PAUL GOODMAN (1911-1972)

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    El texto que sigue se public originalmente en Perspectivas: revista trimestral de educacin

    comparada (Pars, UNESCO: Oficina Internacional de Educacin), vol. XXIII, nos

    3-4, 1993,

    pgs. 609-631.

    UNESCO: Oficina Internacional de Educacin, 1999

    Este documento puede ser reproducido sin cargo alguno siempre que se haga referencia a la fuente.

    PAUL GOODMAN(1911-1972)

    Edgar Z. Friedenberg1

    Paul Goodman muri de un ataque cardaco el 2 de agosto de 1972, un mes antes de cumplir61 aos. No estuvo del todo descaminado. Hubiera aborrecido lo que hizo su pas en losdecenios de 1970 y 1980, an ms de lo que hubiera disfrutado denunciando su maldad ehipocresa. La disminucin de su influencia y renombre durante los aos siguientes le hubieraresultado difcil a una personalidad que durante mucho tiempo haba buscado elreconocimiento que se le escapaba, a pesar de una amplia y variada lista de publicaciones,hasta que Growing Up Absurd, publicado en 1960, le proporcion por fin un decenio demerecida fama.

    Es poco probable que nada de lo que hubiera publicado durante la poca Reagan-Bushle hubiese salvado de la oscuridad y del desalentador convencimiento de que esta oscuridadsera permanente. Estos aos no podan haber sido apacibles para Goodman, pero es precisoreconocer que l tampoco lo era. Pero es algo que se le poda perdonar y se le perdon dehecho, lo mismo que arrogancia, su tosquedad y una homosexualidad afirmada, cuestin queanaliza con cierto orgullo en su libro de memorias publicado en 1966 , Five Years, tras cuyaaparicin le despidieron de varios trabajos. Pero hay un aspecto de su obra escrita que estos

    ltimos 20 aos no podan tolerar.Por excntrico que fuera el dogmatismo de sus posiciones en la mayora de lascuestiones controvertidas del momento y que hoy da son an ms candentes, Paul Goodmansola tener razn. En cambio, el pensamiento norteamericano dominante, que est llevandociegamente a la sociedad industrial occidental hacia aguas cada vez ms turbias, estabaequivocado. Totalmente equivocado. Las agudas observaciones de Goodman acerca de cmola sociedad norteamericana corrompe y pervierte sus instituciones especialmente susescuelas y socava el crecimiento humano todava son ms vlidas hoy que cuando las public.Entre tanto, los daos causados son ms extensos y profundos.

    Es posible pues que el mundo quizs no pueda permitirse el lujo de seguir ignorando laexistencia de Goodman. Basta con veinte aos de olvido. El presente perfil tiene por objeto

    mostrar la razn y contribuir a poner fin de forma decente a ese olvido.Sin embargo, es bastante sorprendente que Paul Goodman mereciera en algn

    momento la atencin mundial. Observando crticamente el clima de opinin que tanbrevemente permiti florecer su influencia, resulta evidente que se produjo gracias a unasituacin de conjuncin cultural poco frecuente. No se trata de las influencias que recibiera elpensamiento de Goodman, sino de la evolucin de las corrientes ideolgicas que abrieron lasmentes de otros, que de no ser as hubieran continuado ignorndole. La configuracinadecuada de las fuerzas sociales slo se produjo cuando tena casi 50 aos. Hasta entonceshaba luchado por que se le reconociera como poeta, novelista e intelectual sin mucho xito.

    A qu se debe pues su repentina fama?A mi parecer, el acontecimiento ms importante que hizo que los lectores tomaran en

    serio a Goodman fue el lanzamiento del sputniksovitico, el primer satlite espacial, en 1957.No quiero decir con esto que ese triunfo impresionara mucho a Goodman, aunque s se mostr

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    entusiasta de los programas que dos aos antes de su muerte permitieron colocar en la luna atres personas relativamente inofensivas. Pero el sputnikimpresion al pueblo norteamericano,que qued aterrado al descubrir que la educacin impartida en el pas era la causa probable delas insuficiencias tcnicas y cientficas de los Estados Unidos. A partir de ah comenzaron apreocuparse con lo que estaba sucediendo con la a la juventud norteamericana. Y eso era

    precisamente lo que Paul Goodman ansiaba contar en Growing Up Absurd. En el prefacio dedicha obra, observaba: El gran inters actual por la educacin slo est vinculadosuperficialmente a la guerra fra, a la necesidad de estar a la altura de los cientficos rusos. Enlas conversaciones, pronto queda claro que la gente siente inquietud y vergenza por el mundoque ha legado a sus hijos. Este mundo no es suficientemente humano, no es suficientementeserio. Un adulto puede ser cnico (o estar resignado) en lo que respecta a sus propiasrenuncias, pero no est dispuesto en absoluto que sus hijos no puedan vivir en una sociedadque valga la pena (1960, pg. xv).

    Si consideramos la poltica fiscal aplicada en los estados Unidos desde que Goodmanescribi estas lneas, su juicio parece demasiado generoso. Las opiniones de losnorteamericanos con respecto a los jvenes son variadas y complejas, pero algunas actitudesson muy estables, manifiestas e influyentes. Y no muy favorables. A juzgar por los numerososanuncios de la televisin en los que hay connotaciones sexuales, por las pelculas deadolescentes y por el recurso a la ciruga esttica para el rejuvenecimiento, se dira que losnorteamericanos adoran a la juventud. En realidad, con frecuencia, envidian a los jvenes, y laenvidia no predispone en favor del afecto.

    Loa adultos que consideran a loa jvenes con seriedad ven en ellos un problema o unafuente de problemas. El hecho de tratar a los jvenes respetuosamente como seres humanosque tienen su propia vida y personalidad levanta sospechas, incluso entre los propios jvenes,que no pueden imaginar, o que imaginan con demasiado realismo, qu quiere obtener de ellosun adulto tan bien dispuesto.

    La Sputnikangst no cambia nada de esto. La hostilidad intergeneracional actual queexiste en gran parte del mundo es ms intensa que nunca y puede llegar a la histeria enpresuntos casos de abuso de drogas y de corrupcin de menores, sin tener en cuenta larealidad objetiva. Pero la Sputnikangstrompi un muro de indiferencia de los adultos hacia la

    juventud, lo que permiti por algn tiempo a Goodman defender a los muchachos y jvenes dela sociedad norteamericana.

    Goodman reconoca claramente que tena intereses asimtricos en lo que respecta a unoy otro sexo y justificaba sin el menor empacho el olvido en que haba dejado a las muchachasen su libro. Esta explicacin incorrecta polticamente parece hoy da a la vez ofensiva einaceptable, pero no es ilgica.

    En nuestra sociedad, los problemas que quiero examinar en este libro se refieren

    principalmente a los muchachos: cmo ser til y hacer algo de si mismo. Las muchachas notienen este problema, no tienen la obligacin de hacer algo de si mismas. Su profesin no tieneuna funcin de autojustificacin, ya que tendrn hijos, lo que es la mayor justificacin, comocualquier otro acto natural o creativo. Por todo esto, es menos importante, por ejemplo, elempleo que ocupa una joven de tipo medio hasta que se casa.. La busca de empleosprestigiosos tiene menos inters que un buen matrimonio (1960, pg. 13).

    Esto por lo que respecta a las muchachas en Growing Up Absurd. Los chicos, encambio, se enfrentan con la perspectiva de una vida de trabajo sin inters, en tareas que noescogen pero que no pueden rechazar, que no les proporcionan autonoma ni seguridad y quedisminuyen su respeto de s mismos. De manera repetida y pattica, Goodman lamenta la faltade oportunidades para un trabajo varonil. Los que escogen, o se ven obligados a seguir, elcamino de la delincuencia juvenil pueden encontrar retos ms interesantes, pero se exponen aenormes riesgos.

