Pecet, 25 años de investigación para la vida
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Repensar, discutir, debatir, reflexionar,
proponer, construir, son algunos de los
verbos que describen la efeméride, cinco
lustros en un camino de aprendizajes para
combatir las enfermedades tropicales,
verbos en acción concreta. Por ello, el 2011
ha presentado una agenda cargada de
espacios para el debate, en la que los
actores han tenido la palabra: academia,
s o c i e d a d , E s t a d o y m e d i o s d e
comunicación.
PECET 25 años, efeméride que i n v i t a a l a r e f l e x i ó n
En febrero pasado, el PECET hizo la apertura de su
celebración con una estrategia virtual de participación:
el foro ¿cómo estamos para enfrentar las enfermedades
tropicales en Colombia? en este ponentes nacionales y
extranjeros dieron sus puntos de vista y respondieron
las inquietudes de los participantes, sobre cómo está
Colombia para enfrentar las enfermedades tropicales;
espacio que careció de la presencia de las autoridades
de salud, ausencia que ayuda a responder, un poco, la
pregunta planteada.
Las conclusiones del foro buscan diezmar la
importancia de los esfuerzos de Colombia en el campo
de las enfermedades tropicales y poner el tema en
cuestión para aventurar posible salidas, con el fin de que
lo planteado tenga un seguimiento y no se quede sólo en
el señalamiento de una situación.
La pregunta: ¿Cómo estamos para enfrentar las
enfermedades tropicales en Colombia?, puede
responderse desde varias ópticas:
Desde lo económico:
· Los fondos que se adjudican actualmente para
combatir las enfermedades tropicales en nuestro país
son dramáticamente bajos comparados con los costos
de atención de la salud para otras enfermedades más
comunes. A pesar de los avances tecnológicos y
científicos que se desarrollan en el campo de la salud,
¿Qué nos deja el Foro virtual?
para el caso de las enfermedades tropicales son muy
pocos los desarrollos en cuanto a medicamentos,
vacunas o medidas de prevención, toda vez que las
personas que sufren estas enfermedades son las más
pobres y viven en regiones apartadas de las ciudades y
no son un “mercado atractivo” que garantice buenos
retornos para las inversiones de las multinacionales
farmacéuticas.
· Se requiere que el Estado colombiano invierta
en la financiación de más investigación orientada a la
prevención de estas enfermedades y al desarrollo de
medicamentos y vacunas, aprovechando las ventajas
que tiene el país dada la gran biodiversidad que puede
ser fuente de nuevos medicamentos.
Desde lo social:
· Las enfermedades tropicales son gran causa de
muerte, incapacidad y perturbación social. Factores
como los desplazamientos, los cambios climáticos, las
inundaciones, las deforestaciones, la falta de vías etc.
hacen que haya mayor población en riesgo de infectarse
y por ende mayor cantidad de enfermedades.
· E l número de casos in formados de
enfermedades tropicales está aumentando, a pesar del
enorme subregistro que se mantiene.
· La población afectada tiene muy pocos y malos
programas de prevención de estas enfermedades, lo
que hace que gane espacio la transmisión de las
mismas. Los planes de control de vectores no incluyen
el componente educativo, lo que impide que haya
efectivos planes de prevención.
Desde lo científico:
· El control de las enfermedades tropicales se
hace más dispendioso debido a la variedad de especies,
de condic iones de v ida y de s i tuaciones
epidemiológicas que presenta un país tropical como es
Colombia, de ahí el gran reto que tienen los
investigadores, y el Estado a través de Colciencias.
· En Colombia, urge definir criterios científicos
para diagnosticar algunas enfermedades tropicales. Así
como se evidencia un gran subregistro, existen otras
enfermedades que no se buscan y que deben de estar
presentes en el país toda vez que se han reportado en
países vecinos.
· Las autoridades de salud deben evaluar en
compañía de la sociedad civil y de los investigadores los
programas de prevención y el acceso a la atención en
salud de los pacientes con enfermedades tropicales,
sólo de esta manera se podrán adoptar los correctivos
necesarios.
· Faltan métodos de prevención y control en los
que participen grupos multidisciplinarios, tanto de las
ciencias de la salud como de las ciencias naturales y
sociales para que se logre un control integral, constante
y con seguimiento riguroso.
· Se debe mejorar la formación del personal de la
salud en el campo de las enfermedades tropicales y
todo médico, bacteriólogo y enfermero que vaya a
hacer su servicio rural o a trabajar en aéreas endémicas
de estas enfermedades, debe recibir una inducción
sobre el manejo y control de estas enfermedades.
· Es fundamental fortalecer y apoyar las
investigaciones básicas. Es necesario que se
enfoquen, no sólo a la producción de vacunas sino
también, a la búsqueda de nuevas alternativas
terapéuticas, de control, manejo y diagnóstico de las
enfermedades tropicales, tales como los tratamientos a
partir de productos naturales.
