Orellana

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TRATADO DE GRAFOSCOPIA Y GRAFOMETRIA “EL PERITAJE” (Su procedimiento y su proyección). No es exacto que la prueba pericial de cotejo de letras no basta por sí sola para dar por cierta la autenticidad o falsedad de una firma, en razón de la falibilidad de esta clase de prueba, pues si bien es cierto que la pericia grafoscopica y grafometrica ha sido por mucho tiempo considerada como una prueba de dudosa eficacia, hoy los procedimientos técnicos en estas materias han progresado considerablemente y la ciencia ha demostrado que ciertos rasgos, que la grafoscopia llama típicos o básicos, son constantes. Pues aun intencionalmente no es posible eliminarlos; por lo cual si no se demuestra deficiencia alguna respecto de la prueba pericial de cotejo de letras, el juzgador procede legalmente al conceptuar que merece fe dicha prueba por no existir ningún elemento de convicción en su contra. CONTENIDO Introducción General . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 1. Historia del Grafismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 2. Escritura y Movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 3. Morfología de la Escritura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 Apéndice al capítulo 3. . . . . . . . . . . . . . . . . 53 4. Procedimientos del examen grafoscopico. . . . . . . . . . . . . . 67 5. Grafometria y formas de la Escritura. . . . . . . . . . . . . . . . 79 6. Procedimientos y Temas generales. . . . . . . . . . . . . . . . 97 7. Clasificación reescrituras. Sistema de Archivo policial. . . . . . . . . . 137 8. Documentología. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157

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TRATADO DE GRANULOMETRÍA

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TRATADO DE

TRATADO DEGRAFOSCOPIA

Y GRAFOMETRIAEL PERITAJE

(Su procedimiento y su proyeccin).

No es exacto que la prueba pericial de cotejo de letras no basta por s sola para dar por cierta la autenticidad o falsedad de una firma, en razn de la falibilidad de esta clase de prueba, pues si bien es cierto que la pericia grafoscopica y grafometrica ha sido por mucho tiempo considerada como una prueba de dudosa eficacia, hoy los procedimientos tcnicos en estas materias han progresado considerablemente y la ciencia ha demostrado que ciertos rasgos, que la grafoscopia llama tpicos o bsicos, son constantes. Pues aun intencionalmente no es posible eliminarlos; por lo cual si no se demuestra deficiencia alguna respecto de la prueba pericial de cotejo de letras, el juzgador procede legalmente al conceptuar que merece fe dicha prueba por no existir ningn elemento de conviccin en su contra.

CONTENIDO

Introduccin General . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

1. Historia del Grafismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

2. Escritura y Movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

3. Morfologa de la Escritura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

Apndice al captulo 3. . . . . . . . . . . . . . . . . 534. Procedimientos del examen grafoscopico. . . . . . . . . . . . . . 67

5. Grafometria y formas de la Escritura. . . . . . . . . . . . . . . . 79

6. Procedimientos y Temas generales. . . . . . . . . . . . . . . . 97

7. Clasificacin reescrituras. Sistema de Archivo policial. . . . . . . . . . 137

8. Documentologa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157

9. Accidentes de trnsito terrestre. Sus causas. . . . . . . . . . . 197

10. Dactiloscopia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209

11. Doctrina Judicial con Relacin a la Prueba. . . . . . . . . . . . 227

Apndice. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247

Bibliografa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265

Introduccin general

Todos debemos contribuir con algo til, en la medida de nuestras fuerzas, a la formacin e integracin de los estudios que ofrezcan normas y conclusiones puramente cientficas. He tomado un tema de suyo difcil a la investigacin, para llenar un anhelo de hace muchos aos, y a cuyo cumplimiento me he movido sin vacilaciones y sin reservas. He querido hacer este libro de grafoscopia y grafometria con el nico afn de que los peritos tengan en l un medio de consulta en cualquier momento, poniendo, adems, la proyeccin que tiene la prueba pericial dentro del derecho, as como el criterio sustentado por la Suprema Corte de Justicia de la nacin con relacin a la mencionada prueba o juicio de peritos.

Dentro de este volumen encontrarn que en ningn momento critico la actuacin de los peritos existentes en la Republica Mexicana, que ya ellos tendrn sus motivos o razones por las cuales elaboran sus dictmenes en la forma en que lo hacen. Quiero, en este estudio, poner al alcance de los profesionales y de los nefitos los medios necesarios para poder elaborar un peritaje dentro de las normas establecidas por las leyes, y en esta forma encontrarse en condiciones de auxiliar a los juzgadores, no nada ms a comprobar el hecho, sino tambin a apreciarlo, ya que esto repercute en beneficio de quienes non mandan hacer un dictamen pericial.

En el campo de las pruebas judiciales despierta gran inters el conocimiento prctico y la eficiente aplicacin de los diversos criterios y principios adoptados en cada uno de sus aspectos. Estoy dispuesto a buscar la verdad para que jueces y abogados obren con mayor iluminacin en los fallos y litigios en que forzosamente han de intervenir.

El dictamen pericial sobre cotejo de firmas o letras llena nuestro mayor inters. Explicar, a propsito, los distintos sistemas llevados a la prctica, para lo cul procurar sealar los mtodos seguidos por los ms eminentes expertos en materia tan delicada.

En el derecho civil estos conocimientos son de indiscutible importancia. La prueba escrita, el reconocimiento de documentos y firmas, la negacin y variacin de stos requieren a diario la consulta y el dictamen por parte de los peritos a fin de poder definir acertadamente su valor y alcance. En el campo comercial y en el manejo de los documentos negociables es de mucha importancia el examen de las adulteraciones, cambios, sustituciones, enmiendas, errores, correcciones, borrones, etctera.

En la actualidad se tiene como medio de identificacin las huellas dactilares o digitales, pero el simple transcurso de la civilizacin nos ha hecho llegar a identificar a las personas por medio de las firmas; por consiguiente, es indispensable y muy importante el estudio de esta materia, ya que no es posible, actualmente, poner en todos los escritos y documentos nuestra huella dactilar como si fuera firma.Vemos cmo la Suprema Corte de Justicia de la Nacin nos dice que en las letras de cambio, no obstante que las huellas dactilares son un medio nico y seguro de identificacin, no es posible que exista accin cambiable si no aparece la firma del aceptante o endosatario en su caso, pues la simple huella no da lugar a que exista dicha accin; lo que nos indica claramente la importancia que tiene el estudio de las firmas y la identificacin de sus autores.

Analizamos, en este estudio sobre grafoscopia, desde la formacin de la grafa y formacin histrica hasta la realizacin de sus ltimos procesos de orden tcnico. El mtodo y la divisin estn orientados a la investigacin de su aplicacin y a la bsqueda de los problemas que tratamos de resolver.

El tema, como ya dije anteriormente, es difcil, y desde luego no se llega a l sino despus de muchas y muy serias aplicaciones, y mucho esfuerzo, de experiencia en el campo del peritaje, de comprobaciones, y sobre todo, de un fuerte y amplio espritu de observacin.En la primera parte veremos la historia y cmo, a travs del tiempo, evoluciona la escritura. Los monumentos epigrficos forman por s el fundamento de los signos escritos que en jeroglficos fueron llegando a cada idioma o lengua, en letras o nmeros, a consecuencia de un proceso de elaboracin y transformacin del lenguaje figurado. Conviene conocer, pues, la grafa y sus formas desde sus principios histricos para podernos dar cuenta del tema propuesto, ya que en ello veremos su descripcin, y de la estructura de sus lneas, puntos, planos, enlaces, trazos, etctera, han e resultar las variaciones y la clasificacin de la escritura.

Los idiomas o las lenguas tienen diferentes caracteres individuales, entre unos y otros existen divergencias morfolgicas que es muy importante estudiar. En el alfabeto hebreo y fenicio, adems de otros, las letras adquieren un estilo ms rgido; en el griego y el latn la estructura grfica a acenta en los rasgos establecidos y con movimientos mucho ms perfectos.

En nuestra vida vemos cmo cada individuo, desde nio, va adquiriendo el mecanismo necesario para ejecutar los grafismos hasta lograr su perfeccionamiento y espontaneidad. Estudiaremos, pues, la escritura de los zurdos y la de los ambidextros, tratando de fijar sus normas y las leyes que los regulan.

Lo mencionado hasta este punto es con relacin a la grafoscopia y grafometria que veremos en los captulos iniciales, pero adems estudiaremos lo relacionado a materias por dems interesantes, tales como trnsito terrestre, documentologa, qumica policiaca, en su aspecto de grafoqumica, adems de dactiloscopia, por ser stas las ms usuales y frecuentes en la actualidad. Desde luego que no pretendo hacer con esto un tratado de cada una de las materias, sino ms bien un auxiliar lo ms ampliamente posible sobre cada una de ellas.La bibliografa, que en todos los casos es indispensable y se ha vuelto una costumbre ineludible, me ha servido como auxiliar en este caso; por desgracia, slo con el auxilio de sta es como se puede publicar o elaborar un tratado de esta magnitud, ya que precisamente de los libros de otros autores es de donde se aprenden las teoras y los mtodos aun cuando, como ya lo he dicho con anterioridad, para ser un verdadero perito es necesario, adems del estudio de los libros, una verdadera observacin y la experiencia en el campo pericial.He querido, adems, y con el objeto de saber la proyeccin que tiene la prueba pericial dentro del campo del derecho, dar la idea o criterio que sustentan diversos juristas, as como las tesis que sobre la materia ha sustentado la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, tanto en el ramo civil como en el penal para que el perito tenga material suficiente, tanto en doctrina como en ley, para fundamentar sus peritajes.

Muchos lectores pensarn que el presente libro no es sino una repeticin de lo que muchos autores han dicho, y estarn en lo cierto, claro que con algunas innovaciones sacadas de mi experiencia, que en lo particular me han dado resultados satisfactorios.

Desgraciadamente, no puedo decir ms en virtud de que el campo de la investigacin en esta materia resulta bastante reducido en Mxico y slo contando con el apoyo oficial se podran obtener nuevos frutos; pero creo que esto es muy difcil en nuestro medio; nicamente escribir lo que mi experiencia y la experiencia sacada de otros autores por medio de sus libros puedan contribuir en alguna forma a recordar lo que se nos haba olvidado, o lo que no hacemos teniendo el deber elemental de hacerlo.En Mxico slo contamos con lo que nosotros, los peritos en diferentes disciplinas, podemos hacer por nuestros propios medios; es por ello que recurro a la experiencia o a las enseanzas que nos dan los autores extranjeros, misma que reproduzco en este libro.

