Parsons - Ensayos de Teoria Sociologica

7/25/2019 Parsons - Ensayos de Teoria Sociologica

1/9

VI

DEMOCRACIA Y ESTRUCTURA SOCIAL EN LA ALEMANIA PRENAZI

~ e s d e ,

un

g ~ n t o

de vista ,s?ci?,lgico, el - ~ i p ~

s _ o c i _ e _ d ~ - ~ ' d ~ l _ l l o c r , t i c a " ,

o me1or aun, hberal-democrat1ca que icanz su ms alto rrradci

de

reali-

z a d ~ ~ en gran escala pases tales

~ ~ } E g ~ ~ e _ ~ ~ ~

Estados Unidos,

surg10 de una compleJ a . combinacin de e l e ~ < " . _ l l _ t o s _ _:i.truL ; r _ ~ d i o _del ~ ~ ~ ' : t : . < : > I P _ c11rt_eles_y_ contra_tC>_s _c;olectivos

Y

a travs de los sndca_t_os, _ l e m ~ ~ ~ ~ " . 1 l : ~ 7 ' . ~ - - I l ~ s _ y_ ~ s

_ t e m p r ~ I 1 _ a m e n t e .

que

)(

i n g n _ Q I T Q _ J 1 l l . i ~

_en_ , r e g : l ~ ~ c ~ I _ del _ i r o c e ~ _ < ? _ d e int_e_r_c;amb_io. Todo esto

. / lo respaldaba un sistema legal firme

y

en general administrado con criterios

'/ tcnicos e imparciales en la esfera de los contratos, las transacciones monetarias,

i etctera.

La

semejanza que, a pesar de ciertas diferencias, se da entre el Derecho

Romano y el consuetudinario, se extiende a la estructura bsica de la insti

tucin de la propiedad, especialmente

por

contraste con el marco feudal de

~ . i r : _ ~ t i t u

c i o n a ~ m ~ j n m e d i a t o s

van

~ ~ ~ i o _ ~ L _ g _ u e m1:1i::_ho.s _ e s c r i t o r e s , ~ s . : e e c i l _ l _ m e n t e

X

los

_q:y._e

~ - . 4 i . c : _ f _ I 1 l l n

_pQI eJ

:i:rH1r:x:i3mo, tienden sin vacilar a

tratar

las estructu

r a ~ q c i a l f ? _ k _ A J ~ m a p j l l .

__

y )()s Estados_ l[nj_QQ_s

__ C.PII Q

si fuei:an

idnticaLen

1 to-_o_s

los

_ r ~ p e c t o s . Para

ellos la aparicin

y

el xito poltico del movimiento

.. ,

11

nazi en Alemania indicara, pues, slo diferencias relativamente superficiales,

acaso en las condiciones externas o bien en la constitucin en el sentido for

/ ;

mal o legal del trmino. En

n _ t r a s t e

con este pgto_ de v ista,

Ja

tesis

d e ~

X

presente

a n l ~ ~ s ~ e r

_

q]:I__e _ 11a .

divergenc;ie__

de. _ ( ) _ r ~ e . n ~ a _ c i n p o l t ~ c a ta.n

fun

/ 1

damentT"como la que actualmente se desarrolla entre las sociedades fasCistas

- '

:

las l i b e r a l e ~ _ g e m 9 ~ r _ t i c a ~ __de_;; ~ ~ o I 1 t ~ r s ~ a_ f u e n t ~ e s t r ~ c n : r a J 7 s ms pr?-

f I l l l l ~ ~ l a ~

q le este

p1:1nto

de vista

II1d1ca.

A mveles mstituc1onales mas

' l sutiles pueden descubrirse importantes diferencias, aun en

12.

economa, pero

/ puede ponrselas ms

en

claro observando

su

asociacin con elementos que

contrastan ms evidentemente con los nuestros propios

As pues, los estudiosos competentes desde

h ; i ; : : e - - m ~ h o

vieron con cla-

) ridad

que existe una

marcada

diferencia entre e l ~ s t a d ( ) alemn

y

el ingls

o norteamericano. Esta diferencia

.:eueqe c a r a c t e r L z _ ~ u n g _ a m e n t a l m e n t ~

trminos de rasgos "feudales", militaristas, burocrticos

y

autoritarios, que

se

r e i : ; ; ; - i ; ; ~ n

los

"nos

;on

los otros.

