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40 : Letras Libres Agosto 2003 José Emilio Pacheco 1 WILDE EN SU (TERCER) MUNDO Oscar Wilde cambió nuestra percepción de la vida literaria al hacer de su rebeldía una forma del ingenio. Con este texto, que explica el afán irónico de Wilde como una velada defensa de su origen irlandés, y no sólo como el deseo de evidenciar la doble moral victoriana con que era juzgada su sexualidad, José Emilio Pacheco vuelve a uno de sus temas predilectos. S i, como el Enoch Soames de su amigo Max Beerbohm, Oscar Wilde (1854-1900) entrara hoy en la irreconocible sala de lectura del Museo Británico se sorprendería ante su posteridad, en un sentido muy diferente al que devastó al personaje de aquel cuento. Es un escritor clásico y una figura cultural, en el más amplio sentido de la palabra cultura, y contribuyó a moldear el siglo que termina. Alan Sinfield llama The Wilde Century a su libro de 1994. En él afirma que sus obras y sus procesos cambiaron para siempre la percepción y la situación de la homosexualidad y señalan las opciones estratégicas para las subculturas gay y lesbiana. Sin embargo, hay otro Wilde, íntimamente relacionado con el pri- mero, del que poco se sabe en esta parte del mundo: el escritor colonial que lleva hasta el centro los dramas de la periferia, el colonizado que se enfrenta al colonizador en su propio teatro y paga el precio de buscar la utopía con el martirio que lo redi- me y lo consagra. 2 En 1494 Alejandro VI, el Papa Borgia, obsequió a los Reyes Ca- tólicos lo que iba a ser su imperio americano. En el siglo XII Adriano IV, el único Papa inglés, otorgó a Enrique II el domi- nio sobre Irlanda e inició un conflicto que ha durado casi un milenio. Dos momentos de intensa tragedia fueron las matan- zas ordenadas por Oliver Cromwell en 1649 y la gran ham- bruna de 1845-1850. A la sombra de este desastre nació Oscar Wilde. Irlanda perdió dos millones de sus ocho millones de habi- tantes. La mitad murió de inanición y frío, la otra tuvo que exiliarse, sobre todo en los Estados Unidos. Entre estos inmi- grantes se reclutaron los miembros del Batallón de San Patricio. En la invasión de 1847 se pasaron al lado mexicano y se distin- guieron por su conducta heroica en batallas como la defensa de Churubusco. Los españoles hallaron la papa en los Andes y la convirtie- ron en alimento de los pobres de Europa. (Antonio Alatorre ha demostrado que el término “patata” proviene de la confusión entre la papa, Solanum tuberosum, y la batata, Ipomoea batatus, que en México llamamos camote.) Un hongo, el tizón tardío, Phy- tophthora infestans, destruyó en la Irlanda de 1845 los cultivos de papa. Se creyó que había llegado con el guano, el excremento de las aves marinas sudamericanas empleado como fertilizan-

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Oscar Wilde según José Emilio pacheco

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  • 4 0 : L e t ra s L i b r e s Ag o s t o 2 0 0 3

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    WILDE EN SU (TERCER) MUNDOOscar Wilde cambi nuestra percepcin de la vida literaria al hacer de surebelda una forma del ingenio. Con este texto, que explica el afn irnicode Wilde como una velada defensa de su origen irlands, y no slo como eldeseo de evidenciar la doble moral victoriana con que era juzgada susexualidad, Jos Emilio Pacheco vuelve a uno de sus temas predilectos.

    Si, como el Enoch Soames de su amigo Max Beerbohm, OscarWilde (1854-1900) entrara hoy en la irreconocible sala de lectura delMuseo Britnico se sorprendera ante su posteridad, en un sentidomuy diferente al que devast al personaje de aquel cuento. Es un

    escritor clsico y una figura cultural, en el ms amplio sentido de la palabra

    cultura, y contribuy a moldear el siglo que termina.Alan Sinfield llama The Wilde Century a su libro de 1994. En

    l afirma que sus obras y sus procesos cambiaron para siemprela percepcin y la situacin de la homosexualidad y sealan lasopciones estratgicas para las subculturas gay y lesbiana. Sinembargo, hay otro Wilde, ntimamente relacionado con el pri-mero, del que poco se sabe en esta parte del mundo: el escritorcolonial que lleva hasta el centro los dramas de la periferia, elcolonizado que se enfrenta al colonizador en su propio teatroy paga el precio de buscar la utopa con el martirio que lo redi-me y lo consagra.

