Papá noel, una obra maestra

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22 GATOPARDO www.gatopardo.com AGENDA PÚBLICA Las cosas buenas En tiempos de crisis, los genios de Coca-Cola crearon la imagen publicitaria más potente del último siglo. Hoy, esa misma efigie es nuestro mayor ícono navideño, un fetiche infaltable en estas fechas. Papá Noel: una obra maestra ¿ Qué fue primero, la gallina o los huevos de oro? Detrás de la versión moderna de Papá Noel, aquella que nos enseñaron de niños, una marca registrada eterniza su nombre: The Coca-Cola Company. Así consta en los registros de propiedad intelectual. Corría 1931, cuando la empresa, enfrentada a los avatares de la crisis económica, decidió lanzar una nueva campaña para la temporada navideña. Entonces, por encargo de la compañía, Haddon Sundblom —un pintor estadounidense de raíces suecas— tomó como modelo a un amigo jubilado y retrató a un Santa Claus entrado en carnes, aspecto nórdico, gesto bonachón y actitud dadivosa, que poco y nada tenía que ver con la estampa larguirucha de San Nicolás, el sacerdote de origen turco que inspiró la leyenda. Sundblom terminó de plasmar su obra al engalanar a Papá Noel con los colores corporativos de la marca (blanca barba, rojo atuendo), y al dibujar una imponderable botella de Coke entre sus guantes a manera de gratificación por tantos regalos y deseos concedidos. Esta imagen apareció en diversos periódicos estadounidenses y, dado su rotundo éxito, no tardó en expandirse allende las diferentes latitudes culturales y religiosas vigentes en Navidad. ¿Cómo entender dicho acierto? A juicio de Ximena Ferro, coordinadora de la carrera de Comunicación Publicitaria en la Universidad San Francisco de Quito, “Coca-Cola logró que este personaje fuera tal cual el mundo quería que fuera, una personificación de la felicidad. Es tan clara la idea que la gente inmediatamente relaciona este concepto con Coca- Cola”. Para Ferro, posgraduada del Emerson College, de Boston, el flujo de capitales y la enorme cadena de distribución también habrían sido determinantes para hacer de Coca-Cola una lovemark, es decir, “una marca capaz de generar un sentido de amor único e irracional en sus consumidores”. Hasta 1966, Sundblom siguió realizando numerosos cuadros y lienzos del ahora tradicional viejito que todos conocemos, quizá subestimando el poder y la influencia de su obra maestra. Sus pinturas continuaron siendo utilizadas por la firma en cada uno de sus anuncios y propagandas, tal como se deriva de su legítimo derecho, y hoy muchas de ellas tienen un lugar reservado en importantes museos. No en vano, este 24 o 25 de diciembre, Papá Noel volverá a destapar nuestro perfecto sueño americano.

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AGENDA PÚBLICA — Las cosas buenas

En tiempos de crisis, los genios de Coca-Cola crearon la imagen publicitaria más potente del último siglo. Hoy, esa misma efigie es nuestro mayor ícono navideño, un fetiche infaltable en estas fechas.

Papá Noel:una obra maestra

¿Qué fue primero, la gallina o los huevos de oro? Detrás de la versión moderna de Papá

Noel, aquella que nos enseñaron de niños, una marca registrada eterniza su nombre: The Coca-Cola Company. Así consta en los registros de propiedad intelectual.

Corría 1931, cuando la empresa, enfrentada a los avatares de la crisis económica, decidió lanzar una nueva campaña para la temporada navideña. Entonces, por encargo de la compañía, Haddon Sundblom

—un pintor estadounidense de raíces suecas— tomó como modelo a un amigo jubilado y retrató a un Santa Claus entrado en carnes, aspecto nórdico, gesto bonachón y actitud dadivosa, que poco y nada tenía que ver con la estampa larguirucha de San Nicolás, el sacerdote de origen turco que inspiró la leyenda.

Sundblom terminó de plasmar su obra al engalanar a Papá Noel con los colores corporativos de la marca (blanca barba,

rojo atuendo), y al dibujar una imponderable botella de Coke entre sus guantes a manera de gratificación por tantos regalos y deseos concedidos. Esta imagen apareció en diversos periódicos estadounidenses y, dado su rotundo éxito, no tardó en expandirse allende las diferentes latitudes culturales y religiosas vigentes en Navidad.

¿Cómo entender dicho acierto? A juicio de Ximena Ferro, coordinadora de la carrera de Comunicación Publicitaria en la Universidad San Francisco de Quito, “Coca-Cola logró que este personaje fuera tal cual el mundo quería que fuera, una personificación de la felicidad. Es tan clara la idea que la gente inmediatamente relaciona este concepto con Coca-Cola”. Para Ferro, posgraduada del Emerson College, de Boston, el flujo de capitales y la enorme cadena de distribución también habrían sido determinantes para hacer de Coca-Cola una lovemark, es decir, “una marca capaz de generar un sentido de amor único e irracional en sus consumidores”.

Hasta 1966, Sundblom siguió realizando numerosos cuadros y lienzos del ahora tradicional viejito que todos conocemos, quizá subestimando el poder y la influencia de su obra maestra. Sus pinturas continuaron siendo utilizadas por la firma en cada uno de sus anuncios y propagandas, tal como se deriva de su legítimo derecho, y hoy muchas de ellas tienen un lugar reservado en importantes museos.

No en vano, este 24 o 25 de diciembre, Papá Noel volverá a destapar nuestro perfecto sueño americano.