-El

s e l l o - r r - ; ; o - ~ i i i - ; ; ~ t ; - ; - e s t o s

elemen


2/9

94

TALCOTT PARSONS

tos

p r o v i e n ~ - . l " . . _ E : ~ s i a ,

pero la_ posicin de Prusia era

lo

suficientemente

central como

para

dar el tono al resto de Alemania.

Prusia, como Inglterra, tuvo-

una

' 'dase dirigente" muy bien estable

,- ) cida, a u ~ q u e las dos desarrollaron ~ a u t a s de v id?. radica mente diferentes.

En Prusia hubo una nobleza terratemente con famrhas radicadas en posesio

1

nes ancestrales. Su status implica ba el completo dominio local sobre una

, /1 poblacin rural subordinada, el control del gobierno local, manteniendo a las

1 clases inferiores en un estado de dependencia econmica, y el disfrute de una

/ posicin de alto prestigio social reforzado por rgida s convenciones. En cuan

Y

o

. 1

E.stado, el.

rn_odo

primario


3/9

96

TALCOTT PARSONS

las ms altas cumbres de las profesiones liberales independientes, tales como la

medicina

y

el derecho, eran los que se encontraban inmediatamente por debajo

de ellos en prestigio social.

1

A

~ f e . r ~ n c i a

del elemento militar

f unker

los funcionarios pblicos supe-

rior...E. >-1ueron _

p : _ ~ 3 : d o s

.

por R e p ~ b l i c a

de Weimar. de la participacin

formal en la marcha del gobierno. Por el contrario, su poder se vio probable-

mente incrementado, pues, a falta de una revolucin verdaderamente radical,

en tiempos de crisis su conocimiento

y

su competencia en los asuntos admi

: nistrativos

era

indispensable

para

mantener en funcionamiento los servicios

/

esenciales del gobierno.

_r

lj

1 -

Estos dos e l e m ~ _ E O s ,

_ g u ~

eran los ms decididamente

dotado__

C .t:l_P--c t:ir

y r e s p o n s a b i l i ~ _ a d _ ~ e

la estructura del viejo Estado alemn, se integraban casi

totalmente con

Ta

iaeoTOga que podra llamars e quiz, _ ejor gue dt:i I i_I1"

otra

~ ~

"conservadoris mo prusiao"-:---Podrfa-taCvez- caracte rizarse c ~ o m o

una combinacin

deunt ipo atriarca[

de autoritari;:wo con

un

le""alismo for-

mal

altamente d e s a r r o l l a ~ g o f e r O - - c o i l s t f f u y una O b r i g k ~ i t . Su rol

de ningn modo se defina como "absolutismo" en el sentido de

un

derecho

ilimitado por parte de quienes estaban en posesin de la autoridad

para

pro

mover sus propios intereses o

para

permitirse caprichos personales.

Por

el

contrario, la

2_a_u_ta

del

"deber",

tal como clsicamente

la

formulara Kant,

era

t

una de sus

; n o ~ a s cla.ve.s. ~ ~ . 2 - i ' . g ~ a g ~ a c i n al._4. h e r ~ ~ ~ _ l ' . l _ l : > _ i _ I _ _ a _ l : > _ a _ c.

on un

v

fuerte. sentimiento

_ cl_e_ p : r 1 v 1 l ~ g 1 _ 9 _ ) ' . _ _ 1 : _ t o n d a c l _

_ :J?.

_


4/9

98

TALCOTT

PARSONS

o. En segundo lugar, los ttulos se usan continuamente, de modo que al

dirigir

una

carta o aun al dirigirse personalmente a alguien, resulta defini

damente descorts omitir el ttulo en toda su extensin. De este modo, uno l

se dirige siempre a quien tenga cualquier clase de doctorado como err

\

Doktor

o as se refiere uno a

l

mientras que nosotros reservamos ese

tiSOCiiS

e x c l u s i v - a i e i i 1 e p i i r a - m ~ d . i c o s .

