Pengue Producción Agroexportadora e (in)Seguridad Alimentaria El Caso de La Soja en Argentina

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REVISTA DE LA RED IBEROAMERICANA DE ECONOMÍA ECOLÓGICA Pengue, W. 2004. Revista Iberoamericana de Economía Ecológica Vol. 1: 46-55 ISSN REVISTA DE LA RED IBEROAMERICANA DE ECONOMÍA ECOLÓGICA 13902776 Producción agroexportadora e (in)seguridad alimentaria: El caso de la soja en Argentina Resumen Palabras clave . Dr. (c) Ing. Agr. Walter Alberto Pengue Grupo de Ecología del Paisaje y Medio Ambiente GEPAMA Universidad de Buenos Aires Durante los noventa, la producción agropecuaria argentina presentó importantes transformaciones, que sosteniéndose en un modelo tecnológico intensivo contribuyó a un perfil de país, que creyó encontrar en la creciente especialización productiva ventajas comerciales importantes. El paradigma de la eficiencia y la incorporación tecnológica de cultivares de soja transgénica adaptados a muchas de las ecoregiones argentinas facilitó el desplazamiento de variados sistemas, no sólo en la sino en las zonas , ricas en biodiversidad. Por otro lado, la disponibilidad y riqueza de alimentos para la población argentina (ricos y pobres) disminuyó drásticamente poniendo en riesgo la soberanía alimentaria del país, que al igual que muchas otras naciones sudamericanas facilitaron la transnacionalización de su agricultura y han perdido el rumbo. Es importante definir políticas agrícolo ambientales y la implementación de instrumentos de regulación, como las retenciones ambientales. A la lucha por los recursos, suelo, agua potable y biodiversidad, Argentina, Sud América y el mundo se envuelven hoy en un nuevo debate, la de mayor calidad entre el Sur y el Norte. Argentina Soja Transgénica Deuda Ecológica Soberanía Alimentaria - Proteína Región Pampeana extraPampeanas Batalla por la Proteína www.gepama.com.ar/pengue [email protected] Tecnoeficiencia y Tecnopatogenias del modelo transgénico La paradoja de una Argentina exitosa agroexportadora y por otro lado, desnutrida (Aguirre, 2003), no es tal para el frío análisis comercial en un mundo , ya que sólo confirma la tesis comprobada históricamente con el café, el azúcar, el caucho, el banano, el tabaco o el quebracho - que son muchas las naciones que han enriquecido con sus bienes y recursos a corporaciones foráneas y sus contrapartes locales, subsumiendo a sus compatriotas en el hambre más adjecta. Argentina, no escapa a esta consideración. El otrora puede llegar a hipotecar los recursos del país detrás de la renta económica inmediata y enfrentarse a una pérdida casi total de su Soberanía Alimentaria. Hace menos de una década que se ha permitido la liberación comercial de semillas de soja transgénica que junto con una fuerte adopción tecnológica y profundas transformaciones sociales y económicas han cambiado, en un sentido u otro, el perfil productivo del campo argentino (Pengue,2000), de una forma mucho más intensa, que el propio proceso previo generado por la recordada En el caso de la global granero del mundo Revolución Verde. BioRevolución o Segunda Revolución Verde década del insumo know-how agropecuario , el primer tipo y camada de la tecnología ADN recombinante básicamente semillas de soja, maíz y algodón - que se expande en el país, responde a un paquete intensivo en el uso de insumos promovido durante la última década y que fuera conocida como la . Esta intensificación agrícola de la década pasada y actual, presentada como una única alternativa productiva en el marco de un modelo de pensamiento único y hegemónico, ha generado transformaciones importantes tanto en la estructura agraria pampeana como extrapampeana: Desaparición de paisajes enteros, pérdida de la diversidad productiva, inaccesibilidad de los sectores sociales más vulnerables a los productos de la canasta básica de alimentos, dependencia y pérdida de la capacidad gerencial del productor, alto grado de endeudamiento, pérdidas de información y formación adecuada y capacidades en el y aceleración de procesos degradatorios, muchas veces ocultos detrás de las variedades de altos rendimientos. Es incuestionable que la soja (Gráfico Nº 1) se ha convertido en el cultivo más importante de Argentina, pero con costos y externalidades devenidos de la monocultura, crecientes pero poco evaluados. La evaluación del riesgo tecnológico, de 46

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Pengue Producción agroexportadora e (in)seguridad alimentaria El caso de la soja en Argentina

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ISSN REVISTA DE LA RED IBEROAMERICANA DE ECONOMÍA ECOLÓGICA13902776

Producción agroexportadora e (in)seguridad alimentaria:El caso de la soja en Argentina

Resumen

Palabras clave

.

