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140 e o N T E N

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~:" jir" "rti~t¡"" JIU. col I.,-jann Oril'nll WoU •• ., .. Schneh!cr .

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Anima I'n p\"tm (elle,nto) _ Tuli .. Conulu. V", S]lirituuh' (V","""I - Eduardo Culillo. El n-li." cit· GnLri..! O'ARhul1:';\> F.ancioco Conein; de

Ca" .. ;n . !IIulfcul". T ....... Sanlamari. d .. Con1al ... Con<liciiin de In muj,·, t,,, Tur'lulo (Tnldu<,diin). Muu.

j. S.nlam ... i •. En .. de 1" .\[odn ( T rn,lucd'.n) - Au.a Culiirru do

Lefeb ..... CUlllldll In 'Ilujl.'r ~.' fu ... n Inlblljllr. - Juan del Mar. ¡.'n • .::ml.'nlo - I'i o Buoia. Un 1> ..... 0.

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MARZO 1938

Weden1"

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TOlA'II,' SA NTA"' ''", ... DI!: G ON Z ALEZ ANGEL" VIL. I.A D I! TOllO - ALIC'" M. .. D IE ECHAVARR' ''' - TIJLIA RIESTREPO G .. :: MAR IA " ... II ... M ILL O DE S IM ON " ¡¡ AURA aUT IER 'UU: DE LEI"UIVIU: ;;

" ADMINISTRADORA: "'''RIA .I"RAM ILLO D Il . 1".01'1 ¡¡ [\ Administración: Carrera Bélgica, Nro. 48-61. hlélono 10·7g. H [~\ AftO Xl - Nro. 140 - ,IIEDELLlN, GOLOll81A - MARZO DE 1938 .@-{ ~ ..... ::~.:::::: ::::::::: __ 'o :-.::::=::; )::::::::::;:::; :::', ... ¿;:::::::: :::::: :::::: ::::::: ::::" :. :::::::,,: ::::::::h" ~:b& .

1:'.' '.~

En Jira Artística por el Lejano Oriente E.h. ¡nt e r .... nle cróni". de "¡a"

je, leid. p"~ . u au lor en la "l l i_

ma reunión del Cenl r o F"me"ino de E.ludio., a la Cual fue in .. il"_

do, ha .ido eedid. ralaalemenl ..

par. p ublicarl .. en L ETRAS Y

ENCAJ ES". Por ella d .... o. nU ... ·

Iro. profundo. aru.deeimie" I". '1

f"licihmo. a ou a ulor el di.ti". ruido P rofuo. de Violoncellu

Wolfranr Schneider, que aelu" l_

monle no ... ¡.¡ Ia '1 C"'1a. r"cih .. I~.

han .ido un o;:< ilo,

-"V ~it1 embllrgo se mueve"­estll \'isión lapidaria se me ocurre t"adll vez, CUllndo medito sobre el problema de lIi el principio cósmi­co del movimiento eterno Que cre:l munclm; !le puede también IIplicar ;1 lIuestt'o sél' terrestre.

La trusmigmción de los pueblos, la vidu nómudu de nllel\tro~ ante­pnlllldoll, todo hablaría en pro de ello. Pero entre I.IInto el espacio ha sirlo ]'c]lurtido, el principio estMi­co hn llegado al dominio absoluto. El hombre lrnbaja In glcba \Iue le ha ¡oido IIdjudicadn y cs mal! o me­n~ feliz. Y sinembnrgo vive en eli­da uno de nOl\olro$ el gran deseo de enmbio. LII canción de Schubert con la ]c1ru: .. A Ili donde W no C>l-

his, alli está 111 felicidad" 110 es so­Inmente la cxpre!'lión de UlIlI resig­nación poético-rornrinlica, sillo ¡:i~­nifica también que el dc,¡eo primi­ti\'o hncill e~ movimiento no puede :lar nunca saciado ni aplacado. Cuán cierto es el conc(lpto poético del anhelo de viajnr que en cada uno de nO>lotrOB dOl'mita y que de tiempo en tiempo :le manifie5tn.

Por unos momentos entro en mi pieza donde cuelga en la plIl"ed el mapn-rnulldi r pa~o por él con ojo codicioso a tra"és de \'erdes "lIl1es. a 10 largo de bahias m~lIles y dora­dnll, miro un poco hllein SiciJia y me axtl"Uvlo hacill Corfii y Gracin. Por Dios, qué tlln cerca estii todu e!lto y quE! tan ligero podemos C'i' tatO en todas pal'tes. Y silhllndo \'uelvo a mi estudio, leo hln'os su­perfluos, Ilienso COSIl:l inllt ile.~, Pe­l'O mis ])en~nmiel\tos ~c apnl"lan constantemente de los lihl"Os y I!' profesión. En el año ¡lll"ndo est ve \'iajando, lo millmo en el IIl1te\lll ¡¡mio. E~ mucho en l'ealid:HI ~' dcs­Jlué>l de mi regreso senl in como que lli fuenl tiemlKl ele qu('dlll"me 1)lInl lIicm l)rC .\' Ilbandonar la vida cll' daje~ y 1I\'{!nlUt·IIS. Sincmblll·J.(O 11-penns vencido t!I causancio 1lI:' ... ~ fuerte, lIormulizudo el :-<lIcño r el

Concurlo COL TEJER para el 20 d e Julio próximo.

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• ., ••• ,~ ____________________ LETIU,S y I: NC ..... ts

c<¡tómago a media" sanado: 1We­nas había vueltu 11 QCtll)llrme un par de >:!!ma nas cun libros y a gas­tar papel de e.."c r ibil', cuando nl.!!:ún día el sol voh lO 11 lucir tan inex­plicablemente amarillo y joven so­bl'e la \'jeja carretera y Jlor el lago corría un barco oscuro COII \·ela brillante que me hizo pensar en lo bre\'c de la vida humana. y de re­pente no quedaba de todos los pro­pósitos, d!!~os y conocimientos. nada mús que un deseo de viajar loco e incurauh:.

Tener la intención de nublar so­lamente de viajes en una él)()C¡\ que dü;pone de lr) ~ medios m:is inaudi­tos de la técnica, es Ulla atnl\'ida empre;;a. El cuadro \'¡vo sólo pue­rie comunicar al hombre dentro de termino mú!! corto, una impresión que evoca al espectador ~entimell­tal. el cambio local que casi se ha \'uelto realidad, Cuando !'oe quiere por consiguiente conta]' av:mturas e imprC!!'Iione!'o de \'iaje, entonces puede hacerse ésto solnmenle rela­tando experiencias pC!rsonale.:;, na­rrando la fusión entre uno mismo y el paisaje vivido, o los milllgros de extrañll>l culturas, Uno ]>uede \'agllr por el mundo o como realis­tn o como rom:íntico: el uno hacc SIL'! negocios, el ot]'O esc]'ibe sobrc cohcrencias ]>olítiCILll, el lercero busca aventuras que por dCNgracia ~ han vuelto cada dia más escasas y el cua]'to p]'cfiere 11 la contempla_ ción del amplio y bello pai!lnje, una hora de consagración conlemplati_ \'¡¡ en el templo de Confucio cerca de Pekín; decididamente ~.~ lo tiene m;Ís intt'l'é,; rora l'l que cualquier aca"!cimienlo en un club u hotel ill_ lcrnacionuL

l\IuchHR vecc.~ me hall ]H'cgunla_ do: Dónde c!'ot{¡ \1) m{¡~ bello '! Qué le ~a hecho mayor impresión? y yo qUiero, en cuanto me sea posible, conle~tnl' :1 estn ]lreguntn: La mil.

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"or imlll'~slOl1 del paisaje. la ]'eci. ~¡ en Sumatl"ll, la i m ¡}r~ ... ión mús fabulosa en la isla de Eaali, brran­"f!:' im¡H"esione!> culturales In!! t u­VI! en el Japón yen Pekin. Pero el Oriente entero e.~ tan rico, tan in­\'erosimilmente brillante y dh'er­RO, que es difícil para uno orientar_ '~e en sus remini scencias.

El milagro mas grande ]la]'a mi .2!> saber que nueRLm época ha a­prendido a aprecim' r proteger la cuh ,ll'a autóctona y no ver en In ci"ilización técnica, In felicidad de la humanidad. Durante un pasco en motocicleta 11 través de la isln de Sumlltr11, que empl'endi durante Ull descanso entre ,~o:; lournée de concierto. tuve en la montaña de Sumatra central un contratiempo y me vi desamparado fr ente al pai­saje mÍls solitario, al borde de la selva y de la carretera, De repente se acercó un joven Batako y se detuvo a mirar con gmn curiosi­(Iad y de~cotlfi¡¡nz/l mi mÍlqui na. A mi ruego de traerme de la pobln­cióll cercana, unu ])2rsona enten­eli da en nlecá nica capaz de ay udar­me, cort'eRpondió él con el mayor A'usto y volvió unas dos horlls más tarde en compañia de un chofer indigena. DesJlués de habe]' sido repul'ado el daiio, al despedil'sl> r.12 dijo lacónicamente: Señor , tú eres más rápido que yo, pero sin­embargo llego yo también y mi cn-1:11110 nuncn me deja.

Hnce pocos afioli visitaba tam­bién la iala de Bnnli el entónce!< Gobernndor genel'nl de la!! tnclia~ Hnlandesll!~ , durante un viaje de in,,!)cccióll, Dicho señor, que de !! lIS wl\'er;¡ario:i, sobl'ios y prilctico~, hnbia recihido el titulo de el "E ti­co"'. eRtaba lan impresiOJ lRdo pOI' lo .... 1IlllumcrablcR mi lagros de este I,nrai~o terreno. q::e flrcgunlabl\ B

lo~ \'nrio~ príncipes de tribus quó - S IQue e N LA PAC, 208 2

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VIENE DI!: LA PAG. ~1I80

pooría hacer por e\lo~ y por ~u .,'ub, Despue,; de larga delibera· ción. recibió esta sorprendente res­¡,uesta: _Favor decir a la Reina \lue no vuelvli a enviarnos misio­nero!!. Esta rpspuesta es tun com­prensible para la disposición de c."­te pueblo {[llC ve en el misioncl'o 56-lo al propulsor de la cidliznción occidental. Hoy día, Baali está pro­tegidn del cultivo industrial (agri­cultura) y los hombres pueden se­guir siendo felices. y así existen muchos ejemplos de que nuefltra civilización se ocupa hoy de la con­,;er\'lIción de culturas extrañas. Tnl \'el: esto es también ulla COll­secuencia de la crisis econ6mic.1 mundial. En r!ldo-China. en Sumn­tra y en todos los deroíls territorios lll"oductol'es de materias primas en

\ Lejano Oriente, se "uelven de­,Jrtas lus plantll.cione;¡ y prollto

,¡er{1Il otra \'ez cubiertas por la sel­\'lI: por eso es mejor dejar al in­cigoena el espacio y la!! antiguas cO!ltumbres de vida.

l 1no de 10ll grandell viajes que emprendí COII mi trío, empezó en Egipto: dimos conciertos en el Cai-1'0. Alejandría, Port_Said, I!!maila y Luxar. Pero esto era ~olnmenle el preludio de un largo viaje al A­lIia Oriental. Primero rJII!lamo~ por la India anterior, (Colombo, ele.), luégo en Indochina In península de ~Ialacca con los grandes cen­trOll como Singapore, K,mla, Lum­¡mr, (rellidencia de uno de los nab­bah!; de la¡;¡ India¡;), lpoh, Pennng, etc. En el curso ulterior eJel viaje, dimo" tambien conciertos en lA In­do-China francesa y en Siam. En BAngkok tuvimos la gran suerte de establecer contacto con unos miem­bros dc In familin renl. Digo J.:mn >lUCI·tC porque el:ltoll ari!\tócrlltlll1 realmente distinR'llido!l, demo¡;¡lrn­han 11 uno el hecho evidente de que

In culturn oriental puede unirse también a la cultura occidental, cuando la educación de una dispo_ s ición eminente se hace en tal fol'· ma que el flllldamento de la cultu­ra oriental nunca quede cubierto por la );,'1'al1 influencia occidental. El milagro de esta feliz mezcla cul­tUI"UL se manifestaba especialmen­te en uno de los príncipes que Ila­bía sido educado en Alemania; pia­nist.a. perfecto. El me pudo dar las explicaciones más valiosas sobre el espiritu de la cultura oriental.

Indo-China. el "ELDORADQ" de todas las estrellas de cinc y mi­llonarios americanos codiciosos de la caza. alberga en una de SU!! pro­vincias. en Cambodchn, uno de los milagros mils grundes del mundo. Ingenieros agrimensores observa­ron desde un avión que ciertos lu­gares en la dell!;'1I seIVII, lenlan una vegetación ml1cho mils bnja; a cau­sa de ]·epetidos anuncios fue em'ia­da unll expedición que hizo uno de los hallazgos m¡'¡s grandes de la época moderna: en plena selva se enconh'nba una ciudlld completa­mente conservada, cubierta de he­jucos y árboles de la selva. Una de lus culturas m{ts interesantes-la cultura Khmer-fue devuelta al mundo despué.\l de un 'Sueño cente­nario. Hoy, conducen carreteras hasta Angkor-Vnt y por la noche bailan COIl la luz de In hUlIl, sobre la tenu1.U del templo, las mucha­chas de Cambodcha !lUS bniles hie­rÍlticos y 1011 "iajeros de Thomns Cook encuentran todo esto "ve!,)' nite indeed". Cook ell una de 1m; im;tituciones mús subia¡;¡ del comer­cio mo{lerno, pOrque adem:'!lI el via­jero sensible ¡Hiede arreglar todo, ele lul m!lllem {¡ue infOl·múndosc en lus oficinas de tUrillmo no atrO­¡>elle con esas mlllladas (le 1 urislll!l. ya que realmenl(! 110 (.'11 uingun pla­cer mirar 10Sl mi\¡l l('ro~ de este

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L II:TR Ae y E N C AJES ________________ _

mundo a lmvés de los anteojos de aquella!' instituciones. Como me \l:l.SlÓ una vez :l. mí en el Reijkmu • seum de Amsterdam donde ¡>ar Cll­:;ualidud me encontré COI1 un grupo de turista!' que para In Amer ican Express Ca. dieron sus ahorros con dificultad recogidos. "E..'lle cuadro es de Breughel el mayor, va lor 100.000 florines ... A(IUI la fa-1ll0tm Ronda de Noche. \'alor in­calculable"; y asi por e l estilo. Pe­l'O esta pructictt' tiene t.1.mbicn sus lados buenos: en Pekin por ejem­plo, Cook manda a hacer valiosos iral¡ajos de restauración, en las consl¡·ucciones caídas de la ciudad prohib ida, ciertamente por motivos egoistas.

Repetidas veces estuve en el ar­chipiélago malayo y no solamente vi!litamos 11 Sumntra y Javu, sino que nuestra gira se extendió haslll regiones tropicales desconocidas. desconocidas al menos plll'lI el mú­lIico cuya esfera de actividad está por 10 general reduc ida a Java. He­mos estado en Baali, la isla para­disíaca en el archipiélago l\[alnyo, en Djocjacarta, y Solo. los centros de la cultura Jn\'ana y tnmbién en los (¡'¡stritos y plantaciones más distantes del norte y sur de Suma­tm.

A éste siguió un viaje fI la:; Fi­lipinas, cuyo cent.ro cultu1'!I1 c:¡ Ma­nila. En ter ritorio chino visil:ímos a Hong-Kong, la colonia portuguc­su de 'MakaQ y ndem:is Canlon, Nnnking, Tsingtao. Tl:Iinaufu, "ientsin y Pekin.

En el Japón se me pl·e:ICntaron pOllibilidades eS\lecinlmenoo \'Illio­has pal'lI obrar !lobre el ptiblico jo­ven del viejo imperio: "i¡¡ilúml);; a Tokio, Yoko!mmu, Kyolo, O:lukn, 1<obc y Rendai .

