ORIENTACION CARTOGRAFICA

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CARTOGRAFIA

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Capítulo 1

ORIENTACIÓN Y CARTOGRAFÍA(Fernando Lampre Vitaller)

1. INTRODUCCIÓN

2. LA LOCALIZACIÓN ESPACIAL Y LOS SISTEMAS DE REFERENCIA• Localización y coordenadas

• Sistemas de referencia de una, dos y tres dimensiones• Las coordenadas geográficas

• Las coordenadas U.T.M.• Designación de zonas• Identificación de los cuadrados de 100 km• Designación de un punto con aproximación de 100 m

3. TÉCNICAS BÁSICAS DE ORIENTACIÓN• La búsqueda de la dirección Norte-Sur• Orientación diurna con el Sol

• El gnomon y la determinación de la meridiana• Orientación con el reloj

• Orientación nocturna con la Estrella Polar• Orientación con la brújula

• Partes de una brújula

4. INTERPRETACIÓN Y UTILIZACIÓN DE MAPAS• Los mapas y las proyecciones cartográficas

• Los sistemas de proyección cartográfica• ¿Cómo se hacen los mapas?• Partes y elementos de un mapa

• La escala de los mapas• Pequeña y gran escala• Adaptación de la escala al uso y formato de los mapas

• Las curvas de nivel• La equidistancia• Curvas maestras y curvas auxiliares• Cotas y vértices geodésicos

• La declinación magnética y otros Nortes• Los nortes en el mapa: Norte geográfico y Norte magnético• Cálculo de la declinación magnética actual• El Norte de la red

• La cartografía en España: el Mapa Topográfico Nacional

5. PLANIFICACIÓN DE ITINERARIOS• Orientación del mapa con ayuda de la brújula• Obtención de rumbos con brújula

• Rumbo y acimut• Obtención del rumbo de un itinerario• Salvar obstáculos de un itinerario mediante brújula

• Pendientes y perfiles topográficos• Cálculo de pendientes• Realización de perfiles topográficos

1. INTRODUCCIÓN

Mucho antes de la invención de laescritura, el hombre ha expresado susinquietudes por medio de todo tipo de sig-nos e ideogramas. Las necesidades vitales(recolección y caza, desplazamientos, refu-gio, etc.) y, por qué no, también la curiosi-dad, posibilitaron el desarrollo de una seriede capacidades, tan antiguas como lamisma presencia humana: la observacióny, lógicamente, el sentido de la localiza-ción.

Aunque al principio de una forma com-pletamente inconsciente, la plasmación deobservaciones espacio-temporales sobretodo tipo de soportes (piedra, arena, arcilla,pieles, madera, hojas, etc.), demuestra laintención de transmitir elementos de refe-rencia, representaciones de lugares y acci-dentes del terreno, ubicación de recursosnaturales, etc.; en definitiva mapas. Cual-quier civilización, cultura o pueblo, por pri-mitivo que sea, posee sus propios sistemasde referencia y orientación, su propiaforma de representar el espacio (e inclusoel tiempo) sobre un plano.

A lo largo de la historia, la navegación,los grandes viajes y los descubrimientos,junto con el desarrollo y la evolución de lasciencias geográficas, matemáticas y expe-rimentales, fueron perfilando la madurezde los sistemas de referencia, perfeccio-nando la representación cartográfica delmedio físico y humano.

La revolución tecnológica del siglo XX

(la aviación, la informática, los satélites, elSistema de Posicionamiento Global oG.P.S., etc.), así como la globalización delos medios de comunicación, han configu-rado un marco conceptual normalizado yuniversal. Obviamente, todo el camino noestá recorrido. Pero gracias al proceso des-crito, la humanidad ya nunca volvió aextraviar su camino.

2. LA LOCALIZACIÓNESPACIAL Y LOS SISTEMAS

DE REFERENCIA

LOCALIZACIÓN Y COORDENADASCualquier punto, objeto o fenómeno de

la superficie terrestre puede ser localizado.Su localización exacta implica el conoci-miento de su posición mediante un sistemade referencia, formado siempre por unpunto denominado origen y unas coorde-nadas (puntos, ejes o planos). Las coorde-nadas nos permiten establecer la posiciónnumérica del punto, objeto o fenómeno dela superficie terrestre a localizar.

Los sistemas de referencia y las coorde-nadas no sólo nos facilitan la localizaciónde los fenómenos, sino que también nospermiten cartografiar e interpretar conexactitud cualquier punto u objeto de lasuperficie terrestre, posibilitando con ello latransmisión del conocimiento geográfico.

Sistemas de referencia de una, dosy tres dimensiones

Nuestra estancia en la naturaleza es, odebería ser, un ejercicio continuo y diná-mico de localización e interpretación carto-gráfica, por ejemplo a la hora de seguir unitinerario. En este caso estamos ante un sis-tema de referencia lineal o de una únicadimensión (nuestro camino o itinerario),donde es preciso conocer un punto de ori-gen (por ejemplo, el comienzo del sendero)respecto al cual posicionaremos cualquierotro punto de interés en nuestro itinerario.Para ello mediremos la distancia de cadapunto de interés (por ejemplo, una fuentedonde abastecernos de agua o un refugiopara pernoctar) al punto de origen: la fuen-te se encuentra a 3 km de nuestro punto departida, el refugio está a 7,5 km del inicio,etcétera.

El sistema de coordenadas puede com-plicarse sucesivamente empleando sistemasde referencia de dos dimensiones (respectoa dos ejes ortogonales o perpendicularesentre sí), o incluso de tres dimensiones. El

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ejemplo más sencillo de las dos dimensio-nes nos lo encontramos en el cruce de coor-denadas de la divertida “guerra de barcos”,donde la posición de las naves es referencia(cruce o corte) de dos ejes proyectadosdesde un punto origen, un eje de letras y uneje numérico (filas y columnas): H5 agua,H6 tocado, H7 hundido.

Las coordenadas geográficasPor su parte, las coordenadas geográ-

ficas constituyen un clásico sistema dereferencia en tres dimensiones: un puntocualquiera de la superficie terrestre quedaposicionado respecto a tres ejes perpendi-culares que, a su vez, dan lugar a tres pla-nos ortogonales entre sí. En la esferaterrestre se puede calcular el valor lineal deese punto respecto a los tres planos men-cionados o, más comúnmente, establecer elvalor angular del punto: longitud respectoal meridiano de Greenwich (barrio londi-nense que da nombre, desde el año 1884, almeridiano considerado universalmentecomo origen) y latitud respecto al Ecuador(paralelo origen). Como dato curioso algu-nos mapas españoles, no demasiado anti-guos (ediciones anteriores a los años 70),todavía expresan la longitud respecto almeridiano de Madrid.

El interválo de longitudes (Este uOeste) está comprendido entre los 0º delmeridiano Greenwich y los 180º del Antimeridiano. Respecto a la latitud (Norte oSur), el interválo se desarrolla entre los 0ºdel Ecuador y los 90º de los Polos. Elejemplo de la Figura 1.1 expresa las coor-denadas geográficas de un punto (P) situa-do a 40º de longitud Este y 50º de latitudNorte.

LAS COORDENADAS U.T.M.El sistema sexagesimal de las coorde-

nadas geográficas (valores angularesexpresados como grados, minutos y segun-dos) es bastante complejo de cara a lanavegación, aviación comercial, usos mili-tares, etc., por lo que se ha sustituido pau-

latinamente por el sistema de coordenadasU.T.M. (Universal Tranverse Mercator).Se trata de un sistema, muy preciso, dedesignación cartesiana de un punto, con laparticularidad de que expresa las distan-cias métricas respecto a una cuadrículaestablecida.

