Otra cara de Bogotá

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EL ESPECTADOR / JUEVES 18 DE SEPTIEMBRE DE 2 01 4 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ 20 / 21 EL ESPECTADOR / JUEVES 18 DE SEPTIEMBRE DE 2 01 4 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ ISAGEN, entre las más sostenibles Por segundo año consecutivo, Isagén fue incluida en el Dow Jones Sustainability Index (DJSI) de países emergentes, uno de los índices más exigentes para deter- minar el grado de coherencia en la gestión de la sostenibilidad. Conservando su membresía en el DJSI, la gestión de Isagén con el agua, el cambio climático y otras iniciativas globales consolida a la empresa como una de las más sostenibles. ISAGEN supera el exigente análisis internacional y cumple con los requisitos exigidos a empresas de países emergentes. La evaluación es realizada anual- mente por RobeccoSam, especia- listas en inversiones sostenibles, quienes desarrollaron una metodo- logía para medir la calidad de la gestión y la estrategia de más de 2.500 empresas, así como su desempeño en el tratamiento de riesgos y oportunidades en materia de sostenibilidad. MARÍA PAULINA BAENA JARAMILLO [email protected] Adaptación al clima Otra cara de Bogotá HACE CINCO AÑOS ARRANCÓ EL PROCESO DE RECUPERACIÓN DE LA QUEBRADA LAS DELICIAS, QUE BAJA DE LOS CERROS ORIENTALES HACIA LA LOCALIDAD DE CHAPINERO. EL OBJETIVO DE PROTEGER ESTA CUENCA HÍDRICA ES ACTUAR FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO DESDE LA CIUDAD. @mapatilla Respaldo: Dirección técnica: » Aliados: un compromiso para vivir mejor ENTREGA 6 Crónicas ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Debajo de la Bogotá de cemento y ladrillo se esconde otra Bogotá. En la localidad de Chapinero, desde la calle 62 con carrera 2ª, empieza el recorrido por la ruta de la quebrada Las Delicias, en el que hay sembrados más de 8.200 árboles. Aquí se han descubierto tres especies de anfibios, dos de reptiles y 80 de aves. Los muros están pintados con grafitis de co- lores, en uno de los cuales se al- canza a leer “Severo el sendero”. Y en plena avenida Circunvalar no se escucha el sonido de los ca- rros, sino el del agua. De repente, los andenes se transforman en tapetes de hierba y las gallinas son parte del paisaje. A lo largo de la caminata, que dura dos horas, lo verde se vuelve más verde y el aire huele más puro. Un hilo débil de agua baña el suelo de cemento. Luego ese hilito se vuel- ve más caudaloso. Al final, y en épocas de invierno, la cascada tie- ne un ímpetu difícil de creer. Durante el recorrido hay que atravesar una mezcolanza de es- tratos: Juan XXIII y Bosque Cal- derón, que son estrato 2; Nueva Granda, estrato 3; María Cristina y La Salle, estrato 4. Y desde lo más alto se pueden ver el barrio Rosales, estrato 6, y El Castillo, que es estrato 5. María Sofía López, líder comu- nitaria del barrio Juan XXIII, cuenta que la iniciativa partió de la ciudadanía cuando vieron que los vecinos de la quebrada La Vie- ja, ubicada en la 72 con 3ª, habían logrado recuperarla. “Esto no fue sólo recuperación de la quebrada, sino una recuperación de la co- munidad”, asegura. Porque, en efecto, por la quebra- da no corría agua, sino basura, es- combros y sangre. En la quebrada vivían los habitantes de calle. En la quebrada se escurría el día a día de los vecinos de los barrios Los Oli- vos, Juan XXIII, Nueva Granda y Bosque Calderón. La quebrada guardaba una historia ambivalen- te porque, para las comunidades, era el lugar donde jugaban cuando niños, donde las madres lavaban la ropa y llevaban el agua para la me- sa. Pero más tarde sería el sitio predilecto para arrojar los cadáve- res. Era un lugar de nadie y de to- dos. “Tocaba resignificar esos es- pacios y devolvérselos a los ciuda- danos para lo que son”, comenta Patricia Bejarano, gerente de pla- nificación y uso del suelo de Con- servación Internacional. Desde 2009, la Secretaría de Ambiente, junto con Conserva- ción Internacional, comenzaron la recuperación de las 12 quebra- das de los cerros de Bogotá en la localidad de Chapinero. En ese proceso “se analizó lo biótico, lo físico, lo socioeconómico y todos esos datos se integraron en un sis- tema de información geográfico”, explica Sandra Esguerra, directo- ra de gestión ambiental de la Se- cretaría de Ambiente. Ya se intervinieron dos quebra- das: Las Delicias y Morací, prácti- cas que fueron premiadas en la jornada de Río+20 como las me- jores en restauración ecológica. Ahora se están empezando las obras en El Chulo y Barrio Paraí- so, y se priorizaron Los Olivos, Puente Piedra y Pozo Claro para iniciar la intervención al final de este año. Hoy el modelo de Las Delicias se está replicando en otras localidades, como Usaquén y Ciudad Bolívar. De hecho, “en La Estrella (Ciudad Bolívar) di- cen que quieren su quebrada co- mo esta”, comenta Sandra. María Sofía, líder comunitaria, recuerda que la institucionalidad