Dr. (c) Ing. Agr. Walter Alberto PengueGrupo de Ecología del Paisaje y Medio Ambiente GEPAMA

Universidad de Buenos Aires

Durante los noventa, la producción agropecuaria argentina presentó importantes transformaciones, quesosteniéndose en un modelo tecnológico intensivo contribuyó a un perfil de país, que creyó encontrar en lacreciente especialización productiva ventajas comerciales importantes. El paradigma de la eficiencia y laincorporación tecnológica de cultivares de soja transgénica adaptados a muchas de las ecoregionesargentinas facilitó el desplazamiento de variados sistemas, no sólo en la sino en las zonas

, ricas en biodiversidad. Por otro lado, la disponibilidad y riqueza de alimentos para lapoblación argentina (ricos y pobres) disminuyó drásticamente poniendo en riesgo la soberanía alimentariadel país, que al igual que muchas otras naciones sudamericanas facilitaron la transnacionalización de suagricultura y han perdido el rumbo. Es importante definir políticas agrícolo ambientales y la implementaciónde instrumentos de regulación, como las retenciones ambientales. A la lucha por los recursos, suelo, aguapotable y biodiversidad, Argentina, Sud América y el mundo se envuelven hoy en un nuevo debate, la

de mayor calidad entre el Sur y el Norte.

Argentina Soja Transgénica Deuda Ecológica Soberanía Alimentaria - Proteína

Región PampeanaextraPampeanas

Batallapor la Proteína

www.gepama.com.ar/[email protected]

Tecnoeficiencia y Tecnopatogenias del modelotransgénico

La paradoja de una Argent ina ex i tosaagroexportadora y por otro lado, desnutrida(Aguirre, 2003), no es tal para el frío análisiscomercial en un mundo , ya que sólo confirmala tesis comprobada históricamente con el café, elazúcar, el caucho, el banano, el tabaco o elquebracho - que son muchas las naciones que hanenriquecido con sus bienes y recursos acorporaciones foráneas y sus contrapartes locales,subsumiendo a sus compatriotas en el hambre másadjecta. Argentina, no escapa a esta consideración.El otrora puede llegar a hipotecarlos recursos del país detrás de la renta económicainmediata y enfrentarse a una pérdida casi total desu Soberanía Alimentaria.

Hace menos de una década que se ha permitido laliberación comercial de semillas de soja transgénicaque junto con una fuerte adopción tecnológica yprofundas transformaciones sociales y económicashan cambiado, en un sentido u otro, el perfilproductivo del campo argentino (Pengue,2000), deuna forma mucho más intensa, que el propio procesoprevio generado por la recordadaEn el caso de la

global

granero del mundo

Revolución Verde.BioRevolución o Segunda

Revolución Verde

década del insumo

know-howagropecuario

, el primer tipo y camada de latecnología ADN recombinante básicamentesemillas de soja, maíz y algodón - que se expandeen el país, responde a un paquete intensivo en el usode insumos promovido durante la última década yque fuera conocida como la .

Esta intensificación agrícola de la década pasada yactual, presentada como una única alternativaproductiva en el marco de un modelo depensamiento único y hegemónico, ha generadotransformaciones importantes tanto en la estructuraagraria pampeana como extrapampeana:Desaparición de paisajes enteros, pérdida de ladiversidad productiva, inaccesibilidad de lossectores sociales más vulnerables a los productosde la canasta básica de alimentos, dependencia ypérdida de la capacidad gerencial del productor, altogrado de endeudamiento, pérdidas de información yformación adecuada y capacidades en el

y aceleración de procesosdegradatorios, muchas veces ocultos detrás de lasvariedades de altos rendimientos.

Es incuestionable que la soja (Gráfico Nº 1) se haconvertido en el cultivo más importante deArgentina, pero con costos y externalidadesdevenidos de la monocultura, crecientes pero pocoevaluados. La evaluación del riesgo tecnológico, de

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la prudencia necesaria frente a unatecnología tan poderosa no ha sidoconsiderada. Las tecnopatogenias(Eguiazu y Motta, 1997) asociadastampoco. Sobre la actual campañaagrícola - 70.000.000 de toneladasel cultivo representa más del 50 %,mostrando por una parte uninteresante techo productivotecnológico, pero por el otro, lamanifiesta debilidad del país,dependiente de un producto queb á s i c a m e n t e a p u n t a a l aagroexportación y que no escomponente importante en ningunacadena alimenticia ni dietariaargentina.

En los noventa, el, ha permitido mejorar la

doble cultivo trigo-soja

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5.000

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71/72 74/75 77/78 80/81 83/84 86/87 89/90 92/93 95/96 98/99 01/02

Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, 2003

Gráfico 1.

Evolución de la Producción (en miles de Toneladas) ySuperficie Implantada (en miles de Hectáreas) del cultivo

Estimación del riesgo relativo de contaminación porplaguicidas en diferentes zonas de la pradera

pampeana durante 1960-2000.

Fuente: Programa Nacional de Gestión AmbientalAgropecuaria, INTA, 2002.

Mapa 1 rentabilidad de la empresa agropecuaria, manejarsu flujo financiero y endeudarse por nuevosproductos y maquinarias. La siembra directa, desdehace diez años, ha sido la tecnología propuesta paradisminuir el daño por erosión, basada en la no-remoción del suelo y la aplicación de herbicidas.

Podríamos preguntarnos si más allá de la búsquedapor el incremento en los rendimientos, muchosagricultores o el gobierno analizan o conocen losperjuicios que manejos altamente intensivos puedengenerar sobre la base de recursos del país. Esposible que sí. Es muy probable que para muchos,especialmente los pequeños y medianosproductores, vean año tras año, que sus bolsillos seengrosan con atrayentes pagos por arrendamiento yque sus propios campos, muchos de ellos yaadministrados por terceros, se degradan cosechatras cosecha. El aumento de la escala, detrás deesta economía monoproductiva y sojaexportadora,es una realidad incontrastable.