EL AUTOR.1

Historia del grafismo

En el presente capitulo veremos o estudiaremos la historia del grafismo, de donde proviene, cules fueron sus principios. Aunque no es verdaderamente necesario para peritajes, pero ya que nos dedicamos a esta ciencia, cuando menos debemos saber cul es el nacimiento de nuestro alfabeto y de las grafas del mismo, pues as como todo individuo conoce la historia de su patria, nosotros, los peritos en estas materias (grafoscopia y grafometra), debemos conocer la historia de nuestra escritura o grafismo. El hombre primitivo sinti el deseo de expresarse no solamente en forma oral, sino tambin en forma escrita, tal vez con el nico afn de dejar a sus futuros descendientes algo de sus conocimientos, de sus imgenes y de sus leyendas; esto, desde luego, lo hicieron con figuras o signos sobre las piedras o sobre las paredes lisas de las cavernas, perpetuando en esa forma sus imgenes hasta la actualidad.En un principio el hombre solamente expresaba las cosas abstractas, es decir, lo objetivo, lo que l captaba a travs de sus ojos, animales, rboles, etctera; pero poco a poco las cosas externas fueron dando paso para las bases subjetivas; la necesidad de expresar sus ideas con relacin a las cosas abstractas dio paso a adoptar diversas manifestaciones y, ante la imposibilidad de un lenguaje formado y bien traducido, el simbolismo lleg a determinar el sentido real de lo concreto quitndosele su valor puramente figurativo.

Con el dibujo se llegaron a representar, como ya dije anteriormente, los animales, las plantas, las cosas de la naturaleza y al hombre mismo, y tenemos conocimientos por la historia cmo el hombre primitivo fue evolucionando en tal forma que adquiri nuevas modalidades logrando conseguir novedades y variaciones diversas en su rudimentario lenguaje de expresin escrita, ascendiendo de lo rudimentario a lo ms complejo.

Los signos adquirieron un valor convencional, por lo cual las lenguas originaron, formaron y constituyeron sus diversos signos hablados o escritos, desarrollando el adelanto de ellas tanto que en sus escrituras, o formas escritas, los grafismos fueron adquiriendo estructura, hasta lograr un estado de ESTEREOTIPIA=Repeticin incansable de expresiones verbales, gestos y movimientos), en el cual se hizo difcil la introduccin de nuevos detalles y la adaptacin de otros rasgos.

En la llamada edad de piedra encontramos piedras talladas y pulimentadas, grabados, pinturas, etctera; esto, desde luego, denuncia la actividad mental y material puesta al servicio de crear formas, ms o menos regulares, casi siempre constantes y la mayora de las veces simtricas, lo que nos indica que todo esto no fue otra cosa que el resultado de un plan racional.

El abate Brenil nos dice que: El arte, revolucionara la escritura de bulto al bajorrelieve=esculpido, tallado), para llegar al grabado, y contina comentando as: Es interesante comprobar, al lado de reproducciones escrupulosamente realistas, modificaciones intencionales, como la estilizacin progresiva de las formas. Algunos dibujos se simplificaban o, con ms exactitud, se mutilan hasta el punto de quedar indescifrables. Al arte se le dio mayor libertad y se ha supuesto justamente que semejante simplificacin del dibujo condujo a la invencin de la escritura. Otros autores nos dicen: La escritura result por estereotipia de los viejos jeroglficos o expresiones ideogrficas. El smbolo se fue tornando ms dbil en su apariencia y ms fuerte en su valor; por una ley natural, que es la del recorrido por la lnea de menor resistencia, el lenguaje se convirti con menos rasgos y con menos adornos en el lenguaje popular, y est, a su turno, engendr formas ms firmes, correspondientes ya a los mismos moldes de las letras del alfabeto. El alfabeto es, en definitiva y de acuerdo con este proceso, una simplificacin cuidadosa, permanente y de fcil asimilacin del propio sistema de los smbolos, de los jeroglficos y de las figuras. Estas opiniones no son de manera alguna improbables, ya que si consideramos las lneas no como efecto de simples imaginaciones sino de realidades geomtricas, tenemos que entender que el dibujo figurado y los grficos de la escritura llegaron por idnticos caminos al mismo plano, en donde por razn de las dimensiones, especificadas stas en longitud, latitud, mrgenes y espacios interlineales, funcionan as obedeciendo a las leyes naturales.

los primeros hombres se expresaron disponiendo los smbolos en forma arbitrara, por lo que no tenan ninguna norma para ponerlos de izquierda a derecha o en forma vertical; simplemente, ponan smbolos jeroglficos a su arbitrio en donde se fue sealando el convencionalismo para su uso constante y en la forma en que stos deban de ser colocados, claro que para esto se hicieron ensayos, para que despus las tendencias se estabilizaran y adquirieran una de las formas que se conocen, o sea la vertical, hacia la derecha o hacia la izquierda, que son las que se conocen en la actualidad.

La mayora de los investigadores estn de acuerdo en que dentro de la pictografa empezaron a entreverse en forma rudimentaria los primeros signos de la escritura. Por lo tanto, es en sta donde el hombre encontr su mayor fuente para la ideacin, preparacin y estructura de los primeros signos grficos, ya con aplicacin adecuada a los alfabetos. La seora Ras nos ensea dos sistemas muy antiguos de convencionalismo escritural: el sistema de los Quipos y el procedimiento llamado Wampum.

Se originaron ciertas modalidades grficas en virtud de la relacin existente entre lo hablado y lo escrito, un mecanismo prepar camino al otro, y en la sucesin permanente de todo se logr conseguir estabilidad, concierto y firmeza en los signos que se fueron estructurando y definiendo.Entonces tenemos que el hombre logr por medio de jeroglficos llegar a la comunicacin grafstica con los de su especie; logr manifestar sus ideas y dejarlas grabadas para sus descendientes, aun cuando en algunos pueblos, como el egipcio, tendra el lenguaje sagrado, que solamente podra ser utilizado y descifrado por los sacerdotes, y el popular, que era el dominio del pueblo en general; esto mismo ocurre en la actualidad, dado el grado de cultura de unos y de otros, los cuales utilizan diversos verbos que no son de fcil entendimiento para los incultos; esto se debi, pues, al grado de preparacin que tenan los sacerdotes en comparacin con la clase popular del pueblo en general.

Un erudito en la materia nos dice que el jeroglfico soport necesariamente un cmulo de variaciones en sus formas y en sus relaciones con otros signos. Su belleza, colorido, grandiosidad y poder intrnseco quedaron devaluados cuando nuevos rasgos se hicieron indispensables. Y en la bsqueda de abreviaciones para darle curso y vida a una escritura ya menos compleja, se origin la clsica diferencia entre la forma hiertica=solemne) o sagrada, y la forma popular o demtica. La hiertica dio margen a mayores reducciones, dejando para la demtica un estilo ms vulgar.

De conformidad con los estudios hechos por Taylor, el primer alfabeto que se conoci fue el de los fenicios, y fue el primer tipo de alfabeto que se uso como punto de partida para escribir la primer letra del mismo, que era representada por una figura de un buey; en lo referente a su cabeza se representaba con todo su valor y expresin; ms tarde, para abreviar, se le quit el dibujo de los ojos y de los cuernos, quedando simplificada la figura a un arco en ngulo agudo cortado por una lnea vertical y en posicin de derecha a izquierda. Esta figura fue adoptando ms reducciones, hasta que logr definirse, para los fenicios, en un ngulo de unos treinta grados puesto en posicin horizontal y partido por una lnea vertical. Para los griegos adquiri la posicin a la inversa, es decir, el ngulo vertical y la lnea horizontal, la cual, con la supresin de los extremos, origin la letra alpha, que tiene la misma morfologa que la A latina y que es la expresin voclica ms amplia en los idiomas modernos.

Veamos la demostracin grfica:

FiguradaIntermedia

Fenicia

Griega

Modernas

Otras muchas equivalencias pueden sealarse, pero lo mejor es que lo veamos directamente en la siguiente observacin:

La letras griegas emplearon cuatro mil aos en hacer su viaje hasta nosotros, a travs de los semitas, de los fenicios, de los griegos, de los romanos, etctera. Toda clase de cosas les sucedieron en el camino. Cambiaron sus formas, se volvieron redondas, se tornaron ya a la derecha, en curva, a la izquierda, hacia arriba o levantaron su cabeza. Muchas se extraviaron en el camino, pero tambin nuevas compaeras se les unieron de cuando en cuando. Por fin, al llegar a nosotros estaban tan cambiadas que casi no se les reconoca.

Hemos esbozado en lneas generales el avance de la humanidad, que logr la maravillosa concepcin de la escritura y de los signos con valor fontico=oral) y semntico=codificacin del significado dentro de las expresiones). Ahora bien, antes de entrar en el campo de las equivalencias grafsticas, conviene sealar la aparicin de la escritura silbica y advertir su aprovechamiento y beneficio.

Existe un punto intermedio entre la palabra y la letra, que se define con el nombre de slaba, y que generalmente contempla la unin de dos letras entre s, a ms a menudo de una consonante con una vocal. Los primeros escritos o inscripciones fueron surgiendo mediante este elemento; una slaba, a su turno, se uni con otra y vino a arrojar as una significacin ms larga y menos incompleta, cercana ya a la palabra o al nombre propiamente dicho. Con la multiplicidad de slabas, unidas o desconectadas, se volvi casi infinito el nmero de vocablos y expresiones en cada pueblo y para cada lengua.Adems de esto se tena la necesidad de expresar un pensamiento completo; por ello, con el transcurso del tiempo se fueron ideando los signos ortogrficos, tomados de los smbolos que anteriormente haban empleado, surgiendo as el punto, la coma, en punto y coma, etctera, con lo cual complementaron su escritura y a se podan expresar sus ideas con claridad.

Conociendo ya la evolucin histrica de la escritura hasta la formacin de los alfabetos pasemos a estudiar los problemas que se suscitaron con los diferentes alfabetos para la adopcin en cada lugar. Conocido es que unos alfabetos eran demasiado complicados, por su grafa en smbolos y que stos no era posible estamparlos o hacerlos en diversos materiales; por lo tanto, el mismo material usado para la escritura cambi su figuracin, su sentido, su tamao, etctera. As, una de las principales preocupaciones fue buscarles un estilo caligrfico que les fijara uniformidad en sus caracteres y facilitara su uso. Pero la diferencia entre los distintos tipos de letras fue acentuando cada vez ms el proceso de dificultad. De seguro, los rasgos redondos caan mejor sobre el papel, los pergaminos y la cera; a su vez, los de estructura cuadrada iban ms con la naturaleza de las maderas, de los metales, de los muros, etctera. Por otra parte, el tamao de las letras capitales fue disminuyendo paulatinamente hasta lograr radicarse en la forma llamada minscula, que tiene un trazo ms fcil.El enlace de unas letras con otras contribuy al descenso de la escritura uncial a la semiuncial, y de sta a la comn. Pero este curso no se cumpli en todas las lenguas; en el griego antiguo y en el hebreo cuadrado moderno tropez con serios inconvenientes, nacidos de la difcil desintegracin de los caracteres maysculos de tales idiomas. En cambio, en los escritos latinos se contempla la ideacin misma y el copioso desarrollo seguido en la tarea de formar enlaces, curvas y abreviaturas. Las primeras ligaduras fueron elementales; sucesivamente se tornaron ms perfectas, hasta lograr definirse y consagrarse en forma definitiva.En esta evolucin la imaginacin del hombre fue la que exalt su cometido y, por medio de la conciencia, fue animando las viejas formas y moldes con otras asignaciones y con otros valores. Lo que era instintivo y espontneo en un principio, se torn consciente despus y adquiri mayor libertad; es sta la causa de que los signos ms simples, usados apenas con un valor limitado, lograran alcanzar y representar nuevas equivalencias ms elevadas o, en otros trminos, buscaran operar en un campo ms amplio.