Nosotros a menudo nos referimos y

aun nos dirigimos a personas que tienen ttulo sin mencionarlo; en Alema-

nia sera

: r e s i ? . ~ l 1 ~ ~ ~ . f r i r s e

l c a r c ~ ~ ~ .. ? E - J:frr- - ~ ~ ; i t r a _ s que hablar

de J\iir.1toosevelt en

lugar deir'resilete

Roosevelt no

es

en modo alguno

irrespetuoso. En Alemania hubie ra tenido que decirse Herr Reichskanzler,

Dr. Bruening o, por lo menos,

Reichskanzl.er

Bruening. Estrechamente rela

cionada con esto, se da en Alemania la tendencia a usar una acumulacin de

ttulos. As pues, cuando nosotros hubir amos escrito en una

carta:

Profesor

J

ohn Smith, en Alemania se habra tenido que escribir H ~ . I L . P J . Q f o s ~ q r J Qk:

tor Johann Schmidt. Nue stra tendencia a ignorar los ttulos cuando la oca-

sin se ofrece, se relaciona con nuestros usos en cuanto otros smbolos de

s t ~ m a l e s , - t a l e S - G o m o - l o s - u n i f o r m e s . En tiempos de paz, un militar

generalmente se muestra en ropas de civil, aun en el trabajo, salvo que se

encuentre en un puesto militar o, de tratarse de un oficial de la marina que

se halla a bordo. Aiin en momentos en que la nacin se hallaba en inminente

peligro de guerra, pudimos ver al General en Jefe de las Fuerzas Armadas, en

una ocasin eminentemente oficial, dando testimonio ante un Comit del

Senado, en ropas de civil. Eso sera inconcebible en Alemania. Aun en tiem-

pos de guerra,

el P r e s i d e n t e , ~ e t ) e l n i p f e r i i o l e

las fuerzas arma-

das,

nunca

usa uniforme. Finalmente, los ttulos alemanes son mucho ms

diferenciados, tanto respecto del rango como del campo de competencia, que

los nuestros. Nosotros tenemos un solo ttulo honorfic o, el de

honorable

para los altos funcionarios de gobierno; en Alemania existen muchas gradua

ciones. El ttulo honorfico de Rat se diferencia en un nmero indefinido

de subclases segn la ocupacin particular del

Kommerzienrat, el fustizrat,

el

Sanitaetsrat, el Rechnungsrat, etc., de que se trate.

Por

lo tanto, hay en gene-

ral una insistencia mucho mayor en la escrupulosa observancia de los ttu

los correctos

2

Salvo en el status de la nobleza que incluye el ttulo von - el con

tenido fundamental de este sistema de status formalizado en Alemania era de

carcter ocupacional. Pero la tendencia a d estacar los ttulos y otros aspectos

del status formal aun en ocasiones que nosotros trataramos como informa

les", parece indicar una diferencia respecto de la pauta que predomina en

Norteamrica. Entre nosotros, el status ocupacional est separado h a ~ ~

g r ~ ~ - - c o n s i d ~ : _ ~ ~ l e ' i e ~ ~ ~ e y . - " ' v ~ l a ) ~ i ~ ' C i e ' ~ i n d i V i C ; m i e n t r a s

2 He aqu un divertido ejemplo: en ocasin de encontrarme en una universidad

alemana como estudiante de intercambio oficial, fui formalmente recibido por el rec

tor de la Universidad. Al cabo de la entrevista un es tudiant e alemn, amigo mo, me

dijo: "Espero que

se

haya dirigido a l correctamente llamndolo

uer

Magnifizenz .

Cuando le contest: "No, lo llam Herr Professor , mi compaero se sinti genuina

mente escandalizado. A un norteamerican o, en cambio, la idea de llamar a un an

ciano profesor de aspecto bastante desaliado

Su

Magnificencia" le habra resultado \

algo no poco ridculo.

