Palabras Radiantes Cap1

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PALABRAS RADIANTES LIBRO SEGUNDO DE EL ARCHIVO DE LAS TORMENTAS Traducción de Rafael Marín Trechera Barcelona • Madrid • Bogotá • Buenos Aires • Caracas • México D.F. • Miami • Montevideo • Santiago de Chile B BRANDON RANDON S SANDERSON ANDERSON

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Segunda entrega de la guerra de las tormentas

Transcript of Palabras Radiantes Cap1

PALABRAS RADIANTESLIBRO SEGUNDO DE EL ARCHIVO DE LAS TORMENTAS Traduccin de Rafael Marn Trechera Barcelona Madrid Bogot Buenos Aires Caracas Mxico D.F. Miami Montevideo Santiago de ChileBRANDON SANDERSONPalabras radiantes 4AS.indd 5 4/6/15 17:53 Ttulo original: Words of RadianceTraduccin: Rafael Marn Trechera1. edicin: julio, 20152014 by Dragonsteel Entertainment, LLCTodoslosderechosreservados.Ilustracionesalprincipiodeloscaptulos22y49 por Dan dos Santos. Ilustraciones al principio de los captulos 3, 17, 30, 45, 54, 70, 75y 77 por Ben McSweeney. Mapas, guarda nal e ilustraciones al principio de los captulos 5, 1, 14, 35, 60, 65, 80, 83 y nota nal por Isaac Stewart. Guarda inicial por Michael Whelan y Ben McSweeney. Editado por Moshe Feder. Diseado por Greg Collins.Ediciones B, S. A., 2015Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona (Espaa)www.edicionesb.comPrinted in SpainISBN: 978-84-666-5754-9DL B 14372-2015Impreso por LIBERDPLEX, S.L.Ctra. BV 2249 km 7,4Polgono Torrentfondo08791 Sant Lloren dHortonsTodos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidasen el ordenamiento jurdico, queda rigurosamente prohibida, sin autorizacin escrita de los titulares del copyright, la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografa y el tratamiento informtico, as como la distribucin de ejemplares mediante alquiler o prstamo pblicos.Palabras radiantes 4AS.indd 6 4/6/15 17:53Para Oliver Sanderson, que naci cuando este libro iba por la mitad, y ya andaba cuando se termin.Palabras radiantes 4AS.indd 7 4/6/15 17:53Palabras radiantes 4AS.indd 8 4/6/15 17:53 9 AGRADECIMIENTOSComo cabe suponer, producir un libro de La Guerra de las Tor-mentas constituye una labor ardua. Requiri casi dieciocho meses de escritura, desde el borrador hasta la revisin final, e incluye trabajos de cuatro ilustradores distintos y la experta mirada crtica de un buen nmero de profesionales, por no mencionar los equipos que se dedi-can a la produccin, publicidad, mrketing, y todo lo dems que ne-cesita un libro importante para tener xito.Desdehaceunasdosdcadas,LaGuerradelasTormentasha sido mi sueo: la historia que siempre dese contar. Las personas que mencionar a continuacin contribuyeron a que mi sueo se hiciera realidad, y no hay palabras para expresar mi gratitud por sus esfuer-zos. En el caso de esta novela, el primero de la lista tiene que ser mi ayudante y principal corrector, el competente Peter Ahlstrom, quien dedic muchas horas a este libro. Tuvo que enfrentarse a mi obsti-nacin en determinadas cuestiones que no acababan de encajar en la trama... y acab convencindome de mi error en la mayora de los casos.Como siempre, Moshe Feder (el hombre que me descubri como escritor) llev a cabo una excelente labor editorial en el libro. Joshua Bilmes, mi agente, despleg su buen hacer tanto como representante como en su experiencia en el mundo editorial. Le acompaan Eddie Schneider, Brady Palabras Bradiantes McReynolds, Krystyna Lo-pez, Sam Morgan, y Christa Atkinson en la agencia. En Tor, Tom Doherty acept que le entregara un libro an ms extenso que el lti-mo (cuando le haba prometido que sera ms corto). Terry McGarry corrigi las pruebas, Irene Gallo es responsable de la direccin artsti-ca de la cubierta, Greg Collins del diseo interior, el equipo de Brian Lipofsky en Wetchester Publishing Services de la composicin, Meryl Gross y Karl Gold de la produccin, Patty Garca y su equipo de la Palabras radiantes 4AS.indd 9 4/6/15 17:53 10 publicidad. Paul Stevens actu como superhombre cada vez que le ne-cesitamos. Muchsimas gracias a todos vosotros.Puede que hayan advertido que este volumen, como el anterior, cuenta con unas ilustraciones sorprendentes. Mi visin de La Guerra de las Tormentas ha sido siempre la de una serie que trascenda las ex-pectativas artsticas habituales en un libro de su naturaleza. Por tanto, es un honor que, de nuevo, mi ilustrador favorito, Michael Whelan, se haya implicado en el proyecto. Considero que su cubierta transmite la esencia de Kaladin a la perfeccin, y me siento enormemente agra-decido por el tiempo extra que dedic a la portada (por insistencia propia), realizando tres borradores hasta quedar satisfecho. Que las guardas muestren tambin la excelente labor de Shallan es ms de lo que esperaba, y me siento honrado por lo bien que queda todo el con-junto.Cuando comenc La Guerra de las Tormentas, habl de tener ar-tistas invitados que colaboraran espordicamente. Tenemos los pri-meros en esta novela, de los cuales Dan dos Santos (otro de mis dibu-jantes favoritos y responsable de la cubierta original de El aliento de los dioses) accedi a hacer algunas ilustraciones interiores.BenMcSweenyregresamablementeparahacermsincrebles bocetos para nosotros. Trabajar con l es una autntica delicia, so-bre todo por su rapidez en captar mis ideas, incluso cuando no es-toy del todo seguro de lo que quiero: pocas personas conozco en las que talento y profesionalidad se combinen como en el caso de Ben. Pueden encontrar ms obra suya en InkThinker.net.Hace mucho tiempo, casi diez aos ya, conoc a un hombre llama-do Isac Stewart, quien, adems de ser aspirante a escritor, era un ilus-trador excelente, sobre todo en lo relativo a mapas y smbolos. Co-menc a colaborar con l en mis libros (empezando con Nacidos de la bruma) y l acab por prepararme una cita a ciegas con una mujer lla-mada Emily Blushman... con quien al final me cas. As que no es pre-ciso mencionar que le debo a Isac unos cuantos favores. Con cada li-bro en el que trabaja, esa deuda se incrementa segn voy viendo el sorprendente trabajo que desarrolla. Este ao decidimos hacer su im-plicacin un poco ms oficial, ya que lo contrat a tiempo completo para que fuera ilustrador interno y me ayudara con las tareas adminis-trativas. As que si lo ven, denle la bienvenida al equipo. (Y dganle que siga trabajando en sus propios libros, que no estn nada mal.)Tambin est con nosotros en Dragonsteel Entertainment Kara Stewart, la esposa de Isac, como nuestra gerente de envos. (Lo cierto es que intent contratar a Kara primero, e Isac seal que alguna de Palabras radiantes 4AS.indd 10 4/6/15 17:53 11 las cosas para las que quera contratarla las poda hacer l. Y as acab conlosdos,enunacuerdomuyventajoso.)Ellaeslapersonacon quien contactarn si piden camisetas, psteres o artculos similares a travs de mi web. Y es genial.Recurrimos a unos cuantos asesores expertos en este libro, inclu-yendo a Matt Bushman por su experiencia como poeta y compositor. Ellen Asher nos dio grandes indicaciones en las escenas con caballos, y Karen Ahlstrom fue una asesora adicional en poesa y canciones. MichelleWalkernosasesorenescrituraalezi.Finalmente,Elise Warren nos ofreci consejos certeros en cuanto a la psicologa de un personaje clave. Gracias a todos por prestarme vuestros cerebros.Este libro ha tenido bastantes lectores previos con estrictas res-tricciones de tiempo, as que envo un apasionado saludo a quienes participaron. Son: Jason Denzel, Michelle Walker, Josh Walker, Eric Lake,DavidBehrens,JoelPhillips,JoryPhillips,KristinaKugler, Lyndsey Luther, Kim Garrett, Layne Garrett, Brian Delambre, Brian T. Hill, Alice Arneson, Bob Kluttz y Nathan Goodrich.Los correctores de galeradas en Tor incluyen a Ed Chapman, Brian Connolly y Norma Hoffman. Entre los correctores de la comunidad se encuentran Adam Wilson, Aubree y Bao Pham, Blue Cole, Chris King, Chris Kluwe, Emily Grange, Gary Singer, Jakob Remick, Jared Gerlach,KellyNeumann,KendraWilson,KerryMorgan,Maren Menke, Matt Hatch, Patrick Mohr, Richard Fife, Rob Harper, Steve Godecke, Steve Karam y Will Raboin.Mi grupo de escritura consigui llegar a la mitad del libro, lo cual es mucho, considerando su extensin. Para m son un recurso valios-simo. Sus miembros son: Kaylynn ZoBell, Kathleen Dorsey Sander-son, Danielle Olsen, Ben-hijo-hijo-Ron, E. J. Patten, Alan Layton y Karen Ahlstrom.Y, finalmente, gracias a mi querida (e inquieta) familia. Joel, Dallin y el pequeo Oliver me ayudan a conservar la humildad cada da ha-ciendo que siempre sea el villano que es derrotado. Mi encantadora esposa, Emily, ha soportado mucho este ltimo ao, a medida que las giras se hacan ms largas, y sigo sin estar seguro de qu habr hecho para merecrmela. Gracias a todos por conseguir que mi mundo sea mgico.Palabras radiantes 4AS.indd 11 4/6/15 17:53Palabras radiantes 4AS.indd 12 4/6/15 17:53Palabras radiantes 4AS.indd 13 4/6/15 17:53Palabras radiantes 4AS.indd 14 4/6/15 17:53LI BROSEGUNDO PALABRASRADI ANTESPalabras radiantes 4AS.indd 15 4/6/15 17:53Palabras radiantes 4AS.indd 16 4/6/15 17:53 17 HACE SEIS AOSJasnah Kholin finga disfrutar de la fiesta y nada en su comporta-miento indicaba que pretenda ordenar la muerte de uno de los in-vitados.Recorrielabarrotadosalndebaile,prestandoatencinalas conversacionesmientraselvinosoltabalaslenguasyenturbiaba las mentes. Su to Dalinar lo estaba disfrutando plenamente, de pie ante la alta mesa y gritando a los parshendi que trajeran a los percusio-nistas. Elhokar, el hermano de Jasnah, corri a hacerlo callar, aunque los alezi hicieron gala de su educacin haciendo caso omiso al estalli-do de Dalinar. Todos menos la esposa de Elhokar, Aesudan, que disi-mul una sonrisa tras un pauelo.Jasnah dio media vuelta y continu recorriendo la sala. Tena una cita con una asesina, y se alegraba de dejar atrs la abarrotada estancia, donde se concentraban desagradablemente demasiados perfumes. Un cuarteto de mujeres haca sonar sus flautas en una plataforma elevada frente a la chimenea encendida, pero la msica haca tiempo que se ha-ba vuelto aburrida.Al contrario que Dalinar, Jasnah atraa las miradas. Aquellos ojos que se posaban en ella eran como moscas en la carne podrida, siguin-dola constantemente. Los susurros parecan alas zumbonas. Si haba una cosa que en la corte alezi tena ms xito que el vino eran los chis-morreos. Todos esperaban que Dalinar se dejara llevar por la bebida durante un banquete, pero que la hija del rey cediera a la hereja? Eso s que no tena precedentes.Palabras radiantes 4AS.indd 17 4/6/15 17:53 18 Jasnah haba hablado de sus sentimientos precisamente por ese motivo.Dej atrs la delegacin parshendi, que se congregaba junto a la alta mesa, departiendo en su rtmico lenguaje. Aunque esta celebra-cin los honraba a ellos y al tratado que haban firmado con el padre de Jasnah, no parecan festivos ni felices, sino nerviosos. Naturalmen-te, no eran humanos, y la forma en que reaccionaban a veces resultaba extraa.Jasnah quera hablar con ellos, pero su cita no poda esperar. Ha-ba fijado previamente el encuentro para que se produjera en plena fiesta, cuando casi todos estaran distrados y borrachos. Se encamin hacia las puertas y de pronto se detuvo.Su