miró en la misma dirección que la comunidad. “El esquema tradi- cional ve la recuperación como un ejercicio de licitar obras. Co- mo si esto fuera mera ingeniería. Aquí se busca demostrar que es un proceso socioambiental”, dice Sandra Esguerra, de la Secretaría de Ambiente. El Distrito tiene focalizadas 34 quebradas con inversiones que han sido de $5.500 millones. Sólo la restauración de Las Delicias costó $1.800 millones. Pero, según Patricia Bejarano, de Conserva- ción Internacional, en términos fi- nanciaros, esta inversión repre- senta un ahorro, pues se previe- nen varios impactos a la salud de las personas y se genera un mecanismo de adaptación al cambio climático. “Haciendo recuperación de quebra- das se recuperan los servicios ecosis- témicos, nos adaptamos al cambio climático, pero también recupera- mos la identidad territorial de los es- pacios del agua”, remata. La experta asegura que la recupe- ración de las quebradas no es una cuestión de histeria verde, sino el re- conocimiento de que ofrecen servi- cios importantes, como la luz, el te- léfono o el agua. “Las quebradas brindan un montón de servicios eco- sistémicos, como la conservación de la biodiversidad, los corredores eco- lógicos para la movilidad de las espe- cies y los árboles que permiten cap- tar CO2 para minimizar las concen- traciones de contaminantes en la ciudad”, comenta Patricia. Además, recuperar las quebradas favorece el aumento de las brisas lo- cales que minimizan las “islas de ca- lor”, que son concentraciones de ga- ses en los núcleos urbanos, produc- to de la actividad en los centros in- dustriales. De acuerdo con el último Congre- so de Biodiversidad, la población va en aumento. Se espera que para el año 2050 Bogotá pase de 8 millones de habitantes a más de 11 millones. Y en los municipios aledaños (Soacha, Chía y Mosquera) una población de casi 3 millones, llegará a ser de 9. “Vamos a concentrar en este 2% del territorio nacional casi la cuarta parte de la población del país. Esta- remos amontonados en cuatro mu- nicipios”, dijo Patricia. Esto genera presiones que se mezclan con el cambio climático. Las proyecciones que se han reali- zado en Cundinamarca demuestran que, en ciertos sectores, la disponi- bilidad de agua bajará hasta en 160%. Bogotá jalona y demanda to- do los recursos de Cundinamarca y de otras regiones, pero ¿qué les da? Las áreas urbanas verán los efectos del cambio climático más temprano que tarde. En 2010 las inundaciones sacudieron a Bogotá. Así que cuidar los cuerpos de agua dentro de una ciudad se vuelve casi obligatorio por- que regulan los suelos en tiempos de sequía y de invierno. Y esta es apenas una de las 192 quebradas que se des- cuelgan de los Cerros Orientales. En- tonces, como María Sofía, la líder co- munitaria, quien se remangó los pan- talones para redescubrir la magia de su quebrada, habrá que reenamorar- se nuevamente de nuestro territorio. “Toca volvernos a vender la historia a nosotros mismos de algo que es muy cotidiano. Volver a mirar nuestra ca- sa y encontrar cosas bonitas”. Cosas bonitas, que vayan más allá de arma- tostes de cemento y de ladrillo. “A Tu Lado”, una iniciativa de Codensa Codensa, como empresa comprometida con el medio ambiente, viene desarrollando dentro del programa “A Tu Lado” la campaña de sustitución de neveras antiguas e ineficientes por neveras modernas y eficientes. La dispo- sición final de las neveras fabricadas antes de 1997 requiere iniciativas que, hasta el momento, han sido intermitentes, por lo cual muchas terminan en los canales o botaderos sin control alguno. Cada quince días, dentro del evento de cierre en cada localidad, se sustituyen de forma gratuita 10 neveras por comunidad. En 2014 se han susti- tuido 100 neveras en igual número de hogares. Minminas trabajará con Findeter Financiera del Desarrollo “TOCABA RESIGNIFICAR ESOS ESPACIOS Y DEVOLVÉRSELOS A LOS CIUDADANOS PARA LO QUE SON”. PATRICIA BEJARANO, CONSERVACIÓN INTERNACIONAL. El Diamante de Energía es parte del macroproyecto Diamante Caribe y Santan- deres de Colombia, que lidera la Financiera del Desarrollo, Findeter. Esta iniciativa integrará la región Caribe y los Santanderes en proyectos comunes. El presidente de Findeter, Luis Fernando Arboleda, aseguró en el marco de la Comisión Accidental de los Senadores de la Costa Caribe que “el ministro de Minas está interesado en el programa Diamante de Energía, porque zonas como La Guajira, Santander, Santa Marta y Atlántico mantienen altas tempera- turas. La idea es buscar soluciones de plantas de energía solar para abastecer la demanda de las viviendas. Findeter ha querido presentar los proyectos a los senadores para que tengan apoyo en el próximo Plan Nacional de Desarrollo”. En la calle 62 con carrera 2ª empieza el recorrido por la quebrada Las Delicias. Debajo de la avenida Circunvalar los grafiteros y artistas urbanos se dieron a la tarea de pintarla. / Gustavo Torrijos

