Ortega y Gasset y El Pensamiento Filosófico Mexicano

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ORTEGA Y GASSET Y EL PENSAMIENTO FILOSOFICO EN MEXICO VERA YAMTJNI TABtISH Uno de los temas centrales del pensamiento en México, en el siglo xx, es el de lo mexicano y el mexi- cano. Este tema compuesto ha pasado ya, durante su existencia de una cincuentena de años, aproximada- mente, por dos etapas. En la primera, el tema del pen- samiento en México era, para sus autores, más bien la cultura mexicana o «lo mexicano». En la segunda, el tema tendía a versar, en mayor medida, sobre «el mexicano». Esto no quiere decir que las dos etapas se presenten como antagónicas, o que el estudio del me- xicano haya venido a sustituir enteramente al anterior, de «lo mexicano». El libro El perfil del hombre y la cultura en México (1), del filósofo Samuel Ramos <1897- 1959), es la primera obra que tiene por tema exclu- sivo el del mexicano y su cultura. En el título del libro precede el hombre a la cultura. El perfil que trata Samuel Ramos de describir es el perfil del hom- bre mexicano. Pero en esta obra su autor no sólo es- (1) Samuel Ramos, El perfil del hombre y la cultura en México, 2Y ed. aumentada, Edit. Pedro Robledo, México, D.F., -1938. 87

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Ortega y Gasset y El Pensamiento Filosófico Mexicano

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ORTEGA Y GASSET Y EL PENSAMIENTOFILOSOFICO EN MEXICO

VERA YAMTJNI TABtISH

Uno de los temas centrales del pensamientoenMéxico, en el siglo xx, es el de lo mexicanoy el mexi-cano. Este tema compuestoha pasadoya, durantesuexistencia de una cincuentenade años, aproximada-mente,por dos etapas.En la primera,el temadel pen-samientoen México era, para sus autores,más bienla cultura mexicanao «lo mexicano».En la segunda,el tema tendía a versar,en mayor medida, sobre«elmexicano».Esto no quieredecir que las dos etapassepresentencomo antagónicas,o queel estudiodel me-xicano hayavenidoa sustituirenteramenteal anterior,de «lo mexicano».El libro El perfil del hombrey lacultura en México (1), del filósofo SamuelRamos<1897-1959), es la primera obra que tiene por tema exclu-sivo el del mexicano y su cultura. En el título dellibro precedeel hombrea la cultura. El perfil quetrata SamuelRamosde describires el perfil del hom-bre mexicano.Peroen esta obra su autor no sólo es-

(1) Samuel Ramos, El perfil del hombre y la cultura enMéxico, 2Y ed. aumentada,Edit. PedroRobledo,México, D.F.,-1938.

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tudia másextensamentela cultura mexicana,sino queéstaprecedeal análisisdel mexicano.La primeraeta-pa del mencionadopensamientoen México se carac-teriza, pues,por un predominio del estudiode la cul-tura mexicana,estudioen el cual quedainmerso,comoparte subordinada,el análisis del mexicano.En la se-gundaetapa,el temadel mexicanoresultael tema cen-tral. Lo que ha tratado de hacerel pensar,durantelos últimos cincuentaaños en México, es,pues,elabo-rar un pensamientoconjunto de lo mexicano y elmexicano,ya poniendoénfasisen la cultura mexicanacomo en la primeraetapa,ya anteponiendoel estudiodel mexicano,como en la segundaetapa.

Este pensamientoy filosofía de lo mexicanoy delmexicanotiene un origen histórico-nacional.Estafuen-te del pensamientosobre lo nacional, sobre lo mexi-cano y el mexicano, se remonta a la iniciación delpensamientoespañolsobre la decadenciade Españaen el siglo xvín. Los pensadoresespañolesde enton-ces empiezana buscatlas causasdel atrasocientíficode España,atrasoque se vuelve notorio cuandose locomparacon ótros puebloseuropeos.Benito JerónimoFeijoo escribe,en este siglo xnír, el Teatro critico ylas cartas eruditas, y en la carta XVI señalaque lainsuficiencia de la enseñanzaen España,el rechazogenerala las novedadescientíficasy el desprecioquelos intelectualesespañolessientenpor la ciencia mo-derna son las causasdel atraso intelectual de todaEspaña.-Con Feijoo se inicia la etapadel pensamientoespañolsobre la decadenciaen España.Españava aser, en los tiempos posterioresal de Feijoo, el temade muchospensadoresespañoles.El temaes el de unadecadenciaquehay queremediaro el de unagrandezaque hay que restaurar. En la preocupaciónpor Es-paña tiene su origen, pues, el pensamientoespañolquetiene por temael de la salvaciónde España.Estetema es expresado,en forma máximamenteconcisayejemplar, por Ortegay Gasset(1883-1955)en su céle-

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bre frase: «Yo soy yo y mi circunstancia,y si no lasalvo a ella no me salvo yo.»