Los Mapas Topográficos Nacionales(M.T.N.), confeccionados en España por elInstituto Geográfico Nacional (I.G.N.) ypor el Servicio Geográfico del Ejército(S.G.E.), utilizan como sistema de referen-cia las coordenadas U.T.M., derivadas a suvez de la proyección cartográfica homóni-ma (Ver el epígrafe del M.T.N. en el capí-tulo sobre interpretación y utilización demapas).

Designación de zonas Como se puede observar en la Figura

1.2, la representación del globo terráqueose realiza sobre 60 husos de 6° de anchura(668 km cada huso), numerados de Oeste aEste desde el antimeridiano de Greenwich,

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Figura 1.1 Determinación de las coor-denadas geográficas de un punto (P) dela superficie terrestre, situado a 40º delongitud Este y 50º de latitud Norte.

situado a una longitud de 180° (recorde-mos que la referencia básica es el meridia -no 0° de Greenwich). Los husos se dividende Sur a Norte en 20 bandas de 8° de lati-tud que se identifican con letras mayúscu-las, desde los 80° Sur a los 80° Norte (losCírculos Polares quedan excluidos de laproyección U.T.M.). El resultado son 1.200zonas (60 husos x 20 bandas), cuya desig-nación referencia en primer lugar el huso y,en segundo lugar, la banda. La PenínsulaIbérica queda incluida en las zonas 29T,30T, 31T, 29S, 30S y 31S.

Identificación de los cuadrados de100 km

Como hemos visto, la determinación dezona constituye el primer elemento de iden-tificación de las coordenadas U.T.M. Cadazona se divide en cuadrados de 100 km delado designados por dos nuevas letrasmayúsculas (referenciadas normalmenteen el ángulo inferior izquierdo del reversodel mapa), ordenadas de Oeste a Este y de

Sur a Norte. Esta designación cartesiana tiene toda-

vía una mayor precisión, puesto que sobreel mapa aparece una nueva cuadrículaU.T.M. que subdivide el cuadrado de 100km en cuadrados de 10 km de lado (líneanegra o azul más gruesa), y éstos a su vezen cuadrados de 1 km de lado (líneanegra o azul más fina). Estos últimos sonlos que componen la red básica U.T.M.,cuyas referencias numéricas aparecen rotu-ladas a lo largo y ancho del marco delmapa topográfico.

Designación de un punto con apro-ximación de 100 metros

Tomando como referencia la cuadrículaconstituida por cuadrados de 1 km de lado,observamos cómo los dígitos aumentan suvalor conforme nos desplazamos hacia elEste y, por el contrario, disminuyen si nostrasladamos hacia el Oeste. En la latitudaumenta el valor de los dígitos hacia elNorte, disminuyendo hacia el Sur.

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Figura 1.2 Designación de zonas en la Proyección U.T.M.

Para una aproximación de 1 km, ladesignación de un punto cualquiera de lasuperficie del mapa vendrá señalada por lanumeración de las dos coordenadas máspróximas a él, y siempre en el orden queindicamos: en primer lugar por la izquierda(barras verticales de la longitud), y ensegundo lugar por debajo (barras horizon-tales de la latitud). En ambos casos se uti-lizan los dos dígitos grandes que intitulancada una de las barras. Si pretendemosalcanzar una aproximación de 100 m,deberemos añadir un tercer dígito a cadauna de las coordenadas estimando, en déci-mas partes del intervalo de cuadrícula, ladistancia del punto a las barras vertical yhorizontal. En la Figura 1.4 se recoge unejemplo que nos ayudará a adquirir mássoltura en este imprescindible sistema decoordenadas.

3. TÉCNICAS BÁSICAS DEORIENTACIÓN

Antiguamente orientarse era buscar eloriente, es decir, determinar el lugar pordonde salía el Sol. Sin embargo, debido avarias razones que vamos a comentar enlas próximas líneas, esta idea originaria haido evolucionando hacia conceptos másexactos y complejos: orientarse es buscarla denominada dirección Norte-Sur.

LA BÚSQUEDA DE LA DIRECCIÓNNORTE-SUR

Cuando nos orientamos estamoshaciendo un ejercicio de posicionamiento.Aunque a veces de forma inconsciente,estamos trazando un mapa mental con unsistema de referencia que sea válido desdela posición en que nos encontramos.

Así se entienden nuestras explicaciones

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Figura 1.3 Proyección U.T.M. Identificación de los cuadrados de 100 km sobre laPenínsula Ibérica.

en cualquier situación de la vida querequiera orientarse. Ante la típica pregunta¿dónde está determinada calle o monumen-to?, las instrucciones son referencias desdenuestra posición (punto origen): avanzarrecto hasta aquel edificio de ladrillo rojo,tomar la calle de la derecha y seguirla hastauna plaza con un quiosco de música, etc.

Pero para evitar múltiples sistemas dereferencia (tantos como observadores opersonas), hemos adoptado un sistema dereferencia y de localización universal ynormalizado, es decir, tenemos un sistemaválido e invariable para todas las personas.Se trata de la dirección Norte-Sur , coinci-dente a grandes rasgos con el eje de rota -ción de nuestro planeta. Como veremos,buscar el lugar por donde sale el Sol (anti-guo concepto de orientación) no cumpleexactamente con los requisitos fijados enun sistema de referencias.

La orientación es el ejercicio dereconocer la dirección Norte-Sur.Gracias a ella posicionaremos geo-gráficamente los puntos cardinales(Norte, Sur, Este y Oeste).

Históricamente, la humanidad ha bus-cado en el firmamento referencias fijas yprecisas que posibilitaran su orientación.El Sol y algunas otras estrellas por la nocheson nuestros puntos de referencia funda-mentales. Veamos algunas técnicas básicasde orientación diurna y nocturna.

ORIENTACIÓN DIURNA CON EL SOLEl Sol es una estrella fija en el centro de

un sistema planetario del que forma partela Tierra. A pesar de sus aparentes varia-ciones a lo largo del día y de las estacionesdel año, consecuencia de la rotación denuestro planeta y de la inclinación del ejede rotación sobre el plano de la eclíptica(plano de la órbita circunsolar), el Sol es unelemento de primera magnitud para orien-tarnos durante el día, y sus “movimientos”son regulares y bien conocidos.

Sabemos que, básicamente, el Sol salepor el Este y se pone por el Oeste. Peroesto sólo sucede exactamente durante dosdías al año: 21 de marzo y 23 de septiem-bre (equinoccios de primavera y de otoñorespectivamente). El resto de días cambiapaulatinamente el lugar por el que sale y seesconde el Sol: durante el invierno y la pri-mavera, el Sol se desplaza gradualmente

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Figura 1.4 Proyección U.T.M. Ejemplo de designación de un punto con aproxima-ción de 100 metros.

hacia el Norte, alcanzando la distanciamáxima el solsticio de verano (21 dejunio), mientras que, a partir de esta fecha,el Sol retrocede nuevamente hacia el Sur,alcanzando la distancia mínima el solsticiode invierno (21 o 22 de diciembre). Esteplanteamiento explica la diferente duracióndel día y de la noche en nuestra latitud(sólo en los equinoccios día y noche duranexactamente lo mismo: 12 horas cada uno).

