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Papa Francisco EXHORTACIN APOSTLICA EVANGELII GAUDIUM

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Fechada el Ao de la Fe, el 24 de noviembre del 2013 en el primer ao de su pontificado. La Alegra del Evangelio I.- Alegra que se renueva y se comunica (2-8) II.- La dulce y confortadora alegra de evangelizar (9-13) III.- La nueva evangelizacin para la transmisin de la fe (14-18) Propuestas y lmites de esta exhortacin (16-18)

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Captulo I. LA TRANSFORMACIN MISIONERA DE LA IGLESIA I.- Una Iglesia en salida (20-24) Primeriar, involucrarse, acompaar, fructificar y festeja (24) II.- Pastoral en conversin (25-33) Una impostergable renovacin eclesial (27-33) III.- Desde el corazn del Evangelio (34-39) IV.- La misin que se encarna en los lmites humanos (40-45) V.- Una madre de corazn abierto (46-49)

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Captulo II. EN LA CRISIS DEL COMPROMISO COMUNITARIO I.- Algunos desafos del mundo actual (52-759 No a una economa de la exclusin (53-54) No a la nueva idolatra del dinero (55-56) No a un dinero que gobierna en lugar de servir (57-58) No a la inequidad que genera violencia (59-60) Algunos desafos culturales (61-67) Desafos de la inculturacin de la fe (68-70) Desafos de la cultura urbana (71-75)

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II.- Tentaciones de los agentes pastorales (76-109) Si al desafo de una espiritualidad misionera (78-80) No a la acedia egosta (81-83) No al pesimismo estril (84-86) Si a las relaciones nuevas que genera Jesucristo (87-92) No a la mundanidad espiritual (93-97) No a la guerra entre nosotros (98-101) Otros desafos eclesiales (102-109)

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Captulo III. EL ANUNCIO DEL EVANGELIO I.- Todo el Pueblo de Dios anuncia el Evangelio (111-134) Un pueblo para todo (112-134) Un pueblo con muchos rostros (115-118) Todos somos discpulos misioneros (119-121) La fuerza evangelizadora de la piedad popular (122-126) Persona a Persona (127-129) Carismas al servicio de la comunidad evangelizadora (130-131) Cultura, pensamiento y educacin (132-134)

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II.- La homila (137-138) La conversin de la madre (139-141) Palabras que hacen arder los corazones (142-144) III.- La preparacin de la predicacin (145-159) El culto a la verdad (146-148) La personalizacin de la Palabra (149-151) La lectura espiritual (152-153) Un odo en el pueblo 154-155) Recursos pedaggicos (156-159)

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IV.- Una evangelizacin para la profundizacin del Kerygma (160-175) Una catequesis Kerygmtica y mistaggica (163-168) El acompaamiento personal de los procesos de crecimiento (169-173) En torno a la Palabra de Dios (174-175)

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Captulo IV. DIMENSIN SOCIAL DE LA EVANGELIZACIN I.- La repercusiones comunitarias y sociales del Kerygma (177-185) Confesin de la fe y compromiso social (178-179) El Reino que nos reclama (180-185) La enseanza de la Iglesia sobre cuestiones sociales (182-185) II.- La inclusin social de los pobres (186-216) Unidos a Dios escuchando un clamor (186-192) Fidelidad al Evangelio para no correr en vano (193-196) El lugar privilegiado de los pobres en el Pueblo de Dios (197-201) Economa y distribucin del ingreso (202-208) Cuidar la fragilidad (209-216)

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III.- El bien comn y la paz social (217-237) El tiempo es superior al espacio (222-225) La unidad prevalece sobre el conflicto (226-230) La realidad es ms importante que la idea (231-233) El todo es superior a la parte (234-237) IV.- El dilogo social como contribucin a la paz (238-258) El Dilogo entre la fe, la razn y las ciencias (242-243) El dilogo ecumnico (244-246) Las relaciones con el judasmo (247-249) El dilogo interreligiosos (250-254) El dilogo social en un contexto de libertad religiosa (255-258)

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Captulo V. EVANGELIZADORES CON ESPRITU I.- Motivaciones para un renovado impulso misionero (262-283) El encuentro personal con el amor de Jess que nos salva (264-267) El justo espiritual de ser pueblo (268-274) La accin misteriosa del Resucitado y de su Espritu (275-280) La fuerza misionera de la intercesin (281-283) II.- Mara, la madre de la evangelizacin (284-288) El regalo de Jess a su pueblo (285-286) La Estrella de la evangelizacin (287-288)