A la preocupaciónpor la salvación de Españasi-gue la faena de la salvaciónde América misma. Losautoresde la independenciade América,desdeSimónBolívar (1783-1830)hasta JoséMartí (1835-1895), sonpensadores,o se preocupantanto como los pensado-res, por la independenciacomo condición indispen-sablepara que los pueblosde América logren todasugrandeza, una vez independizadosestospaíses,porlas manerasde lograr efectivamenteestagrandeza.

En México encontramosen este siglo xx el temade México y América en la obra de Alfonso Reyes(1889-1959), de JoséVasconcelos(1882-1959), de An-tonio Caso (1883-1946). Los mexicanospretendenen-tonces formar una filosofía propia, y surge,bajo lainfluencia del pensamientode Ortegay Gasset,la pri-meraobra mexicanadedicadaenteramenteahacerunafilosofía o pensamientosalvador,no de la circunstan-cia española,sino de la mexicanay el mexicano. Estaobra es el libro de SamuelRamos,El perfil del hom-bre y la cultura en México, al cual nos referimos alhablar de la primera etapa del pensamientoen Mé-xico.

El filósofo JoséGaos (1900-1969)nos dice en elanálisis que hace del libro El perfil del hombrey lacultura en México, de Samuel Flores (2), que lo pri-mero que a él, como discípulo de Ortegay Gasset,lellamó la atenciónfue «la similitud del problemaplan-teado en el libro de Samuel Ramos,y la maneradeplantearloy aun de tratarlo en busca de la solución,con el problema,también de la cultura nacionalveni-dera,y por y paraella pretéritay actual, de quepartióla obra del maestroespañolallá por 1914, el año delas Meditaciones del Quijote. La inquietud por Espa-ña como cultura, la idea de la salvaciónde estacuí-

(2) José Gaos, Pensamientode lengua española,Edit. Sty-lo, México, 1945, págs. 169-170.

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tura nacional por la cultura, el programa de estudiode la realidad patria, fueron circunstancias,raícesytemasen el complejo punto de partida del maestroespañol.Ramos conoce la obra de Ortegay ecos dela de éstese oyen distintosen la de aquél.Sin embar-go, yo he experimentadoconstantementea lo largo dela lecturala impresión de que las similitudes indica-das surgen espontáneamentede afinidades objetivasentrelos temasy de la originalidady autenticidadpa-rejas con que ambos pensadoresse enfrentan a surealidad nacional circundantey a su realidad perso-nal, íntima —la nacional en ellos—, en donde insideel valor filosófico de las obras».

El mismo Samuel Ramosexpresóque en la frasede Ortega«yo soy yo y mi circunstancia,Ñ si no lasalvo a ella no me salvo yo», veía él una norma quedebiera aplicarsea México. Había que formular pen-samientosmeditandosobre las modalidadespropiasde la cultura mexicanay la forma en que éstashanmodeladola fisonomíapeculiar del hombremexicano.Este afán o deseofue el que llevó a SamuelRamosahacerunadescripciónde la cultura mexicana.Nues-tra cultura, dice, es derivada.Los mexicanoshemosimitado la cultura europea.En el principio de nuestrosiglo xx, continúa diciendo Ramos,era generalentrelos mexicanosun desdénmarcadopor todo lo propio,mientras que su interés se enfocabahacia el extran-jero, parabuscar,sobretodo en Europa,modelosquedieran un sentidosuperior a su vida. Nadie empren-día una obra nueva sin antesenterarsede lo hecho,en casossemejantes,por los europeos.Espiritualmen-te -era México un país colonial. El ideal supremodelburguésmexicanoera ir a Europa, educarseen susescuelasy universidades,con frecuenciapara no vol-ver más a la patria. Sus hombresvivían inconformesde haber nacido en este lugar del planeta,y aunquelas circunstanciaslos forzaran a estaren México, suespíritu vivía en Europa. «A partir del segundodece-nio de estesiglo (a partir de la Revoluciónmexicana),