Ante esta pequeña variación anual,el único argumento válido es que elSol, al mediodía (cenit o punto demáxima altura del Sol sobre el hori-zonte), se alinea con la meridianadel lugar en que nos encontremos.Es decir, el Sol se alinea al mediodíacon la dirección Norte-Sur, mo-mento en que la sombra proyectadapor un objeto nos señalará el Nortegeográfico (el Sol está exactamentesituado en el Sur sobre el horizonte).

El gnomon y la determinación dela meridiana

Todos estos aspectos fundamentalespodemos certificarlos en el campo (porejemplo en un campamento) con la sombraproyectada por un gnomon, sencillo ins-trumento que consta de un estilo vertical(podremos utilizar un bastón, palo o esta-ca) ubicado en el centro de una circunfe-rencia horizontal, en la que iremos seña-lando sucesivamente el extremo de la som-bra que proyecta el estilo vertical. Como sepuede ver en la Figura 1.5, trazamos la cir-cunferencia con el radio que nos proyectala sombra del estilo al amanecer (la sombradel estilo al atardecer tocará también elarco de la circunferencia). El segmentoentre P y A limita el extremo de la sombraproyectada por el estilo entre el amanecer yel atardecer (cada hora podemos señalarsucesivamente la sombra), y su mediatriz,coincidente con la sombra más corta delmediodía, indica la dirección Norte (en

dirección opuesta se encuentra la direcciónSur). Acabamos de establecer con exacti-tud la meridiana del lugar, la direcciónNorte-Sur.

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Figura 1.5 Determinación de la meri-diana de un lugar (dirección Norte-Sur)mediante un gnomon.

Orientación con el relojSiempre que el Sol sea visible, un reloj

con manecillas también puede ser un preci-so instrumento de orientación. Si se dispo-ne de un reloj digital, podemos dibujar enun papel o en el suelo su homónimo consaetas.

Antes de comenzar el ejercicio, debere-mos poner el reloj en horario solar, (enmuchos países, la hora solar no coincidecon la hora oficial: en España la hora solarsuele ir retrasada 1 hora en invierno y 2horas en verano). Para ello, tal y como seindica en la Figura 1.6, colocaremos laaguja horaria (saeta pequeña) señalando laposición del Sol en ese momento. Mental-mente trazaremos la bisectriz del ánguloformado entre las 12 del reloj y la agujahoraria que señala el Sol. La bisectriz nosindica la dirección Sur. Es obvio que, si esmediodía (12 hora solar), el Sol se encuen-tra en la posición Sur.

El mismo procedimiento del relojpuede ser empleado por la nochecon la Luna, pero ¡atención! sólocon la Luna llena (plenilunio).

ORIENTACIÓN NOCTURNA CON LAESTRELLA POLAR

En el hemisferio boreal, la orientaciónnocturna no ofrece dificultades especialesgracias a la Estrella Polar, astro situado enla constelación de la Osa Menor, visible enel cielo durante todo el año y fácil de reco-nocer gracias a algunas constelacionesvecinas muy características.

Curiosamente, una fotografía nocturnade la Estrella Polar, con una exposición devarias horas a lo largo de la noche, nosmostrará una serie de circunferencias con-céntricas que, aparentemente, han realiza-do otras estrellas alrededor de la Polar.Esto es debido a que el eje Norte-Sur derotación de La Tierra apunta hacia la

Estrella Polar, motivo por lo cual emplea-remos esta estrella para encontrar la direc-ción Norte.

Para encontrar la Estrella Polar primerohabremos de localizar la conocida OsaMayor o Gran Carro, constelación que, enEuropa, nunca se halla por debajo del hori-zonte. Trazaremos mentalmente, como sepuede ver en la Figura 1.7, una línea rectaque pase por las dos estrellas del extremode la Osa Mayor. Si prolongamos 5 vecesen el cielo la distancia entre estas dos estre-llas, nos toparemos con la Estrella Polar.La constelación de Casiopea tambiénpuede ayudarnos a localizar la Polar.

Una vez colocados de cara a la EstrellaPolar, bajando la vista perpendicularmentehacia el horizonte podremos ubicar elNorte geográfico, delante nuestro, el Sur anuestra espalda, el Este a la derecha y elOeste a la izquierda.

En el hemisferio austral no sucede estefenómeno con ninguna estrella visible ocaracterística que señale el Sur. Se puedeobtener cierto grado de aproximacióndireccional con la constelación de la Cruzdel Sur.

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Figura 1.6 Determinación de la direc-ción Norte-Sur mediante un reloj.

ORIENTACIÓN CON LA BRÚJULAAunque de orígenes inciertos, la brúju-

la ha sido desde la Antigüedad un valiosoinstrumento de orientación y navegación.El principio de la brújula es muy simple.Se trata de una aguja imantada que se ali-nea con el campo magnético terrestre (laTierra se comporta como un gigantescoimán). La brújula es indispensable en cual-quier ejercicio de orientación cuando nopodemos recurrir a la posición del sol o delas estrellas (por ejemplo, en situaciones decielo cubierto), en terrenos desconocidos y,especialmente, cuando debemos confirmarnuestro rumbo o nuestra dirección en undesplazamiento.

Pero, a pesar de la infalibilidad de esteprocedimiento de orientación (tenemos unareferencia fija y universal a escala huma-na), conviene matizar que la brújula noseñala el Norte geográfico (recordemos ladirección Norte-Sur). El campo magnéticode la Tierra se alinea bastante bien con eleje de rotación (dirección Norte-Sur), perono coincide exactamente con él. En con-creto, el Norte magnético señalado por la

punta roja de la brújula está desplazadoactualmente unos 11,5º al Oeste del NorteGeográfico. A este ángulo lo denominamosdeclinación magnética.

La declinación magnética tiene unaligera variación anual. Estudios sobre elmagnetismo de las rocas que constituyen lalitosfera han demostrado variaciones conti-nuas, aunque no periódicas, en la polaridadde nuestro planeta. El valor de la declina-ción también varía según la longitud y lati-tud del lugar en que nos encontremos. Enel capítulo sobre interpretación y utiliza-ción de mapas se indican algunas instruc-ciones para estimar la variación de la decli-nación magnética, aspecto ineludible parauna correcta orientación.

Partes de una brújulaUna brújula consta de una aguja iman-

tada que puede girar libremente sobre uneje perpendicular a su soporte, caja o aloja -miento. La aguja gira normalmente sobreun círculo graduado de 360º. Existenmuchos tipos de brújulas según caracterís-ticas, forma y accesorios (nivelado del apa-rato, punto de mira, trazado de visuales,frenado de la aguja, etc.). En este manualhemos optado por referirnos a las brújulasde limbo giratorio (modelos Silva ySuunto), montadas sobre una placa de basetransparente, y muy empleadas en eldeporte de orientación. Sus partes funda-mentales son (ver Figura 1.8):• Caja o alojamiento de la brújula. En el

caso que nos ocupa dispone de unlimbo giratorio, corona o círculo gra-duado de 0 a 360º en el sentido de lasagujas del reloj, con los puntos cardina-les a lo largo del borde: Norte (0 y360º), Este (90º), Sur (180º) y Oeste(270º). Intervalos normalmente de 2º.El limbo móvil, que gira independiente -mente de la aguja magnética, nos per-mite establecer rumbos en nuestros iti-nerarios.

