Existe una infinita soledad en los egos sobreinflados de mi generacin

Existe una infinita soledad en los egos sobreinflados de mi generacin.Un ego sobreinflado que no es otra cosa que la cara visible de un profundo malestar. Estamos atrapados bajo el pesadsimo traje de concreto de los modelos de pensamiento impuesto, de la sociedad de consumo, de la publicidad, del falso erotismo del desamor. Estamos aplastados bajo la ilusin de qu no hay salida, de que las vas a la libertad estn saturadas. Los que nos manejan nos regalan un escape sinttico a una realidad mejor, llena de luces de colores y sonrisas de plstico. Y nos educan como quieren, nos malforman para ser cuadrados perfectos y encajar en la pared que nos oculta el cielo. Fomentan descaradamente el egosmo, el cada cual por su lado, el individualismo disfrazado de independencia. Pero no existe tal cosa. Somos una masa que se amolda a las cajas que construyen los de arriba (y sobre todo, los que estn arriba de los de arriba). Ser distinto hoy es ser contrario a los estndares; pero Ser lo contrario a los estndares no es, de todas formas, depender de los estndares?

Estamos solos en la masa. No hay baluartes, no hay lderes, no hay ideales. Slo somos hordas de animales que se chocan entre s, arreados al matadero de los Seores de la moneda.

Estamos solos en la masa, pero ya no es la soledad de los poetas, aquella en la que resplandece el silencio, donde el vaco est lleno de significado. Sino fra, pegajosa soledad, carne de psicoanlisis.

Jovenes, es nuestra hora!Es arquetpico de la juventud ser crtico de lo que fue y construr lo que vendr, pero los ideales no son individuales. Abandonemos nuestras hermosas cajas de madera. Escuchemos lo que tenemos para decir. Encerrados en nuestro malestar, no podemos ver que el malestar es lo comn a todos.

La respuesta no est en la poltica, no la ha trado el ltimo candidato y no la traer el prximo. No est en el comunismo ni en el capitalismo. Ni en el arte horrendo que se olvida de lo bello de la experiencia humana (que ha olvidado a Mozart, a Miguel Angel y a Vitruvio). Ni en la fra ciencia sin valores o en religiones arcaicas.

La respuesta, compaeros, est en la unin, en nuestros valores e ideales, en la filosofa, en nuestra dignididad como hombres y sobre todo en nuestra voluntad para dar la vida por ellos. Somos responsables del mundo que vendr.

Nuestra mejor arma es la poesa, las ideas nunca mueren.

Exaltemos lo hermoso y venzamos a la muerte, pues es nuestro derecho.