Una constante actividad creadora, puesta al servicio de los trazados y de las formas simblicas, tena que arrojar una serie innumerable de expresiones. La palabra se multiplic. Los grafismos crecieron tambin en nmero y en gracia.

En virtud de la libre asociacin de imgenes, algunos rasgos llegaron a mezclarse con otros y a preparar de esa manera el camino para las ms grandiosas realizaciones.

Hasta aqu hemos visto en forma somera la historia de la grafa y de la escritura, sealando los orgenes, su composicin y su arreglo a lo largo de distintas pocas y pueblos. Quiero hacer ahora un pequeo estudio de las bases que dieron origen a la grafoscopia y a la grafometra con relacin a la documentologa.El smbolo bien visto corresponde a lo objetivo y real, por cuanto estimula la accin de los rganos sensoriales. Este estmulo es mayor o menor segn la escala de nitidez, claridad y firmeza con que se presente. Los signos estn destinados a ser vistos; por lo tanto, es natural observar que mientras mejor desarrollada est la funcin visual, mayor ser el sentido de apreciacin que nos aleje del margen de confusiones y errores.Examinando, pues, el smbolo en su forma objetiva admite variaciones de orden cuantitativo y cualitativo. En la calidad y en la cantidad descansa la determinacin de sus medidas, base y origen de lo que ha venido a llamarse GRAFOMETRIA. Por que se supone que los rasgos externos estn sujetos a leyes de longitud y espesor; en cambio, lo interno, la imagen pura, entra en otra zona de actividades, en las cuales no se habla de dichos factores, relaciones o medidas. Pero, desde luego va dirigiendo y orientando las funciones fsicas necesarias para producir el movimiento grfico.

Esto es, desde luego, como ya dije anteriormente, lo que ha venido a llamarse la ciencia de la Grafometria, o sea la medicin de la grafa, o mejor dicho la medicin de todos y cada uno de los grammas que forman la grafa de la escritura. En cuanto a la Grafoscopia, tiene su base u origen en lo que antiguamente se llamaba palimpsestos, o sea dos escrituras, una primitiva o otra sustituta. En pocas pretritas, para economizar material de pergaminos y papiros, se acostumbraba borrar lo originalmente escrito en ellos para superponer o confeccionar nuevos grafismos o escrituras.Conocido el origen de los palimpsestos, es lgico pensar que esto de borrar y raspar documentos de sealada procedencia, provoc la crtica de gente culta, hasta que se logr que se diera trmino a tan drstico y brbaro sistema.

Ms tarde, algunos investigadores presididos por el cardenal Mai, antiguo bibliotecario del Vaticano, se dieron a la tarea de analizar y escrutar el alcance de las huellas de la escritura primitiva de muchos palimpsestos; para tal fin idearon un mtodo hasta cierto punto conducente, que con el tiempo y con el ensayo de instrumentos eficaces fue perfeccionndose. El uso de reactivos, el progreso de la qumica, la construccin de poderosos lentes de aumento, la mayor adherencia de las tintas, etctera, encontraron en este interesante campo lo que actualmente se denomina DOCUMENTOLOGIA; pero, as mismo, se tuvo que determinar si lo que se encontraba escrito perteneca a tal o cual personaje, lo que vino a dar por resultado la base para que se empezara a formar lo que hoy se denomina GRAFOSCOPIA, que es precisamente la observacin de la grafa.Gracias, pues, a esta grandiosa tarea de restauracin de los palimpsestos, fue como se dio origen a lo que hoy estudiamos dentro de estos captulos, pero iremos ms lejos y veremos en seguida las razones en el campo fisiolgico de las grafas y los motivos por los cuales nadie tiene dos grafas iguales, para despus estudiar las falsificaciones de las mismas y terminar con los mtodos usados actualmente para descubrirlas.

2ESCRITURA Y MOVIMIENTO

Una vez vista la historia de la escritura, pasemos a ver qu es la escritura, su actividad motriz, su conexin con la fisiologa y la sicologa, y aun cuando esto no es sino secundario para el perito, es necesario conocer cmo se produce la escritura y cules son los motivos que impulsan al individuo a hacerlo.

Casi todos los autores estn de acuerdo en que La escritura es un acto resultante de voliciones y reflejos, estos ltimos condicionados por las constantes anatmicas, fisiolgicas y squicas, debidas a la herencia y a la educacin. Esto es, en trminos generales, la definicin de lo que es la escritura, pero yo he querido hacer un estudio ms profundo para conocer desde sus principios tanto el movimiento como la escritura.

El examen de los reflejos condicionados, adelantado por Pavlov, es de excepcional importancia desde el punto de vista que reporta la significacin de los movimientos voluntarios e involuntarios, complicados en el mecanismo que regula y mantiene la accin grfica.

El dominio de la actividad motriz toca con numerosas experiencias de la grafoscopa y grafometra, por cuanto proporciona datos sobre las leyes generales de los movimientos derivados de la funcin nerviosa y suministra asimismo relaciones precisas en lo que se refiere a la cantidad y a la calidad de dicha actividad. Por eso es posible crear un sistema con bases cientficas que sirva de norma para la investigacin prctica de sus caractersticas, estructuras y efectos.

Las conexiones entre la fisiologa y la sicologa se tornan todos los das ms hondas y ms fuertes. Desde la poca de Descartes se tuvo el movimiento reflejo como un acto fundamental del sistema nervioso y el alcance de su concepto se hizo mayor con las aplicaciones realizadas por el fisilogo J: M: Sechenof, quien ha tratado de presentar la actividad de los grandes hemisferios como una accin refleja.

La motividad tiene su fin especfico; su elaboracin y su recorrido se verifican a travs del sistema nervioso, y sus impulsos cobran respuestas fijas circunscritas. Por otra parte, su equilibrio se mantiene siempre y cuando una accin violenta o una alteracin ms o menos profunda no impida el libre trnsito de la corriente sicofsica. Por lo tanto, si los factores que determinan el proceso cerebral entran en mutaciones, la accin resultante aparecer perturbada.

Ya el equilibrio del movimiento escritural encuentra su cabida en el mximum de actos creados para su rgimen y conservacin. Gracias a esto, la esttica de las fuerzas motrices que originan o hacen derivar la escritura, se guarda y mantiene aun a pesar de las circunstancias del lugar, tiempo, modo, etctera, que rodean al amanuense. De otra manera el proceso de identificacin se hara imposible.

Un mecanismo escritural bien establecido origina una letra en la que, a pesar de todo, subsiste lo elemental, lo simple y lo esencial, aun cuando lo inadecuado y lo insuficiente desaparezcan. Los grafismos tienen un fondo derivado del movimiento que los anima y una forma nacida de los estmulos, de los matices o de las variedades, que el uso y la prctica les impone. El elemento sustancial, el constante, el que obedece siempre a la descarga motriz, al ritmo, a la espontaneidad y al impulso interior, difiere fundamentalmente del otro elemento, del accidental, que hace simple relacin a la forma, al aspecto y a la presentacin. El primero no admite sino leves modificaciones, el segundo adquiere una sensible escala de cambios dependientes de mltiples factores.Todos los individuos no obran igual, y cada no obra a su manera, segn las circunstancias que se le presenten; por esto todos los dinamismos o mecanismos escriturales difieren en una u otra forma, que es necesario estudiar y delimitar convenientemente para distinguir y escribir aun los rasgos ms tenues e indescifrables.Cada ser, cada individuo de la vida animal nos dice Pavlov demuestra por s mismo una actividad nerviosa, actividad que es a la vez de relacin y de movimiento. Un buen observador sigue cada paso hasta completar el curso de reacciones y de las acciones cumplidas o sufridas por dichos seres; el grafoscopo debe saber expresar cmo el hombre puede producir o suprimir un grafismo; debe conocer cada gesto de la escritura, aprovechar cada detalle, distinguir el momento en el cual se detiene la accin motriz y de qu manera contina, se recoge o muere; asimismo, debe indagar los movimientos que sobresaltan dicha accin.

Tambin llega el experimentador, en su tarea, a recoger la medida del movimiento, a sealar sus intervalos, a dar valor a su cantidad, a su intensidad, a sus interferencias, a sus demoras y concretar su sistema de simplificacin, de asociacin, de preparacin y de frecuencia.

El momento en el cual se verifica la escritura es otra de sus condiciones decisivas; de l depende en innumerables casos uno y otro resultado, y quien no lo conozca con exactitud, falseara la investigacin o por lo menos la hara inaceptable.

Y si el sistema nervioso regula una sensibilidad que llega a manifestarse hasta en los ms infinitesimales valores, a su turno el movimiento que de l se deriva admite una escala de graduacin que es preciso registrar en cada instante. Todo movimiento escritural, as entendido, tiene una medida que es igual al impulso que lo origina, desde el punto de vista dinmico, y tambin al recorrido que dicho impulso sigue y cumple en su duracin y existencia a travs de todas las vas motrices, ya sea que se encuentre obstculo fisiolgico para su descarga, o que se cumpla con regularidad.Si todos los factores que intervienen en dicho mecanismo son normales, el proceso resulta tambin normal; pero si en ellos o en alguno de ellos existen inconvenientes o violencias, tropiezos u obstculos, entones el producido es anormal. Una buena condicin, para tal mecanismo, se adquiere mediante repetidas actuaciones operadas y mantenidas bajo las mismas circunstancias y los mismos factores; eso implica para el movimiento grfico una tarea de adquisicin que lo hace perdurable y constante. Sin embargo, cuando el curso normal llega a interrumpirse, aparece un estilo inadecuado que se aparta profundamente de la norma y hace suponer la existencia de causas perturbadoras que justifican dicho alejamiento y explican tales disimilitudes.La prctica llevada o realizada por un sujeto determinado le va enseando el proceso y le va dotando de su habilidad manual para ejecutar grafismos o dibujos; esta adquisicin es poco propensa al cambio y a la variacin; resulta, por consiguiente, que en cada individuo se especifica y delimita la accin para la escritura, dentro de las bases grafoscopicas generales de orientacin, inclinacin, proporciones, mrgenes, alturas, lneas, ngulos, curvas, ligaduras, etctera. Ms particularizada en an esa adquisicin en lo que se refiere a la presin, al pulso, al ritmo, al equilibrio, etctera.Se advierte, adems, que los dos factores, el esttico y el dinmico, se reparten la unidad grafoscpica, quedando as la frmula de lo especfico:

Es

E = D + -----

2

Aqu se ve como el elemento dinmico conserva toda su unidad, mientras que el esttico representa apenas su mitad, por cuanto en la escritura hay que mirar ms a lo esencial que a lo nicamente descriptivo. Las medidas siempre sirven, pero por sobre de ellas est la accin del mecanismo grfico y de las fuerzas sicofsicas complicadas y envueltas en el proceso.Y, claro est, que a una dilatada prctica sicofisiolgica corresponde un estilo peculiar que a su turno origina respuestas seguras y fijas. Otra explicacin no puede tener la doctrina fundamental y bsica de los reflejos condicionados y la de los actos repetidos.

