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<<Otro Mundo es posible>> 1 Por Pablo Robledo Vallejos. Estudiante de Sociología, Universidad Alberto Hurtado. Preámbulo Hemos naturalizado las condiciones de nuestra alienación a un sistema enajenante. Día a día, vivimos en un estado de latencia con el que solo nos podemos comparar a un engranaje que pretende ser útil en una maquinaria que, día a día, rueda para tornar más enajenados a los alienados. Nuestras mañanas, tardes y noches, se han vuelto predecibles, monótonas y por sobre todo programadas. La modernidad capitalista, la hegemonía de la culocracia 2 , y por sobre todo el predominio del consumismo y las imperantes necesidades suntuarias, han ido configurando un tipo particular de persona que no solo ha olvidado gritar y berrear contra sus pesares, sino que además justifica la violencia, estructural y sistémica, que ha vuelto a la Persona, en un algo meramente funcional el régimen imperante. En este escrito pretendo enunciar y reflexionar en torno a una serie de elementos que configuran una estructura social de corte alienante. Entendiendo la alienación no solo desde la perspectiva clásica, marxista, sobre la cual la alienación se da en la fábrica, donde el trabajador es despojado de la plusvalía que genera con su trabajo. Sino evidenciar, como desde las pretensiones económicas elitistas se configura un 1 Considerando que el pie forzado de este trabajo es “profundizar en un tema de interés por parte del estudiante relacionado con la bibliografía recomendada”, he decidido mantener un tema tan amplio como el título, para vincularlo finalmente con ideas vinculadas al Buen Vivir, y en menor medida la Economía del Bien Común. 2 Concepto mencionado por Juan Pablo Feinmann. Video disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=9YIgsjtoQCw

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<<Otro Mundo es posible>>1

Por Pablo Robledo Vallejos. Estudiante de Sociología, Universidad Alberto Hurtado.

Preámbulo Hemos naturalizado las condiciones de nuestra alienación a un sistema enajenante. Día a día, vivimos en un estado de latencia con el que solo nos podemos comparar a un engranaje que pretende ser útil en una maquinaria que, día a día, rueda para tornar más enajenados a los alienados.

Nuestras mañanas, tardes y noches, se han vuelto predecibles, monótonas y por sobre todo programadas. La modernidad capitalista, la hegemonía de la culocracia2, y por sobre todo el predominio del consumismo y las imperantes necesidades suntuarias, han ido configurando un tipo particular de persona que no solo ha olvidado gritar y berrear contra sus pesares, sino que además justifica la violencia, estructural y sistémica, que ha vuelto a la Persona, en un algo meramente funcional el régimen imperante.

En este escrito pretendo enunciar y reflexionar en torno a una serie de elementos que configuran una estructura social de corte alienante. Entendiendo la alienación no solo desde la perspectiva clásica, marxista, sobre la cual la alienación se da en la fábrica, donde el trabajador es despojado de la plusvalía que genera con su trabajo. Sino evidenciar, como desde las pretensiones económicas elitistas se configura un tipo de sociedad que por sobre todas las cosas, oprime a los sujetos. Sin embargo, una vez desarrollado ese diagnóstico, me gustaría exponer reflexiones y experiencias de alternativas para pensar <<Otro Mundo>>.

Violencia EstructuralDía a día vivimos pensando en el éxito, muchos no consiguen dormir por miedo al fracaso. Y es que en nuestra sociedad es difícil pensar en realizar una acción que no sea con arreglo a fines, pues hemos 1 Considerando que el pie forzado de este trabajo es “profundizar en un tema de interés por parte del estudiante relacionado con la bibliografía recomendada”, he decidido mantener un tema tan amplio como el título, para vincularlo finalmente con ideas vinculadas al Buen Vivir, y en menor medida la Economía del Bien Común. 2 Concepto mencionado por Juan Pablo Feinmann. Video disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=9YIgsjtoQCw