Con .. e,,¡peeto al artc fueron Ja­va ~. el Japón los punto:-l culminan­tes del ,'iaje. En Ja\'a. el Kunst­kring li~iI al \)liblico COII lo!' artis­tas europeos: e.~ ésta URa organi­zación ejemplar que domina 1\0-

bre el mUlldo inSlular ;\Ialayo: la gira de cada uno de los artistas contratados por el KunstkrinJ{ se efectúa, no obslante la crisis eco­nómicu mundial que ¡>esa lambiim sobre las islas holandeslIs (debido a la superproducción de azúcar, caucho y tabaco). Allí, las ma\'ores exigencias ~ formulan con res­pecto a los Il ro);,'Tamas Y tnmbién para las ejecuciones. El clima que de poI' si no favorece la. concentra­ción artística, ya 110 juega papel en los europeos ullf c:;tublecidos. Bajo un calol· tropicul se reúnen llls comun idades musicales, en si­lencio solemne. A una tropa de ar­listas recién llegados de Europa es evidente que se le cxige el máximo de resistencia corlloral r coneen­trución psíquica, ya que debe acos· tllmbrarse poco a poco a los altos grado!' del term6metro Y a la. hu­medad del aire. 4'\5 maravillosas carreteras ell Sumatrn pasan por la seh'a exuberante. que cubre de lluevo 1'1í.pidamente las plantacio­nes en parte desierl-ns ¡>ar la pro­longndu cri!li!! económica. Pero en todas lllll"te;; se cOI1!\ig.ue l?ediante 111 ejemplar orgamzuc]ón del Kunstkr inj;!', que Beetho\'en, :\10-znrt y demús lI'randes mac.str05.- IlO

"e d~uiden. Lati imllre¡;¡iolle.~ de la!'. ello~mes

fuerzas cultural ... s del mundo msu­lul'. )Ion en JU\'U mu~' marcada~, ]lera se IIccnlÚll1l miL,; "un en Baah, donde In IInliJ{UII cultura de J:l.\"a "e hu I11l1nt ... ni<lo ji plenu ultura. illll1c ll\ ¡le influencia,:; mahometa-

El Concurso COL TEJER tendrá 107 la. condiciones.

premio •. Con.ulte

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•~ ____ ___________________ L.lTRAS y tNCA.JII!S

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nas. Una completn fusión del hom­bre con la naturaleztl hll sido con­llegu ida: del hombre {lile cOI'peral. mente muestra también todos Jos síntomas de una raza noble. LlI po­blación \'h'e de la agricultura y precisamente en este conbl.cto con In tiern!, pOI' varios siglos, éstn ha impulsado sus fuerzas ¡¡],tísticas y ofrece en arquitectura, trajes del puís, tejidos y trabajos ele plntel"Ía, algo original. El cundro cultural es enormemente enriquecido por la músicn del GAMELANG. Yo fui testigo de bailes maravillosos y conciertOli con Gamelang, que me im¡wesionaron tanto porque los e­jecutantes 110 eran artistas de pro­fes ión sino campesinos, que en ¡HU'·

te todu\'iu eDil sus \'estidos emba­l'rados habían \'uelto de SU8 cam­pos de arroz a la población y nos ofrecieron n los europeos volunt.a­l'iamenle su arte. Tanto el baile co­mo la orquesta Javana, son resul­tados de una obra cultural de si­glos, La orquesta de Gamelang COIl:ita de Gongs. con efectos de so­nido en parte mny fuerte!'!, de cam­IUllla!'!, de varill as de metal golpea­da~. de tambores de mano, etc. Pe­ro la manel'a de hacel' música re­cuerda antiguas formas de la mú­sien eUrOI)ea-occidentn[, cUllndo el oído :ie ha acostumbrado a ciertO$' detalles de la al'monín de estos ins· trumentos. Genemlmenle se prin· cillia con un bre\'e ll reludio, luégu !IC oye claramente el recital de un tema. Para el músico occidental es ademÍls notable que el recitnl de esta.,; pieza.<;, musicnlell, libremen-

ingeniadas, al Jlnrecer improvi_ ¡.Idas, se hace con lodlls la.'! fine­zas de la ]lrílctica musical em'opea: crC-'lcendis de maruvillosa fuerza, dlminuendis cm los tonos m(l!~ deli­cndo!!, una técnica de tocnr de in­C-'lpe.rnda riqueza en [11 ncentua_ ci6n, unu rítmica de una \'nríednd

\' paslon inopinndas. Además el ambiente, la naturaleza como un s ueño, los templos bizarros, lo;¡ traje." pintorescos, la arrogante nobleza de esta raza dan ulla im­presión de belleza imborruble. El europeo se cree pobre en compara­ción con esin cultura que muestra como grandioso ejemplo desde la eX )H'esiva raza seño l'iul , repleta de belleza, ha;;ta el tiltimo refillamiell. lO psíquico del hombre miis senci­llo.

En China tiene que luchar toda­vía la musica europea con gl'UIl­des dificultades de comprensión. Las universidades chinas, en las cuales maestros de musica )lIlra instrumento!! eu ropeo!! eslílll de ]lI'ofesores, hacen ensayos pal'a fa­cilit ar 11 la ju,'eJltud, en lo posible, buena comprensión de la musica europea. Pero ])01' lo pronto !le COIl ­

cibe lo extra ño con mern curiosi­dad. Especinlmen1e la mujer estu­dia nte china, se edfuerza mucho por la mus ica europea. La recep­ción en Chi na era muy cordial. En Nanking e!ltuvo un compositor que había e!lcrito mÚ!licn de camara y Beethoven y i\lozart quedaban ell la sombra , a causa del entusiasmo elemental de la juvent.ud nnciOlln­lista por este compositor. En las c(,lonias eUl'opens de 111 China exis­t{' naturalmente un ntento público de conciertos, como en In mbmn Eu ropa.

Mur distintas !l011 lus perspec­tivas de la müsicn eurOI)en en el .JnpÓn, Que SUpel'n lodo lo espera­do; imita la juventUd del Japón lIC­

hl:l l, todo lo que ,'iene de Europu. (¡¡da máqui nn e!l inmediatamente copiada; la indUi'lLl'iu j aponesa fu­brica hoy todo [o (IUe hll id elido el intelecto humlll10 y ¡¡ l>recios que excluyen cunlquim' cOIIlI)etcncia em'opell. CUll ndo hll b ianlO~ montn-

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LETRAS V ENCAJES ________________ _ _ ___ --':loe~

Por el Censo sabremos cuántas bellas damas usan la

Crema

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Divina

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•_'-____________________ I.tTRAS " ENCAJE'

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do lluestro címbalo en la sala de conciertos, 1m; nlecúnicos japoneses habían aparecido dos horas antes de lo convenido y al llegar nosotros estabaJl colocados debajo del ins­trumento. con papel y lápiz para fi iar lo más exactamente posible, iU construcción. Dentro de UIlO!'; a­ños se construirán ta.mbién cím­balos en el Japón.

Una l,'Tan orquesta japonesa to­ca las obras más difíciles de la mú­~ica eu ro]>ea. Una partitura se pi­de a Alemania, e inmediatamente !ól! copia, se sacan las voces y se 'llultiplicun. Todo se hace con una ).~guridad admirable. Lo que falta a le orquesta japonesa, es el con­tado realmente espiritual con el aire de la música europea. El japo­né.'\ estú firmemente resuelto a al­canzar también, por todos los me­dio:, posibles, la altura de la cul­l~lra europea, después de haberle resultado tan perfectamente la así­mi!¡\ción, en cuanto a la civiliza­c'on; por esto estudia celosamente !¡~ múllica que le ofrecen los m'lís­I.a~ europeos. En completo silencio sigue el público japonés los recita­l~. La ju\'entud está provista de partituras de mano siguiendo nota por nota, y si n embargo el mú~ico ejecutante tiene el sentimiento de <¡ue el alma de la música europea no es accesible a los japoneses, In­terés u.'cnico, pero 110 verdadero hambre de música. Pero admirable e~ la disciplina que produce una impre!lión evidente y el respeto ca­lIi religioso a lo extraño, con que el público intenta acercarlOe al arte europeo.

La mayol' impre~i6n artísticalt\ recibí en el teatro japonés hist6ri­co. AIIl se cultiva por actore!! del mayor formato, una literatura que e:l unli<luisimo patrimonio japonés. Un lector, similnr al e\'llngelillta

de la l)8sión de San i\lateo, acom_ pnña frecuentemente los aconteci_ mientos en el escenario, La fuerza expresiva del gesto y de la ~cita­ción, hu alcanzado un vigor y una potencia que hechiza también a a­quel que no entiende ninguna pala­bra del idioma. Entre el público de los conciertos y el público de este teatro, hay una diferencia de ge­neraciones. Aquí In perduración de tradiciones ant.iguas, el cultivo de un ethos grandioso, masculino y caballero!!o y anl¡ el juego intelec­tual con fOI'ma!! y contenidos in­troducidos de Europa, que Jlor 10 pronto son comprendidas como so­brio objeto de estudio. El Japón es como país de una admirable disci­¡:.lina total. de una absoluta coor­dinncióll del indh,jduo con la co­munidad, la expresión mÍlS fuerte de un pueblo polltico.

Yo he sentido siempre como una gran calamidad que en la muralla china se cuelguen avisos de pasta dentífrica y que en Java le ofrez­can a uno ]lrimero, en vez de las deseadas telas pintadas al batic, hOlworoSll.s copias textiles de pro­cedencia europea o japonesa y que el indígena de est.atura lloble y real ele la i!!la de Nías, nI sur de Suma­t.ra, haga ]lor la noche HU paseo a In orilla del mar, sudando en un pIJama.

Sumatra líene llal'll mí un sabor dI! ¡mtrin cuando recuerdo las O1'i-11m¡ azules del lugo Toba, s ituado ~n un clima ngl'Udable, lleno de sol y g l·andeza del pnisaje. Después de un viaje de vurias horus en auto­móvil se abre repentinamente el paisaje mOlltaiio~o dejundo libre la mirada hnciu distancias ilimíta­da!!: debajo de tí e,.l.í un lago azul, lnlvez 180 Km. de lal'go y 40 Km. de lIucho, dCí:lvancciéndose en to­nos violel a!!: en él UIIU isla grande,

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•••••• ~ ______________________ LETRAS Y ENC ... .JES

VIENE DE LA 1''''0. Ha!

montañosa r en torno suyo ~e en· snnchn estn agua azul. hllsla leja­nías infinitas. Oh que bello era el paseo ¡¡ Ira\'es de la seh'n. Jlor los !'lenderas de los elefantes en Atjeh al norle úe la isla. Recuerdo Jn an­tigua colonia de Palenbang en el liU!' de Su matra, construida fiobre pnlo!; en 1m; rápidas agulIs dell\foe­si, qlle lleva afto por año las islas vel'des arrancadas de las O!'iIlus de 111 selva, hacia su delta cenagoso, cubierto de i\[angrobes. Me acucl'­do tambien de aquella noche mi!!le­riosn en la montaña de Sumah'u, cuando extraviado y no conociendo el enmino. fui guiado por el hijo de un caudillo de los Batakos quien a mi balbuceo en idioma malayo, a mis ensayos para hacerme enten­der en holandés, contestó pronto como discipulo de un misionero a­lemán: tú puedes hablar conmigo también alemim,

Que gr<lndeza! Qué majestad! Al acercar~e el buque se adivina que la hipótesis de que Sumatra es lu punta norte oriental, montaño­sa, de un enorme continente que se inundó hace liempos legendariofl en el oceano Indico, sea exacta, Los gritos ne los micos en la selva, el ruido del pájaro cornudo, la flor giKantesca de uno y medio meh'os de diümelro, el árbol Tocala, goi­gante,¡co, la mezcla de razas (en el norte descendientes de árabefl, en el centro malayos de la costa)' de la monlmia, en la altiplnnicie en la'! orillas del lago Toba, los ~ifl­terimlofl Batakos, en el su r el Koe­Loe, hoy todl\\'ía al'mado de arco \' rlecha en la'! selvas; y nU! mism~ lQ; pueblo.'! enano:! que viven sobre Iml!<a.'! en lo:! tios) y entre todos e­lIo~ el europeo con su con\'iCción d" la iml)ort.ancia que tiene la hoja ex­tNior del cigarro, La fuerzn de In tierra e~ imponderable, La mngni_

tucl del lel'1'itol'io justifica todavia delToche, En estn ¡lUrte del mundo, peQueiiu Y cnsi despoblada e" toda­via posible cu lti \"lu' tabaco duran. te un aiio y luégo deja!' al suelo 6 años de descllnso incondicional. E­nOl'mes sumas fueron ganadas en los años de bOllnnza, grandes su­mas fueron gastadas en los culti­vos de la is111. Pero las f:ibricas, hmipitales, cnl'l'eteras, desaparecen en el mon struoso gesto de fue rZa de este I)nisaje pl'imit.ivo, Así se habdl presentado el mundo en la época terciaria, La seh'a ni lado de In Clll"l"etern asfaltada, impeneb'a­ble, vuporosa y cubierta de espi­nos. Sumatl'n es uno de los pocos plu'a isos naturales que nún quedan a la humanidad, Vel' a Sumatrn y luégo morir, IlOdria también ex­clamar"e, Ctli1lldo volveré a ver es­ta illla, las gl"lllldes mariposas en Sabnng, los negros monos chillo­nes en el monte de ALjeh, los lago" azules y los volcanes humeantes?

Qué es Bauli? Dónde queda Baa­li?, , ., Qué se hace en Baali?". Estas son algunas preguntas que uno oye cuando empieza a na­rrar de esta isla, repleto de las inllll'esiones marlwillosas y supo­niendo ingenuamente que también para los demás este nombre COIl­tenga un concepto, Una película muy bonita pero calculadn para el gran público, con el título que con­funde: "La isla de las Vírgenes dcsnudas" puede comunicar sola­mcnte poco de lo· propio de esta is. la, El mcro hecho de Que la isla en­tera haya sido declurada: Parque

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-santajé­f'ul-a lana

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LETRAS Y II:NCAJI:. _ ____ ___ _____ _ _~2I"

SR, WOLFGANG SCHNEIOER

natura l y cultul"nl, bajo protección oricial. dice mÍls, Cook puede a­rreal' sus canl\"anas de los Estado" Unidos t"inicamente por un solo ca­mino n tl'avés de la isla, (la per­manencia estiL limihlda n 3 clías) , pam lo~ el1l"OI)eO~ ell muy dificil establecerse allí, la agl'icultura in­dustrial e~l¡i prohibida,

Una diferencia como el dín y la

Artículos

noche. El barco ~ale a las ·1 dc la tarcle de Soerabaya, centro in. dustrial ~' comercial de J~t~ indias holande~a~, c(ln el modmientn bu­IIicio~o de una capital 111 estilo eu­ropeo y est:i en la mlldru~ada lli­Kuiente en Boeleleng, uno de los do;; l>uerlecillos dc Bauli,

Los mús l10blell de los ja\·allescs hindúe..<; se fugal'oll hacia el \'ecino Ballli, en aquella ePOCll deSI)oblado, ante lo~ án.bes al'nltanlcll que ma· hometanizarOll la población hindú de Java, destruyendo su!'! templos, y de est.e modo l'Uh'II1'01l su antiquí­sima cultura, noble en flll forma purísima para 1Iue..~tro !iiglo,

Al rededor de 1850 un comel'­ciante chino naufraga en In Baali­stl'<llIt. el e:;trecho entre Java y Ba­ali, las mercancí:\;; son lle\"1ldas en palte por el mar a la coslt. de Baa­li. Los indígenas recogen Y usan en su ingenuidad esta carga, El co­merciante airado consigue del Go­hernador en Soerehaya, el ('u\"ío de tilla e.xpedición puniti\'u, Desde esta épf'ca el Jl'obierno holandés emp:2za a inlel'csar;,e por (' .... ta i"· la, por fOl'tUll:\ ~. con generollidad, siu destruír lo existentc.

El halinés es campesino, Ln. isla (;s rica: lo~ cerdos son t'x:portnd~<; a lll~ I!"rnnl.o;>s cilldnde:> del arch¡-

ara regalo SALON ORIENTAL

Hombres,

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'b •• ~ ______________________ LII!TR"'S T ENCA~ES

pielll"o. Llt isla es montañosa pero en 10;13" partes fertil. los valles ([I:e enen hacia el mar esl;in inten­~:lmente cultivados COII arroz. Cli· ma (:cNinico. en las montaiias eter­Ita primavera. La belleza de In na­tm'alezn es indescriptible, tierna como un pais:lje griego. Los cum­po~ \'erde~ 5e rlesvane<:en en la te­jlmía, en el azul oscuro y ranian­te (le las montaña~: el volcán Ba-10!!I' humea: al lado suyo unn la­guna :lllll y en el mar de lavll to­davía ardiente de la liltima erup­ción, tri\1nfa una pequeiin colina. orgullosa del pequeño re"to de sel­\'1\ tIlle conserva de la destrucción. La mitada de e.<;te alto, sobre la i5;18 hasta el mar azul. es una mi­radu hacia la eternidad.

Tan helio como la naturalez:\ es el hombre en Caali. Esbelto. delg¡¡­do en la:; caderas r ancho en las espalda....¡. noble...¡ rO!llros y ojos os­curos cual los de los animales de la ~[\"a, sin fondo, con aquella mi­nula !lin fin, Toda la ,·ida ulla fies­ta, de"de el trabajo durante el cual se ofrendtl a los dioses en pequeños templos, en la casa y el campo, ha,,_ ta el baile y el Gamelang, las gran­des fie:itas religiosas y las grandel-1 ceremonias de incineración de 1m! cad¡i\·eres. Lal-1 mujeres SOIl desnu­da:i hasta la cintu ra, los hombl·e!l dUl'llllte el trahajo casi sin vestj­dO$; se envuelven en 1m; fiestas la pnrte inferior del cuerpo en es­IJI~ndido paño batic y i-Ie colocan una orquldea delrlis de la oreja o en el ¡>clo de tal manera (IUe la flol· clle wbre la frente. Los homhre..~ allí son sanos. fuertes y eterna_ Mente jóvenes. C¡¡cln Balines C!S un .,:rnn artistn. Cuando el campe.~ino rel{re.~¡¡ del trabajo, hac:' obrM de ~'<C\lILurn ~. platcria. ayuda en la {'t'lific~ción del templo del I)ueblo, c.~ IlIularln o loca un instrumento en hl or'luc ... t~1 de Gamelan~.