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INTRODUCCIN: La razn de la alegra evanglica El Papa Francisco quiso tomar las proposiciones del snodo sobre la Nueva Evangelizacin enriquecindolas con conceptos propios, convirtiendo as el documento en el programa de su pontificado: La alegra del Evangelio. El mundo contemporneo con sus mltiples abrumadoras y ofertas de consumo, vive el riesgo de caer en una tristeza individualista y en una bsqueda enfermiza de placares superficiales

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El Papa invita a cada cristiano a renovar, ahora mismo, su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisin de dejarse encontrar por l. En efecto, se trata de una experiencia que permitira a todos sumergirse en el ro de alegra de los Evangelios: La alegra del Evangelio reconoce el Papa- llena el corazn y la vida entera de los que se encuentran con Jess.

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MENSAJES TICOS FUNDAMENTALES 1.- La primaca del amor La luminosidad del Evangelio, segn el Papa, nos conduce a aceptar que la vida es digna, nicamente cuando se reconoce la dignidad del otro; cuando se sale de la comodidad para atreverse a llegar a todas las periferias humanas que necesitan de esa luz. Quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino ms que reconocer al otro y buscar su bien. Adems, la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros.

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2.- Una tica evanglica y esencial Sugiere el Papa dos elementos de metodologa pastoral: en primer lugar, volver a lo esencial de la enseanza evanglica y, en segundo lugar, respetar a la jerarqua moral de los temas mismos, de las virtudes y de los actos morales. A propsito de las virtudes enfatiza la fe que se hace activa por la caridad (Ga 5,6) y las obras de amor misericordioso al prjimo y, respecto al ncleo moral fundamental, lo que debe resplandecer es la belleza del amor salvfico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado. Afirma el Papa: Si un prroco a lo largo de un ao litrgico habla diez veces sobre la templanza y slo dos otras veces sobre la caridad o la justicia se produce una desproporcin

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3.- La tica de la misericordia La moral que el Papa aconseja anunciar no debera ser estoica; tampoco una mera filosofa prctica, ni un catlogo de pecados y errores, sino, ms bien, evanglica, o sea, que privilegia la misericordia y el amor. Acerca de la moral cristiana, sucesivamente, el Papa se pregunta si no sera oportuno renovar tambin las formas de expresin, cuidando de permanecer ms fieles a la substancia de la doctrina que a los aspectos secundarios: intentar expresar las verdades de siempre en un lenguaje que permita advertir su permanente novedad una cosa es la substancia y otra la manera de formular la expresin.

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4.- Las fuentes de moralidad En teologa moral, para lograr una mejor y ms objetiva valoracin de los actos humanos, sabemos que adems de los actos en s mismo hay que tomar en consideracin las circunstancias en las cuales se realizan y la intencin, por la que son llevadas a cabo por alguna persona. En razn de estos elementos, el Papa nos recuerda lo que el Catecismo de la Iglesia catlica declara que: La imputabilidad y la responsabilidad de una accin pueden quedar disminuidas e incluso suprimidas a causa de la ignorancia, la inadvertencia, el temor, los hbitos, los afectos desordenados y otros factores psquicos o sociales (CIC 1735).

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El confesionario jams debe convertirse en una sala de torturas, sino en el lugar de la misericordia del Seor, porque la Iglesia debe ser principalmente madre de corazn abierto. Los ministros de los sacramentos, por ende, deben comportarse ms como facilitadores de la gracia que como aduana fiscalizadora, los fieles, en efecto, nos piden normas ms humanas y no normas que nos vuelven jueces implacables. Somos distribuidores de la gracia de Dios y no sus controladores.

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5.- tica de discernimiento Lo que distingue un discernimiento cualquiera de otro evanglico es la naturaleza de los principios iluminadores. En efecto, el discernimiento es evanglico cuando nos dejamos iluminar; en las elecciones morales, por los valores y principios del Evangelio, permaneciendo dciles al impulso del Espritu Santo. Por esta razn, el Papa as lo define: es la mirada del discpulo misionero, que se alimenta a la luz y con la fuerza del Espritu Santo. Ms concretamente, el Papa Francisco nos indica que esclarezcamos aquello que pueda ser fruto del Reino y tambin aquello que atenta contra el proyecto de Dios.