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    Como reconoce con orgullo, su intensa necesidad de crear comunidades con jvenesviriles y de vivir con ellos tuvo gran influencia en su obra. Su inters por los chicos y lasimgenes de muchachos llenaron gran parte de su obra en prosa y en verso, en la que amenudo los personajes se presentaban de manera tan indulgente que parecan simples reflejosde lo que a l le hubiera gustado ser. Pero su sexualidad fue una gran baza para l en Growing

    Up Absurd.Me siento con derecho a decirlo puesto que mi propia obra The Vanishing Adolescent,

    publicada en 1959, tambin est dedicada, en todos los sentidos, a los muchachos. A menudose han confundido ambos libros. En los aos 60 varias personas me felicitaron porque les habagustado mucho Growing Up Absurd, a lo que yo responda con toda sinceridad que tambinme haba gustado.

    Aunque la igualdad entre los sexos an no haba alcanzado su actual peso moral, algunoslectores y crticos me reprocharon haber desatendido a las chicas. No me preocup mucho estacrtica. Yo crea, y sigo creyendo, que el escritor tiene el derecho, e incluso el deber, deescribir nicamente acerca de cosas y personas que conoce y que le interesan, de la maneraque sea. Una persona menos limitada podra haber escrito un libro mejor, pero mi libro nohabra sido mejor si yo hubiera tratado de extenderlo ms all de mi mbito afectivo. Goodmanestara sin duda de acuerdo: ambos utilizbamos la homosexualidad como un talismn que nospermitiera escribir con amor acerca de los jvenes sin tener que encontrar ninguna justificacinfundamental. Los lectores consideraron que Growing Up Absurdera un libro que trataba de laeducacin y de la necesidad de reformar la escuela y, para ser ms precisos, la sociedad.Cmo hubieran podido aceptarlo si no?

    Goodman pretenda que Growing Up Absurd tuviera una influencia prctica ybeneficiosa sobre la escuela y la sociedad. Pero lo que da al libro su fuerza es suconvencimiento y afirmacin sin tapujos de que hay que tratar con cario y educar a los

    jvenes, en vez de, como tan a menudo ocurre, mutilarlos y deformarlos para que sean tiles a

    otros en las funciones sociales para las que se prepararn. Inversamente, la sociedad tiene laobligacin de proporcionarles los medios para que se conviertan en ciudadanos respetables ymiembros de una comunidad previsora y productiva.

    Si la Sputnikangstcontribuy a que los adultos escucharan seriamente a los hombres queapreciaban a los jvenes, otros factores del clima social del momento los hizo ms receptivosal mensaje de Goodman. El clima social es mudable y puede hacer propicios esos factores endeterminados momentos de transicin. Hoy da, Growing Up Absurd probablemente nosobrevivira a la crtica de las mujeres, que con razn atacaran a Goodman por la negligenciadescorts que mostraba hacia ellas. Pero si se hubiera publicado unos aos antes, el librohubiese sido rechazado por su aceptacin de la sexualidad adolescente no slo lahomosexualidad, que se examina brevemente y con bastante pedantera en Growing Up

    Absurd(1960, pgs. 127-29), sino la sexualidad exuberante en general.A mediados del decenio de 1950, finalmente son la hora de Goodman. La industria

    cinematogrfica, cada vez ms tributaria del mercado que constituan los jvenes, abandon laimagen del joven norteamericano chilln pero limpio que ya era atacada por todos losflancos. En 1955 el joven actor James Dean, cuya imagen era pintiparada para ganar elcorazn de Goodman, muri en un accidente automovilstico, a la edad de 24 aos. Estemismo ao llegaron a las pantallas las dos pelculas que hizo Dean como dolo y estrella fugaz,

    Al este del Edn yRebelde sin causa. La primera pelcula de xito del inmortal Elvis Presley,Love Me Tender, es de 1956. Evidentemente, haba llegado el momento de las pelculas y loslibros que celebraban la sexualidad de los adolescentes masculinos.

    No obstante, los intereses de Goodman, debido a sus fuertes y excepcionales valoressociales, compromisos polticos y preferencias, se centraban y estaban limitados por lo queactualmente llamamos estilos de vida. El clima poltico de los aos 60, al principio favorable,

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    se hizo problemtico. Admiraba lo que l y Norman Mailer llamaban hipsters (distintos desus sucesores, los hippies: nios-flor no lo suficientemente duros para l en especialintelectualmente, que tendan a adoptar estilos de vida rurales desconcertantes para uninveterado neoyorquino como l).

    Los hipsters no dan la espalda ala sociedad; se instalan en sus entresijos para salir

    adelante. Consiguen sobrevivir. Horacio, el pcaro joven hroe de la gran novelafantasmagrica de Goodman, The Empire City, revisada y publicada por entregas de 1942 a1959, puede considerarse el arquetipo del hipster.

    Si la sexualidad era uno de los polos del discurso hiperblico de Goodman, el otro erasin duda la comunidad. Communitas: Means of Livelihood and Ways of Life, escrito encolaboracin con su hermano arquitecto Percival, que tambin hizo las ilustraciones, es quizssu mejor obra. Publicada en 1949 y revisada en 1960, se convirti en un hito de la literaturadel urbanismo, al igual que la obra ms conocida de Lewis Mumford, que le influy en granmedida. Communitas es mucho ms que un tratado de los problemas del desarrollo urbano. Esun discurso moral enraizado en los problemas con que se enfrentan o eluden los habitantesurbanos de una sociedad industrial moderna. Adems, est ilustrado con propuestas concretaspara el diseo y construccin de una gran ciudad en la que pueda desarrollarse y mantenerse lacivilizacin.

    Este inters sigui animando la obra de Goodman durante el resto de su vida,extendindose a las cuestiones ms amplias de la poltica nacional. Los ttulos de algunos desus ltimos ensayos son significativos: Utopian Essays and Practical Proposals (1962a); TheSociety I Live in Is Mine (1963); People or Personnel (1965). Quizs, paradjicamente, lesitan en una poca y al mismo tiempo le dan un tono proftico. Lo sitan en una pocaporque el inters norteamericano por la comunidad tiende a ser superficial y nostlgico. Paralos creadores y distribuidores de Disneyland, Disneyworld y Eurodisney, el inters por laverdadera comunidad puede parecer desconcertadamente anticuado. Pero este gran inters

    constituye la base de la continua crtica que hace Goodman de la sociedad norteamericana, a laque califica de mercenaria, impersonal, destructiva de la fidelidad y la relacin personal, altiempo que del orden natural. Los efectos de estos procesos sociales catablicos sobre la

    juventud constituyen el tema de Growing Up Absurd, pero Goodman sigui analizando ydenunciando durante el resto de su vida la influencia de esos procesos sobre todos los aspectosde la sociedad, abandonando las formas literarias que haban constituido su obra. Pero no tuvotiempo ni tranquilidad para seguir escribiendo novelas. Durante los diez aos siguientes, losltimos de su vida, se convirti en una figura pblica muy solicitada.

    La decadencia de la comunidad y la consiguiente destruccin de la calidad de vidanorteamericana se han convertido en un hecho tan conocido que provoca ms cinismo queclera. Goodman pas la mayor parte de su vida encolerizado, pero fue totalmente incapaz de

    ser cnico. Era demasiado anticuado para ello. Con frecuencia se calific a s mismo dehombre de letras a la antigua usanza, renunciando desdeosamente a la etiqueta desocilogo que a menudo se le atribua. Pero en realidad Goodman todava era ms anticuadode lo que se crea.

    A lo largo de toda su difcil y a menudo atormentada vida, y sobre todo al final de ella,cuando consigui que le prestaran alguna atencin, Paul Goodman fue un patriotanorteamericano. Como tal, se opuso con gran vigor a la poltica exterior norteamericanadurante la guerra de Vietnam.

    Visto retrospectivamente, parece curioso que un hombre que tan virulentamente ataclos valores centrales de un Estado-nacin, que en aquella poca trataba con dureza a susdisidentes polticos, no fuera objeto de ataques pblicos y oficiales. Por qu no se atac ydestruy a Goodman como subversivo desde el principio? Es una pregunta interesante. La

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    singular postura poltica de Goodman le permiti atravesar sin daos la salida de emergenciaque al final le ofreci la suerte, lo que ya no sera sin duda posible hoy.

