P. Dávila (Diálogo Con María de Los Angeles Valinho)

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DIÁLOGO DEL P. DÁVILA CON HERMANA DE SOR LUCÍA (VIDENTE DE FÁTIMA)

Casa de Lucía: María de los Angeles Valinho – 73 años: 3 de Agosto nació. Año 1890. Hnos. 6: Lucía la última: Hoy Coimbra-Carmelita.

- Estoy muy feliz, día con la gracia de Dios. Vivió en este cuarto. 13 años y tuvo la visión a los 10. - Mi hermana Lucía y Francisco tuvieron la visión.

- Cuando tuvo la visión ustedes le creyeron al principio? -No, es engaño.

-Mamá creyó? - No. (seco)

-Papá? - No. (seco)

- Hermanas? - No. Nadie.

- Ustedes? - Nada.

- Ella se puso triste cuando no creyeron? (Llegan unos curiosos e interrumpen). La casa está tal cual la ocupó Lucía: Una cama regular. Cuarto de 3 metros por 2 –alto 2 metros- En la pequeña antesala donde hay objetos religiosos, sentado sobre un viejo baúl y unos rodapiés nuevecitos hago la entrevista- Una cajita pequeña. Un crucifijo- Un cuadro del ángel de la guarda. Una copia muy rara de la Inmaculada de Murillo (con muchos angelitos). Continúa: - No se ponía triste cuando no le creían. Era lo mismo. Ella muy alegre siempre y también ahora.

- Tenía desde niña devoción a la Virgen? - Siempre. Fuimos criados así. Nuestra madre, como en toda nuestra tierra, nos enseñaron así.

- Sabía rezar el S. Rosario? - Contemplar los misterios no sabía. Sabía rezar.

- Tuvo alguna instrucción en alguna escuela? Estaba en alguna escuela? - No.

- Sabía leer?

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- Nada. Fue a aprender a leer en un colegio.

- Qué colegio? - En un asilo en Oporto. Era un asilo de criar a los pobres.

- En qué se ocupaba de niña? - Guardar las ovejas desde los 7 a 8 años. - Siempre andaba con sus primos? - Comenzaron a andar juntos y anduvieron siempre juntos.

- (Otros peregrinos que se arrodillan y musitan una plegaria en la pequeña antesalita.) Interrumpo porque no tengo recelo al hablar- Cuando habla de una manera natural le corren las lágrimas a los ojos. Se nublan. Ella me comprende. Así son las almas de Dios. Ella es casada. Los turistas curiosos le preguntan de quien es este retrato? Ella: De mi hijo sacerdote, sobrino de Lucía. Si, ella es madre de un sacerdote. Ella me comprende mejor. Cuando hablan de Lucía, siempre es lo mismo. Sus ojos se enternecen. Asoman las lágrimas que las detiene momentáneamente.

- Los padres le regañaban cuando hablaba de las visiones? - No creían. Le impedían que hablara.

- Desde cuando comenzó usted y sus padres a creer? - Cuando vio el milagro del sol toda la gente creyó.

- Yo le pregunto: Usted vio el milagro? - Sí, yo vi.

- Una lágrima rueda por sus mejillas y se enjuga quitándose las gafas. (Interrupción: Otros visitantes. El diálogo se interrumpe. Cada uno le hace una pregunta y ella tiene una respuesta para todos. No se incomoda. Nada turba la quietud infinita de su alma. Esta quietud sale a flor de labios. La luz tiembla en su pequeña habitación. Y tiene que contestar hasta a las preguntas impertinentes. No ha querido dar una explicación detallada a otros del milagro del sol. En un minuto libre puedo tomarle una foto, ella sentada junto a la cama de Lucía. Llegan otros visitantes. Yo preparo de inmediato mis preguntas. El sol, ese mismo sol a quien vio danzar en el milagro le da en la cara al impresionarlo con mi lente fotográfico.

- Cómo fue el milagro del sol. Cuénteme? - La hora: A medio día.

- El cielo? - Mucho sol en la primera aparición. Lluvia en la última.

- Y la primera y la última eran a las 12? - 6 apariciones: 1) 13 de Mayo 2) 13 de Junio 3) 13 de Julio 4) El 19 de Agosto 5) 13 Setiembre 6) 13 Octubre Sólo en la última fue el milagro del sol. Todas las apariciones a medio día.

- En la última fue el milagro del sol. Llovía. A la hora del milagro paró la lluvia. Apareció el sol dando las vueltas en torbellino (Ella indicó moviendo en círculos los brazos) Después de dar las vueltas descendió dando vueltas siempre, cada vez más, más. Indica con los brazos como

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descendía el sol con las manos y brazos. La anciana siente que revive la emoción del prodigio y repite: Cara al sol sobre los árboles dando vueltas. Esto produjo mucho susto. Toda la gente cayó en tierra y pedía misericordia a N. Señor. Lloraban juntando las manos pedían misericordia a N. S.

- Y usted sintió mucha emoción? - Sí y toda la gente.

- Cuánto duró el milagro del sol? - Ninguno sabe, no se preocupó de mirar los relojes. Podían ser unos 5 minutos más o menos. El sol dando las vueltas estaba sobre los árboles.

- Qué color tenía el sol? - El sol era de color natural como es. Pero la tierra, árboles, la tierra, era de todos los colores: verde, amarillo, rojo, azul, escarlata como del arco iris.

- Y apareció después del milagro del sol, la Virgen? - El pueblo vio el milagro del sol, no la aparición de la Virgen. Los pastorcitos vieron ese instante a la Virgen. Ellos hablaron con la Virgen.

- Recuerda qué hablaron? - La Virgen les dice: Hay que rezar todos los días. La tercera parte del Rosario -ella insiste en la tercera, no en todo el Rosario- a N. Sra. Pedir mucho perdón a N. Señor pues estaba muy ofendido, que la guerra vaya a acabar. Si no se arrepintieran y pidieran perdón tras de esta guerra habrá otra peor. (Estas palabras textuales las sabe muy bien) Después todos fueron a la casa.

- Cuántos vieron? - Más de 50.000 algunos opinaron. Otros 60.000. Pero nadie pudo contar. Era una multitud muy grande.

- Y sólo eran de los pueblos vecinos? - Vinieron de muy lejos.

- Y todos veían el milagro del sol? - Pienso que sí. No he hablado con toda la gente. Con los que hablé vieron.

- Recuerda a algunos que vieron el milagro? - Muchísimos.

- Está feliz con su hijo sacerdote? - Sí. Es un santo. Tengo 3 sobrinas religiosas. 3 sobrinos sacerdotes. Otros en el Seminario. Que lleguen al fin.

- Lucía le escribe? - Poco. Está en Coímbra. Es Carmelita.

- Usted, ella y todos son muy felices? - No sabemos cómo agradecer a N. Señor.

- Los ojos se le nublan. Y nos despedimos, después de impresionar la última fotografía. (Llegan otros curiosos)

P. CÉSAR AUGUSTO DÁVILA GAVILANES Guía Espiritual y Fundador de la

Asociación Escuela de Auto-Realización (Fátima-Portugal, 1963)