POI' la noche oigo desde mi bu n­galo\\' un sonido de gong bajo que \'/1 Jejas: sig(l encantado este son i­do en \111:1 e;pléndida noche lI"OI>i­cal de lunl\ lIenu, hasta lejos delan­te del pueblo y llego 1\1 fin 11 un leml,lo dOllde se celeb r'a una ~rl"an fit.'sta. Una orquest a de Gamelnng toen música emb l'ingantc y estimu­lante al son ido de la cunl un joven bnilurin danza marllvillosnmente. Do~ Iliiíllfl pequeiílls son prepal'¡¡­das por unl\ fll\cel'dotisa, COIl hu­mo" embrillgunles de yerbas para un haile hipnótico: los hombres .se abalanzan mutuamente COIl los cl"i~ levantados, todo bajo el I'esplnndol" de las antorchas en tlnll noche tro­picnl vibrante y olorosa. Aquella noche iba e n 111\ ¡>eQueño barquito asegurado contl'll un vllelco por dos exiguos botl\vantes, en !'!ei!'! horas a Java. El sonido del gong. excitan­te. lo oigo todavía hoy. ...

Hoy do)' mis prOfundos agrade­cimientos a la Pl'ovidencia que me da las Jlosibilidades de conocer los milagrOR de este mundo.

Estn,; l'eminiscenciRs son Ul1 de­pósito inagotable de la fuerza y de la fe, e:üo...¡ I'ecuerdos de todas las CO!'!II.s esnlendidlls' e interesantes que he podido ver y conocel'.

A quien Dio¡.¡ quiere hacer 1111

I"eg¡rlo, lo envín IL "illjar 1)01' el \'1\0-Lo mundo,

Il'fIIfff/lllfI Schncidcl'

Abrigos de paño.

Salón Rosa Teléfono 4B..()5

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LETRAS Y ENCAJES _____________________ _

Medellín, ciudad estridente EllPcci/d para

LETRAS}' ENCAJES Hay ciudades que, apal'te de la

im lH'esión visual agradable o des­agradllhle, prod\lcen también im­presione.'! decisi"M parn el recuer­do en los Mlltid08 del oído, del ol­fato ~' aun en el del gusto. Nadie que haya e8tndo en NÍlpoles deja­ni de reCOrdar In macnlTónicn ciu­dml al gusta l' un pInto de sptlflhetli con queso parmesano y rociado COIl legítimo Chimdi. Lo!'! que hayan estado en la ciudad de GrM$C no olviclanin nunca la embriagadora frngm¡da de su ambiente. debido a las ((Ibl'icn)! de esenci/ls de flo­res que l¡lli abundan, Sofia. In cn­pítal de los bli!garos. huele ti ra­sas. En las noches prima,'erale. .. el ambiente de Se,'iIla y de Valencia se halla cargado de l>erfume de a­zahar. En Strasburgo el hambre debe ser mÍls mortificante que en otros sitios por el perenne turillo delicioso a IlIlsta caliente de híga­do de gnllSO. Venecia. pal'aíso de I>inlores. poetas y amnlltes cursis. el! famosa pOI" la pestilencia de sus canales nuís que 1)01' las gastadas canciones de ... U)! gondoleros. Y, ::;in ir muy lejos, aquí en Colombin existen ciudades <¡ue ¡)ucden riva­lizal' COll In ciudnd del Dulo: en eso de impl'esiones olfnloria .... Dígan­lo, si no, los habitante!'! de ciel'tos burriOM de Bogotú o lo!'! \'ecinos del !Il'istocl"lHico J}lIseO de In PlaYII en :\Iedellín, ,"obl'e todo dUl'lIntc un '·el'lIllito l)J"olongado.

En Cuanto a dudade,. I¡ue CHU­san fuel'tc~ iml)]'el\ione.~ lIudith'a::;, Ins IlIt\' de dos clnsc:-\: ciudadcs bu­llicio;;;\lI donde el I'lIido t"s inhercn-

te a una \'ida inU!nsa: y ciudades estridentes donde predomina el ruido innece.<¡ario. :\fedellín perle­nece a esta ultima categoria, por­que aquí sobra el noventn y nue'·e por ciento del ruido que se hnce, Las lineas de bu~ se anuncian a gritos que aturden a los infelices pasajeros: los des\'encijlulos tran­,,[as forman un ruido infernal 50-

bre los rieles desalineados: si por desgracia hay un accidente ferro­viario las locomotoras ~lIorall" du­rante días y noches: In mayoria de los radio:;; funcionan a todo '·olu­men y, a veces, lns asociaciones de exploradores ju,·eniles pollen su b'Tunito de arena en la e..'1tridencia general regalando a la ciudad con la cacofonía de sus tambores y sus cornetas desentonadas. Cuando los oigo I>or las calles en los dias de gran parada, pienso en los desl'en­turados vecinos que tienen que sa­portar durante todo el año 10..'1 en­sa}'os de la!l musicas mnrcinles de esto;;; héroes del futuro. Clnro que a los venturo;;os padt'e!l de los mü­¡¡icos se les pone la piel "arrozuda" de emoción y hablan con de...<;(lén del pesimo oído musiclII de In ma­yoría de 11I~ gentes que no snben apreciar tan sublimes armoníns.

Pero la lIotn predomillllJlte en la ciudad es la de las modernas y po­tenth;inms si rena.s de Io..~ automó­viles que nunca se ~uch:1Il en In:\

Conluhe los nombres de dos comerciantes que vendan Crespón CARMEN.

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_".~ _____ ______ _ _ _________ - I.I!:T RAI!iI Y ENCAJES

clI1'vas peligrosas de las carretera:! v forman en las calles un e;;c¡in­dalo infernal. El jo\-encito "bien" con su IllIC"O modelo de coche ;;e "iente dueño de la urbe y cree UII

deber anunciarlo así a los insigni­ficante¡.; peatones con media doce­na de fuertes trompetazos 1101' cua­dra que dejan a la víctima perfec­tamente anestesiada y lisla para . , gl'nn honor de un mnslIje abelo­- 'na] COII llantas nuevecitas y a cuarenla kilómetros por hora. La moderna damisela que dijo un día entre CHntando Y llorando "yo quiero UII auto pap:l"', se cOln'ierte al tomar la cabrilla de su flamante cupe de 8 cilindros en un verdade­ro al/riel exlermiltalls que va l)Or e...~as cnllel:> tocando a plena batería lIU trompeta apocalíptica para lla­mA]' n juicio a todos nquellos que tengan In osadía de no admi]'arla, y el negroide, con llostalgin de urnmidos de fiel'a en la mnnigun africanll, es el amo de todas Ins e;;lridencias desde que el blanco le copió el ja::: y puso a su disposi­ción el automó\'il, maquina de a­planchar estómago."1 y perforAr oi-

dos, con la cual véngn 1I su antojo diel,mil años de lúLigo y cadenAS,

H'ay algo de imperioso y l'elle­lente que crispa los nen' ios en la escandalosa sonoridad de estas bo­cinas que traen los últimos mode­los de automóviles. En la mnyor p:lrte de 1m; ciudades civilizndns esbi proh ibido el uso de tales boci­I1I1S dentro del área urbana, pero aquí el éxito ha sido colosnl y hay una enconada rivalidad entre lo!! dueños de \'ehiculos sobre el volu­men del sonido que emiten sus bo­cinas respecti\'Rs, Todos hemos te­nido momentos más o menos amar­gos a causa de los brul;a.le¡ ncordes de estos instrumentos de suplicio Que 110 conocieron las víctimas de '['orquemada,

SuponglUTlos por ejemplo, pn­cientísima lectorn, (IUe Ud" como de costumbre, sale de su CIUla I'i­sueña y fresquecita como un hela­do de vainilla, segura de que su JJracia y gentileza dejará una es­tela de triunfo pOI" donde quiera que Ilase, Con el más gracioso de 8US andares se decide a cruzar la e~quina de la Bastilla dispuesta a

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SALON FRANCES Calidad y bajo precio es nuestro lema.

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Aproveche, Señora. TELEFONO: 7.6.4

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LET RAS Y E N CAJES __

l"cgnla¡' su oido COIl el murmullo dI:! admiración que SU!; encantos 'Sus­citar/1Il entre los lIumero!;o!; \"aro­nes de ambos sexos que por allí pululan: pero en el l)fcciso mo­mento de hallarse en medio de la calle, el zambo grosero, O quizl¡s su odiada rival, la del cupé nzul, ar­tera.mente, a mansnh'l\ y n boca ele jarro, le disparn un sonoro fnaa¡¡!., fafa!, , faaaanu!! que le hiela el alma y le hace dnl' un brin­co que \lO es br inco porque Ud, se queda inmóvil ¡¡ pesar de que to, dos sus músculos han sido sucudi­dos como pOI' una dcscnrga eléc­trica, Le han daiiado el caminAdo! Qué \:i¡:¡tima! Ud, no e.'«:uchn ya el murmullo de R\lI'obllción {llIe eSI)C­mbu sino que en el momento terri­ble de indecisión humillante en que Ud, no sabe si seguir o ret ro­ceder, \"i~ l umul'll, a través del vi­dl'io del I)nrabris!l, los diente.;; del zambo que l'ie ;;ocurl'Otlnmente; 0,

-' ''3

-uncanonazo

la sripa

lo que el> nlil \'cces \)C{)I' , su ojo 'capta la denlndura de perlas de su odiada rival en cuya risita hay algo de triunfo y de burlona com, pasión, Al fin de un l:;egulldo eter­no de "acilacione~ Ud, decide 110

1)8sar junto a sus presuntos admi­radores y "irll hucia el atrio de la catedral a espel'Ul' un tral1\'ia, M íentras el grasiento arnmtoste Jlega, los loteros le grittln :tbani­Clíndole con 1011 billete..; ~Il ador:l­ble cnl'Ítn congestionada; un \'iejo "erde le echn l)i ropo~ y los gar" Jles la en loquecen chillnndo en alrededor: Defensa y Diario por cincooo!!! '['olal: Ud, que salió de c¡t8a risuei'ia Y fl"e.~(llIe"ita como un helado de \'ninilln, re¡.:-res:l he­cha un encur tido, con tamniio sur­co ,'ertical entre lu¡t cejll:i, di¡;put's­tu :l liquidar nI primero que se le :ltr:l\'iese en d cnmino, P()r forlu, Iln pura los denllis habitantes eII.' la caSlI, los nlnridos Im_timeros del

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•• ' ________________________ LETRAS y ENCAJES

Calderillo Que sale gozOSO a reCI- chichas de misionero en $ IIs8 blnn_ bi rla, dan la \'OZ de alarma l' se ca, En resumen, el tel' l'ible e inso­toman las debidas precauciones, porl.able alarido de ese monstruo

Pero no ha terminado aün su metldico que se escucha desde Bo­dla !lonoro, Ud. siente necesidad de <¡uerón, le ha cOI-ludo el chorro en aplacar sus nervios irritados Y de- seco, Zumban al fin las ültimas vi­cide recostarse durante unos mi- braciones, roncas y amenazadoras nutos antes de la comida. Medida como rugido de león (IUe se apaci­intitil. El ruido la persigue hasta gun a regañl\dient~, l' Ud. reanu­en su I)ropio haga!;'. Allí, sobre to- dn Sil descl'ipción pero con un cin­do los jóvenes y los niños, hablan cuenta por ciento menos de entu­a gritos, como si se tratara de un .si asma. En qué iba",., Ah, sí! El asilo d(' 60rdos, En el radio, ~ to- plato Crío: hab ía caviar ruso legí­do volumen, hay una rumba llena timo y, ... Buuuuuu aaaaa oooo!! de estridencias antipáticas: o al- 01 1'0 bramido y otro mÍls. Su en­gtin radiolocutor presumido tratn tusiasmo descri\)tivo se desinfla de imitar el acento madrileño para por completo y su interlocutora, anunciar las excelencias de un es- ljue parecla muy interesada, apro­]lecíCico contra las lombrices, si es vecha la oport.unidad para cam­que para colmo de sus desgracia!; biarle el tema y la obliga a eseu­la casa no se estremece con los be- chal' durante dos horas el disco 11-rridos en cresccndo del consabido ' quel de los veinte famosos parti­tango, En este último caso, Ud., .~dos a Quienes su amiga ha dado ca­victima l'esignada, entorna los o-~labazas, Y mientrru¡ ella habla y jos y su imaginación febril, más habla, Ud. I)iensa en los desventu­perfecta que la televisión, le repre- rados vecinos del Circo España óIC.nta al af.ortunado radio-artista, con sus enfermos graves condena­heroe de miles de muchachas, con- dos a sufl'ir s in misericordia dos torsionado ante el micróf~no, ojo~ tandas diaria!! de salvajes alaridos cn blanco y boca retorcida para con sus correspondientes sobresal­bramarle al mundo su machísimn tos y llega 11 la inevitable conclu­de<> pecho. sión de que en aquel sector la gell-

Desplles di! la comidu, Ud. re- te debe nacer y morir antes del liucl\'i:! lmrl{al' sus oídos de t{lIIta lÍem l)O ¡.,eñalado por Iluesb'a ma, estridencia d:"lIldose un baño de ar- dre NatUl'nlezlI. Entonces ve me­~onla con ll~a película que nnun- nos gl'ave flU propio problema so­cl~n en el ~I~CO como el acontecí- nora y se VII a dormir trllnquila, ml.ento arhshco de la temporada. con el cOlHlUelo egoistu de que en Mientras llega In hora de emllezur :\Iedellin exí!\ten oldos mil \Teee!! e! espectaculo, Ud., llena de enlu- mús IItormentndOll que lo~ ~UYO!l. SIMmo, le narra a su nmiga el exi- AIIMII (fe TorCfH'ouHI ~ de su últi~o té y cuando yu :\1edellln, mnrzo 19 de 1938. llene a su ¡lnclente interlocutorn . __ .--.. • -- --medio dm;crelnda la interrumpe brutalmente la sirena, invento <¡lle tambíen se em!l!ea en alguno!! res­tnurantes !ujQMS de Zululllllflia . . ' para anuclar cIertos platos f1t\'ori-lO!! del públic.o, como rabndillu de mlstGr a la zulú o las famOSA!! sal-

t ' ... ', d" (.\;1.

"sontoJé" Pu."o lona

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LETRAS Y E N CAJES __ _

Anima en Pena Dc6¡.,.do A LETRAS Y ENCAJES

Se c1eclll que era betuliano e hi­jo de mujer ba:-¡la ule mÚ3 que hu­milde; que al morir ella se vino él a ChaOlhel'í, en donde nndie lo co­nociera ni hubiese vislo crecer en­cerl'lwdo terneros. Pueblo de com­prndores de om Cl'll fu;e, de mine­ros y preslllmi!\l a:-l, Vínose de JUll­co 11 secmi, porque llegó enl'Olado en una recun; conti nuó ne .JUIl­{Juincito cuando !';C dedicó al nego­cio, le conoció el pueblo sus Cmi­lumbres y se casó con mujer pobre y blanCII; y termi nó de don J ua­quín o también de don J UI!.CO, al aclquirir algunos bienes, Interesun­te proceso en In \'ida de un hom­bre que apenas alcanzaba a ser hi­jo legitimo de su madre,

Pero no salía de un !Iolo enredo, Cuando abria un hueco hacialo ]mm lallllr otro, Sin dinero a in­tgl'CS no hubienl concebido el ofi­cio de negoci:u', pero lo que ¡lrome­lía 5U pnlabra simplona Y ordina­ria valfa pOI' U I! documento. Si en punto JI hOllradez era Jluro oro, de mú·~ {Juill1te5 que el del Zancudo, en 111s demiis viltudes pocos hnbía que le A'lllln~en. Quc ruana In del cam­pesino nntiolluelio, mlÍs honesta que mucho,. lOUCOS que sólo llegan a ser cnjns elústicas Imra ocultar inlenciones O~C\l l'l\ S, Duro el CUlltO cosido en I'ihete: recios bordes del alma. C:uad l'lIcla: e l clll'áctel' {Jue llO ruedn, que donde :w asienta Jler­manee!! estable como el <Indo, Lisa denlro de los dobleces: corazón sencillo, :-¡in escondites ni IIlnccna,., Un ojnl en el medio: dOlO cuchillas (]ue aju"ticillll lodo nllll <Ieseo (tue

sube del ¡>echo, Ruana que c..~ co· \:el'lor para el hijo desnudo; capo­te ¡>ara embotar el golpe de la pu­!mlada: estera para el trasllocha­dOl' y el andariego: tendido parll el tah ur: y compaflcrll fiel en todo instante, en la hora mala de 111 pe­len y en la del limar fugaz de In media noche !':obre In tierra clur:L y don Joaquín parlaba y lucía In suya como una bandera,

F uera de lal! hipoteclL'i que pe­snbml sobre "Peñanegra" y la CII­sa del pueblo, diz Que tenia m~.~ deudas, Pero que'! Eran &;:\" m:i:-. sagradas partl la conciencia del viejo Que lao; otras, No habíu en toda la población (¡uién lo dudnl';t.

-Usté no inora. don Israel, I¡Ue yo lo tengo todo hi¡lOtecno, ¡>ero ne­cesifunos mile" pa recogel' el cafe­cito, Son muy poquitos, pues ¡lIi coger cuntro granos qué ll.erún:' Póngale a eso el int~ré,; que 1(' ~IIS­le y un placito bucno.

Al prestamista le rel:>rill:,ron lo.' ojos minucioso" del gusto. ]lflrfllll', e-,;tando el dinero hUI seguro en el guarniel dr- don Joaquln com I

en su caja, d:índoselo a~i ;:in do· cumento podln ponerle un ill:l'r~· nito, ya que ni el notar io ni In ]10-blación iban 11 imponerse, Pura e~o que no ernn si no unos pucos ¡)esos. Lo tinico que lo Ill'COCII])lIbu era una posibl~ nlUerte, ]lIlI'O tampocn, El \'iejo parecía re\'ental'S(! de ~or­dura \" ~¡¡Iud, F.mrlero, le ~t't¡¡¡ló de 1lla'zo hasta la co,;echn.