Además de los herbicidas (

), la soja utiliza una batería deagroquímicos para el control de sus principalesplagas y enfermedades, y también ahora fungicidasy curasemillas, de alto costo y la mayoríaimportados. El riesgo relativo por contaminación conplaguicidas ha demostrado una evoluciónimportante, especialmente durante los últimosquince años, asociado posiblemente al notableincremento en el consumo de herbicidas yagroquímicos vinculados a la producción de soja.

en una década, pasamosde un consumo de 1.000.000 de litros de glifosato amás de 150.000.000

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Los efectos e interacciones que los organismosgenéticamente modificados, especialmente la sojatransgénica, están teniendo sobre el medioambiente y la sociedad, no se encuentran aún en laagenda de discusión que la República Argentina sedebió y no cumplió aún. Una agenda abierta queamplíe no sólo el debate científico sino también laparticipación y opinión de todos los actores de lasociedad. Estas nuevas tecnologías, por su poder detransformación y sus potenciales impactos nopueden ni deben dejarse sólo en las manos deintereses mercantiles o sectoriales.

Son procesos que por supuesto no sólo responden aun determinado desarrollo tecnológico sino que lotrascienden ampliamente y pueden tener unarelación directa con los posibles y devastadoresefectos de la privatización de la ciencia y latecnología. Las equivocadas dependencias,alineamientos o complacencias que pueden poneren peligro la independencia de la ciencia nacional ysu destino futuro. Puede haber beneficios pero losriesgos también pueden ser enormes, si no seevalúan en el ámbito y con la amplitud debida. Laparticipación social y su juicio se hace obligatoria enel desarrollo e implementación de una cienciapostnormal (Funtowicz y Ravetz, 1994). Esnecesario entonces agrandar el foco de análisis eincorporar nuevos elementos e instrumentos comolos aportados por la economía ecológica, la ecologíaproductiva, la teoría del riesgo tecnológico y elprincipio de prudencia. El país pasó a formar partede un gran engranaje mundial que lo alejó de lasustentabilidad ambiental y social para encauzarseen un camino de " "(Cavalcanti,2000) sólo útil para las economías delNorte y ciertos sectores específicos y concentrados,

, del Sur.

(1667-1745) decía que "

". Una loable actitud, que apuntaba a laradical importancia que siempre tuvieron losalimentos para la Humanidad. Doscientoscincuenta años después, el objetivo productivo siguepresente pero la distorsión y el dominio posterior delo generado se monopoliza en muy pocas manosque no contemplan los impactos sociales yambientales que sus prácticas generan. Aquínuevamente las definiciones de una políticaestratégica para el manejo racional de los recursosvuelve a tener la trascendencia de la comprensión eimportancia que la política como tal tiene comomarco regulatorio de una tecnología fuertementetransformadora.

subdesarrollo sustentable

los nuevos enclaves

Jonathan Swift cualquieraque pueda hacer que crezcan dos espigas de cerealo dos hojas de hierba en un suelo donde antessolamente crecía una, merecerá mayoragradecimiento de la humanidad y hará mejorservicio a su país que toda la raza de políticosjuntos

La pérdida de los necesarios instrumentos yorganismos técnicos de regulación durante losnoventa, sumado a importantes cambios en losprocesos productivos facilitó una expansión sincontrol hacia pocos cultivos sólo del interés de losmercados externos. Durante más de diez años, elp a í s v e n c i ó r é c o r d t r a s r é c o r d s u sagroexportaciones y esto en ningún momentodemostró la más mínima mejoría del entorno social.Por cierto la " " no se cumplió, sí lade la concentración. La agricultura no es un temamenor en la agenda de los países, y es fácilcomprender como cada uno de ellos, ricos y pobres,defienden sus posiciones hasta el extremo.Argentina debe recuperar el terreno perdido y evitarque la política del sector le sea marcada deantemano. Muchas veces, las invisibles manos delmercado, deben tener quién las oriente (Pengue,2000), que hoy luego de observar lo ocurrido con elmanejo discrecional de nuestros recursos, sereafirma totalmente.

Este proceso no es intrínseco de la Argentina, sinoque responde a una estructura mundial de dominiodel mercado mundial de alimentos por parte decompañías norteamericanas y europeas, queespecialmente después de la segunda guerramundial, facilitó el hecho que decenas de países queantes eran autosuficientes comiencen a dependerde fuentes distantes en cuanto a la provisión dematerias primas y las formas de consumirlas. Lafuerte impronta monopólica de los

, las agroquímicas y las compañías desemillas continúa con su marcha silenciosa. Es muynotable, y difícil de comprender el cómo estascompañías pudieron deslizarse a través de lahistoria con tanta discreción como lo hicieron(Morgan, 1979). En la última década existe ademásuna fuerte aceleración hacia una mayorconcentración y alianza de corporaciones en todaslas áreas de semillas, farmoquímica y traders, quedominan la cadena en todas sus etapas (Morales,2002). Las cinco compañías más importantes aescala global y que por supuesto operan en laArgentina, son Dupont, Monsanto (que incluye aCargill y Dekalb), Syngenta, Aventis y DowChemical.