sombra apuntaba en la direccin equivocada.La sala sofocante, abarrotada y ruidosa pareci alejarse. El alto prncipe Sadeas atraves una sombra que apuntaba claramente hacia la lmpara de esferas de la pared cercana, pero como conversaba ani-madamente con su acompaante, Sadeas no se dio cuenta. Jasnah con-templ aquella sombra y sinti que la piel se le volva pegajosa, y el estmago se le tensaba, como le suceda cuando estaba a punto de vo-mitar. Otra vez no. Busc otra fuente de luz. Un motivo. Podra en-contrar un motivo? No.La sombra se volvi lnguidamente hacia ella, rezumando hacia sus pies para luego estirarse hacia el otro lado. La tensin de Jasnah ces. Pero lo haba visto alguien ms?Por fortuna, mientras estudiaba la sala no se top con ninguna mirada de sorpresa. La atencin de la gente se haba vuelto hacia los percusionistas parshendi, que en ese momento trasponan las puertas para iniciar su nmero. Jasnah frunci el ceo al advertir a un criado que no perteneca a esa raza, vestido con amplios ropajes blancos, que les ayudaba. Un shin? Eso no era habitual.La joven recuper la compostura. Qu significaban estos episo-dios que sufra? Segn las supercheras que se contaban, las sombras de conducta extraa significaban que estabas maldito. Normalmente no haca el menor caso de esas habladuras, pero algunas supersti-ciones tenan una base cierta. Sus otras experiencias lo demostraban. Tendra que seguir investigando.Los pensamientos calmados y lgicos le parecan mentira compa-rados con la verdad de su piel fra y pegajosa y el sudor que le corra por la nuca. Pero era importante permanecer racional en todo mo-mento, no solo cuando estaba tranquila. Se oblig a atravesar las puer-tas, dejando la calurosa sala por el silencioso pasillo. Haba elegido la Palabras radiantes 4AS.indd 18 4/6/15 17:53 19 salida trasera, que solan usar los criados. Era, despus de todo, la ruta ms directa.All, los maestros de sirvientes vestidos de negro y blanco iban de un lado al otro cumpliendo los encargos de sus brillantes seores o damas. Jasnah ya haba contado con eso, pero no haba previsto que su padre estuviera all delante, charlando tranquilamente con el bri-llante seor Meridas Amaram. Qu estaba haciendo el rey all?Gavilar Kholin era ms bajo que Amaram, pero este se encorvaba en presencia del rey. Eso era algo habitual, pues Gavilar hablaba con tanta intensidad que queras inclinarte y prestar atencin para captar cada palabra e implicacin. Era un hombre guapo, no como su herma-no, con una barba que realzaba la lnea de su fuerte mandbula en vez de cubrirla. Tena un magnetismo y una intensidad personal tales que Jasnah consideraba que ningn bigrafo haba conseguido an descri-birlo fielmente.Tearim, capitn de la guardia del rey, permaneca tras ellos. Lleva-ba la armadura Esquirlada de Gavilar: el rey haba dejado de llevarla ltimamente, pues haba preferido confirsela a Tearim, famoso por ser uno de los grandes duelistas del mundo. El monarca haba optado, en cambio, por lucir tnicas de majestuoso estilo clsico.Jasnah se volvi a mirar el saln de celebraciones. Cundo se ha-ba escabullido su padre? Tonta se acus. Tendras que haber comprobado si estaba todava all dentro antes de salir.Ante ella, Gavilar apoy la mano en el hombro de Amaram y alz un dedo. Hablaba de manera rotunda pero en voz baja, y Jasnah no lleg a captar lo que deca.Padre? pregunt.l se volvi a mirarla.Ah, Jasnah. Te retiras tan temprano?No se puede decir que sea temprano contest ella, acercn-dose. Le pareca obvio que Gavilar y Amaram haban salido a buscar intimidad para mantener su charla. Esta es la parte ms tediosa de la fiesta, cuando las conversaciones se vuelven ms fuertes pero no ms inteligentes, y la compaa se embriaga.Mucha gente considera que eso es divertido.Mucha gente, por desgracia, es idiota. Su padre sonri.Tan difcil te resulta? pregunt amablemente. Solo se trata de vivir con el resto de nosotros, sufrir nuestras mediocres inteligen-cias y nuestros triviales pensamientos. Tan sola te sientes al ser tan nica en tu brillantez, Jasnah?Palabras radiantes 4AS.indd 19 4/6/15 17:53 20 Ella lo acept como la reprimenda que era y descubri que se ru-borizaba. Ni siquiera su madre, Navani, poda causar ese efecto en ella.Tal vez si encontraras amistades agradables disfrutaras de las fiestas aadi Gavilar. Sus ojos se volvieron hacia Amaram, a quien haca tiempo que vea como posible pareja para ella.Pero eso era algo que no sucedera. Amaram la mir a los ojos, luego murmur unas palabras de despedida al rey y se march presu-roso pasillo abajo.Qu encargo le has encomendado? pregunt Jasnah. Qu maquinas esta noche, padre?El tratado, naturalmente.El tratado. Por qu le preocupaba tanto? Otros le haban aconse-jado que ignorara a los parshendi o los conquistara. Gavilar insista en alcanzar un acuerdo.Debera regresar a la celebracin dijo el rey, haciendo una se-al a Tearim. Los dos se encaminaron hacia la puerta por la que Jasnah haba salido.Padre? dijo ella. Qu me ests ocultando?l se volvi a mirarla y se detuvo un instante. Ojos verde claro, seal de su buena cuna. Cundo se haba vuelto tan juicioso? Tor-mentas... Jasnah se senta como si ya no conociera a este hombre. Una transformacin tan sorprendente en tan corto espacio de tiempo.Por la forma en que la inspeccionaba, casi pareca que no confiaba en ella. Saba lo de su encuentro con Liss?El rey se dio media vuelta sin decir nada ms y regres a la fiesta, seguido por su guardia.Qu est pasando en este palacio?, pens Jasnah. Inspir pro-fundamente.Tendraqueseguirindagando.Porsuerte,supadreno haba descubierto sus encuentros con asesinos, pero aunque lo hubie-ra hecho, ella habra seguido adelante con su plan a pesar de todo. Sin duda el rey comprendera que alguien tena que velar por la familia mientras l se senta cada vez ms fascinado por los parshendi. Jasnah se dio media vuelta y continu su camino. Un maestro de sirviente se inclin a su paso.Despus de caminar por los pasillos un breve trecho, advirti que su sombra empezaba a comportarse de nuevo de manera extraa. Sus-pir con malestar mientras la sombra se extenda hacia las tres lmpa-ras de luz tormentosa de las paredes. Por suerte, se haba alejado de las zonas ms transitadas y no se vea a ningn criado por ninguna parte.Muy bien exclam. Ya basta.Palabras radiantes 4AS.indd 20 4/6/15 17:53 21 No haba pretendido hablar en voz alta. Sin embargo, mientras las palabras surgan de su boca, varias sombras lejanas, originadas en un cruce que haba ms adelante, cobraron vida. Jasnah contuvo la respi-racin. Las sombras se estiraron, se hicieron ms densas. A partir de ellasseformaronunasfigurasquecrecieron,seincorporaron,seir-guieron.Padre Tormenta. Me estoy volviendo loca.Una tom la forma de un hombre, negra como la noche, aunque tena cierto brillo, como si estuviera hecha de aceite. No... de otro l-quido con una capa externa de aceite, lo cual le daba una oscura y re-flejante calidad.La sombra avanz hacia ella y desenvain una espada.La lgica, fra y resuelta, guio a Jasnah. Aunque gritara, no con-seguira que nadie acudiera en su ayuda con suficiente rapidez, y la negra agilidad de esa criatura indicaba una velocidad que sin duda su-peraba la suya.Se mantuvo firme y mir a la criatura, haciendo que vacilara. Tras ella, otros seres se haban materializado en la oscuridad. Jasnah lleva-ba meses sintiendo la mirada de aquellos ojos.Todo el pasillo se haba oscurecido, como si se hubiera sumergido ysehundieralentamenteenprofundidadessinluz.Conelcorazn desbocado, respirando entrecortadamente, Jasnah alz la mano hacia la pared de granito que tena al lado, buscando tocar algo slido. Sus dedos se hundieron ligeramente en la piedra, como si el muro se hu-biera convertido en barro.Oh,tormentas.Tenaquehaceralgo.Peroqu?Qupoda hacer?La figura que estaba ante ella mir hacia la pared. La lmpara ms cercana se apag. Y entonces...Entonces el palacio se desintegr.Todo el edificio se quebr en miles de pequeas esferas de cristal semejantes a cuentas. Jasnah grit mientras caa hacia atrs a travs de un cielo oscuro. Ya no estaba en el palacio: se encontraba en otro lu-gar, en otra tierra, otro tiempo, otro... lo que fuera.Estaba a solas con la visin de la oscura figura lustrosa que flotaba en el aire sobre ella y pareci satisfecha mientras volva a envainar la espada.Jasnah choc contra algo: un ocano de cuentas de cristal. A su alrededorllovieronunnmeroincontabledeellas,repiqueteando como granizo en el extrao mar. Era la primera vez que vea ese lugar: no poda explicar lo que haba sucedido ni lo que significaba. Se deba-Palabras radiantes 4AS.indd 21 4/6/15 17:53 22 ti mientras se hunda en lo que pareca ser una imposibilidad. Cuen-tas de cristal por todas partes. No poda ver nada ms all, solo se senta caer a travs de esta masa revuelta, sofocante y ruidosa.Iba a morir. Dejara su trabajo sin terminar, a su familia sin pro-teccin!Nunca conocera las respuestas.No.Jasnah se agit en la oscuridad; las cuentas se extendan sobre su piel, se le metan por entre la ropa y se le colaban por la nariz mientras intentaba nadar. No poda hacer nada. No poda flotar en este caos. Se llev una mano a la boca tratando de crear una burbuja de aire para respirar, consiguiendo as dar una pequea bocanada. Pero las cuentas rodaron alrededor de su mano, se introdujeron entre sus dedos. Jas-nah se hundi, ya ms despacio, como a travs de un lquido viscoso.Cada cuenta que la tocaba dejaba una leve impresin de algo. Una puerta. Una mesa. Un zapato.Al final las cuentas le invadieron la boca, movindose como por voluntad propia. Iban a asfixiarla, a destruirla. No... no, era solo por-que parecan atradas hacia ella. Capt una impresin; no un pensa-miento claro, sino una sensacin. Queran algo de ella.Agarr una cuenta con la mano: le dej la impresin de una copa. Ella le dio... algo a cambio? Las otras cuentas cercanas se acercaron, conectndose, pegndose como piedras unidas con argamasa. En un instante ella cay no entre cuentas separadas e individuales, sino a tra-vs de grandes masas pegadas en forma de...Copa.Cada cuenta era un patrn, una gua para las otras.Solt la que tena en la mano y las cuentas a su alrededor se separa-ron.Manote,buscandodesesperadamentemientrassequedabasin aire. Necesitaba algo que pudiera utilizar, algo que la ayudara, algo para sobrevivir! Desesperada, abri los brazos para tocar tantas perlas como fuera posible.Una bandeja de plata. Un abrigo.Una estatua. Una lmpara.Y luego, algo antiguo.Algo pesado y de pensamiento lento, pero, de algn modo, fuerte. El palacio mismo. Frentica, Jasnah agarr esa esfera y forz su poder hacia ella. Obnubilada, le dio a esta perla todo lo que tena, y luego le orden que se alzara.Palabras radiantes 4AS.indd 22 4/6/15 17:53 23 Las perlas se agitaron.Se produjo un gran estrpito mientras las esferas entrechocaban, tintineando, crujiendo, sacudindose. Era casi como el sonido de una ola rompiendo contra los escollos. Jasnah emergi de las profundida-des al tiempo que algo slido se mova bajo ella, obedeciendo su orden. Lasperlasrepiquetearonsobresucabeza,sushombros,susbrazos, hasta que finalmente surgi como una explosin de la superficie del mar de cristal, lanzando un chorro de