Desde lo biopolítico:
· Existe una desarticulación entre la academia y
los entes de los órdenes nacional, departamental y
municipal encargados de los programas de control. La
academia y los tomadores de decisiones de los
programas de control, tradicionalmente han trabajado
de forma paralela. Es fundamental un trabajo
convergente, donde la academia aporte a los
programas con los resultados de sus investigaciones y
de esa manera el conocimiento se ponga al servicio de
la comunidad y del país.
· El Estado actúa de forma reactiva frente a las
enfermedades tropicales. Es hora de adelantar las
acciones de promoción y prevención para evitar los
brotes y bajar las altas incidencias.
· Es fundamental modificar radicalmente las leyes
sanitarias colombianas, eliminando el control del
mercado y de capital privado sobre los programas de
salud pública.
¡Llegó la Lutzomyia
Gigante!
Un grupo multidisciplinario
construyó en compañía de
artistas e ingenieros una
escultura en aluminio de
cinco metros cuadrados de
una Lutzomyia, especie
que transmite el parásito
Leishmania, vector de la
leishmaniasis.
E n l a c a m p a ñ a d e
expectat iva generada
previa su aparición en la
SIU, se proponía a la Lutzomyia como un criminal que
“se busca” entregando datos descriptivos y sobre su
forma de actuar.
Finalmente, la Lutzomyia hizo su aparición en la SIU el
25 de mayo acompañada de una propuesta pedagógica
que brinda datos curiosos sobre las enfermedades
tropicales y sobre el trabajo del PECET en estos 25
años.
La Lutzomyia es un insecto muy pequeño (2 ó 3 mm),
de hábitos nocturnos. Sólo la hembra pica y transmite el
parásito Leishmania que a su vez produce la
enfermedad llamada Leishmaniasis, conocida también
con el nombre de picadura de pito.
El 26 de mayo se celebró el foro “Políticas públicas y
acceso a medicamentos”, con una importante
asistencia de profesores, investigadores y estudiantes,
empresarios y público general. Durante casi tres horas
Veriano Terto Jr, Coordinador General de la Asociación
Brasileña Interdisciplinaria de SIDA (ABIA), Eloan Dos
Santos Pinheiro, de Manguinhos Institute of
Pharmaceutical Technology de Brasil y Luis Guillermo
Restrepo Presidente de la Junta Directiva de la
Un Debate actual:
Políticas Públicas y
Acceso a Medicamentos
Asociación Nacional
de Profesiones de la
Salud -Assosalud-
e Iván Darío Vélez,
Director del PECET,
a n a l i z a r o n l a
situación que se
presenta en los
países donde las
e n f e r m e d a d e s
t r o p i c a l e s
prevalecen y los
pacientes t ienen
dif icultades para
acceder a un adecuado diagnóstico y tratamiento.
Esta discusión permitió establecer que una de las
causas del pobre acceso a los medicamentos para los
pacientes con enfermedades tropicales es la poca
cantidad de productos disponibles: medicamentos,
vacunas y test diagnósticos, toda vez que el desarrollo
de productos farmacéuticos lo hacen, en su mayoría,
empresas privadas multinacionales, situadas en países
desarrollados que buscan obtener el mayor lucro
posible por dichos
productos e invierten
p o c o e n l a s
enfermedades tropicales
porque estas afectan
e s p e c i a l m e n t e a
poblaciones pobres, con
poco poder adquisitivo y,
a su vez, los gobiernos de
los países endémicos
invierten pocos recursos
para la salud.
Se definió que en la salud hay un problema filosófico-
conceptual: mientras no sea reconocida como un
derecho humano de responsabilidad del Estado y por el
contrario se trate como una mercancía, los
medicamentos como bienes de consumo y los
pacientes como clientes; mientras la salud sea
manejada por los grandes grupos económicos, que sólo
piensan en ganar, el futuro es incierto.
Los medicamentos y vacunas deben ser patrimonio de
la humanidad, las patentes para medicamentos y
vacunas no deben hacer parte de las negociaciones de
los tratados de libre comercio y no debe impedirse el
acceso de los pacientes a estos por estar protegidos por
patentes.
El mundo está obligado a replantear los incentivos que
deben recibir los investigadores y la industria
farmacéutica que desarrolla
productos. No se puede
pretender que en el precio
f ina l del medicamento
recuperen la inversión hecha
en la investigación y el
desarrollo, dado que estos
rubros, en gran mayoría,
proceden del Estado, y,
f i na lmente , se debe
incentivar la búsqueda de
nuevas estrategias para la
prevención y control de enfermedades como las
tropicales, por ser problemas muy sensibles de la salud
pública.
La universalidad del acceso no sólo a todos los
medicamentos, sino también a la salud en general, debe
ser un derecho inalienable que debemos reconquistar,
sobre todo en un momento en el que el país se enfrenta
al desfalco y mercantilización de la salud, a la
desmoralización de las organizaciones sociales y a la
ausencia de compromiso político para solucionar este
problema. Sin duda, para salir de esta penosa
situación, debemos adoptar diferentes estrategias, una
de ellas es promover la participación y el debate con
calidad y argumentos como lo demostró el realizado en
la SIU.