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se produceun cambio de actitud del mexicanohaciael mundo. Descubreen su país valoresque antes nohabíavisto, y en ese mismo instante empiezaa dis-minuir su apreciopor Europa.que en esetiempovivíalos añosterribles de la guerra.El pesimismoeuropeode la postguerradebilitó la autoridad de Europa enla concienciaamericana.El fracaso de múltiples ten-tativas de imitar sin discernimientouna.civilizaciónextranjeranos ha enseñadocon dolor que tenemosun carácterpropio y un destinosingular.»Ramos in-terpreta,pues,la cultura mexicana,el carácterdel me-xicano, e inicia con ello, máspropiamentequesus an-tecesores,un pensamientode la salvaciónde las cir-cunstanciasmexicanas.

El pensamientode Ramos es el antecedentemáscercano,en el tiempo y por la materia,del grupo quese llamó «Hiperión»,un conjunto de pensadoresme-xicanos que continuaroncon el tema de la salvaciónde las circunstanciasmexicanasy desenvolvieronunafilosofía o pensamientodel mexicano. La labor deestos pensadorescuando muy jóvenes fue especial-mentedirigida y estimuladapor JoséGaos, maestropor excelenciapor entoncesde toda esta generación.JoséGaos no sólo fue el primero en darsecuenta dela relación existenteentre el libro de SamuelRamosy las Meditacionesdel Quijote, de Ortega,sino en va-lorar el ensayode Ramoscomo algo original. Señalóe insistió, de palabray por escrito, que éste era eltipo de pensamientoquehabríade hacerseen México,y otros países,en el futuro. Se debea JoséGaos, quecontinuabaen este sentidoa Ortega,no sólo el haberorientadoel trabajo personalde los que eran enton-ces sus discípulos,entre otros a Leopoldo Zea (1912),hacia lo nacional, sino el dirigir en su seminariocasi todas las obrasescritassobrepensamientoibero-americano,y el haber contribuido, con su labor per-sonal y ejemplar, al estudiodel pensamientohispano-americanoy delde México.

El jefe del grupo Hiperión fue Leopoldo Zea. Este

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fundó, desdeprincipios del año 1952, el Centro de Es-tudios sobreel Mexicano,en el queparticiparon tantotos miembros de Hiperión, Emilio Uranga, Luis Villo-ro, JorgePortilla, Ricardo Guerra,Joaquín-Macgregor,SalvadorReyesNevaresy FaustoVega,como todo ungrupo de historiadores,sociólogos,economistas,psi-cólogos y otros científicos. Este centro llevó a cabouna serie de mesasredondassobreproblemasconcre-tos de México, a mediadosdel año 1952, y dirigió lacolección «México y lo Mexicano», colección para lacual JoséGaos escribió dos pequeñostomitos deno-minados En torno a la filosofía mexicana (3), y quefue el órganode expresión,durantealgún tiempo, delpensamientoy de la filosofía del mexicano.

Ejemplos filosóficos de los resultadosde este mo-vimiento, tendentea elaborar el pensamientodel me-xicano, son las aportacioneshechassobre el ser delmexicanopor Emilio Uranga, uno de los fundadores,con Zea, del grupo Hiperión, y las llevadas a cabopor Zea mismo sobre la concienciay la responsabi-lidad del mexicanoy otros temasligados a la circuns-tancia mexicana e iberoamericana.

Veamos,primeramente,cómo interpreta Urangaelser del mexicano(4). DescribeUranga el ser acciden-tal del mexicano.Al mexicano,dice, le caracteriza unacierta insuficiencia constitucional. Su ser es insufi-ciente porquecarece de fundamento.Y un ser que,como el mexicano,carece de fundamento,es un seraccidental.La insuficiencia del mexicanoes, pues,lainsuficiencia de su ser como accidente.

La tradición filosófica de Occidenteha venido opo-niendo la sustanciay el accidente.La sustancia,se hadicho repetidamente,nos dice Uranga, es lo que está

(3) En tomo a la filosoffa mexicana,núms. 7 y 11, Colec-ción México y lo Mexicano, Porrúa y Obregón,S. A., México,1952 y 1953. Hay una nuevaedición de estosdos libros en unsolo tomo, Alianza Editorial Mexicana, México, 1980.