    Como seala Kingsley Widmer en su estudio a veces severo, pero perspicaz: En variosaspectos resulta extrao que Goodman se convirtiera en un anarquista a mediados del deceniode 1940. Siendo estudiante, entre los 20 y los 30 aos y en la mayora de sus escritos, mostr

    escaso inters por la doctrina libertaria, o por lo que entonces se llamaba conciencia social.Nada le haca parecer entonces un rebelde, en todo caso mucho menos que la mayora de losque se hicieron anarquistas. Su egosmo inquieto y defensivo, sus orgenes pequeoburgueses,su poca experiencia del mundo y su aislamiento dentro del microcosmo intelectual de NuevaYork, su insistencia en desempear un papel de artista y de hombre de letras, y su falta deinters por la mayora de cuestiones relativas a la igualdad y la justicia, en nada auguraban unfuturo de rebelde o revolucionario (Widmer, 1980).

    Un carcter y unas actitudes de este tipo, aunque menos antipticas de lo que da aentender Widmer, sirvieron sin duda para que Goodman fuera menos vulnerable a los ataquescontra cualquier manifestacin de izquierda que silenciaron a tantos intelectualesnorteamericanos durante su vida activa. Rara vez particip en grupos que no pudiera dominar,que le limitaran a ser una figura decorativa. Y cuando lo hizo, no se trat de cuestionesexplcitamente polticas. Nunca busc el poder por el poder. A medida que se intensificaba laoposicin a la intervencin de los Estados Unidos en el sudeste asitico, y especialmente a laforma en que las universidades apoyaban el esfuerzo blico, los estudiantes activistascomenzaron a considerar cada vez ms a Goodman como uno de los pocos intelectuales dems de 30 aos en los que podan confiar. Muchos lo adoraban, lo que a l le encantaba.

    Pero empez a criticarlos duramente, hasta convertirse a veces en su enemigo, cuandoatacaron no slo las universidades como instrumentos de la poltica nacional sino tambin lapropia idea de universidad y de saber universitario. Deploraba que se alabara la ignoranciacomo virtud y que no se quisiera aprender nada de la historia. Tambin le disgustaba la

    violencia coercitiva. Goodman era favorable a la violencia cuando sta adopta la forma deintercambio de golpes, que tienen el mrito de expresar sentimientos sin ambigedad, aclararuna situacin y disipar la tensin. Pero al final del decenio de 1960, le repela la revuelta de losestudiantes, al igual que la propia guerra.

    Sorprendentemente, Goodman tampoco mostr mucho inters en la actividad polticapropiamente dicha. A pesar del valor que atribua a la comunidad, mostr pocas aptitudespolticas y no hizo nada por adquirirlas. No se interesaba lo suficiente por los otros, ni siquierapara manipularlos de manera efectiva durante un largo perodo de tiempo. De hecho, antes demorir, ya haba abandonado la izquierda estudiantil, aunque sigue siendo una de sus figurasmemorables.

    La energa que sus coetneos que compartan sus valores sociales dedicaron a la accin,

    que atrajo la atencin desfavorable de las autoridades, Goodman la dedic a su carrera. Luchla mayor parte de su vida para ser reconocido en el medio universitario, pero, aunque despusde publicar Growing Up Absurd recibi muchas ofertas para dar conferencias, nunca leofrecieron un puesto universitario permanente de tipo tradicional. En 1936 termin susestudios en la universidad de Chicago y sobrevivi en la segunda ciudad de los Estados Unidosdurante cuatro aos antes de volver a Nueva York, donde residi el resto de su vida.Dieciocho aos despus, present su tesis de doctorado en la universidad de Chicago, que lapublic con el ttulo The Structure of Literature, en 1954. No parece un historial muy brillantepara un crtico social revolucionario. Pero como observ un autor al que Goodman admiraba:El camino del sufrimiento es dulce, se asemeja a aquel sapo horrible y venenoso que ostentarica joya en su cabeza (Shakespeare, Como gustis). Lo mismo hubiera podido decirse aveces del propio Goodman. Pero el hecho de que durante mucho tiempo estuviera ausente dela escena pblica le sirvi sin duda para protegerse y preservarse para ulteriores y valiosos

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    servicios; a ello contribuy, por ejemplo, la prrroga militar y finalmente la exencin y laexencin del servicio que consigui en 1944.

    Otros dos puntos importantes que se repiten una y otra vez en las declaraciones deGoodman le situaron claramente al frente de las controversias de su tiempo, pero actualmentetendran poca influencia: se trata de su actitud respecto de la autoridad de la ciencia frente a la

    psicoterapia. Fue un partidario entusiasta de ambas. En los aos 50, estas tomas de posicindefinan de forma bastante notable el lugar que ocupaba en el espectro de la opinin ilustrada.

    Entonces como ahora, el pblico en general aceptaba la ciencia como rbitro de laverdad y fuente de progreso. Pero despus del bombardeo atmico del Japn y las pruebas conla bomba de hidrgeno, incluso la corriente principal de pensamiento, y desde luego losintelectuales progresistas, se preocuparon de las siniestras posibilidades del desarrollocientfico y de las utilizaciones que podran hacer de l los gobiernos. Cabra esperar que undeclarado anarquista compartiera estos temores con ms fuerza, pero Goodman, aunque eraun activo y abnegado adversario de la beligerancia norteamericana, no consider que lasutilizaciones a que se presta la ciencia institucionalizada estuvieran implcitas en la naturalezade la propia labor cientfica.

    Resulta paradjico que la confianza de Goodman en las promesas beneficiosas de laciencia confirme la famosa queja de Lord Snow de que la profunda y mutua ignorancia de lasdos culturas la de los cientficos y la de los humanistas pone en peligro la sociedad queellos comparten con todos nosotros. Pocos cientficos podan haber sido tan escasamentecrticos de las limitaciones de su propia disciplina, pero Goodman, en su calidad de antiguoalumno y discpulo de Richard McKeon, quien haba adquirido su formacin de filsofo en lasuniversidades de Columbia y Chicago, debera haber sido ms escptico acerca del mtodocientfico como instrumento epistemolgico. Y desde luego, despus de 1962, cuando sepublic la obra de Thomas Kuhn La estructura de las revoluciones cientficas, cuando eldecenio ms influyente de Goodman todava no haba llegado, todo universitario serio tena

    que saber que el conocimiento cientfico, como todos los conocimientos, es fundamentalmenteideolgico y depende de la poltica de su disciplina. Pero Goodman continu esperando,contra toda esperanza, que pudiera servir al mundo como deus ex machina. Esto, al igual quesu patriotismo, sigue oscureciendo la validez permanente de sus contribuciones msfundamentales al pensamiento social, haciendo que su obra parezca ingenua e imperfecta.

    Tambin resulta paradjico que las ideas acerca del sentimiento y el pensamientohumanos que informaron la obra de Goodman, incluida su temprana adhesin a las doctrinasdionisiacas de Wilhelm Reich y su ulterior prctica de la terapia de la forma gestalt comoanalista profano, resultaran a menudo irnicamente anticientficas. La paradoja probablementenunca le quit el sueo, ya que sus objeciones en relacin con un enfoque cientfico de lapsicoterapia no eran contrarias a las convenciones del mtodo cientfico propiamente dicho,

    sino al tratamiento de la emocin y la conducta humanas como fenmenos que es mejoranalizar framente, independientemente de los contextos en que se producen. La terapia de lagestalt, formulada por Fritz y Lore Perls, con los que trabaj Goodman, no es una tcnica deinvestigacin. Tericamente, es una amalgama orgullosa de serlo, precursora de los gruposde encuentros y de los gritos primitivos que se pusieron de moda unos aos despus. Peroestbamos en 1951 cuando Goodman colabor con Perls en el segundo volumen de GestaltTherapy. En un pasaje de la obra, Goodman afirma que los pacientes que siguen esa terapia seven aliviados:... consiguiendo finalmente apartarse del camino, para citar la gran frmuladel Tao. Se liberan de sus concepciones previas acerca de cmo deberan ocurrir las cosas.Y en el frtil vaco as formado, la solucin llega de manera arrolladora (Perls et al., 1951,pgs. 358 y 359).