ENSAYOS DE TEORA SOCIOLGICA

que en Alemania


5/9

100

T L C O T T P R S O N S

roles de acuerdo con el sexo

y

de la pautacin de la relacin entre los sexos, _

dentro del matrimonio y fuera de l.

En

primer

lugar_,_yarecera haber en Alemania

una

pauta de superioridad

masculina y

una

tendenC:la-por--parte de maridos y

padres

a asumir

autoridad/

y prerrogativas,

" i-e-

es

m u e n _ ~ I l e . 1 1 _ ~ ~ ~ ~ ~ r c _ d a e r i lQ

_

E l l . t a d O : ~ - UD.idos. DeSce

/el

punto de vista norteamericano, particularmente de las mujeres, los hom

_,

bres. a l e r o ~ ~ ; tienden a ser. dominantes y autorita.rios, y, r e c p r o c ~ r n . e n t e ,

exigir

sum1s1on

y dependencia

por

parte de sus muieres. Esto es qmza parti-

r

culaq:nente cierto en las clases medias.

La

mujer

alemana "tpica", espe

cialmente si est casada, se concibe como

una

Hausfrau,

significativamente,

Wia palabra

que se usa en ingls sin

traducir para

denotar un tipo social,

mientras que

housewife

(ama de casa) sugiere ms bien uno de los detalles

de la clasificacin de un censo.

La Hausfrau

es quiz la anttesis de la mu

jer

"eman cipad a'', en cualquiera de las direcciones posibles. A la primera

r

se le aplica el viejo adagio de las tres

K: Kinder, Kirche, Kueche

(hijos,

iglesia,

cocina).

Su vida se concentra en

el

hogar, el

marido

y los hijos,

y

participa poco del mundo exterior, de los asuntos comunitarios o aun de la

"'

vida cultural. Tiende a carecer de

sex appeal

(atraccin sexual) y de otros

elementos de "fascina cin". Desde el punto de vista norteamericano no se

viste bien y es ms "desaliada"

de

lo que puede explicar la falta de recur

sos financieros.

/

La

diferencia

es,

por

supuesto, relativa. La slida y conservado ra domes-

ticidad es, con mucho, un ideal vivo en los Estados Unidos, pero relativa

mente menos predominante. En Alemania hubo

una alta

soe;iedad" con

abundante emancipacin aristocrtica de la domesticidad moralizante, pero

puede decirse sin lugar a dudas que nunca pudo competir realmente con su

equivalente francs.

Entre

las clases medias superiores hubo, especialmente

en tiempos recientes, muchas mujeres sumamente instruidas y cultas, muchas

de las cuales fueron lderes en la

Frauenbewegung

(movimiento feminista).

Finalmente, el empleo lucrativo de las mujeres casadas fuera del hogar, ha

sido

tan

conspicuo en Alemania como en otros pases industriales, y

ha

modi

ficado mucho esta

pauta

entre las clases trabajadoras.

Pero

la diferencia

cuantitativa permanece en pie: hay ms

Hausfrauen

entre las mujeres alema

nas que entre las norteamericanas, y aun la

mujer

norteamericana que no

tiene

carrera

ni trabajo tiene en trmino medio un distinto estilo de vida, se

preocupa ms

por

su apariencia personal, se interesa

por

otros hombres ade

ms de su marido y tiene otros intereses fuera de su hogar. A nivel ideol

gico, sobre todo, hay, tal

vez

fuera de los crculos catlicos, una actitud

considerablemente ms favorable hacia las virtudes no domsticas de la mu

jer.

La tendencia_a _

alen1-l Lill_

sumisj__l} ,_y la_Aependec_ia psicolgica es

menor

_

la "intromisin"

de

las mujeres

en

el mundo de los asuntos mas-

culinos ofende menos.

-La

excepciCnprincipafse-ecuentia qllizen la esfera

-d(damXima emancipacin intelectual, cultural y

bohemia ,

que fue proba

blemente ms extrema en Europa en general, incluyendo Alemania, que en

los Estados Unidos, al menos, hasta muy recientemente.