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Publicacion = El Espectador, Sección = , Color = , Fecha = 18/09/2014, Hora = 10:56:22 a.m., Página= 20-21, Usuario = hamaya

EL ESPECTADOR / JUEVES 18 DE SEPTIEMBRE DE 2 01 4

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ISAGEN, entrelas más sosteniblesPor segundo año consecutivo,Isagén fue incluida en el Dow JonesSustainability Index (DJSI) depaíses emergentes, uno de losíndices más exigentes para deter-minar el grado de coherencia en lagestión de la sostenibilidad.Conservando su membresía en elDJSI, la gestión de Isagén con elagua, el cambio climático y otrasiniciativas globales consolida a laempresa como una de las mássostenibles. ISAGEN supera elexigente análisis internacional ycumple con los requisitos exigidosa empresas de países emergentes.La evaluación es realizada anual-mente por RobeccoSam, especia-listas en inversiones sostenibles,quienes desarrollaron una metodo-logía para medir la calidad de lagestión y la estrategia de más de2.500 empresas, así como sudesempeño en el tratamiento deriesgos y oportunidades en materiade sostenibilidad.

MARÍA PAULINABAENAJA R A M I L LO

m b a e n a @ e l e s p e c t a d o r.co m

Adaptación al clima

Otra cara de BogotáHACE CINCO AÑOSARRANCÓ ELPROCESO DERECUPERACIÓN DELA QUEBRADA LASDELICIAS, QUE BAJADE LOS CERROSORIENTALES HACIALA LOCALIDAD DECHAPINERO. ELOBJETIVO DEPROTEGER ESTACUENCA HÍDRICA ESACTUAR FRENTE ALCAMBIO CLIMÁTICODESDE LA CIUDAD.

@ m a p at i l l a

Re s p a l d o: Dirección técnica:

»

Aliados:

un compromiso para vivir mejor

ENTREGA 6Crónicas

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Debajo de la Bogotá de cemento yladrillo se esconde otra Bogotá.En la localidad de Chapinero,desde la calle 62 con carrera 2ª,empieza el recorrido por la rutade la quebrada Las Delicias, en elque hay sembrados más de 8.200árboles. Aquí se han descubiertotres especies de anfibios, dos dereptiles y 80 de aves. Los murosestán pintados con grafitis de co-lores, en uno de los cuales se al-canza a leer “Severo el sendero”.Y en plena avenida Circunvalarno se escucha el sonido de los ca-rros, sino el del agua.