perlas al cielo oscuro.Se arrodill en una plataforma de cristal hecha de pequeas cuen-tasunidas.Mantuvolamanoenelcostado,impulsadahaciaarriba, agarrando la esfera que era la gua. Otras rodaron a su alrededor, adop-tando la forma de un pasillo con lmparas en las paredes en el que ms adelante se vea un cruce. Algo fallaba en la imagen, claro: todo estaba hecho de cuentas. Pero era una buena aproximacin.Jasnah no tena fuerza suficiente para formar el palacio entero, as que se haba limitado a formar ese nico pasillo, sin el tejado. Pero el suelo la sostena, le impeda hundirse. Abri la boca con un gemi-do y las perlas cayeron para repicar contra el suelo. Entonces tosi, inhalando ansiosamente aire, mientras el sudor le corra por los lados de la cara y se concentraba en su barbilla.Ante ella, la oscura figura se subi a la plataforma. De nuevo de-senvain la espada.Jasnah agarr una segunda perla, correspondiente a la estatua que haba sentido antes. Le dio poder, y otras perlas se reunieron ante ella, tomando la forma de una de las esculturas que flanqueaban la par te delantera del saln de festejos: la estatua de TalenelatElin, Heraldo de la Guerra. Un hombre alto y musculoso con una enorme hoja esquir-lada.No estaba viva, pero ella la hizo moverse, bajando su espada de cuentas. Dudaba de que pudiera luchar. Las cuentas redondas no po-dan formar una hoja afilada. Sin embargo, la mera amenaza hizo vaci-lar a la figura oscura.Rechinando los dientes, Jasnah se oblig a ponerse en pie y las perlas cayeron de sus ropas. No estaba dispuesta a arrodillarse ante esta criatura, fuera lo que fuese. Se detuvo junto a la estatua de cuen-tas, advirtiendo por primera vez las extraas nubes en lo alto. Parecan formar un estrecho tramo de camino, recto y largo, apuntando hacia el horizonte.Soport la mirada de la figura de aceite, que la observ durante un momentoyluegosellevdosdedosalafrenteantesdeinclinarse, como en seal de respeto, con una capa ondeando a sus espaldas. Otras Palabras radiantes 4AS.indd 23 4/6/15 17:53 24 figuras se haban congregado detrs y se volvieron unas hacia otras, intercambiando susurros.El lugar de perlas se difumin, y Jasnah se encontr de vuelta en el pasillo del palacio. El de verdad, con piedras reales, aunque estaba os-curo: la luz tormentosa de las lmparas de las paredes estaba apagada. La nica iluminacin proceda del fondo del pasillo.Se apretuj contra la pared, inspirando profundamente. Tengo que anotar esta experiencia, pens.As lo hara, para luego analizarla y reflexionar. Pero ms tarde. En ese momento solo quera alejarse del palacio. Ech a andar, presurosa, sin preocuparle qu direccin tomaba, tratando de escapar de aquellos ojos que seguan observndola.No sirvi de nada.Al cabo de un rato, se seren y se sec el sudor de la cara con un pauelo. Shadesmar pens. As se llama en los cuentos infanti-les. Shadesmar, el reino mitolgico de los spren. Todo un sistema mitolgico en el que nunca haba credo. Seguro que si estudiaba las historias lo suficiente encontrara algo. Casi todo lo que pasaba haba pasado antes. La gran leccin de la historia, y...Tormentas! Tena una cita.Maldicindose a s misma, se apresur. Aquella experiencia segua ocupando sus pensamientos, pero de todas formas haba de celebrar su reunin. As que baj dos plantas, alejndose ms de los sonidos de los percusionistas parshendi, hasta que solo lleg a captar los redobles ms fuertes.La complejidad de aquella msica siempre la haba sorprendido, pues sugera que los parshendi no eran los salvajes incultos por los que muchos los tomaban. Desde esta distancia, la msica le result inquietantemente similar a las perlas del lugar oscuro, cuando entre-chocaban unas con otras.Haba elegido a propsito esta seccin apartada del palacio para su encuentro con Liss. Nadie visitaba jams ese conjunto de habi-taciones para invitados. Al ver a un hombre a quien no conoca ante la puerta escogida, Jasnah sinti cierto alivio. El hombre sera el nuevo criado de Liss, y su presencia significaba que ella no se haba marcha-do, a pesar de su tardanza. Controlndose, salud con un gesto al guardia (un bruto veden de barba rojiza), y entr en la habitacin.Liss se levant de la mesa que haba en la pequea cmara. Lleva-ba un vestido de doncella (escotado, naturalmente), y podra haber pasado por alezi. O por veden. O bav. Dependiendo de qu aspecto de su acento decidiera recalcar. Cabellos largos y oscuros, sueltos, y Palabras radiantes 4AS.indd 24 4/6/15 17:53 25 una figura atractiva y curvilnea que se realzaba en los lugares ade-cuados.Llegas tarde, brillante dijo Liss.Jasnah no se dign contestar. Era ella quien pagaba, as que no te-na por qu ofrecer explicaciones. En cambio, dej algo sobre la mesa, junto a Liss. Era un sobre pequeo, sellado con cera de gorgojo.Jasnah coloc dos dedos encima, reflexionando.No. Esto era demasiado audaz. No saba si su padre saba lo que ella estaba haciendo, pero aunque no fuera as, en palacio sucedan demasiadas cosas. No quera cometer un asesinato hasta que estuviera ms segura.Por fortuna, haba preparado un segundo plan. Sac un segundo sobre del bolsillo interior de la manga y lo coloc en la mesa en lugar del primero. Retir los dedos de encima, rode la mesa y se sent.Liss se sent tambin e hizo desaparecer el sobre en el interior de su escote.Una noche extraa para dedicarla a la traicin, brillante co-ment la mujer.Te contrato solamente para vigilar.Perdona, brillante, pero por lo general no se contrata a un asesi-no para vigilar. O al menos no solo para eso.Encontrars las instrucciones en el sobre dijo Jasnah. Junto con un pago inicial. Te he elegido porque eres experta en observar durante largo tiempo. Eso es lo que quiero. Al menos por ahora.Liss sonri, pero acab por asentir.Espiar a la esposa del heredero al trono? Eso ser ms caro. Seguro que no la quieres muerta sin ms?Jasnah tamborile los dedos sobre la mesa, y en ese momento se dio cuenta de que lo haca al ritmo de los tambores de arriba. La m-sicaerainesperadamentecompleja...exactamenteigualquelospars-hendi.Estn pasando demasiadas cosas pens. Tengo que ser muy cuidadosa. Muy sutil.Acepto el precio replic. Dentro de una semana, me encar-gar de que liberen a una de las doncellas de mi cuada. T solicitars el puesto, usando las credenciales falsas que supongo sers capaz de conseguir. Te contratarn.A partir de ah, observa e informa. Ya te dir si tus otros servicios son necesarios. Acta solo si yo te lo digo. Entendido?T eres quien paga dijo Liss, dejando entrever un leve acento bav, aunque si se notaba, era solo porque ella as lo quera. Liss era la Palabras radiantes 4AS.indd 25 4/6/15 17:53 26 ase sina ms dotada que conoca Jasnah. La gente la llamaba Doliente, ya que les sacaba los ojos a sus objetivos cuando los mataba. Aunque el apo do no lo haba creado ella, serva bien a su propsito, pues tena se cre tos que ocultar. Para empezar, nadie saba que Doliente era una mujer.Se deca que Doliente arrancaba los ojos para proclamar su indife-rencia al hecho de que sus vctimas tuvieran los ojos claros u oscuros. La verdad era que la accin ocultaba un segundo propsito: Liss no quera que nadie supiera que la forma en que mataba dejaba a los ca-dveres con las cuencas de los ojos calcinadas.Nuestra reunin ha terminado, pues dijo Liss, ponindose en pie.Jasnah asinti, ausente, concentrada de nuevo en la extraa intera-ccin que haba tenido con los spren haca un rato. Aquella piel brillan-te, los colores oscilando sobre una superficie del color del alquitrn...Se oblig a dejar de pensar en ello. Tena que dedicar toda su aten-cin a la tarea que tena delante. Y de momento, esa tarea era Liss.La asesina se detuvo en la puerta antes de marcharse.Sabes por qu me caes bien, brillante?Sospecho que tiene algo que ver con mis bolsillos y su prover-bial profundidad.Liss sonri.Eso en parte, no voy a negarlo, pero tambin eres distinta a los dems ojos claros. Cuando otros me contratan, fruncen la nariz du-rante todo el proceso. Estn ansiosos por recurrir a mis servicios, pero me miran con resentimiento y retuercen las manos, como si les repug-nara verse obligados a hacer algo desagradable.Es que el asesinato es desagradable, Liss. Igual que limpiar ori-nales. Sin embargo, puedo respetar a quienes desempean ese trabajo sin admirar el trabajo en s.Liss sonri antes de abrir la puerta.Ese nuevo sirviente tuyo que espera ah fuera... dijo Jasnah. No dijiste que queras mostrrmelo?Talak? respondi Liss, mirando al veden. Ah, te refieres al otro. No, brillante, lo vend a un mercader de esclavos hace unas cuan-tas semanas. Liss esboz una mueca.De veras? No decas que era el mejor sirviente que habas te-nido jams?Demasiado bueno replic Liss. Dejmoslo en eso. Tormen-tas, daba escalofros ese shin. Liss se estremeci visiblemente y sali por la puerta.Palabras radiantes 4AS.indd 26 4/6/15 17:53 27 Recuerda nuestro primer acuerdo dijo Jasnah tras ella.Siempre lo tengo presente, brillante. Liss cerr la puerta.Jasnahpermanecisentadaconlosdedosentrelazados.Supri-mer acuerdo era que si alguien acuda a Liss y le ofreca un contrato para eliminar a un miembro de la familia de Jasnah, le permitira a ella igualar la oferta a cambio del nombre de quien la hiciera.Liss cumplira el trato. Probablemente. Lo mismo que la otra do-cenadeasesinosconlosqueJasnahtrataba.Unclientehabitualera siempre ms valioso que uno ocasional, y a una mujer como Liss le interesaba tener una aliada en el gobierno. La familia de Jasnah estaba a salvo de gente as. A menos que ella misma empleara a los asesinos, naturalmente.Jasnah dej escapar un profundo suspiro y luego se levant, in-tentando quitarse de encima el peso que la agobiaba.Espera. Ha dicho Liss que su antiguo sirviente era shin? Probablemente era una simple coincidencia. Los shin no abunda-ban en el este, pero se les vea de vez en cuando. Con todo, que Liss mencionara a un shin y Jasnah hubiera visto a uno de ellos entre los parshendi..., bueno, no le hara ningn dao comprobarlo, aunque eso implicara tener que regresar a la fiesta. Algo extrao suceda esta noche, y no solo por su sombra y el spren.Jasnah sali de la pequea cmara en las entraas del palacio y em-pez a recorrer el pasillo. Desanduvo sus pasos. En los pisos superio-res, los tambores se interrumpieron bruscamente, como las cuerdas de uninstrumentoquesecortanderepente.Terminabatanprontola fiesta? Dalinar no habra hecho algo que hubiera ofendido a los invi-tados, no? Ese hombre y su aficin al vino...Bueno, los parshendi haban ignorado sus ofensas en el pasado, as que probablemente lo haran de nuevo. En realidad, Jasnah se alegra-ba de que su padre se concentrara en el tratado. Eso significaba que ella tendra una oportunidad para estudiar a placer las tradiciones e historias parshendi.Podra ser se pregunt que las eruditas hayan estado inves-tigando en las ruinas equivocadas todos estos aos?En el pasillo sonaron unas voces.Me preocupa Ash.Te preocupas por todo. Jasnah se detuvo en el pasillo.Est cada vez peor continu la voz. No podemos ir a peor. Voy yo a peor? Es lo que me parece.Palabras radiantes 4AS.indd 27 4/6/15 17:53 28 Cllate.Esto no me gusta. Lo que hemos hecho est mal. La criatura lleva la espada de mi seor. No