    Pero el enfoque bsico queda ilustrado en un pasaje anterior: El nico mtodo til derazonar es incorporar el contexto total del problema, incluidas las condiciones de la

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    cuestiones de educacin hasta el ltimo decenio de sus 60 aos de vida consigui ocupar unlugar tan destacado entre los crticos de la institucin escolar.

    En realidad, la vida de Goodman fue ms coherente de lo que da a entender su fama.Resulta sorprendente, considerando la orientacin sexual de su obra y el hecho de que seconfesara pblicamente homosexual mucho antes de que la mayora de los homosexuales

    consideraran prudente hacerlo, que Goodman hubiese vivido sucesivamente con dos mujeres lamayor parte de su vida de adulto. La primera, Virginia Miller, con la que vivi cinco aos, ledio una hija. La segunda, Sally Duchsten, le dio un hijo y una hija con diecisiete aos dediferencia. La pareja vivi junta durante 27 aos, hasta la muerte de Goodman.

    A pesar de su evidente complacencia en el papel de iconoclasta y anarquista, su familiaconstituy el ncleo de su vida emocional. El afecto sincero, y no exento de humor, de su hijoMatthew fue evidente para todos los que les conocieron. Y este afecto era mutuo. Matthewmuri en un accidente de montaa en 1967, poco despus de cumplir 21 aos. Aunque noestaba presente en el momento del drama, esta tragedia tambin seal el fin de la vida dePaul, si bien todava tard cinco aos en morir.

    Aunque a veces Goodman glorific la promiscuidad, era incapaz de ser infiel. Y aunqueescribi todos los gneros poesa, teatro, novela, cuento, crtica literaria y social su obra escoherente, e incluso repetitiva. Algunos de estos gneros especialmente el teatro y a veces lapoesa fue un escritor mediocre y sus mejores obras resultaron ser a menudo las polmicas,cuyo tono vehemente no afectaba en nada a la calidad.

    Considerada en conjunto, su obra es notablemente fiel a los valores y cuestiones que leafectaban profundamente.

    La acogida reservada a Growing Up Absurdcambi la naturaleza de la produccin deGoodman. Dej de publicar textos como los ensayos que su amigo Taylor Stoehr reuni ypublic pstumamente con el ttuloNature Heals: the Psychological Essays of Paul Goodman(Stoehr, 1977) y Gestalt Therapy (Perls et al., 1951). Dej de escribir los relatos breves que

    tan prolficamente haba producido anteriormente, y que Stoehr reuni y public en cuatrovolmenes a la muerte de su autor (Stoehr, 1980).Growing Up Absurdseala el punto de inflexin intelectual entre las primeras obras de

    Goodman literarias y filosficas, y olvidadas en su mayor parte y sus posteriores obraspolmicas sobre cuestiones de inters pblico, especialmente educacin, que parecen mspertinentes que nunca. Qu provoc este cambio? Variaron repentinamente los intereses deGoodman? Todo depende de lo que se entienda por intereses, pero en conjunto la respuestaes negativa.

    A Goodman le interesaba ciertamente aprovechar la oportunidad de llegar a un pblicoms amplio que la fama le haba proporcionado. Por primera vez en sus 50 aos de edad, l ysu familia consiguieron unos ingresos decentes. Tambin creci el inters por sus novelas: The

    Empire City (1959) y sus relatos breves suscitaron nuevo inters y fueron reeditadas. Peroslo prosiguiendo el desarrollo del tipo de crtica social manifestada en Growing Up Absurdpudo seguir atendiendo y fomentando las mayores esperanzas ahora depositadas en l comoportavoz pblico, que quizs alcanz su cspide cuando en 1966 fue invitado a participar enlas prestigiosas conferencias Massey de la Radio Canadiense para hablar de La ambigedadmoral en los Estados Unidos ( Like a Conquered Province, 1967), y le pidieroncolaboraciones las principales revistas de opinin norteamericanas.

    Los crticos no se ponen de acuerdo sobre si Growing Up Absurdes la mejor obra deGoodman, pero es cierto que fue la ms influyente. Por qu? Y por qu le convirti en unaimportante autoridad en materia de educacin?

    En realidad, en Growing Up AbsurdGoodman no tena mucho que decir acerca de lasescuelas; sus ideas al respecto quedaron expuestas en Compulsory Miseducation (1964).Growing Up Absurd le permiti tratar las cuestiones de la sexualidad, la comunidad y la

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    ruptura del desarrollo afectivo e intelectual, que le haban interesado durante toda su vida. Enlas sociedades industriales la gente considera que los jvenes son escolares; durante las horaslectivas es ilegal que estn en otro lugar. Se piensa que las escuelas preparan a los alumnospara conseguir un empleo til y desarrollar carreras con xito, y que tienen por finalidadpromover su desarrollo personal. Se piensa tambin que las escuelas deben disciplinar la

    exuberante sexualidad de los jvenes y que la escuela es el lugar donde deben estar, ya que enel peor de los casos los mantiene alejados de la calle. El rechazo de la enseanza es un graveproblema social que los lectores esperaban que Growing Up Absurdles ayudara a resolver.

    Goodman rechaz todos estos supuestos. Para l, la educacin, al igual que la vida, slopodra mejorarse mediante una reestructuracin fundamental de la propia sociedad. Puededemostrarse y es mi intencin hacerlo que ... nuestra sociedad de la abundancia no ofrece enla actualidad muchas de las oportunidades objetivas y de los objetivos ms elementales quepodran hacer posible el crecimiento. No ofrece bastante trabajo humano. Carece de undiscurso pblico honrado y no toma en serio a la gente. Penaliza la aptitud y crea estupidez.Corrompe el patriotismo cndido. Corrompe las bellas artes. Destruye la ciencia. Ahoga elardor animal. Desalienta las convicciones religiosas de la Justificacin y la Vocacin y apaga elsentimiento de que existe una Creacin. No tiene Honor. No tiene Comunidad.

    Obsrvese simplemente esta lista. No hay nada sorprendente en ella ni en las minsculasni en las maysculas. No tengo nada sutil ni novedoso que decir en esta obra; son cosas quetodos saben (1960, pg. 12).

    Acaso no es esto lo que se espera que haga la sociedad? La civilizacin tiene susdescontentos.

    En lo que respecta a los empleos y las carreras, Goodman los considera de importanciafundamental. Cmo podra ser de otro modo? El primer captulo de Growing Up Absurdtiene por ttulo Empleos: se refiere a la funcin de la escuela para preparar a los alumnos aconseguirlos. Las personas que no hayan recibido educacin no conseguirn trabajo. Esto es

    lamentable desde el punto de vista humano, aunque es de suponer que los que han aprendidoalgo en la escuela y consiguen sobrevivir al aburrimiento escolar tambin podrn tener sutiempo de ocio. En cambio, los que no tengan instruccin tambin son intiles para el ocio.Para poder disfrutar del ocio se requiere aplicacin, un fino sentido del valor y un poderosoespritu comunitario, en lo que no sobresalen precisamente los norteamericanos.Desde este punto de vista podemos entender mejor el disparate de nuestra poltica escolar, quede no ser as parecera inexplicable: obligar, a un precio muy caro, a los jvenes a ir a escuelasa las que no quieren ir y de las que no sacarn el menor provecho. Existen desde luegomotivos no pedaggicos, como liberar el hogar, controlar la delincuencia e impedir que entrenen la competicin por el empleo. Pero existe tambin este motivo pedaggicodesesperadamente serio que consiste en preparar a los jvenes a participar de una u otra

    manera en una sociedad democrtica que no los necesita. Si no, qu sera de ellos si no sabennada?

    La enseanza pblica obligatoria se generaliz universalmente durante el siglo XIX afin de ensear a los nios a leer, escribir y contar, conocimientos necesarios para construir unaeconoma industrial moderna. En la actual economa superdesarrollada, los maestros luchanpor conservar ese sistema elemental cuando la economa ya no lo necesita y se resiste a pagarel costo correspondiente. La demanda pide cientficos y tcnicos, el 15% de losacadmicamente dotados (1960, pgs. 32 y 33).