Álgida reflexión entre partes y contrapartes
Las enfermedades tropicales,
un enemigo silencioso
Estas son algunas conclusiones sobre el conversatorio
llevado a cabo en la Sede de Investigación Universitaria,
el pasado 27 de mayo de 2011, en la Sede de
investigación Universitaria, en el que participó la
Vicemin is t ra de
S a l u d , B e a t r i z
Londoño, y en el que
se señalaron duras
c r í t i c a s p o r l a
i ne f i c i enc ia de l
e s t a d o p a r a l a
atención de estas
enfermedades.
Al conversatorio
a s i s t i e r o n
e s t u d i a n t e s ,
d o c e n t e s ,
i n v e s t i g a d o r e s ,
c i u d a d a n o s e n
general, periodistas
y autoridades locales y nacionales en salud, además de
la presencia de ponentes como Juan Gonzalo López,
Director del Instituto Nacional de Salud, Ricardo Duarte,
Asesor del Ministerio de Defensa para la Estrategia y la
Planeación y Jaime Carmona Fonseca, Investigador y
científico, Coordinador del Grupo de Investigación
Salud y Sociedad de la Universidad de Antioquia. El
moderador y anfitrión fue Iván Darío Vélez, Director del
PECET.
Dentro de los puntos más relevantes de la discusión,
estuvo el expuesto por Jaime Carmona, Director del
Grupo Salud y Sociedad de la Universidad de Antioquia
quien se refirió, concretamente, al caso de la malaria y
señaló la inexistencia de una política pública
establecida para la atención de éstas y de otras
enfermedades tropicales en Colombia; lo que se refleja
en las fallas de los programas de atención, prevención y
control, el poco acceso al diagnóstico, por ende al
tratamiento y al poco apoyo del estado a los grupos y
centros de investigación.
Del informe de actividades presentado por el Instituto
Nacional de Salud, se
puede inferir que en
C o l o m b i a , e l
programa de control
de las enfermedades
t rop i ca les se ha
r e d u c i d o a l
d i a g n ó s t i c o y
tratamiento pasivo de
los casos, es decir, a
q u i e n e s p o r s u
iniciativa buscan acceso a los servicios de salud y en
algunos casos a la aplicación de insecticidas en las
viviendas. Así, las fallas con las políticas de
medicamentos y el personal requerido para el
diagnóstico y tratamiento de pacientes son notables.
En la práctica, las poblaciones que padecen la
e n f e r m e d a d , e s t á n
completamente alejadas de
los cascos urbanos, lo que les
impide tener acceso a los
centros de salud donde
reportar la enfermedad y
acceder a los tratamientos.
Esto ha generado un enorme
s u b r e g i s t r o d e l a s
enfermedades, lo que hace
que las estadísticas del
Instituto Nacional de Salud no reflejen la realidad de la
problemática en el país.
El asesor del Ministerio de Defensa presentó la
estadística del número de brotes epidémicos que han
tenido las Fuerzas Militares en los últimos años, donde
se ve claramente que son una población muy vulnerable
a las enfermedades tropicales, con el agravante que al
ser grupos humanos que se están desplazando
continuamente en el territorio nacional, están actuando
como vehículo para pasar los gérmenes de un lugar
geográfico a otro, facilitando así el establecimiento de
nuevos focos de transmisión.
La Viceministra aplaudió la realización del evento, pues
admitió que permite que la academia y el Estado opinen
libremente y propongan planes de acción. Se refirió a las
actividades que hace el Estado y reconoció que si bien
es cierto hay muchas falencias, también hay logros que
se deben tener en cuenta, además se comprometió a
establecer un plan de trabajo conjunto que permita la
vinculación de la academia y sus resultados de
investigación, con el Estado, para proponer planes de
prevención y control efectivos y eficaces.
Para el segundo semestre de 2011
Cátedra Pública y
Acto Central Conmemorativo
El 3 de agosto de 2011, en el Teatro Universitario Camilo
Torres Restrepo y en marco del programa Institucional
Cátedra Pública, la Rectoría y el Pecet invitan a la
comunidad universitaria y a la ciudadanía al diálogo
abierto con el doctor Antonio Campos, actual
catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad
Granada y Académico de Número de la Real Academia
de Medicina de Madrid, España.
Por su parte, el 4 de agosto en el Paraninfo, aula
máxima de la Universidad de Antioquia se realizará la
ceremonia protocolaría de los 25 años de labores, que
contará con la presencia de autoridades universitarias,
locales y regionales.
Al calor del regocijo de estas ceremonias y de hacer
público el reconocimiento a sus colaboradores, amigos
y aliados y, a su vez, de recibir de los distintos sectores
una merecida exaltación, será, sin duda, un momento
para hacer un alto en el camino y reconocer los aciertos
y las erratas, pero fundamentalmente una reafirmación
del compromiso social con el conocimiento al servicio de
la vida como un bien supremo.
Responsables de la información. Rectoría, Relaciones
Públicas y PECET, Universidad de Antioquia.