tendramos que haber permitido que se la quedara. Es...Las dos figuras atravesaron el cruce ante Jasnah. Eran embajado-res del oeste, incluyendo el hombre azishiano con la marca de naci-miento blanca en la mejilla. O era una cicatriz? El ms bajo de los dos (podrahabersidoalezi)seinterrumpicuandovioaJasnah.Dej escapar un chillidito y continu su camino.El azishiano, que iba vestido de negro y plata, se detuvo y la mir de arriba abajo. Frunci el ceo.Ha terminado ya la fiesta? pregunt Jasnah desde el pasillo. Su hermano haba invitado a estos dos hombres a la celebracin junto con todos los dignatarios extranjeros en Kholinar.S respondi el hombre.Su mirada la hizo sentirse incmoda. Continu caminando de to-das formas. Tendra que indagar ms sobre estos dos, pens. Haba investigado su pasado, naturalmente, y no haba encontrado nada dig-no de mencin. Estaban hablando de una hoja esquirlada?Vamos! El hombre ms bajo regres y tom por el brazo al ms alto.Este permiti que tirara de l. Jasnah se acerc al cruce de pasillos, y los vio marchar.Donde antes sonaban tambores, de pronto, se oyeron gritos.Oh, no...Jasnah se volvi alarmada, se recogi la falda y ech a correr con todas sus fuerzas.Una docena de diferentes desastres potenciales desfilaron por su mente. Qu ms poda ocurrir en esa noche aciaga, cuando las som-bras se alzaban y su padre la miraba con recelo? Los nervios se apode-raron de ella. Lleg a las escaleras y empez a subirlas.Tard demasiado. Poda or los gritos mientras suba y emerga por fin al caos. Cadveres en una direccin, una pared demolida en otra. Cmo...?La destruccin conduca a los aposentos de su padre.Todo el palacio se estremeci y un sonido de aplastamiento reso-n desde esa direccin.No, no, no!Mientras corra, advirti en las paredes los tajos producidos por hojas esquirladas.Por favor.Palabras radiantes 4AS.indd 28 4/6/15 17:53 29 Cadveres con ojos quemados. Cuerpos cubriendo el suelo como huesos descartados en la cena.Esto no.Una puerta rota. Los aposentos de su padre. Jasnah se detuvo en el pasillo, jadeando.Contrlate, controla...No poda. En ese momento no. Frentica, entr corriendo en los aposentos,aunqueunportadordeesquirladalamatarafcilmente. No estaba pensando con lgica. Debera buscar alguien que la ayuda-ra. Dalinar? Estara borracho. Sadeas, entonces.Pareca que la habitacin haba sido alcanzada por una tormenta: muebles destrozados, astillas por todas partes. Las puertas del balcn estaban rotas hacia fuera. Alguien se abalanz hacia ellas, un hombre con la hoja esquirlada de su padre. Tearim, el guardaespaldas?No. Tena el casco roto. No era Tearim, sino Gavilar. Alguien gri-t en el balcn.Padre! exclam Jasnah.Gavilar vacil mientras sala al balcn y se volvi a mirarla. El balcn se desmoron bajo sus pies.Jasnah grit, ech a correr hacia el balcn derruido y cay de ro-dillas en el borde. El viento le solt un par de mechones de pelo mien-tras vea caer a dos hombres.Eran su padre y el shin vestido de blanco de la fiesta.El shin brillaba con luz blanca. Cay sobre la pared. La golpe, rodando, y se detuvo. Se alz, consiguiendo de algn modo perma-necer en la pared exterior sin caerse. Desafiaba la razn. Se volvi y avanz hacia su padre.Jasnah vio, helada e indefensa, que el asesino se cerna sobre su padre y se arrodillaba junto a l.Las lgrimas cayeron por su barbilla y el viento las captur. Qu estaba haciendo el shin ah abajo? No lograba distinguirlo.Cuando el asesino se march, dej atrs el cadver de su padre, empalado en un trozo de madera. Estaba muerto, pues su hoja esquir-lada haba aparecido a su lado, como hacan todas cuando sus porta-dores moran.Me he esforzado tanto... susurr Jasnah, aturdida. Todo lo que he hecho por proteger a esta familia...Cmo? Liss. Ella era la responsable!No. Jasnah no pensaba con propiedad. Aquel hombre shin... De haber sido cosa de ella, no habra admitido ser su duea. Lo haba vendido.Palabras radiantes 4AS.indd 29 4/6/15 17:53 30 Lamentamos su prdida.Jasnah se volvi, parpadeando para espantar las lgrimas de sus ojos. Tres parshendi, incluyendo a Klade, estaban en la puerta, ves-tidos con sus peculiares atuendos: tnicas bellamente cosidas tanto para los hombres como para las mujeres, fajines en la cintura, cami-sas anchas sin mangas. Chalecos largos, abiertos por los costados, tejidosconbrillantescolores.Nodiferenciabanlaformadevestir segn el sexo. Sin embargo, Jasnah pensaba que lo hacan por cas-tas y...Basta se dijo a s misma. Deja de pensar como una erudita por un tormentoso da!Aceptamos la responsabilidad de su muerte dijo el primero de los parshendi. Gangnah era una hembra, aunque con los parshendi las diferencias de sexo parecan mnimas. Las ropas ocultaban los pe-chos y las caderas, rasgos que, por otra parte, tampoco solan ser muy pronunciados. Por fortuna, la falta de barba era una clara indicacin. Todos los hombres parshendi que haba visto llevaban barba, adorna-da con trocitos de gemas, y...BASTA.Qu has dicho? pregunt, obligndose a ponerse en pie. Por qu es culpa vuestra, Gangnah?Porque contratamos al asesino respondi la parshendi con su voz cantarina, cargada de acento. Hemos matado a tu padre, Jasnah Kholin.Vosotros...La emocin se enfri de pronto, como un ro que se congela en las alturas. Jasnah pas la mirada de Gangnah a Klade, y luego a Varnali. Los tres eran mayores, miembros del consejo parshendi gobernante.Por qu? susurr Jasnah.Porque era necesario respondi Gangnah.Por qu? exigi Jasnah, avanzando. Luch por vosotros! Mantuvo a raya a los depredadores! Mi padre quera la paz, mons-truos! Por qu nos traicionis ahora, precisamente ahora?Gangnah apret los labios hasta convertirlos en una fina lnea. El sonsonetedesuvozcambi.Parecicasiunamadrequeexplicara algo muy difcil a una nia pequea.Porque tu padre estaba a punto de hacer algo muy peligroso.Mandad buscar al brillante seor Dalinar! grit una voz en el pasillo. Tormentas! Llegaron mis rdenes a Elhokar? Hay que poner a salvo al prncipe heredero!El alto prncipe Sadeas entr en la sala con un grupo de soldados. Palabras radiantes 4AS.indd 30 4/6/15 17:53 31 Su rostro bulboso y rubicundo estaba hmedo de sudor, y llevaba el uniforme de Gavilar, la regia tnica de su cargo.Qu estn haciendo los salvajes aqu? Tormentas! Proteged a la princesa Jasnah. Quien hizo esto... perteneca a su squito!Los soldados se dispusieron a rodear a los parshendi. Jasnah hizo caso omiso de ellos, dio media vuelta y se acerc a la balconera, apo-yando la mano en la pared. Contempl a su padre tendido en las rocas de abajo, con la espada a su lado.Habr guerra susurr. Y yo no me opondr.Lo entendemos dijo Gangnah a sus espaldas.El asesino murmur Jasnah. Caminaba por la pared. Gangnah guard silencio.Enmediodeladestruccindesumundo,Jasnahsequedcon este fragmento. Haba visto algo esta noche. Algo que no tendra que haber sido posible. Estaba relacionado con el extrao spren? Con su experiencia en el lugar de las cuentas de cristal y el cielo oscuro?Estas cuestiones se convirtieron en la lnea de seguridad para su estabilidad. Sadeas exigi respuestas a los lderes parshendi, pero no recibi ninguna. Cuando se detuvo a su lado y contempl el caos de abajo, entr en clera, grit a sus guardias y corri para llegar junto al rey cado.Horas ms tarde, se descubri que el asesinato (y la rendicin de los tres lderes parshendi) haba cubierto la huida de la mayora de las criaturas. Haban escapado de la ciudad rpidamente, y la caballera que Dalinar envi tras ellos fue aniquilada. Un centenar de caballos, casi todos ellos de un valor incalculable, junto con sus jinetes.Los lderes parshendi no dijeron nada ms ni revelaron ms infor-macin, ni siquiera cuando fueron colgados y ahorcados por sus cr-menes.Jasnah prescindi de todo eso. En cambio, interrog a los guardias supervivientes para averiguar qu haban visto. Sigui pistas sobre la naturalezadelasesino,yafamoso,sonsacandoinformacinaLiss. Apenas obtuvo nada. Liss haba sido duea del asesino durante muy poco tiempo, y asegur no saber nada de sus extraos poderes. Jasnah no pudo encontrar a su dueo anterior.A continuacin se volc en los libros en un esfuerzo frentico y consciente por distraerse de lo que haba perdido.Esa noche, Jasnah haba visto lo imposible. Descubrira qu significaba.Palabras radiantes 4AS.indd 31 4/6/15 17:53Palabras radiantes 4AS.indd 32 4/6/15 17:53PRIMERA PARTEEncendidosSHALLAN KALADIN DALINARPalabras radiantes 4AS.indd 33 4/6/15 17:53Palabras radiantes 4AS.indd 34 4/6/15 17:53 35 Para ser completamente sincera, lo que ha sucedido estos dos ltimos meses pesa sobre mi conciencia. La muerte, la destruc-cin, la prdida y el dolor son la carga que soporto. Tendra que haberlo visto venir. Y debera haberlo impedido. Del diario personal de Navani Kholin, Jeseses 1174 Shallan cogi el fino lpiz de carboncillo y dibuj una serie de l-neas rectas que irradiaban desde una esfera en el horizonte. La esfera no era el sol, ni tampoco una de las lunas. Unas nubes ape-nas esbozadas parecan correr hacia l. Y el mar bajo ellas... Un dibujo no poda reproducir la extraa naturaleza del ocano, hecho no de agua sino de diminutas perlas de cristal transparente.Shallan se estremeci, recordando aquel lugar. Jasnah saba de ese tema mucho ms de lo que le deca a su pupila, y Shallan no saba cmo preguntarlo. Cmo se exigan respuestas despus de una trai-cin como la suya? Solo haban pasado unos cuantos das desde el hecho, y Shallan an no saba con exactitud cmo iba a quedar afecta-da su relacin con Jasnah.Lacubiertaseagitmientraselbarcocambiabaderumbo;las enormes velas aletearon. Shallan se vio obligada a agarrarse a la amura con la mano segura cubierta para no perder el equilibrio. El capitn Tozbek haba dicho que hasta entonces no haba habido mala mar en esa parte de los estrechos de Ceo Largo. Sin embargo, tal vez tuviera que bajar a la sentina si el oleaje y el bamboleo empeoraban.Palabras radiantes 4AS.indd 35 4/6/15 17:53 36 Shallan resopl y trat de relajarse mientras el barco se estabili-zaba. Soplaba un viento helado, y los vientospren pasaban veloces en las corrientes invisibles de aire. Cada vez que el mar estaba revuel-to, Shallan recordaba aquel da, aquel extrao ocano de cuentas de cristal...Contempl de nuevo lo que haba dibujado. Solo haba entrevisto ese lugar, y su boceto no era perfecto. Era...Frunci el ceo. En el papel haba surgido un patrn, como un relieve. Qu haba hecho? El patrn era casi tan ancha como la pgi-na, una secuencia de complejas lneas de ngulos agudos y puntas de flecha repetidas. Era un efecto de dibujar aquel lugar extrao, el lu-gar que segn Jasnah se llamaba Shadesmar? Vacilante, Shallan movi la mano libre para palpar las extraas rugosidades de la pgina.El patrn se movi, deslizndose por la lmina como un cachorro de sabueso-hacha bajo una sbana.Shallan dej escapar un grito y salt de su asiento, dejando caer la carpeta de bocetos. Las pginas sueltas se desparramaron por la cu-bierta, dispersndose y aleteando al viento. Los marineros cercanos (hombres de Thaylen de largas cejas blancas que se peinaban hacia atrs, sobre las orejas) corrieron a ayudar, atrapando las hojas al vuelo antes de que salieran por encima de la borda.Te encuentras bien, joven seora? pregunt Tozbek, inte-rrumpiendo