    Segn Goodman admirador de John Dewey, que crea firmemente que la enseanzadebe enraizarse en la experiencia personal y en la vida de la comunidad las escuelas formanparte del problema. Como componentes de lo que denomina el sistema organizado, nopueden contribuir mucho a encontrar una solucin. Growing Up Absurd ataca ese sistema,categora por categora, por su perniciosa influencia sobre la estructura clasista, la aptitud,

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    el patriotismo y la fe, que son algunos de los ttulos de los captulos. En uno de losltimos, el titulado La comunidad ausente, Goodman resume de forma pormenorizada lasrevoluciones ausentes de los tiempos modernos las deficiencias y los compromisos que se

    suman a las condiciones que hacen difcil para los jvenes crecer en nuestra sociedad (lasbastardillas son de Goodman, 1960, pg. 231). Si sus diagnsticos ya no sorprenden ello es

    debido, a treinta y dos aos de distancia, a que ha habido algunos progresos a pesar de haberseregistrado muchos cambios tecnolgicos y polticos superficiales.

    En su calidad de anarquista, no poda pedirse a Goodman que presentara y definiera unprograma sistemtico en favor del cambio social. Y no lo hizo. Su anarquismo, y no suverdadero patriotismo, le salv de ser condenado como subversivo. Al no esperar gran cosadel Estado, no formul reivindicaciones doctrinarias en favor de un cambio fundamental. Fueun libertario, no un socialista. No se puede ser ms norteamericano.

    Cuatro aos despus de Growing Up Absurd, Goodman public una obra dedicadaespecficamente a la enseanza, o ms bien, como indica el propio ttulo, Compulsory

    Miseducation, a la deseducacin obligatoria (1964). Esta obra es fundamentalmente unacontinuacin mucho ms breve de Growing Up Absurd, pero constituye una fuente muchoms manejable para los lectores interesados principalmente en el pensamiento de Goodmansobre la educacion.

    Compulsory Miseducation, a diferencia de Growing Up Absurd, constituye una crticapluridimensional de la enseanza y ofrece programas provocativos de mejora de la educacin anivel elemental, secundario y universitario. De hecho, estos programas estn menosencaminados a mejorar la enseanza que a permitir la huida de los lectores para queencuentren alternativas a las escuelas, que puedan mejorar, en vez de perjudicar, susperspectivas de educacin.

    En las escuelas y a travs de los medios de comunicacin, y no en el hogar o encontacto con los amigos, la mayor parte de nuestros ciudadanos de todas las clases aprenden

    que la vida es inevitablemente rutina, despersonalizacin y venalidad; que es mejor obedecer ycallarse; que no hay sitio para la espontaneidad, la sexualidad abierta y la libertad de espritu.Formados en las escuelas, se adaptan a los mismos puestos de trabajo, la misma cultura y lamisma poltica. Esto es la educacin, la deseducacin, la adaptacin a las normas nacionales yel enrolamiento en funcin de las necesidades nacionales (1964, pg. 23).

    Tras afirmar que el sistema obligatorio se ha convertido en una trampa universal que notiene nada bueno (pg. 31), Goodman presenta seis propuestas alternativas:1. Prescindir totalmente de la escuela en algunas clases. Estos nios deberan escogerse

    entre familias tolerantes, pero no necesariamente instruidas. Deberan ser vecinos y losuficientemente numerosos para constituir una sociedad por s mismos y de esta formano sentirse simplemente diferentes... Este experimento no puede causar ningn dao a

    los estudios de los nios, ya que hay pruebas de que los siete primeros aos de trabajoescolar podran llevarse a cabo en el caso de nios normales impartindoles una buenaenseanza que durase entre cuatro y siete aos.

    2. Prescindir del edificio escolar en algunas clases; asignar maestros y utilizar la propiaciudad como escuela sus calles, cafeteras, almacenes, cines, museos, parques y fbricas....

    3. Recurrir a los servicios de ciertos adultos adecuados de la comunidad no especializadosen la enseanza el farmacutico, el tendero, el mecnico como educadores de los

    jvenes para introducirlos en el mundo de los adultos... Sera sin duda una experienciatil y alentadora tambin para los adultos.

    4. Hacer que la asistencia a clase no sea obligatoria, como en la escuela Summerhill de A.S.Neill. Si los maestros son buenos, habr poco absentismo; si son malos, habr quehacerlo saber. La asistencia obligatoria es til para liberar a los padres de la presencia de

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    los hijos, pero no tiene por qu ser una trampa para los nios...5. Descentralizar las escuelas urbanas (o no construir nuevos edificios grandes) en

    pequeas unidades, de 20 a 50, en locales disponibles. En estas pequeas escuelas,dotadas de tocadiscos y mquinas de juegos, podran combinarse la sociabilidad, losdebates, los juegos y la enseanza formal. En circunstancias especiales, estas pequeas

    unidades podran reunirse en un auditorio o gimnasio comn para transmitir la sensacinde una comunidad ms amplia (...).

    6. Utilizar una parte del dinero de la escuela para enviar a los nios durante un par demeses al ao a explotaciones agrcolas econmicamente marginales, por ejemplo en cadacaso seis nios de orgenes distintos. La nica exigencia sera que el agricultor losalimentara y no les pegara. Sera mejor todava que participasen en los trabajosagrcolas...

    Sobre todo, sta u otras propuestas tienen que aplicarse a personas concretas y a pequeosgrupos, sin obligacin de uniformidad. En cambio, deberan aplicarse normas uniformesrespecto de los resultados, establecidos por los Regents, el organismo encargado de laeducacin en el Estado de Nueva York, pero sin establecer tcnicas uniformes (1964, pgs.32-34).

    Vistas retrospectivamente, estas sugerencias, aunque presentadas con sinceridad, noparecen muy serias si se trata de corregir los defectos del sistema educativo denunciados porGoodman. Pero estaba obligado a presentarlas: especialmente en los Estados Unidos, seespera que los crticos expliquen a sus lectores cmo corregir los abusos que deploran.Adems, Goodman tena una actitud ambivalente en lo que respecta a su condicin deintelectual y deseaba ser considerado un hombre de accin. Recuerdo haberle odo comentarcon indignacin la reaccin de algunos responsables de la radio que le haban invitado aparticipar en un debate sobre la influencia de los patrocinadores en el contenido de losprogramas. En aquella poca los programas dependan de patrocinadores concretos que con

    frecuencia intervenan directamente en su planificacin. Goodman sugiri que deban pagar susanuncios, como en los peridicos, en vez de presentarse como La empresa que les ofrece talo cual producto.

    As es cmo se financia actualmente la televisin, pero Goodman dijo que los ejecutivosestaban furiosos de que l hubiera intentado ayudarles a resolver el problema. Esperbamosque calificase de abominable nuestra programacin, dijeron, pero es inevitable. Lo que noesperbamos es que intentara explicarnos cmo administrar nuestros negocios.

    Goodman cit esta ancdota en alguno de sus escritos. Lamento no haber conseguidoencontrar la cita exacta, pero le o contar este episodio en ms de una ocasin.

    En toda su obra, Goodman se quej de que en realidad no se haca nada para corregir lascosas que denunciaba, porque reflejaban la poltica de la clase dominante y, de no ser as, no se

    hubieran producido. En realidad, sus sugerencias fueron ampliamente adoptadas, aunque demanera desordenada y en menor grado. Algunas se incorporaron en la prctica, por ejemplo lade llevar a los alumnos a la ciudad, pasando de la excursin convencional a una interaccinmucho ms completa del tipo descrito por Goodman gracias a un innovador inspector escolarde Filadelfia. Algunos docentes de la corriente mayoritaria, como Theodore Sizer en susinfluyentes obras Horace's Compromise (1984) y Horace's School (1992), recomendarondividir las grandes escuelas impersonales en unidades ms pequeas, cada una dotada de suspropios docentes, aunque con un programa mucho ms acadmico que el de Goodman. En laactualidad, unos 200 miembros de la Coalicin de Escuelas Esenciales, constituda en 1984,estudian el plan de Sizer (Sizer, 1992, pgs. 207 y siguientes).