De repente, los andenes setransforman en tapetes de hierba ylas gallinas son parte del paisaje. Alo largo de la caminata, que durados horas, lo verde se vuelve másverde y el aire huele más puro. Unhilo débil de agua baña el suelo decemento. Luego ese hilito se vuel-ve más caudaloso. Al final, y enépocas de invierno, la cascada tie-ne un ímpetu difícil de creer.

Durante el recorrido hay queatravesar una mezcolanza de es-tratos: Juan XXIII y Bosque Cal-derón, que son estrato 2; NuevaGranda, estrato 3; María Cristinay La Salle, estrato 4. Y desde lomás alto se pueden ver el barrioRosales, estrato 6, y El Castillo,que es estrato 5.

María Sofía López, líder comu-nitaria del barrio Juan XXIII,cuenta que la iniciativa partió dela ciudadanía cuando vieron quelos vecinos de la quebrada La Vie-ja, ubicada en la 72 con 3ª, habíanlogrado recuperarla. “Esto no fuesólo recuperación de la quebrada,sino una recuperación de la co-munidad”, asegura.

Porque, en efecto, por la quebra-da no corría agua, sino basura, es-combros y sangre. En la quebradavivían los habitantes de calle. En laquebrada se escurría el día a día delos vecinos de los barrios Los Oli-vos, Juan XXIII, Nueva Granda yBosque Calderón. La quebradaguardaba una historia ambivalen-te porque, para las comunidades,era el lugar donde jugaban cuandoniños, donde las madres lavaban laropa y llevaban el agua para la me-

sa. Pero más tarde sería el sitiopredilecto para arrojar los cadáve-res. Era un lugar de nadie y de to-dos. “Tocaba resignificar esos es-pacios y devolvérselos a los ciuda-danos para lo que son”, comentaPatricia Bejarano, gerente de pla-nificación y uso del suelo de Con-servación Internacional.

Desde 2009, la Secretaría deAmbiente, junto con Conserva-ción Internacional, comenzaronla recuperación de las 12 quebra-das de los cerros de Bogotá en lalocalidad de Chapinero. En eseproceso “se analizó lo biótico, lofísico, lo socioeconómico y todosesos datos se integraron en un sis-tema de información geográfico”,explica Sandra Esguerra, directo-ra de gestión ambiental de la Se-cretaría de Ambiente.

Ya se intervinieron dos quebra-das: Las Delicias y Morací, prácti-cas que fueron premiadas en lajornada de Río+20 como las me-jores en restauración ecológica.Ahora se están empezando lasobras en El Chulo y Barrio Paraí-so, y se priorizaron Los Olivos,Puente Piedra y Pozo Claro parainiciar la intervención al final deeste año. Hoy el modelo de LasDelicias se está replicando enotras localidades, como Usaquény Ciudad Bolívar. De hecho, “enLa Estrella (Ciudad Bolívar) di-cen que quieren su quebrada co-mo esta”, comenta Sandra.

María Sofía, líder comunitaria,recuerda que la institucionalidadmiró en la misma dirección que lacomunidad. “El esquema tradi-cional ve la recuperación comoun ejercicio de licitar obras. Co-mo si esto fuera mera ingeniería.Aquí se busca demostrar que esun proceso socioambiental”, diceSandra Esguerra, de la Secretaríade Ambiente.

El Distrito tiene focalizadas 34quebradas con inversiones quehan sido de $5.500 millones. Sólola restauración de Las Deliciascostó $1.800 millones. Pero, segúnPatricia Bejarano, de Conserva-ción Internacional, en términos fi-nanciaros, esta inversión repre-senta un ahorro, pues se previe-

nen varios impactos a la salud de laspersonas y se genera un mecanismode adaptación al cambio climático.“Haciendo recuperación de quebra-das se recuperan los servicios ecosis-témicos, nos adaptamos al cambioclimático, pero también recupera-mos la identidad territorial de los es-pacios del agua”, remata.

