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Para PROTEGERLO y RESPETARLO Escrito Por: Lourdes E. Morales-Gudmundsson Agosto 2010 TEMPLO SANTO DE DIOS:

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As, si comis, o bebis, o hacis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios (I Cor. 10:31).

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EL PRINCIPIO: No sabis que sois templo de Dios, y que el Espritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruir a l. Porque el templo de Dios es santo. Y ese templo sois vosotros (1 Cor. 3:16, 17).

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La voz griega traducida aqu como templo proviene de una raz que significa morar, y est relacionada con la palabra griega que significa un lugar sagrado.

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Por que habis sido comprado por precio. Por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo Por que habis sido comprado por precio. Por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo (I Cor. 6:19-20). (I Cor. 6:19-20).

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LA REALIDAD El cuerpo de algunas se cambia por dinero. Otras, cuyo cuerpo no est aun listo para concebir hijos, son forzadas a dar a luz, muriendo en el proceso. Muchas que logran sobrevivir sufren la muerte en vida con enfermedades que las convierten en parias de la sociedad.

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Jess vino a liberar a las mujeres y nias de la esclavitud de las costumbres sociales y a darles un lugar de honor en el reino de los cielos.

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Resucit a la hija del centurin, que no era siquiera miembro del grupo social de Jess. San a la suegra de Pedro, honrando para siempre con ello a las madres, ya sea naturales o polticas. Se tom el tiempo para hablar a una prostituta de una tribu enemiga, una odiada samaritana y revelrsele como el Mesas.

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Jess hizo hasta lo inslito para darles poder a los indefensos y honor a los que haban sido avergonzados por cuestiones sociales, polticas, econmicas o religiosas.

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Debemos preguntarnos a nosotros mismos: Qu estoy haciendo para ayudar a proteger a las adolescentes de mi iglesia? Qu estoy permitiendo, a travs de mi falta de inters, que ocurra en mi ciudad? Estoy actuando como Jess?

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Es importante considerar la fuente de nuestras actitudes. Las costumbres y actitudes negativas en relacin con la mujer han sido codificadas dentro de la ley de muchas culturas.

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RESPUESTA Con frecuencia los cristianos adoptan las actitudes sociales y polticas de su sociedad, en vez de cimentarse sobre un slido fundamento bblico que reconoce cunto valora Dios a cada persona.

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Las Naciones Unidas hablan -como organismo- en contra de injusticias o prcticas que ponen en peligro grupos de todo el mundo. Esta organizacin ha declarado el 6 de febrero como Da Internacional en contra de la Mutilacin Genital Femenina. Se estima que entre 120 a 140 millones de mujeres han sido sujetas a esta prctica y 3 millones de nias siguen enfrentando anualmente ese riesgo.

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La iglesia cristiana tiene la responsabilidad de hacer un llamado a los gobiernos, comunidades e individuos a poner en alto la norma bblica con respecto al alto valor que Dios le da al cuerpo humano, templo del Espritu Santo, comprado con la sangre de Jesucristo.

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LA EVIDENCIA Qu evidencia tenemos de que Dios desea elevar y restaurar a la mujer a su correcta posicin?

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En este acto de admirable y misterioso, Dios elev para siempre el cuerpo de la mujer; de la vergenza, al honor y de la humillacin al respeto.

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El canto de Mara alaba a Dios precisamente porque al elegirla para llevar en su seno al Hijo de Dios, cambi para siempre el orden de la sociedad en el que se despreciaba a la mujer y se honraba al orgulloso:

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Mi alma proclama la grandeza del SeorPorque ha mirado la bajeza de su sierva. Dispers a los que son soberbios en su propio corazn. Quit del trono a los poderosos, y levant a los humildes (Lucas 1:47, 48, 51,52).

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La Biblia provee otra historia de restauracin, la de una mujer que sufra de una enfermedad que la converta en paria de la sociedad. Era una mujer que haba gastado hasta el ltimo centavo en mdicos que no podan sanar su misterioso sangrado

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Luego viene la mejor parte. Jess se dirige directamente a la mujer, y en pblico! Ahora todos se enteran de que lo que ha pasado y ella se acerca temblando a Jess, temerosa de que l tambin la rechace.

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Hija, tu fe te ha sanado, ve en paz. Ni humillaciones ni reproches, tampoco gestos de disgusto, solamente una afirmacin de su fe y de su persona como hija del Dios Todopoderoso. Ella es una persona valiosa.

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Y seguimos aprendiendo de la historia de Mara, la hermana de Lzaro, quien poco antes de la crucifixin lav los pies de Jess con el ms fino y costoso perfume y luego los sec con sus cabellos (Juan 12: 3)

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sintieron el reproche agudamente cuando quitaron de la cruz el cuerpo magullado de su Seor (DTG 518).

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Jess no solamente eleva a la mujer a nuevas alturas, sino tambin honra y respeta su capacidad de usar sus poderes mentales para aprender.

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Una vez ms, Jess est rompiendo ese dominio de papel de la mujer asignado por la sociedad, para elevarla al lugar que Dios le ha asignado.

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Esto es lo que Jess manifiesta en todos esos encuentros. Al comprender lo anterior, uno puede entonces entender la declaracin del apstol de que en Cristo, no hay hombre o mujer (Gl. 3:28), siendo que su bautismo en Cristo los hace iguales.

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. La leccin que nos dejan los encuentros de Jess con mujeres cuyo cuerpo y cerebro eran desdeados y abusados, es que aquellos que reciben a Jesucristo deben honrar y respetar a las mujeres.

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Pero nuestro Seor est a la puerta y llama: Yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrar a su casa, y cenar con l, y l conmigo (Ap. 3:20).

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Esta es una promesa de perdn. Es la sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado al cubrirnos con su manto de perdn. Una vez perdonados, nos invita a dedicar a su servicio cada parte de nuestro cuerpo y mente, como un acto cotidiano de gratitud por el sacrificio hecho por nosotros.

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Que la renovacin de nuestra mente cree formas nuevas y saludables de relacionarnos unos con otros en Cristo, honrando cuerpo, alma y espritu como regalo de unos a otros porque reconocemos el valor que Dios le da a cada persona.

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Les invito a encontrar la forma de responder al Seor esta maana y a dirigirse hacia ese punto donde Dios desea que lo hagan.

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ADRA/WM Partnership www.enditnow.org www.adventistwomensministries.org