Peguy Alison ¡Hola! ¿Se puede? Soy Cindy y quiero pasar un rato contigo contándote una de mis...

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Peguy Alison

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  • Peguy Alison

  • Hola! Se puede? Soy Cindy y quiero pasar un rato contigo contndote una de mis fantasas erticas. Aprovechar esta historia para familiarizarte con la ropita ntima que llevamos las chicas, pues creo que ya va siendo hora que los chicos la conozcis tanto como nosotras conocemos la vuestra, que por cierto todava es poco variada y bastante aburrida.As que, con tu permiso, entro y empiezo.

  • Una de las prendas ms femeninas que hay es el sujetador, el suje para nosotras o tambin el sostn porque nos sostiene las tetas. Puede tener relleno y aros como ste, telas de muy diversos tipos y colores y muchas cosas ms, pero lo que lo hace ms atractivo son los perifollos o adornos, como la pequea corbata y los cuellos de camisa, todo en color rosa, de ste. Verdad que resulta simptico? Y yo, estoy graciosa con l?

  • Una prenda que nos gusta mucho a las chicas son las braguitas. stas pueden ser tambin de muchos tipos, colores y telas -a mi me gustan transparentes o brillantes-, con perifollos como los de la que llevo que es una faldita rosa que hace juego con el suje. Yo creo que es mona. Por tanto deben hacer juego con el suje y ser tan suaves como l. Su refuerzo de algodn es por los flujos que nacen del coo o por esas gotitas de pip que a veces se nos escapan. Tambin nos gusta ponernos tanguitas para darnos y daros placer.

  • Ah! Las medias! Cunto suspiris cuando las veis marcando el camino que os conducir de los pies al lugar que consideris la casa de vuestra polla! Ese coo tan lindo que tenemos. Las medias, no confundirlas con los pantis, se sujetan con elsticos a los muslos y pueden ser de muchos tejidos, colores y estampados. Las que llevo son lisas pero transparentes, con un brillo muy sexi, y bastante bajas, lo que supondra un inconveniente si fuera con minifalda y no como voy ahora.Los ligueros o las ligas son tambin elementos interesantes.

  • Me sentar y empezar a contarte mi historia. Una historia que no s si es producto de mi fantasa o fue real, pero que todava la siento como muy viva.Todo comenz en un da caluroso de primavera cuando el Sol ya estaba en lo alto. Yo, que suelo dormir con poca ropa (unas braguitas a lo sumo), tan pronto como me levant tuve que ducharme y, tras ponerme crema corporal y maquillarme, tal como solemos hacer las chicas, busqu en mi cmoda un conjuntito de ropa interior que me sentara bien, pues esperaba la visita de un amigo al que quera impresionar.

  • El calor era muy fuerte y yo, en vez de acabar de vestirme, me qued en ropa interior, como la que llev ahora. Al cabo de un rato y sin que me diera cuenta me haba bajado el suje, dejando fuera de l el par de hermosas tetas que tengo. Mientras esperaba vi que los pezones se iban excitando y estaban a punto a explotar. Entonces yo, en vez de relajarlos me puse a jugar con ellos y, sujetndolos con fuerza, los pellizqu hasta que el dolor me hizo soltarlos no sin antes lanzar un gemido de placer. Y estando as not una cierta humedad en mi coo, y

  • rpidamente, bajando la cinturilla de mis braguitas el coo me observ y, efectivamente, haba empezado a manar de l un lquido espeso semitransparente lo que me produjo an, si cabe, ms placer.Pero tena que salvar mis braguitas, as que secndolo con mis manos

  • inmediatamente me levant y al tiempo que no saba qu hacer, pues la experiencia me haba gustado y todava senta placer, o la puerta abrirse y a mi amigo Luis vi aparecer.Luis es un joven inteligente, fuerte y bien parecido. En su trabajo tiene importantes responsabilidades y eso le ha hecho a ser muy exigente con todos los que le rodean. Sin embargo, est convencido de la inferioridad de las mujeres, que no somos ms que un bonito adorno que sirve para alegrar la vida a hombres como l.

  • Conocindolo, ya te puedes imaginar que iba a pensar de una chica como yo que lo reciba de semejante manera (sin acabar de vestir, con las tetas al aire y la braguita todava arrugadas). Le lanc una sonrisa forzada intentado justificarme y que perdonara mi proceder (por qu siempre tenemos que dar nosotras las explicaciones de nuestros actos, mientras que los hombres nunca lo hacen?). Sin embargo, l, sin permitir que hablara, me sorprendi.Dirigindose a m, con palabras dulces pero firmes me ri, y me dijo que si quera sentir la felicidad del placer poda haber esperado un poco y hacerlo con l.

  • Yo, agradecida por semejante actitud caballeresca, decid tomar la iniciativa y, mirndole con cario y deseo, empec a bajarme las braguitas que tanto me gustaban. Segua con las tetas al aire y ni l ni yo hicimos nada por taparlas. El culito iba apareciendo y notaba como a l se le empinaba. Yo me senta dichosa y empezaba a sentirme amada. Pero Luis, aunque generoso conmigo hasta aquel momento, no haba perdido ni su carcter ni sus prejuicios hacia las mujeres; por ello, pronto empez a darme rdenes y yo no poda negarme

  • Empez insistiendo en que, de espaldas y sin doblar las rodillas, me siguiera bajando las braguitas. Con ello, el coo y el culito quedaron al descubierto frente a l. Ante mi postura se ri y me dio alguna palmada, lo que casi me hizo caer de bruces. Luego, sus dedos penetraron en mi interior, pareciendo que quisiera investigar qu haba dentro de m y cuando se cans de jugar con mi cltoris me clav su polla, follndome en la misma postura que tena. Yo haca lo imposible para no caer y, cuando perda el equilibrio, el se rea y alguna palmada me daba.

  • Cuando nos desfogamos los dos, porque, an habiendo sido a la fuerza, no haba dejado de sentir placer, me empuj al silln con las braguitas an entre los pies. Yo cerr las piernas instintivamente y lanc una sonrisa cmplice que l enseguida entendi. Le estaba diciendo que a continuacin iba a ser yo la que iba a tomar la iniciativa y la que le iba hacer correrse. Quera que viera cmo tambin las mujeres somos capaces de proporcionar placer a los hombres sin ser forzadas por ellos.

  • Me abr de piernas, ahora con ilusin, le ense mi coo, el coo que antes l casi haba violado y le ofrec la posibilidad de jugar con l, pero ahora jugaramos los dos con ese tesoro que Dios nos dio para disfrute de hombres y mujeres. Y rpidamente l comprendi y con pasin me am.

  • Cuando acabamos de hacer el amor sorb su preciosa leche y l me lo agradeci, y yo abrindome el coo me di un masajito sin que me lo pidiera l y as de este modo se lo ofrec para cualquier ocasin.Y Luis desde entonces me am.

  • Y masturbndome delante de ti como lo hice delante de l acabo esta bonita historia que si bien mal empez acabo muy bien para los dosY, teniendo a mujeres como nosotras para hacer el amor no acudid a las nias.NO A LA PEDOFILIA

  • FIN