PENITENCIAL SEMANA SANTA 2014

Inicio: Iglesia iluminada por velas, se van apagando conforme se leen los pecados del examen de conciencia:

•Matar.•Orgullo.•Pereza.•Traición.•Robar.•Violencia.•Someter.•Insultar.•Odio.•Venganza.•Indiferencia.•Mentir.•Ira.•Vanidad.•Envidia.

•Discriminación.•Menospreciar.•Falsedad.•Soberbia.•Burla.•Prejuicio.•Ofensa.•Murmurar.•Desobediencia.•Avaricia.•Gula.•Pasividad.•Maltrato.•Exclusión•Celos.•Falta de Amor.

•Monición: Hay momentos en nuestra vida que parece que falta luz, que los problemas nos ciegan, y no nos damos cuenta, por ejemplo, de que hemos hecho daño a alguien, o de que no siempre llevamos razón, y tal vez sea momento de pedir perdón. También ocurre lo contrario, que somos demasiado críticos con nosotros mismos, y nos sentimos culpables. En estos momentos de oscuridad se nos suele olvidar que hay una luz que permanece encendida: Jesucristo. (se enciende la vela central).•En esta penitencial queremos mirar a nuestro corazón y a Dios, ser conscientes de lo que nos hace daño de nosotros mismos y también de cuando hemos descuidado a los demás. Los sacerdotes que nos confesaran tendrán una vela que representa a Dios, para que no olvidemos que es Él el que nos escucha y nos perdona en ese momento.

Canto?

Juan 7:53-8:20

Los escribas y los fariseos trajeron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio,le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué dices? Decían esto, probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra. Pero como insistían en preguntarle, Jesús se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra. E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. Pero al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, le dijo: Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado? Y ella respondió: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más.

Examen de conciencia

•¿Es firme mi fe en Dios?

•¿Qué me impide que Dios sea lo más importante para mí?

•¿Qué hago para robustecer mi fe?

•¿Tengo tiempo para hablar con Dios? ¿Me preocupo por estudiar y profundizar en su Palabra?

•¿Hay otros dioses que habitan mi corazón? ¿Qué ídolos me construyo?

•¿Tengo un auténtico amor al prójimo?

• ¿Abuso de mis hermanos usándolos para mis fines? ¿Me porto como no quisiera que se

portaran conmigo?

•¿Escucho a mis hermanos cuando lo necesitan?

•¿Tengo verdadera compasión por los que sufren?

•En mi familia ¿colaboro para que exista la paz, el amor, las buenas relaciones?

•¿Comparto lo mío con los demás? ¿Pongo mi tiempo y mis cualidades a su disposición?

•¿Me intereso por las cosas de las personas que viven conmigo, en mi casa, trabajo, ciudad...?

• ¿Cumplo con mis obligaciones ciudadanas? ¿Soy servicial, cuidadoso, laborioso... en el

trabajo que realizo?

•¿Cumplo la palabra que doy? ¿Digo de los demás calumnias, mentiras, verdades a medias o por

el contrario digo siempre lo justo?

•¿Me siento separado de alguien por riñas, disputas, peleas?

•¿He hecho daño a otro con burlas o de manera física?

•¿Me siento dispuesto a la paz o engendro violencia y venganza?

•¿He robado algo a alguien? ¿He restituido o reparado ese daño?

•¿Me esfuerzo por avanzar en la vida espiritual?

•¿He sido soberbio? ¿He impuesto mi voluntad a todo trance pasando por encima de los demás?

•¿Qué uso hago de mi tiempo, de mis fuerzas, de los dones que Dios me ha dado? ¿Vivo en la

ociosidad o la pereza?

•¿He procurado poner mi sexualidad al servicio de un auténtico amor?

•¿Trato siempre de actuar con la libertad de conciencia de los hijos de Dios, o me siento atado

por algo o por alguien?

Canto

Mateo 18, 21-35

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús, le preguntó: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces lo tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y les propuso esta parábola: Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo. El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: Págame lo que me debes. El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo y te lo pagaré. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: ¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti? Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.

Canto

Explicación de los gestos (se realizaran durante las confesiones):

•GESTO EXAMEN: Este muñeco representa la parte de nosotros que no nos gusta, con la que no estamos de acuerdo. En él escribiremos aquello por lo que queremos pedirle perdón a Dios, lo que no nos deja estar en paz con nosotros mismos. Lo llevaremos con nosotros en el momento de la confesión. (Allí ellos mismos lo romperán por indicación del sacerdote).

•GESTO PERDÓN: La tarjeta que llevamos en el cuello representa aquellas cargas en nuestra conciencia, esos problemas o discusiones con alguien importante para nosotros, alguien a quien queramos pedir perón. En ella escribiremos un nombre o una palabra que represente esa situación. Si la persona está presente iremos a él/ella y le pediremos perdón. Si no está aquí, podemos ir a alguien con quien tengamos confianza para contarle la situación. En cualquiera de los dos casos esa persona nos quitará la tarjeta del cuello y la pegará en el suelo (formando la cruz).

Leerse textos, mientras los gestos, musiquita, se confiesan.

MATERIALES

•30 velas •5 velones•Lana•Cartulina marrón x2•Rotuladores negros•Celo doble?•30 muñequitos.•Altavoces y portatil.