La intensificación agrícola de la década pasada yactual promovida por la globalización monopólica delos alimentos, ha generado algunos beneficiossectoriales pero también cambios relevantes en laestructura agraria.

Todo este proceso ha llevado a una acelerada

teoría del derrame

traderscerealeros

La de la Argentinapampeanización

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agriculturización sojización

pampeanización

Las YungasMonte Chaqueño

o más bien una delmodelo que eliminó el planteo mixto y transformó,especial pero no únicamente a toda la RegiónPampeana, en un área eminentemente demonocultura sojera.

Sí en cambio, el fuerte desplazamiento hacia lamonoproducción, pone en tela de juicio lasustentabilidad de todo el sistema productivonacional, dado que con las nuevas variedades desoja transgénica, las prácticas de cultivo se hanextendido por doquier, avanzando sobre nuevosambientes, hacia el Noroeste, el Noreste y el Oestedel país, generando una " " desistemas ecológicos altamente frágiles. El procesoalcanza ya al Oriente boliviano, el Paraguay, sur delBrasil y el Uruguay, que utilizarán a la HidrovíaParaguay-Paraná para la salida de toda estaproducc ión . Un proyec to de dudosasconsecuencias ambientales que intentaprofundizar el dragado del río a lo largo de 3.400kilómetros del sistema fluvial y emprender otrostrabajos de ingeniería que contribuirán a la salidade cada vez más grandes volúmenes de materiasprimas.

Nuevamente, la falta de una política adecuada paradetener los desmontes para la siembra de soja, dericas áreas en biodiversidad como o el

, dejan una estela preocupante yun enorme pasivo ambiental en una historia queantes se produjo con el quebracho para laproducción de tanino (Martínez Alier, 2003).Velozmente se desmontan hoy mismo, cientos dehectáreas de bosques y montes nativos que tardanmucho tiempo en desarrollarse. Cuando se eliminael bosque se reduce en forma notable la retencióndel agua de lluvia y aumentan la evaporación y losprocesos erosivos (hídrica y eólica), se acentúa la

amplitud térmica del ambiente, disminuyedrásticamente la biodiversidad nativa, sesuspenden el aporte de materia orgánica y nitrógenoy se interrumpe el desarrollo de suelos. El impactoque ejerce el hombre sobre los ecosistemasnaturales queda perfectamente reflejado en lasituación actual del Parque Chaqueño, dondedesaparecen casi hasta la extinción el

, el , losy , el , , ,

, , y otras . Losbosques se eliminan y son reemplazadosaceleradamente por cultivos de soja, caña deazúcar, cítricos, algodón, tabaco, porotos y otrosque avanzan constantemente por un proceso queestá "incentivado por una política de expansión de lafrontera agropecuaria que aporta facilidadescrediticias, incluyendo desde el desmonte hasta laadquisición del equipamiento y agroquímicos. Eldesmonte, que viene efectuándose a una tasa de30.000 hectáreas por año, continúa. Las facilidadescrediticias también se destinan a la reforestacióncon otras especies exóticas de crecimiento másrápido para la producción de papel y maderas debaja calidad"(Atlas Argentino, 2003). Ladeforestación es muy notable en las provincias queactualmente están permitiendo una gran superficiede sus territorios a los nuevos avances de las sojastransgénicas, como Salta, Jujuy, Catamarca, LaRioja, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba,Santa Fe, Chaco, Corrientes o Entre Ríos en unnotable proceso de desmonte legal o ilegal,observándose además un incremento muy fuerte delas superficies afectadas por incendios, muchos deellos intencionales en las áreas involucradas con nosólo el quemado de arbustales sino en algunoslugares la quema directa del bosque nativo.

a situación de la Selva de Yungas, no deja de ser un

quebrachocolorado quebracho blanco algarrobosblanco negro guayacán palo mataco palo cruzmistol brea chañar maderas de ley

L

Provincia Superficie en 1935 Superficie en 2000Salta 107.000 71.292Jujuy 18.700 9.391Catamarca 51.500 4.514La Rioja 78.000 3.218Tucumán 19.800 7.930Santiago del Estero 107.000 69.115Córdoba 138.000 13.308Santa Fe 59.000 8,253Chaco 82.000 51.018Corrientes 47.200 S/dEntre Ríos 49.000 S/d

Cuadro 1.Bosques y Montes Naturales en Provincias seleccionadas en 1935 y en el año 2000.Superficie en Km2.

Fuente: Elaboración Propia sobre la base de datos de Secretaría de Ambiente y Desarrollo HumanoDirección de Bosques, 2002.

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ejemplo paradigmático de lo acontecido primero conel avance de la caña de azúcar y hoy en díadirectamente con la fuerte presión pors is temat izac ión de campos para so ja .Aproximadamente un tercio de la superficie de lasYungas responde a la selva pedemontana, la demayor riesgo frente a este avance. De casi2.100.000 de hectáreas, el 75 % del total, es deciralrededor de 1.500.000 hectáreas ya han sidotransformadas para la producción agrícola. Sólo enel área pedemontana, son más de cien las especiesde árboles las que viven, de las cuales, 40 sonexclusivas y 10 son de interés forestal actual, lo queimplicaría la posibilidad de una explotación forestalracional y certificada, que no ameritaría sudestrucción definitiva.