Estrechamente relacionado con esta diferencia de los roles femeninos,

hubo en Alemania un desarrollo mucho ms escaso de la

pauta

del

amor


101

romntico". En Alemania las relaciones amorosas de la juventud se han

"sentimentalizado'',

por

decirlo as, en grado considerable, pero de modo dife

rente.

La Maedchen

es ms sencilla, ms dulce y sumisa y menos fascinante

que su contraparte norteamericana. Se

trata

menos de una relacin entre

iguales. En la clase media, hay la tendencia a que la muchacha se case con

un

hombre bien establecido

y

de edad ms avanzada. Otro modo de utiliza

cin de los ttulos se relaciona con esto, pues la esposa alemana no slo


6/9

T L C O T T

P R S O N S

vigente durante el mismo perodo, puede considerrsela ms estrechamente

relacionada con nuestros propios valores ideales a causa de su escrupulosa

adhesin al imparcial "dict ado de la ley". Adems, las tendencias de bienes

tar social del Estado alemn, colectivistas, si bien

algo_yat rnags. .,

pudieron

hacer mucho para mitigar las consecuencias ms extrern..al5_ e l _ e:ce_si_vo capi _

talismo individualista, como se dio particularmente en los Estados Unictos.

Lo ms importante, pues, parecera haber sido eliminar_ del poder los __ _le : .:.4.

mentos "feudales"

d ~ l _

yiejo

r g i m . ~ t b

fin que prctfoamentese--aICa:iz con '

la ivolucin-cte 1 9 _ ~

La

cuestin es, por qu no arraig esta solucin,

por

qu no o1tinu Alemania en la que muchos consideran la lnea pr n:

l

cipal de evolucin de ia sociedad occidental, esto es, la progresiva aproxima

\

cin

aTaspatas y

viil.ores 1ibeiales y democrticos? i

No cabe duda que muchas clases de factores externos, tales como el

tratamiento recibido E2r A l e m a n i a _ _ J > ~ a r t e _ A ~ _ l Q l __ t\.JlaqQ..._ d _ E p _ l ~ L _ Q e la

ltima g, ).etrlL.dfficuftades econmica-s tanto de i n t e r c a m . E _ i ~ _ y _ j _ i ~ a ~ a s

__

n t ~ r

nacionales_ [email protected] L lternas;_

f ' . t ~ . , d c : : _ s ~ ? . P ~ ~ ~ - X : lll_l ~ : P - ~ ~ ~ 1 : ~ . P . . P . ~

Quiz

ll estos factores fueron aun decisivos en

el

sentido de que un conjunto ms

>

/ favorable de circunstancias en cuanto a ellos hubiera inclinado el equilibrio

. total de fuerzas de modo tal que hubiera sido posible que la tendencia de

1 evolucin democrtica continuara ininterrumpi da. No cabe duda tampoco

1 de que el desarrollo de las relaciones entre capital y trabajo, en el sentido en

que esa tensin es estructuralmente

infiereifeatodas--las

economas indus-

, triales capitalistas, desempe

un

papel importante. El rgimen de W

~ i : n . l ' l '

dio a los

g ~ e m i ~ s y

a los_

p ~ r t i g p ~

izguier_di _ 11 . luga :

_ d e _ s _ t a c a ~ - 9 _ ; J_os

saiai-ios--se-elevaban de continuo; e induciabiemente muchos h o m b r e ~ . 9 ~

j : cios se

~ u s t _ ? r o n

y

_

estll.v.ieron dispuestos -a aceptar casi

.cua qJ.li.er cos_a

c:;on

/ i talq_; se los proteg iera del peligro de la expropiac in. Su temor estaba

sumamente acrecentado por la apelacin ideolgica al peligro del comunismo,

que fue, en un grado muy considerable, efectiva en todos los pases capitalistas.