(4) Emilio tjranga, Análisis del ser del mexicano,Colec-ción México y lo Mexicano, Edit. Porrúa y Obregón,S. A., Mé-xico, D.F., 1952.

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debajode las cosas,esel sujeto quesostieneo soportalas cualidadesde éste.Lo que estápor debajo de to-dos los fenómenos,la sustancia,se ha visto frecuen-tementecomo el fundamentode las aparienciasmis-mas,como lo inalterableen su naturalezafrente a lasmodificacionesdel mundo.La sustanciaes estable,su-ficiente. El accidente,en cambio, es inestable,puedepresentarseo no, sin que por ello se altere la sustan-cía a la que se adhiere. Un hombre tiene un ciertocolor, es morenoo blanco. El color de él es un acci-dente,es algo que se añadea la sustanciahombre.Por eso, dicé Uranga, el accidentees «ser-en»,es de-cir, es algo que se da en otra cosa,a saber,en la sus-tancia. Y porqueel accidentees «ser-en»la sustancia,porque dependede ella, el accidentees un ser insu-ficiente.

La tradición filosófica de Occidente,continúaUran-ga, no sólo oponela sustanciay el accidente,sino quetambiénafirma queel serdel hombrees un sersus-tancial. Desde luego, los europeosse han concebidoa sí mismos,tácita o expresamente,como sustancias,pero algunos,incluso, han llegado a negar la sustan-cialidad de América y de los americanos.América, de-cía Hegel, es un accidentede Europa, es decir, Amé-rica vive de adherirsea la sustanciaeuropea.Pero nosólo Hegel tiene tal concepción de América. Se oyedecir, dice Uranga, que «el vino», «los toros» y elcarácterde los españolesson sustanciales,y que nues-tro vino, toros y caracterson «insustanciales»,que lesfalta médula, entraña,<‘cuerpo». En su comportamien-to, continúa,elespañolsemuestra«resistente»,~duro»,habla fuerte. En cambio, los mexicanosprocuramosevitar el tono elevado de la voz y la palabrafuerte.Para Uranga sería lo mexicano respectode Españaalgo así como lo que paraHegel es América respectode Europa, pero con una diferencia notable, la desostenerque para los mexicanosel seraccidentalnoentrañaun valor inferior frente a la sustancialidaddeEuropa.En los origenesde nuestrahistoria, dice, hu-

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bimos de sufrir una desvalorización,por no aseme-jamos al «hombre’>europeo.Paraconfirmar estaideabasta recordarla discusión suscitadaen el siglo xviacercade si el indio pertenecíaa la Humanidado erasimplementeuna bestia,discusiónen la que el domi-nico español-Bartolomé de las Casastoma la defensadel indio. Pero en el presente,sigue diciendo Uranga,el mexicanose afirma como «hombre»y como mexi-cano. Hacer resaltar la cualidad de mexicanidad delas cosas,y del hombremismo, es unade las caracte-místicas del mexicanoactual. Este carácterse vuelvepatentea los extranjeros, y a los mexicanosmismos,añadopor mi cuenta,aprimeravista, en los anuncioscomerciales.En México se apelaal sentimientonacio-nalista del mexicanopara el buen éxito de un nego-cio, al expresarque«el artículoen ventaesmexicano»,es decir, digno, por ser tal, de comprarseo poseerse.Parecidotono nacionalistamanifiestan algunasde suscanciones:«Nací en la frontera,de aquíde este lado,de aquíde estelado,puro mexicano’>; «México, Patriay Estado, sí señor; soy mexicanodos veces, y doblehonor». Uranga ha filosofado sobreeste sentimientodiciendo que el serde todo hombreno es sustancial,sino accidental,y quetoda interpretacióndel hombrecomo criatura sustancialle pareceinhumana.Y, porlo tanto,cabeconcluir, aquelqueno semantengacomoaccidente,aquel queno se asemejeen su maneradeser al mexicano,no tiene humanidad,es inhumano.Ha llegado,pues,a invertir los términos tradicionales.

tina consecuenciadel concebirselos mexicanosasí mismos como serespara el accidente,dice Uranga,es el sentimiéntode zozobraque acompañaa susac-ciones. El español toma una posición fija frente alamor, la muerte, la paternidady la amistad; llama alpan,pan,y al vino, vino. El mexicano,en cambio,va-cila y tiene quesacaren medio de zozobrasla actitudadecuada.Expresasu oscilación,incluso en poesía,- vi-viéndosecomo péndulo. Uranga ilustra esta intempre-

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tación con poemastomadosa López Velarde, como elsiguiente:

Niña que me dijisteen aquel lugarejouna nochede baileconfidenciasde tedio:dondequieraque exhalestu suspirodiscreto,nuestrasvidas sonpéndulos...