El pasivo ambiental generado en tantas áreas delpaís se suma como veremos a la degradación ypérdida de estructura y nutrientes de muchos de lossuelos más ricos del mundo, aquellos alojados enPampa Argentina, y que fueron la base de suriqueza, que si bien siempre mal distribuida, permitióciertos procesos de expansión y progreso del paísen épocas pasadas. La fuga de materiales -resultado de la erosión - sumado a una extracciónminera de nutrientes por parte de la agricultura y elabandono de las rotaciones con ganadería, estáplanteando que estos suelos se vean obligados a serfertilizados masivamente, con agroinsumossintéticos, en poco tiempo.

Degradación, erosión y desertificación tienen unadirecta consecuencia ambiental, escasamenteperceptible hasta su materialización en laimposibilidad productiva, lo que se manifiesta enalgo aún más terrible: el aumento de la pobreza, ladevaluación económica de los recursos y el aumentodel costo social.

La enfermedad ecológica nacional más grave de unpaís agroexportador como el nuestro, está vinculadaal proceso de desertificación y a su manifestaciónmás evidente hasta en los climas superhúmedos: Laerosión (Morello y Pengue,2001).

Pareciera ser que "la gran aspiración de esta ', sería un verdadero salto cuantitativo de

la producción actual, liderada por la monoculturasojera, de real peligro para la diversidad biológica yla regeneración de los suelos"(INTA, 2003). "En laArgentina, hay alrededor de 60 millones dehectáreas con algún grado de erosión que equivalea la superficie de las provincias de Buenos Aires,Córdoba y Santa Fe (en conjunto una superficiemayor a la de Francia). Tenemos las tres cuartaspartes del territorio con procesos de aridez ysemiaridez. El costo anual de esta erosión es de milmillones de dólares y si se toma solamente a laRegión Pampeana, el calculo alcanza los 600millones. Esas pérdidas se duplican, sicontabilizamos los daños a la infraestructura (redesferroviarias, viales, puentes, embalses)" (Casas,2003). Por supuesto, estos costos se incrementanmás cuando valorizamos las externalidades y laexportación de nutrientes, sin reposición natural,que se van con los cultivos (otros 900 millones dedólares con la cosecha actual) (Pengue, 2003)(Cuadro Nº 2). La sobreexplotación exportadora,sostiene al gobierno de la mano de las retencionesagropecuarias (alcanzan el 22 % de la exportaciónde granos), garantiza la continuidad en el pago delos servicios de la Deuda Externa y por otro ladoincrementa día a día la Deuda Ecológica.

Sobreexplotación y subvaluación de losrecursos: La Deuda Ecológica que crece.

nuevaagricultura'

Nitrógeno Fósforo TotalNutriente extraído enToneladas

(1) 1.020.000 227.800 1.247.800

Equivalente e n Fertilizantes –Toneladas (2)

2.217.400 1.109.386 3.326.786

Costo estimado de la reposiónpor lo exportado

$ 576.524.000 $ 332.816.000 $ (3) 909.340.000

Cuadro Nº 2.Producción de Soja en la República Argentina: Estimación de la exportación de nutrientes(Nitrógeno y Fósforo) y sus costos para la cosecha 2002/03 estimada en 34.000.000 de Toneladas.

.

.

.

Se debe tener en cuenta que aproximadamente existe un 50 % del nitrógeno es aportado por fijación biológica,que vuelve al suelo por fertilidad natural, si bien puede no estar disponible.El equivalente fertilizante, que nos permite estimar el valor de lo exportado, es decir lo mínimo necesario para lareposición es urea granulado por el nitrógeno (u$s 260 por tonelada) y superfosfato triple (u$s 300 por tonelada).A los dos nutrientes calculados, hay que considerar la importante extracción de otros elementos mayores comoel K, Ca, Mg y S y oligoelementos como el B, Cl, Cu, Fe, Mn, Mo o Zn.

Fuente: Pengue, 2003 (b).

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Los beneficios alcanzados poralgunos sectores, no puedendisimular los daños ya claramenteidentificados: Impactos sociales(entre 1988 y 2002 desaparecieron103.405 establecimientos a escalanacional, y más del 30,5 % en laRegión Pampeana, alrededor de60.000 menos), concentración yescala (la unidad económicapampeana pasó de 257 a 538 has.)(Cuadro Nº 3), en el país hay127.565 familias de pobres rurales,efectos económicos como lasexternalidades ya enunciadas,pérdidas de prácticas sustentables(sólo en el último quinquenio lasuperficie sembrada con sojaaumento un 75 % mientras que elmaíz se redujo un 34 % (Cuadro Nº4) y si llevamos la cifra a la últimadécada el área sembrada con laprimera fue de un 126 % mientrasque la del maíz lo hizo sólo un 14 %,diez millones de argentinos estánen la indigencia y 20 millones seencuentran bajo la línea de pobrezacon el 22 de la poblacióndesocupada, uno de cada cinconiños en Argentina está desnutrido,o sea que alrededor de 2.108.237niños no tienen cubiertas sus necesidades básicasde alimentos, ventas subvaluadas de campos(17.000.000 de hectáreas ya están en manos deextranjeros) y fenómenos culturales que junto conlos impactos ecológicos ni siquiera han sidomencionados o medidos correctamente. A esto sesuma, y no es un tema menor, la inadecuadaorientación de la política científica en el sectoragropecuario, la corresponsabilidad entre eficienciaeconómica productiva y eficacia social o lacontribución o no hacia los sectores másdesfavorecidos de la sociedad.