--Si e~I;1 .~emaua mt' ]lR1!1I1l li­

no,; rialel'--eontc.,tó don lsrnel con imlift!reucia c¡¡lculnda-\'t:'ngll ]lor ello,", t]lIe a e;;¡¡ pl:nica le ¡)()­Ilemo~ un CUlltro nada mlis. :-':0 1 ...

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u ... ________________________ LETRAS Y ENCAJE;S

parece mi ílon ,!lLaco'! -L'!I~é !liempre le rcbnj'nllCo a

(I~fI._\ lurgnbn una carcnjadn ~lmi1le y nncha, en In que dejnba \'er I:IU conformidad. La faltn de

sen tido de limtn efu~i6n descubría >lU alma buena y dClIllUdll. Almn I!xlcl1flida y luciente como un her­mo~o cue ro d(' :\11ima l mnlHlO esln­endo 111 so\.

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2ell7 LE T RA S Y ItNCAJES _______________________ ~

Cn mila se llllmal>H JoIU mujer. ([lIien debió de ser CH:li het'masa cuando no empalagaba tanta clIr­nadunL El prod ucido de lo!! hue­vos y los quesitos de In fincn era para ella, porque (\;¡i lo quiso el marido una tardecita añorante en que reconoció que sin In hacendo­sa coml>aflcrn no habría consegui­do un condor. Era v¡]'tuOSn como su marido, mllS cnrecía de natu­ralidad porque se inspiruQa en el temor del infierno. Distint.a apa­recía la de don Joaquin, que no hubiera necesitado mandamientos, El unico inconveniente que le hu­biese hallado al pretenderlo-si es {lile se lo busca---era sel' blanca y pobre a la vez, situac ión ])I'ocli\'e a las envidias del :t.l mll, a las amar­guro'i del corazón y a los desfo.. A'ues de la lengua. Por suerte el matrimonio con homb l'c acomoda­do enderezó su vida coja.

- Iloy no tel1go, mUa, ni pnl va­le-deóale de pronto el mnrido fin~endo rostro alarmado.

-Cómo hicieras el ojo \'iejo ci­catero s i yo te diera mi" ahorros

I'espondía ella, matando uno de leN suyos y ":1c:ln:lo media lCIl!{uU sahurrOlm.

-Vos sí.,. I.s'echás nudo n esas chichiguas como s i tuvieras nuis hijos (¡u'el diablo. Ni .1' 0 IIU'e51 co-1110 si ca'Yer'cn camn cad'ocho clias, . .

y la seiíol'a: -Pues si no los tengo \'os sos

\,1 de In cul]la ... Vos. que no sali­tes CO Il nada .. , POI'que yo".!

- La culpa yo'! Atenéle :l c.'\o Y no corni:; ... ---exclanlllbn el \'iejo muy satisfecho de lo dicho.

PCl"O 10 cierto es que ninguno de los dos sabia cUlil ern cl reSI)OllliU­hlc. de no hnber hijos. si 01111, quc IIn conocía ¡nÚfI hombl'j1!I que ¡\ su

Joaqui n. Q él m;'l'l mujer (IUe a "Su CamBa y uno (IUe otro llmor de ca­fetales y cllmino.o¡ 1101' allá en ~u jtl\'entud lejana.

T¡intas dificultades para hacer­~e a fortuna, los naturale.'\ ,",obre­~ullo¡; de las deudas y un I)()CO de­\'ejez le allal1aron el Cllmino a la muel'te. Por eso cuando vino el li­fa encontró el tral>njo hecho en ese or gallismo no muy \'iejo pero can­¡-¡ado, Y subiendo que a Ctlmila le quedaba lo ba.'IlIInte pU I'a terminar sus cHas, horra como la dejaba, re­sudó con las nngu"tia.'I \>oslreras. dio un suspiro larjlO y profundo, bu rbotó algunas rrase.~ descoyun­tadns. \'omiló unn sustancia ne­grU1.ca y allí sobre unn cama. I~ dejó su montón de 11Ue.,>oll.

1'i decir que In viuda lloró nI muerto incosolublemcnte; pe ro co­mo todo \·cnia de In voluntad de Dios, pl'Onlo echó n lU\'l\r el pa­ñuelo con que "e habi¡¡ enjugado la,; ]¡igrimas y sonado la'! nnrices, y con t.11 que hubiem -lmJlado fran­cas las puertas del cielo \'i\'iriu r e3ignada. aunque le hiciera faltn el calor del marido que I>or tantos años le entibiara los pie'l helados.

QUi211 ca .... i muere en set.'"Uidn fue _ SIGUI: I:N LA PAO. u ••

•• . , . , . ..' ....

FF F (Tres eres)

Cuido c~pcc , ol poro \ocos dclcchc

Molinos LA GRANJA Calle ~6 - Tel. 45-60

Averigüe hoy mi. mo por las bases del Concurso COL TEJER.

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Tendrá Ud, bonitos cabellos, pero I)odría cien '\Jeces m ás hermosos que no sólo es un d ,.,,,,/)} viUoso poro embellecer el esplendor, la ¡¡:¡wt,¡c!ac!

"DOP", Sin

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LETR AS Y E N CA,J " S

V I KNI! tlE L. ... PAGO . 2"7 ti? con la idea de que el :inima qu~­~1 [lrestami!lta. al .. ~\b2 1· que su di - nda estu\'ie!<e ¡¡rrll.,¡trando ca1<:!­nCl'O se hahía quedado en \'cremos. nas por un pecado que jamás le co­Parll eso que ni una letra. ni U11 nnelera. documento, ni dos testigos que le Por la tardecita llegó a ,",u ca .. a rlienLn vlIlor legal al pré'-.tamo. E l ulla mujer del pueblo. con EN:oba agiotista, menudo y móvil y de 0- en rama para \'cndel'. jillos inquietos como bolas de azo- -Buen día. misiá Camila. gllc se maldecia. }' CIl'li descúbale -Buen dia, \'¡ejita. el infierno al difunlo o al menui'l -Digame una cosa doña: \'usté un pu rgatorio bien lar!~o, canlO su quizqu'cs la viucl'el dijunto don curcujada del día en que se resig- Juaquín ? Cito él ... nó tau fficilmell1e al cuatl'o pOI' -Por qué dic'eso'! ci ento, y le resudaba la nariz afi- - A y, misiú Camilll~ Yo I~ dije-Inda y recta, y las miradas Ilmellll- ra pero vusté s'enjunn con yo, i'abllll desde las cuellCllS de los 0- -No, Cuente 11 ver, , , jos como cuchillos 21l\'llinado!l en .el -A~'!., Lo \'ide \Jatentico", t~I'cioJlelo de una sonrisa malrera, Tenia la cara vigiulldo pal cielo y

-Yo diz que tan gallo pul ne- la,; manos tendida. Y las ü;las I~ncio", Venir ahora a caer con b rotadas casi para re\'entasen Y e.'\e \'iejo ticl'rafria", lile In llegó to(l'u21 en un l)lIrasismo, Apenita~ el pendejete, " y pensaba ... Las me al\'irtió n yo al bordo del pur­IHlche..~ posteriores a la de lu muer- gatorio qll'e~ una oUn g rande jir­t :! de su JuaCo se le oscurecieron dend'uel1 llamas, comprendí lIu'cl mene .. de !\ombl'as que de mulas pnbr!! nmlH'Ó sonreime pero nu idens, Por su mente discurl'Ían pudo. Entollces gritó juerte conlO proyectos de desquite, tl'llsegaban pa que oyera loitiro,el lJUrgutorio: libro,; de cuenla.-;, pal)f!1 sellado, '·Rnque!. digale n Camiln que no fnl!Micación de firma."\ y hn~tn su- .~alrlr(! d'estJ;l.~ penns mientrn~ no hlln108, Pero \111 sumario e.~ cos:! p:lj.!'\!~ quince mil Ile_~o" que le de-­).t l llve, y bUhcando untl :-Iolucióu al bo a. ' ," En e~:,; me><mo'" momen­conrticto lo encontrah:w los <lma- to;; disperte, misi¡i Camila. jUllga­necere!! descobijarlo, con la~ silha- tI'en .oudo!', sin cobija y l'mperra~a IHH en arrtl!!38, el colchón mos- \'ush~ no ;:nbe que tlinia tristeza t r unrlo el fo r ro y In funda de lu me pallÓ al \"210 a el Que fue tan .¡lmohada t inta en una humedad bueno CO II los menrliJ.tO';, entre u­morelln, ,~angre de malo,; 1)IHlSa- nas llama::! que pi tnbnn de lo puro rnieulos. berrionda;: Y que chirrinban allnm-

Lo \ll'imero que hizo In seflOrn bzlen la C~II'ne m;:o,mnm('ntc qu'iulI al ,;nlir del ri~or del lulo fuI' ir 11 IHlcrc'ucn 1:1 chllmbu,:cn. r cam­pagar 10.'\ enredos ,;in importuncin, bill.11d'ue con\'er~n, di¡turne, no lie­para a'>e¡;t1l'ar el rCI)Q,¡O de su COIl' ne pun)' 111m muditn \'iejn ¡)'echa-. . , ciencin. Pero esn mislIllI noche In m enc¡m:I, despert a ron lIIIO::! ruidos en In cu- La \'Íudn lloró {'l ~nnlO dí.l. Ern lala de la casn, como de lIi~ 'Tas posible Que el marido ,.(' le hubi{'flI funcionundo acolllJlIli\udus ele jn- clIliruclo sin cllllcelnr a[~ulln ruen­dl'lI~ contenidos. Doña C/llIliln ~e tu, P('I'O cómo ",ah!.'!' 1'[ 110mb!' .... de! 1\1"'0]16 11lt3tn 1/1 cabezll y ::le nll¡tll:i- - S IOU S SN W' ,. .. 0 WQZ

Premios muy halagadores tendrá el Concurso COL TEJER,

, ___ ____ . ______________________ LETRAS Y ENCA.lI!:S

( ,), .. . ,-F

J

, ,

-, ELEONORA DUSE,

1" nmje. que "o""'/I'rÓ ,,1 po"ta lo mejor de ... vid ••

lOA RUBINSTE1N fu .. uno el .. loo rra"deo

...... u. 01 .. O'An""".;".

,

I

--

y ENCAJ(S _____ • _____________ _

Vas Spirituale D'ANNUNZIO

La dieol.1I e.pi.;I",,¡ I"bre un ... ltlO';O,

I .. Iem" .. y ta .. ilurna,

'una mujer viriJa en .. 1 mi. t".;"

01 .. In ¡.ora no<:turn .. ,

Un f{rI>.n bOlque 01" .imbo! ... ";rcund ..

n ..... muje • . Sob.e . .. f.enle pi.

que .. hui ........ ". darid.eI inunda,

• ¡enelo "" r e d l. r ó1iea . rquen. 01" un .... lo templo. Al" d ... pole.ladeo

puebLa .. la . amplia . na ve o p"-,,umbro .. .

y lobre el mar ... .. 1 bla .. e .. de 1..1 1 .... .

lum"lareo , .epo •• " ¡ .. dolent ... 1 ..... Ial .... yacenleo

"nlre (ui.naldll l de .,ternal ... rO ••••

C"b" 1 .. puerta. de b .... ñido cedro

que Juarclan .. 1 lela.,ico .epolo

del .a"h .... io. Y en fri ... o y moldu •••

• ., m",.d~" "n hiuil;c •• po.tu •••

10' mon. t.uO. d" un b".li •• io hbulo.o .

En .. , b .. jo 1 ... lbu •• d" 1. ".101 .. ,

m"dit.. bI.n"., .01.

'1 .ol"mne. P.roc", qu" eonc."I. "n oi 1 •• T.". Virtudes Teolol·I ••....

En cire .. lo, lo •• ilno. ,.odi"c.I".

1 .. nimb .. n lo. c .. b"llo. de y;ol"t •.

Plum •• Y I"m •• d" i.; •• do. b.illo.

conotel." 01 p"ndo .. ".I;m"nlo:

ou dl ... tn cop;.ilu.l, nen. d ... nill,,,

iu."o., ."po •• oob.e .. 1 inol.umento ,

'1 .1 pi" d" ,,11. un ponlifica l.t;"o

mU"y., "n un .;tmo .comp ... do '1 l.nto

.. n I.iell ;"C"no •• ;o d" o ..... fino .

EDUARDO CASTILLO

Concurso COL TEJER para el 20 de Julio próximo.

- --

I

._ .. ~ _______________________ r..CT"AS T ENCA.JES

YIII:NII: 1;111: LA PAG. -

:lcree:dor .si no paredu? y eut!"e tunto JonQuin en penas semejlllltc a un marrullO gordo chnmu;;cán­clase. E:I:I comparación fue lo que más la im¡Jresiolló. y se lo imagi­naba con 103 lomos de tocino raja­do~ en ta~afos I¡ue de"tilaban man­t~a.

Al filo de esa noche volvió a !«!ntir los ruidos de la anterior. ya m:i~ \"ivos. L ... ,,¡ucla. que queria a clwlquier cosla sacar su ánima del purgatorio, e.~ta vez no despertó a In vecina que ,'enía acompañándo­la y e!lperó decidida. Entonces a­Jlllrecieron en un hueco del baha­reque, arriba en la culata, Ul13 ca­Ueza y una~ alas blancas Y fosfo­rescente3 que .se agitaban en ale­tazos muy lento", L .... mujer convo­có toda!! su~ fuerzas y pronunció temblando:

-En nombre de Dioll todopo­dr080 digo .... qué quiere y no m'hele! -y el e.<;panto sacudiendo las

¡¡I¡¡i!. con voz de ultramundo " sos­tenida en un !lolo tono lúgubre, co­mO los lamento~ de un bordón de ¡.:uitarra:

-Yo ~oy su e;¡poso Joaquín Gó­mez )" vengo de los tormentos del purgatorio. donde me consumo. Los \'h'os no ;;aben lo que e-s la jU:llicia divintl. Si slll>ier<lll man­tendrian l\IIS cuenlull en orden y fl

tuda!! horas prevenido¡; para ren­dirle n Dios la última. Yo, que de­jé una mur ¡;rrande siu pagar, no entraré en la gloria mienlrnl'. no 'I'a cancelada!

-Dígame, por la Virgen Slllltí­sima, a I¡uién le quedó debiendo ! .. ,

hízo;;e el mil>mo ruido de l<lbique¡;, '!::! fue el ft"Ío l' quedó el allO¡;ento en tiniebla!'!. Sí le pareció muy ex­traiio 11 la señora que el dejo eslu­dC1"1I habliLlldole tan fino y que la cal)eza 111 tuviera mueho mús pe­{IUelia que en vida. Pero fúcilmen­te hal[ó razones: es claro que si es­tuba pam caer en manos de !iU crelldor. algo >le le habla contagia­do con la vecindad de la !;abidurin infinila; y si moraba en el purga­torio la cubeza debían habérsela a­chicharrado un poco las llama!;. El bozo ¡;í !o\(! le jlul'eció, POI' lo que pudo ver cuando ~ resolvía a a­bril· los ojO¡;. igual al de Joaquín. y \'oh'ió a imnginílr¡;elo converti­do en un marrallo abiel·to en ra­jaduras que instilaban J:.'l·asa, y re­volclÍndose en un montón de hele­cho seco ardiendo.

Al amanecer se dil·¡gió doña Ca­mila 11 comulgar, y después acusa de don Isrnel. iba trn¡;ijada por las emociones de la noche, perfilada y con la tez del color de la esperma.

-Buen día, don Israel! -Mejores para usted, misiá Ca-

mila. Ay! No. Usted no sabe cómo hemoi! sentido en casa, yo particu­larmente, !l don Joaquín. Fuimos como hernlllno!\. Era tan bueno y cumplido que va estarú en el cielo. Ni riesgos de tocar purgatoriO ... No. Eso jamlÍ~.-Y le fulgían los ojo~ como bolilal'l de cri¡;tnl.

-Dígnme. don Israel - inte­n'umpe In viuda-mi marido le quedÓ debiendo alguna plata?

- lA! debo II don Israel Flól·ez quince mil IX':40S que me prestó hace cinco me~es y .>in gara,,~tas \· ... ndn. CumBa. lo tille le ,1 ,~ •

{flle In cubra si quiere (¡ue mi" ·oJo.. wlIn llruntfl a Dios!

-Vea. mi !'i!ñorn: !lO ofenda, se lo ruego, al intimo umigo ele don .!oJUluín. Cuando se .siente unn pe­na b~n ~ond!l como la que nos pro-porcIono su muerte inesperada, 110 ,.;e hnbln de inlereses. El corazón exige lnmbiim (Itle !lC lc re!i¡>cten .:.'. scntimienlos. y no seria yo. SU h¡;¡ ;¡I~no, quien se alreviern n manchal· ~u luctuosll memoria, Cuando el anima de~aparcció

,

1

•

I

LI!TRAS y I!NC"'JI!S

_Cómo dice, don Israel'! Sil tlué?

_Quiem decir el luto ... el do­lor de su recuerdo.

