Palabras de bienvenida graduación 2011

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PALABRAS DE BIENVENIDA GRADUACIÓN UNICARIBE 2011 Dr. José Enrique Alvarez Estrada 15 de diciembre de 2011 Steve Jobs, el legendario fundador y gerente general de Apple fallecido hace unas pocas semanas, reflexionaba en una plática al inicio del Curso 2005 en la Universidad de Stanford, cómo durante su truncada carrera universitaria, por falta de recursos económicos que le permitieran sostenerse, vagó durante 18 meses por el Campus de la Universidad de Reed, asistiendo como oyente a éste o aquél cursos que le parecían atractivos. Uno de ellos fue un Taller de Caligrafía. En ese momento lo tomó por el simple gusto de escribir con letra bonita. Pero a la postre, resultó esencial para que las computadoras Macintosh fueran las primeras en desplegar e imprimir, en su interfaz gráfica de usuario, muchas fuentes tipográficas distintas. El inicio de la Revolución Informática que aún vivimos y gozamos. Su reflexión para los graduados de Stanford fue acerca de “conectar puntos”: cuando abandonó los estudios formales e ingresó como oyente al curso, hubiera sido imposible saber las consecuencias que aquella decisión tendría algunos años después. Pero mirando hacia atrás, las implicaciones resultaban muy claras. Ese mismo año Juan Enríquez Cabot, hijo del ilustre mexicano cuyo nombre lleva nuestra Biblioteca, y quien es Director fundador del Proyecto Ciencias de la Vida de la Harvard Business School, proponía que “México necesita 5 mil cerebros, sólo cinco mil, para desarrollar un modelo que le permita crear al menos 10 compañías nuevas de más de mil millones de dólares anuales de ganancias cada una”.

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PALABRAS DE BIENVENIDAGRADUACIÓN UNICARIBE 2011

Dr. José Enrique Alvarez Estrada15 de diciembre de 2011

Steve Jobs, el legendario fundador y gerente general de Apple fallecido hace unas pocas

semanas, reflexionaba en una plática al inicio del Curso 2005 en la Universidad de

Stanford, cómo durante su truncada carrera universitaria, por falta de recursos

económicos que le permitieran sostenerse, vagó durante 18 meses por el Campus de la

Universidad de Reed, asistiendo como oyente a éste o aquél cursos que le parecían

atractivos.

Uno de ellos fue un Taller de Caligrafía. En ese momento lo tomó por el simple gusto de

escribir con letra bonita. Pero a la postre, resultó esencial para que las computadoras

Macintosh fueran las primeras en desplegar e imprimir, en su interfaz gráfica de usuario,

muchas fuentes tipográficas distintas. El inicio de la Revolución Informática que aún

vivimos y gozamos.

Su reflexión para los graduados de Stanford fue acerca de “conectar puntos”: cuando

abandonó los estudios formales e ingresó como oyente al curso, hubiera sido imposible

saber las consecuencias que aquella decisión tendría algunos años después. Pero

mirando hacia atrás, las implicaciones resultaban muy claras.

Ese mismo año Juan Enríquez Cabot, hijo del ilustre mexicano cuyo nombre lleva

nuestra Biblioteca, y quien es Director fundador del Proyecto Ciencias de la Vida de la

Harvard Business School, proponía que “México necesita 5 mil cerebros, sólo cinco mil,

para desarrollar un modelo que le permita crear al menos 10 compañías nuevas de más

de mil millones de dólares anuales de ganancias cada una”.

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Hoy la Universidad del Caribe está orgullosa de entregar a la sociedad mexicana una

parte de esos cinco mil cerebros: un nuevo grupo de egresados. Seguramente cuando

llegaron por vez primera a esta Casa de Estudios, traían en sus mentes toda una serie de

ideas y anhelos, una visión del mundo. Depositaron en nosotros la enorme

responsabilidad de guiar su proceso de aprendizaje, de ayudarles a pulir, descartar, mutar

o simplemente dejar atrás algunas ideas y adoptar otras. Steve Jobs tenía razón en cuanto

a “conectar puntos”, pues ni ellos ni nosotros sabíamos en ese entonces lo que ello iba a

significar en este día. Nadie podía saberlo. Pero hoy estamos seguros que coadyuvamos

en hacerlos mejores personas, más sofisticadas, con más capacidad de generar ideas,

conceptos, productos; riqueza para su ciudad, su estado y su nación. Esperamos que en

unos años más, cuando miren en retrospectiva y conecten los puntos, consideren que su

tiempo de permanencia en la Universidad del Caribe fue fundamental para desarrollar

los éxitos que estamos seguros van a cosechar.