    2En 1494 Alejandro VI, el Papa Borgia, obsequi a los Reyes Ca-tlicos lo que iba a ser su imperio americano. En el siglo XIIAdriano IV, el nico Papa ingls, otorg a Enrique II el domi-nio sobre Irlanda e inici un conflicto que ha durado casi unmilenio. Dos momentos de intensa tragedia fueron las matan-

    zas ordenadas por Oliver Cromwell en 1649 y la gran ham-bruna de 1845-1850. A la sombra de este desastre naci Oscar Wilde.

    Irlanda perdi dos millones de sus ocho millones de habi-tantes. La mitad muri de inanicin y fro, la otra tuvo que exiliarse, sobre todo en los Estados Unidos. Entre estos inmi-grantes se reclutaron los miembros del Batalln de San Patricio.En la invasin de 1847 se pasaron al lado mexicano y se distin-guieron por su conducta heroica en batallas como la defensa de Churubusco.

    Los espaoles hallaron la papa en los Andes y la convirtie-ron en alimento de los pobres de Europa. (Antonio Alatorre hademostrado que el trmino patata proviene de la confusinentre la papa, Solanum tuberosum, y la batata, Ipomoea batatus, queen Mxico llamamos camote.) Un hongo, el tizn tardo, Phy-tophthora infestans, destruy en la Irlanda de 1845 los cultivos depapa. Se crey que haba llegado con el guano, el excrementode las aves marinas sudamericanas empleado como fertilizan-

  • te. Sorprende enterarse (Everardo Monroy Caracas, El pequeoasesino, Da Siete, 26 de diciembre 2000) de que el tizn tar-do nace, crece y se reproduce en Metepec, en el valle de To-luca, aunque no se especifica en qu forma pudo alcanzar a Ir-landa el letal hongo de Mxico.

    El tizn atac tambin los plantos de Escocia y Blgica,donde se inventaron las French fries. All no hubo millones demuertos. Por qu? Porque si en teora Irlanda era desde 1800parte del Reino Unido, en realidad era una colonia. La Ascen-dancy, la oligarqua formada por las grandes familias inglesas yangloirlandesas, monopolizaba la tierra y oprima a los campe-sinos y aprovechaba sus rentas desde la metrpoli.

    En libros como Modern Ireland: 1600-1972 de E. F. Foster yThe Irish Famine de Helen Litton est la explicacin de por quno hubo para los catlicos pobres otro alimen-to que complementara o sustituyera a lapapa. Inglaterra en plena revolucinindustrial necesitaba todos los pro-ductos de Irlanda. Carne, cereales,tocino y mantequilla salan engrandes cantidades del puertode Cork mientras esqueletoshumanos recorran los cami-nos de la isla y los pozos se llenaban de cadveres.

    3Jane Francesca Elgee (1826-1896), la futura Lady Wilde,escriba poemas patriticoscon el seudnimo de Spe-ranza y llamaba a la lucha armada contra el opresor.Estuvo entre los fundado-res del partido La Joven Irlanda que pugnaba porrealizar en su patria la revolu-cin de 1848. Speranza escribisobre Caldern de la Barca y tra-dujo poemas espaoles. Su obrams importante es la recopilacinde leyendas celtas.

    Su esposo, el doctor James WillsWilde (1815-1876), fund la otologamoderna, invent la operacin contra lascataratas y fue clebre en toda Europa co-mo especialista en enfermedades del odo.Tan asombroso como informarse ahora deque el tizn tardo es mexicano resulta saber por dos cientficos sudafricanos queWilde no muri de sfilis (as lo afirma has-ta una biografa reciente, A Long and LovelySuicide de Melissa Knox, 1994; posterior ensiete aos a la obra definitiva de Richard Ell-

    man): lo mat una encefalitis producida por una otitis que nosupieron tratar los mdicos en la crcel de Reading.