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6.- No a la economa de la exclusin Ante los desafos del mundo actual, el Papa Francisco pone, con razn, el de la economa en primer lugar: si son de alabar diagnostica el Papa- los avances que contribuyen al bienestar de la gente, como, por ejemplo, en el mbito de la salud, de la educacin y de la comunicacin, no podemos olvidar, sin embargo, que la mayora de los hombres y mujeres de nuestro tiempo vive precariamente el da a da, con consecuencias funesta. El mito de la sociedad de mercado que solucionara el problema de la pobreza produciendo riqueza contina escribiendo el Papa- expresa una confianza burda en la bondad de quienes detentan el poder econmico y en los mecanismo sacralizados del sistema econmico imperante (EG 54).

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El Papa denuncia que: la adoracin del antiguo becerrero de oro ha encontrado una versin nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la economa sin rostro y sin objeto verdaderamente humano (EG 55). Inspirndose en la enseanza patrstica, el Papa reitera que el no querer compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. En seguida, reconoce que un mal enquistado en las estructuras de la sociedad, tiene siempre un potencial de disolucin y de muerte (59). Dice no a una educacin que tranquilice a los pobres y los convierta en seres domesticados e inofensivos.

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Despus de la denuncia de la cultura del descarte y de la economa del egosmo indica las vas de salida: la primera, consiste en el despertar de la sociedad civil de ese estado hipntico en que se encuentra domesticada, cotidianamente, por los ndices de la Bolsa, lo spread y los nmeros, que bloquean toda iniciativa que demande ms participacin y ms democracia. La segunda va, la encontramos en la escucha del grito de la vctimas, de los pequeos, los excluidos y jvenes sin trabajo; la tercera va de salida, a decir el Papa Francisco, consistira en ese volver a partir de las periferias sociales del mundo, donde encontramos recluidos los desventajas y empobrecidos por el sistema.

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7.- La deformacin tica contempornea El dao social del proceso de secularizacin que adems de negar toda trascendencia, ha producido una creciente deformacin tica y un debilitamiento de la percepcin del pecado, personal y social, en favor de un progresivo aumento del relativismo moral. La defensa eclesial de las normas morales objetivas, vlidas para todos y que encuentra reconocimiento social. Ms bien, viene denunciada como acto de despotismo eclesial, contrario a los derechos humanos bsicos, declarados adems como absolutos.

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8.- Las Crisis institucionales La fragilidad cultural y el relativismo tico del momento histrico que nos toca vivir merman, inevitablemente, tambin las instituciones, tradicionales slidas, de la familia y matrimonio. El Papa reconoce que: la familia atraviesa una crisis cultural profunda y el matrimonio tiende a ser visto como una mera forma de gratificacin afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de cada uno.

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Afirma el Papa, es necesario llegar all donde se gestan los nuevos relatos y paradigmas y alcanzar con las palabras de Jess los ncleos ms profundos del alma de las ciudades (74). Se trata de un claro incentivo para que pongamos en accin, a tiempo, la revolucin del Evangelio.

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9.- La dimensin social del Evangelio La dimensin social del Evangelio, en pocas palabras, convoca a dos cosas: a la comunin solidaria con los pobres y la fecundidad misionera. Se trata de dos actitudes contrarias a la tentacin de una espiritualidad bien-estar y de una teologa de la prosperidad sin compromiso fraterno y sin aquella tica de la fraternidad tan querida por Jess: fraternidad mstica, contemplativa, que sabe mirar la grandeza sagrada del prjimo y descubrir a Dios en cada ser humano.

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10.- La mundanidad espiritual La crtica del Papa hacia lo que l llama mundanidad espiritual. En lugar de buscar la gloria del Seor, ms bien buscan gloria humana y bienestar personal. Esta oscura mundanidad se manifiesta a travs de un cuidado ostentoso de la Liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia (95) y de un manejo casi empresarial de los servicios religiosos. Otro sntoma despreciable de mundanidad espiritual reside en la obsesin por la apariencia

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11.- Los desafos ticos eclesiales Hay una secuencia de desafos eclesiales cuya naturaleza es, de carcter moral. Nos referimos al desafo de la verdadera misin del Laico en la Iglesia. Otro desafo es el de la mujer, cuyo aporte para la vida de la Iglesia es, sin lugar a duda, indispensable. Un tercer desafo es la juventud. Habr que integrar a los jvenes, sin miedo, a la vida comunitaria y permitirles ser los callejeros de la fe. Respecto a los candidatos al sacerdocio, sugiere que sean mejor seleccionados.

