Pamdemia tres o cuatro

4
ENES UNAM Unidad León LFt. Ileana Aguilar. Est. Ft. Pablo de Jesús Díaz Cruz Mayo 12, 2015. Se podría pensar que estoy aquí para exponer dos o tres frases motivacionales, hablar de clichés y no interesarme en profundizar en un tema clave –el núcleo, dirían algunos- de nuestra profesión, limitándome a escribir “algo”, cualquier cosa que ablande corazones, y así sacar una buena nota. Soul Surfer narra la vida de una adolescente, competidora en surfeo, quien es víctima de un ataque de tiburón y pierde el brazo. El espectador puede ver, incluso en primera persona, la evolución del shock, la intensidad del momento y la imposibilidad de los personajes ante una desgracia. Es aquí donde el espectador avispado pone en perspectiva su grado de preparación ante una situación que sobrepasa sus límites. Una situación que escapa de su control humano y, por tanto, limitado. Por lo que me informan, debo responder tres preguntas, siendo la primera ¿qué impulso a la protagonista a cumplir su sueño? Solo ella lo sabe. Como espectador, podemos intuir que su perseverancia obedece a su pasión por el deporte, pero ¿y si no fuese así? Podríamos pensar también en una obstinación juvenil o algún deseo de reconocimiento. ¿Cuál es el punto divisorio entre la perseverancia y la terquedad o fanatismo? Discutirlo traería consigo las más diversas e incluso radicales opiniones. Finalmente, en la película termina con un éxito ambiguo que nos deja insatisfechos. Y aún más importante, nos hace pensar sobre qué sería después. Sobre qué hay más allá de un concurso y un día de festejo. ¿Es

description

asi que si o no

Transcript of Pamdemia tres o cuatro

Page 1: Pamdemia tres o cuatro

ENES UNAM Unidad LeónLFt. Ileana Aguilar.Est. Ft. Pablo de Jesús Díaz Cruz Mayo 12, 2015.

Se podría pensar que estoy aquí para exponer dos o tres frases motivacionales, hablar de clichés y no interesarme en profundizar en un tema clave –el núcleo, dirían algunos- de nuestra profesión, limitándome a escribir “algo”, cualquier cosa que ablande corazones, y así sacar una buena nota.

Soul Surfer narra la vida de una adolescente, competidora en surfeo, quien es víctima de un ataque de tiburón y pierde el brazo. El espectador puede ver, incluso en primera persona, la evolución del shock, la intensidad del momento y la imposibilidad de los personajes ante una desgracia. Es aquí donde el espectador avispado pone en perspectiva su grado de preparación ante una situación que sobrepasa sus límites. Una situación que escapa de su control humano y, por tanto, limitado.

Por lo que me informan, debo responder tres preguntas, siendo la primera ¿qué impulso a la protagonista a cumplir su sueño? Solo ella lo sabe. Como espectador, podemos intuir que su perseverancia obedece a su pasión por el deporte, pero ¿y si no fuese así? Podríamos pensar también en una obstinación juvenil o algún deseo de reconocimiento. ¿Cuál es el punto divisorio entre la perseverancia y la terquedad o fanatismo? Discutirlo traería consigo las más diversas e incluso radicales opiniones. Finalmente, en la película termina con un éxito ambiguo que nos deja insatisfechos. Y aún más importante, nos hace pensar sobre qué sería después. Sobre qué hay más allá de un concurso y un día de festejo. ¿Es válido pensar que su vida volvería a ser normal, o cambiaría radicalmente después de ganar? ¿Es que existe una persona con tal fortaleza o temple que una mutilación la hace deprimir por un periodo corto de tiempo? ¿Cuánto tiempo tardaría una persona normal, estándar, equis, para superar algo así? ¿Diez días? ¿diez años? Busqué en google palabras clave “psicología” y “mutilación”, siendo esta última puesta en letras gruesas y azules, y sustituida por “motivación”. Después de ahí no supe cómo continuar y decidí pasar al segundo punto: el papel de la familia.

Un papá, una mamá, una hermana y un hermano que en todo momento apoyan y escuchan. Existe complicidad e incluso camaradería. Risas y bromas se hacen presentes habitualmente. Tengo una amiga a la cual un día, así sin más, su pareja de aquel entonces decidió terminar su relación. Como toda adolescente lo

Page 2: Pamdemia tres o cuatro

tomó como si hubiesen asesinado a sus ancestros y a toda su descendencia, hubiesen quemado sus cosechas, violado a sus mujeres y destruido sus templos. Un día me dijo “de no ser por mi perrito, me habría colgado o algo”.

Exageraba. Usted, agudo lector, debe preguntarse por qué le estoy contando esto. Le

pido paciencia, pues tiene un motivo. Tiempo después pensé en el perro de mi amiga. Una ridícula bola de pelo gris que apenas puede ver. Un perro no puede decir “échale ganas”, ni dar palmadas ni invitarte a beber. Un perro está ahí. Permanece. Un perro ES. La imagen de mi amiga le parecerá triste o ridícula, pero es importante destacar la importancia de la presencia. Existen pacientes (he visto algunos) que acuden a terapia a conversar como en una visita al peluquero. Conducen treinta kilómetros y pagan noventa pesos por y uno que otro ejercicio. Y está bien. Se concluye que, en ocasiones, el apoyo emocional consiste en estar. En permanecer ahí. Sin abrazos, sin “te entiendo”, sin “todo va a estar bien”. Existir un momento para alguien es valioso. ¿Estamos, pues, exentos de tener que aprender frases inspiradoras y vomitárselas al paciente? Posiblemente. No lo sé. Realmente sería incómodo el aprender diálogos acartonados y recitarlos a alguien durante sus dificultades. No soy actor. Actúo feo, mecánico y me pongo nervioso. Sería muy interesante ver, en la película, qué cambios existen al sustituir todos esos diálogos y dejar todo el silencio. Remover la musicalidad de las olas, despedir a los violinistas y escuchar qué tanto tiene que decir aquel a quien le fue mutilado un brazo. Los sueños mueren y renacen una y otra vez, hasta verse completos o nunca más existir.

Frases como tal, no. No soy alguien de frases o aforismos, y pocas, muy pocas, llegan a gustarme. Una frase por sí sola no funciona. El sentido llega a ser tan corto, tan incompleto, que nos conducen a lugares falsos. La película estuvo bien, pues me gustan los tiburones y los ukeleles. Da pie a análisis profundos sobre un tema que siempre va a dar de qué hablar: las mutilaciones. Finalmente, no me queda más que agradecer a Usted, lector, por la paciencia y atención al ensayo presente, esperando que los minutos secuestrados no estén deseosos de pedir una devolución.

Me despido con una cita de no sé quién.Saludos cordiales.

Pablo Díaz

**«Si una puerta se cierra, no olvides que... puedes tocar insistentemente

para que la abran de nuevo, llamar un cerrajero, tirarla a patadas o conseguir una orden judicial de reapertura».

**

Page 3: Pamdemia tres o cuatro