El sujeto que escribe, despus de una larga tarea de aplicacin escolar, va fortaleciendo cada da ms su habilidad para dicho acto, a la vez que va buscando nuevas conexiones y estabilizando mejor su produccin grafstica.De lo que se concluye que, cuando el experto advierte alteraciones en esa escritura no cabe duda que en tal sujeto se operan trastornos squicos u orgnicos que arrojan al campo exterior seales y huellas de desviacin. Los nuevos hbitos as desencadenados son, pues, distintos a las antiguas condiciones o respuestas motrices que distinguan sus viejos grafismos.

Pero de igual manera que el ro desva su curso normal por una tormenta y despus lo recupera de manera paulatina, as tambin el sujeto que por un trastorno pasajero cualquiera se estravierte por caminos ajenos a su condicin, tarde o temprano la mente lo habr de orientar por el camino de sus viejas acciones.

El cerebro maneja la vida de relacin y mantiene la conducta motriz del individuo, la naturaleza humana est conformada y estructurada de tal manera que no es posible hacer variar su cometido. El primer movimiento o las primeras actividades ejecutadas para la escritura son las ms difciles, por esta razn es que el nio cumple sus funciones motrices en forma bastante torpe, y de aqu tambin que cuando el maestro trata de ensearle la verificacin de los grafismos, se le oigan algunas protestas y se le presenten algunas dificultades. Con la prctica, constante y repeticin sucesiva de movimientos grficos enseados, se adquiere un mecanismo sencillo, orientado y debidamente estatuido.

Resumiendo esto, tenemos que toda desviacin de la actividad cerebral, ya sea de orden interno o externo, tiene necesariamente una correspondencia motriz inadecuada dentro de la escala de los valores. La vida del movimiento, por este aspecto, es una importante funcin que se ejercita normalmente y constituye un fracaso si se prepara o concibe en el campo de las simples desviaciones. Ahora bien, cuando el movimiento nace y se transmite con todo su valor y toda su extensin, se dice que se irradia en forma completa y con un efecto positivo hacia el exterior; en cambio, cuando dicha irradiacin es incompleta o excesiva, sus resultados son negativos. En el primer caso existe una difusin del movimiento que se realiza sin inconvenientes, sin excesos y sin defectos; todo lo contrario ocurre en el segundo.

Igualmente, las diferencias ocasionales que se presentan en la escritura pueden depender de los que se llama la ley del contraste. De otra manera no se pueden explicar o se explicaran producciones desiguales hechas por un mismo sujeto en circunstancias aparentemente semejantes. En vista de esas diferencias surgen serias objeciones a la grafoscopia, hechas principalmente por aquellos que ignoran que es en ellas mismas en las que descansa la base de la verdadera autenticidad. Porque por profundas que sean las alteraciones verificadas en un manuscrito con relacin a otro, quedan siempre en el fondo las constantes que acreditan su uniprocedencia.

Cuando aparece en el individuo el resultado de su escritura sin diferencias y sin alejamientos con la condicin creada y adquirida, es decir, con el hbito, se dice que su mecanismo est suficientemente metodizado. Este tipo es escaso; sin embargo, hay que admitirla como promedio para verificar cotejos y sealar anomalas y desemejanzas.

Para todo cotejo debe tomarse al menos una escritura normal como punto de partida y analizar de acuerdo con sta los aumentos o disminuciones encontrados en otras para comparar as sus variaciones y sus complicaciones. Este procedimiento requiere suma habilidad; la curva de diferencias y la escala de igualdades llegan a marcar la expresin y el fundamento mismo de la conclusin adoptada. Una diferenciacin perfecta debe acomodarse al estudio de todos los detalles sin dejar espacios o intervalos, y sin hacer a un lado ningn rasgo por simple o elemental que parezca.

Las fluctuaciones observadas en cada movimiento grfico admiten un mximo y un mnimo que obran dentro de la identificacin. Una pugna fuerte entre dos manuscritos, en razn a serias divergencias sobre la fluctuacin de sus movimientos, aleja la sospecha que pueda caer sobe la verificacin de ellos por un mismo sujeto. A procesos escriturales contrarios y opuestos corresponden individualidades manifiestamente dispares. Ms si estudiadas las diferencias se logran encontrar stas apenas en forma escasa y aislada, entonces la sospecha se desarrolla y el juicio va adquiriendo mayores proporciones y fundamentos, aproximndose de esta manera a la verdad y alejndose cada vez ms del error. En una misma firma o manuscrito puede observarse una diferencia de intensidades, a menudo dependiente de una trasmisin discontinua o alterna de la corriente nerviosa. Precisa, pues, discriminar detalladamente cada fase y cada recorrido a fin de sealar el alcance de estos fenmenos tanto en su lnea de descenso como en su escala de ascenso.

Cada rasgo encierra en s un gran valor y una elevada significacin. Si del cotejo de unos con otros resultaran fracciones antagnicas, y la razn de este hecho no apareciera clara y determinada, siendo as, por la verificacin misma del contraste, el perito debe y puede formular sus conclusiones. Apoyadas ests en los datos confrontados y en las escalas de reduccin obtenidas, llenando su destino atribuido o su cometido.

Un anlisis progresivo de los movimientos y una indagacin persistente acerca de los mecanismos escriturales bastan para fijar las mltiples relaciones y para sealar sus causas y efectos de la grafoscopia. Se sabe que el movimiento se extiende a travs del espacio. El espacio es un factor objetivo que origina relaciones puramente cuantitativas, si se atiende a l solo, pudiendo proporcionar valores cualitativos si se le combina con otros factores, por ejemplo, con el tiempo empleado en el proceso de una tarea o de una produccin grafstica. El espacio dentro de las relaciones cuantitativas implica, en primer lugar, lo favorable a lo desfavorable para la realizacin de la escritura. Algunas veces el mecanismo se restringe y otras veces se ensancha, gracias a que tiene que adaptarse al campo de la verificacin. No es, pues, la escritura un resultante exclusivo del impulso interior, sino que participa, y en mucho, de las circunstancias, instrumentos y modo con que se presenta. Un sujeto que normalmente escribe con una letra de tamao grande, vindose frente a un espacio pequeo, necesariamente reduce su sistema condicin, a fin de ajustarlo al medio contemplado.

Frente a este principio, el perito analiza las diferencias de medio y de modo y busca las constantes y las relaciones que actan en los diversos casos, anotando los puntos de contacto que vienen a establecer la uniprocedencia fundamental. A l no le bastan simples coincidencias; slo se contenta cuando halla el total de las propiedades y de los caracteres en razn de equivalencias. Es por esto que en todo examen grafoscpico existe una doble tarea, la del anlisis y la de la sntesis; por la primera se separa y se selecciona, y por la segunda se integra y se totaliza.Nadie niega las relaciones de causalidad existentes entre el individuo y su escritura; mucho menos pudiera desconocer su obligada correspondencia. Por otra parte, el hombre, con su sistema nervioso y con su vida mental, transmite al medio externo la forma y la manera del contenido que con l lo relacionan.

La propia posicin adoptada por el amanuense frente al espacio que va a ocupar trae consigo, para el movimiento de la escritura, determinadas modalidades de direccin, inclinacin, presin, etctera. El movimiento por s mismo es simple, pero bajo la influencia descrita adquiere cierta complicacin que deriva cambios en la forma y el contenido; una exacta descripcin grafoscpica de un manuscrito ha de atender a la influencia trada por motivo de estas condiciones y de estas circunstancias.

La escritura puede, asimismo, formarse de dos maneras diferentes: por integracin, partiendo desde la unidad hasta llegar al total, o al contrario, por simple generalizacin. Un sujeto que empieza en el aprendizaje de la escritura, obra por integracin; es el caso en el que suma un elemento grfico a otro, hasta obtener el total; lo mismo ocurre al hombre de escasa cultura, al que a duras penas lee y escribe, integrando caracteres y grafismos con una accin retardada de poca habilidad. El mecanismo por generalizacin se cumple en forma continua; los grafismos aparecen recogidos y adaptados, abundan en sntesis, en uniones y en desconexiones brillantes; en ellos se observa una accin rpida y un proceso de buena asimilacin y de gran desenvolvimiento.

Una experiencia que sirve para esas demostraciones es la que consiste en buscar lo que se ha llamado discontinuidad en la accin. sta puede ser de dos clases, que dependa de un mismo sujeto, o de ste y un tercero. Para confeccionar firmas por imitacin, muchas veces se recogen elementos de distintos manuscritos (de varias cartas, por ejemplo) y se renen luego, seleccionndolos con exquisito cuidado; esta accin discontinua bien realizada a menudo es difcil descubrirla. Con todo, al examinar el falso efecto frente a la firma original vemos cmo resalta la vana intencin con el hallazgo de las semejanzas existentes entre los dos manuscritos. Y es por obra de la discontinuidad real del instrumento autntico como se logra fijar la simple continuidad aparente del documento suplantado.

Porque quien va a realizar un caso de imitacin, sacando letra por letra, debe cuidarse mucho de conocer estrictamente las conexiones, los finales, los comienzos y los retoques, no sea que incurra en el grave error de equivocar su camino. Los que intentan tal cosa no saben a ciencia cierta falsificar y determinar esos complicados detalles, y de aqu que sean fcilmente descubiertos.Tambin puede ocurrir que la discontinuidad dependa de varios sujetos; siendo as, en el cotejo deben separarse los distintos elementos para sealar cada grupo y cada individualidad.

En todo proceso escritural hay algo principal y algo accesorio. La suma de lo uno con lo otro da por resultado la unidad, y est, a su turno, aparece generalizada o cumplida por la ley de integracin. Cada sistema nervioso deriva su unidad diferente a los dems; por eso, de las propiedades intrnsecas de orden anatmico, patolgico o simplemente fisiolgico, dependen las resultantes o las condiciones con las cuales haya de figurar o parecer cada manuscrito.