    Asimismo, varias prcticas educativas que Goodman condena en CompulsoryMiseducation han sido abandonadas o modificadas sustancialmente. Hoy da resulta inclusodifcil recordar qu se entenda por instruccin programada y por las mquinas de ensear

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    a las que Goodman dedic todo su captulo 6 (1964, pgs. 80-91). Las computadoras se hanhecho menos llamativas pero estn omnipresentes en la enseanza y en la vida, al mismotiempo que la amenaza de despersonalizacin y reduccin de la funcin del docente se hanhecho una realidad plena, ms a causa de los medios institucionales que de los tecnolgicos.

    La reduccin del nivel de competencia prdida de la profesin docente, a la que ha

    dedicado gran parte de su brillante obra Michael Apple (1979), se lleva a cabo ms porprescripcin que por mecanizacin, mediante la publicacin de guas para el maestro en lasque se establecen las utilizaciones admisibles de materiales. La centralizacin de la elaboracinde los programas de estudios y las penas en que incurren los maestros que amplan losmateriales proporcionados han ido mucho ms lejos de lo que Goodman poda imaginar, y noslo ni principalmente en los Estados Unidos. James Meikle (1992) informa sobre el recienteaumento del control sobre la educacin en el Reino Unido, donde el Consejo Nacional deProgramas de Estudio, cuyas recomendaciones acogi complacido John Patten, Secretario deEducacin, introducir un canon obligatorio de grandes obras. Patten ha decretadoasimismo que en los tres aos prximos los nios de 14 aos sean sometidos a exmenes sobreuna de estas tres obras de Shakespeare: El sueo de una noche de verano,Romeo y Julieta y

    Julio Csar. En sus recomendaciones, David Pascall, ex asesor del gobierno, que preside elindicado Consejo, sugera que los maestros deberan corregir discretamente a los alumnos quehablan descuidadamente en el patio de recreo. El ingls es la asignatura ms importante delprograma de estudios nacional, declar. Sienta las bases de todo aprendizaje futuro para elxito en la vida. Casi treinta aos antes, Goodman haba observado lo siguiente: No sepuede hablar de manera personal y potica cuando existe la turbacin de la autorrevelacin,incluida la revelacin de uno mismo, ni cuando existe una desconfianza animal y una sospechade la comunidad, una vergenza de exhibirse y ser excntrico, lo que hace aferrarse a lasnormas sociales. El lenguaje no puede ser iniciador cuando las principales institucionessociales estn burocratizadas y predeterminan todos los elementos y decisiones, de tal forma

    que de hecho las personas no tienen ningn poder que sea til expresar. El habla no puede serexploratoria y heurstica cuando una angustia crnica e insidiosa impide que las personas searriesguen a perderse en una confusin temporal y pidan ayuda para comunicar, incluso si lacomunicacin es Babel (1964, pg. 79).

    Aunque para Goodman resultaba claramente adecuado ofrecer sugerencias tiles paramejorar la calidad de la enseanza, yo creo que stas rebajan la calidad de su obra. Su principalfuerza reside en la claridad de la visin moral y la cvica en que se basa su crtica de la escuelay de la sociedad. No obstante, resulta molesto verle tan dispuesto a hacer lo posible en unatarea tan poco agradecida, aunque en bien del alumno haya que intentarlo. Treinta aosdespus, resulta evidente que muchas de las sugerencias que present ya se han adoptado demanera habitual, y que despus de todo la diferencia no ha sido muy grande.

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    Como muestra todo el anlisis de Goodman, el mejoramiento efectivo de la enseanzadepende de que mejore radicalmente la condicin social y poltica de los jvenes. Estnesperando desde hace mucho tiempo. La tercera y ltima seccin de Compulsory

    Miseducation est dedicada a la enseanza universitaria. Goodman comienza destacando loque tiene de inadecuado esa enseanza para muchos jvenes que se ven obligados a ir a la

    universidad para asegurar un futuro econmico al que en muchos casos la universidad noaporta nada de pertinente. Una de las preocupaciones persistentes en gran parte de su obra,reforzada por la experiencia del fracaso escolar de muchos jvenes en los aos 60, es laextrema dificultad de llevar una vida estable de pobreza decente, alejada de la competenciaincesante. Goodman presenta dos propuestas sencillas (1964, pgs. 124-30) para hacer quela universidad sea ms accesible. La primera propuesta es la siguiente: ... media docena de lasuniversidades ms prestigiosas en el terreno de las humanidades anunciarn desde 1966 quepara ingresar en ellas exigirn haber dedicado dos aos, despus de la enseanza media, aalguna actividad de maduracin... Esta propuesta tiene dos finalidades: conseguir que losalumnos hayan acumulado suficiente experiencia en la vida para recibir educacin a niveluniversitario ... y romper el cerrojo que supone haber seguido durante 12 aos leccionesobligatorias para obtener una nota, de forma que el alumno pueda enfocar los estudiosuniversitarios con alguna motivacin intrnseca, y por consiguiente tal vez pueda asimilar algoque le permita cambiar.

    La segunda propuesta, todava ms sencilla, es que debe suprimirse el sistema decalificaciones y utilizarse ms los tests para efectuar diagnsticos que permitan orientar laenseanza. As lo ha hecho la Universidad Hampshire en Amherst, Massachusetts, aunque alfinal los alumnos todava tienen que escribir tesis aceptables para graduarse.

    La cosa no es sencilla, y Goodman deba saberlo. La seccin de CompulsoryMiseducation relativa a la universidad parece ser un resumen de la obra que Goodman publicen 1962 con el ttulo The Community of Scholars. Gran parte de este libro est dedicado a una

    historia libremente presentada de las universidades desde los tiempos medievales, con el fin dedefinir su naturaleza esencial y determinar cunto puede rescatarse todava de los estragos dela burocratizacin. Es una obra sensata y, para su poca, muy perspicaz. Adems, Goodmanfue prcticamente el nico crtico de izquierdas de la educacin que respet y acept elaprendizaje clsico, como un hombre de letras a la antigua usanza que era. Actualmente, laobra The Community of Scholars deja una sensacin un tanto extraa, un poco como si Jonshubiese escrito un tratado sobre cetceos.

    El lugar de Goodman entre los crticos de la educacin:antes y ahora

    En 1967 el periodista y crtico social Peter Schrag public en Saturday Review un artculo enel que resuma y evaluaba la crtica de la enseanza que muchos de nosotros, con perspectivasbastante parecidas, habamos llevado a cabo durante los diez aos anteriores. Adems deGoodman y yo mismo, Schrag incluy a George Dennison, John Holt, Herbert Kohl yJonathon Kozol, entre otros. James Herndon, el ms perspicaz de todos nosotros, as como elnico que haba sido y sigui siendo maestro de una escuela pblica durante toda su vidaactiva, todava no haba publicado The Way It Spozed to Be (1968), la primera de una serie deobras que todava ahora constituyen la mejor resea que conozco acerca del funcionamientoreal diario de las escuelas, en este caso Carolina del Norte.

    Schrag nos calificaba de crticos romnticos de la educacin, lo que significaba que

    nuestro gran inters por los alumnos era admirable, pero que nuestras exigencias polticasrespecto de las escuelas resultaban irrealistas. Sin embargo, en el decenio de 1960, en los

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    Estados Unidos de Amrica, el conflicto cultural estaba en todas partes y era lo bastanteintenso para dar a entender que, si bien la poltica quizs sea el arte de lo posible, este arte seestaba haciendo ms expresionista. Formbamos parte del movimiento, como Arqumedes enbusca de un empleo seguro.