• Aguja magnética. Con uno de los extre-mos, el que señala el Norte magnético,

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Figura 1.7 Localización de la direc-ción Norte durante la noche mediantela Estrella Polar.

pintado normalmente en color rojo.• Flechas de dirección y línea índice. Se

encuentran grabadas en la caja o aloja -miento de la brújula (girando solidaria -mente con el limbo), y también sobre laplaca o base transparente. Sirven paraestablecer, visualizar y seguir los rum-bos establecidos.

• Placa de base transparente. Sobre ella semonta la caja o alojamiento de la brúju-la. Tiene bordes rectos para facilitar eltrazado de direcciones y el estableci-miento de rumbos. Esta placa puedellevar impresa una regla graduada demedición, o también incorporar dife-rentes escalas gráficas para la prácticadeportiva de la orientación (1:25.000,1:15.000, etc.), así como otros acceso-rios complementarios: una lupa paraidentificar pequeños elementos delmapa, etc.

Es conveniente recomendar algunasprecauciones a la hora de utilizaruna brújula, debido a que su agujaimantada puede verse afectada porperturbaciones que afecten a la pre-cisión del instrumento y, en conse-cuencia, generar errores de lectura.Hay que mantener la brújula alejadade objetos metálicos y magnéticos,así como de todo tipo de campos

electromagnéticos (aparatos y tendi-dos eléctricos, antenas, etc.). De lamisma forma es aconsejable realizarlas lecturas de la brújula sobresuperficies completamente planas.

4. INTERPRETACIÓN YUTILIZACIÓN DE MAPAS

NOTA. Al final de este capítulo seofrece al lector una selección de 4fotografías de diferentes parajesnaturales y de sus respectivas repre-sentaciones cartográficas (en estecaso fragmentos del Mapa Topo-gráfico Nacional escala 1:50.000 delServicio Geográfico del Ejército,con sus datos indicados al pie). Laescala de los mapas ha sido manipu-lada con el objeto de incluir, en cadapágina del manual, la porción delmapa que se puede contemplar encada fotografía. Aunque no se pre-sentan criterios específicos para suanálisis e interpretación, recomen-damos al lector su familiarizacióncon los 4 pares que se adjuntan(fotografía + mapa), de forma que,una vez observados los principalesrasgos del relieve que aparecen enlos paisajes fotográficos, se puedancomparar con los elementos plani-métricos y altimétricos (curvas denivel) de los mapas.

LOS MAPAS Y LAS PROYECCIONESCARTOGRÁFICAS

Un mapa es una representación, sobreun plano y a escala, de una parte o de latotalidad de la superficie terrestre. Es unarepresentación selectiva y simplificadadonde se destacan algunos elementos y seeliminan otros en función de la escala y eluso. Como veremos, los mapas a mayorescala son los que contienen más informa-ción y mayor detalle: topografía, red flu-

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Figura 1.8 Partes de una brújula conlimbo móvil.

vial, vegetación, poblaciones, redes decomunicaciones, etc.

La cartografía, por su parte, es la cien-cia que estudia la elaboración de mapas y,por extensión, designa la acción de realizarun mapa.

Casi hay infinitos tipos de mapas, yaque un mapa es capaz de ofrecer informa-ción sobre cualquier fenómeno susceptiblede ser localizado sobre un territorio. Deforma general, los clasificaremos en dosgrandes grupos:• Mapas múltiples: un único mapa mues-

tra diferentes categorías de fenómenos(naturales y antrópicos), utilizando granvariedad de símbolos. Es el caso de losmapas topográficos, realizados por ins-tituciones oficiales (ver epígrafe delMapa Topográfico Nacional). Sonmapas que incluyen información muyvariada: relieve, usos del suelo, límitesadministrativos, poblaciones, comuni-caciones, senderos, etc.

• Mapas temáticos: el mapa representauna única categoría de datos. En estegrupo hay realmente tantos mapascomo fenómenos. Podemos encontrarmapas históricos, meteorológicos, geo-lógicos, de vegetación, vientos, riesgode aludes, de inundación, días de hela-da, migración de aves, demográficos,del Camino de Santiago, etc. Aquí lalista podría ser interminable y cada lec-tor podría completarla con infinitosejemplos.

Los sistemas de proyeccióncartográfica

El principal problema con el que seencuentra cualquier tipo de cartografía loconstituye la conversión de la forma esféri-ca del globo terrestre a un plano horizontal(es una imposibilidad geométrica desarro-llar una esfera sobre un plano). Para ello seutilizan distintos sistemas de proyeccióncartográfica (la esfera es proyectada sobreun cilindro, sobre un cono o sobre unplano), que ofrecen ventajas o inconvenien-

tes en función de la región o de la finalidadde nuestra representación cartográfica.

Las proyecciones cartográficas nuncaconsiguen una transferencia exacta delterreno; todas ellas sufren algún tipo dedeformación: las proyecciones sobre uncilindro (cilíndricas) sufren mínimas defor-maciones en las zonas ecuatoriales, perograndes desproporciones en las regionespolares (en algunos mapamundis se puedenapreciar las importantes deformaciones deAlaska, Groenlandia, Norte de Siberia,Antártida, etc.), problema que puede sercorregido con las proyecciones cónicas

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Figura 1.9 La representación topográ-fica de la superficie terrestre (A) cons-ta de elementos altimétricos (B) y pla -nimétricos (C).

(mínima deformación en latitudes medias),etcétera.

Es importante recordar que la únicaimagen exacta y proporcional de nuestroplaneta es su representación, a escala, enun globo terráqueo (una “bola del mun-do”), pero obviamente no caminamos porla montaña con una esfera o “pelota” devarios cientos de metros de diámetro(tamaño que debería tener nuestro globopara poder apreciar con precisión los ras-gos del relieve). Esto no sería manejable.Por ello elaboramos mapas.

¿Cómo se hacen los mapas?El proceso de confección de muchos

mapas comienza en un avión, con la reali-zación de fotografías aéreas verticales delterreno. A continuación, y mediante restitu-ción fotogramétrica de la tercera dimen-sión, se representa la altimetría (represen-tación del relieve por medio de curvas denivel). Finalmente se incorpora la plani-metría (representación en dos dimensionesdel resto de elementos que constituyen elpaisaje: red hidrográfica, poblaciones,carreteras, etc.). Una aproximación esque-mática a estos conceptos la encontramos enla figura 1.9 El trabajo se completa nor-malmente con revisiones de campo queincorporan toponimia y otras informacio-nes geográficas necesarias para la correctainterpretación del territorio.

Partes y elementos de un mapaEn los mapas topográficos podemos

distinguir tres partes: el campo, el marco yel margen. Cada parte engloba una seriede elementos.

El campo contiene la representacióndel territorio a escala, es decir, el mapapropiamente dicho. El marco separa elcampo del mapa de su margen, recogiendolos sistemas de referencia empleados: lascoordenadas geográficas aparecen normal-mente en las cuatro esquinas del mapatopográfico, mientras que las coordenadasU.T.M. están rotuladas a lo largo y ancho

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Figura 1.10 Diferentes signos conven-cionales que aparecen en los mapastopográficos del Instituto GeográficoNacional.

SIGNOS CONVENCIONALES

del marco. Por su parte, el margen recogetoda la información necesaria para lacorrecta interpretación del mapa: designa-ción de zonas e identificación de los cua-drados de 100 km en las coordenadasU.T.M., escala (numérica y gráfica), pro-yección cartográfica empleada, declina-ción magnética, punto de origen altitudinal(nivel medio del mar en Alicante), equidis-tancia de las curvas de nivel, leyenda (todotipo de signos convencionales que rotulanel mapa), e incluso otros datos comple-mentarios (estadísticos, demográficos,administrativos, vértices geodésicos, etc.).