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decidido que el valor de toda acción esta allá, en la consecución de un cometido. No conforme con ello, nuestra sociedad se erige sobre pilares y normas económicas, el régimen imperante, no es un régimen eminentemente social o político, sino por excelencia económico. Foucault expone en su college de Francia que en las sociedades podemos observar, a nivel general, regímenes de verdad, y es sobre ese régimen de verdad que se constituye la acción gubernamental, “el régimen general de esa razón gubernamental de la que les hablo, ese régimen general que podemos llamar cuestión de la verdad (…) ese lugar de verdad no es claro está, la cabeza de los economistas, sino el mercado”3. Hoy por hoy, es el mercado quien configura las verdades y los vivires de las personas. Y son precisamente los poderes políticos los que se subordinan a estas racionalidades económicas en pos de mantener el statu quo imperante. Éstos poderes políticos están dispuestos, lógicamente, conforme a la racionalidad instrumental, y se expresa de distintas formas, una de ellas es el acto comunicativo, pues “el lenguaje permanece a las espaldas como medio vinculante (condensador) de quienes coordinan sus acciones en semejante espacio simbólico”4. Si consideramos que en el lenguaje es una suerte de vehículo común, por el cual compartir las acciones, no resulta para nada extraño que las acciones comunicativas, expresada de distintas forma, sean herramienta misma de sujeción y alienación, “el poder comunicacional que expresa las orientaciones normativas y el poder administrativo que las reformula en la clave de la eficacia; con una tendencia a que el poder administrativo instrumentalice el poder comunicacional integrándolo como una de sus funciones.”5

Si observamos las sociedades neoliberales, de la cual Chile, es un referente que roza en el tipo ideal de una sociedad en donde el sujeto ha sido atomizado y por lo demás destrozada su capacidad de ser social; observamos la hegemonía del mercado como elemento rector de la sociedad, precisamente por ello es que no es casual que el edificio más alto del país (y por el momento de América Latina) sea un centro comercial. Tampoco es casualidad que estos edificios configuren la ciudad6. Otro elemento observable es la razón de ser, vivir y desplazarse de las distintas personas, a saber que, los ciudadanos en

3 Michael Foucault: Nacimiento de la biopolítica. P.464 Rafael Alvear. El lenguaje como herramienta para la configuración de una teoría crítica de la sociedad. Un acercamiento a la teoría de Jürgen Habermas. P.99. En Persona y sociedad, volumen XXIX. 5 Jean-Louis Laville. Democracia y economía: Elementos para un enfoque sociológico. P.26 Hoy en día el centro neurálgico de la ciudad se ha desplazado a las cercanías del Costanera Center

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nuestro país se mueven de sus casas, por un espacio público reducido a tránsito, esencialmente para ir y cumplir su labor productiva, es decir, su rol económico. Todo en un contexto de modernidad privatizadora y privatizante. Que constituye al sujeto en función de su rol económico, en tanto productor y engrane, como por su rol de consumidor. “La gente se reconoce en sus mercancías, encuentra su alma en su automóvil, en su aparato de alta fidelidad, su casa, su equipo de cocina. El mecanismo que une el individuo a su sociedad ha cambiado, y el control social se ha incrustado en las nuevas necesidades que ha producido”7.

Todo ello en un contexto de racionalidad instrumental, donde se actúa en función del máximo beneficio posible. Que es precisamente la racionalidad económica que observa los números azules, los índices positivos y los gráficos de bonanzas, se argumenta que “Chile ha logrado reducciones importantes en los niveles de pobreza y en el aumento de la prosperidad compartida en los últimos años.”8, y se vanagloria que el FMI estima el PIB per cápita chileno en unos 23.000 dólares anuales9. Todo marcha viento en popa según los índices macroeconómicos y todo pareciera en orden, de acuerdo a la racionalidad instrumental económica. Sin embargo, si nos preguntamos por los lazos comunitarios, la confianza en los pares y por sobre todo, si nos preguntamos por la felicidad de las personas, los resultados podrían ser otros.

10 Más aún, si miramos la Figura N°1, podemos evidenciar una profunda disconformidad con las desigualdades económicas. Pues bien, si consideramos que aproximadamente al 2013, el 70% de los chilenos gana menos de $426.000 mensual11; tenemos un

7 Herbert Marcuse: El hombre unidimensional. P.398 Chile, panorama general. Recuperado en: http://www.bancomundial.org/es/country/chile/overview visitado el 13 de Julio de 2015.9 Fuente: Economía y Negocios. Recuperado en: http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=123783 visitado el 13 de Julio de 2015.10 Gráfico propio. Base de datos del Índice de Desarrollo Humano del PNUD, año 201511 Los Verdaderos sueldos de Chile. Fundación Sol. Recuperado de http://www.fundacionsol.cl/wp-content/uploads/2015/01/Verdaderos-Salarios-2015.pdf, visitado el 140 de Julio de 2015.