    Lord Wilde (el ttulo se lo concedi el virrey de Irlanda) fuetambin arquelogo, antroplogo, folclorista y escritor. En 1851prob cientficamente que la gran hambruna se deba al siste-ma de tenencia de la tierra. Como su hijo, estaba en la cspidecuando un proceso lo abati para siempre: una ex amante loacus de haberla violado bajo los efectos del entonces novsi-mo cloroformo. El doctor Wilde logr demostrar su inocenciapero no recuper su prestigio social.

    4En Inventing Ireland: The Literature of the Modern Nation (1995), De-clan Kiberd sita a Wilde como el iniciador del renacimientoirlands al que, en una ms de las paradojas, la lengua inglesa

    debe las obras de Joyce, Yeats, Beckett, Heaney y muchosotros. Para Kiberd Irlanda es el inconsciente de Ingla-

    terra, el otro cltico en que se proyectan temores yansiedades. El estereotipo del irlands se parece

    mucho al del latino y se resume en el Paddy. Lapalabra ofensiva para designarlo arranca de la

    falsedad de que todos los irlandeses son igua-les y tienen el mismo nombre.

    Paddy, cuyo equivalente en trminos delmexicano en los Estados Unidos sera Pan-cho, proviene del diminutivo del nombrePadraic (Patrick o Patricio en galico).Si acta como bufn, el Paddy pare-ce inofensivo ante los trabajadores ingleses que de otro modo resenti-ran su disponibilidad para tomarlos trabajos ms indeseables y peorpagados. El ingls, industrioso y confiable, adulto y masculino,maduro y racional, cree ver sucontraparte en el Paddy, indo-lente, poco de fiar, infantil, fe-menino, inestable y emotivo. Todoesto se resume en una nocin: losceltas deben estar sometidos a los teutones porque son incapacesde gobernarse por s mismos.

    5Wilde vio a Inglaterra como unsitio que deba conquistar a fuer-za de intelecto e imaginacin. Fueel primer irlands que lleg aLondres con el objeto de desman-telar las mitologas imperialesdesde dentro de sus propias es-tructuras. Su androginia (Wildefue tcnicamente bisexual) se corresponde con la voluntad de

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  • convertirse en ingls sin dejar de ser irlands. De Speranzahereda doctrinas que defendi hasta la muerte como el derecho de las mujeres a trabajar al mismo ttulo que loshombres y a participar en actividades polticas.

    Su indefinicin sexual se acentu por el fracaso de su pri-mer amor: la bella Florence Balcombe prefiri casarse conBram Stoker, el autor de Drcula (1897), novela a la que noson ajenos ni la persona ni el proceso de Wilde. El jovendecidi irse a Oxford y practicar el arte de la inversin ele-gante: darle la vuelta a todas las normas de su niez. Sus padres fueron descuidados, l sera un dandy; la sociedadse ri del doctor Wilde, l iba a rerse de la sociedad; Spe-ranza so con la reconquista celta de la Irlanda ocupada, lla superara al invadir y conquistar Inglaterra.

    El ingenio fue para l una forma de decir la verdad bajoapariencia humorstica: Soy irlands de raza pero los in-gleses me condenaron a hablar la lengua de Shakespeare.Los sajones nos robaron nuestras tierras y las empobrecie-ron. Nosotros tomamos su lenguaje y le aadimos nuevasbellezas.

    Toda la carrera de Wilde, a juicio de Kiberd, es un co-mentario irnico sobre la tendencia de los ingleses victo-rianos a atribuir a los irlandeses emociones reprimidas dentro de ellos mismos. La imagen del Paddy dice ms delos miedos ingleses que de las realidades irlandesas. El humor britnico de Wilde es una parodia de la nocin delo ingls. La facilidad con que pas de una isla a otra mues-tra cun artificiales son las categoras de nacin y raza. Suscompatriotas creyeron ver una traicin a Irlanda en una po-se que en realidad parodiaba y escarneca al opresor.