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12.- Las repercusiones sociales del Kerigma El Kerigma como el conjunto de elementos bblicos-doctrinales que se anuncian, de arranque, en todo proceso evangelizador. Tal vez, nunca habamos pensado en su fuerza moral de transformacin social. Es lo que nos revela el Papa en la cuarta parte de la Exhortacin: Las repercusiones sociales del Kerigma.

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13.- La centralidad de la caridad El captulo debuta anunciando la revolucin de la caridad: El contenido del primer anuncio-escribe el Papa- tiene inmediata repercusin moral cuyo centro es la caridad (177). El servicio de la caridad es tambin una dimensin constitutiva de la misin de la Iglesia y expresin irrenunciable de su propia esencia (179).

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14.- El Desafo del Reino Ms all de una caridad a la carta, tendente slo a tranquilizar la propia conciencia, los cristianos nos sentimos convocados para construir una sociedad ms justa y solidaria, que otorgue al entorno el sabor del Reino, que el Seor ha venido a establecer entre nosotros: en la medida en que L logre reinar entre nosotros nos anuncia el papa- la vida social ser mbito de fraternidad, de paz, de dignidad para todos (180).

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En propsito, escriba el Papa Pablo VI: la evangelizacin no sera completa si no tuviera en cuenta la interpelacin recproca que en el curso de los tiempos se establece entre el Evangelio y la vida concreta, personal y social del hombre (EN 29). El magisterio moral del Papa Francisco parece dilatar confines hacia alcances sociales bien precisos y con una enorme carga motivacional de clara naturaleza ms evanglica que sociolgica.

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15.- El pensamiento social de la Iglesia El Papa insiste en recordarnos que no podemos evitar ser concretos para que los grandes principios sociales, de hecho, no se queden en meras generalidades que no interpelan a nadie. Para reflexionar ms acerca del compromiso social de los cristianos en el mundo, el documento aconseja recurrir al conocido Compendio de la doctrina social de la Iglesia, del Pontificio Consejo Justicia y Paz (2004).

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16.- La inclusin social de los pobres Segn el Papa Francisco, hay dos grandes cuestiones sociales que determinarn el futuro de la humanidad; la inclusin social de los pobres y el reto de la paz. Como nos ha enseado Dios mismo en el conocido relato del xodo: He visto la afliccin de mi pueblo en Egipto y he escuchado su clamor Ex 3,7-8.10. La escucha atenta de ese clamor nos motivar para ser instrumentos de Dios para la liberacin y promocin de los pobres y para que sea ms justa la distribucin de los bienes y de la renta.

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El imperativo evanglico del Dadles ustedes de comer! debe hacerse vida, sea con gestos concretos e inmediatos de solidaridad que con acciones hacia las causas estructurales de la pobreza y de la exclusin social. La palabra solidaridad, en el pensamiento del Papa Francisco, supone crear una nueva mentalidad que piense en trmino de comunidad y de prioridad de la vida de todos y pide reconocer la funcin social de la propiedad y del destino universal de los bienes como realidades anteriores a la propiedad privada EG 189.

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La opcin por los pobres es fidelidad al Evangelio. La fidelidad al Evangelio es condicin privilegiada para no correr en vano. La literatura sapiencial, muy concretamente, nos sugiere la prctica de la limosna como ejercicio de la misericordia con los necesitados: La limosna libera de la muerte y purifica de todo pecado Tb 12,9. El mayor criterio tico del cristiano es y ser siempre la misericordia hacia el pobre.

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Jess mismo se hizo pobre, se dedic intensamente a ellos, en sus acciones y palabras, y se identific con ellos: Tuve hambre y me dieron de comer Mt 25,35s. Esta preferencia divina concluye el Papa, tiene consecuencias en la vida de fe de todos los cristianos, llamados a tener los mismos sentimientos de Jesucristo EG 197. Por todas estas razones: Quiero una Iglesia afirma el Papa- pobre para los pobres y que incluso, se deje evangelizar por ellos, los Juan Diego de nuestra historia. Segn el Evangelio nadie puede sentirse exceptuado de la preocupacin por los pobres y por la justicia social EG 201.

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17.- Sanar la economa y rescatar la poltica El anlisis de la realidad socioeconmico evidencia, lastimosamente, el estado de enfermedad de la economa contempornea. Si se quiere aliviar la situacin, habr que aplicar terapias intensivas a la economa global, atacando las causas estructurales de su inequidad. Para salir de la perversin econmica, segn el documento, el camino es que la economa y la poltica busquen el bien comn y se abran a la trascendencia EG 205.