Leopoldo Zea ha hecho, también, una descripciónde las modalidadesdel alma mexicana(5). Estasmo-dalidadesson «la falta de algo», «la imitación», «lapena»,«el mañana»,«la gana»,«la vergilenza»,«la so-berbia»y «la irresponsabilidad».

Los mexicanos,segúnZea, sientenquealgo les fal-ta, que estánincompletos.Les falta algo que no sa-beno no quierencompletar,o que completanen for-rna artificial, al buscar este complementoen otrasculturas.Este sentimientode que «algo les falta» daorigen a la imitación y la pena.Al querercompletarseel mexicanocon lo externo o extrínsecoa él mismo,imita. Pero esta imitación no le resuelveel problemade lo que le hacefalta, y entoncessientepenapor ello,y se conduelecomo ante la pérdidade un familiar ode un amigo, o ante la pérdidade un gran efecto.Estapena por lo que no encuentra,la otra mitad de suser, da a la vida del mexicano un carácterde provi-sional. Hoy es todo inseguro,dice, pero me quedaunaesperanza,la del futuro, la de que mañanarealizarémis sueños.La realizaciónde las fantasíasen un ma-ñana próximo dependede la gana, del sentir que, eldía que le dé la gana, el mañanase convertirá, defi-nitivamente,en un hoy. El mexicanono puedeconci-liar lo que es con lo que quiere ser, y al no poderhacerlo,apareceen su concienciael sentimiento de lavergiienza. Pero todas estas afeccionesnegativasqueel mexicanoexperimenta,las percibe Zea como fun-

(5) Leopoldo Zea, La Filosoffa comocompromisoy otrosensayos.1. ed., Edit. Tezontle,México, D.F., 1952.

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dadasen un sentimiento mucho más profundo y ra-dical: el de la soberbia.-Como pueblo, dice, nos sen-timos con másderechoqueotros, quehanllegado mástarde, a ser rectores.Nos sabemosherederosde dosgrandes culturas: la españolay la aztecay, sin em-bargo, no aceptamosla responsabilidadque nos im-pone la sociedady la historia. Somosirresponsables.Estosdos sentimientos,la soberbiay el extremoopues-to al de la irresponsabilidad,o sea,la responsabilidad,mueven a Zea a interpretar la filosofía y al filósofocomo la ciencia y la personamayormentecomprome-tida y responsablecon su circunstancia,por una parte,y por otra, a construir unafilosofía de la historia dela filosofía occidental y del hombreque la hace,quese incluye aquí muy parcialmentepara abreviar. Elconcepto capital desdeel cual Zea enfocaráesta filo-sofía de la historia es el de responsabilidad.

La responsabilidaddel hombreemanadel compro-miso que éste tiene con su realidad. El compromisono es un convenio interesado,una obligación contraí-da a cambio de determinadasventajaspolíticas, socia-les o económicas.El compromisoconsisteen hallarseel hombreinmersoen un mundo queél no ha forma-do, pero dentro del cual tiene que actuar y ante elcual ha de ser responsable.Este mundo con el cualnos encontramoscomprometidospuedeno respondera nuestrasnecesidades,o a nuestrosanhelos,o a nues-tros sueños.Y, sin embargo,es un mundo que tene-mos que aceptarcomo propio. Nuestraactitud frenteal mundo tiene siempre una forma, buena,mala, re-gular. Esta forma nos compromete,querámosloo no,y nos obliga moralmente a hacemos responsables.Perono sólo nos comprometemosa nosotrosmismoscon nuestrasactitudes, sino que, además,comprome-temoscon ellas la existenciade los otros. Y los otros,a su vez, nos comprometencon sus actitudes,con loque decidanhacero dejar de hacer.Tenemosque asu-mir no sólo la responsabilidadde un pasadoque nohemoshecho, sino también la de quenuestrarespues-

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ta a él, cualquieraque ésta sea,comprometeráa loshombres del futuro con otro que habrá sido hechopor nosotros,y que,por lo tanto,no habrásido hechopor ellos. Esta es la esenciadel compromiso.