La experta asegura que la recupe-ración de las quebradas no es unacuestión de histeria verde, sino el re-conocimiento de que ofrecen servi-cios importantes, como la luz, el te-léfono o el agua. “Las quebradasbrindan un montón de servicios eco-sistémicos, como la conservación dela biodiversidad, los corredores eco-lógicos para la movilidad de las espe-cies y los árboles que permiten cap-tar CO2 para minimizar las concen-traciones de contaminantes en laciudad”, comenta Patricia.

Además, recuperar las quebradasfavorece el aumento de las brisas lo-cales que minimizan las “islas de ca-lor ”, que son concentraciones de ga-ses en los núcleos urbanos, produc-to de la actividad en los centros in-d u st r i a l e s.

De acuerdo con el último Congre-so de Biodiversidad, la población vaen aumento. Se espera que para elaño 2050 Bogotá pase de 8 millonesde habitantes a más de 11 millones. Yen los municipios aledaños (Soacha,Chía y Mosquera) una población decasi 3 millones, llegará a ser de 9.“Vamos a concentrar en este 2% delterritorio nacional casi la cuartaparte de la población del país. Esta-remos amontonados en cuatro mu-nicipios”, dijo Patricia.

Esto genera presiones que semezclan con el cambio climático.Las proyecciones que se han reali-zado en Cundinamarca demuestranque, en ciertos sectores, la disponi-bilidad de agua bajará hasta en160%. Bogotá jalona y demanda to-do los recursos de Cundinamarca yde otras regiones, pero ¿qué les da?

Las áreas urbanas verán los efectosdel cambio climático más tempranoque tarde. En 2010 las inundacionessacudieron a Bogotá. Así que cuidarlos cuerpos de agua dentro de unaciudad se vuelve casi obligatorio por-que regulan los suelos en tiempos desequía y de invierno. Y esta es apenasuna de las 192 quebradas que se des-cuelgan de los Cerros Orientales. En-tonces, como María Sofía, la líder co-munitaria, quien se remangó los pan-talones para redescubrir la magia desu quebrada, habrá que reenamorar-se nuevamente de nuestro territorio.“Toca volvernos a vender la historia anosotros mismos de algo que es muycotidiano. Volver a mirar nuestra ca-sa y encontrar cosas bonitas”. Cosasbonitas, que vayan más allá de arma-tostes de cemento y de ladrillo.

“A Tu Lado”, una iniciativa de CodensaCodensa, comoempresa comprometidacon el medio ambiente,viene desarrollandodentro del programa “ATu Lado” la campaña desustitución de neverasantiguas e ineficientespor neveras modernas yeficientes. La dispo-

sición final de lasneveras fabricadasantes de 1997 requiereiniciativas que, hasta elmomento, han sidointermitentes, por locual muchas terminanen los canales obotaderos sin controlalguno. Cada quince

días, dentro delevento de cierre encada localidad, sesustituyen de formagratuita 10 neveraspor comunidad. En2014 se han susti-tuido 100 neveras enigual número deh o g a re s .

Minminas trabajará con Findeter

Financiera del Desarrollo

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“TO C A B ARESIGNIFICARESOS ESPACIOS YD E VO LV É R S E LOSA LOSC I U DA DA N OSPARA LOQUE SON”.PAT R I C I AB E JA R A N O,CO N S E RVAC I Ó NI N T E R N AC I O N A L .

El Diamante de Energía esparte del macroproyectoDiamante Caribe y Santan-deres de Colombia, quelidera la Financiera delDesarrollo, Findeter. Estainiciativa integrará la regiónCaribe y los Santanderes enproyectos comunes. Elpresidente de Findeter, Luis

Fernando Arboleda,aseguró en el marco de laComisión Accidental de losSenadores de la CostaCaribe que “el ministro deMinas está interesado en elprograma Diamante deEnergía, porque zonascomo La Guajira, Santander,Santa Marta y Atlántico

mantienen altas tempera-turas. La idea es buscarsoluciones de plantas deenergía solar para abastecerla demanda de las viviendas.Findeter ha queridopresentar los proyectos a lossenadores para que tenganapoyo en el próximo PlanNacional de Desarrollo”.

En la calle 62 con carrera 2ª empieza elrecorrido por la quebrada Las Delicias.Debajo de la avenida Circunvalarlos grafiteros y artistas urbanosse dieron a la tarea de pintarla./ Gustavo Torrijos