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país con motivos suficientes para estar ´molesto´. (Éste es solo un indicador, y sería sesgado realizar conclusiones apresuradas respecto a los índices de bienestar en Chile. Sin embargo, esto es una muestra que existen motivos para ser infeliz y estar desconforme con el mundo que le ha tocado vivir.)

Los índices, exitistas de crecimiento económico no dan una pincelada de la realidad tal cual es. Es un crimen de lesa humanidad suponer que la bonanza macroeconómica implica la felicidad y la plenitud de las personas. “Diversos actores plantean cada vez más la necesidad de poner atención a otras dimensiones además del crecimiento económico (…) obliga a asumir en la acción pública aquello que “importa en última instancia” cuando se aspira al desarrollo.”12

Con lo expuesto hasta ahora, podemos mencionar a lo menos dos conclusiones: 1. La racionalidad instrumental a fines, amparada por los índices macroeconómicos de éxito y desarrollo, son las verdades configurantes de una sociedad moderna como la nuestra; 2. Estas verdades han ido formando un tipo de persona por sobre todo enajenada y enajenante, puesta y dispuesta a considerarse persona en tanto produzca y consuma, es un tipo de sujeto por sobre todo alienado, sin embargo, “el concepto de alienación parece hacerse cuestionable cuando los individuos se identifican con la existencia que les es impuesta y en la cual encuentran su propio desarrollo y satisfacción. Esta identificación no es ilusión, sino realidad. Sin embargo, la realidad constituye un estadio más avanzado de la alienación (…) el sujeto alienado es devorado por su existencia alienada. Hay una sola dimensión que está por todas partes y en todas formas.”13. En simple, la fascinación con la que día a día consumimos, y con la cual trabajamos para consumir, es el motor por el cual voluntariamente aceptamos nuestra alienación, es esta voluntariedad la victoria máxima de un sistema que busca sujetos funcionales a su verdad instrumental económica. No conforme con ello, este nivel de sujeción, cala mucho más hondo, a tal punto que juzgamos y repudiamos al Otro que no es parte de éste sistema. Por ejemplo, ¿por qué la ciudadanía lincha y apedrea a un lanza en pleno centro de Santiago y no hace lo mismo con un empresario o un parlamentario? ¿Por qué no ocurre ello, si donde quiera que vayamos hay un consenso más o menos homogéneo sobre la

12 Sinopsis de Informe de PNUD; Bienestar Subjetivo: el desafío de repensar el desarrollo. Recuperado en http://desarrollohumano.cl/idh/download/solo_sinopsis.pdf , visto el 14 de julio de 201513 Herbert Marcuse: El hombre unidimensional. P. 41

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corrupción y los robos dentro de las capas políticas y económicas? Bueno, pues los políticos profesionales y los economistas enajenantes no son linchados –aun- precisamente porque, a pesar de su condición de ladrones, turbios y embaucadores, son funcionales al régimen de verdad económico que mencionaba anteriormente, hay un reconocimiento en ellos que permite encontrar una cierta similitud con respecto a la ciudadanía de a pie, y es que ambos están dentro de la misma sintonía, no así un lanza de la calle, quien, independiente a quien robe, es un sujeto aparentemente ajeno a la lógica de lo que un hombre debiera ser, a saber: productor y consumidor. La violencia estructural cala tan hondo que nos configura y vuelve personas en objetos productores, y defensores de éste statu quo.

Sin embargo, no podemos achacar toda la responsabilidad de las barbaries de la modernidad a los sujetos víctimas de ella, por más que en apariencia acepten las condiciones de su prisión. Son otros, mejores dotados de oportunidades y capacidad de ejercer poder los que han hecho del mundo un lugar unidimensional, “(las) capacidades que hemos adquirido nos dan un tremendo poder. Mejor dicho, dan a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre el conjunto de la humanidad y del mundo entero.”14 ¿Podemos culpar a quienes no conocen otra realidad más allá de la vida plantada frente a sus narices? Creo que no. Los responsables de las penurias, no son los de abajo, sino aquellos que se han preocupado por detentar el ejercicio del poder, de naturalizar las condiciones de opresión, y sobre ello erigir el mundo de ellos, un mundo de des-comunicación y perversión, donde somos vividos por los objetos que compramos, y que conforme nos deshumanizamos gastando tiempo y vida en mantenerlos, comprarlos y usarlos, los humanizamos, a ellos, los objetos, con aquella, nuestra vida perdida.