Un anlisis estricto estriba ms en lo principal que en lo accesorio; es decir, va ante todo al fondo de la cuestin dejando la superficie como tarea secundaria. A todo perito debe exigrsele el mnimo indispensable de que en sus cotejos verifique siempre el balance de los dos aspectos enunciados. Y ojala que en su exposicin separe cada uno de los detalles vistos, toda vez que en un relato conjunto puede caer en el grave error de confundir semejanzas accidentales con las denominadas principales y de omitir diferenciaciones bsicas por exponer disimilitudes nicamente formales.

Cuando ocurra la necesidad de estudiar un grafismo cuya supuesta identidad se presenten dudas o pruebas contradictorias, es de suma importancia hacer que el sujeto escriba materiales previamente elaborados y en los que se contemplen todas las combinaciones y todos los factores expuestos, sobre todo aquellos que se trata de averiguar y establecer. En una experiencia hecha en esta forma se recogen muchas semejanzas o disimilitudes que permiten hallar la identidad o falsedad en forma exacta, clara y completa. Una de las mayores dificultades de la grafoscopia est en estudiar lo que se llama zonas de diferenciacin cercana o de interferencia grfica. Tiene su aplicacin en el examen de manuscritos realizados por sujetos distintos en su individualizacin, pero muy prximos en su vida mental y fisiolgica. Tal sucede, por ejemplo, en el caso de personas que, por estar ligadas por la herencia o por haber seguido un mismo sistema de educacin u orientacin grfica, escriben en forma parecida o muy similar.

Cuando se trate de comparar manuscritos muy cercanos o casi semejantes, la demostracin de diferencias es ms laboriosa, ya que slo despus de una acumulacin detenida de los escasos elementos en disimilitudes podra acertarse en lo resuelto. Para tal propsito los expertos suelen acudir a la formacin de etapas sucesivas, procedimiento que parte desde lo semejante hasta lo desemejante y que puntualiza cada aspecto de la prueba. Haciendo uso de este medio se preparan dos series paralelas, una de disimilitudes y otra de equivalencias, dndole principio por lo ms dbil en el segundo caso, y por lo ms fuerte en el primero. Cada experiencia debe ilustrarse a fin de que por ley de contraste se logren denunciar las curvas de igualdad o de diferencias. Sin embargo, hay ocasiones, aunque muy pocas, en las que la diferenciacin se estabiliza o se adquiere un promedio que hace muy difcil una u otra cosa o llegar a una conclusin; con todo, repito, estos casos son de rara ocurrencia y ms bien pertenecen al campo terico, ya que es difcil encontrar dos individuos que obren bajo las mismas circunstancias de tiempo, espacio, excitacin, reposo, etctera.

Cuando una diferenciacin queda totalmente establecida no es posible romperla ni destruirla. Las huellas, las fracciones y los dems elementos acreditan a cada paso la verdad y el fundamento de la prueba conseguida y si, por excepcin, posteriormente sobrevienen distintas apariencias que tiendan a romper la unidad, stas afectarn slo a lo que toca con lo accesorio. Desde que persista el mismo estado de produccin, la relacin o paralelismo es fcil de establecer, y se supone de difcil verificacin en caso de que dicho factor cambie o vare. Por eso, al verdadero perito no se le oculta el conocimiento de cada uno de los valores que, en su persistencia o en su retiro, revelen cada situacin positiva o negativa.

Ms all de la vida nerviosa normal estn los fenmenos o estados anormales, los cuales son de vasta trascendencia, pero esto sera caso de estudiarse por separado, ya que sera muy amplio introducirse dentro de otros campos, tales como sicologa, medicina legal, etctera, ya que dentro de este tema se encuentran los alineados mentales, los locos seniles y otros que ya no entran en mi terreno.

Los expertos en grafoscopa saben muy bien que las formas adecuadas y requeridas para su escritura deben ser normales o modeladas, pero que a pesar de que conservan fcilmente el lmite y la determinacin de stas, no pueden, sin embargo, controlar lo que se refiere a la parte dinmica, sobre todo en lo que respecta al ndice de valuaciones y de factores que la impulsan y mantiene. Quien estudia varias letras bajo el aspecto de su dinmica, conoce el amplio margen de diferencia y desequilibrios que bajo tal punto suelen advertirse.

En sntesis: el experto debe conocer todas las diferencias nacidas de las distintas actividades cerebrales, ya sean normales o anormales, que provengan de causas objetivas o subjetivas; debe estudiar el ritmo en todas sus escalas y graduaciones, tanto en lo referente a su continuidad como a su discontinuidad; debe clasificar los intervalos, las fracciones, las interposiciones y las intermitencias y marcar las huellas y las conexiones dejadas; debe fijar el alcance de la presin ejercida, lo mismo en lo principal que en lo accesorio; debe analizar las posiciones adoptadas y sus consecuencias; tambin le interesa buscar las modificaciones y explicarlas tcnicamente; revelar la seguridad o el grado de inestabilidad de la escritura, y sealar el lmite de su accin, en lo que concierne a su retardo o rapidez, dejando constancia de los reposos, de las prolongaciones y de las suspensiones; igualmente debe hacer notar cada aumento o disimulacin, cada magnitud y espacio, cada plano y rasgo; por ltimo debe tener presente diversos modelos de autgrafos para poder regular su contenido y sus relaciones, y no olvidarse de que todo acopio anterior constituye la mejor base de sus experiencias.

Un experto inteligente especifica y aclara la manera cmo se ha efectuado un determinado proceso grfico, y conoce s ste cabe dentro de la espontaneidad o si, por el contrario, fue realizado con obstculos y con artificios. En el estudio de las transformaciones de la escritura es preciso determinar la razn de las causas, la nueva forma de integracin o generalizacin y la relacin existente entre sta y el proceso anterior.

Cada movimiento tiene su razn de ser y tiene tambin su aplicacin, porque as como en el mundo de la fsica nada se pierde, en el de la actividad nerviosa nada se realiza sin una funcin determinante y sin un motivo que justifique el esfuerzo.

En el estudio del movimiento grfico contemplamos la presin, la fuerza, la aceleracin, la forma, el radio de accin, la direccin, las curvas, las lneas de sustentacin, la amplitud y otros factores ms. Cada uno de estos elementos tiene su medida exacta, cosa que analizaremos en la grafometra. Asimismo, conoceremos cmo la longitud de un movimiento y el tiempo de su ejecucin, es decir, su demora o su rapidez, se compraban experimentalmente. En efecto, tomando una regla graduada en decmetros o milmetros y colocndola paralelamente al supuesto camino o derrotero de la escritura o firma, y antes de la confeccin de sta, es fcil determinar con un cronmetro el momento de su ejecucin y la relacin entre espacio y tiempo empleados.

Un grafismo escrito en cinco segundos y con una longitud de un decmetro arroja un ndice de dos centmetros por unidad de tiempo. as, el movimiento grfico tiene efectos puramente fsicos, que estn sujetos a la limitacin de nmeros y medidas. Claro est que la presin, como fuerza ejercida, est sujeta a la dinamometra, que en nuestro caso toma el nombre de dinamografa. sta consiste en el arte de sealar las presiones ejercidas en cada grafismo, en fijar las huellas dejadas y en verificar los puntos de mayor o menor apoyo, todo dentro del proceso fenomnico de la intensidad.

Las presiones tambin estn dentro del campo de las relaciones, y aparecen en juego con las longitudes y con los tiempos; una presin es igual a la suma del tiempo empleado en ellas ms la longitud desarrollada; de donde nace que a mayor longitud menor presin, y a menor tiempo de duracin mayor presin. Una presin debe separarse de la que le sigue no slo en cuanto al tiempo, sino tambin en cuanto al espacio, a fin de que sus resultados y sus valores sean fciles de determinar. Una presin de debilitara, en presencia de otra, con una longitud ms larga, dentro de un tiempo igual. Mientras ms fuerte es la presin y menor es el tiempo de duracin es, a su turno, ms corta la longitud. Las oscilaciones son menores mientras ms elevada sea la fuerza ejercida; esto de deriva de que la intensidad marca ms hondamente la suma de energas empleadas. En el ejemplo de la ejecucin de rbricas y de trazos rpidos se observa claramente el aserto anterior: el retardo o demora en la ejecucin de los movimientos grficos disminuye la presin y aumenta el temblor, la rapidez, por el contrario, produce un efecto distinto, aniquila la oscilacin y muy a menudo aumenta la presin. Cada trazo ofrece al estudio la contemplacin de estos dos elementos.

El que trata de falsificar por imitacin libre puede optar por el camino de ejecutar rpidamente los movimientos de la imagen kinesttica; en tal caso, corre el peligro de violar gravemente la escala de las oscilaciones, depositando mayores presiones; o bien puede cumplir su tarea con lentitud, dejando as margen a la verificacin de un manuscrito tembloroso, con disminucin de presiones y con fases equivocadas. Lo que sucede en que la tarea de falsificar se mantiene entre dos extremos de la actividad nerviosa, extremos a los cuales es imposible encontrarles el medio justo y situarlos en un punto cntrico respecto a la realizacin propuesta.

Muchas veces son las falsas sustituciones las que denuncian el propsito de una imitacin. Tambin la presin y la accin temblorosa estn sometidas al curso de las velocidades, y es por ello que resulta posible fotografiar los movimientos, observarlos, traducirlos, desintegrarlos, descomponerlos. En la parte relativa a la grafometra en cuanto a su procedimiento y mtodos, nos detendremos en el examen minucioso de este factor y en su juego frente a las adulteraciones, suplantaciones, etctera.

El movimiento grfico se despierta a travs de la representacin excitadora, sin cuya funcin no se desencadenara la energa necesaria para su desarrollo efectivo. Por otra parte las contracciones musculares obedecen al juego de los impulsos y de los estados afectivos interiores, que son los que en definitiva orientan la forma y el sentido de la expresin escritural.

Todo esto alcanza y tiene comprobacin en el caso concreto del recuerdo que origina la memoria. Cuando el recuerdo es rpido, la capacidad anmica motriz se desarrolla fcilmente; los grafismos son entonces el producto de la gracia y de la espontaneidad. Los sujetos a quienes asiste dicha capacidad necesitan de menos repeticiones y sus actos logran fijarse y reproducirse ms adecuadamente. En un sujeto de tipo medio, en el cual la memoria es ms reducida, el hbito escritural queda sometido a varias normas, entre las cuales sealamos las ms importantes, que se definen as:

La repeticin del acto escritural hace a la larga disminuir el esfuerzo para su reproduccin, llegando casi hasta su aniquilamiento. Por estas normas explicamos cmo un sujeto habituado a la escritura escribe sin pensar y, en cambio, un nio que est aprendiendo necesita esforzarse en evocar la imagen grfica que trata de escribir. Es que el arte de la escritura hace quitar del camino todas las resistencias que se oponen a su realizacin y, por eso, de la ley que analizaremos se deriva la que sigue:

La repeticin habitual del acto escritural busca disminuir la conciencia de la verificacin de la reproduccin grfica, hasta que el acto se vuelve todos los das menos consciente, terminando en la realizacin inconsciente. El hbito tiende a hacer automticos los movimientos. Una memoria mediana apenas alcanza un ndice normal para el recuerdo y la verificacin del grafismo o del trazado que se trate de reconstruir. Una amnesia, total o parcial, determinar, a su turno, serios inconvenientes en el proceso que persiga despertar la imagen o ejecutar el movimiento.