Desde la política aperturista de la economía de ladictadura militar diseñada desde 1976, podemosafirmar que en términos de desarrollo Argentina seha , habiendoretrocedido varias décadas en sus indicadores debienestar económico y social. Este modelo deacumulación rentístico o de valoración financiera seprofundizó en la década de los noventa, generandouna alta concentración y extranjerización delaparato productivo a partir de una irrestricta aperturade la economía a las importaciones de todo tipo, unaparidad artificial del sistema cambiario y laprivatización de todas las empresas del Estado.

reprimarizado y desindustrializado

Este fue el escenario ideal para la expansión de lascorporaciones internacionales que hallaron en elmodelo argentino, la posibilidad de crecer en unnegocio concentrado en la producción de materiasprimas con escaso o nulo valor agregado, quefacilitó un enorme flujo de materiales, materiasprimas, a precios competitivos, con un subsidioaportado gratuitamente: el suelo.

Actualmente seguimos enfrentando un procesoeconómico apoyado directamente en la economíaagroexportadora, con un alto endeudamientoexterno, un mercado interno comprimido, salariosdevaluados y con escaso poder de compra en elmarco de una fuerte crisis social irresuelta.

A esto podemos sumarle las fuertes presiones de labanca y los organismos internacionales de crédito ylos gobiernos europeos por el aumento de las tarifas(las empresas son de este origen), la compensacióna los bancos por la pesificación desigual y laprivatización de la banca pública. A ello podemossumarle la exigencia por mantener un superávitfiscal alto a los efectos de sostener rentabilidad parael pago de los intereses de la deuda externa yacordar nuevas condiciones a los efectos decontinuar consagrando la dependencia económica.

Censo Año Total País Pampeana NEA* NOA** Cuyo Patagonia1988 421.221 196.254 85.249 72.183 46.222 21.313

2002 317.816 136.345 68.332 63.848 32.541 16.750

Diferencia % - 24,5 - 30,5 - 19,8 - 11,5 - 29,6 - 21,4

Arroz Maíz Girasol Trigo Soja

1996/97 226.573 4.153.400 3.119.750 7.366.850 6.669.500

2001/02 126.519 3.064.276 2.050.365 7.108.900 11.639.240

Diferencia % - 44,1 % - 26,2 % - 34,2 % - 3,5 % 74,5 %

Cuadro 3.Disminución de las Explotaciones Agropecuarias por GrandesRegiones. Argentina.

Cuadro 4:Evolución de la soja durante el quinquenio 1996/97 2001/2002respecto a otras producciones extensivas.

Fuente: Elaboración Propia sobre la base de datos del CensoNacional Agropecuario 2002, INDEC. (*NEA: Nordeste deArgentina, **NOA: Noroeste de Argentina).

Fuente: Dirección de Coordinación de Delegaciones de laSecretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación,SAGPyA, 2003.

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Mientras los Estados Unidos, la Unión Europea, elJapón continúan subsidiando a los productores desus respectivas naciones y a sus corporacionesmultinacionales de origen, deprimiendo los preciosinternacionales de los productos básicos, losproductores del sur, se ven impelidos a producircada vez más, sobreexplotando los recursos conque cuentan.

Ninguna nación que se precie, ha podido resolver elnudo gordiano del subdesarrollo sosteniendo sueconomía en la producción de productos primarios, ymenos aún, cuando se depende exclusivamente deunos pocos de ellos, con escaso poder denegociación. Las economías más desarrolladasagregan valor, que es sumar trabajo y precio, a cadauna de sus producciones. Argentina, este añoexportará alrededor de 70.000.000 de toneladas degranos, de los que sólo saldrán como valor agregadopoco más que el 2 % de los mismos (Cuadro Nº 5). Silas economías más desarrolladas, altamenteproteccionistas, no permiten el ingreso de productosde los países en subdesarrollo con valor agregado, yademás se nos exige el pago creciente de deuda,será imposible mínimamente sostener el sistema,sin su destrucción en el mediano plazo. De hecho,podría ser posible que nuestros países, en conjuntoespecialmente los de América del Sur, sugieran unapolítica de pagos y renegociación de deuda sólo conlos ingresos adicionales que pudiesen generarse apartir de la exportación de productos con alto valoragregado final.

Es evidente entonces, que la política agropecuariano sólo debe contemplar el producir materias primaspara sus mercados externos. En la búsquedaproductivista y muchas veces acallado por larecuperación de impuestos y retenciones, el Estado

Cuadro 5

Exportaciones con mayor valor agregado en elComplejo de Granos

El camino hacia la Soberanía Alimentaria

Argentino ha desatendido, una situación básica,cabalmente comprendida por la mayoría de lasnaciones desarrolladas: Su Soberanía Alimentaria.