La información complementaria que,por cuestiones de formato de la hoja, noaparezca en el margen normalmente esrecogida en el reverso del mapa.

LA ESCALA DE LOS MAPASLa escala de un mapa es la proporción

que existe entre la realidad y su represen-tación en el plano. Dicho de otra forma, laescala es la relación numérica que existeentre la distancia que medimos sobre unmapa y su distancia equivalente medidasobre la superficie terrestre (sobre el terre-no). Su expresión matemática es la si-guiente:

d 1=

D X

donde d es la distancia medida en el mapa;D es la distancia medida en el terreno y Xes el denominador de la escala del mapa.

La relación de proporcionalidad de laescala implica el empleo obligado de lasmismas unidades de medida en el plano yen el terreno, aunque lógicamente, una vezrealizada la relación numérica, adaptare-mos las unidades de medida que utilicemosa las medidas más usuales o convenciona-les, tanto en el plano como en el terreno.Veamos un ejemplo:

Un mapa con una escala 1:50.000expresa que 1 cm del mapa equivalea 50.000 cm sobre la superficieterrestre (¡Atención! porque podía-mos haber empleado cualquier otraunidad de medida con la precauciónde emplear siempre la misma en larealidad y en el plano, en el numera-dor y en el denominador: dm, mm,palmos, pies, pulgadas, varas arago-nesas o castellanas, etc. Un palmodel mapa son 50.000 palmos en larealidad...). Como no resulta lógicohablar de 50.000 cm sobre el terre-no, concluiremos la razón con unasencilla conversión: 50.000 cm son500 m (0,5 km), es decir, en una car-tografía escala 1:50.000, 1 cm delmapa equivale a 0,5 km del terreno.

La escala, como vemos, viene definidapor una fracción o relación numérica. Es loque denominamos escala numérica. Pero,normalmente, también viene acompañadapor una escala gráfica que consiste en unsegmento subdividido o graduado según larealidad (km, m). Este recurso facilita unalectura rápida de las distancias del mapa (aveces incluso de un vistazo), ya que nospermite transportar a la escala gráficamedidas realizadas en el mapa (por ejem-plo, con un compás o una regla), siempreque no sean demasiado grandes. La propiacuadrícula U.T.M. de 1 km, impresa sobremuchos mapas topográficos, facilita laslecturas de las distancias como si de unaescala gráfica se tratase.

Pequeña y gran escalaLógicamente la escala condiciona el

detalle y la precisión del terreno cartogra-fiado. Hablaremos de mapas de pequeñaescala en todos aquellos mapas con cifraselevadas en el denominador (por encima de1:100.000), mientras que designaremoscomo mapas de gran escala los mapas oplanos cuyo denominador esté por debajode 1:25.000. Es necesario recordar que

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cuanto más alto es el denominador, máspequeña es la escala, mientras que cuantomás bajo es el denominador, más grande esla escala.

Los mapas de pequeña escala tienen laventaja de representar grandes superficiesde terreno, aunque carecen de detalle. Porel contrario, la gran escala tiene a su favorla precisión y el detalle de la superficie car-tografiada, pero ésta es obviamente unaporción muy pequeña. Digamos que cadaescala cumple su papel y que cada mapaestá destinado a un uso determinado.

Adaptación de la escala al uso yformato de los mapas

Vamos a ver algunos ejemplos orienta -tivos donde la escala se adapta a nuestrosobjetivos y necesidades. En función de lasuperficie terrestre a cartografiar y delsoporte papel u hoja que utilicemos (siem-pre dentro de unos formatos razonable -mente manejables por parte del usuario),nos encontramos:• Mapamundis y planisferios: general-

mente a escala 1:100.000.000 (formatoatlas escolar). Debido a su escaso deta -lle (pequeña escala), estos mapas sóloreflejan aquellos elementos geográficosde gran relevancia a escala planetaria.

• Mapas geográficos continentales: de1:20.000.000 a 1:10.000.000 (por ejem-plo, Europa en un atlas escolar). Enéstos sólo quedan reflejados los gran-des ríos y sistemas montañosos, lasgrandes ciudades, etc.

• Mapas estatales y regionales: España a1:1.000.000 (típico mapa que se poneen las paredes de aulas, despachos,etc.). Los mapas de comunidades autó-nomas oscilan entre 1:500.000 y1:200.000 (Aragón a 1:300.000 ocupaun formato de 90 x 120 cm). Muchosmapas de carreteras y viajes poseenestas escalas.

• Mapas topográficos en general:1:100.000, 1:50.000, 1:25.000. Esta-mos ante mapas que ya representan una

menor superficie de terreno. Debido asu detalle, estas escalas son las másrecomendables para trabajar en elcampo del montañismo, senderismo,estancia en la naturaleza, etc. En un for-mato de papel de 100 x 100 cm puedequedar cartografiado un macizo monta-ñoso, un valle pirenaico o un ParqueNatural.

• Mapas y planos a gran escala: 1:10.000,1:5.000 para zonas urbanas y poblacio-nes (planos de ciudades por ejemplo), omayores (1:500, 1:100) para planoscatastrales, trabajos de arquitectura,ingeniería, obras públicas, etc.

LAS CURVAS DE NIVELPara representar el relieve recurrimos a

un ejercicio conceptual que supone cortarel terreno con una serie de planos equidis-tantes, como si una montaña la convirtiéra-mos en una pirámide escalonada (verFigura 1.11). Los cortes de esos planosimaginarios con el relieve son las curvasde nivel, también denominadas isohipsas.Éstas son líneas que unen los puntos delterreno (y por extensión del mapa topográ-fico) que se encuentran a la misma cotaaltitudinal: la curva de nivel de 1.500 mune todos los puntos del terreno que estána 1.500 m de altitud. En los mapas suelenir trazadas de color marrón.

Orientación y cartografía 23

Figura 1.11 Representación altimétricade un relieve mediante curvas de nivel.

Como también se puede observar en laFigura 1.11, las curvas de nivel son siem-pre estructuras cerradas, es decir, siemprerodean completamente todos los relieves(si este aspecto no se percibe en un mapatopográfico concreto, podremos cerrarcualquier isohipsa en mapas contiguos).Esta afirmación también implica que lascurvas de nivel nunca se cruzan o bifurcan.

A veces, como complemento a las cur-vas de nivel, en los mapas topográficosadaptados al excursionismo también seemplean sombreados que realzan visual-mente el relieve, o tintas hipsométricas quecolorean interválos altitudinales (por ejem-plo, en color verde el intervalo entre 0 y500 m de altitud, en color marrón claroentre 500 y 1.000 m, en color marrón oscu-ro entre 1.000 y 1.500 m, etc.).

La equidistanciaEn un mapa topográfico, el desnivel que

se encuentra entre dos curvas de nivel con-secutivas es siempre el mismo. Es lo quedenominamos equidistancia. A medidaque aumenta la escala y el detalle, disminu-ye la equidistancia: en los mapas escala1:50.000 la equidistancia es 20 m (curvasde nivel cada 20 m), mientras en los topo-gráficos escala 1:25.000 la equidistancia es10 m (curvas de nivel cada 10 m).

