EL PASTOREO El pastoreo en la comarca nordeste ha tenido presencia desde tiempos inmemorables, han contribuido al mantenimiento del hábitat y son parte de nuestro paisaje. Las ovejas estaban presentes en todos los hogares, formaban parte de la economía de subsistencia. El papel de la mujer en este trabajo pasaba por la contribución a las tareas de cuidado y pastoreo, esta última en los años de infancia y primera juventud, pero sobre todo han desarrollado labores de transformación de los productos derivados: hilado de la lana, ordeño y elaboración del queso, elaboración de colchones… LA CONFECCIÓN La elaboración de fibras, telas y ropas ha sido una de las actividades que ha desarrollado el ser humano desde tiempos remotos. Con la industrialización del sector textil se ha ido abandonando la práctica pero el conocimiento de la transformación todavía lo conservan las mujeres de nuestros pueblos. Hasta los años 50, hilanderas solían ser todas las mujeres. En las tardes – noche de invierno se juntaban en una casa y provistas de rueca y huso hilaban las fibras de cáñamo, lino o lana. Las abuelas solían realizar los hilados más finos para la elaboración de prendas de vestir o ropa de cama, los hilados más gruesos se destinaban a telas para saco, cuerdas, etc. Hubo pueblos donde el hilado constituía una auténtica profesión pues los tejedores hacían los encargos a mujeres a cambio de una prestación económica. Las mujeres de la familia eran las encargadas de la confección de la mayor parte de las prendas de vestir y la ropa del hogar. A punto o ganchillo se elaboraban los jerseys, calcetines, arrullos y faldones para bebés, etc. en tela realizaban los chalecos, camisas, refajos, faldas y todo un arte constituyen los remiendos y piezas con los que se arreglaban las prendas desgastadas…. Es destacable los adornos en puntillas de encaje de bolillos y bordados con los que exaltaban las sábanas, mantelerías y otros complementos. EN LA GANADERÍA El ganado ha constituido la base económica de los pueblos de la comarca. En todas las casas estaba presente y ha sido la mujer la principal encargada de las labores de cuidado y alimentación cuando estaban en casa. El ordeño de vacas, ovejas y cabras era labor principalmente suya, la retirada de los huevos de las gallinas, el engorde del cerdo para la matanza… En los pueblos, era habitual juntar los animales de la misma especie de todos los vecinos y contratar a una persona para que se encargara del cuidado

durante el día, así, se constituyeron las profesiones de vaquero para el cuidado de las vacas, porquero para el cuidado de los cerdos en su origen derivando luego al cuidado de machos, mulas y burras, cabrero para el cuidado de las cabras y yegüero para el de las yeguas. Los titulares de estos trabajos eran los hombres, pero no en pocas ocasiones era su mujer la que desarrollaba las tareas y acompañaba al ganado al campo mientras el marido se ocupaba de otras cuestiones. LA ALIMENTACIÓN EL PAN El pan, alimento básico en nuestra alimentación, ha sido elaborado en los hogares hasta los años sesenta del siglo pasado. La mujer ha sido siempre la encargada de su elaboración, era quien sabía las proporciones de los ingredientes, los tiempos de reposo y cocción y el punto que había que darle a la masa. Era la encargada de reservar la recentadura para pasársela a la vecina que realizara la siguiente cocción. LA MATANZA La matanza del cerdo proporcionaba sustento para todo el año. En todos los hogares se sacrificaban uno o dos cerdos. Todas las tareas que conlleva eran realizadas por las mujeres de la familia y vecinas a excepción del sacrificio y el destazado del cerdo. El picado de la carne, los adobos, la preparación de los condimentos y aliños, el lavado de tripas, las morcillas, los chorizos, preparar las mantecas y los chicharrones… era dirigido y desarrollado por la mujer. LOS DULCES Para la celebración de acontecimientos familiares y fiestas no faltaban en las casas la bandeja de dulces. Estas pastas eran elaboradas por la mujer en los días previos. En nuestros pueblos tenemos recetas de sobaos, magdalenas, rosquillas de diferentes variedades, mantecados, florones, torta de chicharrón, buñuelos, etc. LA AGRICULTURA La agricultura ha sido, junto con la ganadería, la labor principal en nuestros pueblos. La mujer ha tenido mucho que hacer en esta profesión. La mujer empezaba en la tierra con el esparramado de la basura que se había dejado en montones en cada una de las tierras, continuaba con el escardado o la limpieza de las tierras sembradas de los cardos y malas hierbas que salían en primavera, para ello se ayudaban de una horquilla y una hoz y recorrían la tierra surco por surco. Una vez seco el cereal continuaba con el segado, haciendo las pausas oportunas para ir a casa a cocinar, atender a los niños y niñas pequeñas, dar de comer a los animales que estuvieran cerrados y volver con la comida a la tierra y seguir con la tarea. Contribuía en el acarreo de la mies a la era y una vez allí cogía las riendas del trillo para luego echarlo a la beldadora y separar la paja del grano. Para terminar de eras, como una más, recogía en sacos el grano y cargaba la paja en los carros.