    6Wilde casi siempre tiene razn, dijo Borges en 1946, cuandoestaba de moda temerlo y despreciarlo. Por ejemplo, acier-ta cuando dice que la manera moderna de resolver el problema de la esclavitud es disear diversiones que entre-tengan a los esclavos. Todo su arte y su persona pblica sefundan en una crtica del ahnco britnico victoriano de es-tablecer anttesis no slo entre lo ingls y lo irlands sinoentre el bien y el mal, el amo y el siervo, lo masculino y lofemenino.

    En el siglo XIX se impone a quienes pueden comprarsetrajes en el planeta vestir al modo britnico (el traje de trespiezas), que por vez primera en la historia rompe con la am-bigedad sexual del vestuario. Los sesenta del siglo XX, quela recuperan con toda su teatralidad subversiva, deben re-conocer en Wilde a su precursor. Tal vez sin l las mujeresno podran llevar pantalones ni los hombres aretes y collares.As, como quera Wilde, la gente olvida el lugar asignado y muestra la plasticidad de las condiciones sociales.

    Desacredit el ideal romntico de sinceridad para susti-tuirlo por el ms oscuro ideal de autenticidad. Al ser since-ra con uno solo entre los muchos seres que la componen unapersona es falsa ante todos los dems. Una vida autntica

    debe reconocer lo que se le opone. As, en la mejor come-dia inglesa de todos los tiempos, The Importance of Being Earnest, cada personaje se convierte en su opuesto secreto.Las mujeres discuten las formas del cuerpo masculino. Ceci-ly recorre con los dedos el cabello de Algernon y le dice:Espero que tus ondulaciones sean naturales. Respuesta: Squerida, con un poco de ayuda ajena. Gwendolen sostieneque el sitio del hombre es el hogar y los asuntos pblicos de-ben ser confiados a las mujeres.

    Se dice que las inversiones de Wilde son un juego pri-vado sobre su inversin en sentido sexual. Pero en el fondode estos mecanismos est su profundo desprecio por la ex-trema divisin victoriana entre lo masculino y lo femeninoque finalmente condujo a las que Ryszard Kapuscinski denuncia como las patologas del poder, culpables de los ge-nocidios del siglo XX: el letargo de la tica, el debilitamientode la sensibilidad ante el mal (El Pas, diciembre 10, 2000).

    7Al rechazar el pensamiento antittico Wilde neg tambinla filosofa del determinismo, la creencia finisecular de quenuestras vidas estn predeterminadas por las circunstanciasdel nacimiento, el medio y la formacin. Se afirma: irlan-deses y mexicanos son sucios y habladores por herenciainexorable y no pueden cambiar esto como no pueden alte-rar el color de sus ojos ni su eterna dependencia.

    Wilde demostr todo lo contrario. Sus rasgos femeninosamenazaron un postulado fundamental machista y chovi-nista de la mentalidad colonial. En oposicin a otros artistasdel movimiento esttico que pretendieron volver a modosrenacentistas de patronazgo, sostuvo que la forma republi-cana de gobierno era la ms favorable para las artes. Ligsiempre la libertad artstica con las libertades polticas. Contodo, am a Inglaterra como Goethe a Francia. Porque lasgrandes creaciones de la cultura pueden deber su base material a la esclavitud y otras formas de barbarie pero, unavez realizadas, quedan all para que toda la humanidad lasaproveche y disfrute.

    Hace medio siglo W. H. Auden sentenci: Debemosamarnos los unos a los otros, o morir. Ms escpticos traslo que hemos visto de Auschwitz a Bosnia, hoy diramos nadams: Debemos tolerarnos los unos a los otros, o morir.

    En Four Dubliners (1987) escribi Richard Ellmann:

    Wilde fue un moralista en una escuela en que Blake,Nietzsche e incluso Freud resultaron sus compaeros. El objeto de la vida consiste en no simplificarla. Ya que nuestros impulsos en conflicto coinciden, nuestrossentimientos reprimidos luchan con aquellos que expre-samos y nuestros juicios slidos revelan inesperadas fisuras, todos somos dramaturgos secretos, llevemos o nonuestras complejidades a la escena. Bajo esta luz las obrasde Wilde se vuelven ejercicios de autocrtica y al mismotiempo llamados a la tolerancia. ~

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