la conversacin que mantena con uno de sus compae-ros. Bajo y grueso, Tozbek llevaba un ancho fajn y una casaca roja y dorada a juego con su gorra. Sus cejas se desplegaban tiesas por enci-ma de sus ojos.Me encuentro bien, capitn respondi Shallan. Solo ha sido un pequeo sobresalto.Yalb se acerc a ella y le entreg las pginas.Tus accesorios, mi seora. Shallan alz una ceja.Accesorios?Claro dijo el joven marinero con una sonrisa. Estoy practi-cando mis palabras elegantes. Ayudan a conseguir razonable compaa femenina. Ya sabes, ese tipo de damas jvenes que no huelen demasia-do mal y les queda al menos algn que otro diente.Encantador respondi Shallan, recuperando las hojas. Bue-no, dependiendo de lo que entendamos por encantador, al menos. Dej de hacer retrucanos, mirando con recelo el fajo de lminas que tena en las manos. La imagen que haba dibujado de Shadesmar estaba encima de todas, sin tener ya las extraas rugosidades.Palabras radiantes 4AS.indd 36 4/6/15 17:53 37 Qu ha pasado? pregunt Yalb. Sali un cremlino de al-guna parte o algo as? Como de costumbre, Yalb llevaba un chaleco abierto y unos pantalones holgados.No ha sido nada dijo Shallan en voz baja, guardando las pgi-nas en su mochila.Yalb le dirigi un saludo (ella no tena ni idea de por qu se haba acostumbrado a hacerlo) y volvi a intentar aparejar las velas con los dems marineros. Shallan oy pronto las risas de los hombres, y cuan-do l la mir, los glorispren danzaron sobre su cabeza, tomando la for-ma de pequeas esferas de luz. Al parecer, estaba muy orgulloso del comentario jocoso que acababa de hacer.Ella sonri. Sin duda era una suerte que Tozbek se hubiera retra-sado en Kharbranth. Le gustaba esta tripulacin, y se alegraba de que Jasnah los hubiera seleccionado para su viaje. Shallan se sent en la caja que el capitn haba ordenado amarrar junto a la borda para que ella pudiera disfrutar del mar durante el viaje. Deba tener cuidado con las salpicaduras del agua, algo que no vena bien a sus bocetos, pero mientras el mar no estuviera picado, la oportunidad de contemplar las aguas compensaba la molestia.El viga en lo alto de los aparejos dej escapar un grito. Shallan mir en la direccin que indicaba, entornando los ojos, y divis la le-jana tierra mientras la nave avanzaba en paralelo a ella. De hecho, la noche anterior la haban pasado en un puerto en el que se refugiaron de la tormenta que los asalt. Durante los viajes, convena estar siem-pre cerca de algn puerto: aventurarse en los mares abiertos cuando en cualquier momento poda desatarse una alta tormenta era suicida.La mancha de oscuridad al norte eran las Tierras Heladas, una zona casi deshabitada que se extenda en la zona inferior de Roshar. De vez en cuando se distinguan los altos acantilados al sur. Thayle-nah, el gran reino-isla, creaba otra barrera y los estrechos pasaban en-tre ambos.El viga haba avistado algo en las olas al norte del barco, una for-ma flotante que al principio pareca un tronco grande. Pero no poda ser eso; el objeto en cuestin era mucho ms grande y ms ancho. Sha-llan se levant entornando los ojos, mientras aquella cosa se acercaba. Result ser un caparazn marrn verdoso, del tamao de tres botes juntos. Cuando pasaron por su lado, el caparazn se acerc a la nave y de algn modo consigui mantener su ritmo, asomando del agua unos seis u ocho palmos.Un santhid! Shallan se asom a la amura mientras los marineros sealaban entusiasmados y algunos se asomaban tambin para ver a la Palabras radiantes 4AS.indd 37 4/6/15 17:53 38 criatura. Los santhidyn eran tan huraos que algunos libros de Sha-llan aseguraban que estaban extinguidos y todos los informes moder-nos acerca de ellos no eran fiables.Traes buena suerte, joven seora! le dijo Yalb con una car-cajada mientras pasaba junto a ella con un cabo. Haca aos que no veamos a un santhid.Todava no has visto a ninguno contest Shallan. Solo la parte superior de su caparazn.Para gran decepcin por su parte, las olas ocultaban todo lo de-ms, salvo las sombras de algo que podran ser unos brazos largos que seextendanhaciaabajo.Segnlascrnicas,estasbestiasamenudo seguan a los barcos durante das, esperando en el mar mientras los navos recalaban en puerto, para volver a seguirlos de nuevo cuando zarpaban.El caparazn es lo nico que se ve de ellos dijo Yalb. Pa-siones, esto es un buen augurio!Shallan se aferr a su zurrn. Cerr los ojos y procur centrarse en la criatura que permaneca junto al barco para fijar la imagen en su mente y as poder dibujarla luego con precisin.Pero dibujar qu? pens. Un bulto en el agua?En su cabeza empez a formarse una idea. La expres en voz alta antes de poder meditarlo mejor.Dame ese cabo dijo, volvindose hacia Yalb.Brillante? pregunt l, detenindose.Hazle un nudo en un extremo dijo ella, depositando rpida-mente su zurrn sobre el asiento. Tengo que echarle un vistazo al santhid. Nunca he metido la cabeza bajo el agua en el ocano. Ser di-fcil ver con la sal?Bajo el agua? dijo Yalb, con voz temblorosa.No quieres atar ese cabo.Porque no soy un necio de las tormentas! El capitn me corta-r la cabeza si...Consigue a un amigo replic Shallan, haciendo caso omiso de l y cogiendo la soga para hacer un pequeo lazo en un extremo. Me bajaris por la borda y as podr echar una ojeada a lo que hay bajo ese caparazn. Sabes que nadie ha realizado jams un dibujo de un santhid vivo? Todos los que se han encontrado varados en las pla-yas estaban ya muy descompuestos. Y como los marineros consideran que cazarlos trae mala suerte...Y es verdad! replic Yalb, con la voz cada vez ms aguda. Nadie va a matar a ninguno.Palabras radiantes 4AS.indd 38 4/6/15 17:53 39 Shallan termin de hacer el lazo, corri a la borda del barco y su pelo rojo se agit alrededor de su cara cuando se asom a la amura. El santhid segua all. Cmo mantena el ritmo? No distingua ninguna aleta.Mir a Yalb, que sostena el cabo sonriendo.Ah, brillante, esto es tu desquite por lo que le dije a Beznk sobre tu trasero? Solo era una broma, pero me has pillado! Yo... Guard silencio cuando la mir a los ojos. Tormentas. Hablas en serio.No volver a tener otra oportunidad como esta. Naladan persi-gui a estas criaturas durante casi toda su vida y nunca consigui ob-servar bien a ninguna.Es una locura!No, es investigacin! No s qu podr ver en el agua, pero ten-go que intentarlo.Yalb suspir.Tenemos mscaras. Estn hechas con caparazn de tortuga; tie-nen cristales en unos agujeros practicados en la parte delantera y c-maras de aire en los bordes para que no entre el agua. Con una de esas podrs meter la cabeza bajo la superficie y mirar. Las usamos para com-probar el casco cuando atracamos.Maravilloso!Naturalmente, tendr que pedirle permiso al capitn para coger una...Ella se cruz de brazos.Muy astuto. Bueno, ve a por una. De todas formas, era im-probable que pudiera salirse con la suya sin que el capitn se ente-rara.Yalb sonri.Qu te pas en Kharbranth? En tu primer viaje con nosotros eras tan tmida que pareca que ibas a desmayarte solo con pensar que te marchabas de tu tierra!Shallan vacil y luego not que empezaba a ruborizarse.Esto es una locura, verdad?Colgarte de un barco en movimiento y meter la cabeza en el agua? dijo Yalb. Pues s, un poco.Crees... que podramos detener el barco?Yalb se ech a rer, pero fue corriendo a hablar con el capitn, acep-tando su pregunta como indicativo de que segua decidida a llevar su plan adelante. Y as era.Qu me pasa?, se pregunt ella.Palabras radiantes 4AS.indd 39 4/6/15 17:53 40 La respuesta era simple. Lo haba perdido todo. Le haba robado a Jasnah Kholin, una de las mujeres ms poderosas del mundo, y al ha-cerlo no solo haba perdido su oportunidad de estudiar como siempre haba soado, sino que tambin haba condenado a sus hermanos y a su casa. Haba fracasado completa y miserablemente.Y haba sobrevivido.No estaba ilesa. Su credibilidad con Jasnah haba quedado seria-mente mermada, y senta que haba abandonado a su familia. Pero algo en la experiencia de robar al moldeador de almas de Jasnah (que de todas formas haba resultado ser un fraude), y luego estar a punto de morir a manos del hombre que crea que estaba enamorado de ella...Bueno, ya tena una idea ms aproximada de cmo podan empeo-rar las cosas. Era como si... antao haba temido la oscuridad, pero ahora se haba lanzado directamente a su interior. Haba experimenta-do algunos de los horrores que la esperaban all. Por terribles que fue-ran, al menos los conoca.Siempre los has conocido susurr una voz en su interior. Creciste con horrores, Shallan. Lo nico que pasa es que no te permi-tes recordarlos.Qu ocurre? pregunt Tozbek mientras se acercaba, acom-paado por Ashlv, su esposa. La diminuta mujer no hablaba mucho; iba vestida con una falda y una blusa de un amarillo brillante, y llevaba el pelo totalmente cubierto, a excepcin de las dos cejas blancas, que haba curvado en torno a sus mejillas.Joven seora dijo Tozbek, quieres ponerte a nadar? No puedes esperar a que lleguemos a puerto? Conozco algunas zonas agra-dables donde el agua no est tan fra.No voy a nadar contest Shallan, ruborizndose an ms. Qu iba a ponerse para meterse en el agua, habiendo tantos hombres alrededor? De verdad la gente haca eso?. Necesito echar un vista-zo a nuestro compaero. Seal la criatura marina.Joven seora, sabes que no puedo permitir que hagas una cosa tan peligrosa. Aunque detuviramos el barco, y si la bestia te hiciera dao?Dicen que son inofensivas.Son tan escasas que no podemos saberlo con seguridad. Ade-ms, hay otros animales en los mares que s podran lastimarte. Los aguasrojas cazan en esta zona con toda certeza, y podramos estar en aguas poco profundas donde los khornaks seran un problema. Tozbek sacudi la cabeza. Lo siento, no puedo permitrtelo.Shallan se mordi los labios y descubri que su corazn lata a Palabras radiantes 4AS.indd 40 4/6/15 17:53 41 traicin. Quiso insistir, pero la decidida mirada del capitn la hizo ceder.Muy bien.Tozbek sonri de oreja a oreja.Te llevar a ver algunos caparazones en el puerto de Amydlatn cuando atraquemos all, joven seora. Tienen toda una coleccin!Ella no saba dnde estaba ese lugar, pero por la cantidad de con-sonantes apretujadas, supuso que sera en el lado Thaylen. Tan al sur, era donde estaban la mayora de las ciudades. Aunque Thaylenah era casi tan glida como las Tierras Heladas, la gente pareca disfrutar de la vida en ese lugar.Naturalmente, los thayleos eran todos un poco excntricos. Cmo explicar si no que Yalb y los dems no llevaran camisa a pesar del fro?No son ellos los que pensaban en zambullirse en el ocano, se record Shallan. Mir de nuevo por la borda, donde las olas rom-pan contra el caparazn del amable santhid. Qu era? Una gran bestia con concha, como los temibles abismoides de las Llanuras Que-bradas? O por debajo se parecera ms a un pez o a una tortuga? Los santhidyn eran tan poco frecuentes, y las ocasiones en que los cientfi-cos los haban visto en persona tan escasas, que las teoras se contrade-can unas a otras.Suspir y abri el zurrn para ponerse a organizar sus papeles, que en su mayora eran bocetos de los marineros en diversas poses mien-tras trabajaban haciendo maniobrar las enormes velas, desplegndolas contra el viento. Su padre