"La Soberanía Alimentaria es un derecho de laNación a definir su propia política agraria, deempleo, pesquera, alimentaria y de tierras demanera tal que sea ecológica, social, económica yculturalmente apropiadas para sí y sus condicionesúnicas. Esto incluye el verdadero derecho a laalimentación y a las formas de producirlo, lo quesignifica que todos los pueblos tienen el derecho auna alimentación sana, nutritiva y culturalmenteapropiada, y a la capacidad para mantenerse a símismos y a sus sociedades"(Cepa, 2002).

Implica la determinación y el abastecimiento de losrequerimientos de los alimentos de la población apartir de la producción local y nacional, respetandola diversidad productiva y cultural.

El fortalecimiento del tema o la debilitación delmismo en determinados tiempos históricos o frente alos nuevos acuerdos comerciales como el NAFTA(Luzzani, 2003) donde "su política agraria sumada ala negligencia gubernamental hizo perder a Méxicosu Soberanía Alimentaria" o el ALCA tienenimplicancias no sólo alimentarias sino sociales,económicas, culturales y que pueden poner enriesgo la supervivencia misma de un Estado.

No sólo Argentina, sino también muchos países dela región, como el Brasil, aparentan intentarcomenzar a revisar su propia política agropecuariae inmediatamente se encuentran con serios escollosy presiones para definir una decisión soberana eneste sentido.

Tanto como sucede ya en la Argentina, también aBrasil comienzan a ejercerles presión para lal iberac ión de organ ismos t ransgén icos(especialmente la soja), que hoy en día componenalrededor de casi 8.000.000 de toneladas de sojaOGM y que ese país no sabe como justificar, dadoque su producción en tierras brasileñas no estaríapermitida. La estrategia de inundar ilegalmente elsur del país con OGMs ha dado sus frutos a lascorporaciones y actualmente el gobierno brasileñose encuentra frente a la disyuntiva de exportar unaproducción sojera por la que se le analizará en cadapuerto la tipología de su contenido y se le requeriráel pago del royaltie correspondiente a la compañíaMonsanto, o dársela a los pobres (¿!). El pasosiguiente es el que se vislumbra y que consemejante volumen generado, las corporacionesreclamarán posteriormente la liberación comercialde OGMs en ese país.

El no considerar seriamente las cuestiones deSoberanía Alimentaria, y sólo paliativos impacta por

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igual a los dos colosos del Sur. En ambos países,sea la campaña en Brasil o las medidasencaradas en Argentina, representan esquemasvoluntaristas y clientelares que no atacan el corazóndel problema y pobremente han demostradoresolver hasta ahora los serios problemas de accesoa los alimentos y desigualdades cada vez mayoresde más de 46.000.000 de brasileños o del 57 % de lapoblación argentina.

La discusión en ambos países debe pasar por elrescate de la soberanía alimentaria y el asegurar,además del necesario fortalecimiento y controlindependiente sobre las exportaciones y el pagoadecuado por los correspondientes impuestos, elapoyo a las economías regionales por sector y porproducto, el sostener al productor en el camporescatando el concepto de multifuncionalidad de laagricultura, el considerar con amplitud los impactospor nuevas liberaciones de OGMs y por cierto, elreconstruir un sistema productivo que mire tambiénhacia el mercado interno (Winck,2003). Laconvivencia de distintas formas de producción queapunten al desarrollo sostenible de los pequeños,medianos y grandes productores, que acerquendivisas genuinas al país, que mejoren el acceso ydominio del mercado nacional y fortalezcan laseconomías locales, rescaten del olvido a laseconomías regionales, y de una vez por todaspermitan a nuestros pueblos asegurar la SobeaníaAlimentaria que tuvieron desde antes y durante lallegada de nuestros inmigrantes, es uno de losprincipales desafíos. La producción agroecológica,en el ámbito local, es una alternativa productiva,viable, económica y validada técnicamente quepuede favorecer un nuevo sistema de producciónque pone nuevamente en manos del productor, lasdecisiones sobre el qué y cómo producir.

Además de la sobreexplotación de los recursosnaturales para hacer frente a una crecientedemanda mundial de los países más desarrolladosde materias primas y la subvaluación del precio delas mismas, al no incluirse las externalidadesambientales producidas que deberían serinternalizadas e internacionalizadas, los países delSur, especialmente los de América Latina, seenfrentan a una importante batalla, más sutil peroque transformará el futuro de sus próximasgeneraciones: Además de la pérdida de susoberanía alimentaria, el sometimiento al cambio delas dietas y la pérdida de la calidad nutricional de susalimentos, básicamente de las calidades de lasproteínas que se ingieren.