-Le agrade1-co infinito, don 111-rael, todo lo {IUe ha dicho de mi Joaquín. pCI·O le suplico me con­fiese ~i le quedó debiendo. -y el prestami~ta: -Bueno ... Pero no ... No se

tratn de eso ahom. Después ... Mils tarde ... Dejemos que no¡; 1>11se, si e,¡ posible, el dolo!" que nos invade,

y 111 ~(!iiora, n quien no trallqui­li1.ó nada el "des]lué.-;'·, temerosa de I¡ue se I>l'olongara el purgato­rio:

-Vea. don Israel: mientrm. m(ls amil>tad mús claridad, Digame cmintu es la deuda.

-Si ullted im;i!lte, misiú Cami­la . .. Pero oiga, le repito que no ha)' Hfún ... Me disgusta tánto, tantísimo, recibir dinel·o de una viuda .. , Esto es horrible ¡mm mi Si don Joaquín se levantara de ,;u tumbn qué reproches no me ha­da ... ! Bueno .. , Son quince mil pesos Ol":J, señora, I>re:ltados hace cinco mo!'es y :lin ninguna garan­Un fuera de ~II palabra que era el mejor clocumento. Pero no se mo­le!lte miRi:i CamBa que por ahora no tengo lIe<:e~idad de ese dinero ... Algún día me lo PUgn ...

La \'iuda no }>U(lo contenerse mlis y atajó resueltumente el diá­logo morooo, cüdll IIlla de cuyas palllbrns ellui\'nllu n un nuevo cles­gUl'rnmiento dll Sil pecllO. at~nto 1I0lnmente a In I>llh':lcióu de su ma­rido: -~ó, "elior, no (Iuiero plazo Ili

11lldu. He venido n escrilUl·ale hl c:t!la y 11 proponéle l¡Ue \"endanlo~ u ··Pelilluegru·' ¡¡ ver qué me IIUe­dll. Si nlgo sobru. ,.unlo ,\' bueno.

~,

l'na \'leJa como yo lla (\ué má ... Con una I>:t)'a 1>:1 ech:bt' al CUllr\}/J y una familia que 1,) recoja :t un') ::!s suficiente. Pero lo (IU·e.,\ JUII' quín no paga Ull día mÍl~ de pur­}!atorio.

La e;¡critura se hizo y registrfl de acuerdo con la ley. Lu viuda quedó casi en la miseria. ya l'.in el recur!o\o de 10)1 hue\'os y los quesi­los, pero eso sí. ml¡S tl'anquila que un charco l>or las lilas \fue le re­ventaron a su Joaquín en lo.<e hom, bro!! para "olar "1 cielo.

y cuando don brael con su fa· milia, lIeguidos por la cocinera-la mismll que de "ez en cuando ~ali~­ra a las mang¡¡~ a coriar c~ob'l para "ender-fueron n lomnr ro­!<esión de la Cll!'.ll. el prestami~ta llamó aparte a I'IU mujc,· y, ~ñ:t, lando 11 la culatll y mas pI"e(:i:-:r­mente al remiendo Ilro"isionaJ {IUl' hllbin en el tabique, le dijo son· riendo y muy al oído:

-\·e. mija. el huecu Ilor onde se le pre,.:enlab'u misili Cumil'el {mim'e don JunCO.

TI/lil' (;r,n::/il,:

x,<:-;~,,~x)O\x.

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EL RETIRO DE GABRIEL D'ANNUNZIO No hny apena;; ilaliano o extran­

jero que al acercursa con ::;u barca ¡¡ lü orilla dcl Gardona no pregull­te. no indague para de.'1cubrir. n trav~ de la...., múltiples ,'il1as y 31-hel'¡tue:l diseminados en las ribe­rns y entre lo;; montes, cl miilte­rio~ refugio de Gabriel D'Allllun­zio. ~llll! la \'istll queda inmcdiatll­mente desilu~ionada por (Iuicn pue­de re.s¡)QnderO:l: "tnütil. ~ñor. no huy lente! tan I>crfec.tos que os permitn.n de:ICuhrir aquel ¡1IIulO, allíL ~obrc la montaña, cerrado co­mo ulla pL-qUC;U\ ~clva". Y a I¡uien 1\0 pueda dC>ICcnder y detener!«! en el embarc:ulcrn del Gnrc10na no le tlUedu Qlro l't.'Cur~ tlUe el de \'0\-

H'l' a fijar S\l visl.1 en aquel plIll­ta mientra;; la barca, costeando el mm1te. pro::;i}tue Sil l'uta hacia Fa­~ano o hacia Saló. Comoquiera quc

,'11. basta aquella ohsel'vnción to­flOgn'¡fica para deja1' en la memo­ria úel ,-iajero un recuerdo ~inp:l1-lar y extraño: extraflo por<¡ue no E ci~rtamente fácil Ildi"inKr con ¡¡U~~ pl"reJ!'rina fantasia tralnrá ele dltr furma ¡¡ l(U curio~iclfld de!lilu­"ionuda.

lIay, cn cambio, ¡{ente míul Ilfor­!tul/Hla, que tiene tiempo (IUe per­d;l' y dincro pnl'H ¡{Mllnl'. Re de­tiene t!l1 Gllrdonu un dfn o 1111 meli: el 'pl'imer .¡Irogrnmn de cstClIJ I)(!re-1,.'1'1110:1 OCIOSOS Y cUl'io¡¡~ e:l el de

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I \

I

LETII"'S y E I'fC"'JES ________________ _

subir inmediatamente el camino polvoriento Y escondido que trepa entl'e un seto y un muro hasw el ,'ilIOITio situado en lo alto, un tall-

eJltrada, son la primera visi6n que os detiene y o:; impidc preguntar.

to tétrico y rústico como lus ruinas de un castillo. Pero llegado u la cumbre, la vista aún nada descu­bre. Con cierta ansia se pregunta por el camino de Cargnacco. i. Es \1na región? ¿ Es una aldea?

Finalmente, cerca de la iglesia cuyo campanario se yergue como un faro, dominando todo el lago hasta los confines de Manerba, se os indica una senda llanll, ¡ll1gos1a y solitaria, que parece (IUe !le a­bricra como por encanto en la lo­ma salvajc del monte.

La curiosidad se aplllclI en una inefablc sensación de descanso. Os adelantáis sorprendidos por el vas­to silencio que os rodea. Pocos pa­sos, un centenar de metros apenas os separan de 111 suspirada ermi­ta, pero habéis recorrido ya ochen­tu y todavía no es dado dcscubrir vuestra meta. De improviso. en u­lla pequeña explanada, donde des­cmboca y termina el sendero, se di­buja entre los ÍLrbolC5 una ca~ rústica, una casita baja, dc dos ¡li­sos. toda blanca, en cuya fllchada trepan y se ramifican tiernas plan­tas de glicinas. que por un lado re­cUllelrnll y coronan un descolorido fresco dc Madonnn. H.é am, por fin, 111 casa del !lilencio. Os lo dice en seguida la gran portada oscura. herméticamente cerrada, con sus cluras letras dOI'adRs en In corni!>R l(u¡>CI'ior:

Cla/ls/ll'O--Si 161' f i 11m fin che .~'apJl,·(I-fiJ, clLe lX1r/i. y esas letra!> y el negro rcctán­

}tulo de aquella puerlll cerrueln ell­tre Ins dos hileras dc piedr:. l·ojn. sobre In nmplia csculinutn de la

Cargnacco: todo e~t<Í alli. Pero hoy también el nombre ha cambia­do. De \a anti¡{ua villa Cargnacco no queda allí sino al>cnas una pe­queña callcela l' la indicación en caracteres lupidarios en una pie­dra carcomida. Toda aquella zona salvaje del monte, que una mura­lla circundante "a poco a poco CU!l­todianelo hasta el característ.ico in­greso franciscano quc se delimita en el "1IIIe. estú ahora nuevamell­te bautizada con un solo nombre: El Vittoriale, nombre consab'Tudo a los ¡'ecuerdos y reliquius de una proeza que no fue jamás consuma­da y símbolo nctunl del triunfo de un espíritu que en el trabajo y en la meditación ha llegado ya en la tierra a su propia liberación.

y quiz1Í, mlÍs aún que las insig­nias dIe pl'Íncipado. el blanco y a­zul que flamen en el a.,-;t.1 bien cla­vada, fijll cn los mncizoli rústicos de la entrada c.. ... tarior Y que seme­ja florccer como un tallo del QCulw pensamiento dc IlIs ocho cabeUI$ gigantcs e inclinadas que la cir­cundan. testimonian por cierto a los visitantes qué horizontc..~ mág amplios haya enccrrado cn sí :\­quel reino diminnto.

C:\dn día, y cspecinlmente el do­mingo, la l>equeña eX I>lmmdn (¡uc la argucia dcl ex_asi!>tente del co­m!l11dante dcnominó sobre unn rús­tica Ill.bla: "[liu7.zale dci sospiri" (plllZUeln ele 10:1 sUllpiro;;). es .me­ta ininterrumpida de ¡lcregnnos itnlianos ,. eXlranjero.". Lo,; it.a.lia-nos. aumlue suspiran m:í;; .. c.~m­prenden mejor la llrohlblC10n : c\nusurn. Ob~en'liIl nb.wrlo:< In pe­quefla CII>,n. Ins pcrsinna~ cernida,; dctnis dc In.~ rejM de hierro. y :.<C

Hombres, mujeres Y niños podrán tomar parte en el Concurso COL TEJER.

- •

I

,_~ ____________________ LnR AS y R N CA J ES -preguntan en \'oz baja, CO~O I~O queriendo turbar el ~ra\'.e sIlencIO de nquelln Quielud solo IIIterrum­pido por el chirrido de algún cu­rro. por el golpear de algun escal· rielo, por el ruido de las pa1n~ que mezclan la cal para las contllluas obrns de reparación y de sistemn­ti1.ación.

En enmbio, los e:..1.ranjeros se mucsLl"ulI mlÍs rumorosos Y auda­ces. Lo:; hay que desearí:lIl entrnr H toda costa, y, no espenindolo de la puerta I)rincipal. suben hast.1 la portezuelll del servicio, sobre cuya cornisa superior. en dos pequeños:; nichos, \tigilan de cuando en cuan-110 las inquietas cabecillas de dos paloma:=<. Ver la villa tan sólo, pre­guntan obstinados, pero la consig-1111 no admite réplica y el fie l guar­dilill, si no le es comprendida su pnlabl'u, aleja al importuno con gesto resuelto.

Es extraño: ¿y es siempre así'! -me preguntó un día un sacerdo­te (IUe mirubu extiitico las pala­bras doradas de la advertencia y

,11 111111111 Ul U1" U In 11 11111" 1111 1111111111111111 ,

Jabón "LUCERO"

1 o CVS. PASTILLA GRANDE

EL TRIUNFO DE LA INDUSTRIA JABONERA

EN COLOMBIA,

prohibición. .. i, Entonces 110 sale nunca el co­

mnndante? ¿Y ttfabajn biempre? ¿ No recibe ya a nadie? ¿ Y es ésta su rica mansión r'

No se sabe, en realidad, si en e.'1te acostumbrado giro de pregun­tas el ¡¡nimo oculte dcsiluRión o ad­miración. Creo, si n embargo, Que una )' otra preocupe.n igua.lmente al visitante. Hay quien espera des­cubrir una villa suntuosa, de for­mas extrañas, arreglada en su in­terior con quiim sabe qué singular elegancia. Y ninguno puede per­suadirse que el hombre probado por todas las \,jcisitudes humnnas Imela pasar toda,'ía, horas y ho­ras, unte una mesa modestísima, dedicado a sus visiones. Sería me­nester, por ciel'to, penetrnr en el ritmo de aquella vida para com­¡JI'ender y admirar la inagotable riqueza que emana aün de aquel cel'ebro y de aquel corazón. Cu{¡n­tu diferencia e:\1ste hoy entre e!'!te refubrio y el buen retiro de Andrés Sperel1i! Una casa verdaderamen­te pobre, rica tan sólo en recuerdos y en libros. O, lo indica en el ves­tíbulo interior la inscripción pe1'­fomdn que se Humilla de noche con luz sanguínea, como una ple­garia bajo una palia de altllr en la llora del ríto: "'fe hospitio a­)!l'c!lti Hccipiemus",

Pocas !lalas en la plnnlu baja: el oratorio, la sala de recepción, el ~al ÓII de mÍlsicn, el comedor. En todns parles ,'h'idos recuerdos. Y cada recuerdo tiene su inscri pción. cada ángulo su cXllresión, cada ob­jeto su advertencia. Así, por ejem­plo, amonesta1'ú el e~ l)Cjo 111 "h.¡i­lunlc que C!lpera: TI'en ¡lnrli /0 ifprcchir, d(' Ntrl'eiHo? f/urll/o r 11;omIJlr/o I't)/I'O , o

1111111111111 UU 11111111111 n 11111111111111111111111111

( 11111 He/¡ rl'fI i o ; 1I!I!lilt.~tu /e lue ))/(/lIollrl'('/I/ll/o dRIl

ma IJClllla clle 8ei t'ctro cOll t,ro

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• ,

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LI!T~"S y ENCAJES - --

(ucciuio. Huy cuanto basta 111\1'1\ no dife­

rir 111 contemplación de la 11rol1ia imngen. y he aquí nun otnl:\ le­yendas : I~o pace a ((l/esta cosa S¡,irilo de tJittoriu Diu ptlCe a (1IIC,~lu C(l·~U d"/l1III10

(¡JI"IJ(!r.

y en el salón de musica: fllllncmimi 11ell' ollda IIrl/o m11sicu ¡¡jIÍ dal/t{ bi<mclI 1I!H'e .q(ll'rÍ ¡¡iauca.

y debajo del león 11intlldo y cs-culpido su recuerdo más triste:

Fel'ita di scJw!lyia alla broJ/cll ú1/i,'ftru - dal call1lO/IC italiano lIeUa 1/(TVC "Alld1'ca DOI'in" -1"111-lato iJl Fiumc d'/tu/ja COlltro qlld COIIWlldallte - che lit il bombar­dCltare temerario delle 80rche di­Cflltaro c il ri.~vcgli{/t(Jrr 1/(II/IO-uO dd lefJ"l/e. - Itel'UIII "lldil ¿ro, XXVI Diccm.bre MCMXX.

En In base de un pilar, junto 11

las siete estrellas de la 08sn. este

cllígrafe viclorioso recuerda lu em­prel'H de Fiume:

RO!'IIJU copr .'fpiIlOIll ca.ve ad\'ierte sobre el artluitrabe el ar­co !iC\'ero que ,oc prolon¡.:a en el huerto de la..; flores. Y he aquí a­n .'cer de tanto en tanto una ~r-11resrt: mole.~ de Grappa, fragmen­to ... de armas oxidadas como esque­letos de una vida apagada; por to­dn~ partes la..; imborrables memo­,'ias de In vast.lI tragedia. En un eSllacio rectangular, pa"imentado con Iliedra Imitrada. unu columna pequeña y maciza sostiene en su e:..-tremidad el a ... lu para la bande­ru. En tierra la'\ do~ inscripciones del Fiume:

Hic Firllw,~ Fi!lc! 8illll/l/ll

Imperii SJlC'R ¡rita

Flt~J/ri

JJie XIV Del. .HC.lIXXI,

Consulte los nombres de dos comerciantes Crespón CARMEN.

---------

•

.. L-____________________________________________ LITRAS y ~NCAJES -r he aquí. por fin, entre las ex­lendidns magnolias. descubrirse :1

corta distancia el sugesth'o "aren­go". Un sentido de ,estupor y ?c recobrimicnto O~ domma y os delle­ne 11 lu entrada de aquel templo que los altos fustes de las plantas guardan con su sombra, En el suc· lo dos claras ad\'crtencias os salu­dan: "Strcpitu sine uHo-sonlida ¡¡el!it".

Todo el ]urgo destino de ]>ella y de dctoria parece de ]lrollto revi­vir cntre ¡¡quellos símbolos y re­cuerdos. Las veintisiete columnas, di;¡tjntas todas entre sí. disemina­das en esparcido orden entre el tu­pido bosque, parecen destacarse del sucio, como vi\'as imagenes, ca­da una de ellas, de un martirio y de una conquista, Las circunda la corona perennemente \'erde del laurel. El alma del poet:\ no podía concitiar mejor en una forma ex­terna, sensible, el sentido trágico de la lucha y el poder del tl'iunfo, la tristeza del dolor y la !>ublimi­dad del espiritu, la desolación de la muerte y la luz de la vida. Os hielan. en efecto, como piedras de >le lm\cro los pequeños poyos semi­circulareli, r en el suelo pisúis tan sólo un cumulo de hojas muerlrui: ptlro ya sobre las dos g'mdas de la halle cenLrul el eSI)íritu lie eleva-­"regimen hinc nnimi", está escri­to sobre In primera, "non nisi gralldia canto", esta grabado en la ses.:-undn-: y mientras de un In­do la hermO!Il\ Vittoria de Na¡)Q­león Marlinu7.zi sostiene intrépida la angustiosa corona de espina!\-­~et haec :lpinas amal victoria"_, r.or la izquierda, en el amplio \"a~o del que emergen fiares y hOjas de olh'o, d amor y lu paz fIe enlrela_ zlln en una dul1.ura que aplaca:

:\Iutuo IImore creseunt". Y otru icñal de tánto amor, que quizú la ¡Hlllión de los sórdido!l 110 entiende,

..

c:; In blllllca columna I1Ilí cercana del ¡meto marino, que con lelras doradas invita de estn manera: "Vén a ver cuiinto se ama a la gente",

No lle ha podido jamás ten el' la fortuna de asistil' de noche a al­guna de nquellm! reuniones que el Iloetn ha celebrado en este "aren­go", entre los reflejos rojizos de Ins antorchus que arden n los IlIdos de In columnll votiva en el centro, pero imagino que su voz y su es­píritu no hayan podido jam{\s sin­ton izarse en unión mlÍ$I pel"fecta como en el S!ilencio de este templo creado por su pasión, y que él ha­ya comunicado en este misterio

con el espíritu matcl'llo para tra­ducir as í exactamente el verbo pro­fético: "11 tuo bene non e nella tua gloria, E la tUlI glorin non é di questo secolo".