nunca le habra permitido pasar un da sen-tada contemplando un montn de ojos oscuros sin camisa. Cunto haba cambiado su vida en tan poco tiempo.Estaba trabajando en un boceto del caparazn del santhid cuando Jasnah subi a cubierta.Como Shallan, Jasnah llevaba el havah, un vestido vorin de diseo peculiar. El bajo le llegaba hasta los pies y el cuello casi hasta la barbi-lla. Algunos de los thayleos, cuando pensaban que nadie los oa, se referan al vestido tildndolo de mojigato. Shallan no estaba de acuer-do: el havah no era mojigato, sino elegante. De hecho, la seda se cea al cuerpo, sobre todo en el busto, y la forma en que los marineros mi-raban boquiabiertos a Jasnah indicaba que a sus ojos el atuendo no era en absoluto poco favorecedor.Jasnah era hermosa. De figura rotunda, morena de piel. Cejas in-maculadas, labios pintados de un rojo oscuro, el cabello recogido en una bella trenza. Aunque Jasnah doblaba la edad de Shallan, su madu-Palabras radiantes 4AS.indd 41 4/6/15 17:53 42 ra belleza era algo digno de admirar, incluso de envidiar. Por qu te-na que ser tan perfecta?Jasnah hizo caso omiso de las miradas de los marineros. No es que no reparara en los hombres. Jasnah reparaba en todo y en to-dos. Simplemente, no pareca importarle qu efecto causaba en los va-rones.No, eso no es cierto pens Shallan mientras Jasnah se acerca-ba. No dedicara tiempo a arreglarse el pelo, ni a maquillarse, si no le importara el efecto que causa su aspecto fsico. En eso, Jasnah era un enigma. Por un lado, pareca una erudita preocupada solo por sus investigaciones. Por otro, cultivaba la pose y la dignidad de la hija de un rey, y en ocasiones lo utilizaba como arma.Ah, ests aqu dijo Jasnah, acercndose a ella. Un chorro de agua levantado por el avance del buque eligi ese momento para volar por el aire y salpicarla. Jasnah frunci el ceo ante las gotas de agua que salpicaban su vestido de seda, luego mir de nuevo a Shallan y alz una ceja. Tal vez te hayas fijado en que el barco tiene dos cama-rotes muy agradables que contrat para nosotras a un precio bastante alto.S, pero estn dentro.Como suelen estar todas las habitaciones.He pasado casi toda mi vida entre cuatro paredes.Y pasars mucho tiempo ms, si quieres ser una erudita.Shallan se mordi el labio, esperando la orden de bajar a la sentina. Curiosamente, la orden no se produjo. Jasnah dirigi un gesto al capi-tn Tozbek para que se acercara, y este as lo hizo, con la gorra en la mano.S, brillante? pregunt.Me gustara disponer de otro de estos... asientos dijo Jasnah, mirando la caja de Shallan.Tozbek orden rpidamente a uno de sus hombres que colocara una segunda caja en su sitio. Mientras esperaba a que prepararan el asiento, Jasnah le indic a Shallan que le entregara sus bocetos. Jasnah inspeccion el dibujo del santhid y luego mir por la borda.No me extraa que los marineros estuvieran formando tanto alboroto.Suerte, brillante! dijo uno de los marinos. Es un buen pre-sagio para tu viaje, no crees?Aceptar cualquier fortuna que me encuentre, Nanhel Eltorv dijo ella. Gracias por el asiento.El marino hizo una torpe reverencia antes de retirarse.Palabras radiantes 4AS.indd 42 4/6/15 17:53 43 PiensasquesonneciossupersticiososdijoShallanenvoz baja, viendo marcharse al marino.Por lo que he observado contest Jasnah, estos marineros son hombres que han encontrado un sentido a la vida y ahora disfru-tan de l. Jasnah mir el siguiente dibujo. Mucha gente consigue mucho menos de la vida. El capitn Tozbek dirige una buena tripula-cin. Fuiste sabia al hacerme reparar en l.Shallan sonri.No has contestado a mi pregunta.Es que no has formulado ninguna dijo Jasnah. Estos boce-tos estn muy logrados, como siempre, pero no se supona que de-bas estar leyendo?Yo... me costaba concentrarme.As que subiste a cubierta para hacer bocetos de hombres jve-nes trabajando con el torso desnudo. Y esperabas que eso te ayudara a concentrarte?Shallan se ruboriz mientras Jasnah se detena en una hoja de pa-pel del fajo. Shallan se sent pacientemente (su padre la haba educado bien en eso), hasta que Jasnah se volvi hacia ella. El dibujo de Shades-mar, naturalmente.Has respetado mi orden de no asomarte de nuevo a este reino? pregunt Jasnah.S, brillante. Hice ese dibujo a partir de un recuerdo de mi pri-mer... lapso.Jasnah baj la lmina. A Shallan le pareci ver un atisbo de algo en la expresin de la mujer. Se estaba preguntando si poda confiar en su palabra?Supongo que esto es lo que te perturba dijo Jasnah.S, brillante.Entonces imagino que debera explicrtelo.De verdad? Lo haras?No s a qu viene tanta sorpresa.Parece una informacin importante dijo Shallan. La for-ma en que me prohibiste... supuse que el conocimiento de este lugar era secreto, o al menos algo que no se debe confiar a alguien de mi edad. Jasnah hizo un gesto de desdn.He descubierto que cuando se niega a los jvenes la explicacin de los secretos, tienden a meterse en ms problemas. Tu experimenta-cin demuestra que ya te has dado de bruces con todo esto... como yo misma hice, por si no lo sabas. Por dolorosa experiencia s lo peligro-Palabras radiantes 4AS.indd 43 4/6/15 17:53 44 so que puede ser Shadesmar. Si dejo que contines en la ignorancia, ser culpable si te haces matar all.Si te hubiera preguntado antes, durante el viaje, lo habras ex-plicado?Probablemente no admiti Jasnah. Tena que comprobar hasta qu punto estabas dispuesta a obedecerme. Al menos esta vez.Shallan se azor y contuvo la necesidad de recalcar que cuando era una alumna estudiosa y obediente, Jasnah no haba divulgado tan-tos secretos.Qu es, entonces, ese... lugar?En realidad no es un lugar dijo Jasnah. No como solemos pensar en el espacio. Shadesmar est aqu, a nuestro alrededor, ahora mismo. Todas las cosas existen all de alguna forma, igual que existen aqu.Shallan frunci el ceo.No...Jasnah alz un dedo para hacerla callar.Todas las cosas tienen tres componentes: el alma, el cuerpo y la mente. Ese lugar que viste, Shadesmar, es lo que llamamos el Reino Cognitivo: el lugar de la mente.A nuestro alrededor vemos el mundo fsico. Puedes tocarlo, ver-lo, orlo. As es como experimenta el mundo tu cuerpo fsico. Shades-mar es la manera en que lo experimenta tu yo cognitivo, tu yo incons-ciente. A travs de tus sentidos ocultos que tocan ese reino, das saltos lgicos intuitivos y formas esperanzas. Probablemente a travs de esos sentidos extra, Shallan, creas arte.El agua salpic en la proa del barco cuando la nave remont una ola. Shallan se sec una gota de agua salada de la mejilla, tratando de pensar en lo que Jasnah acababa de decir.No acabo de entenderlo, brillante.No me extraa. He pasado seis aos investigando Shadesmar, y a da de hoy apenas s interpretarlo. Tendr que acompaarte all va-rias veces antes de que puedas comprender, aunque solo sea un poco, el verdadero significado del lugar.Jasnah hizo una mueca ante la idea. Shallan siempre se sorprenda al ver en ella emociones visibles. La emocin era algo con lo que una poda identificarse, algo humano, y la imagen mental que Shallan te-na de Jasnah Kholin era de un ser casi divino. Pensndolo bien, era una forma extraa de considerar a una atea confesa.Escchame dijo Jasnah, mis propias palabras traicionan mi ignorancia. Te he dicho que Shadesmar no era un lugar, y, sin embargo, Palabras radiantes 4AS.indd 44 4/6/15 17:53 45 lo llamo as en la siguiente frase que pronuncio. Hablo de visitarlo, aunque est todo a nuestro alrededor. Simplemente no tenemos la ter-minologa adecuada para discutir al respecto. Djame que intente otra tctica.Jasnah se levant y Shallan se apresur a seguirla. Recorrieron la cubierta, sintiendo cmo se bamboleaba bajo sus pies. Los marineros dejaron paso a Jasnah haciendo rpidas reverencias, mirndola con el mismo acatamiento que dedicaran a un rey. Cmo lo haca? Cmo poda controlar a cuantos la rodeaban sin que pareciera hacer absolu-tamente nada?Mira abajo, en el agua dijo Jasnah cuando llegaron a la proa. Qu ves?Shallan se detuvo junto a la borda y contempl las aguas azules, que espumaban cuando la proa del barco las henda. All, asomada, pudo ver la profundidad de las aguas. Una inmensidad insondable que se extenda no solo hacia delante, sino hacia abajo.Veo la eternidad dijo.Hablas como una artista coment Jasnah. Este barco nave-ga a travs de profundidades que no podemos conocer. Bajo estas aguas bulle un mundo frentico e invisible.Jasnahseinclinhaciadelante,agarrndosealaamuraconuna mano sin cubrir y la mano velada dentro de la manga. No mir las pro-fundidades, ni la lejana tierra que despuntaba sobre los horizontes sep-tentrional y meridional. Mir hacia el este. Hacia las tormentas.Hay un mundo entero, Shallan, del cual nuestras mentes solo rozan la superficie. Un mundo de profundo, profundsimo pensa-miento. Un mundo creado por profundos, profundsimos pensamien-tos. Cuando ves Shadesmar, entras en esas profundidades. Es un lugar extrao para nosotros en ciertos aspectos, pero al mismo tiempo no-sotros lo formamos. Con alguna ayuda.Qu hicimos?Qu son los spren? pregunt Jasnah.La pregunta pill a Shallan desprevenida, pero a estas alturas ya estaba acostumbrada a los desafos de Jasnah. Se tom su tiempo para pensar y consider su respuesta.Nadie sabe lo que son los spren dijo, aunque muchos fil-sofos tienen opiniones diferentes sobre...No dijo Jasnah. Qu son?Yo... Shallan mir a un par de vientospren que giraban en el aire. Parecan diminutos lazos de luz que brillaban suavemente, dan-zando el uno alrededor del otro. Son ideas vivientes.Palabras radiantes 4AS.indd 45 4/6/15 17:53 46 Jasnah se volvi hacia ella.Qu? dijo Shallan, con un sobresalto. Me equivoco?NorespondiJasnah.Tienesrazn.Lamujerentorn los ojos. Segn mis deducciones, los spren son elementos del Reino Cognitivo que se han filtrado al mundo fsico. Son conceptos que han adquirido un fragmento de conciencia, quiz debido a la intervencin humana.Piensa en un hombre que se enfada a menudo. Piensa en cmo sus amigos y familiares podran empezar a referirse a esa ira como a una bestia, un ente que lo posee, algo externo a l. Los humanos tien-denapersonificar.Hablamosdelvientocomosituvieravoluntad propia.Los spren son esas ideas, las ideas de la experiencia colectiva hu-mana, que de algn modo cobran vida. Shadesmar es donde eso suce-de en primer lugar, y es su lugar. Aunque nosotros lo creamos, ellos le dan forma. Viven all: gobiernan all, dentro de sus propias ciudades.Ciudades?S prosigui Jasnah, contemplando el ocano. Pareca preo-cupada.Lossprensonincontablesensudiversidad.Algunosson tan listos como los humanos y crean ciudades. Otros son como peces y simplemente nadan en las corrientes.Shallan asinti. Aunque en realidad no consegua asimilar todo esto, no quera que Jasnah dejara de hablar. Ese era el tipo de conoci-miento que Shallan necesitaba, lo que anhelaba.Tiene esto algo que ver con lo que descubriste? Con los parsh-menios? Los Portadores del Vaco?Annohepodidodeterminarlo.Lossprennosonsiempre abiertos. En algunos casos, no lo saben. En otros, no se fan de m debido a nuestra antigua traicin.Shallan frunci el ceo y mir a su maestra.Traicin?As es como se refieren a algo que no quieren contarme. Por lo visto rompimos un juramento, y al hacerlo