Todo hombre ha de ser responsable.Y, sin embar-go. es el filósofo el que ha de ser mayormenteres-ponsable,por ser en mayor grado conscientede quesu situaciónes una situación comprometida.Ser filó-sofo significa asumir la responsabilidad,no sólo delos problemasque le toca solucionarcomo individuo,y como parteintegrantede la sociedad,sino, además,solucionarlosde tal maneracomo si él encarnasea laHumanidad toda. El filósofo, al comprometerse,estácomprometiendoa los hombrestodos ante la Huma-nidad.

Como puede verse, hay en lo anterior una inter-pretación original del compromisoy la responsabili-dad. Pero Zea no ha diseñadoesta nueva interpreta-ción por afáno amor a la pura teoría.Esto seria con-tradictorio con su ideal del filósofo, el hombre emi-nentementecomprometidocon su circunstanciay res-ponsablede ella. Zeaha diseñadotodo lo anteriorparaacabarhablando de la situación o circunstancia>loscompromisosy las responsabilidadesinherentesaellos,de los mexicanos,ha formulado una filosofía de lacircunstanciaqueaplicará,en obrasposteriores,a todaIberoamérica.

Nuestrasituación,continúa diciendo, no es la dela burguesíaeuropea.Al europeola guerrale conminaa elegir entre el bloque anglosajóny el bloque sovié-tico. Pero aunqueen general la situaciónmundial seatambiénla del mexicano,éste tiene otra más urgenteque realizr, y que, por lo mismo, hace distinta suposturaen la situaciónmundial. El mexicanotiene, allado de la explotación por el imperialismo mundialy local, el problemaindígena,el de sus típicos dicta-dores,caudillos, caciquesy «hombresfuertes».Tene-mos que responderpor nuestrarealidad, ya que denuestro fracaso somos los mexicanoslos únicos res-

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ponsables.Reconocerloes uno de los primerospasosquenos llevarána nuestrareivindicación.El siguientehabrá de serel de adaptarnuestrosproyectosa nues-tras responsabilidadesy circunstancias.Con esteúlti-

- mo cambio tambiénse operaráunatransformaciónennuestroser. Podremossentimos,como de hecho cm-pezamosa notarlo, seguros,completos,firmes, abier-tos,~optimistasy con capacidadespara las cuales,ape-nasayer, nos considerábamosnegados..La realizaciónde nuestrosprimerosproyectosquerespondananues-tra situación real, abrirá la posibilidadpara la reali-zaciónde otros queantesparecíanimposibles.

De todo lo anterior se desprendeque a los mexi-canosse les presentósu sery cultura nacionalcomoinferiores comparativamenteal ser y a la cultura eu-ropeaoccidental,y que buscabanuna solución de su-peracióno de salvacióndel yo y la circunstanciamexi-cana. Sin embargo, Zea nos dice expresamentequeestafaenano es responsabilidadexclusivadel hombremexicano.Una - de las másurgentestareas,piensa,deliberoamericanoes comprenderse,teneruna idea clarade su propio ser, en y con su circunstancia.Y estoporque no sólo el iberoamericanosino todo «hombrese encuentrasiempresituadoen una determinadacir-cunstancia.Esta circunstanciase le presentasiemprecomo problema.El hombre tiene que adaptardichacircunstanciaa su vida y adaptaresta su vida a sucircunstancia»(6), llevar su realidad, como diría Or-tega, «por - el camino más corto a la plenitud de susignificado», que es en lo queconsisteparaZea el irplasmandouna cultura mexicana,peruana,hispano-americana...

Esteempeñode Zea es de herenciaorteguiana.Laobra proyectadapor Ortega, en el momento de lapublicación de las Meditacionesdel Quijote, pudieraañadirseque la obra entera de Ortega, fue obra de

(6) Leopoldo Zea, América comoconciencia, l~ ed. 1953;1. reimpresión1983, UniversidadNacional de México, Direc-ción General de- Publicaciones,pág. 26.