Lo {Itle m{\s sol"lH'ellde Y edifica en la vida de este hombre es la mllravillosa victoriu que él ha ob­tenido sobre sí mismo.

Después de tánta.s balallas, des­pués de bintos triunfos, él ha con­quistado en vida la suprema libe­I'lIción del espíritu. Peregrinas fan­tasías tratan de indagal' su vida, tientan pOI' interpretur su silen­cio; I)ero 111 !'ealidnd eS! simple y clara, y a 1014 hombres puros que se le ncenluen eHa l:le maniíestarí\ sin C<luívoco y sin sombra. El tro­pel de 10l> a.!lí llamados discípulo..<; podrá disminuir, pero In luz de su espíritu !le extiende; es lo que él bu~a. Hoy él esbi solo en su de­sierlo, solo en el más profundo sig­nificado del voto,

Mienlrns In vida liene binto tu­multo de IlUsione!!, de rencore!l, titnla tri!lteza y mi:oerin de ocio y de vicio, y ~JX!Cialmelltc cuando la lIoche cubre de sombm y de si­lencio la!i horas mlÍs turbin!! del remordimienlo y del mal, quien in-

•

,

- N T 1 p(//" Trl·r.'w Souf/llll(ll"ia de GrH/;:(jlr;:.

PROFESOR SCHNEIDER WolfgaJlg Schneider, el afama­

do violoncelistll (IUe nos deleitó en días pasado!l con sus escogidos conciertos patrocinados por los" A­migos de la.s Bel1u!I Artes", nació en Viena y desde 1925, en sus con­tinuos "injes, ha actundo con éxito ,'otul1do en las I)]'incipnles capita­les del mUIHlo.

El programa escogido pura sus conciel'los fue ndmil'able, pues pu­dimO!l oir en ellos obras de Juan Sebusli:in Bach, Grieg, Fauré, Schumann y otros muchos, La téc­nica y sobre todo la grnn expre­sión que le du al ~cello", son las cua lidades dominantes en el profe­sor Schneider.

Es de nolarse que el I)úblico afi­cionado a In buena mú.sicu aumen­ta dín por dia. Indudnblemente que e~te aumento de auditorio a nueslraJ:I salas de conciertos, se de­~ a lns numerosas escuelas de mú­sica que hoy existen en la ciudad l" n la labor culturnl, de.;;arrollada por los" Amigos de las Bellas Ar­Ies",

MADRINAS ESCOLANES En el snlón del "Centro Femcni------._---\'otlue un ejemplO de tenncidnd Y lIIlU lihel'ación que lo le\'lInte <>1\ siemp"e mil:-; nIto, \'ea un din y re­cuerde los rustros luminosos de dos persinnus cerradas. nll:í en la ]lluntn alln de In lIoledud de Cm'J{­nacci \' encuentre 11M bien escul­Ilida i¡¡' fra:-;e de In l'ubidul'ía: "Fa­tiCll sel\7.1I raticn".

FI'nl/ri,~c() COllci,,¡ rlr C"I/á"

-u L A s -no de Estudios" :..e reunió el ~ábado 12 del preflente me.~, un ~!TUPO de seilorM y señoritas, que constitu­yen la ... ,l!rU)l'h/(lR Exc%rrl/. con el fin de comenzar !¡¡borC->I en el pre.,;ente año y de illten~ifiCl\T In obra comenzada el uño pasado,

El Rvdo, Padre Illi<loro Ló¡JCz 11_

bistió a la reunión y desJlué.~ de una brillante expolijción !lobre la labor que puede y debe realizar In mujer en la escuela, pidió u la.~ ¡l[ad"illo$ E!lcolarcs le pre.'1tar¡¡n su contingente Imr¡¡ organizar y e­fectual' en un mismo <lín. como )"11

lo tenía hablado con la Direcci6n de Educación, lu Primera Comu­nión en todas la!! e:lCuelal' de In ciudad. Las Mndrina~ aceplaron b'1lstosas tal petición y ofrecieron al R"do, Padre López .su ayuda Im­m realizar tan herm08a iniciativa,

Tambien quedaron plillle.ado,.10.~ roperos escolares, pidiendo par,. realizarlos lIyu<!lI al Concejo Mu­niCipal. 1..'1 difusión de la musica !mcional en la~ escuela .. , como eli el 'uerer del i\lae;;tro Emilio )[uri­~io, es otro de lo..~ grundes objeti­"Ol' de 1a.'1 .lIa(I,'i" a.~ E.~cfJran'.~ r para ello se cuentn con la ayudu de nue!ltrll ¡:{rlln Clllltante, Srn, Gil­mn ctlr(tenn!l de Rnmirez. -

Ct:i\TTRO FEMENINO nI;; ESTl'I1I0S

La nucvn ,1unlll DirCC:t!'·~. d\1 Centro, ;lbund/l en huenu .. 1I11ClI\tl­\'31' y en po...;ibles pruyecl?~.

Entre otra:; C(l:<!I:-; Sl' p.en.~:\, ('011

h ¡¡"uda de eml>re,;a:; como ,.'/1/,,-1-;lItO·. en In nrhoriz.acióll de la, ('ni ¡Tetera (lile cUllduC\:', de :\h.,delhn JI

poblado y Que hllm {\'" ~"''l clIrn.'­ter¡. unl\ hcrlllo~n lIvelllda. Tam'

Consiga una . CARMEN mueltrecita de Crespon Concurso COL TEJER,

para el

00'0 ______________________ LeTu. V ENCAJ",

bi~1I h~ l",n"'ll,ln el r;"¡!Iro cn ('di­IlIr ull mllllual ""mp)"I" "obTl! coll· fi[~l'iu y 1';\,lcluin )' dem';'< rect·· 1"" l' ~on"",jo .• eQII\·e"ienl ..... " lQt]" buenll amll de ell_a.

L,.' ",un;on~.< drl Centro ~iJ.:(lell ..... mllllalment~. COII l"!""'"al muy IIulrido y <iempr" concUrre unl' lI_ me,," cQnferellc;<t". <luien di!IC['Üt ""br~ tellUL< de imloGrlllllcia ." de ¡:oran actualidad.

1;1. IIACfIlLl.EJi,ITO ES {.OS COLN(,'/QS f'f."Mf;N/NOS Df:

1,'¡':L1GIOSM; E, ,-erdaderllntellte ,dentador el

,'cr cómo 1,," colegio~ de Ueligiu.<I\.< "C(¡lIe" el plan tlu lJnchillernlo flu: tia por el Mini"terio de ¡;:dueaclóll.

El Cokgio de 11\.< Herrnunu de 1;, r ... ·..,lItación. rc¡tenllldo ¡lOr una tloluble ill"titlllorll frunce"n, 11\ H.,·tI,t , Mlldrc AlJcl. lo impllllltó de;de lo" cnmicl1U)< de e.,te allo y In;; R,-da •. ~Iadre~ del Colegio del SU¡.¡rMO Corazón de JC"i'Ú3, qlli ..... nes ya liunen imJllnntndo el haehi-

-. Curado e n b arrile s como

EL V INO Co"", 101' -ncos v,nos de Franeia s. eUran en

horriles de m.>deta por muchos m •• es par •

..... rle. el mb rico .abor y l. I ra~.nci. delic,o"" ,ue·· . lnV'UI .... l. CUra el Vinag re de Cidra He' U, m.. "" ° p ... darl. Un s;,bor diStinto y rieo a lu, e"olad ...

VINAGRE PURO H E 1 N Z DE CIDRA

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"U I I AI •.•

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A.GENTE. P A RA ANTIOQ UIA:

DROGVERIA,S ALIADAS 5. A_ Y

A.lmacen •• "LA PRIMAVERA "

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~'L. _____________________ LI!TRA 9 Y I!NCAJI:S

VllltNIE DE LA p,o.G. 30 10

Hernlo en el Colegio de Bogotá, ¡L­

pro\'echando la llegada a eiila ciu­dad de la muy Rvda. :'Irad !"e Si­mon, visitadora generaL están en cOI1\'cr;;aciones con ella y con el Director de Educación, ¡Jara aco­modal' y orgllllizul' el plan de estu­dios del colegio, al pénsum de ba­chillerato del Gobierno.

Con eslo las Religiosas han da­do un paso muy adelantado y de mucho provecho en la educación femenina y así. entrando por estos caminos. no perderán el control de la educación femenina en Colonl­bin, (lile tan necesatio es que ellns tengan y mantengan por siempre, porque el día en que nuestra mujer pierda su religión y su mo­ral cristianas. el porvenir de la na­ción será muy oscuro.

Felicitamos a los colegios de la Presentación y de El Sagrado Co­razón y deseamos que este ejemplo M!a seguido en toda Colombia,

NOMBRA,l/ IENTO DlPLO­MATICO

El Or, Ricardo Uribe Escobar acaba lIe ser nombrado Ministro Diplomático)' Enviado Extraordi­nario de nuestro Gobierno en Bue­no~ Aire;¡, Nombramiento acerltl­<lo éste que acaba de hacer en sus postrimCl'Ías el Gobierno del doc­tor LÓ¡lC7., pues el Dr. Uril>e Esco­¡mr, 11 mils de !>er un cumplido ca­hallero y hombre de sociedad, es un admil'¡¡ble clIladisia r sociólogo c­minente.

Acom]laña al DI', Uribe E;¡colmr, cn :lU vinje a la república herma­na, :lU .'iCñora e.'1po:la doña Lía Jn­r¡¡millo ele t!ribe Escobar, llama de alto~ Iluilatc...¡ e",piritualc.~ y de grnn tacto soda!. (¡ue lIin duda nin­guna repre>IClltarú como el! debido a la mujer colombiana en 111 gran urbe argentina,

Felicitamos 11 los esposoll Uribe Escobar y les deseamos un viaje SIII contratiempos,

DESPEDIDA Tambicn sa len pura Buenos Ai­

res, en compañía del DI', Uribe Escobllt' y su familia, el caballero francés P aul Gaillnl'd y su señora esposa dOlin l\ lal'uja J aramil10 de Gailhml.

Esta genl,i l pUl'ejll contr ibuirÍl notablemel1te, Jlor las cualidades que poseen, a que 111 Legación Co­lombiana en Buenos Aires sea un eX IJOllente de nuestra sociedad JI un la7.() de unión más y más fuel1:e, entl'e estos daR países surnmerica­nos.

Reciban los esposas Gaillard Ja­ramillo, nuestro saludo cordial de despedida,

"SU MAJESTAD EL N I ÑO" El libro que lleva este sugestivo

nombre y cuyo autor es el conoci­do y eminente medico, a más de gran cabnllero, Dr, Alberto Bernal Nicholls, acnbn de obtener, entre 1011 libl'os didácticos en\'indos al concurso abierto por la Feria Ex­posición del Lib ro, el PRIMER PRE1\IlO,

Merecida distinción otorgnda con toda justicia, por el Jurado Calificador de dicho concurso, a UIl libro que en sus múltiples pÍl­¡{inas, encie l'l'n con loda claridad y lllllnitud la nlnnenl de manejar y dirigir Rabinmente In \)lIiquis y el OI'Kllnismo muterial del niño,

Amiga~ del Dr, Ber nal Nicholls, )' admil'adorllS de SIlS tl'ubajoR cientificulI, nOR congratulnmo!:l con C\ POI' el ¡¡x ito obtenido con "SU ~IA.JESTA D EL NI~O",

-MAf?J t \ lA.NSA HRIGARD

DE.' PlZANO A mcdiucloll del mc,~ \)URndo ell-

I

LETRAS '1' ENCAJIES:::.:::-____________ _

Trajes McCall Para :;u Semana Santa vi ~tase elf'­

~ante con tl'ajeR hechos IlOl' moldc.~

i\rcCall; en todn tallu los encuentra

Ud, lindos en l\1arilll.

y qué telas en :«!da y lillO, Colore!\

pl'ecio:,os. elltilo,~ modernO!',

M 1 , u

, a r 1

Junín x Caracas,-Tel. 9-3~6.

tuvo en esta ciudad, en visita rá­pida por cierto, In distinguida e inteligente dama bogotnna :\Iaría Luisll Brigard de Piza no.

Es Maria Luisa mujer inteli­gente, antena, emprendedora, con­versadora graciosll, a In \'ez que ~!;uda, digna representante de la mujer bogotana en este siglo y de In dama santnferelia.

LETRAS y ENCAJES le en­\,[a un cordinl sal udo y desea que en bre\'e tiempo vuelva a visilar­nOll,

I .. ORENZA VILl .. EGAS DE SANTOS

Es un hallazgo verdadero para la muje l' colombiana que \';l)'a n ~e]' repre.'ffilltndn en el PalAcio de la Ca l'rerll , rlurl.lute largo tiempo. pOI' la iltllltl'C dnma dOlia Lol'enz:1

nllegus de Sall tO!-l, lteullc ella, a mÚII dt· ulla bella ~'

di!-ltingu idll fi¡rul'll , todUR la'" "il'-

ludes de las matronaR ant~pllsada¡; y las grandes cualidades de la rnu~ jer de la hora actual. La Sra. Vi­llegas de Santos e" y será a miis de la compallera idenl de lIlI espo!'o el Dr. Eduardo SUl1tos, la perfecta compañern del hombre que próxi­mamente regirú lo;; de;¡ti n o..~ de la PatTia,

LETRAS y ENCAJES pre..-en­la un atento saludo de bienvenida a- In señora de Santos.

FERNANDO h \R.4MlLLO Cuando c.stabu para salir esl~

número hemos "ido .!Iorpn~ndidn" con la tri "te nolicin de In muerte de e"te inteligente y eli;¡linR'uido

<ct"~,, ""l''''''

.sontoJé. PUI·alano

Averigüe hoy mismo por las bases del Concurso COL TEJER.

•

oo .... _________________ _ _ ___ L ETR AS y E NCAJES

joyen de 19 años de edad, estu­diante de la Facul tad de Medicina, ac.-'lecida en la ci udad de Pamp lo­na, en el departamento de Sanw n­der . Por var ios ailas estuvo est u­\lian do en esta ciudad donde se granjeó el ap recio y el cariño de cuanto lo conocieron por sus dotes de inteligencia y caballeros idad. Para sus afligidos padres y para su tío e l DI'. Guillermo Jar a millo Madar iaga Jleva LETRAS y EN­CAJES su smcera e).lll'es ión de pesa r .

EL j'vIAESTRO S.4LAS llEGA Actualmente, y después de un a

magnífica expos ición realizada en la capital de la república, con mu­cho éxito artístico y pecunia.rio, nos visita el Maest ro Sala s Vega.

La exposición del Maestro Salas Vega se ¡ha lIa en uno de los am­plios salones del Club Unión y alll pudimos admir a r la he l"TI10Sa y va­riada obra de este hi jo de Nari ño. Las te las expuestas , 'Son a l rededor de unas 45, a mús de alg unos a­puntes. Al echa r le una ojeada rá­pida al conjunto, lo que más nos llamó la atención fue el color ido SU3\'e y refinado, que s in dej a r de

tener las t.onalidades de nuestros colores tropicales , denotan en el art ista un gra n temperame nto es­pir itual. Para quienes ig noren que el Maestro Sajas Vega no ha sali­do del país, pudieran creer con en­te ra cer teza, que 'este ar t ista co­lombia no hubiera pasado largos a­ños de su vida en E uropa entre museos y academias.

Sabemos que una vez terminada la exposición de s us cuad ros, el Maes tro Salas Vega sa le para Eu­ropa, en donde refrescará su visión ar tlst ica con la contemplación de las obras maes tras de 105 g randes maestros del arte.

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L ET R AS Y E N CAJ ES --________ _________ ___ -'" 'OI ~

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, , HNO I\.A En aargu, popdinu y as­

ponea de lana, lenema- encano tadorH estiloa en dibuja- y en colores firmes a prueba de a¡ua, 101 y jabón.

Vea nuettro lurtido. F.ncon· trará en él la lela de moda en atractivol colores y de precio reducido.

Como ¡aruttía de calidad exija la lI1atca

Condición de la mujer en Turquía Tnul?wdólI del f l'a1/cés por

la Srta. Ma'lwja ScwtamarfCl

La s relaciones de los viajeros. después de haber estado alguno, días en Tu rquí&, han descr ito su­ficien temente el aspecto austero de ese montón de telas obscuras. en las Que una esclayina cor ta "'el Yachmak", cubre la cabeza y 13.5 espaldas; la cara es tá p rotegida de la s miradas extrmlns por un es­peso yelo, el ., pitché". A dec ir ver­dad el pitché estú generalmente b ie.n tenido y no cubre siempre 103 rasgos y 1O!i ojos de las "desencan­tadas". P or lo t all to fueron los Jó­venes T urcos los primeros t:!n in­ten tn r una ~lcci6n enérgica para e1evnr la condición de aquellas n q uie nes el Libro Santo dice: "La m uje r es vuest ro campo. Id :\ \'ues-

Desde 1908, después de la revo­lución de los J óvenes Turcos, los espíritus audaces ha bían p rotesta­do con t r a la cond ición degradante impuesta a l sexo f em enino en Tur­q uía. Enclnustl'a das e11 el ha rem con la so~a sociedad de lus demá~ esposas-(el Cor á n penni le hasta c uat ro mujer es lv t ole.ra ade mús todas lus conc ubinas q ue la íantu­sÍa de l a mo pueda escoger en t re el per sona l doméstico) - In muj er desde In edad de la puber tad no pod1a m ostrar su rostro. ni aun s us cnbellos, s ino a su ·'señor " .