Sabemos que el hbito busca rebajar la lnea de los esfuerzos, haciendo el movimiento ms rgido y ms estable y, por ende, ajeno al cambio de nuevas modalidades o complicaciones. El efecto del hbito es el de situar al individuo en el campo del la menor resistencia y el de sealarle una conducta que le exija el mnimo de enmiendas y desgate fsico. El sujeto que aprende a escribir no cambia fcilmente su mecanismo, aun por una simple ley de economa sicofsica.

Por esta y las anteriores leyes se mueve toda la escritura y se determina la vida del movimiento grfico. El hbito, la repeticin, el esfuerzo y la representacin kinesttica son sus bases constantes, que suelen comprenderse en las siguientes relaciones:

a) A mayor hbito. . . . mejor representacin

b) A mayor hbito. . . . menor esfuerzo. c) A mayor hbito. . . . peor representacin. d) A mayor hbito. . . . mayor esfuerzo.La curva de los hbitos, a medida que se reafirma, hace ms fcil la reproduccin de la imagen kinesttica, para cuya efectividad se necesita entrar apenas en funcin. Y cuando dicha curva se encuentra todava atenuada o escasa, la verificacin del acto se torna ms difcil. Un ejemplo comn nos comprueba esta experiencia: si pensamos en la escritura verificada por un campesino no acostumbrado a firmar con pluma, el margen de resistencia es mayor que si se le ordena realizar el acto con un lpiz habitual. Entrando enseguida a otro aspecto de la cuestin, observamos que casi todos los tratadistas de grafoscopa citan la clasificacin del profesor Hericourt, en lo que hace referencia a los movimientos por razn de su energa, de su rapidez, de su direccin, de su forma, de su frecuencia y de su extensin.He aqu la conocida divisin:

Indecisos

lentos

Flojos

vivos

Energaacentuados

Rapidezbruscos

Violentos

acelerados

retardados

Ascendentes

redondeados

Centrfugos

graciosos

Direccindescendente Formaangulosos

Centrpetos

vulgares

Numerosos

ligados

Frecuenciarara Continuidaddisociados

Mesurados

Extensin amplios

CortosDe este cuadro se derivan naturalmente varios tipos de escritura que, segn expresiones de su autor, pueden calificarse como enrgicos, indecisos, violentos, continuos, rpidos, angulosos, etctera. Estos calificativos entran directamente al campo del estatografismo y del dinamografismo. As tambin, de los equilibrios y de las fuerzas que sirven para preparar y producir dichos movimientos, han de nacer mltiples relaciones y no pocas aplicaciones.

La sola fuerza ejercida para la escritura da una presin dbil o fuerte, segn el grado de intensidad, y si se aplica mediante obstculos, el movimiento resultara artificioso y torcido, su mejor realizacin tendra que verificarse, pues, libre y espontneamente. Por la dinmica de la escritura, y pasando a otro aspecto, conocemos las relaciones existentes entre las fuerzas empleadas para su confeccin y los lineamientos engendrados por la accin motriz. Dichos movimientos no se pueden estudiar en forma aislada, y es por esto por lo que no existe, propiamente hablando, una cinemtica grafistica.Y no es la quietud, sino la eficaz y proporcionada reparticin de fuerzas, la que en definitiva origina el equilibrio de la escritura, la que da a las presiones un sentido regular, como si fuesen una sola, y la que expresa los impulsos bajo un mismo nivel, como si obedeciera a igual intensidad de la misma causa determinante.

Por otra parte, los arcos y las curvas descritas en el proceso grfico forman de por s una trayectoria del movimiento escritural y encierran, simultneamente, la ley de relaciones existentes entre ellos y los periodos recorridos, al igual que la razn de ser del tiempo, y de su ejercicio. Cada porcin de la escritura envuelve una unidad del tiempo y de la suma de todas resulta el total. Pero esto no es lo importante: ocurre, adems, que si las porciones tomadas en conjunto resultan iguales entre s y proporcionadas a la unidad del tiempo, entonces engendran un movimiento uniforme, movimiento que segn su unidad habr de tener determinada velocidad, cuyo valor usualmente se mide por segundos.Pero cabe preguntar si en la escritura, como en la fsica, existe la ley de la velocidad y del espacio, como tambin la del tiempo, que son los tres factores que juegan frente a la misma relacin. En repetidas ocasiones se ha hablado de estas unidades y tuvimos oportunidad de demostrar su utilidad y eficacia.Si el espacio es igual a la velocidad multiplicada por el tiempo; S igual a c por t, queda entonces el tiempo igual al espacio dividido entre la velocidad, y est, a su vez, es equivalente al espacio dividido entre el tiempo; t igual a S sobre c, y c igual a A sobre t.

Los ejemplos son elementales:

Cul es el espacio recorrido por el movimiento grfico en 30 segundos, a sabiendas de que el valor de la velocidad adoptada es, habitualmente, de seis (6) milmetros por segundo? La respuesta es clara: 180 milmetros.Cul es la velocidad de un sujeto que recorre en la escritura 80 centmetros en 40 segundos? el resultado es igual a dos centmetros por unidad de tiempo.

Qu tiempo emplea un sujeto en recorrer una escritura de 1.80 metros a sabiendas de que su velocidad, en promedio, es equivalente a un centmetro por segundo? el tiempo que tardara entonces ser de tres minutos.

Estos ejemplos no por simples dejan de tener razn. Por la combinacin de las tres frmulas descritas y por la verificacin de cada uno de los valores llega a ser posible fijar el alcance de un manuscrito y la manera como pudo verificarse en su formacin autntica o en el proceso de falsificacin.Continuando, tenemos:De la multiplicacin de la base por la altura de un rectngulo resulta su superficie; los matemticos convienen en dibujar dos lneas, una horizontal y otra vertical, que son respectivamente las equivalencias de los ejes de tiempo y de velocidad, y que al ser producidas en forma paralela, dan un rectngulo cuya superficie es precisamente c X t, marcando con la primera la unidad de longitud en relacin con la velocidad y, con la segunda, la unidad de tiempo.

Pero en la escritura la frmula no es del todo precisa; sin embargo, puede afirmarse que mientras mayor sea un grafismo hecho en igualdad de tiempo con otro, mayor ser la velocidad de su ejecucin y mayor su superficie ocupada. A un menor espacio ejercitado con velocidades iguales corresponde un valor ndice de tiempo menor. Existe, en consecuencia, una velocidad absoluta y otra relativa, siendo el espacio siempre relativo en el trmino de las comparaciones.En la escritura es mayor la velocidad de las curvas y de los arcos que la de los ngulos y las de las rectas, por regla general.Galileo, en 1610, descubri la siguiente ley: Todo cuerpo en movimiento tiende a conservar su velocidad y la direccin en que se mueve. Aplicada est ley a nuestro estudio, tenemos: El movimiento grfico tiende a perpetuarse en razn a su mayor velocidad, siguiendo la lnea de menor resistencia para su curso y desarrollo. Por esto, el sujeto no necesita pensar para escribir si ya ha normalizado su velocidad y adecuado sus mrgenes y espacios.

Cuando acta una fuerza extraa en el movimiento escritural, la velocidad en la direccin del movimiento grfico aparece cambiada o alterada. El movimiento es variado cuando su velocidad no es constante. Por eso deja de ser uniforme, para convertirse en acelerado o retardado; aqu llegan, pues, las propias leyes fsicas con el fin de fijar las distintas relaciones admitidas.

A mayor fuerza ejercida en la escritura, mayor es el incremento que la velocidad del movimiento recibe por unidad de tiempo. Mientras mayor es el espacio en donde se ejecuta el movimiento grfico, menor ser la velocidad. (Claro esta que la velocidad entendida como valor absoluto, porque la ley, en sentido relativo, puede ser contraria).Para conservar velocidades iguales es necesario aumentar la fuerza en la medida en que aumenta el espacio. Por consiguiente, hay una proporcin directa o inversa, segn el tiempo o los espacios actuados.

Y vale observar:

La fuerza muscular usada para la escritura parece variar segn su punto de aplicacin, su direccin, su sentido y su intensidad. El punto de aplicacin marca la mayor o menor presin; la direccin seala la orientacin ascendente o descendente, lo mismo que sus variantes; el sentido de la actuacin centrpeta o centrfuga y la intensidad, marca el total de la fuerza desarrollada.

De aqu que en un examen detallado deba buscarse cada uno de estos factores, encontrarse su equilibrio o resultante, su determinacin o descomposicin, al mismo tiempo que su representacin grfica.

Las divergencias o similitudes en los trazos, la bsqueda en paralelas, los puntos de interferencia, las resultantes derivadas, los sentidos opuestos o semejanzas seguidas en distintos manuscritos, la presin ejercida, los puntos de aplicacin y, en fin, las etapas de reposo y de aceleracin, constituyen modalidades que el experto de ninguna manera puede desatender.

Cuando las fuerzas acten paralelamente, en forma vertical, horizontal u oblicua, y cuando los espacios surjan por una u otra parte, el perito puede buscar las oscilaciones mantenidas y engendradas a travs del pulso nervioso, de la pluma, el lpiz, etctera. Siendo as y no permitiendo que nada se pierda o descuide dentro del proceso de investigacin, podemos decir que se da cabida al cumplimiento de la regla de oro de la grafoscopia, cuya ley de conservacin de trabajo se funda en el hecho de que lo ganado en fuerza se pierde en espacio, tal como se ha expresado en otros trminos.

La aplicacin de las fuerzas se relaciona directamente con los instrumentos usados para la escritura. Si el lpiz la pluma obran, por ejemplo, sobre el plano de ejecucin, presentando roces o fricciones, se dice que sus efectos adquieren un valor negativo, es decir, que le restan alcance a la funcin de las presiones y de las fuerzan ejercidas; pero si, por el contrario, la accin de dichos instrumentos corre sin obstculos, entonces se dice que su efecto es positivo, como que no est alterada ni perturbada y como que el mecanismo grfico se desenvuelve, orienta y dirige con todo su valor en forma normal.