los ofendimos sobremane-ra. Es posible que alguno de ellos muriera, aunque no s cmo puede morir un concepto. Jasnah se volvi hacia Shallan con expresin solemne. Me doy cuenta de que esto es abrumador. Tendrs que aprenderlo, todo, si has de ayudarme. Sigues dispuesta?Tengo eleccin?Una sonrisa asom a las comisuras de los labios de Jasnah.Lo dudo. Eres capaz de moldear almas por tu cuenta, sin la ayu-da de un fabrial. Eres como yo.Palabras radiantes 4AS.indd 46 4/6/15 17:53 47 Shallan contempl las aguas. Como Jasnah. Qu significaba? Por qu...?Se detuvo y parpade. Durante un momento, le pareci ver el mismo Patrn que antes, la que haba creado rugosidades en su hoja de papel. Esta vez fue en el agua, formada de manera imposible sobre la superficie de una ola.Brillante... dijo, reposando los dedos sobre el brazo de Jas-nah. Me ha parecido ver algo en el agua, ahora mismo. Un patrn de lneas definidas, como un laberinto.Mustrame dnde.Fue en una de las olas, y la hemos pasado ya. Pero creo que la vi antes, en una de mis pginas. Significa algo?Sin duda. He de admitir, Shallan, que la coincidencia de nues-tro encuentro me resulta sorprendente. Sospechosamente sorpren-dente.Brillante?Estaban implicados dijo Jasnah. Te trajeron a m. Y siguen observndote, segn parece. De modo que no, Shallan, ya no tienes eleccin. Las antiguas costumbres regresan, y no lo veo como un sig-no de esperanza. Es un acto de autoconservacin. Los spren sienten un peligro inminente, y por eso regresan a nosotros. Ahora debemos devolver nuestra atencin a las Llanuras Quebradas y las reliquias de Urithiru. Pasar mucho tiempo antes de que regreses a tu tierra.Shallan asinti sin decir palabra.Esto te preocupa dijo Jasnah.S, brillante. Mi familia...Shallan se senta como una traidora por haber abandonado a sus hermanos, que dependan de ella para su bienestar econmico. Les haba escrito dndoles explicaciones, sin muchos detalles, por haber devuelto el moldeador de almas robado y porque se le peda que ayu-dara a Jasnah con su trabajo.La respuesta de Balat haba sido positiva, a su modo. Dijo que se alegraba de que al menos uno de ellos hubiera escapado al destino que caa sobre la casa. Pensaba que los dems (sus tres hermanos y la pro-metida de Balat) estaban condenados.Tal vez tuviera razn. Las deudas de su padre no solo los aplasta-ran: tambin estaba la cuestin del moldeador de almas roto. El gru-po que se la haba dado a su padre la quera de vuelta.Por desgracia, Shallan estaba convencida de que la misin de Jas-nah era de vital importancia. Los Portadores del Vaco regresaran pronto; de hecho, no eran ninguna amenaza lejana de alguna historia. Palabras radiantes 4AS.indd 47 4/6/15 17:53 48 Los amables y silenciosos parshmenios que trabajaban como sirvien-tes y esclavos perfectos eran en realidad destructores.Impedir la catstrofe del regreso de los Portadores del Vaco era un deber an mayor que proteger a sus hermanos. Todava resultaba doloroso admitirlo.Jasnah la estudi.Respecto a tu familia, Shallan, he emprendido algunas medidas.Medidas? dijo Shallan, cogiendo a la otra mujer del brazo. Has ayudado a mis hermanos?En cierto modo dijo Jasnah. Sospecho que el dinero no re-solveresteproblema,aunquehedispuestoqueenvenunpequeo regalo. Por lo que has dicho, los problemas de tu familia derivan de dos asuntos. Primero, los Sangre Espectral desean recuperar su mol-deador de almas, que has roto. Segundo, tu casa carece de aliados y tiene grandes deudas.Jasnah sac una hoja de papel.Esto es de una conversacin que tuve con mi madre esta maa-na por medio de vinculacaas.Shallan la sigui con la mirada, tomando nota mental de las expli-caciones de Jasnah sobre el moldeador de almas roto y su peticin de ayuda.Esto sucede ms a menudo de lo que parece haba respondido Navani. El fallo probablemente tiene que ver con el alineamiento del engarce de las gemas. Treme el artilugio y veremos.Mi madre es una reputada artifabriana dijo Jasnah. Sospe-cho que puede hacer que tu moldeador de almas vuelva a funcionar. Una vez reparada se la enviaremos a tus hermanos para que la de-vuelvan a sus propietarios.Me permitiras hacer eso? pregunt Shallan.Durante los das de navegacin, la joven haba sonsacado con cau-tela ms informacin sobre la secta, esperando comprender a su padre y sus motivos. Jasnah deca saber muy poco al respecto, aparte del he-cho de que queran su investigacin, y estaban dispuestos a matar por ella.Preferira que no tuvieran acceso a un artilugio tan valioso dijo Jasnah. Pero ahora mismo no tengo tiempo para proteger directa-mente a tu familia. Esta es la mejor solucin, suponiendo que tus her-manos puedan dilatarla un poco ms. Que digan la verdad, si es pre-ciso: que t, sabiendo que yo soy una erudita, acudiste a m y me pediste que arreglara el moldeador de almas. Tal vez eso los contente por ahora.Palabras radiantes 4AS.indd 48 4/6/15 17:53 49 Gracias, brillante. Tormentas. Si se lo hubiera pedido a Jas-nah en primer lugar, despus de ser aceptada como pupila suya, no habra sido mucho ms fcil? Shallan mir el papel, advirtiendo que la conversacin continuaba.Respecto al otro asunto haba escrito Navani, me complace esta sugerencia. Creo que podr persuadir al muchacho para que al menos lo considere, ya que su relacin ms reciente termin brus-camente, como suele ser comn en l, a principios de esta semana.A qu se refiere esa segunda parte? pregunt Shallan, alzan-do la cabeza.Por ms que sacies a los Sangre Espectral, eso no salvar tu casa respondi Jasnah. Vuestras deudas son demasiado grandes, sobre todo teniendo en cuenta los actos de tu padre, que han molestado a tanta gente. Por tanto, he dispuesto una poderosa alianza para tu casa.Alianza? Cmo?Jasnah inspir profundamente. Pareca reacia a dar explicaciones.He dado los primeros pasos para que te prometas a uno de mis primos, hijo de mi to Dalinar Kholin. El muchacho se llama Adolin. Es guapo y conocido, con un buen discurso.Prometida? dijo Shallan. Has prometido mi mano?He iniciado el proceso admiti Jasnah con cierta ansiedad, algo poco caracterstico en ella. Aunque en ocasiones es irreflexivo, Adolin tiene buen corazn, tan bueno como el de su padre, que tal vez sea el mejor hombre que he conocido jams. Est considerado el sol-tero ms apetecible de Alezkar, y mi madre hace tiempo que desea verlo casado.Prometida repiti Shallan.S. Te molesta?Es maravilloso! exclam Shallan, agarrando con ms fuerza el brazo de Jasnah. Tan fcil... Si estoy casada con alguien tan pode-roso... Tormentas! Nadie se atrevera a tocarnos en Jah Keved. Eso resolvera muchos de nuestros problemas. Brillante, eres un genio!Jasnah se relaj visiblemente.S, bueno, pareca una solucin factible. Sin embargo, tema que te sintieras ofendida.Por qu, en nombre de los vientos, habra de ofenderme?Por las restricciones a la libertad que lleva implcito el matrimo-nio respondi Jasnah. Y si no por eso, porque el ofrecimiento se hizo sin consultarte. Tuve que ver primero si la posibilidad estaba abier-ta. La situacin ha avanzado ms de lo que esperaba, ya que mi madre ha aceptado la idea. Navani tiene... cierta tendencia a ser abrumadora.Palabras radiantes 4AS.indd 49 4/6/15 17:53 50 Shallan no era capaz de imaginar que nadie pudiera abrumar a Jasnah.Padre Tormenta! Te preocupaba que pudiera sentirme ofen-dida? Brillante, me he pasado toda la vida encerrada en la mansin de mi padre; crec dando por hecho que l me elegira marido.Pero ahora ests libre de tu padre.S, y por eso fui tan perfectamente juiciosa cuando intent en-contrar relaciones por mi cuenta adujo Shallan. El primer hom-bre que eleg era no solo un fervoroso, sino tambin un asesino en se-creto.No te molesta, entonces? insisti Jasnah. Aceptas la idea de estar comprometida con otra persona, sobre todo un hombre?No es que me vendan como esclava replic Shallan en tono burln.No, supongo que no. Jasnah se estremeci y recuper la com-postura. Bueno, le har saber a Navani que ests de acuerdo con el compromiso y hoy mismo concertaremos un informal.Un informal era un compromiso condicional, en terminologa vo-rin. En todos los sentidos, Shallan estara prometida, pero no tendra ningn apoyo legal hasta que los fervorosos firmaran y verificaran un compromiso oficial.El padre del pretendiente ha dicho que no obligar a Adolin a nada explic Jasnah, aunque el muchacho est soltero nuevamen-te y ha conseguido ofender a otra joven dama. De todas formas, Dali-nar querr que os conozcis antes de que se acuerde nada ms vin-culante. Ha habido... cambios en el clima poltico de las Llanuras Quebradas. El ejrcito de mi to ha sufrido grandes prdidas. Otro motivo para apresurarnos en llegar a las Llanuras.Adolin Kholin dijo Shallan, escuchndola solo a medias. Duelista. Un duelista fantstico, adems. Y portador de esquirlada.Ah, as que prestaste atencin a tus lecturas sobre mi padre y mi familia.Desde luego... pero ya conoca a tu familia de antes. Los alezi son el centro de la sociedad! Incluso las muchachas de las casas rurales conocen los nombres de los prncipes alezi. Y mentira si negara sus sueos juveniles de conocer a uno. Pero, brillante, ests segura de que este compromiso ser conveniente? Quiero decir que no soy pre-cisamente importante.En realidad, s. La hija de otro alto prncipe habra sido prefe-rible para Adolin. Sin embargo, parece que ha conseguido ofender a todas y cada una de las mujeres casaderas de ese rango. Digamos que Palabras radiantes 4AS.indd 50 4/6/15 17:53 51 el muchacho es excesivamente entusiasta en sus relaciones. Nada que no puedas controlar, estoy segura.Padre Tormenta dijo Shallan, sintiendo que le temblaban las piernas. Es el heredero de un principado! Est en la lnea sucesoria al trono de Alezkar!El tercero en la lnea de sucesin asinti Jasnah, despus del hijo de mi hermano y de Dalinar, mi to.Brillante, tengo que preguntarlo. Por qu Adolin? Por qu no el hijo ms joven? Yo... no tengo nada que ofrecer a Adolin, ni a la casa.Al contrario respondi Jasnah. Si eres lo que pienso que eres, entonces podrs ofrecerle algo que nadie ms est en disposicin de proporcionarle. Algo ms importante que las riquezas.Qu piensas que soy? susurr Shallan, mirando a los ojos a la otra mujer, haciendo por fin la pregunta que nunca se haba atrevido a formular.Ahora mismo, no eres ms que una promesa dijo Jasnah. Una crislida con potencial de grandeza. Cuando antao los huma-nos y los spren se unan, los resultados eran mujeres que bailaban en los cielos y hombres capaces de destruir las piedras con un simple toque. Los Radiantes Perdidos. Traidores de la humanidad. Shallan no poda asimilarlo todo. El compromiso, Shadesmar y los spren, y finalmente su misterioso destino. Lo saba. Pero hablar de ello... Se sent, sin importarle que su vestido se mojara en cubierta, apo-yando la espalda contra la amura. Jasnah le permiti recuperar la com-postura, sorprendentemente, sentndose tambin ella. Lo hizo con mucho ms estilo, recogiendo el vestido bajo las piernas mientras se sentaba de lado. Las dos atrajeron las miradas de los marineros.Van a devorarme a trocitos dijo Shallan. La corte alezi. Es la ms feroz del mundo.Jasnah buf.Es ms rfaga que tormenta, Shallan. Yo te ensear todo lo ne-cesario.Nunca ser