Curvas maestras y curvasauxiliares

En el mapa sólo llevan indicada la cotaunas isohipsas que aparecen rotuladas conun trazo más grueso: son las curvas maes-tras, cada 100 m en los mapas escala1:50.000 y cada 50 m en los 1:25.000. Elresto de curvas de nivel es cartografiadocon un trazo más fino y no lleva rotulada lacota. Para ponderar su altitud, simplemen-te tomaremos como referencia las curvasmaestras y la equidistancia de las curvas denivel.

De forma general, cuando las curvas denivel aparecen muy juntas, estamos anteuna ladera de fuerte pendiente (un ejemplo

extremo sería una pared vertical, donde lascurvas de nivel se aprietan considerable -mente o, incluso, llegan casi a superponer-se). Si las isohipsas se separan, disminuyela pendiente de las laderas. En las zonasllanas de considerable extensión escaseanlas curvas de nivel, hasta el punto de que aveces es necesario introducir curvas auxi-liares que, aunque no corresponden a laequidistancia especificada en el mapa,aportan información topográfica y altimé -trica suplementaria. Habitualmente las cur-vas auxiliares tienen un trazo discontinuo.

Cotas y vértices geodésicosAdemás de toda la información altitudi-

nal que expresan las curvas de nivel, exis-ten también alturas absolutas que designanaquellos puntos clave o de interés (cimas,collados, ríos, puentes, edificios aislados,etc.) que superan la altitud de la isohipsainmediatamente inferior, pero no llegan asuperar la curva de nivel inmediatamentesuperior. Son las cotas, representadas conun punto de color marrón.

Los vértices geodésicos son cilindrosde 120 cm de altura y 30 cm de diámetromontados sobre una base cuadrangular(una placa recuerda que son propiedad delantiguo Instituto Geográfico y Catastral,ahora I.G.N.). Constituyen puntos básicosde referencia, posición, altura y distanciaen las denominadas redes de triangulación(conjunto de operaciones geodésicas ytopográficas realizadas desde estos vérticescon el fin de establecer la red de coordena-das de un territorio). Muy habituales en lascumbres y picos de las montañas, perotambién en otros lugares cuando no hayrelieves relevantes. Están representados enlos mapas con triángulos.

LA DECLINACIÓN MAGNÉTICA YOTROS NORTES

Los nortes en el mapa: Nortegeográfico y Norte magnéticoRealmente sólo existe un Norte. Es el

Norte geográfico, Polo o extremo de lo

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que habíamos denominado en el capítulode las técnicas básicas de orientación comodirección Norte-Sur o dirección del meri-diano. Sin embargo, también hemos vistoque existe un Norte magnético, resultadodel campo magnético dipolar de la Tierra.Desde ambos Nortes es factible establecerreferencias válidas para orientarnos, puestoque ambos guardan una relación.

El campo del mapa topográfico apare-ce orientado según el Norte geográfico,razón por la cual las coordenadas geográfi-cas coinciden plenamente con los bordesdel mapa: margen superior (Norte), margenderecho (Este), margen inferior (Sur) ymargen izquierdo (Oeste), o dicho de otraforma, los bordes superior e inferior sonparalelos, y los márgenes laterales sonmeridianos (se alinean con la direcciónNorte-Sur y por tanto convergen en unPolo).

Puedes coger una regla y medir lalongitud de los bordes del campo oterritorio representado en un MapaTopográfico Nacional de España.Observarás cómo los laterales(meridianos) miden igual, mientrasque los márgenes superior e inferior(paralelos) miden distinto: el bordesuperior (Norte) mide siempremenos que el inferior (Sur) en elhemisferio boreal, de forma que loslaterales o meridianos convergen enel Polo Norte. Sucede a la inversa enel hemisferio austral. En definitiva,has constatado que el campo delmapa representado no era un rectán-gulo, sino un trapecio.

El Norte magnético, utilizado paraalgunas medidas geodésicas y para laorientación mediante brújula, apareceseñalado específicamente en el margen delmapa. Como se puede observar en laFigura 1.12, el ángulo entre el Norte mag-nético y el Norte geográfico, denominadodeclinación magnética, tiene una varia -

ción anual que, aunque sea poco importan-te, es necesario tener en cuenta en la reali-zación de itinerarios que precisen de brúju-la. Es necesario recordar que la declinacióntambién varía según el lugar en que este-mos.

Cálculo de la declinaciónmagnética actual

Este cálculo es muy útil para la trans-formación de rumbos magnéticos en geo-gráficos y viceversa. Tomemos comomodelo un mapa topográfico que, comonos indica la Figura 1.12, el 1 de enero de1999 (fecha de realización del mapa)expresa una declinación magnética de 2º 11’ Oeste, con una variación anual quedisminuye 6,9’ (esto quiere decir que,según el mapa que hemos tomado comoejemplo, el Norte magnético se aproximaal Norte geográfico al ritmo de 6,9’ cadaaño). A continuación estimaremos el tiem-po transcurrido desde entonces y hasta lafecha de cálculo: suponiendo que nuestrocálculo fuera el 1 de enero de 2001, habrí-an transcurrido 2 años completos, es decir,habría disminuido la declinación 13,8’. Laresta final (2º 11’ – 13,8’ = 1º 58’) nos dacomo resultado una declinación magnéticade 1º 58’ para la fecha 1-1-01.

Si queremos obtener el NorteGeográfico a partir de esta declinaciónmagnética, sólo habrá que añadir a la direc-ción que señale la brújula, 1º 58’ hacia elEste.

El Norte de la redEl sistema de proyección empleado

para la confección del mapa también poseesu propio Norte o Norte de la red, emplea-do en geodesia, y que no coincide ni con elNorte geográfico (por esta razón las cua-drículas de la proyección U.T.M. no sonparalelas a las geográficas de los bordesdel mapa), ni tampoco con el Norte mag-nético. El ángulo entre el Norte geográficoy el Norte de la red se denomina declina-ción de red o convergencia de cuadrícula.

Orientación y cartografía 25

El ángulo existente entre el Norte de la redy el Norte magnético se llama declinaciónmagnética de red. En nuestras actividadespor la montaña o la naturaleza, normal-mente no utilizaremos el Norte de red.

LA CARTOGRAFÍA EN ESPAÑA: ELMAPA TOPOGRÁFICO NACIONALEn el año 1870 se funda el Instituto

Geográfico Nacional (I.G.N.) , con lamisión de realizar el mapa topográfico1:50.000 de toda España. Un poco antes,en 1810 había comenzado a trabajar lo queposteriormente (1939) se llamará ServicioGeográfico del Ejército (S.G.E.). Estosdos organismos oficiales son los que cen-tralizan la edición del denominado MapaTopográfico Nacional (M.T.N.) 1:50.000y de otras diversas escalas.

El M.T.N. 1:50.000 comprende 1.130hojas identificadas mediante una numera-ción y el nombre de la población de mayornúmero de habitantes de la hoja. A su vez,cada mapa 1:50.000 contiene 4 mapas

1:25.000 (luego el M.T.N. a escala1:25.000 comprende unas 4.520 hojas). Enla práctica el número de hojas es menor,debido a que algunas no existen y otras,con escasa superficie de territorio cartogra-fiado, han sido fusionadas a hojas vecinas.