Fome Cero

La Batalla por la "Proteína”

Mientras por una parte se favorece como enArgentina, una especialización productiva quedemanda una creciente cantidad de nuevas tierraspara la producción de soja, se desplaza y disminuyela disponibilidad ganadera y los amplios espaciosnaturales para su producción, se fomenta el cambiocultural y de la dieta histórica que alimentó ageneraciones con proteínas de alta calidad (carnes,leche, huevos) por aquella de menor calidad(basadas en la soja y en las supuestas bondades dela "leche de soja" o "carne" del mismo tenor). Estoscambios favorecidos por las corporacionesinternacionales y por organizaciones nacionales,impulsan campañas como las de "Soja Solidaria"que pretenden alimentar a la población máspauperizada con una dieta casi exclusiva deproductos derivados de la oleaginosa, sin considerarlos consabidos riesgos de alimentar a los niños máspequeños, especialmente los menores de cincoaños, con los derivados del cultivo (PolíticasSociales, 2002).

Hoy en día, cada argentino consume actualmentealrededor de 10 kilogramos menos de carne vacunaal año con relación al 2002. El nivel más bajo en lahistoria se alcanzó a principios de este año con unconsumo de 51 Kg. anual por habitante (FederaciónAgraria Argentina, 2003). La caída promedio decarnes es del 16,4 % respecto de los 61,4kilogramos por habitante que se consumían enmarzo de 2002. El precio de los cortes vacunosaumentó un 86,3 desde la devaluación.

En el sector lácteo, se produce el mismo proceso,donde desaparecieron el 27,3 % de los tambos entre1996 y el 2000. Entre 1999 y 2002 la producción deleche se redujo de 10 mil millones de litros anualesde leche a 8.000 millones señalando que elconsumo promedio de leche por habitantedisminuyó desde los 230 litros de leche anuales a180. Además del serio riesgo de pretender alimentara la población más pobre con "leche de soja" enreemplazo de la leche verdadera, se debenconsiderar los impactos socioeconómicosproducidos contra cada uno de los sectores. Porejemplo el sector lechero empleaba alrededor de70.000 trabajadores.

Argentina ha favorecido un proceso de

Mientras el mundo consume carnes de cerdos, y lospaíses europeos alimentan a sus animales con laproteína de soja proveniente de la Argentina, este paíscon las mejores condiciones naturales para laproducción de animales sanos ha perdido el 37,2 % delstock porcino, pasando en la última década de 6.000reproductores porcinos a 1.200. La capacidad ociosade las plantas de faena porcina alcanza el 70 %.

Consideraciones Finales

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especialización agroproductivo, centrado en lamonocultura sojera, expandido a importantesecoregiones del país, con una fuerte demanda pornuevas tierras y produciendo un intenso impactoambiental y degradación de recursos, tantonaturales como humanos.

Existe una sobreexplotación de los recursosnacionales y una concentración en el negocioagrícola que ha pasado rápidamente en las últimasdécadas a manos de corporaciones internacionalesque, operando a escala global, dominan todos lospuntos de la cadena de agroalimentos.

Los buenos precios internacionales y el modelo dereducción de costos de la soja transgénica, hafacilitado un proceso de producción, altamentedependiente de los valores y vaivenes del

a nivel mundial. Esta oscilación hafacilitado un intenso desplazamiento de otrasproducciones diferenciadas y de productos dedemanda de consumo interno. En poco tiempo, elpaís presenta serios signos de afectación en susoberanía alimentaria.

La demanda por materias primas, fuertementesubvaluadas en el mercado internacional, laimposibilidad del país por comercializar productoscon mayor valor agregado situación repetida enmuchas otras naciones del Sur -, las barrerasparaarancelarias y los fuertes subsidios de laseconomías desarrolladas, obligan a una explotacióncada día mayor de los recursos y la generación depasivos ambientales que se suman a los impactossociales y económicos relacionados con ladesaparición de economías y produccionesregionales y locales. La obligatoriedad por elincremento cada vez mayor de estas exportacionessin valor agregado, para seguir cubriendo losintereses de la deuda externa es otro factorimportante de esta degradación. La deuda ecológicadel Norte sigue creciendo.

La pérdida de calidad nutricional y alimenticia a loque hoy en día se somete a una buena parte de losargentinos, refleja el cambio de paradigmaalimenticio, donde los países más ricos consumiránproductos con una carga y riqueza proteínicasuperior, sustentado en el consumo de carnes dedistinto tenor, mientras los países menosdesarrollados, se someterán a una pérdida de sudiversidad alimenticia. La batalla por la proteína decalidad está en ciernes.

Los daños ambientales y la pérdida de soberaníaalimentaria reflejan los perjuicios generados en unpaís que no ha sabido poner límites a un modelo deproducción minero, generar las polít icasagropecuarias y ambientales adecuadas y utilizarlos instrumentos económico ecológicos existentes,

commodity

que faciliten el ordenamiento y el aprovechamientoregional y sustentable de su territorio frente alembate del "tecnodesarrollo" internacionalimpuesto.

El cambio hacia prácticas productivas, sustentablesen todas sus aristas y que emergen de situacioneslocales, puede asegurar la recuperación deproductos y consolidación de mercados sociales,que ponen nuevamente en las manos de losproductores, los instrumentos y las formas deproducción, especialmente para el rescate de lospequeños y medianos agricultores, que son quienesen el marco del verdadero concepto demultifuncionalidad de la agricultura, implementan yd e s a r r o l l e n s i s t e m a s a g r o e c o l ó g i c o sambientalmente amigables.

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