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A la economa, que el Papa define como el arte de alcanzar una adecuada administracin de la casa comn, que es el mundo entero, y cuyos actos repercuten en todo el planeta, se pide que nunca acte al margen de la responsabilidad ecolgica y de los pobre EG 206. A imitacin de Jess, los cristianos somos llamados a cuidar de los ms frgiles de la tierra, reconociendo en ellos a Cristo sufriente. Una mencin especial en el documento tiene los migrantes y las personas que, en el mundo, estn privadas de libertad y son explotados EG 210.211.

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18.- No al aborto, s a la vida Defiende los derechos de las mujeres en su situacin de exclusin social y condena las legislaciones que no tutelan el derecho a la vida, aunque la Iglesia venga ridiculizada y tachada de obsoleta, oscurantista, conservadora e ideolgica por defenderla en todas sus etapas. El renunciar a defender la vida jams puede ser signo de modernidad. Lo que s se pudiera solicitar es un mayor acompaamiento a las mujeres en su condiciones de abortar, tambin el cuidado de la naturaleza, o sea, la ecotica, pudiera ser tema merecedor de ms atencin EG 215.

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19.- El bien comn y la paz social El tema de la paz, su exigencia no puede prescindir de la alegra y del amor. El Papa nos dice que: No puede entenderse como un irenismo o como una mera ausencia de violencia lograda por la imposicin de un sector sobre otro. En seguida aade: Tambin sera una falsa paz aquella que sirve como excusa para justificar una organizacin social que silencie o tranquilice a los ms pobres EG 218. La Paz para el Papa Francisco, don de Dios, es realidad teolgica con participacin de los hombres de buena voluntad

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En orden a la conquista de la Paz, el documento propone cuatro principios de convivencia social: 1. El tiempo, en cuanto permite trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos; 2. La unidad, en el espritu y entre los pueblos, en cuanto es superior al conflicto inhibindolo y permitiendo construir la paz; 3. La realidad que, por ser concreta, es superior a ideas de purismo anglico, de totalitarismos relativistas o moralismos son bondad; 4. El todo social que es mucho ms poderoso que lo local.

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Del dilogo social a la paz Para colaborar en la construccin de la paz, la Iglesia, afirma el documento, debe transitar por tres campos del dilogo social: con los estados, en el respeto de los principios de subsidiariedad y solidaridad; con la sociedad, incluyendo el dilogo con las culturas y las ciencias y con otros creyentes, en un camino de ecumenismo unitario entre todas las religiones para dar testimonio de unidad y de paz.

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Acerca del dilogo con las ciencias, consideramos objetiva e inteligente la postura eclesial que parte del reconocimiento de varios saberes: cientfico, filosfico y teolgico, para interpretarlos como caminos distintos, pero igualmente vlidos, para llegar a la verdad. La fe no le tiene miedo a la razn, ms bien necesita de ella porque ambas provienen de Dios. El Atrio de los gentiles es un esplndido instrumento para realizar el dilogo sobre los temas fundamentales de la tica, arte y ciencia EG 257. Slo as daremos prueba de la ineludible dimensin social del anuncio del Evangelio EG 257.

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ALEGRIA Evangelizar Promocin Escucha Acompaamiento Encuentro

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Realidad Pesimismo Economa Poltica Narcotrfico Problemtica Religiosa, Mundial

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RETOS Eclesiales culturales Laico Mujer Jvenes Pobres

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Espiritualidad Jess: Su Vida su Pasin Su Muertes Su Resurreccin Centralidad del Reino Los Todos: Evangelio, Espritu, Los pobres Comunidad, Persona a Persona, Ser Pueblo

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Como Misericordia Dilogo Verdad Justicia Paz Desarrollo

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Discpulos Misioneros Formacin, itinerarios de formacin en las dimensiones Una mejor disposicin para responder a los retos actuales Acompaamiento en procesos de duelo, tanatologa, Mediacin y centros de Escucha Identidad Intimidad Generatividad Desarrollo del sentido de pertenencia a la familia, grupo, cultura, equipo

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Objetivos Especficos Transformacin de Estructuras de Comunin y Participacin Procesos de formacin Impulso misionero

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Respeto a la Creacin Acompaamiento, escucha y vinculacin con otras instancias Desarrollo de capacidades y aprovechamiento de talentos y capacidades de cada regin Experiencias de relanzamiento como agentes de pastoral de diversas realidades: realidad: Migrantes, economa alternativa y desarrollo sustentable.