como t, brillante. T tienes poder, autoridad, ri-quezas. Mira cmo responden los marineros ante ti.Y estoy usando ese poder, esa autoridad o esas riquezas ahora mismo?Pagaste este viaje.No pagaste t varios viajes en este barco? pregunt Jasnah. No te trataron a ti igual que me tratan a m?Palabras radiantes 4AS.indd 51 4/6/15 17:53 52 Claro que no. Me aprecian, pero no tengo tu peso, Jasnah.Prefiero pensar que eso no tiene nada que ver con mi figura dijoJasnahconunatisbodesonrisa.Entiendotuargumento, Shallan. Sin embargo, es errneo.Shallan se volvi hacia ella. Jasnah estaba sentada en la cubierta del barco como si fuera un trono, con la espalda recta, la cabeza alta, im-ponente. Shallan lo haca con las piernas apoyadas contra el pecho y los brazos bajo las rodillas. Incluso su actitud en algo tan bsico como sentarse era distinta. No se pareca en nada a esta mujer.Hay un secreto que debes aprender, nia dijo Jasnah. Un secreto ms importante an que los relacionados con Shadesmar y los spren. El poder es una ilusin de la percepcin.Shallan frunci el ceo.No me malinterpretes continu Jasnah. Algunos tipos de poder son reales: el poder para dirigir ejrcitos, el poder de moldear almas. Pero intervienen con mucha menos frecuencia de lo que cabra suponer. De forma individual, en la mayora de las relaciones, eso que llamamos poder, o autoridad, existe solo segn se percibe.Dices que tengo riquezas. Es cierto, pero tambin has visto que no suelo utilizarlas. Dices que tengo autoridad como hermana de un rey. Tienes razn. Sin embargo, los hombres de este barco me trata-ran exactamente igual si fuera una mendiga que los hubiera convenci-do de ser la hermana de un rey. En ese caso, mi autoridad no sera real. Son meros vapores: una ilusin. Puedo crear para ellos esa ilusin, igual que t.No me lo creo, brillante.Lo s. Si lo creyeras, lo estaras haciendo ya. Jasnah se levant y se sacudi la falda. Si vuelves a ver ese patrn, la que apareci so-bre las olas, me lo dirs?S, brillante respondi Shallan, distrada.Entonces dedica el resto del da a tu arte. Tengo que pensar cmo ensearte mejor Shadesmar.La mujer se retir, devolviendo con un leve gesto de la cabeza las reverencias de los marineros mientras pasaba ante ellos y se diriga al interior del barco.Shallan se levant, luego dio media vuelta y se agarr a la borda, con una mano a cada lado del bauprs. El ocano se extenda ante ella, olas ondulantes, un aroma a fra frescura. El rtmico golpeteo mientras el velero surcaba las olas.Las palabras de Jasnah batallaban en su mente, como anguilas ce-lestiales con una sola rata entre ellas. Spren que tenan ciudades? Sha-Palabras radiantes 4AS.indd 52 4/6/15 17:53 53 desmar, un reino que estaba all, pero era invisible? Shallan, prometi-da de pronto con el soltero ms importante del mundo?Dejlaproayrecorrielbarco,apoyandolamanolibreenla amura. Cmo la consideraban los marineros? Sonrean y la salu-daban. La apreciaban. Yalb, que colgaba perezoso de los cordajes, la llam para decirle que en el siguiente puerto haba una estatua que te-na que ver.Es un pie gigante, joven seora. Solo un pie! Nunca termina-ron la maldita estatua...Ella le sonri y continu. Quera que la vieran como a Jasnah? Siempre temerosos, siempre preocupados de que pudieran hacer algo mal? Eso era el poder?Cuando part por primera vez de Vedenar pens, mientras lle-gaba al lugar donde estaba atada la caja que le serva de asiento, el capitn no dejaba de insistir en que volviera a casa. Para l mi misin era una estupidez.Tozbek siempre haba actuado como si le estuviera haciendo un favor al aceptarla junto a Jasnah. Tendra que haber pasado todo ese tiempo sintiendo que se haba impuesto al capitn y su tripulacin al contratarlos? S, le haba ofrecido un descuento por sus negocios con su padre en el pasado..., pero en cualquier caso ella fue quien lo con-trat.La forma en que la trataba era probablemente cosa de los merca-deres thayleos. Si un capitn consegua convencer a su cliente de que estaba al mando, este pagaba mejor. Le caa bien aquel hombre, pero su relacin dejaba mucho que desear. Jasnah nunca habra tolerado que la trataran de esa forma.El santhid segua nadando al lado del barco. Era como una dimi-nuta isla en movimiento, la espalda cubierta de algas, pequeos crista-les sobresaliendo del caparazn.Shallan se dio media vuelta y se encamin hacia la popa, donde el capitn Tozbek hablaba con uno de sus hombres, sealando un mapa cubierto de glifos. La salud con la cabeza mientras se acercaba.Solo una advertencia, joven seora dijo. Los puertos en los que recalemos pronto sern menos cmodos. Dejaremos los estre-chos de Ceo Largo, rodearemos el borde oriental del continente y nos dirigiremos a Nueva Natanan. No hay nada que merezca la pena hasta las Criptas Huecas... y tampoco all hay mucho que ver. Yo no enviara ni a mi propio hermano all sin escolta, y eso que ha matado a diecisiete hombres con sus manos desnudas.Comprendo, capitn dijo Shallan. Y gracias. He reconside-Palabras radiantes 4AS.indd 53 4/6/15 17:53 54 rado mi decisin. Necesito que detengas el barco y me permitas ins-peccionar el espcimen que nada junto al casco.El capitn suspir, extendi la mano y se pas los dedos por una de sus tiesas cejas puntiagudas, igual que otros hombres podan jugar con sus bigotes.Brillante, eso no es aconsejable. Padre Tormenta! Si te cayeras al ocano...Entonces me mojara replic Shallan. Es un estado que ya he experimentado alguna que otra vez en mi vida.No, no puedo permitirlo. Como te dije, te llevaremos a ver al-gunos caparazones...No puedes permitirlo? lo ataj Shallan. Lo mir con lo que dese que fuera una expresin de asombro, con la esperanza de que no advirtiera la fuerza con que cerraba los puos a los costados. Tormen-tas, con lo que odiaba ella las confrontaciones. No saba que hubie-ra hecho una peticin que t pudieras o no aceptar, capitn. Detn el barco. Bjame. Esas son las rdenes.Trat de decirlo con la decisin que habra mostrado Jasnah, quien era capaz de hacer que pareciera ms fcil resistirse a una alta tormen-ta desatada que mostrarse en desacuerdo con ella.Tozbek movi la boca un momento, sin lograr emitir ningn soni-do, como si su cuerpo intentara continuar su anterior objecin pero su mente fuera con retraso.Es mi barco... murmur por fin.A tu barco no le suceder nada malo replic Shallan. No nos demoremos, capitn. No quisiera retrasar nuestra arribada a puer-to esta noche.Lo dej y volvi a su asiento, con el corazn latindole desbocado y las manos temblorosas. Se sent en su caja, en parte para calmarse.Tozbek, con aspecto de estar profundamente molesto, empez a dar rdenes. Arriaron las velas, el barco fren su rumbo. Shallan reso-pl, sintindose como una idiota.Y, sin embargo, lo que Jasnah le haba dicho era cierto. La actitud de Shallan creaba algo en los ojos de Tozbek. Una ilusin? Como los mismos spren, tal vez? Fragmentos de expectativas humanas que co-braban vida?El santhid aminor la marcha siguiendo el ritmo de la nave. Shallan se levant, nerviosa, mientras los marineros se acercaban con un cabo. De mala gana, ataron un lazo en el suelo para que ella pudiera meter el pie, antes de explicarle que deba agarrarse con fuerza a la cuerda mien-tras la bajaban. Ataron un segundo cabo, ms pequeo, en torno a su Palabras radiantes 4AS.indd 54 4/6/15 17:53 55 cintura: el medio por el que podran izarla, mojada y humillada, de vuelta a la cubierta. E, inevitablemente, a sus miradas.Se quit los zapatos, luego subi a la amura tal como le haban in-dicado. Haca tanto viento antes? Sinti un momento de vrtigo, all en precario equilibrio sobre el diminuto borde, con los pies apenas cubiertos con unos calcetines y el vestido agitndose con el dichoso viento. Un vientospren se le acerc y adopt la forma de una cara con nubes detrs. Tormentas, ojal que aquella criatura no interfiriera. Era la imaginacin humana la que daba al vientospren aquella sonri-sita maliciosa?Los marineros situaron el lazo ante sus pies y ella se introdujo en l con temor. A continuacin Yalb le entreg la mscara de la que le ha-ba hablado.Jasnah sali de la sentina, mirando a su alrededor, confusa. Vio a Shallan de pie en el costado del barco y enarc una ceja.Shallan se encogi de hombros y luego indic a los hombres que la bajaran.Se neg a permitir sentirse como una tonta mientras descenda poco a poco hacia las aguas y hacia la extraa criatura que flotaba en las olas. Los hombres la detuvieron a un par de palmos de la superficie y ella se puso la mscara, sujeta por correas, que cubran casi toda su cara, incluyendo la nariz.Ms abajo! les grit.Le pareci sentir su reticencia en la lentitud con que la cuerda fue descendiendo. Su pie toc el agua y un fro terrible le subi por la pierna. Padre Tormenta! Sin embargo, no pidi que se detuvieran. Permiti que la fueran bajando ms y ms hasta que sus piernas que-daron sumergidas en el agua helada. Su falda se hinch de la forma ms molesta, y tuvo que pisar el extremo, dentro del lazo, para impe-dir que se alzara sobre su cintura y se quedara flotando en la superficie del agua mientras se sumerga.Se debati con la tela durante un instante, aliviada por el hecho de que los hombres del barco no pudieran verla ruborizarse. Sin em-bargo, cuando se moj del todo, fue ms fcil manejar el vestido. Fi-nalmente pudo encogerse, todava agarrada frreamente a la cuerda, y hundirse en el agua hasta la cintura.Luego zambull la cabeza bajo las olas.Desde la superficie, la luz se filtraba en columnas titilantes y ra-diantes. Las aguas estaban pobladas de vida furiosa, sorprendente. Pe-ces diminutos zigzagueaban de un lado a otro, picoteando en la parte inferior del caparazn que cubra a una criatura majestuosa. Retorcida Palabras radiantes 4AS.indd 55 4/6/15 17:53 56 como un rbol viejo, con la piel arrugada y plegada, la autntica for-ma del santhid era la de una bestia con largos tentculos azules, como los de una medusa, solo que mucho ms gruesos. Los tentculos desa-parecan en las profundidades, siguiendo a la bestia de forma oblicua.El animal en s era una retorcida masa azul griscea cubierta por el caparazn. Sus pliegues de aspecto antediluviano rodeaban un gran ojo en el costado: era de suponer que habra otro en el otro lado. Pareca lenta, aunque majestuosa, con poderosas aletas que se movan como remos. Un grupo de extraos spren en forma de flecha se mova por las aguas alrededor de la bestia.Bancos de peces rodeaban a la increble criatura. Aunque las pro-fundidades parecan vacas, la zona que rodeaba al santhid rebosaba de vida, igual que bajo el barco. Peces diminutos picoteaban el casco movindose entre el santhid y el navo, a veces solos, a veces en olea-das. Sera por eso por lo que la criatura nadaba cerca de los barcos? Tendra algo que ver con los peces, y su relacin con l?Contempl la criatura, cuyo ojo, grande como la cabeza de Sha-llan, se volvi hacia ella, concentrndose en su persona, mirndola. En ese momento Shallan dej de sentir el fro. Dej de sentir vergenza. Estaba contemplando un mundo que, por lo que saba, ninguna erudi-ta haba visitado jams.Parpade para captar una imagen de la criatura, retenindola para luego poder dibujarla.Palabras radiantes 4AS.indd 56 4/6/15 17:53