La cartografía escala 1:50.000 delS.G.E. y, más recientemente, la del I.G.N.se realizan con una proyección U.T.M.(Universal Transverse Mercator), sistemaque ya nos resulta familiar a raíz de lascoordenadas homónimas que hemos vistoen el capítulo de la localización espacial ylos sistemas de referencia. Esta proyeccióncartográfica, inventada en 1569 por el car-tógrafo flamenco Gerhard Kremer (nombrelatinizado como Gerardus Mercator), escilíndrica, transversal y conforme. Los dosprimeros términos significan que la pro-yección de la esfera terrestre se realizasobre una superficie cilíndrica transversal ala esfera, mientras que el tercer término(conforme) equivale a decir que mantienelos ángulos en el proceso de conversióncartográfica, es decir, conserva las formaso contornos pero no las áreas (éstas aumen-tan exageradamente en altas latitudes),aspecto casi inapreciable al trabajar coneste grado de detalle.

El M.T.N. constituye la base cartográfi-ca fundamental para la confección de otrosmapas: temáticos (geológicos, de vegeta -ción, usos del suelo, etc.), editados por ins-tituciones o centros de investigación, ymapas excursionistas, realizados por partede numerosas asociaciones o editorialesque publican en España un amplio catálo-go de productos relacionados con la mon-taña y la naturaleza.

26 Manual de técnicas de montaña e interpretación de la naturaleza

Figura 1.12 Norte geográfico (NG),Norte magnético (NM) y Norte de laRed (NC). Ejemplo de valor medio dela declinación magnética y variaciónanual.

Orientación y cartografía 27

Fotografía 1. Ibón y pico de Anayet. Término de Sallent de Gállego, Valle de Tena(Pirineo aragonés). Fragmento del M.T.N. de Sallent de Gállego, 29-8 (145).

Lugar de la realizaciónde la fotografía.

28 Manual de técnicas de montaña e interpretación de la naturaleza

Fotografía 2. Macizo de LaMaladeta y pico del Aneto. Términode Benasque, Valle de Benasque(Pirineo aragonés). Fragmento delM.T.N. de Benasque, 32-9 (180).

Lugar de la realizaciónde la fotografía.

Orientación y cartografía 29

Fotografía 3. Circo de Soaso ymacizo de Monte Perdido. Términosde Torla y Fanlo, Valle de Ordesa(Pirineo aragonés). Fragmentos delM.T.N. de Bujaruelo, 30-8 (146), yde Broto, 30-9 (178).

Lugar de la realizaciónde la fotografía.

30 Manual de técnicas de montaña e interpretación de la naturaleza

Fotografía 4. Meandro de Sástago y río Ebro. Término de Sástago, Valle del Ebro(Aragón). Fragmentos del M.T.N. de Gelsa, 29-16 (413), y de Híjar, 29-17 (441).

Lugar de la realizaciónde la fotografía.

5. PLANIFICACIÓN DEITINERARIOS

En este capítulo vamos a proponeralgunos métodos básicos a la hora de pla -nificar un itinerario en la montaña o en lanaturaleza. Llegados a este punto, todos losconceptos vistos hasta ahora como unasecuencia teórica comienzan a constituiruna globalidad sumamente compleja. Sucorrecta interpretación puede permitirnosacometer, con unas ciertas garantías, un iti-nerario o un desplazamiento en un terrenodesconocido.

ORIENTACIÓN DEL MAPA CON AYUDADE LA BRÚJULA

Hemos visto que los márgenes delcampo de los mapas apuntan en la direc-ción de los meridianos (dirección Norte-

Sur). Ahora vamos a orientar el mapa,operación que consiste en situar exacta-mente los contenidos del mapa respecto alNorte, de forma que un vistazo sobre unmapa orientado nos permite reconocersobre el territorio los elementos visiblesque allí aparecen (normalmente puntosdestacados o característicos del mapacomo montañas, poblaciones, una antena,un castillo, etc.). Los pasos son lossiguientes:• Colocamos la brújula sobre el mapa: el

borde de la placa de base transparentedebe coincidir con el margen o lateraldel campo del mapa.

• Mover el limbo giratorio de la brújula,de forma que el 0º (Norte) quede en labase de la línea índice.

• Como se indica en la Figura 1.13, gira-remos el mapa con la brújula apoyadasobre el lateral del campo de éste (semueven ambos a la vez, mapa y brúju-la), hasta que la punta roja de la agujamagnética coincida con la línea índicede la brújula o 0º Norte (también puedecoincidir la aguja imantada con las fle-chas de dirección impresas en la caja oalojamiento de la brújula).

• En este momento tenemos el mapaorientado con el Norte magnético. Paraobtener la dirección del Norte geográfi-co se debe añadir en dirección Este(caso de una declinación Oeste) o restaren dirección Oeste (caso de una decli-nación Este) el valor de la declinaciónmagnética.

OBTENCIÓN DE RUMBOSCON BRÚJULA

Rumbo y acimutCuando iniciamos un trayecto o despla-

zamiento, podemos referir su orientación(en el mapa y en la realidad), bien respectoal Norte geográfico, o bien respecto alNorte magnético. Suponiendo una direc-ción A-B, denominamos rumbo o rumbomagnético al ángulo que forma dichadirección con el Norte magnético. De la

Orientación y cartografía 31

Figura 1.13. Orientación del mapatopográfico con ayuda de una brújula.

misma forma, el ángulo de la dirección A-B con el Norte geográfico es el acimut orumbo geográfico (ver Figura 1.14). Losvalores de ambos se expresan en grados, de0 a 360º, en el sentido de las agujas delreloj. Operando sobre la declinación mag-nética, como ya hemos visto, podremosconvertir un acimut en rumbo o viceversa.

Obtención del rumbo de unitinerario

Cualquier itinerario con brújula pre-cisará de las pertinentes correcciones (enfunción de la declinación magnética cal-culada) para obtener rumbos geográfi-cos. La brújula, obviamente, señala elNorte magnético, por lo que, como hemosvisto, operaremos sobre la declinaciónmagnética.

Para calcular el rumbo de un itinerariocon la brújula seguiremos los siguientespasos, reflejados de forma sintética en laFigura 1.15:

Orienta el mapa topográfico con ayudade la brújula y de la declinación magnética.Recuerda que el Norte geográfico está enel margen superior del mapa y los lateralesson las únicas líneas que van de Norte aSur. (Figura 1.13).

• Ubicar los puntos de inicio y destino delitinerario. Ahora coloca la brújula enci-ma del mapa orientado, de forma queuno de los bordes de la placa de basetransparente, o también la línea índice,coincidan o sean paralelos al itinerariodel que queremos obtener el rumbo.

• Girar el limbo hasta que la flecha dedirección que aparece grabada en lacaja o alojamiento de la brújula quedealineada con la aguja magnética, comose puede observar en la Figura 1.15.Leer entonces el rumbo del itinerario(cifra del limbo que se encuentra bajo lalínea índice). En el ejemplo que adjun-tamos en la Figura 1.15 sería un rumbode 120º Norte, es decir, casi direcciónSureste.

• Seguir el rumbo de la línea índice, deforma que la aguja magnética siempreesté alineada con la flecha de direcciónque aparece grabada en la caja o aloja -miento de la brújula. En la naturaleza,como vamos a ver, puede resultar muycomplicado.

Lo más habitual es emplear esta téc-nica de forma continuada a lo largode todo un itinerario (un únicorumbo entre nuestro inicio y nuestrodestino, puede conducir a errores,especialmente si el itinerario es deuna cierta longitud), estableciendopuntos de referencia intermedios(a ser posible visibles entre). Esdecir, calcularemos todos los rum-bos que sean necesarios en el trans-curso de un itinerario: un primerrumbo A-B (donde B es visibledesde A), un segundo rumbo B-C(donde C es visible desde B), etc.Este ejercicio puede ser de grancomplejidad, debido a múltiplesfactores: relieves muy abruptos oaccidentados, dificultades para en-contrar puntos de referencia inter-medios (por ejemplo en un bosque),falta de visibilidad (con niebla), etc.