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salvación de las circunstanciasespañolas,fue la con-tribución de Ortegaa la empresade levantara Españade su decadencia.El filósofo españolpropone a suscompatriotasque no ofrezcan a la vida «un corazónblindado de rencor»,que superensu deficiencia capi-tal, quees, segúnOrtega,el odio aniquiladorde valo-res,odio queOrtegadescribeen contrasteconel amorintelectualque inspira sus ensayos,el afectomásvivo,nos dice el filósofo español,que él encontrabaen sucorazon.

Ortegacaracterizasus ensayos,escritosmovido élmismo por amor intelectual, con una bella imagen:«va fluyendo bajo la tierra espiritual de estos ensayos(los ensayosde él) riscosaa vecesy áspera—con ru-mor ensordecido,blando, como si temiera ser oídademasiadoclaramente—,unadoctrina de amor». Hayen su exposiciónun contraste,una antítesis entre él,movido por el amor, y los españoleso una mayoríade ellos tan grandecomo parapoder hablar de ellosen total, tomadospor el odio aniquilador de valores,odio quedescribecon otra imagen,muy enérgica,parael alma de los españoles:«Yo sospechoque, merceda causasdesconocidas,la moradaíntima de los espa-ñoles fue tomada tiempo hace por el odio, que per-maneceallí artillado, moviendo guerraal mundo.»Elpercibir así Ortega la situación españolale lleva aproponera sus compatriotasquesalvenamorosamen-te su circunstancia,salvándosea sí mismos: «Yo soyyo y mi circunstancia,y si no la salvo a ella no mesalvo yo», actividad similar a la que proponen,comose ha visto, los mexicanospara México, y LeopoldoZea, en particular, para México e Hispanoamérica,si-guiendoen estola filosofía de la salvaciónde las cir-cunstanciasdesarrolladapor Ortegay Gasset.

Más aún,Ortegapresentalas Meditacionesdel Qui-jote como ensayosde amorintelectualo «salvaciones»,los cuales «no equivalena loa ni ditirambo, puestoque puedehaber en ellos fuertescensuras»,como lasque hace Ortegaa sus compatriotas,con el odio que

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les atribuye. Censurasde Ortegapara suscompatrio-tas españolesy censurasde los mexicanosno sólo parasus compatriotas,sino para si mismos,por lo menostal como éstoslas presentan.Ortegadescribe,además,las «salvaciones»no como filosofía, sino como «sim-plementeunos ensayos»y un pretexto y llamamientopráctico a una amplia colaboraciónideológica sobrelos temasnacionales.Los mexicanos,a su vez, no qui-sieron hacer un análisis puramenteteórico del mexi-canoy de México. Sus propósitosfueron conocerseasí mismos,conocersu circunstancia,percibir sus pro-pias limitaciones y grandezas,individualesy cultura-les, aunquehayanpuestolos ojos mucho más queOr-tega en las limitaciones, sin duda impelidos, al igualque el filósofo español,por el deseo de superarlas.Formó parte de los proyectosde los mexicanos,tam-bién, el estudiode sus realidadesconcretas>vida po-lítica, económica,social,paradespuésadaptarlos idea-les de la vida pública a las circunstanciasmexicanas,intentadomodificar así, moral y socialmente,al indi-viduo y a la sociedadmexicanas.Este estudiofilosó-fico de realidadesconcretas,vida política, económicay social fue llevado a cabopreferentemente,y ha sidocontinuado,sobre todo por Leopoldo Zea, como lopruebasu copiosáobra publicada(7), y quizá por pu-

(7) Dos etapasdel pensamientoen Hispanoamérica,El Co-legio de México, 1949.

Conciencia y posibilidad del mexicano> Porrúa y Obregón,México, 1952.

El Occidentey la concienciade México, Porrúay Obregón,México, 1952.

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Latinoaméricay el mundo, 1. cd., Universidad Central deVenezuela,Caracas,1960; 2. cd., EUDEBA, BuenosAires, 1965.

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blicar, de tal maneraque podría decirse de este pen-sadormexicanoalgo parecidoa lo dicho sobre Ortega,a saber, que la obra entera de Zea es primeramenteobra de salvación del mexicano,de las circunstanciasmexicanas,y en segundotérmino> en un periodo pos-terior, obra de salvación de la América de lenguaes-pañola toda entera,en y con su circunstancia.

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