    Aunque nos considerbamos iguales y compartamos muchos valores comunes que las

    escuelas mantenan escasamente, existan importantes diferencias entre nosotros. GeorgeDennison fund la primera escuela de la calle en la zona baja oriental de Manhattan, en elotoo de 1964, con un grupo de veintitrs chicos, la mayora pobres, que haban fracasado enla escuela pblica. Su nico rasgo comn al principio era que detestaban esa escuela ydesconfiaban de ella por haberles considerado unos fracasados. La nueva escuela desaparecirepentinamente al final del ao escolar debido a su propio xito: se qued sin dinero y lasfundaciones le negaron los fondos alegando que, a partir del momento en que tena xito, notena derecho a ser considerada una escuela experimental. Dennison describi la escuela y susalumnos en The Lives of Children (1969), quizs la mejor y ms interesante obra de lasescritas por todos nosotros.

    Aunque se form con Paul Goodman en el Instituto de Terapia de la Forma y le citaelogiosamente en The Lives of Children, Dennison, por comparacin, revela en su obra elsentimentalismo de Goodman. Los alumnos de Dennison utilizan realmente la ciudad comoaula, exasperndolo a menudo por su comportamiento: En esa poca estaba totalmentedisgustado con ellos porque gritaban sin cesar, eran violentos y al mismo tiempo temerosos,tenan una personalidad solapada y perversa, eran supersticiosos, adoraban los Cadillacs y lostruhanes, tenan fantasas estpidas, eran impacientes y vacos. Me fui sin decir palabra, con laintencin de abandonarles e irme a casa (Dennison, 1969, pg. 145).

    Sin lugar a dudas, Jos, el joven puertorriqueo prcticamente realfabetizado porDennison despus de que las escuelas de la ciudad de Nueva York le hubiesen borrado de lacabeza su lengua materna que antes lea y escriba perfectamente, contrasta fuertemente con

    Horacio, el fantstico adolescente latino, hroe de Goodman en The Empire City (1959).Goodman tena razn cuando enviaba a algunos de los jvenes urbanos que amaba a descansaren una granja semejante a la de Dennison, el cual no me cabe duda de ello los hubieraacogido complacido en la granja de Maine donde pas los ltimos tiempos de su vida comonovelista de renombre.

    John Holt, uno de los amigos ms ntimos de Dennison, tambin era totalmente diferentede Goodman. Holt era un hombre ponderado. Durante la Segunda Guerra Mundial estuvo almando de un submarino norteamericano y fue profesor de matemticas. Su primera obra y laque lo hizo famoso,How Children Fail (1967), tuvo su origen en la curiosidad de Holt por losextravos intelectuales que impiden que algunos nios aprendan la aritmtica elemental. Unaobservacin minuciosa le revel que en general estn preocupados por un problema totalmente

    distinto: imaginar, por el comportamiento de la maestra, qu respuesta desea; no piensan enabsoluto en las matemticas.

    Incluso hoy da el ttulo de la obra de Holt suele citarse errneamente con el ttulo WhyChildren Fail?, pero Holt no llegaba a dar una respuesta: quera decir cmo (how), nopor qu (why); y tan pronto como entendi el cmo, el por qu result evidente. Lasescuelas fomentan la competencia y la ansiedad. Los nios entienden perfectamente lo que seexige de ellos y la necesidad de evitar el fracaso a toda costa, en detrimento de lo que podranaprender. Muy pronto comparti Holt y tal vez con mayor intensidad la repugnancia y eldesprecio de Goodman por la enseanza institucionalizada como obstculo a la educacin. Porel hecho de ser un soltero empedernido, apreciaba a los nios ms que cualquiera de nosotrosy mantuvo una misteriosa relacin con ellos.

    l y Goodman no podan ser ms distintos: Goodman era el judo neoyorquino porexcelencia, conferenciante seductor, a la vez desenfadado y pretencioso. Holt, nacido en el

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    Medio Oeste y criado en Colorado, tambin era un conferenciante desenfadado, pero apagado,cuyo pblico y lectores entendan fcilmente lo que quera decir. Pero tenan en comn suinters por la poltica local y comunitaria, en la que intervinieron de forma muy distinta.Goodman era un idelogo de la comunidad, Holt un tcnico callado, dedicado a ensear a lospadres cmo liberar a sus hijos del sistema organizado que Goodman condenaba de manera

    tan estridente. Holt organiz una red de corresponsales por toda Amrica del Norte e inclusoms all para publicar un boletn gracias al cual los jvenes podan informarse mutuamenteacerca de sus progresos y problemas en la organizacin de pequeas escuelas independientes ola enseanza a domicilio. En cambio, le interesaban poco las cuestiones ms amplias de polticay nunca se ocup seriamente de las consecuencias segregacionistas de su enfoque de ladesescolarizacin que, sin duda alguna y con razn, habran preocupado a Goodman. Escribivarias obras despus de How Children Fail, algunas de ellas encaminadas a sugerir a losmaestros cmo podran mejorar su enseanza, aunque dedicadas sobre todo a alejar a los niosde las escuelas formales, como Teach Your Own: a Hopeful Path for Education (1981).

    Herbert Kohl y Jonathon Kozol, que haban estudiado en Harvard, empezaron centrandosu atencin en las dificultades escolares de los nios de los barrios de tugurios y especialmentede los nios negros. Su enfoque contrasta con el de J. Herndon que, igualmente respetuoso desus alumnos como seres humanos, expone irnicamente sus estrategias en la escuela, la cualpuede ser mucho ms tonta que ellos. La obra de Kohl 36 children (1967) es una resea de suexperiencia como profesor de ingls, especialmente de poesa, de escolares de Harlem que amenudo estaban verdaderamente dotados para versificar, facultad que los administradoresescolares anquilosaban al escandalizarse por el lenguaje empleado, negndose a admitir que losnios hubieran podido tener relacin con los proxenetas y vendedores de droga sobre los queescriban con tanto realismo.

    A lo largo de toda su carrera, Kohl sigui escribiendo sobre las dificultades concretas deensear de forma responsable y eficaz en las escuelas pblicas norteamericanas. Slo l y

    Herndon han dedicado tanta atencin a examinar de forma muy imaginativa y prctica lo quepuede hacerse en favor de los alumnos, y cmo llevarlo a la prctica en un entorno escolarconvencional. La obra de Kohl, Growing Minds: on Becoming a Teacher (1984) es unapequea obra maestra, a la vez una conmovedora resea autobiogrfica de los motivos que leindujeron a escoger su profesin y sus experiencias formadoras, y una serie muypormenorizada de casos concretos de problemas en clase y la forma de tratarlos eficazmente.Es una obra seductora pero honesta: Siento decir que ensear bien me parece una actividadsolitaria, pero as ha sido en mi caso. Durante ms de 20 aos he tratado de hablar con colegasy administradores acerca de ideas sobre educacin y cuestiones que puedan interesar y atraer alos alumnos, y en general he recibido miradas de incomprensin. No se trata tanto de que a loseducadores no les gustase yo o mis ideas, sino de que se haban instalado en los programas de

    estudio establecidos y los programas se haban instalado en ellos. Ensear significaba realizaruna serie de tareas en un plazo determinado sin perder el control. La imagen que tenan de smismos no corresponda a la del maestro como artesano avezado o artista creativo (Kohl,1984, pg. 137).

    Jonathon Kozol haba recorrido una larga carrera desde que empez, siendo estudiante incluso entonces de ideas radicales como director de Harvard Crimson. Su primer libro,

    Death at an Early Age (1967), tena por tema el trato infame dado a los nios negros en lasescuelas de Boston en aquella poca. Es una acusacin encolerizada, emocionante ytotalmente autntica de unas prcticas escolares indecentes, pero el inters fundamental deKozol reside principalmente en los procesos y efectos del empobrecimiento y la explotacin enlos que la enseanza desempea un papel tan importante y ambivalente. Despus siguipublicando sobre temas escolares: Children of the Revolution: a Yankee Teacher in the CubanSchools (1978) es una resea muy favorable, aunque a veces crtica, de las escuelas cubanas

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    que Kozol visit en 1976 y 1977 (no ense en ellas); su obra ms reciente, SavageInequalities: Children in America's Schools (1991), pone de manifiesto que, por desgracia,muy poco ha cambiado fundamentalmente desde que escribiDeath at an Early Age. Racheland Her Children: Homeless Families in America (1989), quizs su mejor obra, est dedicadaa los problemas fundamentales mucho ms graves de la pobreza en los Estados Unidos. Kozol

    tambin cita a Goodman con aprobacin, pero su idea de la pobreza hace que Goodman casiparezca frvolo.