32 Manual de técnicas de montaña e interpretación de la naturaleza

Figura 1.14 Norte magnético (NM) yNorte geográfico (NG). Rumbo y aci-mut de una dirección A-B.

Salvar obstáculos de un itinerariomediante brújula

Esto es algo absolutamente frecuenteen la naturaleza. Hemos trazado un itinera-rio y hemos calculado los rumbos pertinen-tes. En su planificación previa desestima -mos atravesar algunos obstáculos que habí-amos reconocido en el mapa tras una minu-ciosa interpretación (por ejemplo, un lago,una garganta, una montaña, etc.) Pero tam-bién pueden surgir sorpresas que no había -mos interpretado y que nos obliguen aefectuar pequeñas modificaciones delrumbo del itinerario sobre el terreno: unescarpe infranqueable, un edificio, etc.

Proponemos tres métodos para superarestos obstáculos con brújula, como se indi-ca en la Figura 1.16, regresando en todosellos a la dirección de partida.

En el caso número 1 salvamos el obstá -culo mediante un desvío rectangular: nosdesviamos 90º en A-B, B-C y C-D. En Drecuperamos la dirección inicial con otros90º. Las distancias recorridas en A-B y C-D deben ser idénticas, mientras que la dis-tancia B-C debe ser suficientemente largacomo para superar el obstáculo. Tambiénhay que indicar que la dirección B-C tiene

el mismo rumbo que la que llevábamosantes de toparnos con el obstáculo.

En el ejemplo número 2 franqueamos elobstáculo mediante un desvío triangular:nos desviamos 45º de nuestra direcciónprevia, 90º de B a C, y recuperamos en Cnuestra dirección inicial con 45º. A-B y B-C deben ser distancias iguales.

En el caso número 3, el obstáculo estambién superado mediante un desvíotriangular, pero, a diferencia del ejemplo2, nos desviamos 60º de nuestra direcciónprevia, otros 60º de B a C, retomando nues-tra rumbo original en C con otros 60º. A-By B-C deben ser, obviamente, iguales.

Con un cierto grado de aproxima-ción, podremos calcular distanciasiguales en los desvíos efectuadospor medio de nuestros pasos (con-tando los pasos mentalmente omediante podómetro).

Orientación y cartografía 33

Figura 1.16 Métodos para salvar losobstáculos de un itinerario medianteuna brújula.

Figura 1.15 Cálculo del rumbo de unadirección con una brújula de limbomóvil.

PENDIENTES Y PERFILESTOPOGRÁFICOS

Cálculo de pendientesSi conocemos cualquier distancia, gra-

cias al uso de la escala, y también conoce-mos los desniveles topográficos que nosproporcionan las curvas de nivel, podemoshallar la pendiente de un itinerario. Ésta esla relación que existe entre el desnivel asuperar y la distancia o recorrido horizon-tal. Se expresa habitualmente en porcenta-jes (%), pero también se puede designar engrados sexagesimales.

Por su sencillez, planteamos el cálculode porcentajes:

P (%) = (h / d) x 100

donde P es la pendiente, expresada en %, hes el desnivel a superar (en metros) y d esla distancia horizontal (también en me-tros). Al multiplicar esta relación por 100,obtenemos el porcentaje. Ver la Figura1.17.

Por ejemplo, una pendiente de un 15 %significa que cada 100 metros recorridosen la distancia horizontal se superan 15metros de desnivel.

El ángulo de la pendiente (∝), medidoen grados sexagesimales, se puede obtenerde varias formas: mediante un clinómetro;por medio de razones trigonométricas; otambién mediante un transportador deángulos si reflejamos en un triángulo,como se puede ver en la Figura 1.17, losconceptos que nos ocupan (P, h y d). Acontinuación, como referencia, se enume-ran algunas equivalencias de grados sexa-gesimales y porcentajes: 5º de ángulo sonel 8,7 % de pendiente, 10º son 17,6 %, 20ºson 36,4 %, 30º son 57,7 %, y 45º sonexactamente el 100% (remontar una rampade 45º implica ascender 100 m de alturacada 100 m de la horizontal). Los valoressuperiores a 45º aumentan hasta el infinito:50º son 119,2 %, 70º son 274,7 %, 80º son567,1 %, 90º es un % infinito.

Se puede comprobar que, cuanto más

largo sea un itinerario para subir un mismodesnivel, menor será la pendiente y, lógica-mente, más descansado será. En las monta -ñas abundan los ejemplos: los caminos deherradura, trazados en zig-zag, constituyenel paradigma de un diseño racional y razo-nable de las comunicaciones en el pasado.

Realización de perfilestopográficos

Para completar nuestro análisis delrelieve en la planificación de itinerarios,ofrecemos un complemento del cálculo dependientes: la realización de un perfiltopográfico. Se trata de un gráfico en elque se representa un corte transversal delrelieve en una determinada dirección,seleccionada en función de nuestro recorri-do o interés. Esta sección del relieve setraslada sobre el eje horizontal, mientrasque la altitud se representa en el eje verti-cal. El resultado es una imagen bastantefidedigna de las formas que tiene el corte operfil ejecutado: montañas, valles, ascen-sos y descensos, pendientes, etc.

Pasos para confeccionar un perfil topo-gráfico:• La forma de elaborar un perfil comien-

za con la selección del mismo, puestoque hay que tener en cuenta el trazadode la línea de corte sobre nuestro mapatopográfico: debemos procurar que ladirección establecida corte de forma

34 Manual de técnicas de montaña e interpretación de la naturaleza

Figura 1.17 Magnitudes relacionadascon la medida de una pendiente entre Ay B.

transversal la totalidad o la mayor partede las curvas de nivel (evitar que lalínea corte varias veces sucesivas lamisma isohipsa).

• Después se toma un papel milimetradoy se coloca, sobre el mapa, a lo largo dela línea de corte seleccionada. A conti-nuación se señalan los puntos de inter-sección o corte de las curvas de nivelsobre la hoja de papel.

• Los siguientes pasos nos llevan a laconfección de dos ejes cartesianos: uneje horizontal donde trasladaremoscada punto de intersección o corte delas curvas de nivel, y un eje verticaldonde asignaremos un valor altitudinala cada punto del corte. En el eje hori-zontal se representa la dirección denuestro perfil a la escala del mapatopográfico. Pero en el eje vertical

podemos elegir escala: lo más usual esoptar por una escala vertical idéntica ala del eje horizontal (la escala del mapatopográfico empleado), obteniendocomo resultado un perfil aproximadode la realidad. Si esto no resulta expre-sivo, se puede reducir 2 o más veces laescala vertical respecto a la horizontal,de forma que el perfil se exagera comose puede observar en la Figura 1.18.

• Finalmente se unen todos los puntos delgráfico, obteniendo el perfil de la direc-ción o corte seleccionado. Sobre el per-fil topográfico podemos referenciaraltitudes, identificar accidentes delterreno y elementos de interés (picos,ríos, poblaciones, etc.), así como otrasindicaciones complementarias: orienta-ción del corte, coordenadas y escala delmismo, etc.

Orientación y cartografía 35

Figura 1.18 Perfil topográfico (A-B) de un relieve. Nótese la expresividad del mismoen función de la escala vertical empleada.