Las fuerzas se reparten en la escritura segn la proporcin de las distancias tomadas y de aqu que a mayor medida de stas, desde el punto donde se ejerce el esfuerzo con un lpiz, con un estilgrafo, etctera, hasta el plano de verificacin grfica, corresponde un resultado o efecto menor de la fuerza efectuada, quedando la descarga siconerviosa ms dbil en sus intentos y exteriorizaciones. al contrario, un ejercicio escritural hecho con menor escala en la distancia arroja rasgos ms fuertes.

Por otra parte, el movimiento de la escritura puede y debe suponerse como algo permanente; en otras palabras, hay que pensar que cada fuerza ejercida en un determinado espacio y durante la unidad de tiempo, antecede otra que le sigue con idnticas relaciones. De esta manera, la trayectoria total es divisible en unidades aptas para la comparacin y para la composicin ordenada de fuerzas. En este campo podemos suponer, en segundo trmino, un movimiento horizontal y un movimiento parablico; ambos son uniformes y se distinguen segn contine el curso de la orientacin, sea en lnea recta o se parta en curvas, al igual que en la fsica.

En la escritura, a veces, estos dos movimientos resultan de conformidad con los grafismos hechos; sin embargo, en otras ocasiones el efecto circular, anguloso, centrpeto, tal y como a lo hemos visto; en el examen y en el cotejo de escrituras debe relacionarse cada uno de estos movimientos que se explican en razn a la descomposicin e integracin de fuerzas.

Otra de las frmulas de la fsica que ms intima relacin tiene con la grafoscopia y la grafometria es la del impulso, que es igual a la fuerza por el tiempo, originndose as la cantidad del movimiento. Contempla este ltimo, asimismo, su determinacin fsica y su determinacin squica; por la primera, su valor cuantitativo, y por la segunda, su valor cualitativo, que tantas veces hemos mencionado.

Y si el impulso grfico no origina la escritura en forma igual, y antes bien la vierte con presiones inconstantes, diramos que los grafismos adquiridos as son variables. Llega aqu el movimiento ondulatorio, el filiforme, el fusiforme, el sinuoso y otros ms. El experto debe medir la amplitud de cada uno y relacionarla con la de los otros. Si en un cotejo se encuentra la coexistencia de dos amplitudes, y esa coexistencia es habitual, entonces la prueba adquiere valor de mayor exactitud.

Por la natural exposicin de la mano y por su aptitud de tomar objetos la escritura participa de cierto carcter de organizacin muscular. Por regla general, el impulso llega principalmente a los dedos ndice, pulgar y cordial.Hagan, transcrito por Lee y Abbey, dice; La pluma o lpiz cogidos as (por los dedos ndice, pulgar y cordial), son movidos en el papel con la yema del pulgar, que acta como soporte, contra el cual el instrumento aguanta la accin conjunta de los dems dedos. Todas las curvas y los movimientos laterales de la pluma cuando sta se dirige hacia arriba y con inclinacin haca la derecha, son producidos por la accin del pulgar que acta sobre las dciles funciones del ndice y del cordial; cuando los movimientos tienen inclinacin hacia la izquierda, entonces, las accin es inversa; los dos ltimos dedos actan sobre la docilidad del pulgar que sigue el impulso.En cualquier caso, si el pulgar es uno de los factores y los otros dos dedos cooperan para coger y mover la pluma, el movimiento se cumple armoniosamente.

Debemos anotar que tampoco todos los dedos obran siempre as; hay sujetos en los cuales la accin se cumple en forma perturbada y difcil; de aqu que sea lgico suponer que sus trazos y grafismos aparezcan mal confeccionados.La accin del movimiento se combina segn la funcin cumplida por los dedos de la mano, que unas veces retienen el impulso y otras lo orientan y dirigen.

Existe, pues, un doble efecto: positivo por una parte y negativo por otra; menor dicho, activo y pasivo. Si la accin es armnica, los dos factores integrantes derivan una escritura completa, positiva; pero si no existe una justa combinacin de fuerzas, entonces los grafismos resultan torcidos, desviados, con aspecto puramente negativo.

El movimiento de la escritura contempla un alto alcance cientfico para la grafoscopia. Es algo que parece oculto para los inexpertos, pero que es de clara realidad para quienes estudian estas materias.3

MORFOLOGA DE LA ESCRITURAEntramos ahora al estudio de la morfologa de la escritura y de sus apreciaciones. La forma, se ha dicho, es la expresin externa de la escritura, es la relacin espacial o estructural que viene a configurar cada uno de los grafismos. Por eso, de la clasificacin misma del movimiento puede depender la configuracin grfica, producindose tantas formas en sta conatos sentidos pueda adoptar aqul.

En el ejemplo de Hericourt, ya escrito, la forma sera enrgica, rpida, extensa, indecisa, brusca, floja, acentuada, ascendente, descendente, etctera, segn el detalle mismo que arroja su clasificacin o expresin motriz.

Pero la escritura no debe clasificarse simplemente bajo este aspecto: existen muchos otros y de ellos haremos una sntesis que est sujeta a la ms rigurosa descripcin grafonmica, apoyada siempre en los mejores expositores de la ciencia.

Desde Aristfanes de Bizancio, lo sabemos, la puntuacin adquiri importancia dentro de la escritura. Cada idioma y cada pueblo adoptaron su sistema de conformidad con sus peculiaridades. A todos convino la necesidad de separar ciertos periodos de oracin, de darle mayor gracia y entendimiento y de tornarlos independientes, aun dentro de sus relaciones mltiples, de sus diversos sentidos y de sus variados efectos. El afn de traer algunos signos nuevos a la escritura, como el punto, el doble punto, el punto y coma, etctera, encontr su explicacin en la naturaleza ntima de las cosas y complic hasta cierto punto la morfologa general de la escritura.

Los primeros materiales empleados para la escritura, el papiro y el pergamino, tuvieron entre los antiguos un uso extraordinario. La perduracin del papiro se logr mediante ciertos aceites y resinas. El segundo deriv una mejor fuente de autenticidad gracias a la firmeza de algunas pieles de animales. El calamus, especie de pluma de caa, sirvi para escribir en los papiros y para los pergaminos se adopt un instrumento ms fuerte, algo as como un punzn liviano que rompa el paso de los grafismos y permita la modelacin adecuada de letreros e inscripciones. Las formas en uno y otros casos eran distintas.

El papel de fibra o de algodn vino posteriormente. Muchos atribuyeron su invent a los rabes, aunque son pocos los historiadores que informan que fue producido primeramente entre los chinos.Ms tarde, el papel tcnicamente confeccionado o industrializado, alcanz una mejor adaptacin y estructura y as se hizo fcil para el arte de escribir. El invento de Juan Gutemberg cre y prepar una fuente magnifica para el material de escritos y de impresos: la imprenta. Gracias a sta, los peridicos, las distintas publicaciones, etctera, quedaron en una lnea que por s divide --- al decir, de connotados periodistas --- la poca de la escritura en dos etapas diferentes: la de los manuscritos y la de los impresos. De aqu que hoy la morfologa de la escritura atienda a dos tipos de grafismos diametralmente opuestos: el escrito a mano y el editado a mquina.

La letra se torn rgida y vertical, por disposicin de los tipos de impresos y, aunque ms pequea, parece que busc la antigua estructura hecha en piedra y en lmina de metal; la imprenta hizo abandonar tambin las formas alargadas conocidas en las inscripciones sobre cera y arcilla; acomod, asimismo, las lineaciones medias de la escritura del papiro y del pergamino, e hizo a un lado para siempre la morfologa angulosa y cuneiforme de que hablaremos ms adelante en este estudio.

El papel es para nosotros no un factor accidental en el campo de las ciencias artes, sino una modalidad necesaria para su proceso y formacin. Mediante l, la memoria de todos los siglos est presente a todas horas; por l conocemos la historia y las hazaas de cada hroe, sus debilidades y virtudes; en l leemos las guerras y vertimos las pocas de paz; asistimos con l al adelanto de los pueblos y presenciamos su decadencia. El libro es un elemento sagrado, el papel que lo forma e integra es el mejor smbolo de su elevada expresin y de su precioso significado.

Despus de sta breve digresin conviene anotar cmo las formas empiezan a alterarse o modificarse segn el instrumento de escritura usado para recibirlas y acogerlas; por eso cambian segn la accin de la tinta, el lpiz, la pluma, etctera, caigan sobre el papel, pizarra y otro material apropiado para tal fin.

En cuanto a la elaboracin de las tintas se sabe que la ms primitiva, la que se compona de holln y agua, fue hacindose cada vez mejor hasta lograr una composicin indeleble.

Las tinta de Prgamo, las producidas en el Asia menor, las hechas de agua con goma, zumo de Bugalla (segn Ilin es la nuez de tinta, la caparrosa; son los cristales de color verde que resultan al disolver el hierro en cido sulfrico. Los rusos perfeccionaron estas frmulas y fabricaron tintas preciosas con harina y con vinos del Rin, de cuya estabilidad y permanencia dan testimonio los siglos), resinas, caparrosa, etctera, tuvieron cada da un comercio mayor.Las tintas mantenan sus colorantes; de stos, los amanuenses prefirieron el color rojo y verde para las letras maysculas, y utilizaron el negro y el azul para la escritura menor. Todava los libros eclesisticos, los misales da casi todas las iglesias, usan este sistema en sus epigrafas sagradas.

Veamos algo sobre la historia de las plumas y otros sustitutos.

El precursor de la pluma fue el stilus, instrumento material de la escritura, consistente en una varilla de acero con extremo agudo, que sirvi para rayar la cera y la arcilla; hoy, por sentido traslaticio, el estilo adquiri un valor intangible que, usado dentro de las producciones literarias, equivale al buen o mal lenguaje, a la sana o torcida redaccin de cualquier escritor y que le sirve para distinguirlo de los dems.

Sabemos que la peola hecha de junco o de plumas de ave se empleaba para usos ms delicados, para hacer tamaos de letras ms pequeos y ligeros, y principalmente para escribir en el pergamino o en el papiro.

La pluma de acero vino en 1826; su inventor fue Mason; en tiempos posteriores fue perfeccionada su estructura y adaptada para toda la variedad de trazados, finos y delicados unos, gruesos y fuertes otros, algunos en perfil, etctera.

El lpiz, menos apto para la multiplicidad de lineaciones sirvi, sin embargo, para la confeccin de muchas formas grficas, imprimindoles tambin su debida intensidad y presin adecuada.

Con estos sistemas y medios podemos explicarnos que no era fcil confundir los grafismos groseros con los denominados caligrficos. Los instrumentos citados, por su mayor o menor agudeza, prepararon, por consiguiente, nuevos caminos a la morfologa escritural, caminos que es necesario estudiar y analizar en todo su alcance, curso, contenido y extensin.