Premios muy halagadores tendrá el Concurso COL TEJER.

I

I

»,., ________________________ LET"AS'I' ENeAJ ES

.. " Iro campo como querms . Fue asi como, al fin de 1908 a­

parecieron en Estllmbul las prime­ras organizaciones femeninas que reclamaban principalmente 1)1\I'a las mujere.~ de una instrucción su­perior ciertas libertades, como la i.b"llaldnd en la famBin, :lllarecer en publico $in velo, y escoger tra­bajo. Las mujere!; escritoras se de­dicarOIl con actividad al movi­miento y se puede decir que en 1!)I3, Turquía estaba a la cabeza del mO\'imienlo feminista del Is­lam, La gran guerra de 1914 de­hía traer también sensibles pro­gre.,>os en el mismo sentido }' el pH­¡lel de Ins mujeres en los servicios auxiliares de la armada y sobre todo en los bancos y grandes al­macenes. etc., donde reemplazaban conlo en todos los paises belige­rantes el elemento masculino mo­\'iliUldo, contribuyó grandemente a nbrir una brecha en los viej os prejuiciOS.

i\lús adelante, cuando In procla­mación de la República, el gobier­no de Ankara decidió la aperturn de escuelas elementales mirl...'\s y el libre acceso de la mujer a la en­"eñanz:l superior y al fin de 1920 existía una quincena de asociado. nC-'l fenle ninas creadas con el ob­jeto de beneficencia, cultul'H inte­lectual o propaganda Ilolítica, Pe-1'0 fue sobre todo en 1923 cuando el movimiento tomó una nmJllitud IIm1.iculal' 1101' el nacimiento de un nuevo grupo que se tituló: ~Par.

licio femenino del IlUeblo". Poco despué..'I apareció en E~t..'\mbul la ~Kadin Birlhd" (Unión femeni_ un) compuL""ta de elementos feme­ninus milnd bur¡,tuesa:o y mitad in­tc1ectuale.~. La Republica 1101' otra liarte proclamada el 29 de octuhre tic ¡92!~, represen lada en 111 per:o\o­na eminente del (lresitlente Musta­rit Kemal, que ha ado¡ltado mús

tarde el nombre de In familia de AtatUl'k, ad(IUirió un movimiento com]lletamente femenino, En COIl­tra del COI'¡in, <lile ordenn que la OI'ndón se hagll por el jefe, cubier_ tn de ulla cofia .!!in borde, el fez se suprimió en se]ltiemb re de 1925, El uso del velo para la mujer fue en J¡I misma épocn suprimido, Des_ pués, el 17 de febrero de 1926, fue editado en el nuevo código civil, el estntuto de la mujer mUllulmana, la ]lOligamin fue prohibida y el re· pudio <¡ue I>ermitín al marido el devolver la esposa que hubiese de­jndo de gustarle con el mÍllÍmun de formalidades, fue reemplazado POI' el dh'orcio, accesible a los dos sexos, según algunas condiciones especificadas por la ley, El matri­monio civil debía, por otra parte, en todas las circunstancias, prece­der al matrimonio religioso,

Dellde 1927 la Unión de mujereg turcas hizo encuestas para tener comunicaciones con la Unión In­ternacional de Mujeres, sobre:

l.-La posición de las mujeres con respecto a la Sociedad de las Naciones,

2.-La igualdad del salario pu­m los dos sexos,

3.-EI admit.ir la mujer en la po[[ticn.

<l.-La JlUcionnlidnd de In mujer casnda,

5,-La concepción moderna de la libcd.ad,

6.-La asilltencia del EHtado pa­ra la~ mujel'ell sin l'ecur.so~, . 7.-Las !lollel'll~-mndres ~' los hi-JOS naturnles, '

. S,-La ~upre~ión de la pro~titu­clón.

La ~'nión reclamó tumhióll ¡JlIrfl 111 mUjer el ejercicio de lo!! der{'­ch(:¿ PO!íticoll" el voto, y la pArtici­pacLón IIImedmtn en Iu.. .. elecciones municipaleli, Estn reivindicación fue re~petuclu por el jefe de Es-

I

LET"AS '1' ",.eAJES ________________ _

tambul, que rehu!!ó sancionarla I>relendiendo que: "las mujere!! hechas pal'a educar y dar hijos al mundo, no deben tener ni derechos l}(1liticos, ni ejercer funciones pu-bl ' ," Ica. ,

Entre tUllto, la mujer turca ;le

vistió 11 lo europeo, saliendo libre­mente con el rostro de!lcubierlo y comenzó sob l'e lodo a frecuentar los builes donde sólo las cristianas ;le habiull mostl'Rdo hosta enton­ces, E l Presidente de la República organizó él mismo, desde H125, re­cepciones oficiales a las cuales e­I'all invitados todos los miembros del cuerpo diplomútico y sus seño­!"liS, lit:; esposas de lo!! altos funcio­narios, y nadie resistió a la volun­tad del creador de la República. Se cuentn tnmbién que Ataturk, notó en una recepción organizada 1101' él, que los oficiales no baila­ban; interrogando cuál era el mo­ti\'o de su inacción, se supo que las damas invitadas por ellos de­clinaban su invitación. El dueño de la cnsa se il'ritó entonces y con tono de mando militar intimó a 1m, l'ccalcitrulltes la orden de bailar, echándoles en caru la afrenta que ella.!! illfligian al uniforme milit.,ll'.

Entre tanto, en la clIlle como en lnll fiesta.. ... las damas ¡'urcns ha­bian glUlrdado In costumbre de en­\'olverllC la cabeza en un turbante 11 la vel'dlld demasiado cerrado, fl'ecuentemente de la misma tela que sus vestidos. En unll recepcióll a la que allilltín el Presidente, en Estnmbul, el 18 de agosto de 1928, este quitó con su mano el turbante que cubriu la cllbeza de 111 mujel' de uno de los IIsistentes. C'onfusn y despeinadn 111 infeliz ~ fue ¡¡ :l­rreghu"l;C su enl)cllern, Pero este ejem¡)lo trnjo sus fnlt~ y dewe el díll siguiente lu .... modistas fue-

ron allediadas, con gran perJuiciu de los maridos que debieron reci­bir grande.,,¡ cuentas, mientrall (IUe antes algunos l>edaz~ de seda ba.~­taban para cOJlfeccionar a cada .. toilette" un tocado j.,'1'ncioso,

Al mi!:lmo tiempo el nuevo códi­go dejaba la cue"tión un ¡lOCO ob ... -cura: en vez de la prohibición fOI'­mal ]lUblicadn antes poI' :\Iedjelle, :re vio por la lldmera \'ez en E~· tambul, en abril de 1927, el ma­trimonio de un;1 \'iuda turca con un ingeniero italiano. Eslt) fue un moti\'o de escándalo. Se había rl'­gistrndo muchas \'eces el matri­monio de un musulmán con una que no lo era; la religión de la mu­jer, elemento menospreciado del menaje no era obst:iculo, pero al il1\'erso no podia !o;(!r realiz.'\do por un musulmán turco, aferrado a In idea del ~gya\'ur" (expresión de,;­prcciaih·a de otr:L.~ é]lOCUS para lo~ extranjeros) podín pnrticipar el lecho de UIlO de sus correli¡:dona. dos: algunos otros ejemplo:;. po­drían ser citados pero .~e nece ... i­taría de tiempo ¡lUrn que la e\'ll. lución de la~ co¡;tumbre.~ hiciera admitir la co::;a como natural.

En el donlinio d\'ico, la mujer turca que en un Ilrincipio fue plec­tora y de.~pué.~ eleg¡ble a los con­cejos municipales, ha obtenido PO,I' unH soln y úniCA ley del 5 de dI­ciembre de H13-1, el derecho de \·0-

lar en la:; elecciones legislativlIs y In posibilidad de "el' elegid:lll di­putados, AI¡{uno" . mit'mbro.'\ _Iel ::;exo d~bil tienen a:'lcnto en lu A­samblea nZlcional. l>ero aún no llUt'~ den ser ministrtl;;, ,

En e-I X JI Con¡{l'Cl"l"I ... ufr:lg1,;I~1 internacional _tUl' l"e- f'('unió t'n E~~ tnmbul durante t'1 \·,·rano dc .I!l~", 10;< ciudadllllo" d~ In Rl'pubht':I tUl"('R jlUdicnm c"wbla'l'r \Idllntl'

Concurao COL TEJER para el 20 de Julio próximo,

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_______________________ l..CTFtAS y I!NC"'JI!S

301'

Ecos de la moda He "isto esta semana, .. la con ti·

mmci6n de la;; lluevas colecciones. La moda se re"e!ll tan inclepen. diente que pareee imposible preci­stlr ;;us tendencias. Al lado de la Hnen dominllnte que es estrecha. ceñida. ,'emos corpiños am¡llios (Itle dejan adj\'inar el busto y fal· das amplills con pliegues o frunci­do~. Pliegue:; de todas clases: acor­deón, ,,01. redondo. aplanados, cosi· dos o sueltos, ¡>ero comenzando "ieml)re debajo de las caderas pa· ra dar mayor mO"imiento a la si· lueta,

Dónde esuí situada la cintura ? Los boleros recortados (que son muy numerosos) tratan de colo­ellr1a muy :lIta, las piezas que ci~ fien las cadera..<¡ parecen que quisie· mn bnjarla un poco, pero sin em· bllrgo en el conjunto el talle con­,~e r\'a su puesto, fino y ligero.

Vimos una linea nueva en lo que concierne a las chaquetas, Esta!! forman oolero en \11 parte de ade­lante y descienden ¡rradualmente por la esp.llda hasta las caderas. ~tuy bellos ensembles ofrecen abr i­gos ajustados al talle y con una cierta amplitud en la espalda. Mo· tivos de melal reemplaznn los bo­tones como cerradura. En tweeds de color eslos abr igos !le llevan con \'e.<¡tidos (!.<¡tamllndo!l cuyos dibujos 1;011 muy variados y alegres. No se ven acaso lO..; rascucielo!! de New York, escena.;¡ tipicas de Londres o de Paris, eslampadas sobre fondol' verdes, azules o blanco."?

de su", congénere,; y PI·illcipalm!'n. te delante dc lo,; muslllman:.!~ dI' otro~ IUli,·e.'1, lal' enormes "entajas (¡ue ~I llIh.·\'() rl!gimen Ic~ pro[lOr-cionuLa. Ademú,:; poco Uempo des.­Iml.. .. la MUni6n de )lujere,.¡"', reco-

Tmd/lcc AI/I'/I G. lit.' Lcfebt'l"l'.

Al lado de los irleules tnLjes de noche cortarlos al sesgo, armados al talle, sin ningún cinturón, ve· mos la nota predominante de los trajes inspil'ados por Winterhaller y Constantino Gu~'s . Muchos de ellos se lIevun con crinolinns de la época, en tunlo que oLros conser· van su amptitu(1 únicamentc por la tiesura de las lelas. Los chales de ,~ ¡¡til1 o de encaje, los nbrigos de tufetiLn COII mangas anchas y reco~ gidas, las flores y las fl'utas en los cabellos terminall la reminiscencia de estn época.

Otros permanecen fieles a la si­luetn joven, sencilla. Presentan \'estiditos azules oscuros adorna­dos de blanco que !'Ion encantado­res: chalecos, cuellos &'1'nnrles cua· drados, presentan cada uno un nue­\'0 detnlle. Notamos mucho borda· do ingli!s y grue;¡o guipul'e bl811CO empleado para el dia y para la no­che. )Iuchos toreritos dejan ver por delante la blusn clara; algUnas veces el bolero forma capita corta en la espalda con unas piezas meti· das que cogen los hombros.

Para aCllbar la elegancia de der· tO!! trajes de noche algunos modis­tO!! }}]'oponell flores grnciosamente pues!!l!! en lo!! cabelloR, flores co­giendo un tul que vc\a ligerllmenle el ro!!t1"O, flore!i aA"l"upadafl hacia la !lUCIl, flo rcs en corona!!, diade­mllH {IUe e\'OCl.\n las elegancills de los tiempos Ilmmdos ...

R. B.

naciendo (llIC toda. .. sus peticiones fuel'Qll atendidas y t¡ue no tenían Imela (lile reivindicllr dl'Cidieron loBa, mi~mas di HolvCl·'1c.

En efecto, 10.'1 Ilrogn!!\Qs (Itl(! ha­- ."~I.I" I[N 1.. ... P"'G. 302.0

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1..1!T1'l"'S y I:NCAJI[S ---------______________ ~~ ..

Alas. sin Brújula Por potentes que fuesen SUli motores)" hábiles sus pilotos, viajarin Ud. en un avión sin brll­julo?

En cambio hoy tenemos, ndemás de la brújula, entre otros aparatos de seguridad. el radio en los adones y ejemplares como Seadta y Saco que si rven al Comercio, a la Industria y a In Soci~dad Colombiaull.

~¡cjornr la vida de JOb

que tienen meno!!. Per o feccion.r l. de lo. que

tienen mu,

TI'Il.i~1 Ilred080a los hnco Ud, con '::ol"ta M. r .... lt .. du ROI!"U6J1,

Otros Progresos Colombianos

No hace mucho tiempo la l ndulltria Te.xtil co­lombiun¡\ apenas se inicia~n. H,o)" es un honor mencionar en esa Industrm. eJemplares como Rosellón, Obra de colombi¡lllO:;: de amplia ,visi6n.-hoIf!­bres de negocios-, en colllboracl6n con l!l efI­ciencia de Di rectores v Obreros col~mbJnno" . bien pagado~, se e:-.1iende en la ~IChllll,Hlnd 11 cn­dn Hogar colombiano, ¡lm'n vesllrlo b1ell con te­las Rosellóll. 'l'elas Rosellón en colores moderno;! para hacl'r tI'a ies que vi:;ten bien

I

_~ ____________________ LET~"'S ., ~NCAJES

VIENE DI' L.o. PAG, .soUI

nllJ ele renlizar lU$ mujere::;. 110 de­¡lende en nclelante más que de ellas misma". La!' autoridade3 les dan las mismas facilidades para entra ]' por todas partes en pie de ilfual­dad con los hombres. Las UIll\'er­

"iclade5 }'ebosaban de estudiantes, 1:15 escuelas domésticas profe;;io­nales r ]a'S domésticas femenina!;, fueron abiel"las, lo mismo (IUe CU I'· sos de preparación militar que per­mitínll a las jóvenes turcas entre­narse en el manejo de las armas como \'jejos brtlerreras. En el \'0-lnnte de Sil auto. en la facultad, en los bailes más elegantes. o en las playas con sus \"estidos de baño tan auducel'l como coquet.'!.s. no tienen nada {lile em"idiar a los elegantes "dellhabillés" de las bellas bañistas de Oeauville y de Jenn les Pins, la mujer turca se encuentra per­fectamente en su puesto, Eml)len­dn de oficilW, o seflOrita de alma­cen, profesiones Que les prohibía completamente su forzada clau!\u­ra, ¡¡aben igualmente acomodar'5e a la!\ circunstancias.

Como fi~urm; tipica,; de esta ur i­liante evolución se pueden citar dM jÓ\'(!IlC!> turcas que cnila una en RU especialidad honran gra nde­mente el feminimo turco: señora de Afel y la ,;erlOl'ita Sabiha Geuk­chen,

1.,.1. señora Arel e" \'ice]u'esiden­tn de In Sociednd TurclI de Hislo_ ria del segundo congreso-cflte fue en l\epticmbre de 1!)37 en Dolma­Bugtché en el ¡miado del Pre~i­tiente de la !lept"lblica.-E"le COll-

1-"Te.'IO, que ,;e inauguró al mi.~mn tiemfXI que unll expo.~ición de la hilltoria de Turquía de ~ran inte­rés arquenlólrieo, atrajo eminentes ~abiOt< del mundo entero. Francia l'~tuvo re]l~>lentarla por los profe­tI"re,; :'Ilau!I.'\i¡"'1lon. Rrauil y Vu­loi!', 1..:, seflora Afel fu\' la única

mujer entre los doctos personajes reunidos y a quien el presidente A­taturk qu il;o venir a escucharla. E­lla hizo una larga e inter esante ex­posición muy document..'l.da sobre los puntos característicos de la his­toria turco-otomana. En medio de todo~ los sabios, esta graciosa mu­jer, disertó gravemente sobre la historia de s u pnís en la que quería subraya l' el pasado apasionante, y ~e encontró tan en su med io como si e<;luviese en un salón mundano.

