón, Constanza, Nicolás y Millaray,

que en mi interior los llevo a todas partes donde voy,

les quiero pedir  desde lo más profundo de mi ser,

que entiendan lo que les quiero decir, los amo,

aunque me encuentre lejos de Ustedes…

Y a ti mi amada Carolina, como expresarte mi agradecimiento

si en la ausencia, por mi labor, has tenido

 que ser padre y madre y en las largas horas

de mi soledad, sufro en el profundo amor que emana de

mi corazón, por ser tu, la mujer que quiero y no está mi lado,

ya que nos esforzamos al separarnos para criar mejor a nuestro rebaño

te amo con mi agradecimiento, Gaspar...

Y usted don Sergio disculpe ¿cual es su apellido? no lo alcance a escuchar por el

ruido de la lancha

Sergio Morales, don Ratón

Don Ratón y ¿usted tiene familia?

Tengo tres hijos, María, Yan Paul y mi conchito de 15 años Yesenía y mi esposa

Doña María Ana Fernández...

Disculpe que le pregunte y ¿que siente usted cuando se aleja de su casa?,

pregunto Don Ratón…

Mi caso es muy distinto al de don Gaspar, amo a mi familia pero no se lo he

podido expresar a ellos, siempre soy muy serio cuando estoy en casa, me

atrevería a decir, estricto y tal vez eso no me ha dejado acercarme lo realmente

suficiente a ellos, como para abrazarlos y decirles que los quiero, creo que ese es

mi gran defecto o virtud, realmente no lo sé, lo que le puedo decir, que en esta

lejanía los extraño tanto y pienso en ellos mucho más aún, porque quedan en

tierra, muchas veces ellos no entienden, lo que es trabajar fuera en los centros,

pero mi forma y manera de amarlos, es haciendo mi labor, desafortunadamente en

este instante voy a otro centro que es mas lejos, pero mientras ellos estén bien y

mi señora también, me esforzare hasta donde me de las fuerzas Dios y de ahí

veremos que sucede, pero si alguna vez tuviese que expresárselo en mis palabras

les diría:

Ustedes son la luz de mis ojos, junto a su madre

mi silencio, no es el sepulcral, como

decirles que los amo y que los quiero abrazar,

mas, desde pequeño no me lo enseñaron,

y me duele el corazón no podérselos explicar,

cada vez que llego a casa y me ven entrar...

les agradezco las atenciones que tienen hacia mí,

ese cariño que me hace estar orgullosos en este lugar de

soledad absoluta y que me hace pensar, que un paso que

debo dar, mas en mi se vería extraño, abrazarlos

y decirles que los amo tanto

que por eso me he esforzado, para que salgan adelante

en el camino que han escogido, espero que estas palabras

les sirvan para explicar el razonamiento

del amor que siento hacia Ustedes

Atentamente su padre Sergio…

Nuevamente se hizo un silencio, mientras la Rio Puelo navegaba por los canales

de Aysén y desperté con el vaivén de la lancha, que habían bajado la velocidad y

la nave se desplazaba de un lado a otro, con un ir y venir de las olas del mar...

en el asiento de delante se sentía conversar a dos personas que me despertaron

con sus risas, uno le decía al otro y lo trataba de convencer.

Voz 1: te digo que el chuzo flotaba

voz 2: pero como va a flotar una barrena, hombre se hunde, el fierro pesa...

voz 1: y como los barcos no se hunden ahí esta la prueba...

voz 2: sabes que una vez saque un loco que era del tamaño de dos platos de

postre...

voz 1: pero como va ser eso si los locos pueden ser tan grandes como un platillo

de te…

voz 2: Ahi tienes, era  alimentado con pellet y se super desarrollo, juejuejueju....

voz 1: eso no es nada ¿vistes la concha de picoroco que encontre?

voz 2: no, no la conosco..

voz 1: la tengo en la entrada de la casa en Concepción y es tan grande que le

cabe un saco de afrecho dentro

voz 2 : esa sí que no te la creo, ¿ y donde la encontraste?, me la tienes que

enseñar cuando lleguemos a Conce…

voz 1: la encontré en el volcán submarino que hay en el Fiordo de Aysén, oye, si

ni yo la quería creer, juajuajuajaaa...

Risas iban y venían por doquier, mientras pasajeros desembarcaban, para seguir

navegando en dirección a nuestro destino, ya quedaban menos pasajeros en el

navío, mientras que ya me había despertado bien, así que fui a conversar con él

Capitán Gilberto Albatros me conto que recorrían aproximadamente unas 800

millas marítimas semanalmente, se conocía estos canales como la palma de su

mano y también era muy respetuoso de estas aguas, mientras el GPS de la

embarcación dibujaba figuras en el panel de control, mostraban constantemente la

dirección aunque estaba obscurecido el capitán sabia donde ir...

me hablo de sus hijas y sus ojos se iluminaron como las luces del tablero, el

capitán era un señor, bien ubicado y hablado y me dijo:

Capitán Gilberto Albatros: mira Pepina mucha veces uno mira a la gente y se toma

una impresión distinta a lo que realmente son...

Pepina: quede mirando con signo de interrogación

Capitán Gilberto Albatros: te lo digo por la sencilla razón; que en este navío

siempre sube mucha gente para transportar, entonces hay unas personas de

carácter tosco y otros amables y algunos son sumamente indiferentes no

importándoles nada, sin embargo hace varios viajes que te observo y me parece

que eres una niñita que busca cosa para que su imaginación recrea...

Pepina: así es capitán me gusta escribir y relatar las cosas que voy viendo...

Capitán: es verdad aunque eres pequeña siempre te veo con unas hojas

plasmando tus escritos. Veo que no traes un notebook y siempre andas con lápiz y

papel.

Pepina: lo que pasa mi buen capitán, es que muchas veces se pierde el momento

que uno desea describir...

Capitán: ¿que significa eso Pepina?

Pepina.de pronto hay tantas cosas que contar, que detrás de un computador no

veo nada, sin embargo con la escritura antigua (a mano), en estos viajes puedo

captar más cosas al mirar por la ventana.

Capitán: pero es mucho trabajo, lo que tú haces...

Pepina: es verdad pero creo que ahí esta la gracia, porque me acuerdo de otras

cosas que pasaron y también las voy agregando cuando digitalizo la escritura...

El capitán miro a la pequeña ratoncita, con unos ojos que deslumbraron en la

oscuridad, al igual que la mira su papa el Señor Ratón, cuando le dice un poema

de esos que escribe ella, el capitán le hablo de sus hijas con una cariño tan

grande que no tiene descripción y eso demuestra que en todos estos recorridos y

navegaciones, pensaba en su familia amada, que había dejado en tierra cada vez

que se embarcaba, para cumplir su tarea de capitán en los mares de la región de

Aysén...

"Rio Puelo, Rio Puelo,, la lancha

que dirije don Gilberto Albatros por las

 aguas de esta tierra de Achen (Aysén)

sin su pericia mas de alguna vez, hubiésemos zozobrado

en el moraleda...

Capitán, Capitán de la Rio Puelo, me encuentro orgullosa,

de subir a su embarcación,

por que me siento segura de viajar con su tripulación...

hombres que en medio de la tormenta, tiran los cabos en los

pontones para hacer descender su preciada carga

 que son los pasajeros que transporta usted

naranjo y blanco, naranja y blanco,

es tu pintura de navegación, por los canales y fiordos del patagón,

recorres dia y noche al mando del capitán y su tripulación”

Gilberto Albatros y la Lancha Río Puelo"

FIN