Volviendo nuevamente al tema de la transformacin de los grafismos, vale la pena advertir que si los instrumentos usados para su confeccin son factores que hacen cambiar su forma, cundo ms no la harn cambiar o modificar los estados de excitacin de inhibicin, las influencias de costumbres, los hbitos adquiridos, la idiosincrasia de cada pueblo y, asimismo, el cmulo de muchas otras causas. Los mviles interiores, dependientes de alteraciones en el sistema nervioso, son hechos o fenmenos que tambin afectan el curso de la escritura.

El mismo ejercicio y la propia costumbre de escribir hacen variar la letra. Collins, un denotado experto en escrituras, expresa al respecto: As como es corriente en las personas que escriben mucho una transformacin o deformacin paulatina de la letra, precisamente a consecuencia del abuso de la escritura, del mismo modo la firma va transformndose y casi siempre reducindose a una expresin caracterstica que a veces llega a representar nada grficamente y, en cambio, grafoscopicamente es un documento de mucho valor, por su espontaneidad. De tal manera, la costumbre de escribir deforma y estropea la letra, con la prctica de la escritura se adquiere mucha velocidad y por ello las letras no pueden trazarse con la debida perfeccin.

Esta anotacin, hecha precisamente sobre uno de los grafismos que ms alta significacin tienen, el de la firma, denota para nosotros cmo la susodicha costumbre es uno de los factores que ms pueden influir en el cambio de conexiones, de eliminacin de rasgos, etctera. Es que a medida que el mecanismo escritural se va acentuando, se logran disminuir las formas y se consigue proveerlas de otros valores, no sujetos al aprendizaje sino al libre juego de las fuerzas interiores que animan y dan vida a la escritura.

El profesor CrpieuxJamin, investigador perito de esas materias, miembro de la Sociedad Tcnica de expertos en Escrituras de la Universidad de Sorbona, que presida M. Solange Pellat, una de las primeras observaciones y principios que plantea y define es la de la individualizacin de la escritura en el nio: No todos los aprendices, a pesar de la misma enseanza y a pesar del mismo maestro, escriben igual; unos nios durante el proceso adoptarn rasgos finos, firmes y violentos, otros harn grafismos dbiles e inconstantes, no pocos inclinaran las formas espontneamente en la escritura, hacia la derecha o hacia la izquierda, y ninguno de ellos dejar de ser guiado por el sentido y la orientacin de los dems, sino obedecer a su propio impulso, que es en definitiva el que da valor, estructura y vida a los grafismos. Las diferencias individuales van acentundose cada da ms, y a medida que el nio crece y define sus actitudes frente a la vida, surgen para su mecanismo y para sus actos otras modalidades. Ms tarde se observa una gran diversidad de movimientos que cada cual imprime a la escritura, los cuales le vienen a dar sustancia y esencia a su carcter. Ni el mismo sistema de enseanza caligrfica, sistema hecho sobre modelo, logra desprender y alejar el estilo que cada cual trae a su tipo escritural.

Sucede que a medida que quedamos libres de controles o derroteros preestablecidos, nuestros hbitos para la escritura se tornan espontneos y naturales. Es que por sobre las formas externas est el valor sicofsico que a cada cual llega, segn su estructura y capacidad mental, como que existe una morfologa de la escritura, que es cuestin extrnseca, y una fisiologa de la misma que equivale a su sentido intrnseco.

Toda identificacin de escrituras y firmas alcanza aqu su mayor reconocimiento, consiste en la base segura de que no hay dos sujetos que escriban en forma igual. Esto no es hiptesis ni simple teora; la realidad comprueba el aserto y confirma la verdad. Por eso, los sistemas de clasificacin, que veremos despus, alcanzan grupos y variaciones mltiples. El sello dejado en los grafismos es un sello individual, por ms que el sujeto quiera variar su modalidad y su mecanismo grfico. All, en la escritura, se encontrar el signo personal de su distincin. El experto lo busca y, al descubrirlo, mezclado en multitud de formas, lo denuncia para una identificacin y para una sabia confrontacin.

El citado profesor Crpieux seala una cifra fabulosa que sobrepasa de ochocientos sixtillones el nmero de posibilidades que pueda lograrse en la verificacin y clasificacin de manuscritos. Esta cifra encuentra su diversidad y contenido en una progresin sucesiva y en serie, comprendida por varios factores de diferenciacin que, al ser combinados, la arrojan y determinan.

Sealamos, pues, el valor absoluto de que no existen dos escrituras idnticas. La natural variedad y multiplicidad de formas y, por ende, de movimientos grficos, nos trae evidencia y la certeza de los anterior. Por lo tanto, importa cuidar y observar la suma de los detalles, por ocultos que stos parezcan, para poder formar as una sntesis de integracin que defina y seale el lmite de cada prueba y de cada cotejo. Una letra vista a travs de su figura y estilo, analizada por sus distintos aspectos, estticos, dinmicos, etctera, entra de por s al terreno de las clasificaciones con seguridad, valor y eficacia para posteriores experiencias.

Todas estas manifestaciones han venido revelando, con el aporte de expertos y cientficos, las bases mismas sobre las cuales descansa la grafoscopa, entendida como una ciencia, y aplicada como sistema tcnico de mxima utilidad. Sus enemigos han querido encontrar objeciones en sus mismos fundamentos. Algunos han dicho que las impresiones del individuo y los distintos estados de inhibicin, excitacin o reposo, hacen variar a cada instante la forma grfica; otros afirman que esa variacin es dada y producida a voluntad del sujeto; no pocos sealan el problema de la imitacin y de la simulacin, pero todos olvidan que precisamente si no hubiere variaciones la identificacin sera imposible; que si no existieran manuscritos con rasgos al parecer semejantes, entones no sera posible escrutar las formas constantes y distinguirlas de las accidentales; desconocen, adems, que la escritura empieza a diferenciarse desde la primera edad; desde la edad de la individualizacin, y que las modificaciones voluntarias o involuntarias que le sobrevengan son siempre parciales y dan margen al estudio de las repeticiones, de la regularidad y de la determinacin analografoscopica del sujeto, que a pesar de todos los intentos que haga no logra desquiciar ni romper su mecanismo condicin.

Quien examina un documento o manuscrito debe, pues, afianzarse en el hecho de que su produccin es puramente humana. Los animales no escriben, por natural y espontneo que aparezca un rasgo escritural, debe suponerse un razonamiento anterior y una facultad en el ejercicio. Por eso la escritura ha sido contemplada como una estereotipia de la inteligencia y voluntad del hombre puesta en accin.

La sicologa y la fisiologa andan juntas; de aqu que la escritura admita tantos cambios estructurales, muy a pesar de que conservan siempre su contenido intrnseco. Por consiguiente, un verdadero examen grafoscpico no es el que se hace sobre uno o dos rasgos; por el contrario, es el que se verifica sobre el mayor nmero, variedad y extensin de los grafismos presentados.

Una sola letra, una rbrica, no son suficientes, por ms que algunos seudo expertos as lo crean. Para hacer un anlisis completo, exacto y claro, es necesario emprender un recorrido que no a todos es dable cumplir. Hacer varias pruebas para confirmar lo establecido, hacer las ms diversas observaciones, buscar precisamente el sello de la individualidad; tenemos, por ejemplo, el examen de un manuscrito de una persona, pero es cotejado con otro de cuando ste aprenda a escribir; en nuestra meza de estudio aparecen las copias y cartas escritas de puo y letra del examinado, en distintas pocas, a los doce, a los dieciocho y veinte aos de edad, claro est que al verificar las contantes de las variables mantenidas y tradas a lo largo de esos periodos y en virtud de tales procesos, las consecuencias y conclusiones adoptadas sern de mayor exactitud y de ms elevado valor.

Se sabe, desde luego, que esto no es posible en la mayora de las ocasiones, pero entonces tendremos que examinar una variedad de firmas o escrituras que nos demuestren cules son las constantes que buscamos, con las cuales podremos determinar con seguridad y precisin quin es su autor.

Sabemos que la escritura de la mujer es muy distinta de la del hombre; que la del anciano difiere de la del nio; esto puede encontrar explicacin en hechos puramente sicofisiolgicos; pero, desde luego, esto lo debemos tomar en cuenta dentro de nuestro anlisis de la escritura y buscar, como ya lo he dicho, la individualizacin de su autor. La herencia tambin tiene sus manifestaciones, puesto que, por medio de la transmisin de caracteres sicofisilogicos, trae directa o indirectamente al individuo ciertas aptitudes o condiciones, ms o menos semejantes o comunes a la de sus padres. Es as como se observa alguna identidad entre manuscritos de stos con los de sus hijos; entre los de hermanos, etctera, identidad que arroja una semejanza morfolgica, derivada precisamente de condiciones squicas y materiales parecidas. Mas, como es sabido, no es posible encontrar dos equivalentes grficos precisos, y de aqu que el fenmeno anotado no descarte la base cientfica consistente en la pluralidad o en la infinita variedad de escritura y de trazados.

Al fenmeno descrito con anterioridad se le denomina precisamente fenmeno morfolgico de la herencia y amistad, porque al igual que los hijos heredan algunos caracteres morfolgicos en la escritura, igualmente, cuando dos personas han convivido juntas durante algn tiempo, o bien han tenido una amistad muy estrecha, siempre trae como consecuencia que los caracteres morfolgicos se transmitan de uno al otro; claro est que esto, en la diversidad de los casos, llega a confundir a los expertos en escritura; pero si, como se dijo anteriormente, se hace un examen detenido de cada uno de los grafismos, se llegar a la conclusin de que no obstante este fenmeno la escritura siempre tendr su individualidad y sus contantes, por lo que no ser difcil encontrar o identificar a su autor.

Recordemos que Galton afirma que la herencia sicolgica se manifiesta tambin en semejanzas sensoriales, de carcter, tendencias, gustos, pasiones, aptitudes musicales, pictricas y literarias, etctera, siendo este autor el primero en estudiar ampliamente las similitudes entre los gemelos y sus padres.Ya hemos hablado de las propiedades morfolgicas de la escritura, ahora veremos cules son las caractersticas morfolgicas de una escritura o manuscrito; haremos una lista de ellas con el objeto de poder determinar en el momento del cotejo de letras o firmas cules son las caractersticas morfolgicas de las escrituras en cuanto a su ejecucin y, asimismo, poder compararlas o cotejarlas con las mismas caractersticas que presenta el documento examinado.Aunque tericamente exista una gran variedad de caractersticas morfolgicas de la escritura, que mencionar sin explicar en qu consiste cada una para no extenderse demasiado, me concretar a mencionar las ms importantes y usuales, de las cuales hace una relacin el Profesor Flix del Val Latierro en su libro Grafocrtica, y que son: Por cuanto a la escritura en su forma:

Grande: Cuerpo de las letras de 6 a 3.5 mm.

Mediana: Cuerpo de las letras de 3.5 a 3 mm.

Chica: Cuerpo de las letras de 2 a 1.5 mm o menos.

Abie