“Estamos enfermos de exitismo (…) perder es el único pecado que en el mundo de hoy no tiene redención”15 dice Eduardo Galeano. Esta es la máxima expresión de una racionalidad que hace vivir por el fin, y no por el gusto de hacer las cosas sin más. Y es la misma racionalidad que ha ido configurando un tipo de sociedad por sobre todo esclavizadora, donde las posibilidades para vivir una realidad otra, se restringen y

14 Papa Francisco. Carta Encíclica Laudato Si´. Sobre el cuidado de la casa común. P.81 15 Entrevista realizada en España. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=Ye499JdnsBM visitada el 14 de Julio de 2015

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quedan cautivas de una coacción violenta y encubridora de las oportunidades y experiencias para pensar Otro Mundo.

Reflexiones y Experiencias para pensar <<Otro Mundo>>Allende lo anterior, ha habido experiencias de emancipaciones y luchas, de autonomías y liberaciones. Donde el espacio privado y el espacio público, penados a vivir separados, han logrado encontrar un nuevo espacio de unión. De común-unidad. América Latina ha sido un referente de experiencias y de voces que han sabido poner el pie frente a la rueda del capitalismo, que gira acabando con lo bueno de la casa común. La idea de pensar <<Otro Mundo donde caben muchos mundos>> nace del neo-zapatismo Mexicano, sin embargo, no podemos solo atribuirle a los zapatistas, la utopía y la pretensión de soñar y hacer Otro Mundo. En otras comarcas Europeas, gritaron que “Otra democracia es posible”16; hacia el sur del Sur, en Aysen, protestaron y constituyeron por unas cuantas semanas un gobierno asambleario al margen del Poder institucional legal; en Argentina en medio de la crisis con que vino a instalarse el nuevo siglo, aparecieron experiencias muy singulares de cooperativismo; Bolivia ha sido un referente de revueltas sociales, y de nuevas formas de concebir la figura del Estado-Nación.

Por una lado, experiencia zapatista, agrupada en los caracoles y las juntas del buen gobierno, habla de una organización de corte comunitario, que por esencia busca la autonomía respecto de poder estatal y coercitivo, a fin de luchar por una independencia y un cambio de paradigma a la racionalidad instrumental económica de la que me referí anteriormente, para ello “el control del territorio es la base primera sobre la que se construye la autonomía. (…) la autonomía no es una concesión de una de las partes (el Estado) sino una conquista del sector social que necesita proteger su diferencia para poder seguir existiendo como pueblo”17. Sin embargo, el ejemplo de Bolivia ha sido paradigmático sobre la idea de crear Otro Mundo, donde han logrado encontrar un camino desde las vías institucionales, para así, jugando con la figura ya existente del Estado-Nación, conseguir alzar el camino para cambiar el prisma con el que vivimos y concebimos el mundo.

En primer lugar, debemos decir que el proceso y el referente que es hoy Bolivia, respecto al desarrollo que lo que se ha llamado la Propuesta del Buen Vivir, que viene desde una política de Estado, no pudo haber sido sin la gran oleada de movimientos sociales, que vino a 16 Indignados de plaza del Sol, Madrid.17 Raúl Zibechi. Autonomía y Emancipaciones. América Latina en Movimiento. P.119