,,. Pero

el

nacionalsocialismo alemn

es

un movimiento de gran escala de

un tipo muy particu lar. Es, por cierto, nacionalista en cuanto se opone a la "/__

humillacin nacional y a la supuesta sumisin a los enemigos

de

Alemania,


7/9

104

TALCOTT

PARSONS

lidad, especialmente de la cristiana, y la crtica racional tendi a

minar

los

sistemas de smbolos tradicionales y conservadores.

Este proceso, contemplado desde el punto de vista de su impacto din

mico sobre el sistema social, antes que desde el de la significacin absoluta

de las pautas racionales, tuvo

una

incidencia irregular en diferentes elemen

tos de la estructura social. En

primer

lugar, tiende a dividir los elementos de

la poblacin segn se orienten a los que son, en trminos racionales, los

valores de las pautas de conducta ms "progresistas" o "emancipadas'', o a

las pautas ms conservadoramente

' . _ ' . l ' . _ t r g r _ ~ a s "

__ )

t r _ ~ i ~ ( ) n a J ~ ~

Esto intro

duce una base de estructuracin fundamental en

la

diferenciacin de actitu

des. Es

una

base que tambin tiende a coincidir con otras bases de tensin

' J

en la estructuracin de inter.eses, especialmente en_ ' ? _ ? _ a ~ t o ~ ~ ~ J ? i t a l i s m o "

J

j

t i e n ~ -

a

se_r

preponderant emeJ te. un fenmeno de emanc1pac1on que crece . a

: expensas de los "viejos buenos mtodos"_ y de los saludables valores esta-

)

blecidos.

--

- -

Pero

el proceso de racionalizacin no slo estr uctura actitudes. Precisa

mente son otros los efectos del proceso dinmico de cambio ms importantes

en relacin con esto. En parte este proceso constituye una fuente principal

de la des$'.ganizQ.in_y a . J ; r u ; ~ g u r i d a d

m ~ I c i o . . ~ i . l : l . I_ns

arriba, compren

di-_

das----erlfa(

anomia. \Sin

embargo, en la medida en que esta desorganizacin

no se estroot.ura_especficamente de otras maneras, ella y sus manifestaciones

de conducta tienden a estructurarse en trminos de su relacin con este pro

ceso. De ah que las manifestaciones de estas pautas de actitudes polares

tiendan a llevar la marca de la inseguridad psicolgica, a ser "excesivamente

decididas". Esto se aplica a ambos bandos: al emancipado,

por

la tendencia

a un "desenmascaramiento" compulsivo y a la negacin de cualquier ele

mento de legitimidad a todas las pautas tradicionales; al tradicional,

por

la

obstruccin "fundamentalista" de todo progreso, un tradicionalismo literal

acompaado de actitudes intensamente emocionales

4

Aunque general en el mundo occidental, esta situacin fue probable

mente ms extrema en Alemania porque, respecto de la

Europa

occidental Y

os Estados Unidos, aqulla fue ms "conservadora".

Por

ende

eLiD1_pacto

de la ciencia,

el

industrialismo y otros fenmenos anlogos fue ms

perturbador

0

y condujo a actitudes ms drsticas

y

extremas. Un sntoma significativo de

este hecho se encuentra en la tendencia notoriamente mayor que tiene el pen

samiento social alemn a repudiar las estructuras ideolgicas racionalistas Y

, emancipadas que dominaron las tradiciones intelectuales

de

Francia e Ingla-

terra. En Alemania hubo notoriamente menos "libera lismo" intelectual; lo

' \:contrario de las tendencias pred ominantemente "conserva.doras" es el radi

calismo racional extremo que encontramos en el marxismo.

/

Una conspicua tendencia relacionada con esto, es la que tienen los senti-

1

l

mientos "fundamentalistas" a cristalizarse en torno a fenmenos simblicos

_ / i

de las formas ms extremas de emancipacin cuando definen lo que es

: 1peligroso

para

la sociedad. Esta estructuracin se advierte claramente en

el

1

hecho de que la ideologa nazi clasificara a los judos,

el

capitalismo,

el

4

ste es, en el sentido de Bateson, un ejemplo particularmente adecuado del

proceso de schismogenesis. Vase Naven, de Gregory Bateson.