La seliol'ita Sabiha Geukchen, hija adoptiva del Presidente de la Repú blica, e~ una aviadora distin­guida. Fue la primera mujer tur­en que obtuvo e l título de piloto, pero lo que es particularmente no­table es que recientemente tomó parte activa en 1m; operacione:l militares, lo que le mereció la me­dalla de diamante de la aviación turca. La región de ToundjeJi, en el centro de Anatolia, habiendo es­tado en efecto revuelul al rededor d(! mayo y j un io de 1937 por la a­gitación de a lgu nlls hordas kur­das, agitllción que fue rapidamen­te l'eprimida; la seiiol'ita Sabiha Geukchen .se enroló en la aviación militar. No se cOlltentó co n efec-1 uar algllll(\"5 reconocimientos ae­l'eos, sino que no \'aciló en toenr la., po¡;idones enemigas lmm ame­lmllal' JI los I'ebeldes en !'lUS 1>08i­ciones sin cu idarse de las balas. La ('~cuela de uviución tmca "Tul'­konchnu", entre :350 di8Cípulo¡;, cuenta COl1 m¡i;¡ de :"lO jóvene..'i, lo­el!]'! :>ntu"iaslas y con ardiente de­':'0 de imitUl' su ){lorioso émulo.

Si ~c agrega (IUe en uno de los últimos conCU I'so~ de bellC7.lI mUIl­,HuI. el reinuelo recayó sobre la gran 1Jeldad i\1is!I Turquía, Kerina 1I nli", (IUe desdeñó toclu J!"lorill, es­la actuulmente ClUllldll v es la mÍls allllcible ele las mlldre~' de fllmilia,

- . IaUI[ I[N 1.11 PilO. 3027

I

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P('.~r{¡(lo eN/olado ('JI cacemla El ¡)escado hwado se corla en

tims o trozos" rrótase con sal y pi­mienta roci!Índolo con jugo de li­món. Se le deja rel>OSfll' durante una hora. OeiJlIlCs se !lBCa escurri­do cnda tro7.0, liC vol ten sobre ha­tina r se dC]lQsita en la cacerola (IUe contiene la manteca ya dora­da. Se cubre ligeramente. durante 5 minutos, y se voltea en vurias ocasiones. Finalmente, se deposi. tan en el plato muy cuidadosamen­te, se le derrama encimu la mante­ca caliente y el jugo de limón. Pa­ra sen'irlo. se le slIlpica con ¡>ere­j il,

P(I(IIII'¡la,~ Im'lu!! dr ~ljcadQ a lu italiana

1 libra de pc.scado; 1 cuchnl'ada de manl.cquilla: 1 cuchal'ada de ce­bolla ¡¡icada: !\al: una copa de \'ino tinto; 3 hu('vo~; 4 cucharada~ de miga de pun fresco I'aspado,

El J)e.'<Cado se part~ en trozos se le deja salonar en la mantequi_ lla con la !lnl y 1/1 ceholla durante 10 o 15 milluto.<;, luéKO se le c1eja Cleer lenL'lmente en el vino durnn­te media hora, Se levanta la piel y la ~spinn'l del f)eSCndo, se le pi­ca menudamenle y se me1.cla con el, caldo en el cual -.c ha cocido, el \'1110. 10l! huevo.q y 111 nliga de paJI, Se engra!lan molc1e!! pcqueñ~ v se llenan, dejimdolo& cocer en el

horno dUl'anle 20 o 30 minuto.<¡. Para servirlo. se disponen las tor­ticw; sobre hojas de lechuga bien frescas y !<e les rocia con jugo de limón.

-Plufo efe 1}(!.~c(¡dQ 11 In 1U(¡)'ÓIC/'U

Un kilo de pescado de mar, 2 cuchnradas de mllntequillll. 1 cu­charada de cebolll1 picadn. 1 COpn de vino tinto. sal, pimienta, salsa i\laggi. jugo de limón, un ramillete de ye rbas, un poco de hnrina dora­da en mantequilla. una copita de coñac.

Limpio el pescado se corta en pedazos. se frota con sal y pimien­ta. se roeia con jugo de limón y se

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L ETRAS V .NCAJES

deja media horll; luégo se coloca en una clIcerola con suficiente mantequilla. se le agl'ega la cebo­lla, las yel'blls picada'S y "e cuhre con e l vino tinto. dej¡\ndolo a fue­go lento 15 o 20 minutos. En se­guida se "in'e, espesando la sahm con un poco de 11lIrinll ¡mm (IUe quede bien ligada; se le agrega el coñac y el IIOCO de salsa :\Iaggi. Si se quiere un poco mÍls elegante se le agregan cangrejos Y lallgo;,ta~

cocidas para decorarlo.

Plldillfl el f' PCSCM¡O

--

--le a~{I'l!ga el ]le:,;carln ~' por último la~ cluras hutida."i a la nie'.'e; ~ vucia en un molde engrulladn en­harinado con miga~ de pan y :<c pone al baño de maría unu hora. Se puede tambiim hacer en el hor­no y se deja ha.!5ta (lile dore. Se "ir­ve con unn llalsa de Ilerejil o alca­parral!.

1 ~~ librlLs de pescado cocido, 2 cucharadas de mantequilla, 11 ~ I:U­charadas de harina. 1 taza de le­che. U11 ]>oco de salsa l\Iaggi, 4 ye­mas de huevo y :;a1. El pescado !le

limpia cuidadosamente quitándol~ le piel y las espinas y .:;e pica. Lué­go se deja domr la hnl"ina en la mantequilla caliente, !le le agregn la leche y se deja espesnr para e m=e='C=I=",=I=e=m="~Y=I=,;=e=n=I=R='=Y~e=m=,~ .. ~_ =",~ OLOR y

Soluoióa al Crucigrama del Ho. l:i9

... _.1.110. .. _ • _._ _ ....... _ ... ~_ ... -,_ .... ~_.- , ... . -.

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~", •• ________________________ LI!TII "'S T tNCAJtS

Cuando la mujer se fue a trabajar.. .. \ ida económ ica y social. La mujO' ro/!/cu:ri .sI' IlIclta pm'.sll

fl1Wllri!Xlririll !I :,¡¡¡s dc/'ccltQ.'; Itacc cllalm Uf'!ll'l'Ucif/ues: hoy, oC}¡CII/n cdio;: clc,~lj//éJ;, lo Ita IOfll'odo, y lo.q lIIillOlIl',~ dc mujCl'c,~ que trabajau ('11 lodas I(¡.~ ¡JI'ofc:;io"c.~ co1I1 ribu­!lrl! /11 JII'{lyn!s(J !l a la ci-vi/i.:(/(:iÓII

del 1It1t1lf1o.

Hace ochenta anos que la mu­jer, sobre todo en Inglaterra. Fl'an cia y 10H Estados Unidos, empren­dió la lucha por su emancipación: la emancipación socia.l e intelec­tual. El mO\'imiento femenino se prolongó durante ¡,reneraeione:<. y la mujer terminó por triunfal'.

Obstáculo,,; )' IlI'ejuicios, dificul­bules y hostilidades, lodo fue "en­cido en la larga y tenaz batalla. La mujer acabó por '<alir de su seni­dUlltbre económica. y hoy, de;pué ... ele menos de UB siglo, es, en mu­chos grandes paises, uno de los ele­mentos, una de las fuerza.:! de la

En los Estados Unidos, donde, l-oourc t reinla y cinco millones de mujere,.'l hn,\' doce millones de mu­jeres que trabajan fuél'1\ de sus ho­gare.,;, el movimiento comenzó mu­cho antes, cn 1820, en Massachus­,cl.s, r n lIlt establecimiento que er H "tullel' y scminl:u'io para jóvenes". A1!i ~e le!; pagaban ",a larios r egu­la res, y hasta se I'emllneruba el trabajo fuera de hora.!! .

De entre esas obre¡'ns-est.ucli an­tes de la c!a~c media surgió la e­minente poetba Lucy Laroom. E­J'a el emmyo de Una sociedad nue­va que iba n dar su~ frutos un "j­

¡,rlo mit::; tarde, Cerca de treinta año3 de,.<;pués,

en 1848, celeb¡'óse en Esta dos Uni­dos In primera "Colwención de los de rcchos de In mujer", la clI al de­claró que "todos 101\ hombl'Cs Y la~ muj eres han ~ido creado" iguales", y formuló la ¡.(TIIVe acusación de

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LtTII"'S T ENCAJI!:9 _______________________ ~~U

que "In historia de la humanidad cs una largll .scl'ic de ofen:<lks Y ele usurpaciones de parte del hombl'c hacia la mujer". Pe ro pasó mucho tiempo ante,; que 1 0~ Estados a­prol;aran leyes concediendo a Ins mujel'e~ cl\sadns el derecho de nel­millisl1'1II' S Ull biene!'\ p r opios.

L()S PlUMEROS CO,lllTES FEMENINOS

Señora: ~Ioderllice ~u coci na, surt iéndola con bale­ria de Aluminio de la Fúl-mca l'iacional

"IMUSA" 5\.11 IIro:luclos ~e ois­tinguen llar IlU lujOl'n pre~entacjón r ~u en­lidad insulleraule,

Exija Ud. slcmllre la marcn

"IMUSA" De \'cnla en toda In

Rep¡jblica.

En 1890 :,-c cOfL."tituró 1:1 ~ F~e­rllción Genen\1 de Cluh~ de ;\:Iuje­res", cuyo proyramn ern !Justar In solución de los problemu'l ::oc iol6-gjCO¡; y cu\tuI'al~. Pero unte,; tu­\'0 que conluntir con energin r de nuedo el \'iejo IlI'ejuicio el(' ~la in­ferioridad fí!<icll r menlnl df' In mujer", qu~ ¡¡¡jlt e-.. taba mu\' di­fundirlo por lUllICl f'nlónccs,

Esta federación recordó In ac­ción de- In mujer en la hi ,; tori n M lO!' E",tadol< L1uidos, el/lLnllo uno de los }!ellel'ales del pre,;idcnte Li.n­t,'oln llAmó u mil lJuinicnt¡¡,.; ~luJe­re,; l\ la :Ldmini:<tración IIAclonal.

en 1861. . En 1868, las gnwOes fúbrlca:, y

ticncht:< de ~ue\'lI York ~' Fihulcl­fin :'C inundRroll d(' mujer~, clt> ntjle,; ele mujer(!,< cuyo~ h(·gnr(',<

E\I I ~Hi8, durante un banCluetc ofrecido a Chnl'les Dickcns, el 1'1\­mOM novelista in¡tlés, en un club de Nueva Yot'k, le fue llegada la cntt'ncla a la escritor l\ feministn Jenlly Junc, La ené,l'gicl\ Jenny, al día si~uicn t t' fundaba un club de mujeres denominndo "Soro!'is", el pr imero de lo~ centen:u'~ de club,; femeninos IIUC brnl:u'on l)(lr todos IOH E!'\tndo:o\ Unidos de Am~ric!\.

mujeres Y niños podrá.n tornar parle en el Concurso COL TEJER, Hombres,

,

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_~ ____ == __________ _______ LETRAS Y ENCAJI!S

habían (lUedado de. ... truic!os de.~- res, en BostOIl, en 1866. pué,; de la cruentn y lar~:1 guerm Esta im¡titución benemérita 1)]"0-ch-il. El gran mo\'imiento remeni- poníasc actunr como agencia de no se iniciaba en ros Estados Vni- trabajo. IH'oporcioJUulC]O empleo 11 do;;, re¡>ercutia en lo'~ paises euro- maestril:;. in¡;Litutrices, costureras, peal', y atraía la atención de los ,'clldedorns. etc., ,\' buscar aloja_ historiadores r :;ociólogos, comen- miento seguro y decente 11 los mi-znndo pOI' Thiers. en Fr¡¡IlCia. IIm'es de jovencita:; que llegnban a

LA .l}C;JER EN .lIARCHA Itls grandes ciudades para emplear-A Cines del siglo. la mujer ya se. En I)OCo'-; uños, la Asociación

tenía una nuem conciencia. Desde multiplicó sus pen;:iolles y holeles 1m; tiendas, oficinas y talleres, en- 1)IHa jóvenC!I empleadas, y empezó CHUZÓ sus ejél'citós hacia el traba- a e:\i.enderse pOI' el mundo entero. jo técnico, que ya había empezado DESPUES DE LA GUERRA H transformar la civilización con EUROPEA 10H Ilrodigiosos invento,.; y aplica- En Sil célebre discurso del 4 de dones filliseculare.s. La mujer no julio de 1917, el presidente de los tardó en ser "la reina de la mlÍqui. Estados Unidos, Woodrow Wilson, na de C$cribir y del teléfono", a1>e- manifestó: "Hemos de enviar cen­IJas in\·entados. tenares de mileR, tal vez millones

L..1 primera telefonista del mUIl- de nuestros hombres jóvenes a los do: Emma Nutt, quien atendió las campos de blltalla: se van 11 nece­~~I,a.ner~s. cO,municaciones. en 1878,.¿,sitar millones de muiere;> para \~\IÓ p.l~a "aber" en ]926, (IUe te-, __ reemplnznrlos en la industna y en nw do."Clentas mil eOlegales en los In administración" Estados UnidO.!!,.. Fue entonces c~nndo las muie-

Mucho antes de 1900 In victoria res de los Estados Unidos, como ?rn CO~ I)leta. Todos, desde el gran tnmbién 10 hicieron las mujeres de lIldustrlal ~ao;ta el p:!queño tenrle- Fruncia y de InglalelTlI. se corta­ro, .I'ecolloCleroll.el n.lar y la efi- mn el cnbello. \·istieron la blusa y ~,~cJa .de~ tl'U~aJ~ femenino. Eva el "overall", y respondieron al lIa­

IctorlOsa, de~])~es de MI prolon- mamiento ele In ]Jatria. g-ada luchu, habla cOllqui~lad() sus y la I)atria sus palrias I'es]lecti­d~recho;.¡ y hacia liCllUI' su influcn- \'1I~. no sólo ~on leve!ol ','ue acaha-CI'I ]loder~·1 en I·d . 1 • , • a- VI a nuclona , ball de reconocer sus derechos in-h N,o tardó ?l\ pluntearHe una lu- l~grnles, Rino. también con el elo-~ ~, ,la. l,uch.1 p?r los sueld.os, SII- g-](l. y el elo!;"1O y el al,l¡¡UI;O de los .1l'lOS .1 Jornale". En la Ulllón, en hombreH. les pagó e l tributo de su

l?OO. la;,! ~eleronistas gnnnhan de l"CS]>etO,l' les rindió el )¡omellllje chez 11 trelllla d6lm'es mensuales; dc su admirnción. las \'endedoras de tienda,¡, oe 16 ¡¡ 25: ln,¡ obrera. .. industriales. de 12 ¡] 20. y lns dactilógmfas, de 80 11 100 dólarCl:<.

El problem:1 de la Ilrnlección y ~)'ucl¡¡ al crecIente nilm~ro de mu­JI,'rC:; qu.· trabajan fuéra de su,¡ h~garC>l habiaS(! planteado muchos ¡lllO,¡ an.te,¡: Fue cuando 'le fundó 111 AsoclltcI6n CrisUnll¡¡ de ~tuje_

./¡'II1/ c/d Mul'.

RuanQ!>d. n ollo

o santaJé o

PUloa lana

•

LIlTR "" Y IlNc:: ... .J Il. ___________ ~ _____ . ____ _

CONDlCION DE LA ~IUJER VIIlNIt: 0& LA P ... G .:t01O

lIO podemos menos de loar a Ia...¡ mujeres lUl'cns que han sabido 1>0' nel'sc rápidamente en todos los do­minios en un rango de lo má .... en­vidiable, En medio de los prodil{io­":lOO resultado!! que el Presidente A­

taturk ha obtenido paru su país. éste de la evolución de la condi­ción de la mujer, es sin duda lino de 1011 mú¡¡ brilante.<¡ éxitos obteni­do!> ]lOI' este homb re de indomable energía,

__ s

Fragmento Como el niño que en los canales

de riego de los jardines. sigue a­tento con los ojos la marcha de la I'amn cnída o de la hoin seca, y to, ma interes en ver cómo la ramn se 1>lÍra en un islote formado por pie­dras, y corre al estrecharse el ca­nlll y se pl'Ccipita en la minúscula catarntn. y se detiene en el reman­~o, así contemplo yo n mi espíritu que pasa por 111 \'ida. ,

Y. si alguien me pregull..<lrn SI ocupación tlln necia era digna de UIl hombre, !e diria que el hombre me parcce lu COSII mí¡s r?P\lb"l18.n~e de e. .. te plnnet:1. y ndemus le dlrla que fuerll 1I convencer 111 nii'ío que se emocionll viendo correr la rama ])01' el agua del jardín, de que eso no tiene imp011ancia, que 110 haga ca.so de la rnlllU que corre 1>01' el arroyo, po r{llle hay océnnQ.5 y co-razones en el mundo. .

Pfo 8o.roJII

Un beso Un niño ¡le siete años. a (luien

su piadosa mlldre enllE!fiaba el Ca­tecismo, fue cierta tarde a un con~ ,'ento de monjas IImigns !\uy:lll, cu­ya superiora estaba en aquel mo­mento prel)l\rando 1>01' sí misma las hostia~ que debían '!er\'ir 1>lIm las misas del dla siguiente,

Mientras su mndre hablaba con la sUI>eriora. el niño, cOldendo una hostia, imprimi6 en elln un respe­tuoso beso. , ~Atin no estl\ ahí ,fe stis. dijo la

superiora. _Ya sé que no vendn\ hastll

mañana durante la misa: pero quiero <Iue al \'Cnir .se encuen!re con mi beso. replicó la angéhc8 cr iatura,

(De "Lu Niñez")

SUSCR18ASE A

EL ESPECTADOR

HABANERO

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