    En este grupo de crticos romnticos Goodman parece haber sido en cierto sentidofundamental. Fue el primero y tambin el primero en morir. Su influencia ha sido reconocidacon frecuencia. Su observacin del destino de los jvenes en la sociedad fue proftica ypremonitoria, y su influencia en los debates sobre educacin, pero no en la prctica de laenseanza, fue profunda. Su actitud con respecto a la sexualidad y a la expresin sexual en laenseanza fue todo lo ejemplar que era posible y, de haber resultado aceptable, hubiesemodificado el concepto de abuso sexual, suprimiendo de nuestra cultura los materiales con losque teje sus escndalos ms destructivos. Hasta que se public la obra de Illich DeschoolingSociety (1971), un ao antes de morir Goodman, ste era a la vez el principal iconoclasta eicono de los crticos izquierdistas de educacin. Incluso hoy da, probablemente sea el msrecordado como nuestro representante. Sin embargo, tuvo menos relacin con la enseanzaque cualquier otro de nosotros: incluso yo, que no fui a la escuela hasta que ingres en launiversidad.

    Es esto una paradoja? Creo que no. Por el sencillo hecho de que ninguno de nosotrospudo soportar las escuelas, que tanto tiempo criticamos. Ninguno de nosotros permaneci enellas, todos nos escapamos por distintos caminos. Dennison y Kohl pasaron la mayor parte desus ltimos aos en los bosques de Maine y Carolina del Norte, respectivamente, perocontinuaron interesndose en las cuestiones escolares locales. Kohl, por su parte, dirigi uncampamento de verano para jvenes con dificultades de aprendizaje. Los dems, como ya he

    dicho, o perdimos inters, como Holt, por las escuelas propiamente dichas, o nos interesamospor otra cuestin ms amplia y profunda, a saber, cmo puede funcionar una sociedad queapoya esas instituciones y obliga a sus jvenes a asistir a ellas. Cui bono? Quis custodiet ipsoscustodes?

    Al ampliar la investigacin, Ivan Illich nos super a todos. Nacido en Viena en 1926 ysacerdote jesuita, entr como un meteoro en la esfera del conflicto educativo gracias a lainspirada labor que llev a cabo en la ciudad de Nueva York con jvenes puertorriqueosanalfabetos. En 1964 fund en Cuernavaca (Mxico) el Centro de DocumentacinIntercultural, donde nos recibi a muchos de nosotros, incluido Goodman en sus ltimos aosde vida, en seminarios sobre cuestiones que trascendan con mucho la educacin. No es aqu ellugar adecuado para tratar de resumir la contribucin de Illich, que requiere y merece un perfil

    propio. Baste con decir que la enseanza le sirvi como metfora de los procesos dealineacin y desarrollo tecnolgico excesivo en todas las esferas de la vida social y econmica,que estudi en obras como Tools for Conviviality (1973) y Medical Nemesis (1985), entremuchas otras.

    Entre tanto, en Amrica siguieron desarrollndose otras escuelas de crtica, adems de lade los romnticos. Crticos radicales como Michael B. Katz (1971), Joel Spring (1972),Clarence Karier (1975) y Samuel Bowles y Herbert Gintis (1976), aunque favorables a lascuestiones que haban planteado los romnticos, se enraizaron mucho ms firmemente enuna crtica econmica fundamental, anarquista o neomarxista segn los casos. En el otroextremo, los crticos de la enseanza conservadores buscaron medios para conseguir que lasescuelas fuesen instrumentos ms eficaces de socializacin, a fin de aumentar los niveles de losresultados universitarios o por los menos detener la disminucin que crean se estabaproduciendo. Algunos, como Diane Ravitch (1978), se enfrentaron directamente con los

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    radicales. Otros, como David P. Gardner (National Commission on Excellence in Education,1983) y Theodore Sizer (1984), que figuran entre los principales crticos de esta tendencia,aceptaron la misin tradicional de las escuelas sin ponerla en duda y estudiaron la forma deconseguir que fuesen instrumentos ms eficaces para, sobre todo, aumentar la ventajacompetitiva de la sociedad norteamericana.

    Desde hace algunos aos este punto de vista domina el debate permanente acerca de lafinalidad y calidad de la enseanza norteamericana. Excelencia y alfabetizacin son laspalabras clave que se emplean para designar el aprendizaje de programas y conocimientosprcticos tradicionales, y en especial la actitud necesaria para competir con xito por lospuestos de trabajo, aunque slo sea porque los posibles empleadores exigen las credencialescorrespondientes. La enseanza norteamericana siempre ha estado orientada ante todo alempleo. De hecho, la enseanza obligatoria hasta la mitad de la adolescencia es una criatura dela industrializacin que se extendi ampliamente por todo el mundo a medida que los pases sedesarrollaron y adoptaron su forma moderna. Como Illich pone de relieve en DeschoolingSociety, los pases en desarrollo intentan establecer casi siempre sistemas de enseanzaobligatoria que, de implantarlos realmente, los llevaran a la quiebra de inmediato.Tradicionalmente, tambin se han aducido otros argumentos importantes en favor de laenseanza apoyada por el Estado: la necesidad de contar con un electorado informado y deque se reconozca que se comparte una cultura comn. Estas afirmaciones se repiten a menudocon ansiedad creciente a medida que se considera que las escuelas fracasan en esos intentos.En cambio, se hacen menos acuciantes cuando el conflicto de intereses entre clases y gruposorganizados oscurece la visin de una cultura comn; se reconoce ms explcitamente que lasescuelas forman parte esencial de los medios de comunicacin de masas, al menos en lo que serefiere a someterse a la censura y control, como las pelculas o la televisin. En la obra de JoelSpring, Images of American Life (1992), figura un convincente anlisis histrico de estaevolucin.

    Llegados a este punto, Goodman se enfrenta con una paradoja. Es evidente que, a pesarde las limitaciones impuestas por su narcisismo, su idea de la institucin escolar y de susdefectos era correcta. La cultura norteamericana, incluida la enseanza, se ha desarrollado engran medida como l adverta que poda ocurrir. Esto significa sin duda que, como hubiesepodido prever, sus consejos continuaran siendo desodos, rechazados por estar teidos delidealismo inoportuno del decenio de 1960, y por ser l ciegamente renuente, a pesar de supatriotismo, a celebrar el lugar ocupado por los Estados Unidos como avanzadapermanentemente reconocida de las fuerzas de la libertad en el mundo. Un nmerosorprendentemente grande de personas comparte esta renuencia. El problema es que a medidaque los educadores norteamericanos continan reduciendo sus pretensiones en materia deeducacin, exigiendo simplemente, con urgencia creciente, que sirva los fines del mando

    nacional, los problemas de la enseanza pasan a ser, si no menos importantes, ciertamentemenos caractersticos y por consiguiente menos absorbentes. Como Goodman hubiesereconocido sin duda, la enseanza norteamericana no tiene nada malo, excepto lo que tiene demalo la sociedad norteamericana.

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    Notas

    1. Edgar Z. Friedenberg (Estados Unidos). Doctor por la universidad de Chicago. Autor de The Disposalof Liberty and Other Industrial Wastes (1975) yDefence to Authority: the Cases of Canada (1980),entre otras obras. Ense en varias universidades de los Estados Unidos antes de emigrar al Canaden 1970, donde fue nombrado profesor de educacin de la Universidad Dalhousie de Halifax. Es

    profesor emrito desde 1986. Su principal inters profesional se centra en la socializacin de losadolescentes y actualmente dedica mucho tiempo a las comunidades gay y lesbiana.

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    bolsillo con el ttulo de: on Becoming a Teacher. Londres, Methuen, 1986. La referencia a las pginascorresponde a la edicin de Methuen).

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