,


105

bolcheviquismo, el secularismo antirreligioso, el internacionalismo, la laxitud

moral y la emancipacin de las mujeres, como si perteneciera todo a una

misma especie de cosas que debe ser enrgicamente combatida.

En combinacin con ciertas peculiaridades de la tradicin cultural ale

mana, esta situacin contribuye a

dar

cuenta del hecho de que el movimien

to laboral alemn avanz considerablemente ms en la direccin del racio

nalismo radical, que sus contrapart es en los pases anglosajones. Mucho an-

/ tes que el movimiento ingls, se compr ometi con un programa poltico socia

'

lista, llegando a adoptar las frmulas de una estricta ideologa marxista

: v i i i i i e - J : i _ ~ - : - : r o . : ~ : c o = v f o l e n t t r i e n t e - g t e

sivo, que incorpor la rebelin funda mentalis ta contra la entera. tendencia

del. mundo occidental a la racionalizacin y, al mis:io-tempo, contra- ss

fundamentos

institucionalizaaos

mSprofilClos.

La

existencia

d.e.

tales- elemen

tos-

romnticos es inherente a la naturaleza- de la sociedad moderna. Sin

J

mbargo, que sus manifestaciones se estructuraran en una pauta semejante

y

se colocaran al

serviciOdesemejante

movimientO,-esC-riipfi5il5le-51 0 en

trminos de rasgos especficos de

la

estructura social de

la

Alemania prenazi,

que la diferenciaron de la de otros pases occidentales.

VII

ALGUNOS ASPECTOS SOCIOLGICOS DE LOS

MOVIMIENTOS FASCISTAS

El tipo ms antiguo

de

teora social, especialmente de la europea, se

orientaba en general en direccin de

la

comprensin, en trminos amplios,

de la situacin social contempornea de su autor. Lo que poda haber de slido

en estos viejos intentos, el de un Comte por ejemplo, o los de un Spencer

o un Marx, tenda a estar tan ntimamente ligado con elementos cientfica

mente dudosos consistentes en grandiosas construcciones especulativas

y

su

puestos metodolgicos

y

dogmas, que, como resultado de la reaccin general

en contra de las teoras especulativas, se tendi a desacreditar este gnero de

anlisis en su totalidad.

En el proceso de tales reacciones no es poco frecuente que se pierda lo

fundamental junto con lo accesorio, que slidas intuiciones se pierdan por

su asociacin aparentemente insep arable con esos otros elementos. Quiz des

de hace pocos aos existen signos, claros como nunca lo fueron, que sostienen

la esperanza de que las ciencias sociales adquieran ia capacidad de aplicar

anlisis tericos generalizados a tales problemas con un espritu de bsqueda

enteramente emprica, que haga posible un desarrollo acumulativo de la

com

prensin, relativamente libre de elementos cientficamente irrelevantes o insos

tenibles.

La

sola amplitud del problema del diagnstico del estado de

una

gran civilizacin crea

una

intensa necesidad de un mtodo semejante.

Quiz lo ms dramtico de los desarrollos en la sociedad del mundo occi

dental en su fase ms reciente, fue

el

surgimiento de grandes movimientos

polticos llamados habitualmente fascistas . A pesar de su incidencia

desigual, en la que Alemania e Italia son, con mucho, los centros ms

des

tacados, y de sus variaciones en los diferentes pases, hay suficientes seme

janzas como

para

justificar la hiptesis de que

el eA.'tendido

fenmeno se halla

profundamente arraigado en la estructura de la sociedad occidental en su

conjunto, y en sus tensiones y conflictos internos. Por mucho que mi propio

enfoque pueda diferir del marxista, esto debe por cierto reconocerse a este

ltimo: que relaciona el fascismo con aspectos fundamentales y generalizados

de la sociedad occidental.

Como punto de

partida

del presente anlisis, quiz la frmula comn

de caracterizacin: extremismo

{radicalism

de derecha'', sea tan satisfac

toria como cualquier otra. Tiene

por

lo menos la virtud de llamar la atencin

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