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traer al país andino, desde mediados de los años 90´s y hasta la primera mitad de la década del 2000. Movimientos que se situaron desde el plano del reconocimiento indígena, hasta las luchas contra la privatización del agua y del gas. Es necesario recalcar que un gobierno como el de Evo Morales no habría podido llegar al poder si no fuera de la mano con los movimientos sociales que abrieron el camino al MAS. En ese sentido es que podemos caracterizar las pretensiones del proyecto de Bolivia desde dos aristas complementarias: 1. Desde una lógica que busca fomentar no solo el derecho a los pueblo indígenas, sino también la soberanía de las comunidades, “la Constitución ratificada (…) por los bolivianos reforzará el papel de las comunidades indígenas en todas las instituciones públicas, y garantizará a las 36 naciones indígenas, algunas de las cuales tienen menos de 200 integrantes, el control de los recursos naturales de sus territorios.”18. 2. El segundo elemento tiene que ver con el desarrollo del paradigma del Buen Vivir, éste término “responde a la traducción al castellano de las palabras Suma Qamaña, de origen aymara, y Sumak Kawsay de origen quichua, y trata de reflejar una concepción de la vida que se confronta con la noción occidental de desarrollo”19. Lo valioso de estos dos elementos recién mencionados, es que esta concepción supone un pensamiento, oportuno y en marcha, como alternativa al capitalismo enajenante, incluso una alternativa a la racionalidad instrumental.

Quizás pensar en alternativas al crecimiento, basadas en otros indicadores, no sea ya una utopía en el horizonte, pues experiencias como las zapatistas y la experiencia Boliviana, han replanteado el margen de lo posible. El caso de Bolivia es sin duda un ejemplo de una revolución ontológica en construcción, pues “el buen vivir busca romper con las visiones clásicas del desarrollo ensimismadas con el crecimiento económico perpetuo, el progreso lineal, y el antropocentrismo”20. Si lo planteamos en términos sistémicos, con la racionalidad eurocéntrica, hemos operado como una parte que determina al todo, de forma autodestructiva y perniciosa. Sin embargo, al pensar otro mundo posible, desde experiencias como la de Bolivia, se pone sobre la palestra la discusión sobre una nueva forma de concebir la vida y el existir. Y esto es así, a pesar de estar aún en desarrollo y 18 Aprobó Bolivia la Constitución socialista. Publicado el 26 de Enero de 2009. Visto en http://www.lanacion.com.ar/1093514-aprobo-bolivia-la-constitucion-socialista el 14 de Julio de 2015.19 Koldo Unceta Satrustegui: Decrecimiento y Buen Vivir ¿paradigmas convergentes? Debates sobre el post-desarrollo en Europa y América Latina. P.20020 Eduardo Gudynas: Tensiones, contradicciones y oportunidades de la dimensión ambiental del Buen Vivir. P.232

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construcción del concepto del buen vivir, y más vale que fuera así, pues con estos conceptos, vivos y orgánicos ocurre lo mismo que con las personas o los movimientos sociales –que son personas interactuando-, es bueno que estén en movimiento, es necesario que estén en permanente reinvención, y en constante jaque contra el statu quo eurocéntrico. Es de vital importancia esta reinvención, y ello tiene que ir de la mano con el desarrollo de una política real y ciudadana. “Un gobierno popular, si no permite el desarrollo del poder popular (en particular de sus formas duras) se estanca y hasta puede terminar como un agente privilegiado para el disciplinamiento de las clases populares”21. Lo que quiero rescatar de ello, es que si bien la experiencia de Bolivia se ha dado mediáticamente desde la figura Estadocéntrica, es necesario potenciar las experiencias de base comunitaria, que tengan una autonomía e injerencia real en la construcción de este buen vivir, en este punto habría que ahondar más, si las promesas del gobierno de Evo Morales, sobre reforzar el papel de las comunidades fueron ciertas con el correr de los años.

ConclusiónSolo para redondear el final de este escrito: Bolivia es, sin duda un referente, de uno de los distintos caminos a tomar, para pensar y hacer Otro Mundo. Y así como la experiencia Boliviana hay otros referentes; mencionamos de forma superficial a los zapatistas y sus juntas del buen gobierno, las fábricas recuperadas en Argentina, del cual Neuquén es un caso paradigmático, las tomas de terreno en Chile entre los años 1950 y 1973, etc. Considerando ello, es necesario destacar la tremenda potencialidad de las experiencias, que en Nuestra América22, han gritado, puteado y berreado no solo en contra un sistema, sino con toda una forma de ser, ver y pensar el mundo y nuestro en él.

21 Miguel Mazzeo: Introducción al Poder Popular. P. 23322 Concepto recuperado de Miguel Mazzeo en Introducción al Poder Popular.